Archivo por meses: octubre 2023

Pueblo Elegido

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Evangelio según San Mateo 21,33-43.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
«Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos.
Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon.
El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.
Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: “Respetarán a mi hijo”.
Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: “Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia”.
Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.
Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?».
Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo.»
Jesús agregó: «¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?
Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos».

Homilía del Padre Paul Voisin de la Congregación de la Resurrección:

Hans Christian Anderson, el famoso escritor danés, escribió un cuento titulado “El Patito Feo” sobre un huevo de cisne extrañamente empollado por una madre pato. Una vez que todos los recién nacidos salieron a la luz, era obvio que uno era claramente diferente de los demás. Esto provocó el rechazo de los demás patos hacia el patito, que en realidad era un cisne. Finalmente, el patito feo es aceptado y querido por la madre pato y sus crías.
Pensé en el patito feo cuando leí el evangelio de hoy (Mateo 21, 33-43), que también nos habla del rechazo. También Jesús fue rechazado porque era fiel a su Padre y hacía la voluntad del Padre. No podía ser otra cosa, como el joven cisne, a pesar de querer tanto encajar, no podía ser aceptado como patito, porque era un cisne. La parábola que Jesús cuenta, continuando en el capítulo veintiuno del evangelio de Mateo, se dirige una vez más contra los escribas y los fariseos.
Pensé en esta triste realidad cuando leí la triste realidad del evangelio (Mateo 21:33-43). La parábola de la viña es significativa, una vez más Jesús desafía a los escribas y fariseos por su mala administración, su falta de respuesta a Dios y su infidelidad a la alianza. Es la continuación del evangelio del fin de semana pasado.
La parábola de la viña es muy simbólica y, de nuevo, indignaría a escribas y fariseos. El terrateniente es Dios, y la viña es el mundo que confió a su Pueblo Elegido. Los “arrendatarios” eran ese pueblo, en particular sus dirigentes, los escribas y fariseos. En la parábola se les describe como avaros, desagradecidos e infieles. No daban el fruto que Dios quería. Los siervos enviados por el terrateniente para recoger la cosecha eran los profetas, que Dios enviaba una y otra vez. Fueron rechazados, apedreados y muchos asesinados. El pueblo no los quería ni a ellos ni a su mensaje. Finalmente, el terrateniente envió a su hijo, que es, por supuesto, Jesús el Señor. También él fue rechazado y asesinado por los ingratos arrendatarios. De hecho, fue “la piedra que desecharon los constructores se ha convertido en la piedra angular”.
Esta misma realidad se refleja en la Primera Lectura del Profeta Isaías (5,1-7). La parábola del Evangelio es paralela a su relato en la mayoría de los aspectos.
Ambas lecturas muestran a un Dios exasperado que trata con un pueblo infiel. Habían fallado en su administración, especialmente de su alianza con ellos. Por eso, ahora Dios extendía una nueva alianza, sellada por la sangre de Jesús. Su sufrimiento, muerte y resurrección marcaron la nueva alianza de los unidos a Jesús por el bautismo. Parece en ambas lecturas, que la paciencia de Dios estaba al límite, y que la única alternativa justa era el castigo.
Fácilmente podemos sentarnos y sacudir la cabeza y pensar: “Qué ciegos estos escribas y fariseos ante los caminos de Dios“, “¿En qué estaban pensando?“, “¿Es que no sabían nada mejor?“.
Sin embargo, la palabra de Dios no está “ahí fuera”, hablando sólo para un tiempo y un lugar, sino también para nosotros: el pueblo de la Nueva Alianza. Jesús nos invita a examinarnos y a cuestionarnos hasta qué punto hemos sido fieles como “arrendatarios”, como administradores de sus muchos dones y gracias. Dios nos confía -como hizo con los arrendatarios de la parábola evangélica- esa relación que da vida, que se nutre del Espíritu y que construye su reino aquí y ahora.
Hoy somos nosotros los “constructores”, los constructores de nuestras vidas, de nuestras familias, de nuestra Iglesia y de nuestra sociedad. Si queremos trabajar por la resurrección de la sociedad debemos ser “constructores”, y no destructores. Debemos ser personas de esperanza, el carisma de la Congregación de la Resurrección, y no de desesperanza. Mostramos que Jesús es “la piedra angular” cada vez que respondemos a la gracia de Dios y construimos con él. Lo proclamamos como nuestro Señor Resucitado cuando insertamos la esperanza en cada conversación, cada encuentro, cada actividad y cada decisión. Mostramos nuestra aceptación incondicional de Jesús y de sus enseñanzas cuando trabajamos con él Jesús, como “piedra angular”, para resucitar la sociedad según las virtudes y los valores del reino de los cielos: amor y perdón, justicia y paz, paciencia y compasión. En casa, en la escuela y en el trabajo, somos “constructores” con Cristo.
Al igual que Jesús juzgó severamente a los “arrendatarios”, debemos darnos cuenta de que seremos juzgados de la misma manera como administradores y partícipes de la Nueva Alianza con Dios. No podemos rechazar al Señor, y su amor y verdad, como el patito feo fue rechazado por los patos. Debemos ser fieles a Dios, y a nosotros mismos, y ser los cisnes, las personas para las que Dios nos creó, y nada menos. Entonces estamos construyendo con el Señor, y llamando a otros a aceptar, seguir, amar y servir al Señor.

Don Minzoni en una foto de época- Foto Bedeschi

Don Minzoni, la causa de beatificación está en marcha

Por Riccardo Maccioni- www.avvenire.it
El proceso diocesano que podría elevar a los honores de los altares al párroco asesinado hace cien años en una emboscada fascista comienza el 7 de octubre en Rávena.
Don Giovanni Minzoni, párroco de Argenta, en la zona de Ferrara (pero diócesis de Rávena-Cervia), asesinado por los fascistas el 23 de agosto de 1923, podría ser beatificado. Al menos esta es la esperanza de los promotores de la causa que se inaugurará con una celebración en la catedral de Rávena. Se trata de la primera fase diocesana del “proceso” cuyos documentos, si el proceso continúa, serán transferidos al Vaticano al Dicasterio para las Causas de los Santos. Formalmente, el inicio se produjo en agosto, en el centenario de la muerte del sacerdote, con la aceptación por parte del arzobispo, monseñor Lorenzo Ghizzoni, del “supplex libellus“, la solicitud de inicio de la investigación presentada por el postulador, padre Gianni Festa, pero la celebración del 7 de octubre constituye el inicio eclesial del procedimiento.
Nacido en Rávena en 1885, el sacerdote que Alberto Comuzzi definió en una biografía como el “Matteotti católico“, recibió una medalla de plata al valor militar por sus servicios como capellán durante la Primera Guerra Mundial y participó constantemente en la educación de los jóvenes. Tan pronto como llegó a Argenta, en 1910 creó un nuevo centro de recreación, estableció un club extraescolar, inauguró una biblioteca y un teatro parroquial. Al mismo tiempo, estamos en los años post-Rerum Novarum (encíclica de León XIII publicada en 1891), trabajó en la conciencia social de la Iglesia, pidiendo mejores condiciones laborales para las clases menos favorecidas y las zonas rurales y sumándose Partido Popular de Don Sturzo. Nada más llegar a Argenta escribió en su diario: «Pensando en nuestro clero, ciertamente hay pocos motivos para enorgullecernos de que sepan corresponder a su misión actual. Jóvenes demasiado motivados e independientes y, por tanto, unidades en desintegración; viejos pesimistas intransigentes y, por tanto, un lastre demasiado pesado; Sacerdotes interesados ​​sólo en el hoy y la mesa, ¡estos, Dios mío, son el alter Christus! ¡Quién debe renovar la sociedad!». Fue precisamente su compromiso social y civil, especialmente al servicio de los jóvenes, junto con su oposición al fascismo lo que le valió la pena de muerte por parte del régimen. Atacado por dos escuadrones fascistas, murió a consecuencia de sus heridas el 23 de agosto de 1923. junto con la oposición contra el fascismo le valieron la pena de muerte por parte del régimen. Atacado por dos escuadrones fascistas, murió a consecuencia de sus heridas el 23 de agosto de 1923. junto con la oposición contra el fascismo le valieron la pena de muerte por parte del régimen. Atacado por dos escuadrones fascistas, murió a consecuencia de sus heridas el 23 de agosto de 1923.

El día del centenario del asesinato, el pasado mes de agosto, en Rávena, el arzobispo de Bolonia y presidente de la CEI, cardenal Matteo Zuppi, recordaba así a don Minzoni: «Él –dijo– murió por amor, porque por amor de Dios y de su pueblo afrontó el mal, defendió el Evangelio y entregó su vida, consciente de los riesgos». Ante el apretón final, respondió: “Estoy dispuesto a morir“. Esta es la libertad del cristiano y del testigo, es decir, del mártir, que no es un héroe, sino una persona que ama más que sus miedos y que no teme entrar en conflicto con ideologías totalitarias y neopaganas, evidente u oculto, con quienes pisotean a la persona, sea cual sea, en todas partes y siempre. El cristiano distingue el pecado del pecador y no lucha contra el segundo pensamiento de esta manera para luchar contra el primero.
El 7 de octubre, durante la Vigilia, presidida por Monseñor Ghizzoni en la Catedral, se realizará el juramento de los miembros del tribunal encargado de recoger los testimonios sobre la fama de santidad y martirio del sacerdote, del postulador y del vicepostulador. Al finalizar la celebración de la vigilia se leerá el texto inédito de la oración compuesta para la ocasión. «La esperada beatificación de Don Minzoni no debe ser vista como un honor o una lentejuela que debe incluirse en el medallero de santidad de la Iglesia local -explica el postulador padre Gianni Festa- sino una prueba más de la acción del Espíritu Santo en la historia de la humanidad y en la vida de la Iglesia». Todo santo bendito o canonizado nos dice que el Señor no se olvida del hombre. La historia y el martirio de Don Minzoni reitera esta verdad. 

En la primavera de 2012, Fosse bebió sin parar durante dos meses seguidos, hasta que colapsó. En un correo electrónico escribió: “He tomado la decisión de dejar de beber”.

Fosse gana el Nobel de Literatura: «el poder de la gracia»

Por Juan Cadarso– ReligiónEnLibertad.com
El escritor noruego Jon Olav Fosse ha sido galardonado este jueves 5 de octubre con el Premio Nobel de Literatura 2023, “por su prosa innovadora y por dar voz a lo que no se puede decir”.
Nacido en 1959 en el pequeño municipio de Haugesund, en la costa occidental de Noruega. Fosse creció en el bello Strandebarm, a orillas del fiordo, donde pasaría su infancia subido a una bicicleta y pegado a su inseparable guitarra. Ya desde pequeño dejó entrever un alma artística y rebelde. A los once años llevaba un pelo tan largo, que ningún vecino recordaba algo semejante.
Su padre trabajaba como director en una cooperativa y su madre era ama de casa. En Strandebarm vivió años muy felices, pero Jon nunca tuvo nostalgia de su pueblo, de hecho, siempre le importó más la “costa oeste de Noruega” que había en su interior. De hecho, el personaje principal de Septology, su obra cumbre, se sienta y contempla las olas. “Miro mis propias olas interiores desde el corazón de Europa”, relata el protagonista.

Obra extensa y bastante exitosa

Fosse iba creciendo y se interesaba cada vez más por el mundo de las letras, se matriculó en la Universidad de Bergen, donde estudió literatura comparada, y llegó a ser años más tarde uno de los grandes escritores noruegos de siempre. En los últimos cuarenta años de vida ha escrito novelas, poemas, obras de teatro, libros infantiles, ensayos… y su obra ha sido traducida a más de cincuenta idiomas.
Desde su debut en 1983 con Rojo, negro ha recibido innumerables premios, tanto en su Noruega natal como en el extranjero. Un ejemplo es la Orden Nacional del Mérito de Francia o incluso la legendaria Grotten, una residencia honoraria situada en el recinto del Palacio Real, en Oslo. Además, el Daily Telegraph le incluyó en su lista de 2007 de genios vivos.
Cuando cumplió los cincuenta, Jon Fosse estaba exhausto. Había escrito obras a un ritmo increíble durante muchos años. Llegó a escribir dos obras de teatro en un mismo verano. Como no le gustaba ser el centro de atención, tomó la decisión de retirarse. Ya no quería viajar más ni escribir, al menos de momento.
Retirado en Hainburg an der Donau, un pequeño pueblo cercano a Viena, Fosse se ha sentido siempre muy atraído por Austria⁠, un país de profundas tradiciones, y un lugar donde la música clásica, el teatro y la fe católica siguen siendo todavía muy fuertes.
“Una de las ventajas de vivir en Hainburg es que sólo tengo contacto con mi familia más cercana. Voy a misa y hago la compra una vez por semana. Es tranquilo y pacífico. Me acuesto a las nueve y me levanto a las cuatro o cinco de la mañana”, explica el escritor.
Fosse ha escrito novelas, poemas, obras de teatro, libros infantiles, ensayos… y su obra ha sido traducida a más de cincuenta idiomas.
Sin embargo, la vida de Fosse no ha sido siempre tan idílica como lo es ahora. Durante mucho tiempo bebió demasiado. Aunque nunca lo hizo cuando escribía; ya que necesitaba estar sobrio para dar su mejor versión. Bebía para combatir la ansiedad. El alcohol lo llegó a dominar por completo y necesitaba beber para encontrarse “normal”.
En la primavera de 2012, Fosse bebió sin parar durante dos meses seguidos, hasta que colapsó. En un correo electrónico escribió: “He tomado la decisión de dejar de beber”. Sufría delirios severos y se encontraba bastante mal. Ese año supondría un punto de inflexión en la vida de Fosse. Además de dejar el alcohol se convirtió al catolicismo y se casó con Ana (tiene seis hijos, el más pequeño es un bebé). “Me hice cargo y cambié el rumbo del barco”, comenta en un entrevista.
Su gran obra es Septología -dos de cuyos volúmenes fueron finalistas al Booker Internacional en 2020 y 2022-. En ella, Fosse es partidario de plasmar un misticismo de la vida ordinaria. “Todo lo que he escrito puede considerarse una especie de ‘realismo místico’. Septología, concretamente, es un realismo tan claramente místico que tiene referencias reales y componentes ensayísticos, está completamente conectado con la forma en que piensa el narrador de la novela”, afirma este declarado admirador de Federico García Lorca.
Septology es una novela de siete volúmenes que ejemplifica lo que describió Fosse como su giro hacia la “prosa lenta”. El narrador es un pintor llamado Asle, un converso al catolicismo afligido por la muerte de su esposa. La noche antes de Nochebuena, Asle encuentra a su amigo inconsciente muriendo por el alcohol en un callejón. Sus recuerdos se duplican, se repiten y poco a poco se desdibujan en una sola voz, una conciencia difusa capaz de existir en muchos tiempos y lugares a la vez.
“Era importante para mí no morir antes de terminar este trabajo. Puede parecer una locura, pero tenía miedo de no llegar a la meta. Todos desapareceremos y tenía miedo de que mi salud y mis fuerzas no aguantaran más. Después de todo, he experimentado lo que he experimentado”, expresa Fosse en referencia a sus problemas con el alcohol.

Su historia de conversión

La vida de su personaje Asle es muy parecida a la del propio Fosse, que se convirtió al catolicismo en 2012. “Tuve una especie de giro religioso en mi vida que tuvo que ver con entrar en lo desconocido. Yo era ateo, pero no me podía explicar lo que pasaba cuando escribía. Siempre puedes explicar el cerebro de una manera científica, pero no puedes captar en qué consiste esa luz o ese espíritu”, comenta.
“Yo era ateo, pero no me podía explicar lo que pasaba cuando escribía”.
Asle, su personaje, piensa algo muy parecido a lo que piensa Fosse sobre Dios: “Decidí  que el personaje principal se pareciera a mí, por ejemplo, en esta idea de que Dios está tan cerca que no puedes experimentarlo y tan distante que no puedes pensar en él”.
Sin embargo, la idea de Dios en Fosse es más un encuentro que una creencia. “Si eres un verdadero creyente, no crees solo en dogmas o instituciones. Si Dios es una realidad, crees a otro nivel. Eso no significa que los dogmas y las instituciones religiosas no sean necesarias. Si el misterio de la fe ha sobrevivido durante dos mil años, es gracias a que la Iglesia se ha convertido en una institución”, explica.
La gracia para Fosse es también un elemento importante. “Cuando logro escribir algo, lo veo como un gran regalo, como una especie de gracia. Incluso cuando hago una producción de alguna de mis obras eso requiere mucho trabajo; que los actores se aprendan el texto, montar la escenografía… He conseguido que mucha gente haga mucho, y no lo merezco. Es más de lo que merezco”, reconoce.
“Saber escribir y escribir bien, eso es gracia. Creo que quizás la vida en sí misma puede ser una especie de gracia. Aunque a veces entiendo a las personas que desean dejar esta vida, es un lugar tan horrible en muchas ocasiones. También se puede pensar en la muerte como una gracia. Estar aquí todo el tiempo debe ser horrible”, afirma.
Para Fosse, lo que ocurre es que muchos de estos conceptos trascendentes son paradójicos. “Este mundo caído es una especie de don, pero luego todo se vuelve demasiado paradójico. A veces me siento tan lleno de contradicciones que no sé cómo logro permanecer unido, ser uno. Estoy seguro de que Dios está presente todo el tiempo, aunque a veces no lo sienta”, señala el escritor.
Si ha habido un católico importante en la vida de Fosse ese ha sido el teólogo dominico medieval Eckhart. “Empecé a leer a meister Eckhart a mediados de los años 1980. Fue una gran experiencia. Lo leí mucho después de terminar la universidad, junto con Martin Heidegger. Sentí que era como Heidegger, pero de una manera mucho más profunda. Eckhart es el escritor que más me ha influido”, reconoce.
“Empecé a creer en Dios, pero al igual que Eckhart, no tenía dogmas. Sentía la necesidad de compartir esta forma de creer con alguien más, así que acudí a los cuáqueros, pero, tiempo después, dejé de ir. Durante años fui un simple escritor y no tenía a nadie con quien compartir mis creencias. A mediados de los 80 fui a misa a una iglesia católica en Bjørgvin y me gustó, hasta el punto de que comencé a asistir a un curso para hacerme católico. Muchos años después decidí entrar en la Iglesia Católica. No podría haberlo hecho si no fuera por el maestro Eckhart y por su forma de ser católico y místico a la vez”, comenta.
Gerhard Muller, el cardenal que dio una entrevista a pesar del pedido del PapaCardenal Gerhard Müller- Getty Images Europe.

