Violencia estructural y política en el Perú

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El asesinato de don Antonio Rosales Durand a manos del grupo subversivo Sendero Luminoso, ocurrido días previos a la asunción presidencial de Alberto Fujimori, en 1990, fue un acontecimiento que generó un alto impacto en las noticias del momento. Apareció en las portadas y titulares de diarios y noticieros, y se sumó a la ola de violencia que sufrió la clase empresarial durante el terrorismo.
Frente a la situación política que se vivía en el país, en medio de una crisis de seguridad, Antonio Rosales Durand fue víctima de extorsión y acoso de parte de grupos subversivos. Primero fue el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que ejecutó un secuestro selectivo, por el que se pagó un millón de dólares de rescate. Y luego el asesinato perpetrado por Sendero Luminoso, realizado con notorio ensañamiento, dando un mensaje claro al sector empresarial.
El antropólogo Raúl Rosales León en su libro “Yo fui pobre” registra y analiza el testimonio de su abuelo Tomás Rosales Durand, quien narra la historia de pobreza de su familia, el crecimiento empresarial de su hermano Antonio y su posterior secuestro y asesinato.
Este cálido y emotivo documento, mediado por el afecto, logró tejer vínculos entre la historia familiar y el contexto social y político. Es así como la migración, la pobreza, la ética del trabajo y las secuelas por el asesinato del hermano, pone en diálogo de manera muy humana, la violencia política con la violencia estructural.
Fuente: Diario EXPRESO.

Monumento a las víctimas del atentado de Tarata.

Terrorista de Sendero Luminoso buscada por Interpol vivió en Argentina y murió en 2022

Pólvora y dinamita: se trata de Martha Huatay Ruiz , acusada de ser autora de uno de los peores atentados de la organización terrorista, donde murieron 25 personas y otras 200 resultaron heridas.

Una terrorista de la organización Sendero Luminoso buscada por Interpol como autora de un atentado ocurrido en Lima, vivió y murió en Argentina en 2022. Un hallazgo que surgió solo después de que Perú solicitara su captura internacional.
Se trata de Martha Huatay, acusada de haber integrado Sendero Luminoso y que, según el fiscal peruano Pablo César Espinoza, se mudó a la Argentina en junio de 2022. Originalmente se pretendía detener a la mujer con fines de extradición, aunque su futuro era incierto debido a su avanzada edad.
Después de que Perú solicitara su captura, la Interpol acudió hasta la casa de Huatay en la ciudad bonaerense de La Plata para constatar que la mujer había fallecido el año pasado. Fue un sobrino de ella quien confirmó su deceso a los efectivos cuando llegaron a la vivienda, y les presentó el certificado de defunción de su tía, el cual indica que la mujer sufrió una falla cardíaca el año pasado.
El documento está firmado por la oficial pública Elisabet Ana Montemurro, quien constató la muerte de Martha Isabel Huatay Ruiz a los 79 años a las 10:46 horas del 10 de septiembre de 2022.
Al día siguiente, Huatay fue cremada en el Cementerio Parque Iraola. El certificado también detalla que la mujer recibió atención médica del SAME de La Plata. La Justicia peruana tiene la posibilidad pedir un cotejo con las huellas tomadas del cadáver si desconfía de este hecho.
Según informó Cancillería, Huatay viajó de manera legal desde Lima y llegó al aeropuerto de Ezeiza el 4 junio de 2022. La terrorista era una de las emblemáticas cabecillas de la organización Sendero Luminoso, grupo que aterrorizó a Perú con su ola de atentados y muertes en las décadas del 80 y 90.
En 1992, la mujer fue condenada a 25 años de prisión por el proceso judicial por actos de terrorismo a toda la cúpula de Sendero, incluyendo a su fallecido líder Abimael Guzmán.
En 2017, Huatay recuperó su libertad tras cumplir su sentencia. Sin embargo, a fines de enero el Ministerio Público de Perú solicitó nueve meses de prisión preventiva por el delito de terrorismo, en el marco de las investigaciones por el caso Tarata donde se la acusa de ser la autora detrás del devastador atentado. Sumado a esto, el Poder Judicial acogió un pedido de 3.7 millones de soles (US$973,326) en concepto de reparación civil a favor del Estado. Por ese motivo, era prófuga de la Justicia al momento de su muerte.
La diferencia con su situación de 1992 es que en ese entonces fue acusada como miembro de Sendero Luminoso con posibilidad de salir en libertad una vez cumplida la pena. Ahora se la busca por el caso Tarata, en el que inicialmente no estuvo incluida.
Durante el proceso, la Fiscalía señaló que la senderista no pudo ser notificada de la audiencia debido a que no residía en el domicilio legal que notificó a las autoridades. “El Ministerio Público ha cumplido con las formalidades exigidas por el Código Procesal Penal. Esa constatación fue ordenada por el Ministerio Público a fin de validar la vivienda de la acusada. Según la versión del propietario del bien, no vive ahí desde el año 2008”, indicó el representante del Ministerio Público Pablo César Espinoza.
“Existe una clara intención de la imputada de sustraerse de la acción de la justicia, pues luego de tomar conocimiento de la formalización de investigación preparatoria, inmediatamente abandonó el país sin comparecer ante el Ministerio Público para brindar su declaración tal como fue ordenado por este despacho, mostrando con ello falta de colaboración con la administración de la justicia”, se lee en el documento de pedido de prisión preventiva.
El Ministerio Público la acusaba de haber recibido una orden del Comité Central de Sendero Luminoso de ejecutar el atentado. Al respecto, el fiscal Espinoza Vázquez indicó que Martha Huatay recibiría cadena perpetua. Sin embargo, su muerte finaliza el proceso penal en curso.

