Archivo por meses: enero 2022

Con el poder del Espíritu

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strong>Evangelio según San Lucas 1,1-4.4,14-21.
Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra.
Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.
Jesús volvió a Galilea con el poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región.
Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura.
Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él.
Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír“.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

El miércoles, 25 de noviembre de 2009 tuve un evento significativo. Ese día conocí a la reina Isabel y al príncipe Felipe en Hamilton, Bermudas. Como el Obispo Kurtz estaba fuera, en mi calidad de Vicario General, fui uno de los diez clerigos presentados a la pareja real cuando salían de la Catedral Anglicana. Cuando el Obispo White vino a mí con la Reina, él le dijo quién era yo y cuál era mi papel, y ella me dio la mano y le dije “Buen día, Majestad“. Ella sonrió y asintió. Cuando el príncipe Felipe vino no había escuchado las presentaciones del Obispo, así que cada uno nos presentamos. Me miró y me preguntó, “¿Roman?”, a lo que respondí “Sí, Alteza Real“. Entonces vio un pequeño pin de solapa de la bandera canadiense, lo apuntó y preguntó “¿Canadiense?”, a lo que dije, “Sí, señor“. Aunque fueron solo unos momentos, fue realmente una emoción ya que nunca imaginé que conocería a la Reina. Estaba muy decepcionado de la Navidad cuando ella no mencionó en su mensaje de televisión que me había conocido.
Pensé en esto cuando leí por primera vez el evangelio de hoy (Lucas 1:1-4; 4:14-21). Aquí vemos a Jesús en la sinagoga de Nazaret, su ciudad natal. Se le entrega el pergamino del profeta Isaías durante las oraciones, y recurre a estas famosas palabras del 61° capítulo del libro de Isaías (versículos 1 y 2). Una y otra vez estos habían sido leídos a la congregación. Una y otra vez la gente había pensado, rezado y soñado, ‘¿Cuándo será este día?‘ “¿Cuándo vendrá el Mesías?” Entonces él dice de forma sencilla y pacífica: “Hoy este pasaje de las Escrituras se cumple en tu audiencia”. Y aquí está Jesús, en medio de ellos. Sucedió, y él es quien cumple esta profecía. Él traerá las buenas noticias, traerá buenas noticias a los pobres, liberará a los cautivos, devolverá la vista a los ciegos. ¡GUAU! ¡Al fin había llegado el día y fueron testigos de ello! ¡Dios estaba revelando a su elegido al pueblo ante sus propios ojos!
La semana pasada escuchamos el evangelio de la fiesta de bodas de Caná (Juan 2:1-11), comenzando su ministerio terrenal. Aquí vemos, en el evangelio de Lucas, lo que podríamos llamar su discurso “inaugural“, sus primeras palabras pronunciadas con la autoridad del Hijo de Dios. Se proclama a sí mismo como el ungido, no ungido por un profeta, sino por Dios mismo. Y luego proclama su misión:
– para traer buenas noticias a los pobres
– proclamar libertad a los cautivos
– restaura la vista a los ciegos
– dejar libres a los oprimidos
– y anunciar el año del favor del Señor.
El ministerio de Jesús incluye todas estas cosas, y mucho más.
Mientras lo seguimos, se nos pide –invitado– que compartamos su misión.
Cuando escuchamos estas proclamaciones es posible que necesitemos expandir nuestras ideas sobre aquellos de los que Jesús habla. Los pobres no son sólo los que son materialmente pobres, sino –como en el tiempo de Jesús– aquellos que son espiritualmente pobres, que no han escuchado la buena noticia que se les predicó. Estas son las “buenas noticias” que esperan: que Dios los ama, que Dios está con ellos y que los bendice.
Los cautivos no son sólo los que están en una prisión, sino aquellos que están cautivos por el miedo y la duda, aquellos que no experimentan en sus propias vidas esa benevolencia de Dios.
Los ciegos no son sólo aquellos que no pueden ver, sino aquellos que no reconocen la presencia de Dios entre ellos y en ellos, que no aceptan y entienden la verdad de la revelación de Dios sobre la vida, el sufrimiento, la muerte y la resurrección.
Somos aquellos que anunciaremos el año del favor del Señor por todo lo que decimos y hacemos, compartiendo la buena noticia de Jesús.
Como reflexioné sobre la Segunda Lectura de la Primera Carta de Pablo a los Corintios (12:12-30), no pude evitar pensar que cada uno de nosotros, respondiendo fielmente a Dios a nuestra manera somos como aquellas partes del cuerpo de las que San Pablo habla cada uno tiene una función y función única, cada uno depende y necesita a los demás. Para que el cuerpo sea “entero” y verdaderamente “santo” cada parte debe funcionar juntas, complementándose mutuamente con nuestros propios dones y talentos únicos. Gracias a Dios por esta diversidad dentro de nuestras familias y comunidad que hacen manifestar las muchas gracias de Dios, y se revela en muchos y diferentes ministerios y servicios en unión con Cristo.
Hoy celebramos que nosotros también hemos sido ungidos y enviados por el Padre. Acompañamos a Jesús en su ministerio, y él nos acompaña en nuestras vidas, para lograr ese cumplimiento de la profecía de Isaías. Entonces realmente el reino de Dios no sólo habrá sido predicado, sino que habrá sido compartido y experimentado por todo el pueblo de Dios.