Cardenal Gerhard Müller

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Por Elisabetta Piqué– Diario La Nación.
Müller, que participa en el sínodo por “nómina pontificia” –el Papa lo designó justamente para que pudieran expresarse todas las voces y visiones de Iglesia-, no ocultó, ante todo, que le parece un espanto que participen de la reunión -antes solamente de obispos- 54 mujeres y laicos, por primera vez con derecho a voto. “Nadie sabe qué significa darle el voto también a los laicos porque la naturaleza de esta asamblea ha cambiado”, lamentó.
En otro reflejo de su postura crítica, el cardenal alemán, de 75 años, no participó del retiro de tres días en las afueras de Roma que precedió la asamblea, evento de recogimiento sin precedente al que todos estaban llamados a asistir, así como en la procesión de la misa de apertura, según pudo saber LA NACION. Además, en una reunión radicalmente distinta de las anteriores no solo por la participación de las mujeres y laicos, sino por su nueva metodología de trabajo –con 35 mesas redondas-, es el único que participa vistiendo la sotana cardenalicia, aunque nadie lo exige. 
Puntualmente, criticó una entrevista que hizo “Tucho” Fernández, en la que dijo que el Papa tiene un “don vivo y activo”, que resulta en “la doctrina del Santo Padre”. Müller recordó que “existe la doctrina de Jesús, de los apóstoles y de la Iglesia, y los papas y los obispos son promotores de esta doctrina, pero no tienen sus doctrinas propias (…). Claro que el Papa tiene una autoridad especial en la Iglesia y para la fe católica, pero no es una persona que recibe nuevas revelaciones. Por eso esta idea formulada por el nuevo prefecto es muy nueva, una idea muy especial, nunca escuché algo parecido y fui 16 años profesor de dogmática y nunca leí nada de este carisma especial”, disparó.
Müller, arzobispo de Ratisbona y teólogo, fue llamado por el papa Benedicto XVI en 2012 para ser prefecto del hoy llamado DDF. Fue designado cardenal en 2014 por Francisco, que en 2017 decidió reemplazarlo con el jesuita español Luis Ladaria, en una remoción para él sorpresiva, que nunca digirió. En un libro entrevista con la vaticanista Franca Giansoldati, publicado a principios de año, de hecho, confesó que creía haber sido echado por Francisco “sin justificaciones”, por influencia del “Tucho” Fernández.
Müller también denunció una supuesta “doble actitud” del Vaticano, para él tolerante con obispos progresistas e intolerante con obispos conservadores. “Critiqué abiertamente (y dije) que es una vergüenza que cualquier buen obispo ortodoxo esté bajo agresión y que otra gente que está haciendo muchas cosas erradas, herejías, reciben una actitud de tolerancia desde Roma”, dijo.
Además, como ya hizo en el pasado, denostó la apertura al sacramento de la comunión a los divorciados vueltos a casar, en ciertos casos, dispuesta por el papa Francisco en un pie de nota de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, resultado del doble sínodo sobre la familia de 2015 y 2016.
Es muy claro que según el Viejo y Nuevo Testamento y los Mandamientos, que cualquier comportamiento sexual afuera de un legítimo matrimonio es un pecado y nadie puede cambiarlo, es la palabra de Dios (…) [El Papa y el cardenal Fernández] dicen que son excepciones, pero en algunos casos no son excepciones y no se puede relativizar a la Palabra de Dios con la llamada ‘ética de la situación’”, protestó.
Si bien en el pasado, como recordó su entrevistador, Müller dijo que el actual sínodo –que comenzó hace dos años a través de una consulta global- había “secuestrado a la Iglesia”, el cardenal alemán se cuidó de repetir esa expresión. Es más, ante una pregunta, reconoció que no le había parecido mal, al momento, su experiencia en los círculos menores, las reuniones grupales. “La experiencia en las mesas, en mi mesa, fue muy buena (…). Tengo una cierta forma de optimismo, pero, al final, hay que esperar a ver qué dirección toma el sínodo y las direcciones detrás del escenario, ése es el problema”, planteó.
En un briefing en el Vaticano, el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, que también participa del sínodo, ante una pregunta sobre un posible castigo para el díscolo cardenal Müller, que desobedeció la consigna de confidencialidad, respondió con risas. “Es un tema de discernimiento personal lo del silencio -explicó-. No va a intervenir la policía y va a castigar o a dar una multa, somos hermanos y hermanas, cada uno tiene capacidad de discernimiento”.

Paradigma de la confusión

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De la bendición de las parejas homosexuales al arrepentimiento del penitente: como ocurre con el primer dubium, incluso en las respuestas a los otros cuatro dubia de cinco cardenales, el Papa no aclara. Primero afirma una cosa y luego otra.
Luisella ScrosatiPor Luisella Scrosati– La Nuova Bussuola Quotidiana.
Continuamos el análisis de las respuestas del Papa Francisco a las cinco dubia que le presentaron los cardenales Brandmüller, Burke, Sandoval, Sarah y Zen.
La respuesta al segundo dubium. Es objetivamente vergonzoso. Se preguntó al Papa, en la primera formulación, si es posible aceptar «como “bien posible” situaciones objetivamente pecaminosas, como las uniones entre personas del mismo sexo, sin dejar de respetar la doctrina revelada». Y el Papa no responde. Afirma respectivamente que: 1. el matrimonio es sólo entre un hombre y una mujer; 2. que, por tanto, debemos evitar ritos o sacramentales que lleven a confundir otras uniones con el matrimonio; 3. que puede haber “formas de bendición, solicitadas por una o más personas, que no transmitan una concepción errónea del matrimonio“; 4. que estas decisiones en circunstancias individuales «no necesariamente tienen que convertirse en una norma (…) que autorice constante y oficialmente procedimientos o reglas para todo tipo de asuntos».
Esta respuesta choca frontalmente con el Responsum 2021 , que el propio Papa había autorizado. ¿En qué Papa deberíamos creer? ¿El de la versión Ladaria o el de la versión Fernández? Pero la respuesta choca también con las declaraciones de monseñor. Bonny y las decisiones de los obispos belgas (ver aquí ), que autorizaron, con el consentimiento del Papa, impartir una bendición pública no “sólo a los divorciados que se encuentran en una nueva unión, sino a todos, en cualquier situación en que se encuentren ellos mismos“. ¡Más que circunstancias individuales! Y choca también con la decisión de los obispos flamencos (ver aquí ), que, en nombre de Amoris Lætitia, prepararon una liturgia para la bendición de las parejas homo. ¿La institución de un rito no forma parte de los “procedimientos o reglas” proscritos por la carta del Papa? Sin embargo, el Papa no ha levantado un uña contra esta decisión. De nuevo: ¿en qué Papa deberíamos creer?
El Papa Francisco evita también confirmar la pecaminosidad objetiva de los actos homosexuales, refiriéndose, en una frase concesiva, a situaciones genéricas “que desde un punto de vista objetivo no son moralmente aceptables“, para inmediatamente subrayar la atenuación de la imputabilidad subjetiva.
Respondiendo al cuarto dubium, el Papa Francisco afirma, recordando la Lumen Gentium,10, que el sacerdocio bautismal y el sacerdocio ministerial difieren esencialmente. Recuerda lo transmitido por san Juan Pablo II, quien «enseñó que es necesario afirmar ‘definitivamente’ la imposibilidad de conferir la ordenación sacerdotal a la mujer». Pero luego, de manera inapropiada, el propio Bergoglio escribe: «Para ser rigurosos, reconocemos que aún no se ha desarrollado completamente una doctrina clara y autorizada sobre la naturaleza exacta de una ‘declaración definitiva’. No es una definición dogmática, pero debe ser respetada por todos. Nadie puede contradecirlo públicamente, pero puede ser objeto de estudio, como en el caso de la validez de las ordenaciones en la Comunión Anglicana“.
Quizás Fernández aún no había tenido tiempo de echar un vistazo a lo que el Dicasterio que presidía había producido años atrás. Y ni siquiera para consultar un simple diccionario, ya que no se molestó en eliminar este disparate del texto publicado. En la nota doctrinal que ilustra la fórmula final de la Professio fidei (1998), la CDF explicó que el mismo asentimiento “pleno e irrevocable“, “firme y definitivo” que se da a las definiciones dogmáticas debe darse a las declaraciones definitivas, con la diferencia que se trata de «doctrinas de fide credenda», mientras que las primeras «doctrinas de fide tenenda». Por tanto, no se trata simplemente de no “contradecirlos públicamente“, sino de adherirse internamente de forma firme, plena e irrevocable. La Nota añade que “quien las niegue asumiría una posición de rechazo de la verdad de la doctrina católica y, por tanto, ya no estaría en plena comunión con la Iglesia católica “. En cuanto a ser objeto de estudio, todos estamos de acuerdo (pero en sí mismas incluso las definiciones dogmáticas son “objetos de estudio”: si no, ¿qué hacen?), pero la Nota precisa que este estudio sirve para profundizar «la inteligencia de ambas realidades y palabras», para que podamos llegar “a proclamar algunas de estas doctrinas también como dogmas de la fe divina y católica”. La Nota, mire un poco, intervino específicamente sobre la ordenación sacerdotal reservada a los hombres «que debe ser considerada definitivamente, ya que está fundada en la Palabra de Dios escrita, constantemente conservada y aplicada en la Tradición de la Iglesia» y por tanto «infaliblemente propuesta por el magisterio ordinario y universal». El único avance en este tema podría ser “avanzar hasta el punto de definir una doctrina tal que se crea que ha sido divinamente revelada”. ¿Por qué el Papa ni siquiera se ha referido a esta Nota tan clara y “Tucho” no ha añadido los añadidos oportunos?
En la respuesta al quinto dubium, el Papa no podía ir explícitamente en contra de los cánones y enseñanzas del Concilio de Trento… Entonces parece que eligió la estrategia de hacer inaplicable esa enseñanza. Francisco explica que, sobre el arrepentimiento del penitente, “aquí no hay matemáticas, y una vez más debo recordarles que el confesionario no es una aduana“. En definitiva, no hay manera de establecer si una persona está arrepentida y en cualquier caso el confesionario no es el lugar para decidir “quién pasa y quién no“. De hecho, el Papa llega incluso a afirmar que «para personas con una autoestima gravemente herida, declararse culpable es una tortura cruel»; ¡Así que no perturbes el orgullo de los demás! “El mismo acto de acercarse a la confesión” os basta como “expresión simbólica del arrepentimiento y de la búsqueda de la ayuda divina“. Cual, si la lógica todavía tiene validez, significa que el sacerdote siempre debe absolver. Porque el sacerdote absuelve durante la confesión, no durante una charla; y por tanto, si una persona que se acerca a la confesión ya “simbólicamente” (¡sic!) manifiesta su arrepentimiento, entonces el sacerdote no puede dejar de absolverla. La enseñanza católica expuesta en la primera línea queda vacía en el resto del texto.
La tercera cuestión se refería a la autoridad de un Sínodo de los Obispos (que entretanto ya ni siquiera es de los Obispos). Y ni siquiera aquí el Papa da una respuesta; De hecho, tal vez sea precisamente en este punto donde Francisco elude por completo la pregunta. Ya en la primera formulación, el sentido de la pregunta era muy claro: “Se pregunta si la sinodalidad puede ser el criterio regulador supremo del gobierno permanente de la Iglesia“. En pocas palabras, ¿el Sínodo de los Obispos es consultivo o tiene, en sí mismo, poder deliberativo vinculante? ¿Discute cuestiones o las soluciona? ¿Se plantea o no como un tercer sujeto del poder supremo en la Iglesia?
Francisco reconoce que “la autoridad suprema y plena de la Iglesia la ejerce el Papa en virtud de su cargo, o el colegio episcopal junto con su jefe, el Romano Pontífice“, pero no excluye que el Sínodo no pueda ser así a su vez, asumiendo una función deliberativa. La respuesta fue decididamente importante, ya que personas como el cardenal Francesco Coccopalmerio, en su reciente discurso en la jornada de formación del Sínodo, cuestionan la comunicación. Se espera que la comunicación cuestione el Sínodo celebrado en Lumsa (ver aquí) precisamente el paso no sólo del Sínodo, sino de todos los órganos consultivos de la Iglesia, incluido el consejo pastoral parroquial, del consultivo al deliberante. ¿Es este el significado de la tan cacareada “naturaleza sinodal” de la Iglesia?
Entonces, ¿puede la Iglesia contradecirse? ¿Siguen siendo las uniones homosexuales un pecado grave? ¿Podrán las mujeres ser ordenadas sacerdotes o al menos diaconisas en el futuro? ¿Si alguien no se arrepiente puede ser absuelto? ¿El Sínodo es consultivo o deliberativo? Si se pidiera al simple lector que respondiera brevemente a las preguntas aquí planteadas, a la luz de la carta del Papa, es probable que respondiera: “Tal vez sí, tal vez no, no lo sé”. Devuélvenos lo negativo y lo afirmativo.

Rafael Vela suspendido

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Se apaga la Vela

Por Aaron Salomón- Diario EXPRESO.
El fiscal superior Rafael Vela Barba, coordinador de las Fiscalías Especializas en Lavado de Activos y del Equipo Especial del caso Lava Jato, fue suspendido por 8 meses y medio sin goce de haber por la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, que determinó que incurrió en faltas administrativas muy graves. Ello, debido a que declaró, en el año 2020, en contra de la sala que ordenó la excarcelación de la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori.
Aquella vez, Vela Barba dijo que el tribunal, integrado por los jueces Sonia Torres, Rómulo Carcausto y Edgar Medina, tenía listo el fallo a favor de Fujimori antes de la audiencia; es decir, acusó a los magistrados prácticamente de prevaricadores.
En una reciente gira por sus medios amigos, Rafael Vela denunció ser víctima de acoso, a la vez que, en tono amenazante, señaló que la ideologizada Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estaba pendiente del supuesto abuso.
Y es que Vela aún tiene respaldo de ciertos periodistas, a los que, en algún momento, compartió información confidencial. El modus operandi de Rafael Vela es enviar el mismo mensaje por WhatsApp a los colegas, que, creyendo que cuentan con una primicia, replican el contenido de este en sus sendos medios. Alucinan que el fiscal superior es su fuente, pero no son más que su caja de resonancia.
Por eso es que solo un puñado de periodistas -y, perdón por la inmodestia, pero me incluyo en esta pequeña lista- se atreve a cuestionar la incompetencia de Rafael Vela Barba.
El jefe del Equipo Especial Lava Jato, elevado a categoría de superhéroe por las prisiones preventivas conseguidas contra políticos que resultaron ser puro fuego artificial, firmó un lesivo acuerdo con la corrupta constructora Odebrecht, en donde esta solo admite delitos en cuatro proyectos y se compromete a pagar la irrisoria suma de 610 millones de soles como reparación civil. Además, fue el principal promotor de que el Estado le devuelva 524 millones de soles a la firma carioca por la venta de la hidroeléctrica de Chaglla.
Ante ello, surge una válida interrogante: ¿es pura incompetencia o es que las coimas de Odebrecht también se repartieron en el Ministerio Público? Esto último no es para nada jalado de los pelos, pues el periodista Christian Hudtwalcker ha contado cómo Rafael Vela Barba ahora usa ternos carísimos y que su relación con los abogados de la empresa corrupta es más que cercana.
El reinado de Vela está llegando a su fin y, hoy por hoy, es a los procesados por el caso Lava Jato a quienes más les conviene que siga al mando del Equipo Especial, que no ha conseguido ni una sola sentencia desde su creación: hace 7 años. Hace 7 años.

El desvarío del fiscal Vela

Por Umberto Jara.
El fiscal Rafael Vela Barba apenas conoció su suspensión por ocho meses y quince días, hizo lo único que sabe hacer: buscó el amparo de sus defensores mediáticos para presentarse como víctima. Vela cree que sigue vigente su (falso) disfraz de héroe que combate la corrupción. No se da cuenta de que el disfraz ya se esfumó como se esfuma toda mentira.
En su tour mediático, denunció ser víctima de “una persecución abusiva y sistemática” y sostuvo que lo han suspendido porque está luchando, en feroz y desigual batalla, contra poderosos y corruptos ex presidentes y empresarios que quieren abatirlo.
El problema es que la realidad lo desmiente rotundamente. Martín Vizcarra sigue impune; PPK está tan tranquilo que ha reunido sus mentiras en un libro; Toledo está preso pero no por acción del fiscal Vela; Keiko Fujimori carece de inteligencia para organizar algo; Susana Villarán disfruta del mar de Punta Hermosa y José Graña Miró Quesada, pasea feliz en un yate cuyo nombre debería ser “Rafaelito”. En suma, toda la impunidad que produjo Vela está vigente. Entonces, ¿quiénes son los poderosos que lo persiguen? No existen.
¿Cómo entender el delirio que padece Rafael Vela? Existe una explicación. Durante años ha consumido una droga, la peor de todas: la droga del poder. Quienes asumen cargos que otorgan poderío, necesitan cultura y capacidad de reflexión para manejar las altas dosis de adrenalina e irrealidad que genera el poder. Rafael Vela carece de mínima cultura para entender y manejar esos riesgos. En realidad, es un hombre sin cualidades profesionales y sin valores. Por eso se dedicó estos años a usar su cargo de manera abusiva y a medrar favoreciendo a corruptos para dejarlos impunes. ¿De manera gratuita?
Corresponde contar lo que sus defensores mediáticos creyeron que iban a ocultar por siempre. Pocos saben que, hasta el año 2002, Rafael Vela era un modesto abogado de Pharmadix, una pequeña empresa farmacéutica. Luego, cambió de rumbo y apareció en la cuestionada Universidad Alas Peruanas. Fue profesor durante cinco años (abril de 2003-julio de 2008) cuando el rector y gerente general era el cuestionado Fidel Ramírez Prado, el tío de Joaquín Ramírez.
Como puede verse, Rafael Vela, tras ser un asalariado del fujimorismo pasó a ser su perseguidor. Es el rencor de los que tienen sentimientos de culpa, diría un psiquiatra. Mientras enseñaba en la Universidad Alas Peruanas, Vela fue nombrado, el 7 de febrero de 2005, juez titular del Cuarto Juzgado Penal Anticorrupción. Reparemos en dos datos. Primero: ingresó al Poder Judicial gracias a su patrón Fidel Ramírez, un hombre vinculado al oscuro sector de jueces y fiscales a los que, entre otras cosas, obsequiaba títulos profesionales y maestrías con plagios incluidos. Segundo: Vela fue nombrado, no es casualidad, juez anticorrupción, una rama necesaria para los entuertos de Fidel Ramírez y familia.
Renunció al cargo de juez en julio de 2013. Ya tenía 40 años de edad. Logró un veloz nombramiento como fiscal superior gracias al entonces fiscal de la Nación, José Antonio Peláez Bardales. Después, el 2015, un inepto fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, lo nombró fiscal en Delitos de Lavado de Activos y, en julio del 2018, otro cuestionado fiscal de la Nación, Pedro Chávarry, lo designó coordinador del Equipo Especial Lava Jato. Un detalle sombrío: Rafael Vela no tuvo reparos en participar de una intriga para traicionar a su tercer padrino, Pedro Chávarry. En su biografía también se anota su relación con la mafia de los jueces llamados “Los cuellos blancos”, incluida su asistencia a cenas a las cuales un fiscal honesto jamás asistiría.
Este turbio personaje llamado Rafael Vela Barba, se unió a dos de similar especie que trabajaron para inventarle su falsa imagen pública: Gustavo Gorriti y Clara Elvira Ospina. A punta de operativos mediáticos y demolición a los que osaran criticar, convirtieron al fiscal Vela en un falso héroe en la lucha contra la corrupción. Usaron un mecanismo repugnante: la «justicia mediática» para perseguir a unos y proteger a otros.
En rigor, Rafael Vela y su cómplice José Domingo Pérez, no son fiscales. Fueron, y siguen siendo, operadores políticos. Ejecutores de un plan que consistió en lanzar al kafkiano abismo judicial a los oponentes políticos. Unos con culpas, otros con medias culpas y otros porque pasaban por la esquina. No importa. El objetivo era meter en la trituradora judicial a quienes tenían una posición distinta a la de los progres que necesitaban imponer su soberbia y vivir del Estado.
En tal sentido, la suspensión que le han impuesto a Vela es apenas una débil, mínima sanción. Se desgañita gritando que lo “acosan abusivamente”. Padece un desvarío: no entiende que ya no tiene poder. No sabe que todo poder, especialmente el basado en el abuso, tiene fecha de vencimiento y cuando ese plazo vence los disfraces caen, los defensores se desacreditan y hay que rendir cuentas.
Los efectos residuales de la droga del poder que tanto consumió, no le permiten entender que la leve suspensión que tanto lo molesta es, en realidad, el primer anuncio de su inevitable caída. Vendrá, tarde o temprano, la destitución y, si queda decencia en este país, el proceso que tendrá que afrontar por haber entregado dinero de los peruanos a la corrupta empresa Odebrecht.
Rafael Vela, junto a los cómplices que todos conocemos, trabajó para entregarle el beneficio de millones de dólares a Odebrecht al punto de esconder ilegalmente el acuerdo de colaboración. Nadie concede inexplicables y millonarios beneficios a una empresa corrupta tan solo a cambio de una feijoada.
Claro está que a Rafael Vela no le atrae la decencia por eso grita por una sanción que es una caricia frente a las sanciones que merece por varios (presuntos) delitos. Al verlo en su patético tour mediático era inevitable recordar a Oscar Wilde: “Un cínico es un hombre que conoce el precio de todo, pero el valor de nada”.