En Suiza se encontró una cuenta abierta en los 90 por Nelly Evans, pero después la trasladó a Elena Iparraguirre.

Caso Tarata, uno de los peores atentados de Sendero Luminoso

El 16 de julio de 1992, la sociedad peruana se vio sacudida por uno de los peores atentados que llevó a cabo el grupo terrorista Sendero Luminoso. Durante la noche, un coche bomba cargado con 250 kilógramos de explosivos y dinamita explotó en la calle Tarata del barrio limeño de Miraflores.
Por el hecho, murieron 25 personas, mientras que otras 200 resultaron heridas. Además, hubo importantes pérdidas en casas, negocios y automóviles. En ese sentido, cinco edificios y 360 familias fueron afectados. El objetivo era volar el Banco de Crédito del Perú. Sin embargo, los terroristas no lograron estacionar el vehículo frente a la sede crediticia, sino que lo dejaron a unos metros del lugar.
Por el hecho fue detenido Óscar Ramírez Durand, conocido como “camarada Feliciano“. El hombre señaló a Huatay como participante del atentado, por lo que fue detenida el 20 de octubre de 1992. En ese entonces, fue condenada a 25 años de prisión por su probada filiación a Sendero Luminoso, pena que cumplió el 16 de octubre de 2017. Los cargos que se le atribuyeron en esa oportunidad fueron “terrorismo agravado y afiliación terrorista”.
“Ella fue autora o partícipe en la ejecución de algunos de estos atentados: la muerte del contralmirante de la Marina, Alberto Ponce, del director de ENCI, Rodrigo Franco Montes, del presidente del directorio Lima Caucho, Antonio Rosales Durand que fue victimado junto a dos miembros de seguridad y su chofer con explosivos, del exministro de Trabajo, Orestes Rodríguez, del alcalde de Pachacámac, Paul Juan Poblet Lind”, afirmó el periodista Umberto Jara.
También fue detenido Abimael Guzmán, el líder de Sendero Luminoso. El 12 de septiembre de 1992, miembros del Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) lo arrestaron, siendo condenado a cadena perpetua. Guzmán falleció en 2021 a los 86 años en la prisión de máxima seguridad ubicada en la base naval de Callao.