49° Marcha por la Vida en Estados Unidos

Decenas de miles de estadounidenses provida se reunieron para participar en la 49° Marcha por la Vida (March for Life), en medio de crecientes esperanzas de que se revoque el histórico fallo Roe vs. Wade que legalizó el aborto en todo Estados Unidos.
La marcha se dio en el marco del aniversario del mencionado fallo de la Corte Suprema del 22 de enero de 1973.
Esperamos y rezamos para que este año, 2022, traiga un cambio histórico para la vida”, dijo Jeanne Mancini, presidenta de March for Life, organizadora del evento, a los participantes que se reunieron en un mitin previo a la marcha.
El evento de este año se llevó a cabo mientras el país espera el fallo de la Corte Suprema en un caso fundamental sobre el aborto en Misisipi: Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization.
Lo que está en discusión es la constitucionalidad de la prohibición del aborto en el estado después de las 15 semanas de gestación, un desafío directo a la prohibición de Roe sobre las leyes estatales que restringen el acceso al aborto antes de la “viabilidad” fetal, que se considera entre las 24 y las 28 semanas de gestación.
Si Roe y la decisión judicial relacionada en el caso Planned Parenthood of Southeast Pennsylvania vs. Casey fueran anuladas, la regulación del aborto volvería a las legislaturas estatales elegidas democráticamente, muchas de las cuales están preparadas para promulgar importantes restricciones al aborto.
Los oradores en el mitin incluyeron a Katie Shaw, una defensora de la vida que tiene síndrome de Down y el Padre Mike Schmitz, el presentador del popular podcast “La Biblia en un año”.
Hay una razón por la que estamos aquí. Y las razones tienen principios. La Iglesia presentó al mundo hace 2000 años esta verdad de que cada ser humano importa, que cada vida importa… Cada persona aquí importa”, dijo el Padre Schmitz en una entrevista con EWTN Pro-Life Weekly antes de su discurso.
Schmitz, sacerdote de la Diócesis de Duluth, Minnesota, continuó con el mismo tema en su discurso.
Creo que estamos aquí porque el aborto, lo que se ha hecho, nos rompe el corazón. Y conozco a tanta gente aquí, ustedes están parados aquí porque conocen la dignidad de la vida humana. Y tanta gente está entre nosotros porque esta historia es parte de tu historia, porque te encontraste en un punto y un lugar donde parecía que la vida era imposible”, dijo.
Entonces sé que estamos rodeados de hombres y mujeres que eligieron el aborto. Escucha, debes saber que se supone que debes estar aquí. Tú importas, perteneces aquí. No importa cuál sea tu pasado, todavía eres amado. Necesitas saber esto. Todavía eres amado y aún importas”, agregó.
La marcha comenzó alrededor de la 1:30 p.m. (hora local), desde el National Mall hasta la Avenida Constitución, culminando frente a los escalones de la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Antes de la marcha, un grupo disperso de personas que llegaron temprano se convirtió gradualmente en una gran multitud de decenas de miles de personas.
Mary St. Hilaire, de 21 años, de Wichita, Kansas, y Kristina Massa, de 22, de Lincoln, Nebraska, asistieron a la marcha con un grupo llamado Justice For All, que capacita a las personas para tener conversaciones “productivas” sobre el derecho a la vida.
Estoy a favor de la vida porque creo que la vida comienza en la concepción, que hay un ser humano individual nuevo y único desde el momento de la concepción. Y creo que matar a ese ser humano es una grave injusticia, que son iguales a ti y a mí, y que merecen el mismo derecho a la vida. Y también creo que el aborto daña a las mujeres, y las mujeres merecen algo mejor”, dijo St. Hilaire a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI.
Mary St. Hilaire, de Wichita, Kansas (izquierda), y Kristina Massa, de 22 años, de Lincoln, Nebraska, en la Marcha por la Vida en Washington, DC, el 21 de enero de 2022. Katie Yoder/CNA
El Arzobispo de Baltimore y presidente del Comité de Actividades Provida de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Monseñor William Lori, dijo que el movimiento provida no puede darse el lujo de volverse “complaciente”, independientemente del resultado del caso Dobbs.
La oposición de la Iglesia Católica al aborto es una respuesta de amor tanto a las madres como a sus hijos en el vientre materno. La enseñanza de la Iglesia proclama un mensaje de vida, recordándonos que cada vida es un don sagrado de Dios desde el momento de la concepción hasta la muerte natural”, dijo Monseñor Lori en un comunicado.
No podemos construir una sociedad verdaderamente justa y permanecer satisfechos ante el impacto masivo de Roe vs. Wade, que se ha cobrado más de 60 millones de vidas desde 1973. Oremos, ayunemos y trabajemos por el día en que el don de cada ser humano la vida está protegida en la ley y acogida en el amor”, añadió.
Fuente: ACI Prensa.

No asamblea constituyente

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Congreso aprueba por insistencia autógrafa de Ley: toda reforma constitucional pasa por el Congreso

El pleno del Congreso de la República aprobó por insistencia la autógrafa de Ley observada por el presidente Pedro Castillo. La norma fue ratificada con 72 votos a favor y 44 en contra.
El documento señala que toda iniciativa de reforma constitucional que sea puesta a consulta popular deberá pasar previamente por el Parlamento, siguiendo el procedimiento del artículo 206 de la Carta Magna. Al ser aprobado por insistencia, no se requiere de segunda votación. Por lo cual procede a promulgarse en el diario oficial El Peruano, pero su ejecución queda en vilo por la intención del Poder Ejecutivo de llevarlo ante el Tribunal Constitucional.
Previamente, la Comisión de Constitución decidió desestimar las observaciones del jefe de Estado. Ya que se rechaza que la autógrafa de ley afecte el derecho a la participación ciudadana o que vulnere principios constitucionales.
En tal sentido, se planteó respaldar el texto «en los mismos términos aprobados por el Pleno del Congreso de la República con fecha 16 de diciembre de 2021». La autógrafa modifica los artículos 40 y 44 de la Ley de los Derechos de Participación y Control Ciudadanos.
Fuente: Diario EXPRESO.

Invertir a un altísimo riesgo no es negocio

Por Aaron Salomón– Diario EXPRESO.
El presidente de la República, Pedro Castillo, no pierde la oportunidad, cada vez que sale al extranjero, de invitar a los empresarios a invertir sin miedo en el Perú. La exhortación de Castillo se da ante la terrible proyección del Banco Central de Reserva acerca de que la inversión privada no crecerá en el año 2022 (0%). Sin inversión privada, el crecimiento económico del país -si es que lo hay- será ínfimo. Lo que ocurrió el año 2021 (crecimos 13%) fue meramente un rebote tras volver casi a la normalidad, después de que prácticamente todas las actividades fueron suspendidas por el lagarto Vizcarra y el caviar Sagasti, consiguiendo que el año 2020 cayéramos -11%.

La invitación del mandatario, sin embargo, es solo un canto de sirena, pues no abandona esa necia idea de establecer una asamblea constituyente para cambiar la actual Constitución, provocando así harta inestabilidad.
El jefe de Estado observó la autógrafa de ley que ratifica que toda reforma -parcial o total- de la carta magna que sea sometida a referéndum debe ser aprobada previamente por el Congreso. Sumado a ello, el profesor rural se tomó la molestia de salir de Palacio para despedirse tras la reunión que sostuvo con la bancada marxista “Perú Democrático”, integrada por los disidentes más radicales y díscolos de Perú Libre, como Guillermo Bemejo, la cual insiste en que el cambio de Constitución es posible mediante una consulta popular directa, sin pasar antes por el Legislativo. La imagen de Pedro Castillo deseándole “buena suerte” a sus camaradas es nefasta.
No hay nada más cobarde que el dinero, señor Castillo. Si usted sigue con funestos mensajes, no habrá nadie que quiera meter un mango en el país. No es negocio, pues, invertir frente al riesgo de que, de un momento a otro, se cambien las reglas de juego. La seguridad jurídica es sumamente necesaria para revertir la peligrosa estimación del BCR. Siga usted reuniéndose con exministros de Economía medianamente coherentes -no como el actual Pedro Francke-, para ver si, de una vez por todas, entiende que su intención de querer cambiar la Constitución (¡ni siquiera sabe qué quiere modificar!) espanta a los empresarios.
Otrosí: las vacunas contra la covid-19 han demostrado que evitan la muerte, de modo que me pondré todas las dosis necesarias para hacerle frente a la peste; sin embargo, rechazo que a los que opten por no hacerlo se les trate como ciudadanos de segunda categoría: tanto vacunados como no vacunados contagian.