Fiscal Vela Barba se negaba a recibir notificación de sanción

Una nueva mentira de Rafael Vela Barba quedó al descubierto.  Se había quejado de que lo “acosaban”, pero la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público aclaró toda la situación.
Apareció en mi oficina”, reclamaba el saliente coordinador del Equipo Lava Jato en Canal N. Según decía, el fiscal superior de control Carlos Muñoz León ejercía presión sobre él al entregarle la notificación, acto que corresponde a un funcionario administrativo.
Pero luego Antonio Fernández Jerí, jefe de la ANCMP, reveló que en realidad Barba había usado su cargo para imponerse ante el notificador encargado.
No quieren recibir las notificaciones”, manifestó en Willax, explicando que por esto Muñoz tuvo que ir en persona a hacer respetar su autoridad.
Fernández Jerí agregó que el sancionado podría acudir a la Comisión de Apelación de su institución, y tal vez a una instancia excepcional, antes de tener que salir del Equipo Lava Jato.
Se sancionan actos que no son propios del ejercicio de la función fiscal. No siendo delitos, o dañan la imagen de la institución o hacen un acto impropio del desarrollo del ejercicio de la función fiscal”, detalló. Cabe indicar que Muñoz fue designado a propuesta de la ANCMP.
Fuente: Diario EXPRESO.

Fiscal Rafael Vela Barba

La Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público decidió suspender del cargo por ocho meses y 15 días al fiscal superior Rafael Vela Barba, coordinador del Equipo Especial Lava Jato.
Documento de la Autoridad Nacional de Control del Ministerio PúblicoEn la Resolución N°007-2023-ANC, a la que accedió a El Comercio, se asegura que Vela cometió dos infracciones “muy graves”, por los cuales se decidió separarlo del cargo por cuatro meses en cada una; así como otra “grave”, por lo que se decidió suspenderlo por 15 días.
En total, se decidió un alejamiento del cargo por 8 meses y 15 días, siendo la suspensión la máxima sanción que puede emitir la Autoridad Nacional de Control del Ministerio del Público. La resolución es suscrita por el fiscal superior Carlos Muñoz León.
Fuente: Diario El Comercio.
Rafael Vela es coordinador del Equipo Especial Lava Jato. José Domingo Pérez tiene a cargo el caso Cócteles. Foto: EFERafael Vela es coordinador del Equipo Especial Lava Jato. José Domingo Pérez tiene a cargo el caso Cócteles. Foto: EFE

Abren proceso disciplinario contra José Domingo Pérez y Rafael Vela por referirse a Patricia Benavides

Según la resolución de la Autoridad de Control, a la que accedió Infobae Perú, Rafael Vela le habría “faltado el respeto” a Patricia Benavides por decir que ella no lleva el caso Ecoteva, mientras que José Domingo Pérez habría “pretendido influir” en la fiscal de la Nación por enviar una solicitud a su despacho

Por Diego Casimiro– Infobae.com
La Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, división que lidera el exfiscal superior Juan Fernández Jerí, abrió proceso disciplinario contra los fiscales José Domingo Pérez y Rafael Vela, integrantes del Equipo Especial Lava Jato. Según la resolución a la que accedió Infobae Perú, las faltas graves atribuidas están relacionadas a referencias a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides. A Rafael Vela se le acusa de haber “faltado el respeto” a Benavides en una entrevista con Exitosa. La declaración del coordinador del Equipo Especial Lava Jato corresponde a la interrogante sobre cuál es el rol de la titular del Ministerio Público en el caso Ecoteva
“¿Cuál es el papel que cumple la fiscal (de la Nación)? Es un expresidente, pero ¿cuál es su intervención?” fue la pregunta. Vela respondió lo siguiente: “Ninguno desde el punto de vista procesal porque el caso está a cargo del fiscal José Domingo Pérez como fiscal y del juez Richard Concepción Carhuancho que es el juez de investigación preparatoria que está controlando el contenido de la acusación”.
Cargos que le atribuye la Autoridad Nacional de Control a Rafael Vela. Foto: DocumentoCargos que le atribuye la Autoridad Nacional de Control a Rafael Vela.
Por otro lado, según la Autoridad Nacional de Control, el fiscal provincial José Domingo Pérez habría pretendido influir en la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, al comentar en medios de comunicación que le envió una solicitud para que Rafael Vela sea parte de la delegación que verifique la extradición del exmandatario Alejandro Toledo desde Estados Unidos.
Cargos que le atribuye la Autoridad Nacional de Control a José Domingo Pérez. Foto: DocumentoCargos que le atribuye la Autoridad Nacional de Control a José Domingo Pérez.
De igual manera a ambos fiscales se les atribuye haber declarado sobre aspectos reservados de la investigación del caso Ecoteva. Otra falta es haber manifestado que se opondrían al eventual pedido de arresto domiciliario del expresidente Alejandro Toledo.
Resolución que dispone abrir proceso disciplinario contra Rafael Vela y José Domingo por supuestas faltas graves y muy graves. Foto: DocumentoResolución que dispone abrir proceso disciplinario contra Rafael Vela y José Domingo por supuestas faltas graves y muy graves.

¿Cuáles serían las eventuales sanciones?

El fiscal Roberto Rojas Matos, quien firma la resolución de apertura de proceso disciplinario, delimita las eventuales sanciones que se les podrían imponer a Rafael Vela y José Domingo Pérez.
Las supuestas faltas van desde grave a muy grave. En ese sentido, las penalidades irían desde una multa hasta destitución. 
Como parte de las diligencias, la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público ordenó a Rafael Vela y a José Domingo Pérez presentar un informe de descargo “debidamente sustentado” en el plazo de 5 días hábiles “bajo apercibimiento de ser declarados rebeldes en caso de incumplimiento y continuar con el trámite de acuerdo a ley”.
Resolución que dispone abrir proceso disciplinario contra Rafael Vela y José Domingo por supuestas faltas graves y muy graves. Foto: DocumentoResolución que dispone abrir proceso disciplinario contra Rafael Vela y José Domingo por supuestas faltas graves y muy graves. Antonio Fernández Jerí es el jefe de la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público. (Foto: El Comercio)

Jefe de la ANC sobre sanción a Rafael Vela: “No hay más fiscales que sean intocables, dioses

Antonio Fernández Jerí indicó que en un año ha sancionado a 2,277 funcionarios de la institución y remitido 50 propuestas de destitución a la Junta Nacional de Justicia.
El jefe de la Autoridad Nacional de Control del Ministerio Público, Antonio Fernández Jerí, se pronunció sobre la sanción de suspensión del fiscal Rafael Vela, coordinador del equipo especial del caso Lava Jato, y consideró que “no hay más fiscales que sean intocables, dioses”.
En diálogo con “Nunca es tarde” de RPP Televisión, indicó que su gestión “ha destruido la impunidad” en la fiscalía y en un año ha sancionado a 2277 funcionarios de la institución y remitido 50 propuestas de destitución a la Junta Nacional de Justicia (JNJ).
“En un año hemos sancionado a 2277 y hemos hecho como nunca 60 propuestas de destitución, de los cuales 50 están en la Junta Nacional de Justicia. Acá no perseguimos absolutamente a nadie, lo que hemos logrado en un año es romper la impunidad y que no se duerman los casos, que no prescriban”, expresó.
“En el país nosotros hemos destruido la impunidad en la fiscalía. No hay más fiscales que sean intocables, no hay fiscales dioses, ni idólatras ni fiscales que son titulares y no se les pueden tocar”, agregó.
Fernández Jerí también explicó que se califica como falta grave cuando un fiscal no guarda discreción respecto a investigaciones que tienen determinados parámetros de reserva y se convierte en muy grave cuando sin ser un acto, una omisión o un delito, daña gravemente la función del cargo.
Fuente: Diario El Comercio.
Declaraciones del jefe de la ANC del Ministerio Público, Antonio Fernández Jerí. (Video: RPP TV)

Autoridad de Control del Ministerio Público suspende al fiscal Rafael Vela por más de ocho meses

Por Alexander Villarroel Zurita– Diario El Comercio.
Fuentes de El Comercio confirmaron que la resolución fue notificada; la misma que sería apelada dentro del plazo cinco días que establece la norma. Pero si bien la resolución puede ser objetada, es la misma Autoridad de Control del Ministerio Público la que tendría que pronunciarse.
Hay una preocupación dentro del Equipo Especial por casos emblemáticos de gran relevancia, como lo es, por ejemplo, el caso del expresidente Ollanta Humala, de la lideresa naranja Keiko Fujimori, de la exalcaldesa Susana Villarán, entre otros.
La resolución suspende a Vela Barba de su cargo de fiscal superior.
ARGUMENTOS
Esta sanción se da a raíz de una queja de parte planteada hace más de tres años, en mayo del 2020, por la jueza Sonia Torre Muñoz, en donde se le atribuye a Vela “el haber emitido expresiones impropias y manifiestamente ofensivas” contra la jueza y otros magistrados.
Todo ello, por declaraciones que brindó el fiscal superior coordinador a medios de comunicación cuestionando la decisión del colegiado, en aquella fecha, de revocar la prisión preventiva de 15 meses que se dictó contra la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, por el caso Odebrecht. Los magistrados decidieron variar la medida hacia una comparecencia con restricciones.
La conducta del fiscal superior Vela Barba constituye un daño general al interés público y un perjuicio en la confianza de la sociedad. (…) Lo más grave de la conducta reprochable en la que incurrió el magistrado cuestionado es justamente el nivel de daño que se produce en la credibilidad del sistema fiscal”, se lee en la resolución.
Al final, la Autoridad de Control del Ministerio Público llega a la conclusión de que el fiscal Rafael Vela “incurrió en acto u omisión que, sin ser delito, compromete gravemente los deberes del cargo”.
Comentó aspectos procesales que se estaban llevando a cabo en un proceso en curso, así como interfirió en el ejercicio de funciones de los otros órganos del Estado”, se asegura.

Retórica de la sinodalidad

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Sí, sí, pero tal vez no: Francisco plantea más dudas que Dubia

Luisella Scrosati

Por Luisella Scrosati– La Nuova Bussuola Quotidiana.
Es simplemente increíble que el Sumo Pontífice aún no haya encontrado tiempo para responder a las dubia que le dirigieron los cardenales Brandmüller, Burke, Sandoval, Sarah y Zen, en la “segunda edición” del 22 de julio. Y que se está implementando una operación mediática para convencer a la gente de que, en realidad, el Papa habría respondido de manera integral. Dada la gravedad de las cuestiones abordadas y la sencillez de la respuesta requerida, las reticencias del Papa Francisco -una vez más ante las dubia de 2016- revelan más que cualquier otra declaración que en realidad no tiene ninguna intención de poner en marcha la loca locomotora.
La negativa de Francisco a responder de manera oportuna revela descaradamente la inconsistencia de sus garantías y las de su entorno de que quiere dejar la doctrina intacta para dedicarse sólo a la práctica. Si ya era bastante difícil conciliar una práctica desviada con una doctrina correcta, ahora es aún más difícil seguir apoyando esta consigna. De hecho, si así fuera, Francesco no habría tenido ningún problema en responder rápidamente a las preguntas.
En cambio, la publicación de la carta que el Papa dirigió a los cardenales el día inmediatamente posterior a la recepción de la dubia demuestra cuán necesario era reformular las preguntas y pedir a Francisco que las respondiera con precisión. La respuesta habitual a cualquier dubia dirigida a los ministerios, en función de su competencia, incluye respuestas breves, normalmente precedidas de adverbios negativos o afirmativos, que en ocasiones agotan la propia respuesta. Francisco, en cambio, optó por el camino de no responder precisamente a las cuestiones fundamentales para la vida de la Iglesia, provocando así la nueva y obvia petición de los cardenales.
Parece también bastante desconcertante que el Papa haya sabido poner en blanco y negro que «aunque no siempre considero prudente responder a las preguntas que me dirigen directamente (porque sería imposible responderlas a todas), en este caso creo oportuno hacerlo dada la cercanía del Sínodo». Evidentemente a Francisco no le importa mucho el hecho de que quienes le escriben sean cinco cardenales que le hacen preguntas vitales sobre la fe de los cristianos, y no un grupo escolar que le envía postales del viaje de estudios. Su preocupación era silenciar todo antes del Sínodo, pero no todos los donuts consiguen el agujero.
Veamos ahora en orden el contenido de los dubia y la “respuesta” del Papa. La primera pregunta de aclaración dirigida al Pontífice pone sobre la mesa la lógica que impulsa a todas las demás: la Iglesia puede cambiar su enseñanza hasta el punto de sostener, en materia de fe y de moral, exactamente lo contrario de lo afirmado en su Carta extraordinaria. ¿Magisterio y ordinario? El Papa Francisco ha citado muchas veces aquel pasaje del Commonitorium de San Vicente de Lérins que habla del necesario desarrollo de la doctrina, que consolida, desarrolla, perfecciona. La cuestión es que en el texto del Commonitorium no todos los cambios son bienvenidos, menos aún los de paradigma: la permutatio de hecho, es sinónimo de herejía. Es para distinguir el verdadero desarrollo de la alteración con que fue escrita la obra; sin embargo, la expresión de San Vicente eodem sensu eademque sententia no parece igualmente favorecida por Francisco.
En la carta, el Papa elude una vez más la pregunta: está muy bien afirmar la maduración del juicio de la Iglesia “en la comprensión de lo que ella misma ha afirmado en su Magisterio“; además de creer que los desafíos de nuestro tiempo pueden estimular un análisis en profundidad y conducir a una “mejor expresión de algunas declaraciones pasadas del Magisterio“.
Pero la cuestión es otra , como se expresa más claramente en la segunda versión del primer dubium: “¿es posible que la Iglesia enseñe hoy doctrinas contrarias a las que enseñaba anteriormente en materia de fe y de moral?“.
La carta del Papa Francisco introduce una distinción peligrosa : «Es importante subrayar que lo que no puede cambiar es lo que ha sido revelado ‘para la salvación de todos’ (Concilio Ecuménico Vaticano II, Constitución Dogmática Dei Verbum, 7)». Ahora bien, es sencillamente increíble que el complemento de fin –ad salutem cunctarum gentium– sea interpretado como complemento de limitación. El Papa dice, contra todo sentido obvio del texto, que lo que no puede cambiar es sólo lo que ha sido revelado “para la salvación de todos”; y por eso debemos “discernir constantemente entre lo esencial para la salvación y lo secundario o no directamente relacionado con este objetivo“.
Esto abre la puerta a quienes podrían argumentar que, por ejemplo, el diaconado femenino no es algo estrictamente vinculado a la salvación y que, por lo tanto, en este punto, la Iglesia también puede cambiar su enseñanza. Este sentido limitante del texto de Dei Verbum recuerda una vieja cuestión, un intento de golpe durante el Concilio sobre el §11 de la misma constitución dogmática. Se trataba de la inspiración y la inerrancia de los textos bíblicos. El adjetivo “sano” se insertó en referencia a la verdad enseñada “con certeza, fiel y sin error” por las Sagradas Escrituras, con el objetivo de restringir la inerrancia sólo a aquellos pasajes de las Escrituras que se consideraban relacionados con la salvación. Fue la mano de los jesuitas (¡siempre ellos!) del Instituto Bíblico, que quisieron sentar las bases para legitimar las exégesis imaginativas. Afortunadamente, el asunto llegó a conocimiento de Pablo VI, quien intervino y obtuvo la eliminación del adjetivo sano, sustituida por la frase: “la verdad que Dios, para nuestra salvación, quiso ser entregada en las Sagradas Escrituras“. Toda la verdad entregada a las Escrituras es para nuestra salvación y por lo tanto inspirada y libre de error.
Ahora Francisco inventa otra interpretación limitante del texto de la Dei Verbum, haciendo decir al Concilio lo que no afirma, en perfecta continuidad con la hermenéutica de la ruptura. Porque todo lo que “la Iglesia enseña en materia de fe y de moral, tanto por el Papa ex cathedra , como en las definiciones de un Concilio ecuménico, y en el magisterio universal ordinario (ver Lumen Gentium 25)” no se puede cambiar. Se expresará excepto eodem sensu eademque sentenciantia.
La cuestión está ahí y no es la simple convicción de San Vicente de Lérins, pues la expresión fue tomada de la constitución dogmática Dei Filius del Vaticano I y su significado está contenido en la constitución dogmática Dei Verbum del Vaticano II. Francisco simplemente tiene que decidir si quiere profundizar en ciertas enseñanzas de la Iglesia o si quiere contradecirlas; si pretende arrojar más luz sobre algunos aspectos o si pretende, a través de estos aspectos particulares, trastocar la enseñanza de la Iglesia.
¿Qué sentido tiene, por ejemplo, citar en este contexto la afirmación de Santo Tomás: “cuanto más se desciende a lo particular, más aumenta la indeterminación” (Summa Theologiae I-II, q. 94, art. 4)? Es un texto que el Papa ya había informado en Amoris Lætitia §304, para decir esencialmente que los casos particulares escapan a los principios universales y así abrir las puertas a la Comunión a los divorciados vueltos a casar, caso por caso. Pero lo que Tomás realmente quiso decir, ya lo habíamos explicado in illo tempore. Y es al menos deshonesto no recordar que en la enseñanza de Santo Tomás (y de la Iglesia) se afirma el carácter absoluto moral de los preceptos negativos; porque «los preceptos negativos obligansemper ad semper (siempre y en todas las circunstancias). De hecho, bajo ninguna circunstancia se debe robar ni cometer adulterio. Los preceptos afirmativos, en cambio, obligan semper, pero no ad semper, sino según el lugar y la circunstancia” (Comentario a la Carta a los Romanos, c. 13, l. 2).

Dubia como lluvia

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Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, Cardenal Robert Sarah, Cardenal Zen Ze-Kiun SDB, Cardenal Walter Brandmüller, Cardenal Raymond Burke.

Los “dubia” no son algo nuevo: Un recuento de los más conocidos desde el Vaticano II

Por Marco Mancini– ACI Prensa.
En la historia de la Iglesia Católica se ha permitido que cardenales, obispos y otras personas presenten preguntas concretas conocidas como dubia (dudas, en latín) para recibir respuestas de parte del Santo Padre o de un dicasterio competente. En la historia reciente de la Iglesia, desde el final del Concilio Vaticano II, se han planteado dubia sobre una amplia variedad de temas, incluyendo cuestiones relativas a la administración de los sacramentos, las normas litúrgicas y la naturaleza vinculante de la enseñanza moral.

¿Qué preguntas se envían?

La mayoría de la veces un dubium se envía a una de estas tres oficinas vaticanas: el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y, especialmente, el Dicasterio para los Textos Legislativos, al cual se le pide interpretar el significado o la aplicabilidad de un canon del Código de Derecho Canónico.
Con mayor frecuencia, los dubia los presentan los obispos, las conferencias episcopales o las comunidades religiosas, pero cualquier católico puede enviarlos, como ocurrió en 2021 cuando tres laicos alemanes de la Diócesis de Essen presentaron un dubium a la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe preguntando si la Iglesia en Alemania se encuentra en un estado de cisma como resultado del Camino Sinodal alemán.

