ESCÁNDALO DE PEDOFILIA EN EL PARTIDO MORADO
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La congresista Susel Paredes, uno de los falsos valores que adornan el congreso con su discurso “inclusivo”, llevó a trabajar en su despacho como parte de su equipo de asesores y técnicos a un trans que se identifica con el nombre de Tiffany Gómez González, es decir, se trata de un hombre que va por el mundo vestido de mujer y al que “hay que reconocer como tal” so pena de ser acusados de transfóbicos.
Susel Paredes tiene a este personaje trabajando con ella desde hace tiempo. Es parte de su equipo desde cuando se desempeñaba como gerente en la municipalidad de La Victoria. En sus redes Gómez se define como Proudly transgender girl. Comunicadora social por pasión, ciudadana por derecho, y activista social por convicción. Voluntaria NGO. #NoMeToleresRespétame
Lo cierto es que el mencionado asesor seguiría navegando en los mares del anonimato y hubiera sido un activista LGTB más, un promotor de la ideología de género y un militante morado del montón, si no fuera porque se trata de un depredador sexual, un abusador de menores, que ofrecía dinero a niños pobres y vulnerables de entre 12 y 13 años, para someterlos a prácticas sexuales aberrantes.
El pervertido fue descubierto y detenido por las autoridades gracias a que un grupo de padres de sus víctimas al enterarse de lo que venía sucediendo recurrieron a la policía. El sujeto fue encontrado con otro menor. Los detalles que han salido a la luz son sórdidos y no abundaremos en ellos. Lo que si cabe es resaltar que ya están claros los motivos por los que el “asesor” morado era siempre contrario en sus publicaciones en las redes sociales, a la participación de los padres en materia de educación sexual. Es la misma oposición que ha manifestado siempre el partido morado a través de sus congresistas. Resulta paradójico que precisamente la acción de los padres haya sido la causa de su caída.
También conviene resaltar que muy pronto apareció en la escena del crimen la abogada y también activista homosexual y excandidata al congreso por el partido morado Gabriela Salvador, la que impidió que la policía obtenga información del celular y la laptop del degenerado Marvin Gianni Gómez González, arguyendo que tenía información confidencial por ser trabajador del congreso.
Hay que recordar a Gabriela Salvador, fue denunciada por su expareja, Keila Chevarría, por la presunta estafa por un monto de S/89,906, además de “extorsión emocional”. La denuncia es muy seria pues Salvador habría fingido una grave enfermedad para apropiarse de ese dinero a la vez que chantajeaba emocionalmente con su posible muerte a la joven Chevarría la cual incluso se endeudó para ayudar a la abogada.
Esta es la situación. El pedófilo morado ya está en prisión preventiva y pagará por sus crímenes.
Lo que no deja de llamar la atención es el silencio del partido morado, que solo la involucrada directa Susel Paredes haya publicado un pronunciamiento sin poner el nombre del depredador sexual que llevó a trabajar con ella al congreso. Y que la locuaz Flor Pablo, recordada como la ministra porno, por los enlaces que colocó su gestión en los libros para niños, en los que se daba consejos sobre sexo anal y oral, muy al gusto de las prácticas de Tiffany Gómez, se haya demorado más de diez días en pronunciarse sobre los crímenes del asesor morado.
Queda claro que el foco de atención de Flor Pablo no está en la defensa de los niños ni en la educación, sino en sus intereses ideológicos y económicos. Recordemos que sobre ella pende una denuncia por supuestamente haber permitido que no se cumpla con la entrega de material educativo cuando ejercía el cargo de directora de Primaria en el Ministerio de Educación en el año 2014. Por esto el Ministerio Público, ha pedido 4 años y 8 meses de prisión en su contra.