Tetris

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Por Coronel FAP (r) y meteorólogo de Organización Meteorológica Mundial (OMM) – Diario Correo.
Hace pocos años existía un videojuego llamado Tetris, que consistía básicamente en acomodar fichas geométricas en la consola. 
En esta analogía, la atmósfera es como una consola donde las fichas geométricas se expresan y brindan al final unas respuestas, con las cuales la humanidad debe sobrevivir. Sin embargo, necesitamos velocidad mental y conocimiento. La erupción volcánica en Tonga nos enseña una vez más lo vulnerables que somos ante la naturaleza. Esto se hace más complicado porque no sólo se trata del retroceso del mar y los oleajes, aunque solo nos enfocamos en ello. Debemos estar alerta también con el transporte de partículas higroscópicas o cenizas volcánicas que alteran nuestra realidad.Pero lo más preocupante es que la isla de Tonga se encuentra en el cinturón volcánico submarino de Oceanía, en donde nacen las famosas ondas Kelvin, muy activas en la actualidad.
Esto traería consigo un calentamiento del océano de manera atípica con ondas Kelvin para el mes de marzo, ya que demorarían casi dos meses navegando por debajo del Océano Pacífico hasta llegar a nuestras costas, lo que alteraría probablemente la estación de lluvias en el Perú.
Otra ficha que aparece con cierta relación y que no es estudiada, es el ciclo solar y sus explosiones que parece muy lejanas, pero que alteran de manera directa a las comunicaciones y satélites artificiales, incluyendo al PeruSat.
Da la casualidad que esta erupción volcánica en Tonga se produce en el ciclo solar 25, en el cual las explosiones solares aumentaron.
Este año Estados Unidos ha creado una fuerza armada denominada Fuerza Espacial de los Estados Unidos con peso en el Pentágono. No lo hacen por las puras.
No nos comparemos. Solo debemos adaptarnos a la realidad y entender que con vigilancia real lograremos el fortalecimiento de la soberanía y el cuidado de nuestra gente en este Tetris mundial.

Balduino de Ford

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Por Carlos Hallet SJ- Profesor de la Universidad Católica del Norte, Antofagasta- Chile.
Figura relevante de la Orden del Císter, Balduino de Ford es un autor que se distingue por la originalidad de su espiritualidad.
Su tratado De dilectione Dei es una meditación sobre el Primer Mandamiento, que nos invita a amar a Dios “con todo el corazón en sus beneficios, con toda el alma en sus promesas, con todas las fuerzas en sus juicios y con toda la mente en sus preceptos“.
Su reflexión, nutrida de la Biblia y expresada en un lenguaje marcado por la retórica latina, insiste en que el amor perfecto exige del creyente amar lo que a Dios le agrada porque a Él le agrada. Termina identificando prácticamente amor con obediencia.

«Oh Dios, crea en mí un corazón puro» (Salmo 50, 12)

Balduino de Ford (hacia 1190), abad cisterciense Homilía 10, sobre el Cantar 8,6; PL 204, 513s.
«Grábame como un sello en tu corazón… porque es fuerte el amor como la muerte» (Ct 8,6). «Es fuerte el amor como la muerte» porque el amor de Cristo da muerte a la misma muerte… También el amor con que nosotros amamos a Cristo es fuerte como la muerte ya que viene a ser él mismo como una muerte, en cuanto que es el aniquilamiento de la vida anterior, la abolición de las malas costumbres y sepelio de las obras muertas. Este nuestro amor por Cristo es como un intercambio de dos cosas semejantes, aunque su amor hacia nosotros supera al nuestro. Porque «él nos amó primero» (1Jn 4,19) y, con el ejemplo de amor que nos dio, se ha hecho para nosotros como un sello, mediante el cual nos hacemos conformes a su imagen…»
Por esto dice: «Grábame como un sello en tu corazón». Es como si dijera: «Ámame como yo te amo. Tenme en tu pensamiento, en tu recuerdo, en tu deseo, en tus suspiros, en tus gemidos y sollozos. Acuérdate, hombre qué tal te he hecho, cuán por encima te he puesto de las demás criaturas, con qué dignidad te he ennoblecido, cómo te he coronado de gloria y honor, cómo te he hecho un poco inferior a los ángeles, cómo he puesto bajo tus pies todas las cosas (Sl 8,6-7). Acuérdate no sólo de cuán grandes cosas he hecho para ti, sino también de cuán duras y humillantes cosas he sufrido por ti; y dime si no obras perversamente cuando dejas de amarme. ¿Quién te ama como yo? ¿Quién te ha creado sino yo? ¿Quién te ha redimido sino yo?»…
Quita de mí, Señor, este corazón de piedra, quita de mí este corazón endurecido, incircunciso. Y dame un corazón nuevo, un corazón de carne, un corazón puro (Ez 36,26). Tú que purificas los corazones y amas los corazones puros, toma posesión de mi corazón y habita en él; llénalo con tu presencia, tú que eres superior a lo más grande que hay en mí y que estás más dentro de mí que mi propia intimidad. Tú que eres el modelo de la perfecta belleza y el sello de la santidad, sella mi corazón con la impronta de tu imagen; sella mi corazón, por tu misericordia, tú, «Dios por quien se consume mi corazón, mi lote perpetuo» (Sl 72,26).

Olor de santidad

Por Maria Paola Daud– Aleteia.
Osmogénesis, el perfume de santidad. Te contamos cuál era la fragancia de algunos de los más conocidos, según los testigos
La osmogénesis es el nombre “científico” del fenómeno por el cual se percibe perfumes u olores de modo extrasensorial, pueden ser fragancias agradables como el de las flores o desagradables como el de azufre.
El cristiano lo suele llamar “olor de santidad”, ya que este fenómeno considerado milagroso lo han poseído cientos de santos a lo largo de varios siglos; es más desde los Primeros Cristianos, como el caso de san Policarpo de Esmirna.
De él dicen las actas de su martirio que, quemado vivo en la hoguera, su cuerpo desprendía un agradable olor, y no el esperable a carne quemada.

La osmogénesis u olor de santidad, suele ser percibida como un perfume, dulce e intenso.

Posee distintas características: se puede dar en personas vivas o muertas, puede ser de breve duración, o permanecer por años.
Las fuentes son diversas: del cuerpo vivo, de las reliquias, de la tumba del santo o el lugar dónde es venerado. Y en el caso del Padre Pío, en sus lugares de bilocación.

¿A qué huelen los santos?

Son cientos de casos de osmogénesis en santos.
Fuente: it.aleteia.orgfranciscanos.orgamicidomenicani.itEn Olor de Santidad, Jimenez Sanchez
El olor de santidad designa un olor agradable que emana de personas vivas e incluso de cadáveres, y de cuyo origen no se sabe nada: un hecho que, para los cristianos, siempre ha constituido una especie de milagro.
Se trata de un aroma (o fragancia, del latín fragrantia y del verbo fragrere, sentir) de una suavidad excepcional, un perfume perceptible por el olfato pero de origen desconocido para la ciencia.
En general, el perfume se nota en la proximidad de un humano (vivo o, más frecuentemente, fallecido) o de reliquias, o incluso al acercarse a un objeto litúrgico o a una pintura religiosa (icono).