¿Las respuestas se hacen públicas?

La mayoría de las respuestas a los dubia son proporcionadas por los dicasterios de la Curia Romana, como el de Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, o el de Doctrina de la Fe, que son competentes en  el tema relacionado con las preguntas planteadas. Estas respuestas suelen conservarse y publicarse en el Acta Apostolicae Sedis, la colección de documentos oficiales del Papa y la Curia Romana.

Los dubia más recientes: el Sínodo de la Sinodalidad y la Amoris laetitia

En vísperas de la apertura de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos dedicada a la sinodalidad este 4 de octubre, cinco cardenales —el estadounidense Burke, el guineano Sarah, el mexicano Sandoval, el alemán Brandmüller y el chino Zen— le presentaron cinco dubia al Papa Francisco sobre algunos asuntos que creen que serán abordados por la asamblea sinodal.
Estos se refieren a la revelación divina, la bendición de parejas del mismo sexo, la dimensión constitutiva de la Iglesia, el sacerdocio femenino y el perdón. A los cinco cardenales, el Papa les respondió de manera explicativa. Insatisfechos con las respuestas del Pontífice, los cinco cardenales le enviaron nuevamente, reformulados, los dubia al Santo Padre.
El mismo día, el 2 de octubre de 2023, en que se hicieron públicas los dubia reformulados de los cinco cardenales, también se hizo pública la única respuesta directa a los dubia sobre la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia. En septiembre de 2023, el prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el todavía Mons. Víctor Manuel Fernández, respondió en nombre del Papa a una serie de preguntas planteadas el pasado julio por el Cardenal Dominik Duka, Arzobispo Emérito de Praga, sobre la administración de la Eucaristía a los divorciados vueltos a casar. El texto de las respuestas ha sido publicado en el sitio web del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.

Dubia sobre Traditionis custodes

Después de la publicación del motu proprio de Papa Francisco Traditionis custodes, que desmanteló el motu proprio anterior del Papa Benedicto XVI sobre la liberalización de la celebración de la Misa con el Misal Romano de 1962, se plantearon 11 dubia a la entonces Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos sobre cómo interpretar el nuevo documento. El 18 de diciembre de 2021, la Congregación publicó las “responsa ad dubia” sobre algunas disposiciones de Traditionis custodes, respondiendo a preguntas precisas sobre cómo debía implementarse el motu proprio y aclarando aún más las restricciones sobre la Misa tradicional en latín.
Según Traditionis custodes, la Misa en latín sólo podía celebrarse en iglesias no parroquiales, oratorios o capillas. Pero cuando se planteó un dubia preguntando qué sucede en caso de no estar disponibles ninguno de los anteriores, la Congregación respondió afirmativamente, permitiendo la Misa en parroquias bajo una serie de estrictas condiciones que estipulaban que “dicha celebración no es oportuno que sea incluida en el horario de las Misas parroquiales, ya que a ella sólo participan los fieles que forman parte del grupo” y pidiendo que se evite “que coincidan con las actividades pastorales de la comunidad parroquial”.
Se dieron respuestas negativas al dubium sobre la posibilidad de celebrar los sacramentos con el Rituale Romanum y el Pontificale Romanum antes de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II y al caso de un sacerdote autorizado a usar el Missale Romanum de 1962 celebrando dos Misas en el mismo día. La Congregación señaló que tal binación es imposible de conceder, porque no se da el caso de una “causa justa” o “necesidad pastoral” requerida por el Código de Derecho Canónico.

Dubia sobre la bendición de parejas del mismo sexo

El 15 de marzo de 2021, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó un responsum a un dubium respecto a la bendición de uniones del mismo sexo. La respuesta fue negativa: la Iglesia no tiene la facultad de impartir bendiciones a las uniones del mismo sexo. En la nota explicativa, firmada por el entonces prefecto, el Cardenal Luis Ladaria Ferrer, y el entonces secretario, el Arzobispo Giacomo Morandi, se aclaró aún más que “para ser coherentes con la naturaleza de los sacramentales, cuando se invoca una bendición sobre algunas relaciones humanas se necesita —más allá de la recta intención de aquellos que participan— que aquello que se bendice esté objetiva y positivamente ordenado a recibir y expresar la gracia, en función de los designios de Dios inscritos en la Creación y revelados plenamente por Cristo Señor”.
La respuesta continúa: “Por tanto, son compatibles con la esencia de la bendición impartida por la Iglesia sólo aquellas realidades que están de por sí ordenadas a servir a estos designios”. Por esta razón, no es lícito impartir una bendición a relaciones, o incluso a asociaciones estables, que involucren prácticas sexuales fuera del matrimonio (es decir, fuera de la unión indisoluble de un hombre y una mujer abierta en sí misma a la transmisión de la vida), como es el caso de las uniones del mismo sexo. Además, dado que las bendiciones a las personas están relacionadas con los sacramentos, la bendición de las uniones del mismo sexo no puede considerarse permisible, ya que de alguna manera constituiría una imitación o referencia análoga a la bendición nupcial invocada sobre el hombre y la mujer que están unidos en el sacramento del Matrimonio, ya que “no existe ningún fundamento para asimilar o establecer analogías, ni siquiera remotas, entre las uniones homosexuales y el designio de Dios sobre el matrimonio y la familia”.

Dubia sobre Amoris laetitia

En relación con la exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia de 2016, el cardenal italiano Carlo Caffarra, el cardenal estadounidense Raymond Burke y los cardenales alemanes Walter Brandmüller y Joachim Meisner presentaron cinco dubia al Papa, especialmente sobre la readmisión a la Eucaristía de los divorciados que se han vuelto a casar civilmente y sobre la validez de la enseñanza propuesta por San Juan Pablo II en la encíclica Veritatis splendor. Los cardenales no recibieron una respuesta directa a estos dubia, sólo un pronunciamiento indirecto a través de una publicación editada por el Cardenal Francesco Coccopalmerio, en ese momento presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos. En el libro de 2017 titulado Il capitolo ottavo dell’Esortazione post sinodale Amoris laetitia. Accompagnare, discernere e integrare le difficoltà (El capítulo octavo de la exhortación postsinodal Amoris laetitia. Acompañar, discernir e integrar las dificultades), el Cardenal Coccopalmerio, que participó en el Sínodo de la Familia como jefe de un Dicasterio de la Curia Romana, argumentó que la doctrina católica se respetaba en Amoris laetitia.

Dubia en el pontificado de Benedicto XVI

En 2012, durante el pontificado del Papa Benedicto XVI, se planteó un dubium en relación a la posibilidad de que los diáconos se unieran a los sacerdotes para renovar sus votos sacerdotales en la Misa crismal. A ese dubium, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos respondió de manera negativa, explicando que “el mismo Concilio Ecuménico Vaticano II, cuando habla de los diáconos, los distingue de los sacerdotes y define su naturaleza. Por lo tanto, sólo los presbíteros son llamados en la Misa crismal a renovar las promesas sacerdotales, los cuales participan en unión con el Obispo de su mismo sacerdocio y ministerio de Cristo”.
Cuatro años antes, en 2008, aún durante el pontificado de Benedicto XVI, la Congregación para la Doctrina de la Fe intervino en un dubium relacionado con la celebración del Bautismo. Había dos preguntas. La primera decía: ¿Es válido el Bautismo conferido con las fórmulas «I baptize you in the name of the Creator, and of the Redeemer, and of the Sanctifier» (Te bautizo en el nombre del Creador, y del Redentor, y del Santificador) y «I baptize you in the name of the Creator, and of the Liberator, and of the Sustainer» (Te bautizo en el nombre del Creador, y del Libertador, y del Sustentador)? La segunda preguntaba: “Las personas para las cuales se ha celebrado el Bautismo con esta fórmula, ¿deben ser bautizadas en forma absoluta?”. Las respuestas fueron negativas en el primer caso y afirmativa en el segundo.

Dubia durante los pontificados de Juan Pablo II y Pablo VI

Durante el largo pontificado del Papa Juan Pablo II no faltaron dubia y las respuestas correspondientes. En 2001, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos se enfrentó a un dubium expresado sobre las disposiciones relativas a la celebración del sacramento de la Penitencia, con especial referencia a la posibilidad de la Confesión durante la celebración de la Misa. “La celebración del Sacramento de la Penitencia”, explicó la Congregación, “es uno de los ministerios propios del sacerdote. Claramente, es permisible ir a la confesión mientras se celebra la Misa. Si está teniendo lugar una concelebración, se solicita encarecidamente que algunos sacerdotes se abstengan de concelebrar para estar disponibles para los fieles que desean acercarse al sacramento de la Penitencia”.
En 1995, el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, respondió enérgicamente al dubium sobre el sacerdocio femenino. La pregunta era si la enseñanza de la Iglesia sobre la negación de la ordenación de las mujeres debía considerarse definitiva. El Cardenal Ratzinger, quien 10 años después se convertiría en el Papa Benedicto XVI, respondió afirmativamente.
Durante el pontificado de San Pablo VI, en 1971 se planteó un dubium, unos años después del término del Concilio Vaticano II, sobre si los laicos también podían pronunciar la homilía. La respuesta, por supuesto, fue negativa. Finalmente, en 1965, se presentó un dubium sobre la oración de los fieles [también llamada oración universal o peticiones], si era obligatoria o no durante la celebración de la Misa en días laborables. La respuesta fue que en las celebraciones de días laborables no es obligatoria.
Matthew Bunson contribuyó a este informe.

Los 5 cardenales detrás de los últimos “dubia” enviados al Papa Francisco

Por Daniel PayneEduardo Berdejo– ACI Prensa.
Cinco cardenales habían enviado una serie de preguntas al Papa Francisco para expresar sus preocupaciones antes de la apertura de la primera sesión del Sínodo de la Sinodalidad, que comenzará el 4 de octubre en el Vaticano.
Los purpurados, que también emitieron una Notificación a los fieles de Cristo, provienen de diversos contextos eclesiásticos de Europa, Asia, África y América.

Cardenal Juan Sandoval Íñiguez

El Cardenal Juan Sandoval Íñiguez nació el 28 de marzo de 1933. Obtuvo el grado de Doctor en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana y fue Arzobispo de Guadalajara (México) entre 1994 y 2011. Recibió el birrete cardenalicio de manos de San Juan Pablo II.
Durante su gobierno pastoral defendió principios fundamentales como la vida y la familia. Es esta una actitud que ha mantenido como Arzobispo Emérito al criticar, por ejemplo, al gobierno del entonces presidente mexicano Enrique Peña Nieto por su intención de legalizar las uniones del mismo sexo en todo el país.
Asimismo, participó en una investigación para esclarecer la muerte de su predecesor, el Cardenal Juan Jesús Posadas, ocurrida en 1993. El Cardenal Sandoval rechazó la hipótesis de que el anterior Arzobispo había muerto en medio de un enfrentamiento entre bandas.
El Cardenal Sandoval afirmó que la muerte del Cardenal Posadas había sido “un crimen de Estado, perpetrado por la Policía Judicial Federal”.
Aunque no se le conoce declaración alguna que vaya en contra del Papa Francisco, durante el tiempo de la pandemia el purpurado mexicano fue uno de los que se opuso a las vacunas contra el Covid, pese a que la Santa Sede alentó su inoculación.

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Cardenal Walter Brandmüller

El cardenal alemán de 94 años, presidente del Comité Pontificio para las Ciencias Históricas, ha dialogado con el Papa Francisco en el pasado sobre el tema de la doctrina de la Iglesia; estuvo entre los cuatro cardenales que en 2016 emitieron un conjunto de cinco dubia al Pontífice sobre la exhortación apostólica Amoris laetitia.
Esos dubia intentaron abordar pasajes controvertidos de dicho documento sobre los católicos divorciados y vueltos a casar. Los purpurados argumentaron que el texto podría interpretarse como que se estaba “enseñando un cambio en la disciplina de la Iglesia” con respecto al matrimonio y los sacramentos.
En agosto de 2022, el Cardenal Brandmüller criticó la formación de un consistorio extraordinario por parte de Francisco para ese mes, señalando que el evento había sido organizado para impedir un debate pleno y abierto entre los cardenales que participaban en este.

Cardenal Raymond Burke

El Cardenal Raymond Burke, de 75 años, nació en Wisconsin (Estados Unidos) y fue Obispo de La Crosse de 1995 a 2004 y Arzobispo de St. Louis de 2004 a 2008. De 2008 a 2014 fue prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica.
Se unió al Cardenal Brandmüller para escribir los dubia de 2016. Ambos son los únicos purpurados de ese grupo que aún están vivos. En 2019, el Cardenal Burke criticó el Sínodo de la Amazonía que se realizó ese año, afirmando que algunos párrafos del Instrumentum laboris “parecen no sólo estar en disonancia respecto a la enseñanza auténtica de la Iglesia, sino que son contrarios a ella”.
El Cardenal Burke ha cuestionado aún más la autoridad del Papa Francisco por eliminar de la Iglesia Católica el rito en latín. A principios de este año, se unió al Cardenal alemán Gerhard Müller para reprobar el Camino Sinodal alemán, que votó a favor de bendecir las uniones entre personas del mismo sexo y las uniones entre católicos divorciados y “casados nuevamente”.

Cardenal Joseph Zen Ze-kiun SDB

El Cardenal Joseph Zen Ze-koun, de 91 años, quien fue el sexto Obispo de Hong Kong entre 2002 y 2009, se ha reñido con el Vaticano al afirmar que su secretario de Estado, el Cardenal Pietro Parolin, “manipula al Papa” en la política de la Iglesia con la China comunista.
El purpurado había buscado sin éxito una reunión con el Papa Francisco en Roma a finales de 2020, pidiéndole que nombrara un nuevo Obispo para Hong Kong, cuya sede estaba vacante desde enero de 2019. En mayo de 2021, el Pontífice nombró a Mons. Stephen Chow —quien fue elevado a cardenal el pasado 30 de septiembre— para desempeñar ese cargo.
El Papa Francisco y el Cardenal Zen finalmente se reunieron en enero de este año, durante el viaje que el purpurado chino realizó a Roma para asistir al funeral del Papa Benedicto XVI. “Fue maravilloso. ¡Era tan cálido!”, afirmó el purpurado a la revista America en ese momento.

Cardenal Robert Sarah

Conocido mundialmente por su período de siete años como prefecto de la entonces Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el Cardenal Sarah, de 78 años, también fue Arzobispo de Conakry (Guinea) de 1979 a 2001, presidente del Consejo Pontificio Cor Unum durante el pontificado de Benedicto XVI y secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos con San Juan Pablo II.
El purpurado nacido en Guinea había subrayado su fidelidad a Francisco al retirarse de su cargo de prefecto en 2021, afirmando que había “tratado de ser un servidor leal, obediente y humilde de la verdad del Evangelio” y que “nunca se ha opuesto al Papa“.
A principios de este verano, en una aparente referencia a las preocupaciones sobre el Sínodo de la Sinodalidad y su rumoreada consideración de la ordenación femenina, el Cardenal Sarah habló en una conferencia en la Ciudad de México.
“Ningún Concilio, ningún Sínodo, ninguna autoridad eclesiástica posee el poder de inventar un sacerdocio femenino”, señaló, “sin dañar gravemente la perenne fisonomía del presbítero, su identidad sacramental, dentro de la renovada visión eclesiológica de la Iglesia, el misterio, la comunión y misión”.
En junio, instó a los católicos a utilizar las Escrituras, la oración y otros esfuerzos espirituales para servir como “testigos de la verdad en un mundo en crisis”.
Autores:
Daniel PayneDaniel Payne es editor senior de Catholic News Agency. Anteriormente trabajó en College Fix y Just the News. Vive en Virginia con su familia.
Eduardo BerdejoEduardo Berdejo es egresado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú). Forma parte del equipo de ACI Prensa desde el 2001.

Celibato

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El sacerdocio no es solo una función, es una identificación personal y absoluta con la vida de Cristo. Foto: José Antonio Flores Quiroz/ Cathopic.com
Opinión

Por Pedro Trevijano
El primer principio que se ha de establecer es que la Iglesia y sus representantes han de procurar amar el celibato, en la medida en que lo amó Cristo.
Históricamente el celibato, o por lo menos la continencia temporal, no son realidades específicamente cristianas, pues en muchas religiones hay un nexo entre continencia y culto; lo podemos observar en Israel (cf. Esd 19,15; 1 Sam 21,5), así como en el mundo grecorromano, basándose entonces en la intimidad con el dios, que obliga a abstenerse del amor humano, y en el principio de la pureza cultual.
Recordemos que Cristo fue virgen y permaneció libre para anunciar la palabra de Dios.
Desde los tiempos apostólicos muchas personas han tomado la decisión, aprobada por la Iglesia, de vivir en estado de virginidad “a causa del reino de los cielos” (Mt 19,12), a fin de consagrarse enteramente al Señor (cf. 1 Cor 7,34-36) con una libertad mayor de corazón, de cuerpo y de espíritu. Esta continencia será básica en la espiritualidad de los monjes, ascetas y vírgenes.
En cambio, los apóstoles probablemente estaban todos casados (San Pedro ciertamente, porque tenía suegra: Mt 8,14-15; Mc 1,29-31; Lc 4,40-41). Los textos que nos hablan de la virginidad de San Juan son ya del siglo IV. No sabemos de San Pablo si era viudo o célibe (1 Cor 7,8).
Hasta el siglo II la Iglesia se organiza sobre la base familiar, siendo el jefe de estas iglesias domésticas el pater familiae. El obispo y el diácono deben ser “maridos de una sola mujer” (1 Tim 3,2 y 12; Tit 1,6). Esto significaba, según la interpretación patrística, no sólo la exclusión de la poligamia, sino también de las segundas nupcias. En esta época no hay todavía relación entre celibato y sacerdocio, si bien Tertuliano nos advierte de que muchos clérigos permanecían célibes por amor al Señor.
Se ha afirmado comúnmente que la primera ley sobre continencia de los sacerdotes (todavía no sobre el celibato) se dio en el concilio de Elvira, cerca de Granada, en el año 305, mandando abstenerse de su cónyuge a los clérigos en ministerio (DS 119; D 52 c). Pero hoy se discute sobre si este canon es de esta época o de fines del siglo IV. Lo que sí es cierto es que en este caso la costumbre es más antigua que la ley.
El concilio de Nicea, para no alimentar las tendencias encratitas (herejía que despreciaba el matrimonio), no estableció la obligación del celibato, pero sí impuso la prohibición del matrimonio después de haber recibido las órdenes mayores, regla que rigió en Oriente y Occidente.
A fines del siglo IV el Papa Siricio establece la ley del celibato obligatorio para los clérigos mayores, pero al permitir León I a los clérigos ya casados retener consigo la mujer y vivir con ella como hermano y hermana, la continencia permaneció letra muerta. Hacia el siglo IX se ordenan sólo los hombres célibes, y son depuestos del orden clerical los que se casan después, prohibiéndose a los fieles participar en sus funciones. Solamente en el siglo XII, tras los dos primeros concilios de Letrán (1123 y 1129), se empezó a exigir en Occidente, a partir del subdiaconado, no sólo la abstención del acto conyugal y la cohabitación con mujeres que no sean parientes carnales o estén fuera de toda sospecha (canon 3 del I Concilio de Letrán: DS 711; D 360), sino el celibato propiamente dicho, proclamando inválidos sus matrimonios (cánones 6 y 7 del II Concilio de Letrán).
A partir de esta época los grados mayores del ministerio eclesiástico sólo son accesibles a aquellos que voluntariamente aceptan el celibato “por amor del reino de los cielos”. El celibato es una conquista en la historia de la Iglesia, a pesar de todas las deficiencias que haya podido haber en la vivencia del mismo. Su cumplimiento práctico mejoró notablemente con la institución de los seminarios, que tanto han contribuido a la formación espiritual e intelectual del clero, iniciándose éstos en el siglo XV, pero alcanzando su desarrollo como uno de los frutos de Trento.
En Oriente, el concilio de Trullo en Constantinopla establece en el 692 la siguiente legislación válida aún hoy no sólo en la Iglesia ortodoxa, sino en los orientales unidos a Roma: se impone a los obispos la continencia perpetua, se permite a los clérigos el matrimonio antes de la ordenación y el uso del matrimonio una vez ordenados (excepción hecha de la vigilia de la celebración de la misa).
Volviendo a Occidente, encontramos en el siglo XII la consideración del sacramento del orden no sólo como un ministerio, sino también como fundamento de una espiritualidad evangélica que conecta el celibato por amor del reino con el ministerio sacerdotal, superando el antiguo principio de la pureza cultual. El celibato, libremente vivido como carisma y don particular de Dios, convierte objetivamente la existencia del sacerdote en signo del amor con el que Cristo realiza la obra de la Redención. La concepción bíblica del carisma libremente aceptado se hace presupuesto necesario para la llamada al ministerio. Es decir, la Iglesia, que no obliga a nadie a ser sacerdote, escoge sus ministros entre aquellos que poseen el don del celibato, porque cree que entre el ministerio y el celibato evangélico hay una relación, si no esencial, sí de suma concordancia.
El concilio de Trento afirmó contra los protestantes y los emperadores Fernando II y Maximiliano II (que pedían la abolición de la ley del celibato para los sacerdotes alemanes), que la Iglesia puede exigir el celibato a sus sacerdotes, si bien no es una ley divino-positiva, sino que la obligación surge de la ley eclesiástica o del voto (DS 1809; D 979).
El Vaticano II permitió el acceso al diaconado “a hombres de edad un tanto madura, aunque estén casados” (Lumen Gentium, 29). ¿Se extenderá este permiso al presbiterado? Para San Pablo VI “esta eventualidad produce en Nos graves reservas” y San Juan Pablo II se expresó en contra en varias ocasiones, recogiendo la exhortación pastoral Pastores dabo vobis lo siguiente: “A esta luz se pueden comprender y apreciar más fácilmente los motivos de la decisión multisecular que la Iglesia de Occidente tomó y sigue manteniendo -a pesar de todas las dificultades y objeciones surgidas a través de los siglos-, de conferir el orden presbiteral sólo a hombres que den pruebas de ser llamados por Dios al don de la castidad en el celibato absoluto y perpetuo” (nº 29).
En el viaje de vuelta de Tierra Santa a Roma en el 2014, interrogado el Papa Francisco sobre el celibato, ha reiterado la postura de la Iglesia, contestando que no es ningún dogma de fe, sino una norma de vida y un don para la Iglesia.

