La respuesta a esta pregunta depende completamente de cómo se mide el pensamiento formal. Si se usan tareas piagetanas, la proporción es muy baja, porque son tareas muy especializadas, usualmente de ciencias -predecir las oscilaciones de un péndulo, por ejemplo- con las cuales pocas personas están familiarizadas (y se sabe que el pensamiento formal se afecta del contenido, por lo que las personas familiarizadas con ese tipo de tareas tendrían ventaja sobre las que no lo están). Con otro tipo de medidas de los niveles de abstracción del pensamiento que no dependen tanto de la familiaridad con las ciencias, y usando tareas con alto soporte (con ayuda), la proporción es más alta, aunque la gente se desempeña en varios estadios o niveles, no en uno solo.
Algunas personas afirman que las pruebas para medir el pensamiento operatorio formal son artificiales, y que resulta mejor juzgar a partir de eventos cotidianos, por ejemplo, los resultados en los procesos electorales. La idea es que por la gente a la que elegimos como presidente (no solo aquí, sino en el mundo) puede adivinarse que la proporción de personas con pensamiento formal no es demasiado alta. Pero en todo caso, las investigaciones, con un tipo de instrumento u otro, han sufrido casi siempre de falta de muestras representativas que no permite hablar de proporción de población, aunque hay mucha información con muestras no representativas.
Muchas investigaciones realizadas en distintos lugares del mundo muestran que el pensamiento formal es raro entre los estudiantes de secundaria (ver por ejemplo los trabajos de Shayer y Adey). Yo misma realicé una investigación en 1996, con una muestra de estudiantes de primer semestre de una universidad de Lima, usando una tarea de probabilidades. Los resultaron indicaron que los estudiantes tenían dificultades para razonar formalmente -incluso en aquellos casos en que lograban resolver correctamente la tarea usando un algoritmo, su razonamiento sobre la lógica interna de lo que estaban haciendo permanecía a niveles concretos.
Sin embargo, muchas personas piensan que la mayoría de adultos son capaces de al menos ciertas operaciones formales elementales, aun sin ayuda. Esto es especialmente cierto para aquellas personas que tienen un nivel educativo alto. Algunos autores (Commons, Miller y Kuhn por ejemplo) encontraron que estudiantes universitarios que habían tomado un curso que requería la solución de problemas de álgebra, física o cualquier otra ciencia, se desempeñaban a un nivel formal o por encima. Si bien en estas investigaciones no se evaluaron a personas que se desempeñan en oficios, los mecánicos, gasfiteros, electricistas o técnicos en computación (por mencionar sólo cuatro ejemplos) requieren también del pensamiento formal. En efecto, las personas que conocen a alguno de estos técnicos se sorprenden muchas veces de lo inteligentes que son. Los electricistas, por ejemplo, trabajan con rutinas y lenguajes análogos al de las operaciones formales. Sin embargo, en el caso de personas de nivel educativo bajo, se cree que si bien tienen todos algún nivel de pensamiento formal, esto ocurre sólo en su área de conocimiento.
Kurt Fisher afirma que el ajuste entre las demandas de las sociedades modernas y las capacidades y limitaciones cognitivas y afectivas de las personas es muy importante, y es un tema usualmente descuidado en las investigaciones recientes. Fisher recomienda este libro: Kegan, R. (1995). In over our heads: The mental demands of modern life. Cambridge, MA: Harvard University Press.
Si bien antes se pensaba que el desarrollo cognitivo terminaba al finalizar la adolescencia, ahora se sabe que éste dura todo el curso de la vida. A medida que las personas avanzamos en nuestro desarrollo y acumulamos experiencia de vida, la cognición se desarrolla también, aunque a veces sea de manera rudimentaria; los seres humanos tienen cierta “lógica” de pensamiento, independientemente de su nivel intelectual. La evidencia actual, en base a los datos con los que se cuenta, indica que casi todas las personas alcanzan algún nivel de pensamiento formal en por lo menos algún área de funcionamiento, aun cuando no puedan resolver las tareas piagetanas que se usan para medir este tipo de pensamiento.
Finalmente, muchos psicólogos creen que probablemente no existe tal información acerca de la proporción de la población con pensamiento formal, e incluso algunos dicen que no confiarían en ella así existiera.
Referencias de interés:
Fischer, K. W., Yan, Z., & Stewart, J. (2003). Adult cognitive development: Dynamics in the developmental web. En J. Valsiner & K. Connolly (Eds.) Handbook of developmental psychology (pp. 491-516). Thousand Oaks, CA: Sage.
Se puede obtener en: http://gseweb.harvard.edu/~ddl/articlesCopy/AdultDevFinalZY.pdf
Piaget , J. e Inhelder, B. (1983). De la lógica el niño a la lógica del adolescente. Madrid: Paidós
Ibérica
Shayer, M., Demetriou, A., Pervez, M. (1988). The structure and scaling of concrete operational thought: three studies in four countries. Genetic, Social and General Psychology Monographs, 114, 309-75. Reprinted in L. Smith (1992). Jean Piaget: critical assessments. Vol. 3. London: Routledge.
Shayer, M. Y Adey, P. (1986). La ciencia de enseñar ciencias. Desarrollo cognoscitivo y exigencias del currículo. Madrid: Narcea
Web site con información sobre hierarchical complexity analysis:
http://www.lectica.info/HC.html
Susana:
Que diferencia existe entre la sensibilidad moral y la tan mentada inteligencia emocional?
hola Susana. soy estudiante de maestría en Psicopedagogìa en Piura – Perú y e interesa hacer una investigación sobre el pensamiento formal. en este articulo mencionas haber hecho una investigación en 1996. sobre este tema.
podrías darme algunos alcances sobre el mismo
Está como documento en la biblioteca de la PUCP.