La delgada línea entre difamación y periodismo

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Por Mariella Balbi– Diario EXPRESO.
Caso 1: Antonio Ramírez, periodista. Hace ocho años fue condenado a dos años de prisión suspendida y al pago de 25,000 soles de reparación civil tras denunciar por corrupción al alcalde de San Juan de Lurigancho. Siete años después sentenciaron al burgomaestre a 19 años de prisión por ese caso. Ramírez tenía razón. Tarde.
Caso 2: Ante un reportaje tendencioso de ‘Cuarto Poder’ contra Keiko Fujimori, vinculándola al narcotráfico antes de la segunda vuelta electoral del 2016, el periodista Hugo Guerra tuiteó: “Poder de cuarta” y opinó sobre la infamia. América Televisión lo denunció. Su caso se verá pronto. Hoy se sabe, por un periodista, que ese reportaje buscaba afectar a Keiko. Perdió la elección.
Caso 3: El exfiscal Chávarry tuvo miles de carátulas en contra. Fue denigrado, difamado por una supuesta vinculación con el caso ‘Los Cuellos Blancos’ y por ejercer su autoridad, destituyendo a dos fiscales parcializados. Se demostró que Chávarry no tiene vinculación con el caso. Fue destituido parcializadamente y su familia está muy afectada.
Hay otras ocurrencias similares. La última es la denuncia del político César Acuña contra el periodista Christopher Acosta, autor del libro “Plata como cancha”. El texto presenta siete situaciones contenciosas para este personaje público, recogidas de lo publicado en la prensa sobre él, entre ellas un tema de violación a menor y el asistir al Servicio de Inteligencia en la época de Montesinos.
El político y excandidato a la presidencia sostiene que ha sido agraviado por la publicación. También declara que no tiene “una sola denuncia judicial”, algo 97% cierto. Sobre violación no hay ninguna. La menor en cuestión tuvo un hijo de Acuña a los 17 años. Fue reconocido. La madre declaró públicamente que no hubo violación. No hay peor delito que el estupro, quien lo comete es un ser despreciable.
Acosta no afirma que Acuña es violador. Pero presenta una declaración del abogado del político indicando que la denuncia se retiró. No cuenta con el documento. El periodista cita también a una política aprista que alegremente afirma categóricamente que Acuña es un violador. También menciona la declaración de la madre que niega el forzamiento. El político protesta por tal difamación. Tiene razón.
Pero también es cierto que el periodista no lo acusa. ¿Para qué toca el tema? Juzgue usted. Algunos piensan que el libro es ‘de mala leche’, que muestra a un Acuña delictivo, que lo arregla todo con plata como cancha. El político es un personaje expuesto a la crítica. Y todo ha sido publicado anteriormente. Acosta presenta tres testimonios que dicen que acudió al SIN. Acuña sostiene que nunca fue. No tiene ninguna acusación al respecto.
Cuando alguien se considera difamado por la prensa, esta responde: denuncie al Poder Judicial. Acuña lo hizo y el PJ falló a su favor. Denigrar a la institución que imparte justicia solo provoca la anomia social y vivir en el arbitrario mundo de la sospecha. También valida una inexistente superioridad moral del periodista: siempre poseedor de la verdad.
Si condenan definitivamente a Acosta, se violentará la libertad de expresión. No se podrá escribir más libros ni denunciar a nadie. Ese es el principio y la delgada línea. Lo dijo el gran periodista Ryszard Kapuscinski: “Para ser buen periodista hay que ser buena persona”.

Progres como cancha

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Por Martha Meier Miró Quesada– Diario EXPRESO.
Buena parte de los periodistas impulsan la agenda globalista, atacan a la Iglesia Católica y a todas las vertientes del cristianismo; promocionan el aborto; ridiculizan a las Fuerzas Armadas e intentan quebrar la institucionalidad de los partidos políticos organizados tildándolos de fascistas, neoliberales, capitalistas salvajes, neonazis y un largo etcétera. De los golpes bajos no se libran los líderes de los partidos que le cierran el paso a la izquierda o representan el emprendedurismo popular y el éxito económico de quienes tuvieron todo en contra y sin embargo surgieron.
Lo dicho se constata con los ataques e injurias contra: Keiko Fujimori y el fujimorismo encarnado en Fuerza Popular (K); Rafael López Aliaga y Renovación Popular (R); y con lo perpetrado contra Alan García y el Apra. La víctima más reciente de esta aplanadora de honras ha sido César Acuña Peralta (CAP), de Alianza por el Progreso (APP). Para el político y empresario, el libro “Plata como Cancha”, de Christopher Acosta, le difama y por ello demandó (penalmente, como por desdicha indica nuestro ordenamiento legal) al autor y a Jerónimo Pimentel, de Penguin-Random House, casa editora del libro. Ayer la periodista Mariella Balbi se refirió al tema: Ver https://www.expreso.com.pe/opinion/la-delgada-linea-entre-difamacion-y-periodismo/
Balbi explica que “Cuando alguien se considera difamado por la prensa, esta responde: denuncie al Poder Judicial. Acuña lo hizo y el PJ falló a su favor. Denigrar a la institución que imparte justicia solo provoca la anomia social y vivir en el arbitrario mundo de la sospecha. También valida una inexistente superioridad moral del periodista: siempre poseedor de la verdad”.
Hay quienes no le perdonan a CAP que no los contrate y otros que el hombre salido de un caserío haya construido un imperio y disfrute su “plata como cancha”. No dudo que como ser humano y político el señor pueda tener una larga lista de errores, pero no está denunciado ni condenado por nada de lo que Acosta refiere en su bulo. El caso recuerda a Lady Sneerwell, y su séquito de adulones, en la comedia de 1777 “El Arte de Difamar” (“The School for Escand”) quien se dedicaba, de puro ociosa, a inventar y difundir rumores sobre otros. Al final se descubren sus calumnias y los inocentes quedan reivindicados, mientras los embusteros enfrentan la ruina moral que pretendía dañar a terceros. Si en segunda instancia el Poder Judicial no recula y ratifica lo sentenciado en primera, a Acosta y Pimentel les espera eso, a menos que el primero muestre los documentos que no aparecen en su libro.
Y por cierto, por la salud de la libertad de prensa y expresión, la difamación no debiera considerarse un delito penal sino civil. Que el inexplicable caso del nada riguroso Acosta, sirva para revisar este tema y solucionarlo.

Allanamiento judicial

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Allanan inmueble de Pedro Salinas por servicio simulado

Se indaga contrato de Ministerio Público con consultor, el cual era para enfrentar críticas por caso Lava Jato.

Servicio simulado que no se habría realizado dentro de los plazos, de los periodos señalados”, indicó el fiscal anticorrupción Reynaldo Abia, sobre la tesis con la cual se investiga el contrato de Chisac y el Ministerio Público del 2017, y por la cual se allanó el domicilio del periodista Pedro Salinas.
En entrevista a RPP, precisó que el caso estaba en la 29 Fiscalía Provincial Penal, a raíz de una denuncia de falsedad genérica en un contrato que hizo la Fiscalía de la Nación con la referida firma, con motivo de mejorar su imagen en el caso Lava Jato.
Ahora el cargo es de presunta colusión agravada, ya que la gestión de Pablo Sánchez tenía una Oficina de Comunicaciones que podría haber realizado esa labor, sin necesidad de un pago adicional de 17 mil soles, como el que obtuvo Chisac.

No a telefonazos

Abia también rechazó las imputaciones de que él y su equipo están actuando por presiones del Sodalicio, organización religiosa con la cual Salinas tiene un enfrentamiento judicial desde hace varios años.
Se está tergiversando, citando términos agresivos y ofensivos. Eso no se puede aceptar. Si yo aceptara algún tipo de injerencia de presión, vengan a mi despacho y me lo digan”, sostuvo.
Fuente: Diario EXPRESO.

