Un gran pastor que entregó su vida a la evangelización y al acompañamiento de los más jóvenes. Fundador de JAX en Lima e Iquitos.
Nacido el 20 de mayo de 1942 en Asturianos de Sanabria (Zamora), diócesis de Astorga, durante muchos años fue parte de nuestra comunidad educativa ocupando el cargo de Director General del Colegio Parroquial Nuestra Señora del Consuelo, llevándose el cariño de muchos estudiantes, docentes y padres de familia.
Padre Eugenio Alonso Román OSA partió al encuentro de Nuestro Señor Jesucristo Resucitado en España hace cuatro años, nos unimos en oración por su eterno descanso.
¡Siempre te recordaremos!
OBJETIVOS COMUNES ENTRE LA FAMILIA Y LA ESCUELA
Por Padre Eugenio Alonso Román OSA.
SÍNTESIS
Quien está hablando en este momento es agustino y nos puede valer la situación de San Agustín para entender el mundo de hoy y hablar de objetivos comunes entre padres de familia y colegio para plantearnos por donde ir. “El itinerario de Agustín ilustra mucho y bien lo que puede hacer la educación y la familia porque él fue el resultado de dos siembras: la de su padre, pagano, ambicionando títulos, honores, dinero y posición social, y la de su madre, que lo único que quería era poner la pasión de su hijo al servicio de Cristo. Menos mal que triunfó la semilla de Mónica, porque sino, hoy no sabríamos quien fue Aurelio Agustín” (Cf. Victor Lozano, Congreso de Educadores de OALA de Trujillo 2010).
Lo elemental de lo que pudiéramos partir cuando hablamos de objetivos comunes entre la familia y la escuela sería desde de lo que pretende el proyecto educativo de un colegio católico que es educar, no sólo para instruir sino para formar a la persona pero con un estilo de vida, con un modo de ser, con una visión cristiana del ser humano, de la familia, de la profesión, de la sociedad, de la política, del mundo. O sea educar en valores humanos y cristianos pero para llegar a tocar a la persona y crear en ella una visión desde la que actué.
1.- VARIABLES QUE INTERVIENEN SOBRE EL PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL
Tendremos que darnos cuenta de las variables que intervienen en la educación de los hijos y que actúan en el proyecto educativo para ver cuales son las directamente controlables y cuáles son las indirectamente controlables. Las directamente controlables son los profesores y los padres de familia y las indirectamente controlables son los amigos y la variable social con la mentalidad de la época de cambio que vivimos, que da una nueva cultura que pudiéramos llamar de la postmodernidad, con sus aspectos positivos de preocupación por la persona individual, por la tolerancia, la democracia, los derechos humanos, la ecología, el paradigma del conocimiento, la neurociencia y, también, con los aspectos negativos como la mentalidad hedonista, narcisista, relativista, nihilista que desemboca en una moral laica secularista en la que vale todo, porque no hay valores universales y solamente los concertados para que no nos creemos problemas con los demás.
2.- CONTROL DE ESAS VARIABLES
Si queremos controlar esas variables, tiene que ser, en el colegio a través de los profesores y, en la casa, a base de los padres. Decía Bernabé Tierno: ¿Cómo no voy a hablar de valores cuando desde mi más tierna infancia vi cómo continuamente se vivían en mi familia, como el caso de los niños pobres que pedían limosna y que llegaron a mi casa en medio de una lluvia torrencial a quince grados bajo cero y mis padres los socorrieron?
Para ello tendremos que trabajar los valores a través de actitudes desarrollando los elementos internos y externos de las actitudes para llegar a tocar los principios orientadores de la vida y poner a Dios como primer principio; lo mismo en la escala de valores para que se conviertan en motivación y logren la decisión de la voluntad para mover y llegara a definir a toda la persona por esa visión marcada por Dios para hablar y actuar con coherencia.
¿Cómo lo lograremos? Trabajando los elementos internos y externos de las actitudes con el método que hemos llamado la “Dialéctica del amor” a través del modelaje o imitación, de la experimentación, de la asociación y del conocimiento.
3.- PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL.
¿Cómo lo trabajamos en el colegio y en la familia?
En el colegio está claro el proyecto y los profesores que son los agentes que lo llevan a efecto, tienen que tenerlo claro:
a) la antropología, el tipo de hombre que supone la visión cristiana de la vida; b) la motivación, mística o teología que lo orienta; c) y la pedagogía o medio con los que lleva adelante el proyecto para lograr esa visión cristiana marcada por los valores a través del trabajo de actitudes personales, comunitarias y sociales.
a) Podemos partir de una antropología, de una mística o teología y de una pedagogía que consciente o inconscientemente une a padres de familia y a colegio o profesores si queremos especificar.
La antropología supone un tipo de hombre integral que tiene en cuenta el ser del hombre en sí y, también, su realización histórica que supone su relación con los demás y su protagonismo en el mundo.
Se refiere, si se trata de un colegio religioso, a tener conciencia de que debe ser un colegio en pastoral a través del cual se trata de evangelizar para tener una visión del hombre y del mundo que supone un estilo de vida y que por eso lo ha elegido el padre de familia.
b) La teología o motivación supone una visión cristiana del mundo en lo individual y en lo social, con una moral basada en los Diez Mandamientos de la Ley de Dios y los cinco de la Iglesia. El colegio está en misión y le corresponde evangelizar.
¿Cómo va a evangelizar? Impregnando el proyecto educativo de esa visión cristiana y de ese estilo de vida de los que deben estar convencidos los profesores y los padres de familia.
c) ¿Y cómo vamos a llegar a tocar al alumno para que tenga esa visión de la vida y ese estilo de vida marcado por los valores humamos y cristianos?
Mediante el trabajo de valores a través de actitudes, tocando cada uno de los elementos internos y externos de las actitudes, usando como medios para conseguirlo el modelaje o imitación, la experimentación, la asociación y el conocimiento.
De tal manera que partiendo de los elementos internos de las actitudes, en lo cognoscitivo lleguemos a tocar los principios orientadores de la vida y pongamos a Dios como primer principio orientador; en lo afectivo, que es quien valora, organicemos la moral, la escala de valores a partir del primer peldaño que es Dios; en lo motivacional-volitivo logremos que lo cognoscitivo y lo afectivo se conviertan en motivación para mover a la voluntad y que ella defina a toda la persona por los valores propuestos y, después, la persona se manifieste en los elementos externos consecuentemente con lo que se ha definido internamente, de tal manera que en su hablar diga la verdad y en su actuar sea coherente con los valores correctos por los que se ha definido.