El celibato sacerdotal no se justifica en su funcionalidad, afirma Marianne Schlosser, sino en la identificación con Cristo. En la imagen, durante una conferencia en el Congreso Eucarístico Internacional de 2021 en Budapest (Hungría).

Marianne Schlosser, la sólida teóloga alemana que reta con argumentos a los enemigos del celibato

Por José M. García Pelegrín– ReligiónEnLibertad.com
Marianne Schlosser es catedrática de Teología de la Espiritualidad en la Facultad Católica de Teología de la Universidad de Viena y premio Ratzinger de Teología en 2018. Fue miembro de la Comisión Teológica Internacional (2014-2019) por nombramiento del Papa Francisco, quien en 2016 la nombró miembro de la Comisión de Estudio sobre el Diaconado de las Mujeres.
Ha sido consultora de la Comisión de Fe de la Conferencia Episcopal Alemana y miembro de la Comisión Teológica de la Conferencia Episcopal Austriaca. Participó en el “camino sinodal alemán” entre 2019 y 2022, pero lo abandonó, junto con otras tres teólogas, por considerar que la Iglesia en Alemania se distancia cada vez más de la Iglesia universal.
En un extenso artículo publicado recientemente por el semanario católico Die Tagespost con el título Celibato: ¿una cuestión de disciplina para el clero o expresión de entrega total?, Marianne Schlosser trata la cuestión del celibato en la Iglesia católica.
“¿Qué daño supondría para la Nueva Alianza que los sacerdotes vivieran en un matrimonio honorable como lo hacían en la Antigua Alianza? Es cierto que Cristo fue virgen y que aconsejó la virginidad a unos pocos que podían comprenderla. ¿De dónde provino entonces este mandato, para que ya no se quedara sólo en consejo?”. Este texto que cita Schlosser data del siglo XIV, pero argumentos similares han surgido en el siglo XIX y en la actualidad.
Se plantean objeciones antropológicas, como la idea de que el celibato puede atrofiar la existencia humana y llevar a “crímenes e infamia”. En última instancia, esto cuestiona la fecundidad de la forma de vida de Jesús y de muchos santos, así como el propósito del consejo evangélico.
A pesar de que no existe una conexión necesaria entre el ministerio sacerdotal y este carisma, el Concilio Vaticano II (Presbiterorum Ordinis 16), afirmó que hay una “correspondencia múltiple” (multiformis convenientia) entre ellos. La raíz del celibato se encuentra en el orden de la redención y extrae su “lógica” de la fe en la encarnación y, más aún, en la resurrección corporal de Cristo.
Como Karl Rahner señaló en 1968, la incomprensión del celibato es, en última instancia, síntoma de una crisis de fe.
¿Qué es, entonces, el celibato?
1. Es testimonio de que Dios es amor
Quien anuncia la Buena Nueva –y ésta es una de las tareas esenciales del sacerdote– debe hablar de la realidad del amor de Dios. Una vida de celibato “por el reino de los cielos” es un fuerte testimonio de que Dios realmente “es amor”, de que sólo Dios es la realización última de la persona humana y que, por tanto, merece la pena renunciar al matrimonio por amor a Él.
2. Es el estilo de vida de Jesús
En el Nuevo Testamento sólo hay un sacerdote: el Señor, Esposo y Cabeza de su Iglesia. El ministerio sacramental de la Nueva Alianza está, por tanto, enraizado en la cristología; sólo existe en dependencia del único Sumo Sacerdote, Cristo, y no puede, por tanto, derivarse del sacerdocio de la Antigua Alianza ni explicarse adecuadamente a partir de otros fenómenos de la historia religiosa.
El estilo de vida sacerdotal es, de hecho, el estilo de vida de Jesús. Quien recibe el sacramento del orden sacerdotal está capacitado para “representar” al Señor de la Iglesia, para hacer visible a Cristo en la Iglesia a través de la predicación, la administración de los sacramentos y el servicio desinteresado a la salvación. 
Según la concepción católica, quien es ordenado sacerdote no asume simplemente un servicio o una tarea, en el sentido de una función necesaria para la comunidad, sino que es llamado al seguimiento especial de Cristo. Lo que tiene que dar es lo que Cristo da y, precisamente, ese dar es lo que le exige como persona. ¿Cómo no podría ser “apropiado” que adapte su forma de vida a la de Jesús, siguiendo los consejos evangélicos?
3. Es una entrega “total” a Jesús
En cuanto al “sacerdocio de primer grado”, el oficio de obispo, esta conveniencia tampoco se discute en las Iglesias orientales. Según el testimonio del Nuevo Testamento, el servicio apostólico implica dejar atrás la vida y los proyectos anteriores, incluso alejarse de la familia natural. Esta vocación plantea una exigencia a toda la vida.
Sin embargo, en la actualidad el debate se intensifica por el cuestionamiento evidente del matrimonio sacramental.
Lo que Romano Guardini expresó en su obra Ética es sorprendentemente cierto: si el matrimonio y la sexualidad se trivializan, también disminuye la comprensión del celibato por el Reino de los Cielos. Precisamente porque el matrimonio, como la comunión única y exclusiva entre un hombre y una mujer, configura y reclama a ambas personas en todas sus dimensiones, el celibato puede entenderse como apropiado para alguien que se pone al servicio totalmente personal de la misión de Cristo.
“Unirse cada día más a Cristo, nuestro Sumo Sacerdote”, como se dice en la liturgia de la ordenación, no significa una imitación puramente externa. No se trata de algo funcional, como una mayor “disponibilidad”, ni mucho menos de una existencia más cómoda. La vida célibe es expresión de la pertenencia interior a Cristo, de la voluntad de permitir que Él intervenga realmente en la vida cotidiana y personal.
El celibato es una forma muy concreta de entrega a Dios, también tangible en la dimensión de la renuncia, con la esperanza segura en la obra fecunda de Dios, “para la salvación de los hombres”. Al confiarse el carisma a la persona como sujeto libre, el destinatario puede potenciarlo y custodiarlo; pero, al mismo tiempo, puede descuidarlo, dañarlo o dejarlo morir.
4. Es una exigencia de responsabilidad y virtud
Aquí tienen una responsabilidad especial aquellos que se ocupan de la tarea de acompañar e instruir, y quienes han de ayudar a discernir las vocaciones. Haber recibido una vocación no significa estar exento de toda tentación. La vida según los consejos evangélicos no es un paseo tranquilo, sino una excursión de montaña (Dom Dysmas de Lassus, prior de la Gran Cartuja).
La tradición espiritual de Oriente y Occidente era muy realista en este punto: quien no lucha contra la ira, la impaciencia, la pereza espiritual o el hedonismo, o incluso se desentiende temeraria y autosuficientemente de los peligros, corre el riesgo de caer (cf. Juan Casiano, Collatio 12). La vida célibe requiere virtudes que la acompañen; ¿por qué se habla tan poco sobre esto?
5. Es un servicio a la comunidad
Al mismo tiempo, “carisma” nunca significa un don espiritual meramente privado, sino, por el contrario, una capacidad especial en beneficio de la comunidad eclesial. Si la Iglesia abandonara su aprecio públicamente proclamado por la vida célibe de los sacerdotes y dejara este estilo de vida a la discreción personal, la vida célibe de un sacerdote diocesano se convertiría básicamente en su asunto privado, que poco tendría que ver con su ministerio eclesiástico.
Y esto cambiaría también el concepto mismo del sacerdocio. Más bien debería dar que pensar el hecho de que, en la historia de la Iglesia, la renovación espiritual ha ido siempre acompañada de un florecimiento de la vida célibe.

Respuesta a los Dubia

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Los cardenales Brandmüller, Burke, Sandoval Íñiguez, Sarah y Zen Ze-kiun presentaron cinco preguntas al Papa solicitando aclaraciones sobre una serie de cuestiones relativas a la interpretación de la Revelación Divina, la bendición de las uniones entre personas del mismo sexo, la sinodalidad como dimensión constitutiva de la Iglesia, la ordenación sacerdotal de las mujeres y el arrepentimiento como condición necesaria para la absolución sacramental.
Por Vatican News.
El Papa Francisco respondió a cinco dubia que le enviaron el pasado mes de julio los cardenales Walter Brandmüller y Raymond Leo Burke con el apoyo de otros tres cardenales, Juan Sandoval Íñiguez, Robert Sarah y Joseph Zen Ze-kiun. Las preguntas de los cardenales y las respuestas del Papa fueron publicadas este lunes 2 de octubre en el sitio web del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Antes de iniciar sus respuestas, el Santo Padre dirigió estas palabras a los cardenales: “Queridos hermanos, si bien no siempre me parece prudente responder las preguntas dirigidas directamente a mi persona, y sería imposible responderlas a todas, en este caso me pareció adecuado hacerlo debido a la cercanía del Sínodo”.
I. Dubium sobre la afirmación de que la Revelación Divina debe reinterpretarse en función de los cambios culturales y antropológicos en boga.
A raíz de las declaraciones de algunos obispos, que no han sido corregidas ni retractadas, se plantea la cuestión de si la Revelación Divina en la Iglesia debe ser reinterpretada según los cambios culturales de nuestro tiempo y según la nueva visión antropológica que estos cambios promueven; o si la Revelación Divina es vinculante para siempre, inmutable y por tanto no puede ser contradicha, según el dictado del Concilio Vaticano II, de que a Dios que revela se le debe “la obediencia de la fe” (Dei Verbum 5); que lo revelado para la salvación de todos debe permanecer “para siempre íntegro” y vivo, y ser “transmitido a todas las generaciones” (7) y que el progreso de la comprensión no implica ningún cambio en la verdad de las cosas y de las palabras, porque la fe ha sido “transmitida de una vez para siempre” (8), y el Magisterio no es superior a la Palabra de Dios, sino que enseña sólo lo que ha sido transmitido (10).
Respuesta del Papa Francisco:
a) La respuesta depende del significado que ustedes den a la palabra “reinterpretar”. Si se entiende como “interpretar mejor” la expresión es válida. En este sentido el Concilio Vaticano ll afirmó que es necesario que con la tarea de los exégetas —yo agrego de los teólogos— “vaya madurando el juicio de la Iglesia” (Concilio Ecuménico Vaticano ll, Constitución dogmática Dei Verbum, 12).
b) Por lo tanto, si bien es cierto que la divina Revelación es inmutable y siempre vinculante, la Iglesia debe ser humilde y reconocer que ella nunca agota su insondable riqueza y necesita crecer en su comprensión.
c) Por consiguiente madura también en la comprensión de lo que ella misma ha afirmado en su Magisterio.
d) Los cambios culturales y los nuevos desafíos de la historia no modifican la Revelación, pero sí pueden estimularnos a explicitar mejor algunos aspectos de su desbordante riqueza que siempre ofrece más.
e) Es inevitable que esto pueda llevar a una mejor expresión de algunas afirmaciones pasadas del Magisterio, y de hecho ha sucedido así a lo largo de la historia.
f) Por otra parte, es cierto que el Magisterio no es superior a la Palabra de Dios, pero también es verdad que tanto los textos de las Escrituras como los testimonios de la Tradición necesitan una interpretación que permita distinguir su substancia perenne de los condicionamientos culturales. Es evidente, por ejemplo, en los textos bíblicos (como Ex 21, 20-21) y en algunas intervenciones magisteriales que toleraban la esclavitud (Cf. Nicolás V, Bula Dum Diversas, 1452). No es un tema menor dada su íntima conexión con la verdad perenne de la dignidad inalienable de la persona humana. Esos textos necesitan una interpretación. Lo mismo vale para algunas consideraciones del Nuevo Testamento sobre las mujeres (1 Cor 11, 3-10; 1 Tim 2, 11-14) y para otros textos de las Escrituras y testimonios de la Tradición que hoy no pueden ser repetidos materialmente.
g) Es importante destacar que lo que no puede cambiar es lo que ha sido revelado “para la salvación de todos” (Concilio Ecuménico Vaticano ll, Constitución dogmática Dei Verbum, 7). Por ello la Iglesia debe discernir constantemente entre aquello que es esencial para la salvación y aquello que es secundario o está conectado menos directamente con este objetivo. Al respecto me interesa recordar lo que Santo Tomás de Aquino afirmaba: “cuanto más se desciende a lo particular, tanto más aumenta la indeterminación” (Summa Theologiae 1-1 1, q. 94, art. 4).
h) Finalmente, una sola formulación de una verdad nunca podrá entenderse de un modo adecuado si se la presenta solitaria, aislada del rico y armonioso contexto de toda la Revelación. La “jerarquía de verdades” implica también situar cada una de ellas en adecuada conexión con las verdades más centrales y con la totalidad de la enseñanza de la Iglesia. Esto finalmente puede dar lugar a distintos modos de exponer la misma doctrina, aunque “a quienes sueñan con una doctrina monolítica defendida por todos sin matices, esto puede parecerles una imperfecta dispersión. Pero la realidad es que esa variedad ayuda a que se manifiesten y desarrollen mejor los diversos aspectos de la inagotable riqueza del Evangelio” (Evangelii gaudium, 49). Cada línea teológica tiene sus riesgos, pero también sus oportunidades.
II. Dubium sobre la afirmación de que la práctica generalizada de bendecir las uniones entre personas del mismo sexo está de acuerdo con la Revelación y el Magisterio (CIC 2357).
Según la Divina Revelación, atestiguada en la Sagrada Escritura, que la Iglesia “por mandato divino y con la asistencia del Espíritu Santo escucha piadosamente, conserva santamente y expone fielmente” (Dei Verbum 10): “En el principio” Dios creó al hombre a su imagen, varón y hembra los creó y los bendijo para que fuesen fecundos (cf. Gn 1, 27-28), por lo que el Apóstol Pablo enseña que negar la diferencia sexual es consecuencia de negar al Creador (Rm 1, 24-32). Surge la pregunta: ¿puede la Iglesia derogar este “principio”, considerándolo, en contra de lo que enseña Veritatis splendor 103, como un mero ideal, y aceptando como “bien posible” situaciones objetivamente pecaminosas, como las uniones entre personas del mismo sexo, sin faltar a la doctrina revelada?
Respuesta del Papa Francisco:
a) La Iglesia tiene una concepción muy clara sobre el matrimonio: una unión exclusiva, estable e indisoluble entre un varón y una mujer, naturalmente abierta a engendrar hijos. Sólo a esa unión llama “matrimonio“. Otras formas de unión sólo lo realizan “de modo parcial y análogo” (Amoris laetitia 292), por lo cual no pueden llamarse estrictamente “matrimonio”.
b) No es una mera cuestión de nombres, sino que la realidad que denominamos matrimonio tiene una constitución esencial única que exige un nombre exclusivo, no aplicable a otras realidades. Sin duda es mucho más que un mero “ideal“.
c) Por esta razón la Iglesia evita todo tipo de rito o de sacramental que pueda contradecir esta convicción y dar a entender que se reconoce como matrimonio algo que no lo es.
d) No obstante, en el trato con las personas no hay que perder la caridad pastoral, que debe atravesar todas nuestras decisiones y actitudes. La defensa de la verdad objetiva no es la única expresión de esa caridad, que también está hecha de amabilidad, de paciencia, de compresión, de ternura, de aliento. Por consiguiente, no podemos constituirnos en jueces que sólo niegan, rechazan, excluyen.
e) Por ello la prudencia pastoral debe discernir adecuadamente si hay formas de bendición, solicitadas por una o por varias personas, que no transmitan una concepción equivocada del matrimonio. Porque cuando se pide una bendición se está expresando un pedido de auxilio a Dios, un ruego para poder vivir mejor, una confianza en un Padre que puede ayudarnos a vivir mejor.
f) Por otra parte, si bien hay situaciones que desde el punto de vista objetivo no son moralmente aceptables, la misma caridad pastoral nos exige no tratar sin más de “pecadores” a otras personas cuya culpabilidad o responsabilidad pueden estar atenuadas por diversos factores que influyen en la imputabilidad subjetiva (Cf. San Juan Pablo ll, Reconciliatio et Paenitentia, 17).
g) Las decisiones que, en determinadas circunstancias, pueden formar parte de la prudencia pastoral, no necesariamente deben convertirse en una norma. Es decir, no es conveniente que una Diócesis, una Conferencia Episcopal o cualquier otra estructura eclesial habiliten constantemente y de modo oficial procedimientos o ritos para todo tipo de asuntos, ya que todo “aquello que forma parte de un discernimiento práctico ante una situación particular no puede ser elevado a la categoría de una norma”, porque esto “daría lugar a una casuística insoportable” (Amoris laetitia 304). El Derecho Canónico no debe ni puede abarcarlo todo, y tampoco deben pretenderlo las Conferencias Episcopales con sus documentos y protocolos variados, porque la vida de la Iglesia corre por muchos cauces además de los normativos.
III. Dubium sobre la afirmación de que la sinodalidad es una “dimensión constitutiva de la Iglesia” (Constitución Apostólica Episcopalis Communio 6), de modo que la Iglesia sería sinodal por naturaleza.
Dado que el Sínodo de los Obispos no representa al Colegio Episcopal, sino que es un mero órgano consultivo del Papa, ya que los obispos, como testigos de la fe, no pueden delegar su confesión de la verdad, se plantea la cuestión de si la sinodalidad puede ser el criterio normativo supremo para el gobierno permanente de la Iglesia sin desvirtuar su disposición constitutiva, tal como deseaba su Fundador, según el cual la autoridad suprema y plena de la Iglesia es ejercida tanto por el Papa en virtud de su oficio como por el colegio episcopal junto con su cabeza el Romano Pontífice (Lumen Gentium 22).
Respuesta del Papa Francisco:
a) Si bien ustedes reconocen que la suprema y plena autoridad de la Iglesia es ejercitada, sea por el Papa debido a su oficio, sea por el colegio de los obispos junto con su cabeza el Romano Pontífice (Cf. Concilio Ecuménico Vaticano ll, Constitución dogmática Lumen gentium, 22), sin embargo con estos dubia ustedes mismos manifiestan su necesidad de participar, de opinar libremente y de colaborar, y así están reclamando alguna forma de “sinodalidad” en el ejercicio de mi ministerio.
b) La Iglesia es “misterio de comunión misionera”, pero esta comunión no es sólo afectiva o etérea, sino que necesariamente implica participación real: que no sólo la jerarquía sino todo el Pueblo de Dios de distintas maneras y en diversos niveles pueda hacer oír su voz y sentirse parte en el camino de la Iglesia. En este sentido sí podemos decir que la sinodalidad, como estilo y dinamismo, es una dimensión esencial de la vida de la Iglesia. Sobre este punto ha dicho cosas muy bellas san Juan Pablo II en Novo millennio ineunte.
c) Otra cosa es sacralizar o imponer una determinada metodología sinodal que agrada a un grupo, convertirla en norma y cauce obligatorio para todos, porque esto sólo llevaría a “congelar” el camino sinodal ignorando las diversas características de las distintas Iglesias particulares y la variada riqueza de la Iglesia universal.
IV. Dubium sobre el apoyo de pastores y teólogos a la teoría de que “la teología de la Iglesia ha cambiado” y, por tanto, la ordenación sacerdotal puede conferirse a las mujeres.
Tras las declaraciones de algunos prelados, que no han sido corregidas ni retractadas, según las cuales con el Vaticano II habría cambiado la teología de la Iglesia y el sentido de la Misa, se plantea la cuestión de si sigue siendo válido el dictado del Concilio Vaticano II que “el sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial difieren esencialmente y no sólo en grado” (Lumen Gentium 10) y que los presbíteros, en virtud de la “sagrada potestad del orden de ofrecer sacrificios y perdonar pecados” (Presbyterorum Ordinis 2), actúan en nombre y persona de Cristo Mediador, por quien se perfecciona el sacrificio espiritual de los fieles? También se plantea la cuestión de si sigue siendo válida la enseñanza de la carta apostólica Ordinatio Sacerdotalis de San Juan Pablo II, que enseña como una verdad que hay que sostener definitivamente que es imposible conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, de modo que esta enseñanza ya no está sujeta a cambios ni a la libre discusión de pastores o teólogos.
Respuesta del Papa Francisco:
a) “El sacerdocio común de los fieles y el sacerdocio ministerial difieren esencialmente” (Concilio Ecuménico Vaticano ll, Constitución dogmática Lumen gentium, 10). No es conveniente sostener una diferencia de grado que implique considerar al sacerdocio común de los fieles como algo de “segunda categoría” o de menor valor (“un grado más bajo”). Ambas formas de sacerdocio se iluminan y se sostienen mutuamente.
b) Cuando san Juan Pablo ll enseñó que hay que afirmar “de modo definitivo” la imposibilidad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, de ningún modo estaba menospreciando a las mujeres y otorgando un poder supremo a los varones. San Juan Pablo ll también afirmó otras cosas. Por ejemplo, que cuando hablamos de la potestad sacerdotal “nos encontramos en el ámbito de la función, no de la dignidad ni de la santidad” (san Juan Pablo ll, Christifideles laici, 51), Son palabras que no hemos acogido suficientemente. También sostuvo claramente que si bien sólo el sacerdote preside la Eucaristía, las tareas “no dan lugar a la superioridad de los unos sobre los otros” (san Juan Pablo ll, Christifideles laici, nota 190; Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Inter Insigniores, VI). Igualmente afirmó que si la función sacerdotal es “jerárquica”, no debe entenderse como una forma de dominio, sino que “está totalmente ordenada a la santidad de los miembros de Cristo” (san Juan Pablo ll, Mulieris dignitatem, 27). Si esto no se comprende y no se sacan las consecuencias prácticas de estas distinciones, será difícil aceptar que el sacerdocio esté reservado sólo a los varones y no podremos reconocer los derechos de las mujeres o la necesidad de que participen, de diversas maneras, en la conducción de la Iglesia.
c) Por otra parte, para ser rigurosos, reconozcamos que aún no se ha desarrollado exhaustivamente una doctrina clara y autoritativa acerca de la naturaleza exacta de una “declaración definitiva”. No es una definición dogmática, y sin embargo debe ser acatada por todos. Nadie puede contradecirla públicamente y sin embargo puede ser objeto de estudio, como es el caso de la validez de las ordenaciones en la Comunión anglicana.
V. Dubium sobre la afirmación “el perdón es un derecho humano” y la insistencia del Santo Padre en el deber de absolver a todos y siempre, de modo que el arrepentimiento no sería una condición necesaria para la absolución sacramental.
Se plantea la cuestión de si sigue vigente la enseñanza del Concilio de Trento, según la cual, para que sea válida la confesión sacramental, es necesaria la contrición del penitente, que consiste en detestar el pecado cometido con la intención de no pecar más (Sesión XIV, Capítulo IV: DH 1676), de modo que el sacerdote debe posponer la absolución cuando es evidente que no se cumple esta condición.
Respuesta del Papa Francisco:
a) El arrepentimiento es necesario para la validez de la absolución sacramental, e implica el propósito de no pecar, Pero aquí no hay matemáticas y una vez más debo recordar que el confesionario no es una aduana. No somos dueños, sino humildes administradores de los Sacramentos que alimentan a los fieles, porque estos regalos del Señor, más que reliquias a custodiar, son ayudas del Espíritu Santo para la vida de las personas.
b) Hay muchas maneras de expresar el arrepentimiento. Frecuentemente, en las personas que tienen una autoestima muy herida, declararse culpables es una tortura cruel, pero el sólo hecho de acercarse a la confesión es una expresión simbólica de arrepentimiento y de búsqueda de la ayuda divina.
c) Quiero recordar también que “a veces nos cuesta mucho dar lugar en la pastoral al amor incondicional de Dios” (Amoris laetitia 311), pero hay que aprenderlo. Siguiendo a san Juan Pablo ll, sostengo que no debemos exigir a los fieles propósitos de enmienda demasiado precisos y seguros, que en el fondo terminan siendo abstractos o incluso ególatras, sino que aun la previsibilidad de una nueva caída “no prejuzga la autenticidad del propósito” (san Juan Pablo ll, Carta al Cardenal William W. Baum y a los participantes del curso anual de la Penitenciaría Apostólica, 22 marzo 1996, 5).
d) Por último, debe quedar claro que todas las condiciones que habitualmente se ponen en la confesión, generalmente no son aplicables cuando la persona se encuentra en una situación de agonía, o con sus capacidades mentales y psíquicas muy limitadas.