De agua en vino

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Evangelio según San Juan 2,1-11.
Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí.
Jesús también fue invitado con sus discípulos.
Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino“.
Jesús le respondió: “Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía“.
Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan todo lo que él les diga“.
Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una.
Jesús dijo a los sirvientes: “Llenen de agua estas tinajas“. Y las llenaron hasta el borde.
Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete“. Así lo hicieron.
El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo y le dijo: “Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento“.
Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

Tal vez ustedes han tenido la experiencia, como yo, de tener que armar un mueble, o algún otro artículo, siguiendo instrucciones escritas detalladas y a menudo confusas. ¡No hay nada peor que terminar el proyecto solo para encontrar algunas piezas que sobran! Aprendemos a una edad muy temprana a seguir instrucciones, a hacer lo que nos dicen. En casa, y luego en la escuela, aprendemos a seguir las instrucciones. Por muy difícil que sea a veces, aprendemos a escuchar y seguir las instrucciones. Esto no es fácil de hacer en cualquier etapa de la vida. Recuerdo que cuando estaba estudiando para mi Maestría en Teología, escribimos un examen y después entre nosotros, los estudiantes hablábamos de ello. Uno de nuestros compañeros de clase se quejó de que el examen era demasiado largo, que no tenía tiempo para hacer justicia a las cinco preguntas. Dijimos, “¿Cinco preguntas? ¿No leíste las instrucciones? ¡Solo tenías que responder tres de los cinco! “No importa la edad que tengamos, o nuestra posición en la vida, tenemos que seguir las instrucciones.
Esto es lo que pensaba cuando leí por primera vez el evangelio de hoy (Juan 2:1-11). La Santísima Virgen María dice a los servidores en el banquete de bodas en Caná: “Haz lo que él te diga”. Y, como los siervos fieles que eran, hicieron lo que Jesús les dijo: llenando los seis frascos de agua con agua. Estoy seguro de que no entendieron este comando, ya que la limpieza ritual que tuvo lugar cuando cada invitado llegó –el lavado de sus pies, y de sus manos y antebrazos hasta el codo –había pasado mucho tiempo y no se necesitaba más agua. No tenían idea de lo que iba a pasar, pero en realidad fueron testigos de este primer milagro de Jesús- transformando el agua en vino.
Quién mejor que María para decir a los servidores: “Haz lo que él te diga“, ¿ya que ella había seguido fielmente las instrucciones del ángel Gabriel al hacer la voluntad del Padre? Porque ella podía decir, con todo su corazón, “Yo soy la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra“, ella podría decir fácilmente, “Haz lo que él te diga“. Había pagado el precio de ser obediente. Ella había hecho lo que Dios pidió, y ahora podía llevar a otros a hacer lo que él les pidió. María no trajo la atención ni la gloria sobre sí misma, sino que siempre señaló a la gente hacia su Hijo. Ella, como Juan el Bautista, se hizo a un lado para permitir que otros vinieran a Jesús.
¿Qué significa para nosotros hacer lo que Jesús nos dice? Si seguimos las “instrucciones” de Jesús –sus enseñanzas, el ejemplo de su vida, su sufrimiento, muerte y resurrección – descubrimos que él tiene el poder de transformarnos (como hizo el agua en vino) si hacemos lo que él nos dice. Jesús nos invita, nos llama, y nos ruega, que hagamos lo que él nos dice. Esto no siempre es fácil, porque seguir a Jesús significa dejar atrás nuestra forma de pensar, sentir y actuar para abrazar una nueva forma de pensar, de sentir y de actuar, aquella que Jesús nos instruye a hacer. Al igual que no es fácil seguir las instrucciones de cómo armar un centro de entretenimiento o programar un nuevo aparato, no es fácil seguir la instrucciones de Jesús. En nuestra condición humana, creemos que nos conocemos mejor. Aunque podamos reconocer que lo que estamos haciendo no es correcto, nos resistimos al cambio y la admisión de que no siempre sabemos lo que estamos haciendo. Necesitamos humildad para abrazar el camino de Jesús y hacer lo que él nos dice.
Nuestra primera lectura del libro del Profeta Isaías (62:1-5) nos habla del fruto de ese cambio, de esa transformación. Como el pueblo se había vuelto a él, Dios ya no los llamó “desolados“, sino “Mi deleite” y “Mi Esposa“. A medida que seguimos el camino de Cristo –sus instrucciones– también seremos renovados en él.
En la Segunda Lectura de la Primera Carta de San Pablo a los Corintios (12:4-11) San Pablo habla de los múltiples dones del Espíritu Santo. Dios trabaja de forma única en todos y cada uno de nosotros, si estamos dispuestos a dejarlo, si estamos dispuestos a abrirnos, si estamos dispuestos a ser transformados por él (como el agua en vino). Esta transformación no puede tener lugar sin nuestra cooperación: nuestra entrega completa de nosotros mismos a Cristo. Dios respeta nuestro libre albedrío para decir “no“, pero cuando decimos “sí”, de la manera en que la Santísima Virgen María le dijo ““, puede hacer milagros. Él puede transformarnos, si estamos dispuestos a hacer lo que él nos diga.
Hoy hagamos un compromiso, un compromiso serio -con Dios, con nosotros mismos y con las personas en nuestras vidas- de que haremos todo lo que Jesús nos diga. No es imposible, pero nos llamará a depender de su gracia salvadora para lograrlo: abrir nuestros oídos, nuestros corazones y nuestras vidas para seguir sus instrucciones, aprender sus caminos más profundamente y vivir más profundamente la vida que nos da.

Beatifican en Polonia al sacerdote Jan Macha, asesinado por odio a la fe por los nazis: “Testigo de caridad”

Durante el Ángelus, el Santo Padre recordó la figura de este cura que sufrió “la persecución del régimen nazi contra la Iglesia”

Durante el Ángelus del 21 de noviembre 2021, el Papa Francisco quiso recordar al sacerdote, Jan Franciszek Macha, decapitado por los nazis en 1942 y que fue beatificado en la Catedral de Cristo Rey de la localidad polaca de Katowice.
El Santo Padre recordó que el Padre Macha fue “asesinado por odio a la fe en 1942 en el contexto de la persecución del régimen nazi contra la Iglesia. En la oscuridad de la prisión, encontró a Dios la fuerza y la mansedumbre para afrontar aquel calvario. Que su martirio sea semilla fecunda de esperanza y de paz”. Durante la ceremonia de beatificación, presidida por el Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Marcello Semeraro, se destacó que su martirio en la guillotina fue un valiente testimonio en medio de la barbarie nazi.

“Solo la fe y la caridad permiten reconocer la dignidad inalienable de cada persona”

“Mientras la violencia y los abusos de la guerra hacían estragos en Polonia y en todo el mundo, [Jan] entendió que solo la fe y la caridad permiten reconocer la dignidad inalienable de cada persona, creada a imagen y semejanza de Dios”, recordó el cardenal.
El Padre Jan Franciszek Macha, conocido como Hanik, nació el 18 de enero de 1914 en Chorzów Stary, un pueblo de la provincia de Silesia, en el sur de Polonia. En 1934 ingresó en el Seminario Teológico de Silesia y fue ordenado sacerdote para la archidiócesis de Katowice el 25 de junio de 1939, solo tres meses antes de que la Alemania nazi invadiera Polonia.