Abimael Guzmán, líder de Sendero Luminoso, fue condenado a cadena perpetua.

Abogada y terrorista: quién era Martha Huatay

Martha Huatay nació en 1943 en Trujillo, Perú. Se graduó de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú, institución donde también fue profesora de Filosofía y Ciencias Sociales. En el marco de su formación académica, Huatay fundó la Asociación de Abogados Democráticos, un organismo que viajaba por distintos países relatando su versión de la crisis en Perú.
Conocida en el mundo terrorista como “Camarada Rosa”, Huatay fue una importante miembro de Socorro Popular, un grupo encargado de la defensa legal de los integrantes de Sendero Luminoso que eran detenidos por la Policía. Sumado a esto, durante más de diez años participó en la coordinación de atentados en diversas regiones del país.
Según el medio local América Televisión, las pericias grafotécnicas comprobaron que la abogada perteneció a los altos rangos de Sendero Luminoso. Además, una serie de fotografías la mostraban junto a Guzmán en el velorio de su primera esposa, lo que demostraba su acercamiento con el líder del grupo terrorista.
Tras cumplir su condena en 2017, el Colegio de Abogados de Lima (CAL) la desestimó de su profesión. Por ese motivo, la mujer no podía ejercer como abogada o docente. Asimismo, al salir de la prisión, no pesó sobre ella ninguna restricción de movilidad ni dentro ni fuera de Perú, por lo cual no tuvo problemas para salir de su país o para ingresar a la Argentina.
Fuente: Perfil.com

Raúl Rosales León: Investigador cultural narra una historia familiar que marcó su adolescencia y definió su futuro

Por Vladimir Rendón Acat- Diario EXPRESO.
Escritor y ensayista rescata para la posteridad una historia familiar que ocurrió en el Perú en los años de violencia política, y recrea a través de las letras un episodio que afectó, no solo a una familia, sino también a todo el Perú.
¿Qué historia cuenta en tu libro?
El libro analiza el testimonio de vida de mi abuelo Tomás Rosales Durand, quien narra la historia de su familia que logró romper el círculo vicioso de la pobreza para consolidarse económicamente como el Grupo Rosales que tuvo protagonismo en el mercado automotor en la década de los ochenta. La iniciativa empresarial de la familia fue liderada por Antonio Rosales Durand, el hermano mayor de mi abuelo, alcanzando como máximos logros ser el presidente ejecutivo de Lima Caucho S.A. y ser galardonado como el empresario del año en el Perú en el año 1989. Pero esta historia de éxito empresarial que luchó contra la pobreza fue truncada por el terrorismo que causó terribles daños a mi familia y la sociedad.
¿Cuentas entonces la historia de una persona que fue afectada doblemente por el terrorismo?
Efectivamente, mi tío abuelo, Antonio Rosales Durand, fue víctima por dos grupos subversivos que causaron terror en el Perú. La primera afectación fue causada por el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) que lo secuestró y extorsionó exigiendo dinero a cambio de su vida en el año 1986 por el cual se pagó un millón de soles. La segunda afectación fue el cruelmente y sanguinario asesinato perpetrado por Sendero Luminoso a través de una emboscada en la avenida La Molina. En la acción terrorista también fueron asesinados el chofer y dos guardaespaldas.
¿Cómo fue afectada tu familia por el terrorismo?
Primero una afectación emocional porque fue asesinado el líder de la familia, el ejemplo de ética del trabajo, el constructor de negocios y el empresario del año. Fue trágico para la familia Rosales el atentado terrorista con imágenes que están en la memoria, como los autos destruidos por bombas y ráfagas de armas letales.  La segunda afectación fue la económica y laboral porque luego del atentado terrorista y en el marco de nuevas reglas de juego de mercado varias empresas que conformaron el Grupo Rosales en el transcurrir de los años noventa empezaron a quedar en estado de bancarrota y generar desempleo.

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