Cardenal Brandmüller

Cardenal Tucho Fernández responde que Papa Francisco no es esclavo para sus mandados (Diario ABC)

Nuevamente, un grupo de Cardenales ha presentado cinco “dubia” al Papa, las reformulan y hacen públicas.

Por Gaudium Press.
Nuevamente, un grupo de Cardenales ha presentado cinco “dubia”, cinco dudas, procedimiento tradicional que se eleva para aclaraciones doctrinarias. ‘Nuevamente’ porque este grupo de dubia ahora presentado, que lo fue el 21 de agosto pasado, recuerda las dubia presentadas al Papa a finales del 2016 por los Cardenales Cafarra, Meisner, Burke y Brandmüller, sobre implicaciones doctrinales de la exhortación Amoris Laetitia, que no fueron respondidas. Estos cardenales se dirigieron al Papa el 25 de abril de 2017 por boca del Cardenal Cafarra, manifestado su adhesión al Pontífice pero pidiendo una audiencia para abordar la materia, audiencia que tampoco fue concedida.
Ahora son los Cardenales Brandmüller (alemán), Sarah (guineano), Burke (estadounidense), Zen (chino), y Sandoval (mexicano) –personajes de mucho peso específico en la Iglesia–, los que se dirigieron al Pontífice y al Dicasterio de la Doctrina de la Fe, expresando preocupaciones y buscando aclaraciones acerca de puntos de doctrina y de disciplina de la Iglesia, antes del inicio del Sínodo de la Sinodalidad. El Papa emitió una respuesta que sin embargo en la mente de los Cardenales no aclaró buena parte de la consulta, por lo que ahora reformulan esas dubia y las hacen públicas. A este pedido de aclaración ya ha reaccionado violentamente el Cardenal Víctor Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, declarando que “el Papa ya ha respondido los ‘dubia’ de estos cardenales”, y agregando que “ellos no han publicado la respuesta del Santo Padre, que a pesar de sus muchas ocupaciones se tomó el trabajo de responderles. En lugar de publicar esas respuestas, ahora hacen públicas nuevas preguntas, como si el Papa fuera su esclavo para los mandados”.
De hecho, el tonus de este último pedido de los Cardenales no es tampoco tan ‘diplomático’.
Dicen los purpurados que ellos estudiaron la carta de respuesta del Papa a sus dubia, del 11 de julio pasado, y que encontraron que “no seguía la práctica de las responsa ad dubia”, por lo que las “reformulamos para obtener una respuesta basada en la doctrina y disciplina perennes de la Iglesia”. Esta reformulación fue presentada al Pontífice el 21 de agosto pasado. “Hasta la fecha, no hemos recibido respuesta a la dubia reformulada”, expresan los Cardenales ahora.
Dada la gravedad del asunto de la dubia, especialmente en vista de la inminente sesión del Sínodo de los Obispos, juzgamos nuestro deber informaros a vosotros, los fieles (c. 212 § 3), de manera que no quedéis sujetos a confusión, error y desaliento, sino que oréis por la Iglesia universal y, en particular, por el Romano Pontífice, para que el Evangelio sea enseñado cada vez más claramente y seguido cada vez más fielmente”, informan.
Las cinco dubia, reformuladas y no respondidas, son:
1. ¿Es posible que la Iglesia enseñe hoy doctrinas contrarias a las que ha enseñado anteriormente en materia de fe y de moral, ya sea por el Papa «ex cathedra», ya sea en las definiciones de un Concilio Ecuménico, ya sea en el magisterio universal ordinario de los Obispos dispersos por el mundo (cf. «Lumen Gentium» 25)?
2. ¿Es posible que en algunas circunstancias un pastor pueda bendecir uniones entre personas homosexuales, sugiriendo así que el comportamiento homosexual como tal no sería contrario a la ley de Dios y al camino de la persona hacia Dios? Vinculada a esta «dubia» es necesario plantear otra: ¿sigue siendo válida la enseñanza sostenida por el magisterio ordinario universal, según la cual todo acto sexual fuera del matrimonio, y en particular los actos homosexuales, constituyen un pecado objetivamente grave contra la ley de Dios, independientemente de las circunstancias en las que tenga lugar y de la intención con la que se realice?
3. El Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma, y que incluye sólo una escogida representación de pastores y fieles, ¿ejercerá, en las cuestiones doctrinales o pastorales sobre las que deberá expresarse, la Suprema Autoridad de la Iglesia, que pertenece exclusivamente al Romano Pontífice y, «una cum capite suo», al Colegio de los Obispos (cf. c. 336 C.I.C.)?
4. ¿Podría la Iglesia en el futuro tener la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, contradiciendo así que la reserva exclusiva de este sacramento a los varones bautizados pertenece a la sustancia misma del sacramento del Orden, que la Iglesia no puede cambiar?
5. ¿Puede recibir válidamente la absolución sacramental un penitente que, aun admitiendo un pecado, se niega a manifestar, de cualquier modo, la intención de no volver a cometerlo?
Estas nuevas preguntas van acompañadas de una contextualización apropiada, de autoría de algunas de las mayores mentes de la Iglesia Católica. Parecería fácil responder a estas dubia, de acuerdo a la doctrina tradicional de la Iglesia, y a la práctica tradicional de respuesta a este tipo de preguntas: A la primera “No”, a la segunda “Sí”, a la tercera “No”, a la cuarta “No”, y a la quinta “No”, por lo que la no respuesta del Pontífice suscita ya en muchos espíritus el temor de que estas simples respuestas no correspondan a las matizaciones de su espíritu, aumentando así los resquemores de se permita que el Sínodo de la Sinodalidad sí conmueva los fundamentos de la tradición católica.
A continuación, el texto completo de la comunicación de los Cardenales, en versión de Infocatólica: Notificación a los fieles de Cristo (c. 212 § 3)
En relación con Dubia presentada al Papa Francisco
Nosotros, miembros del Sagrado Colegio Cardenalicio, de acuerdo con el deber de todos los fieles de « manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia» (c. 212 § 3) y, sobre todo, de acuerdo con la responsabilidad de los Cardenales de «asistir al Romano Pontífice… personalmente… ayudando al Papa sobre todo en su gobierno cotidiano de la Iglesia universal (c. 349), a la vista de diversas declaraciones de Prelados de alto rango, relativas a la celebración del próximo Sínodo de los Obispos, que son abiertamente contrarias a la constante doctrina y disciplina de la Iglesia, y que han generado y siguen generando gran confusión, así como la caída en error entre fieles y demás personas de buena voluntad, hemos manifestado nuestra más profunda preocupación al Romano Pontífice. Mediante nuestra carta del 10 de julio de 2023, empleando la consabida práctica de la presentación de dubia [preguntas] a un superior para proporcionar al superior la ocasión de aclarar, mediante sus responsa [respuestas], la doctrina y la disciplina de la Iglesia, hemos presentado cinco dubia al Papa Francisco, de las que adjuntamos copia. En su carta del 11 de julio de 2023, el Papa Francisco respondió a nuestra carta.
Habiendo estudiado su carta, que no seguía la práctica de las responsa ad dubia [respuestas a preguntas], reformulamos la dubia para obtener una respuesta clara basada en la doctrina y disciplina perennes de la Iglesia. Por carta del 21 de agosto de 2023, presentamos al Romano Pontífice la dubia reformulada, de la que adjuntamos copia. Hasta la fecha, no hemos recibido respuesta a la dubia reformulada.
Dada la gravedad del asunto de la dubia, especialmente en vista de la inminente sesión del Sínodo de los Obispos, juzgamos nuestro deber informaros a vosotros, los fieles (c. 212 § 3), de manera que no quedéis sujetos a confusión, error y desaliento, sino que oréis por la Iglesia universal y, en particular, por el Romano Pontífice, para que el Evangelio sea enseñado cada vez más claramente y seguido cada vez más fielmente.
Vuestros en Cristo,
Walter Cardenal Brandmüller
Raymond Leo Cardenal Burke
Juan Cardenal Sandoval Íñiguez
Robert Cardenal Sarah Joseph
Cardenal Zen Ze-kiun SDB
Roma, 2 de octubre de 2023
Dubia reformulados al Sumo Pontífice
A Su Santidad Francisco, Sumo Pontífice
Santísimo Padre,
Le agradecemos mucho las respuestas que ha tenido a bien ofrecernos. En primer lugar, quisiéramos aclarar que, si le hemos formulado estas preguntas, no es por miedo al diálogo con los hombres de nuestro tiempo, ni a las preguntas que podrían hacernos sobre el Evangelio de Cristo. De hecho, nosotros, como Vuestra Santidad, estamos convencidos de que el Evangelio da plenitud a la vida humana y responde a todas nuestras preguntas. La preocupación que nos mueve es otra: nos preocupa ver que hay pastores que dudan de la capacidad del Evangelio para transformar el corazón de los hombres y acaban por proponerles no ya la sana doctrina, sino «enseñanzas según sus propios gustos» (cf. 2 Tim 4, 3). También nos preocupa que se comprenda que la misericordia de Dios no consiste en cubrir nuestros pecados, sino que es mucho mayor, ya que nos permite responder a su amor guardando sus mandamientos, es decir, convirtiéndonos y creyendo en el Evangelio (cf. Mc 1, 15).
Con la misma sinceridad con la que Vuestra Santidad nos ha respondido, debemos añadir que Vuestras respuestas no han resuelto las dudas que habíamos planteado, sino que, antes bien, las han profundizado. Por ello, nos sentimos obligados a volver a proponer, reformulándolas, estas preguntas a Vuestra Santidad, que como sucesor de Pedro está encargado por el Señor de confirmar a Vuestros hermanos en la fe. Esto se hace tanto más urgente en vista del próximo Sínodo, que muchos quieren utilizar para negar la doctrina católica sobre las mismas cuestiones a las que se refieren nuestras «dubia». Por tanto, volvemos a proponerle nuestras preguntas, para que puedan ser respondidas con un simple «sí» o «no».
1. Su Santidad insiste en que la Iglesia puede profundizar su comprensión del depósito de la fe. Esto es, en efecto, lo que enseña «Dei Verbum» 8 y pertenece a la doctrina católica. Su respuesta, sin embargo, no coge nuestra preocupación. Muchos cristianos, incluidos pastores y teólogos, sostienen hoy que los cambios culturales y antropológicos de nuestro tiempo deberían impulsar la Iglesia a enseñar lo contrario de lo que siempre ha enseñado. Ello afecta a cuestiones esenciales, no secundarias, para nuestra salvación, como la confesión de fe, las condiciones subjetivas para acceder a los sacramentos y la observancia de la ley moral. Por tanto, queremos reformular nuestro «dubium»: ¿es posible que la Iglesia enseñe hoy doctrinas contrarias a las que ha enseñado anteriormente en materia de fe y de moral, ya sea por el Papa «ex cathedra», ya sea en las definiciones de un Concilio Ecuménico, ya sea en el magisterio universal ordinario de los Obispos dispersos por el mundo (cf. «Lumen Gentium» 25)?
2. Su Santidad ha insistido en que no puede haber confusión entre el matrimonio y otro tipo de uniones de naturaleza sexual y que, por tanto, debe evitarse cualquier rito o bendición sacramental de parejas del mismo sexo que pueda dar lugar a tal confusión. Nuestra preocupación, sin embargo, es otra: nos preocupa que la bendición de parejas del mismo sexo pueda crear confusión en cualquier caso, no sólo en el sentido de que pueda hacerlas parecer análogas al matrimonio, sino también en el sentido de que los actos homosexuales se presentarían prácticamente como un bien, o al menos como el posible bien que Dios pide a las personas en su camino hacia Él. Reformulemos, pues, nuestro «dubium»: ¿Es posible que en algunas circunstancias un pastor pueda bendecir uniones entre personas homosexuales, sugiriendo así que el comportamiento homosexual como tal no sería contrario a la ley de Dios y al camino de la persona hacia Dios? Vinculada a esta «dubia» es necesario plantear otra: ¿sigue siendo válida la enseñanza sostenida por el magisterio ordinario universal, según la cual todo acto sexual fuera del matrimonio, y en particular los actos homosexuales, constituyen un pecado objetivamente grave contra la ley de Dios, independientemente de las circunstancias en las que tenga lugar y de la intención con la que se realice?
3. Usted ha insistido en que existe una dimensión sinodal de la Iglesia, en el sentido de que todos, incluidos los fieles laicos, están llamados a participar y a hacer oír su voz. Nuestra dificultad, sin embargo, es otra: hoy se presenta el futuro Sínodo de la «sinodalidad» como si, en comunión con el Papa, representara la Suprema Autoridad de la Iglesia. Sin embargo, el Sínodo de los Obispos es un órgano consultivo del Papa; no representa al Colegio Episcopal y no puede resolver las cuestiones tratadas en él ni emitir decretos sobre las mismas, a no ser que, en determinados casos, el Romano Pontífice, a quien corresponde ratificar las decisiones del Sínodo, le haya concedido expresamente poder deliberativo (cf. c. 343 C.I.C.). Se trata de un punto decisivo, en la medida en que no implicar al Colegio episcopal en cuestiones como las que el próximo Sínodo pretende plantear, que tocan a la constitución misma de la Iglesia, iría precisamente contra la raíz de esa sinodalidad, que dice querer promover. Reformulemos, pues, nuestro «dubium»: el Sínodo de los Obispos que se celebrará en Roma, y que incluye sólo una escogida representación de pastores y fieles, ¿ejercerá, en las cuestiones doctrinales o pastorales sobre las que deberá expresarse, la Suprema Autoridad de la Iglesia, que pertenece exclusivamente al Romano Pontífice y, «una cum capite suo», al Colegio de los Obispos (cf. c. 336 C.I.C.)?
4. En Su respuesta, Su Santidad dejó claro que la decisión de San Juan Pablo II en «Ordinatio Sacerdotalis» debe mantenerse definitivamente, y añadió acertadamente que es necesario entender el sacerdocio, no en términos de poder, sino en términos de servicio, para comprender correctamente la decisión de Nuestro Señor de reservar las Órdenes Sagradas sólo a los hombres. Por otra parte, en el último punto de su respuesta ha añadido que la cuestión aún puede profundizarse. Nos preocupa que algunos puedan interpretar esta afirmación en el sentido de que la cuestión aún no ha sido decidida de manera definitiva. De hecho, San Juan Pablo II afirma en la «Ordinatio Sacerdotalis» que esta doctrina ha sido enseñada infaliblemente por el magisterio ordinario y universal, y por tanto que pertenece al depósito de la fe. Esta fue la respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un «dubium» planteado sobre la carta apostólica, y esta respuesta fue aprobada por el propio Juan Pablo II. Por lo tanto, debemos reformular nuestro «dubium»: ¿podría la Iglesia en el futuro tener la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, contradiciendo así que la reserva exclusiva de este sacramento a los varones bautizados pertenece a la sustancia misma del sacramento del Orden, que la Iglesia no puede cambiar?
5. Finalmente, Su Santidad confirmó la enseñanza del Concilio de Trento según la cual la validez de la absolución sacramental requiere el arrepentimiento del pecador, que incluye la resolución de no volver a pecar. Y nos invitó a no dudar de la infinita misericordia de Dios. Queremos reiterar que nuestra pregunta no surge de dudar de la grandeza de la misericordia de Dios, sino que, por el contrario, surge de nuestra conciencia de que esta misericordia es tan grande que somos capaces de convertirnos a Él, de confesar nuestra culpa y de vivir como Él nos ha enseñado. En cambio, algunos podrían interpretar su respuesta en el sentido de que el mero acercamiento a la confesión es condición suficiente para recibir la absolución, en la medida en que podría incluir implícitamente la confesión de los pecados y el arrepentimiento. Por tanto, quisiéramos reformular nuestro «dubium»: ¿Puede recibir válidamente la absolución sacramental un penitente que, aun admitiendo un pecado, se niega a manifestar, de cualquier modo, la intención de no volver a cometerlo?
Ciudad del Vaticano, 21 de agosto de 2023
Walter Cardenal Brandmüller
Raymond Leo Cardenal Burke
Juan Cardenal Sandoval Íñiguez
Robert Cardenal Sarah
Joseph Cardenal Zen Ze-kiun SDB