Condenado a muerte por decapitación

Tras una sustitución de dos meses en su parroquia natal, el 10 de septiembre asumió el cargo de vicario en la iglesia parroquial de San José. Durante la ocupación, desarrolló una animada actividad caritativa entre las familias polacas afectadas por la ocupación. Era miembro de un grupo clandestino, con nombre en código Konwalia (Lirio de los valles), que ayudaba a los necesitados.
La Gestapo, la policía secreta de la Alemania nazi, arrestó a Macha el 5 de septiembre de 1941 en una estación de tren en Katowice. Encontraron una lista de personas a las que él y sus asociados habían ayudado, así como otros documentos que mostraban que habían recolectado dinero y se lo habían dado a personas necesitadas. Tras unos interrogatorios humillantes, Macha fue condenado a muerte por decapitación en una breve audiencia en Katowice el 17 de julio de 1942.

El campo de concentración de Dachau, el cementerio de sacerdotes más grande del mundo

Fue ejecutado por guillotina en una prisión de Katowice el 3 de diciembre de 1942, a pesar de los esfuerzos de su madre por obtener el perdón. El Padre Macha fue uno de los miles de sacerdotes católicos asesinados durante la ocupación de Polonia por parte de la Alemania Nazi entre 1939 y 1945.
Cerca de una quinta parte de los 10,000 sacerdotes diocesanos de Polonia fallecieron. En el campo de concentración de Dachau, descrito como el cementerio de sacerdotes más grande del mundo, murieron asesinados por los nazis 868 clérigos.
Fuente: www.cope.es

Composición religiosa de Latinoamérica

Por Sofía Brahm J.- ZENIT Noticias– Humanitas.
El año 2007 tuvo lugar la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe en Aparecida, Brasil. Entonces, un 70% de los latinoamericanos se consideraba católico, la Iglesia gozaba de amplia confianza, pero se comenzaban a ver los efectos de la escasez de vocaciones sacerdotales. Desde entonces han pasado casi 15 años y la realidad eclesial latinoamericana ha tenido una gran transformación.

El 2013 asumió el primer Papa latinoamericano en la historia de la Iglesia, quien ha visitado diez países de la región: Brasil en el año 2013; Ecuador, Bolivia, Paraguay y Cuba en 2015; México en 2016; Colombia en 2017; Perú y Chile en 2018 y Panamá en 2019. En ese mismo año se llevó a cabo un Sínodo Especial para la Amazonía que culminó con una Exhortación Apostólica postsinodal en 2020 titulada Querida Amazonia.
Hoy la Iglesia de América Latina y el Caribe ha celebrado una inédita Asamblea Eclesial que lleva el lema “Todos somos discípulos misioneros en salida”. Es la primera vez que se hace una asamblea de todo el Pueblo de Dios: laicos, laicas, religiosos y religiosas, diáconos, seminaristas, sacerdotes, obispos y todas las personas de buena voluntad, quienes han discernido en conjunto una respuesta evangelizadora a la crisis social, sanitaria, política, económica, ecológica y también eclesial que viven los 46 países del continente.
La Asamblea se inauguró el 24 de enero y culminó de manera presencial entre el 22 y el 28 de noviembre en la basílica de la Virgen de Guadalupe de México y de manera virtual en varios otros lugares de la región. Esta Asamblea ha buscado responder a los nuevos desafíos para la Iglesia en la región.
Revisaremos a continuación algunos aspectos de la realidad religiosa del continente.

I. La Iglesia Católica en Latinoamérica

1.1 Identificación católica
América es la casa de 641’821,000 católicos, siendo el continente más católico (un 64% de su población es católica) y concentrando a la mayoría de los católicos del mundo (48% de los católicos del mundo se encuentran en esta región) [1]. Sin embargo, de acuerdo con los datos de la encuesta Latinobarómetro, que ha estudiado la afiliación religiosa desde 1995, la identificación con la Iglesia Católica ha disminuido a través de toda la región.
En el año 1995 un 80% de la población latinoamericana se identificaba como católico; para el 2018, en cambio, esa identificación descendió a un 59%. En casi todos los países la Iglesia Católica ha experimentado pérdidas en sus filas, teniendo como contracara un aumento en los miembros de las iglesias evangélicas y en aquellos que hoy no forman parte ni se identifican con ninguna religión organizada.
Los países centroamericanos son los que han tenido un mayor crecimiento de las iglesias evangélicas, destacando especialmente los casos de Honduras y Guatemala, donde la pertenencia a iglesias evangélicas iguala o sobrepasa (en el caso de Honduras) a la pertenencia al catolicismo. Honduras pasó de tener un 76% de la población católica en 1996 a un 30% en 2018. Paraguay es, en cambio, el país más religioso de toda Latinoamérica, con una especial adhesión a la Iglesia Católica de un 88% de la población, según los datos del Latinobarómetro.
Uruguay, República Dominicana, El Salvador y Chile se presentan como los países con mayor porcentaje de desafección religiosa. Esta categoría incluye a personas que se describen a sí mismas como ateas, agnósticas o que no tienen una religión en particular, aunque puedan eventualmente ser creyentes. El caso de Uruguay es emblemático, pues ha sido históricamente el país más secularizado de América Latina; de acuerdo con los datos del Latinobarómetro, desde el año 2005 dejó de tener mayoría católica y para el año 2018 un 54% de los uruguayos dicen que no se identifican con ninguna religión en particular; sigue de lejos a ese país República Dominicana, con un 30% de la población que no se identifica con ninguna iglesia.
1.2 Observancia
Los datos del Latinobarómetro muestran que los evangélicos se consideran practicantes o muy practicantes en mayor medida que los católicos (en la serie 2018, un 63% de los evangélicos se considera practicante o muy practicante, mientras que apenas un 44% de los católicos lo hace). Esta diferencia se ha mantenido en el tiempo y los niveles de autoevaluación de la propia observancia casi no han variado.
La encuesta del Pew Research Center, por su parte, indaga sobre las prácticas religiosas de cada grupo y muestra que, en casi todos los países encuestados, los evangélicos dicen que van a la iglesia con más frecuencia y oran con más frecuencia que los católicos; así, una mediana regional del 83% de los evangélicos informa que asiste a la iglesia al menos una vez al mes, en comparación con una mediana del 62% de los católicos [2]. Los protestantes también son más propensos que los católicos a leer las Escrituras fuera de los servicios religiosos, a acercarse literalmente a la Biblia y a creer que Jesús regresará durante su vida [3].
1.3 Confianza en la Iglesia
De acuerdo con los datos reportados por el Latinobarómetro, la Iglesia en Latinoamérica goza de amplia confianza entre la población, aunque esta ha caído alrededor de 10 puntos desde 1995. Hoy el 63% de los latinoamericanos dicen tener mucha o algo de confianza en ella, siendo la única institución que goza con niveles superiores al 50% de confianza, seguida por las fuerzas armadas y la policía, con niveles de confianza en torno al 40 y 35% respectivamente. Las instituciones políticas, en cambio, son aquellas que gozan de menor confianza, siendo los partidos políticos los peor evaluados en Latinoamérica [4].
Los niveles de confianza en la Iglesia varían significativamente entre países, siendo Chile el país que menos confía, con solo un 27% que señala confiar mucho o algo en ella, seguido por Uruguay, con un 38%. Chile y Uruguay son los únicos países donde el nivel de confianza en la Iglesia se encuentra bajo los 50 puntos porcentuales. Los fenómenos de ambos países son disímiles.
Uruguay ha tenido históricamente bajos niveles de confianza en la Iglesia, con alrededor de 20 puntos porcentuales menos que el promedio de la región, registrándose un 55% de confianza en 1995, cuando el resto de los países en promedio confiaba en un 72% y hoy (datos 2018) con un 38%, cuando el resto de los países en promedio confían en un 63%.
Chile, en cambio, ha tenido caídas bruscas de confianza, fuertemente afectadas por los escándalos de abusos sexuales vividos en el país: en la serie de Latinobarómetro puede verse cómo a fines de los 90 la Iglesia partió suscitando mucha confianza, ya que en torno al 80% confiaba mucho o algo en la Iglesia (por sobre el promedio de la región en esos años, que era 72%). Luego la confianza se desmorona en el año 2003 con el caso de José Andrés Aguirre, conocido como el “cura Tato”, llegando a un 52%. Después de este episodio los niveles de confianza se recuperan hasta el año 2010, cuando el caso Karadima sale a la luz pública (quien en enero de 2011 recibe la condena canónica). Luego, a pesar de una leve recuperación, la confianza se desploma el año 2018, con la visita apostólica del Papa Francisco y la salida a la luz pública de diversos casos de abuso y la consiguiente renuncia de todos los obispos de Chile durante su reunión con el Pontífice. El año 2018 arroja así el peor registro histórico que se tiene y coloca a la Iglesia entre las instituciones peor evaluadas en términos de confianza. El caso chileno es ilustrativo para comprender cómo afectan los episodios de abuso sexual dentro de la Iglesia en la confianza. En esta crisis de confianza influye de manera determinante la opinión que la sociedad tiene sobre la forma en que la Iglesia actúa frente a los escándalos de abuso sexual.
Paraguay es el país en donde la Iglesia goza de mayores niveles de confianza –en torno a un 82%–, seguido por Panamá, Honduras, Venezuela, Brasil y Guatemala, con niveles de confianza que superan el 70%. En estos países la confianza en la Iglesia casi no se ha visto afectada por las caídas en los niveles de confianza en las instituciones en general. En Paraguay, por ejemplo, la confianza en la Iglesia solo ha bajado 4 puntos porcentuales entre 1995 y 2018, teniendo pequeños altibajos que oscilan entre 75% en 2003 y 88% en 2009.