Rosselli Amuruz celebra

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Rosselli Amuruz acudió a honras fúnebres de Hernando Guerra García después de estar en fiesta que dejó un muerto

Como integrante de la Mesa Directiva, la legisladora estuvo en la delegación que acompañó al féretro desde el ingreso hasta Pasos Perdidos del hemiciclo

Por Luis Paucar– www.infobae.com
Aunque el canal del Estado no la enfocó durante la ceremonia, Amuruz fue captada por las cámaras de Latina al lado del presidente del Parlamento, Alejandro Soto, tras llegar a la capilla ardiente instalada en Pasos Perdidos cerca de las 11:00 horas.
Como integrante de la Mesa Directiva, estuvo en la delegación que acompañó al féretro desde el ingreso al hemiciclo hasta el pasadizo central, donde se desarrollaron las honras fúnebres.
Al homenaje también asistió la presidenta Dina Boluarte y el premier Alberto Otárola, así como la lideresa opositora, Keiko Fujimori, diputados, dirigentes políticos, familiares y amigos del parlamentario, fallecido a causa de un infarto en Punta de Bombón (Arequipa).
Desde la izquierda, los integrantes de la mesa directiva del Congreso peruano, Hernando Guerra García, Alejandro Soto, Waldemar Cerrón, y Rosselli Amuruz, en una fotografía de archivo. EFE/ Aldair Mejía/POOL Desde la izquierda, los integrantes de la mesa directiva del Congreso peruano, Hernando Guerra García, Alejandro Soto, Waldemar Cerrón, y Rosselli Amuruz, en una fotografía de archivo. EFE/ Aldair Mejía/POOL
Por la madrugada, Amuruz estuvo en una celebración por el cumpleaños de su pareja, el excongresista Paul García, que terminó en fuego abierto y con la vida del periodista e investigador de una revista de espectáculos, Christian Enrique, según videos a los que tuvo acceso La Encerrona.
La Policía Nacional (PNP) sindica como responsable a Pedro Valdivia, vinculado a la banda criminal ‘Los Malditos de Bellavista’ y hermano del excandidato a la alcaldía de este distrito chalaco, Abel Valdivia.
El presunto homicida fue capturado por agentes de investigación criminal en Miraflores, casi tres horas después del incidente por el que la Superintendencia Nacional de Control de Servicios de Seguridad, Armas, Municiones y Explosivos de Uso Civil (Sucamec) inició un proceso administrativo sancionador para determinar si fue correcto o no el uso del arma.
El periodista de espectáculos habría sido contratado para grabar los pormenores de la fiesta de la pareja de Amuruz, aunque la legisladora sostuvo una versión distante mediante un pronunciamiento publicado en su cuenta de X, antes Twitter.
“Aclaración: Asistí a una reunión social de la cual me retiré antes de la medianoche. Hoy tomé conocimiento de lo sucedido en el exterior a través de los medios. Desconozco los motivos y solicito una investigación rápida para determinar a los culpables”, se lee en su post.
Tras el homenaje póstumo realizado en el Palacio Legislativo, el cortejo fúnebre de Guerra García se dirigió hacia La Molina, donde se ubica el cementerio Jardines de la Paz, encargado del proceso de cremación.
El parlamentario había viajado a Arequipa para participar de la convención minera Perumin, aunque el jueves por la noche se trasladó al distrito costero de Punta de Bombón, donde sufrió una descompensación y se desmayó.
Su equipo policial lo llevó a un dispensario médico cercano, pero estaba cerrado y sin atención, razón por la cual debieron trasladarlo al Hospital Manuel Torres Muñoz de Mollendo, a unos 40 minutos de distancia, donde los médicos solo pudieron certificar su deceso.
La repentina muerte sacudió al partido fujimorista y desató críticas contra el sistema público de salud, sobre todo después de que El Comercio expusiera que el 45 % de los centros de salud y dispensarios no tienen médicos, aun cuando Boluarte sostiene que todos los ciudadanos cuentan con un seguro médico.
Guerra García fue abogado y trabajó en medios de comunicación. En 2020 fue presentado en las listas de la formación fujimorista para las elecciones de 2021, donde fue elegido para el periodo que culmina en 2026.
Asimismo, se desempeñó como portavoz de su partido, luego pasó a ser el presidente de la Comisión de Constitución y Reglamento, y desde el 26 de julio de este año ocupaba el cargo de primer vicepresidente del Congreso.

La resaca de Amuruz

Ya ha pasado una semana desde que la tercera vicepresidenta del Congreso, Rosselli Amuruz, fue noticia por participar en la fiesta de su pareja, el excongresista Paul García, en la que hubo una balacera y terminó con un fallecido, el comunicado Christian Enrique Tirado. Los agravantes de esta situación fueron que el Legislativo se encontraba de luto por el fallecimiento de su primera vicepresidente, Hernando Guerra-García, y las abundantes inconsistencias y revelaciones que se encuentran en sus declaraciones sobre el evento, y en las contrataciones de la congresista. Toda esta trama, o resaca, en la siguiente nota.
Incoherencias
Una de las contradicciones más relevantes se dio tras el cambio de declaración de Amuruz, quien inicialmente había dicho que se había retirado del lugar antes de medianoche, pero luego, respaldada por vídeos de seguridad, afirmó que se fue minutos antes del incidente.
Las grabaciones de las cámaras de seguridad de ese lugar muestran que los eventos objeto de la investigación ocurrieron a las 12:54 a.m. del domingo.
Canal N emitió imágenes que muestran a una mujer saliendo de la ubicación de la fiesta y subiéndose a un vehículo perteneciente a la familia de Amuruz entre las 12:41 y las 12:47 a.m. del domingo. El disparo que involucra a la víctima ocurrió solo siete minutos después.
En una entrevista posterior, Amuruz confirmó que era la mujer en el video y que esa fue su salida. Sin embargo, en un intento por desmentir versiones que la situaban en la fiesta en el momento de la muerte, Amuruz compartió el mismo video en Twitter. Su afirmación, no obstante, ya no era que se retiró antes de la medianoche, sino antes de los hechos bajo investigación, sin especificar la hora.
Al ser consultado al respecto, el excongresista García confirmó que se retiró antes de que ocurriera el asesinato, aunque mencionó que no tenía recuerdo de la hora exacta. Además, aseguró que la policía había tenido acceso a las grabaciones de video y pudo establecer con pruebas visuales el momento preciso en que abandonó el lugar junto a la congresista.
El victimario
La investigación de la fiscalía y la policía se centra en Abel Valdivia Montoya como el supuesto autor del delito. Una jueza ordenó su detención a nivel internacional después de que se supo que había viajado a Colombia.
La defensa legal de Abel Valdivia sostiene que él admitió haber disparado a la víctima, lo que resultó en su muerte, pero lo hizo en “legítima defensa” de su hermano.
Y es aquí donde entra otra contradicción en las declaraciones de García, pues afirmó que no había invitado a Abel Valdivia a su fiesta. Sin embargo, según dijeron los hermanos del prófugo, el excongresista lo habría invitado directamente vía Whatsapp.
“Abel Valdivia me informa que recibió la invitación expresa de Paul García para asistir a la fiesta y justamente él acudió. Él no es una persona improvisada, o que vio la puerta abierta y se introdujo en ese inmueble. Abel estuvo allí porque fue invitado por esta persona”, declaró Fernando Núñez, abogado de Abel Valdivia.
“Estoy con una congre”
Luego de que estallara el escándalo, Paul García se presentó en diversos programas dominicales para brindar las explicaciones pertinentes. Pero fue bastante reacio a confirmar su relación con Amuruz. “Nos estamos conociendo”, declaró en una de esas entrevistas. Más adelante se revelarían algunas capturas de redes sociales en donde se ve a Amuruz y García coqueteando y haciéndose cumplidos, por lo que posteriormente fue inevitable negar su vínculo.
Además, el viernes se filtró una conversación entre García y uno de sus amigos, a quien le alardeó su situación sentimental con Amuruz. “Estoy con una congre. Alucina jajajaja”, se lee en el chat.
Pero esta operación no era pura casualidad. Había motivos para que García ocultara ante cámaras y la opinión pública su vínculo con Amuruz.
Una investigación reveló que ambos compartieron fechas de viaje a países como Colombia, Panamá, España, República Dominicana y Argentina durante las semanas de representación, en las cuales se supone que debían atender las necesidades de las provincias y comunidades del país para buscar soluciones a sus problemas. Como si esto no fuera suficiente, la legisladora recibió un bono de S/ 2.800 destinado a gastos logísticos durante estos viajes.
Un informe de Centro Liber reveló que la congresista se desplazó a República Dominicana junto a García desde el viernes 7 de julio hasta el 11 del mismo mes, es decir, un día después de que iniciara la semana de representación.
Amuruz y García coincidieron en sus destinos durante los viajes.
Otra de las actividades registradas fue una reunión en su despacho con autoridades locales de Ayacucho el viernes 14 de julio.
En el mes siguiente, la parlamentaria y el excandidato a la alcaldía provincial del Callao emprendieron un vuelo a Argentina del 18 al 23 de agosto. Sin embargo, en su informe de actividades, la integrante de la Mesa Directiva únicamente consignó actividades para los días 24 y 25, a pesar de que la semana de representación estaba programada del 22 al 26.
También surgieron más interrogantes acerca de la contratación de la hermana de Paul García y de su exasesor por parte de la congresista. Alejandra García Oviedo y Cenit Málaga Carcasi fueron respaldados en esta contratación por otros miembros de la Mesa Directiva liderada por el cuestionado Alejandro Soto.
Se sabe que Alejandra García Oviedo comenzó a trabajar en el Congreso en septiembre de este año con un salario de 9 mil soles, mientras que el exasesor principal de Paul García también ingresó al mismo departamento.
Pero ¿cuál sería el interés de García para tener cerca a alguien como Amuruz? Una fuente del Congreso confirmó a El Reporte que tendría entre sus pretensiones inscribir un nuevo partido político para los siguientes comicios. Como se recuerda, tras ser congresista del período complementario 2020-2021, salió de Acción Popular y fracasó en su intento por convertirse en alcalde provincial del Callao.
Una joya
Paul García, quien también fue congresista por Acción Popular en el período complementario 2020-2021, se convirtió en tendencia en las redes sociales debido a su historial de acusaciones relacionadas con violencia, falsificación de firmas y comportamiento negligente.
Durante su candidatura al cargo de congresista, se reveló que estaba siendo investigado por el Ministerio Público por supuestas firmas falsificadas en las elecciones internas de su partido político, donde ocupó el cargo de secretario general en la región Callao. Sara Cumpa Rodríguez, una militante del partido, afirmó que las firmas en las actas electorales no coincidían “a simple vista” con las constancias registradas, y se ignoraron los testimonios de votantes que negaban haber firmado.
Además, se descubrió que tenía varias denuncias por violencia doméstica presentadas por su exconviviente, Zoilita del Coral Guerra Rodríguez de Aliaga. Una de las denuncias en su historial mencionaba lesiones por agresión física en múltiples fechas.
Censura a la vista
Ante la gran oleada de críticas, congresistas de Acción Popular, Podemos Perú, Cambio Democrático, Perú Bicentenario, Unidad y Diálogo Parlamentario y no agrupados presentaron el jueves 5 de octubre una moción de censura contra Amuruz para que deje de integrar la Mesa Directiva. Entre los reclamos presentados contra la congresista destaca su asistencia a esta fiesta, los viajes efectuados al extranjero con García y las extrañas contrataciones del entorno cercano de García.
Si bien aún es muy pronto para definir o estimar el apoyo que recibirá esta medida, fuentes del Congreso declararon a este medio que la censura sería inminente. Desde El Reporte, la consideramos necesaria. Que un congresista sea de derecha no lo exime de su irresponsabilidad y mal comportamiento.
Fuente: ElReporte.pe

Congresista Amuruz viajó al exterior con Paul García en semanas de representación

La parlamentaria se encontraba en el extranjero cuando debía realizar las actividades de representación, no obstante, cobró el bono por gastos de apoyo logístico.
Por Centro Liber
Durante sus semanas de representación, la congresista Rosselli Amuruz y el exlegislador Paul García Oviedo realizaron diversos viajes al extranjero. En el siguiente informe, Centro Liber difunde los movimientos migratorios de ambos personajes en los que se advierte que la legisladora se encontraba en el exterior en los días de representación, a pesar de ello, cobró el bono por este concepto en su integridad.
Centro Liber accedió a los certificados de los movimientos migratorios de la congresista Amuruz y de Paul García Oviedo, donde se constató que ambos realizaron cinco viajes en las mismas fechas, hacia los siguientes destinos: Colombia, Panamá, España, República Dominicana y Argentina. Los vuelos se gestionaron en los meses de abril, mayo, junio, julio y agosto del 2023
.
Esta información nos permitió evidenciar que en días de las semanas de representación, correspondiente a los meses de julio (del 10 al 14) y agosto (del 21 al 25), la parlamentaria se encontraba en el extranjero cuando debió estar realizando sus labores como representante de Lima. Aún así, hizo uso del bono de 2,800 soles como gastos en apoyo logístico.
Cabe mencionar, que de acuerdo con el inciso “f)” del artículo 23 del Reglamento del Congreso de la República, los congresistas tienen la obligación de laborar cinco días continuos al mes en la circunscripción electoral de procedencia o en cualquier parte del país. Sin embargo, la congresista Amuruz no cumplió con estas obligaciones y prefirió recortar sus días de trabajo durante la semana de representación para disfrutar de sus viajes en el exterior con Paul García. 

INFORMES. La congresista Rosselli Amuruz presentó informes de julio y agosto donde se evidencia que no cumplió con los días de representación por estar de viaje en el extranjero.

Los viajes de Amuruz y García

De acuerdo con los certificados migratorios, Rosselli Amuruz y Paul García salieron rumbo a República Dominicana el viernes 7 de julio de 2023 y, tras algunos días de estancia, regresaron al Perú el 11 de julio. Según el informe de representación de la congresista Amuruz, las actividades realizadas en esa semana de representación debieron comenzar el 10 de julio y culminar el 14 del mismo mes. No obstante, la congresista recién regresó a nuestro país el 11 de julio y, por tanto, no cumplió con trabajar el lunes 10 de julio y al menos parte del día martes 11 de julio.
Al revisar las actividades consignadas en el informe de julio, el equipo de Centro Liber solo pudo verificar que la congresista Amuruz visitó la Contraloría General de la República el 12 de julio y recibió en su despacho a autoridades locales de Ayacucho el viernes 14 de julio.
CONTRALORÍA. La congresista Rosselli Amuruz visitó la Contraloría el 12 de julio.CONGRESO. La congresista Rosselli Amuruz recibió en su despacho a autoridades locales de Ayacucho el 14 de julio.
Al mes siguiente, Amuruz y García registraron una salida del país con destino a Argentina el 18 de agosto, con retorno el 23 de agosto. La semana de representación estaba programa  del 21 al 25 de agosto, por lo que la congresista solo consignó en su informe actividades realizadas el jueves 24 de agosto y viernes 25 de agosto. Es decir, la congresista no cumplió con su trabajo de la semana de representación los días 21, 22 y 23 por haber estado de viaje junto a Paul García.

Perumin calateó al Perú

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Por Martha Meier Miró Quesada- Diario EXPRESO.
La prematura muerte del respetado y querido congresista Hernando “Nano” Guerra García, en Arequipa, ha calateado el abandono del sistema de salud en el Perú. El fujimorista no pudo ser atendido en la posta de Punta de Bombón porque no había un médico. Y Punta Bombón está allí no más, en Islay, no son las profundidades del Cañón de Cotahuasi, ni las alturas de Aguada Blanca.
El Ministerio de Salud –que desde la pandemia mostró su desorganización– informó que nueve de cada diez postas y centros de salud no están adecuadamente equipados. En buen cristiano: nueve de cada diez postas no sirven salvo para ponerle una bandita a algún raspón de rodilla; eso si se tiene la suerte de rasparse en horario de bodeguero ocioso, porque resulta que los médicos atienden hasta las 7:30 p.m. y les importa un bledo que no haya relevo.
Guerra García fue trasladado al hospital de EsSalud Manuel Torres Muñoz, a una hora de distancia, donde llegó sin vida. Si la posta hubiera estado abierta y equipada ‘Nano’ quizá estuviese ahora vivo.
El desmoronamiento del sistema de salud, resulta de 23 años sin un Alberto Fujimori o de un Alan García; ambos presidentes prestaron atención al sector salud, construyeron nuevos hospitales y/o repararon los que estaban prácticamente abandonados, dotando además de lo necesario a las postas que son lugares de atención primaria, de los que depende la vida de millones de peruanos. Existe un déficit de más de mil seiscientas postas en el Perú, y esto se ha visibilizado con la desgracia del congresista Guerra García.
A lo sucedido hay que sumarle la irresponsabilidad de los organizadores de la Convención Minera-Perumin 2023, inaugurada el lunes en Arequipa, uno de los eventos más grandes de su tipo en el mundo. ¿No debían estar preparados para atender emergencias, tener un avión ambulancia, intensivistas a disposición? Y así Perumin demostró que estúpidamente optimistas son los peruanos, creyendo que nunca va a pasar nada en un país cuyos servicios se caen a pedazos.
El Perú se desmorona, calato de propuestas, de diálogo y sufriendo la mayor desunión entre compatriotas a costa de falsas narrativas. Cuando más unión requerimos, allí están los agentes castro chavistas intrigando y la zurda pituca haciendo eco. El Perú necesita decisión y mano dura para ordenarlo para sacarlo adelante.
Mientras aún se desarrollaba la feria minera más importantes del mundo, un grupo de pobladores de la provincia de Huamalíes, en Huánuco, tomaron las instalaciones de la minera Antamina, enfrentándose a la seguridad y a la policía.
Los agitadores recorrieron varios kilómetros a pie para exigir el cumplimiento de los compromisos asumidos por la empresa, entre los que figuran asuntos que, en realidad, son responsabilidad del Estado: construcción de colegios, reforestación para mitigar el impacto ambiental, y el asfaltado de una vía.
Presidente Boluarte, gobierne. Y oposición criticona, asuman ministerios porque esta pobre gente no tiene idea.

Hernando ‘Nano’ Guerra García: así fue el homenaje en el Congreso, con presencia de Presidenta Dina Boluarte

Súbito fallecimiento de parlamentario sensibiliza a todos sectores políticos

El Congreso de la República rindió homenaje al fallecido primer vicepresidente, Hernando ‘Nano’ Guerra García, en ceremonia de honras fúnebres que contó con la presencia de la presidenta Dina Boluarte y de representantes de todos los sectores políticos que se dieron cita en el Palacio Legislativo.
La jefa de Estado autorizó que las Fuerzas Armadas y Policía Nacional rindieran honores a la investidura del exparlamentario como primer titular del Congreso de la República.
El cortejo fúnebre fue trasladado desde la parroquia Santa María Reina, en San Isidro, hasta el ‘Hall de los Pasos Perdidos’ del Parlamento, donde se acercaron a rezarle al féretro la presidenta de la República, Dina Boluarte; el premier Alberto Otárola; el presidente del Congreso, Alejandro Soto; entre otros personajes de la política.
El protocolo permitió a los participantes a la ceremonia de honras fúnebres acercarse al féretro y hacer uso de la palabra para expresar sus sentimientos respecto al extinto congresista Hernando ‘Nano’ Guerra García.
Trascendió que ante el fallecimiento de Guerra García, su curul será ocupada por el accesitario perteneciente a la bancada de Fuerza Popular, en este caso, el exministro Fernando Rospigliosi.
Fuente: Diario EXPRESO.

Apartarnos del mal

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Evangelio según San Mateo 21,28-32.
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:
¿Qué les parece? Un hombre tenía dos hijos y, dirigiéndose al primero, le dijo: ‘Hijo, quiero que hoy vayas a trabajar a mi viña’. El respondió: ‘No quiero’. Pero después se arrepintió y fue.
Dirigiéndose al segundo, le dijo lo mismo y este le respondió: ‘Voy, Señor’, pero no fue.
¿Cuál de los dos cumplió la voluntad de su padre?“. “El primero”, le respondieron. Jesús les dijo: “Les aseguro que los publicanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al Reino de Dios.
En efecto, Juan vino a ustedes por el camino de la justicia y no creyeron en él; en cambio, los publicanos y las prostitutas creyeron en él. Pero ustedes, ni siquiera al ver este ejemplo, se han arrepentido ni han creído en él”.

Homilía del Padre Paul Voisin de la Congregación de la Resurrección:

A mediados del siglo IV, Agustín nació en Cartago, en el norte de África. Su madre era una devota Católica, a la que hoy conocemos como Santa Mónica. Agustín no se interesó por la fe de su madre, y a medida que fue creciendo vivió una vida desordenada y pecaminosa. A los veinte años, se trasladó a Milán (Italia), donde estudió filosofía y se convirtió en profesor. Con el tiempo, se sintió cada vez más insatisfecho con su vida. La “emoción” había desaparecido de su vida desenfrenada. De repente, se sintió atraído por el cristianismo. Leyó sobre San Antonio del Desierto, un monje primitivo que vivió una vida santa y solitaria, lo que le hizo reconsiderar su vida y su rumbo. Se dirigió a Dios en su momento de necesidad, y experimentó la presencia y la gracia de Dios. Inmediatamente comenzó a prepararse para el Bautismo. Más tarde se hizo sacerdote y luego Obispo de Hipona (en la actual Argelia). Su conversión se convirtió en la piedra angular de su vida, y su libro “Confesiones” en el testimonio más destacado de su nueva vida en Cristo.*
El evangelio de hoy (Mateo 21,28-32) nos habla de conversión, de cambio de corazón. La dramática historia de los dos hermanos nos llama a reflexionar sobre nuestra propia vida con Cristo y sobre la fidelidad con que le seguimos.
Este evangelio se sitúa después de la entrada triunfal en Jerusalén, cuando aumentan las tensiones entre Jesús y los funcionarios del templo. Su sufrimiento y su muerte se acercan rápidamente. Es urgente que Jesús complete la enseñanza de sus discípulos. Una de las interpretaciones tradicionales de este evangelio es que Jesús está hablando a los sumos sacerdotes y a los ancianos de sí mismos. Ellos son esos “buenos” hijos que dijeron que harían la voluntad de su padre, pero luego no la hicieron. Mientras que, como se refleja en la respuesta de tantos al ministerio de Jesús, los pecadores públicos -los recaudadores de impuestos y las prostitutas- eran como el hijo “malo”, que no hizo la voluntad del padre, pero luego recapacitó. Gracias a la gracia de Dios que les llegó a través de la predicación y la enseñanza de Jesús, se volvieron fieles a su voluntad. Compartieron aquella experiencia de conversión de San Agustín. Dejaron atrás un modo de vida para abrazar una nueva vida en unión con Dios. Encontraron a Jesús.
En la Primera Lectura del Profeta Ezequiel (18,25-28), Dios vuelve a hablar (como la semana pasada) de que los caminos de Dios y nuestros caminos no son los mismos. Habla de los “virtuosos que se apartan de la virtud para cometer iniquidad“, eligiendo así la muerte espiritual. Sin embargo, aplaude al que “se aparta de su maldad… Conservará su vida… No morirá“. Dios nos llama continuamente a alejarnos del pecado y abrazar la virtud. Envió a los profetas para que llamaran al pueblo de Dios a volver a Él y a la Alianza. Por la muerte y resurrección de Jesús participamos de la nueva alianza, y también estamos llamados a la conversión y a una vida de gracia.
¿Qué tienen que ver estas lecturas con nosotros hoy?
El proceso de conversión de cada uno de nosotros es continuo, y único para cada uno de nosotros. Uno de los elementos primordiales de este proceso de conversión es que reconozcamos que hay algo más grande para nosotros, algo mejor, algo que refleja la obra de Dios en nosotros. Eso lo tenía muy presente San Agustín. En su insatisfacción personal sabía que había algo más en la vida que lo que estaba experimentando y haciendo. Al principio no sabía qué aspecto tendría, pero afortunadamente tenía a su alrededor personas de fe que le daban ejemplo de una fe que les llevaba a la satisfacción, la felicidad y la plenitud. Podemos identificarnos con eso. Podemos identificar en nuestras propias vidas -aquí y ahora- que Dios nos está llamando a algo más grande, algo mejor, algo más santo, algo que nos traerá esa satisfacción, felicidad y plenitud que buscamos.
Por ejemplo, podemos haber experimentado una conversión, o estar en medio de una en este momento. Puede que se trate de alguien importante para nosotros: tal vez un padre, un cónyuge, un hijo, un hermano, un compañero de trabajo, de clase o un amigo. Nos sentimos incómodos tal y como están las cosas. Sabemos cómo solíamos sentirnos y cómo nos gustaría sentirnos. Muchos de nosotros nos dirigimos a Dios y le pedimos ayuda: comprensión, gracia, perdón y entendimiento. Recuerdo haber dicho, en ocasiones, a personas en esta situación: “¿Cómo te sientes respecto a esta relación rota o problemática?“. Suelen responder: “Me siento mal, infeliz, triste, perplejo”, a lo que yo respondo: “¡Eso es bueno! Porque si dijeras: ‘No me importa’, sería señal de que cualquier perdón o reconciliación están aún muy lejos“.
Durante algunos años, en Canadá y en Bolivia, tuve contacto con Alcohólicos Anónimos, especialmente acompañando a personas en su Quinto Paso: admitir ante otra persona todo lo que habían hecho bajo la influencia del alcohol. Qué poderosas experiencias de conversión viví en estos hombres y mujeres. Sabían con certeza que había una vida mejor para ellos, que sus seres queridos se merecían algo mejor y que ellos se merecían algo mejor. Con gran dificultad abrazaron esa nueva vida y dieron la espalda a actitudes, actividades e incluso amistades destructivas y dañinas.
Ejemplos como ése, como el de San Agustín, deberían animarnos a decirnos a nosotros mismos, al Señor y a los demás que trabajaremos en la viña del Señor, que haremos la voluntad del Padre. Testifiquemos unos a otros que somos fieles a Dios, y que “hemos cambiado de opinión y hemos creído en Él”.
*Este relato introductorio está tomado de Homilías dominicales ilustradas, Año A, Serie II, de Mark Link, S.J. Tabor Publishing, Allen Texas. Página 105.

Diócesis de Helsinki en continuo crecimiento

Timo Soini: convertido al catolicismo en Finlandia, donde hay 14,000 católicos

Por Javier Lozano / ReligionEnLibertad
En 2017 Finlandia celebra dos fechas importantes en su historia que le ha marcado como pueblo. Se cumplen 100 años de su independencia y 500 de la Reforma protestante, iglesia a la que la mayoría de la población está adscrita, aunque luego la práctica religiosa sea muy escasa.
En esta realidad de algo más de 5 millones de habitantes aparece la Iglesia Católica, prácticamente testimonial. En Finlandia hay en estos momentos unos 14,000 católicos, 26 sacerdotes y una única diócesis regida por el único obispo católico que hay en el país.
Defensor de los “valores no negociables”
Sin embargo, un católico que se define públicamente como tal, que habla de su fe y defiende los “valores no negociables” de los que hablaba Benedicto XVI es titular de Asuntos Exteriores de Finlandia y ha sido durante dos años viceprimer ministro. Se trata de Timo Soini, que se define como conservador católico y defensor de los valores cristianos-sociales.
Soini se convirtió al catolicismo en 1988 proveniente del luteranismo y fue fundador del Partido de los Finlandeses, euroescéptico y conservador en lo social. Su ascenso fue paulatino hasta conseguir el 20% de los votos lo que le permitió entrar en un gobierno de coalición.
Soini, abajo a la izquierda, en una cumbre de ministros de Exteriores de la UE/ AFP.
Recuperar las raíces cristianas de Europa
En junio dejó la dirección del partido y tras la radicalización de la formación Soini fue sido expulsado del partido que fundó tras criticar esta deriva y anunciar que formaría un grupo parlamentario propio. 21 de los 37 diputados decidieron escindirse y Soini sigue en el gobierno.
En un reciente discurso al cuerpo diplomático. Soini tildó como un “error” que no se incluyera una referencia a las raíces cristianas de Europa en la Constitución Europea. Es muy conocido en el país por su militancia provida y por su defensa del matrimonio y de la familia.
Un converso del catolicismo
En una entrevista en One Peter Five, el ministro asegura que “aunque en Finlandia los católicos son una minoría relativamente pequeña hay que reconocer que está creciendo bajo el liderazgo de nuestro actual obispo de Helsinki, Teemu Sippo. Somos unos 14,000 pero cuando me uní a la Iglesia Católica en 1988 eran unos 5,000, así que está aumentando, no en grandes números, pero hay conversiones”.
Sobre su propia conversión, Soini nunca ha querido dar muchos detalles aunque la sitúa en 1987. Estaba en la catedral de Santa María en Killarney (Irlanda) cuando sucedió algo mientras estaba en esa catedral que me incitó a convertirme a la fe católica”, aseguraba.
Su encuentro con una monja en una catedral irlandesa
En un libro lo explicaba mejor y recordaba que se encontraba de viaje con unos amigos cuando acudieron a visitar la catedral. Se quedó prendado de la belleza del templo y a la mañana siguiente decidió volver solo.
Entró en el templo, se santiguó como hacía el resto de personas que había  allí y se sentó en un banco a rezar. Una monja que estaba allí se percató de su presencia y se acercó a saludarle. Empezaron a hablar y algo “asombroso” ocurrió. El caso es que en ese momento decidió hacerse católico, siendo acogido en la Iglesia un año más tarde.
Uno de sus asistentes económicos, y gran amigo suyo, es Oskari Juurikkala, ordenado sacerdote del Opus Dei el pasado año, y en cuya ordenación en Roma estuvo presente Soini.

Soini acude a recibir la comunión de manos de su amigo y exasistente, el sacerdote Oskari Juurikkala.

Importancia de Juan Pablo II

Confeso seguidor de san Juan Pablo II, uno de los aspectos de la fe católica que más aprecia Soini es la “naturaleza inmutable y por lo tanto la estabilidad de sus principios básicos”. Lo que se dijo hace siglos sigue vigente hoy ya sea sobre el matrimonio, el sacerdocio o la homosexualidad.
Nosotros, como personas, cometemos errores y soy consciente de que han ocurrido cosas horribles en la Iglesia. Después de todo, si yo fuera Satanás iría lo más cerca posible del altar. Pero debido a algunos tomates podridos, que se pueden encontrar en todas partes y no sólo en la Iglesia, no hay justificación para decir que toda la Iglesia está podrida y el Evangelio es una tontería”.
Además, añadía que “el hecho de que un católico pueda ser ministro de Relaciones Exteriores en un país luterano dice algo hermoso de la tolerancia finlandesa. Nunca dejaré de alabar a mi pueblo por el hecho de que no me desprecien por lo que soy debido a mis creencias religiosas“.
La Iglesia no debe tener miedo a decir la verdad
Por ello, considera que la Iglesia no debe tener miedo a decir la verdad aunque esta sea incómoda y se enfrente a lo políticamente correcto. “Aquí en Finlandia trato de ser educado pero tengo que decir que no estamos consiguiendo que vaya más gente a la Iglesia adoptando una actitud complaciente y finalmente diciendo: ‘estoy de acuerdo contigo’. No, no estoy de acuerdo. Este es el Evangelio. Tómelo o déjelo”, agrega Timo Soini.
En una entrevista que le realizó Catholic World Report antes de llegar al Gobierno, el político finlandés afirmaba que “estoy muy en contra del llamado ‘matrimonio homosexual’, pero no tengo en contra de las personas homosexuales. Todas las personas son de alguna manera sagradas debido a la sacralidad de la vida, pero el matrimonio es sólo para un hombre y una mujer, y esto es un gran problema, hasta el punto de que en Finlandia soy muy atacado por esto”.
El tabú del aborto en Finlandia
Por otro lado, Soini añadía que “porque soy provida, estoy abiertamente en contra del aborto. El estado del bienestar nórdico no tolera este tipo de pensamiento, porque prefiere no hablar de ello”.
Pero él sí quiere denunciar toda la verdad y sufrimiento que se oculta tras el aborto. “En los países nórdicos –no sólo en Finlandia, sino también en Suecia, Noruega y Dinamarca- el aborto es un tema que no se discute, en otras palabras, es tabú”. Porque si discutes sobre él, entonces, “¿cuándo un feto se convierte en ser humano? Sabemos que la vida comienza en el momento de la concepción, pero ¿cómo puedes definir que dentro de 20 semanas puedes abortarlo, pero a las treinta semanas te acusarán de asesinato? Creo que esto sólo puede cambiarse cambiando el corazón de hombres y mujeres, y no sólo a través de la legislación”.
Sus posturas sobre el islam
Uno de los aspectos más polémicos que rodean a Soini es el del islam y la inmigración. En una entrevista pasada el afirmaba: “Soy cristiano católico y por definición no puedo ser racista”.
Se considera defensor de las minorías, él como católico así lo es, y sobre los musulmanes que llegan a Europa asegura que “los elementos radicales y extremistas son un problema en toda la UE y no sólo en Finlandia. Pero son pocos en número aquí. La mayoría de los musulmanes son personas moderadas y no crean ningún problema”.
A pesar de que el mundo occidental ha hecho posible cualquier crítica a todo, incluyendo la religión y también el islam, no se debe ridiculizar o insultar las convicciones religiosas de las personas. Soy conservador católico, y por supuesto, no me burlo, por ejemplo, de la Iglesia Católica o de la Iglesia Luterana, y así sucesivamente, pero en una sociedad libre, hay libertad de expresión y se puede criticar. Lo mismo ocurre con el Islam”, asegura, incidiendo en que los musulmanes tienen que aceptar estas reglas del juego igual que el resto de religiones. En todo el país hay 8 parroquias católicas esparcidas en una extensión de 338,440 kilómetros cuadrados. Para muchos, la parroquia más cercana está a 50 kilómetros, 100 kilómetros, 300 kilómetros…
Por Juan Cadarso– ReligiónEnLibertad.com
El Papa ha nombrado este viernes 29 de septiembre un nuevo obispo titular para la diócesis de Helsinki (Finlandia), que será el español Raimo Ramón Goyarrola Belda, de la Prelatura del Opus Dei. Hasta ahora era el vicario general de esa diócesis.
Raimo Ramón Goyarrola Belda nació el 20 de julio de 1969 en Bilbao (España). En 1987 ingresó en el Opus Dei. Se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra y posteriormente realizó sus estudios filosófico-teológicos en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz de Roma, obteniendo el Doctorado en Teología Dogmática.
Misas en templos no católicos
El 1 de septiembre de 2002 fue ordenado sacerdote. Posteriormente ocupó los siguientes cargos: capellán de la residencia universitaria Tavasttähti; asistente de pastoral universitaria en Helsinki; profesor de religión en varias escuelas públicas de Helsinki; representante diocesano en el Consejo Ecuménico Finlandés y capellán militar.
Raimo se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra.
Finlandia, que tiene cinco millones y medio de habitantes, es una sola diócesis de apenas 17,000 católicos. Aunque, según datos no oficiales, podrían ser ya más de 30,000 católicos; con un crecimiento anual constante de 500 nuevos católicos. La mitad a través de bautismos de niños y adultos, y la otra mitad por la llegada de inmigrantes y refugiados.
Por ello, es habitual utilizar templos no católicos a lo largo y ancho del país. Al mes se celebra en 20 templos no católicos que la Iglesia luterana y la Iglesia ortodoxa prestan en 20 ciudades distintas.