II. Cambios religiosos y causas del declive del catolicismo

2.1 Identidad evangélica y pentecostal
Los evangélicos en América Latina pertenecen a un grupo diverso de denominaciones e iglesias independientes. El término evangélico se refiere a miembros de iglesias protestantes históricas, miembros de iglesias pentecostales y miembros de otras iglesias protestantes. La mayoría se autodenomina como “evangélico”, sin especificar la denominación de la iglesia, aunque en países como Colombia, Costa Rica y República Dominicana existe un alto porcentaje de autodenominación protestante y en Brasil de autodenominación pentecostal de acuerdo con los datos del Latinobarómetro.
La influencia del cristianismo pentecostal-carismático ha sido especialmente importante en la región. De acuerdo con el informe del Pew Research Center del año 2014 sobre la religión en Latinoamérica [5], un porcentaje significativo de protestantes en Latinoamérica dice que se involucra en creencias y prácticas asociadas con los «dones del Espíritu Santo», como ritos de sanación y exorcismos. En la mayoría de los países encuestados, al menos la mitad de los protestantes informan que han presenciado o experimentado la sanación divina de una enfermedad o lesión, y al menos un tercio dice haber experimentado o presenciado la expulsión del diablo de una persona.
Las experiencias carismáticas están presentes también entre los católicos, especialmente en países de América Central y el Caribe, dándose cierta continuidad con comunidades evangélicas y pentecostales, incluyendo aspectos festivos, comunitarios y emocionales en las formas de vivir la fe. El rasgo principal de los movimientos carismáticos católicos es el acento en la renovación a través del bautismo en el Espíritu Santo, esto es, del Pentecostés.
El informe del Pew Research Center muestra cómo aproximadamente la mitad de los católicos en El Salvador (53%), República Dominicana (50%), Nicaragua (49%) y Guatemala (46%) han presenciado o experimentado una sanación y al menos uno de cada cinco católicos en República Dominicana (36%), Honduras (26%), Guatemala (23%), Nicaragua (23%), Venezuela (22%), Panamá (21%) y Colombia (21 %) dice que ha estado presente en un exorcismo, dando cuenta así de la presencia de elementos carismáticos en la experiencia de fe católica [6]. Asimismo, existe una alta identificación de católicos como carismáticos en algunos países como Panamá, Brasil, Honduras, República Dominicana y el Salvador. En cambio, en la mayoría de los países de Sudamérica esta identificación carismática es baja.
Según lo que ha estudiado el Pew Research Center, gran parte del movimiento que se aleja del catolicismo y se acerca al protestantismo se ha producido en el lapso de una sola vida. En la mayoría de los países estudiados, al menos un tercio de los encuestados que se autoidentificaron como protestantes, se criaron en la Iglesia Católica, y la mitad o más dicen que fueron bautizados como católicos [7].
El estudio del Pew Research Center preguntó a los excatólicos que se han convertido al protestantismo sobre las razones por las que lo hicieron. De las ocho posibles explicaciones ofrecidas en la encuesta, la más citada fue que buscaban una conexión más personal con Dios. Así también, muchos excatólicos también dijeron que se hicieron protestantes porque querían un estilo diferente de adoración o una iglesia que ayudara más a sus miembros.
Adicionalmente, es posible ver mayores esfuerzos de evangelización en las iglesias protestantes, lo cual ha tenido su impacto. En toda Latinoamérica, más de la mitad de los que se han cambiado de la Iglesia Católica al protestantismo dicen que fue su nueva iglesia la que se acercó a ellos (media del 58%). Así también, los protestantes en la región serían mucho más propensos que los católicos a compartir su fe con personas fuera de su propio grupo religioso, lo que sugiere que el impulso misionero –sobre el cual ha insistido tanto el Papa Francisco– es más activo y pertinaz entre evangélicos que entre católicos.
2.2 Desinstitucionalización de la fe
En toda América Latina, la mayoría de las personas que no se identifican con ninguna religión no se describen a sí mismas como ateas, sino que señalan que no tienen una religión en particular, aunque sí creen. Así, si bien cada vez son menos las personas que se declaran como pertenecientes a un credo en particular, no ha disminuido la creencia en Dios.
Uruguay es el único país encuestado donde menos de nueve de cada diez personas (81%) profesan tal creencia. En algunos países la creencia en Dios está a tal punto extendida que supera el 99% de la población, incluso entre aquellos que no se identifican con ninguna religión. Por ejemplo, la abrumadora mayoría de los no afiliados en República Dominicana (99%), Nicaragua (98%), El Salvador (95%), Puerto Rico (91%), Honduras (90%), Brasil (89%) y Costa Rica (88%) dice creer en Dios [8].
El ámbito para interpretar este fenómeno no es el plano de la religión, sino el de la espiritualidad. Cada uno puede elegir el horizonte de su propio dinamismo trascendente; se sustituye religión (institucional) por espiritualidad (individual). La secularización adquiere por tanto la forma de desinstitucionalización de la fe, más que de increencia, donde la religión se constituye como una experiencia individual, carente de una comunidad estable; el individuo construye su identidad religiosa en base a un proceso personal, extraño a cualquier tradición precedente y externa a él mismo. Así, cada vez son más los que plantean que se puede vivir la fe sin pertenecer a una religión.

III. Religiosidad popular

3.1 Vitalidad de la religiosidad popular
La religiosidad popular y de multitudes es, en palabras de Benedicto XVI en Aparecida, “el precioso tesoro de la Iglesia católica en América”, lugar donde “aparece el alma de los pueblos latinoamericanos”[9]. Esta se caracteriza tanto por la cantidad de fieles que congrega como por la fe que a través de ella se expresa. La devoción a la Virgen y a los santos patronos forma parte de la fe del pueblo, la que se manifiesta a través de fiestas, novenas, procesiones, peregrinaciones, danzas y promesas.
Resulta difícil aproximarse al fenómeno de la desinstitucionalización de la fe en Latinoamérica pasando por alto estas expresiones de religiosidad popular, vivencias con un importante arraigo local y comunitario. Estas expresiones casi no se han visto afectadas por el fenómeno de secularización y no han perdido su vigencia; porque sería olvidar el primado de la acción del Espíritu y la iniciativa gratuita del amor de Dios… Es una espiritualidad encarnada en la cultura de los sencillos, que no por eso es menos espiritual, sino que lo es de otra manera (n. 17) [10].
La religiosidad popular encuentra en la devoción mariana una de sus más profundas expresiones. En María el pueblo latinoamericano ve a su madre y protectora. En la mayoría de los países las devociones marianas encuentran su origen en imágenes traídas por misioneros (como Nuestra Señora del Rosario de Guatemala o Nuestra Señora de la Merced de Perú) o fundadores (como Santa María La Antigua en Panamá o Nuestra Señora del Carmen de Maipú en Chile), esculpidas por indígenas (como Nuestra Señora de Copacabana de Bolivia o Nuestra Señora de la Presentación de Quinche en Ecuador) o encontradas en lugares inhabituales (como Nuestra Señora Aparecida en Brasil o Nuestra Señora de los Ángeles en Costa Rica). Guadalupe fue un acontecimiento de tal envergadura, profundidad y duración que legó su patrona a toda Latinoamérica.
La devoción a María se desarrolla principalmente en santuarios. Estos, esparcidos por todo el continente, son espacios especiales de expresión de esta fe popular, congregando a gran cantidad de fieles a lo largo del año y, especialmente, los días en que en ellos se celebra alguna fiesta. Las fiestas y devociones que en ellos se desarrollan, en general, no han sido creaciones de algún pastor, sino que son la ratificación de la autenticidad de la fe que en ellos se expresa.
El Santuario de la Virgen de Guadalupe en México recibe cerca de 7 millones de peregrinos al año; el de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, en Paraguay, acoge un millón de peregrinos para el día de la Inmaculada Concepción, mismo día en que en Chile el Santuario de lo Vásquez congrega a cerca de 700,000 peregrinos.
Convocatorias similares tienen los santuarios de la Virgen de Socavón en Bolivia o el de Nuestra Señora de Luján en Argentina. Los años de pandemia han obligado a cancelar peregrinaciones, exponer las imágenes veneradas al aire libre y transmitir misas por las redes, debilitándose la fuerza comunitaria que tienen estos espacios.
Datos de Chile confirman la vigencia de estas expresiones de fe. De acuerdo con la Encuesta Bicentenario, mientras la asistencia a misa bajaba de 16% de los católicos en el año 2010 a 11% en 2019, en ese mismo período distintas manifestaciones de religiosidad popular aumentaban en la población católica. Una alta proporción de católicos tiene la costumbre de rezar a la Virgen ante imágenes públicamente expuestas (52%), se encomienda a algún santo (57%), asiste a santuarios marianos (43%) y hace mandas a la Virgen (37%) [11].
A los santuarios marianos acuden los fieles portando sus más hondas preocupaciones y son espacios propicios para acercarse a la fe de cientos de católicos que no asisten a los templos ni reciben los sacramentos. Como señala la Declaración del IV Congreso de Rectores de Santuarios de América Latina y El Caribe celebrada en Brasil el año 2006, “hoy no es posible comprender el acercamiento de la Iglesia a los grandes grupos humanos que se identifican con la fe católica, pero que están distantes de la expresión formal de ella, sino que a través del proceso de encuentro y evangelización de los santuarios”.
La devoción mariana fue tempranamente asumida por el indígena, quien ya conocía divinidades femeninas a las que veneraba en santuarios: la Pacha Mama, la Luna, la diosa del agua y muchas otras, lo que permitió que aceptaran las diferentes advocaciones de María como formas de culto ancestral [12]. Algo similar sucedió con el culto a los santos, el que fue poco a poco desplazando las formas de devoción originarias, como fueron el culto a los ídolos mesoamericanos, a las huacas andinas o a los oricha africanos [13]. Estos sincretismos han sido posibles gracias a la religiosidad popular, la que atañe a las experiencias más primigenias de lo sagrado de todos los pueblos aún no cristianos, donde la Iglesia trasciende, pero asume, las formas básicas de los símbolos, mitos y ritos que son los semina Verbi esenciales al conjunto de las religiones originarias del continente.
3.2 Creencias indígenas y devoción libre
En la actualidad, aunque aún vital y vigente, la religiosidad popular se encuentra desbordada de su tronco mariano original por diversas manifestaciones de devoción libre. Entre ellas se encuentran algunas creencias de larga data popular, como la creencia en el mal del ojo, o más recientes, como la devoción a santos populares; a las que se les suman, aunque con menor frecuencia, expresiones de religiosidad oriental (nirvana, karma, astrología). Al mismo tiempo, las religiones indígenas se han visto revitalizadas, empujadas en muchos países por procesos políticos.
Muchos latinoamericanos, incluidos porcentajes sustanciales de católicos y protestantes, suscriben creencias y prácticas que a menudo se asocian con las religiones afrocaribeñas, afrobrasileñas o indígenas. Por ejemplo, al menos un tercio de los adultos en todos los países encuestados por el Pew Research Center creen en el «mal de ojo», la idea de que cierta mirada, impulsada por la envidia, puede causar daño. Esta creencia está más extendida entre católicos que entre protestantes o no afiliados [14]. Esta misma encuesta encuentra los niveles más altos de práctica religiosa indígena o afrocaribeña en Panamá, donde la mayoría de las personas (58%), incluido el 66% de los católicos panameños y el 46% de los protestantes, participan de al menos tres de las ocho creencias indígenas y prácticas mencionadas por el estudio [15]. Es también una práctica sumamente extendida en todo el continente la entrega de ofrendas a espíritus, lo que tiene su símil en el catolicismo, en la extendida práctica de las mandas.
La devoción a los santos populares es otra de las expresiones de un híbrido de tradiciones indígenas, africanas y europeas. Son cientos los santos populares [16] que van surgiendo a lo largo de todo el continente. Se trata de curanderos, bandidos, personajes famosos, hombres y mujeres que, al igual que sus seguidores, han sufrido la injusticia social, política y económica y que son constantemente empujados al margen de la sociedad. Sus historias representan la situación cotidiana de los pobres o sus vidas estuvieron marcadas por sus causas. Por lo mismo, los santos populares son una extensión de los devotos y esta familiaridad y empatía hace que sean santos cercanos, familiares, fieles y muy propios. A diferencia de los santos canonizados, los santos populares devienen santos no por sus vidas virtuosas, sino por sus muertes, generalmente trágicas, injustas o rodeadas de mitos construidos por el pueblo [17].
Aunque la Iglesia suele oponerse a la veneración de estas figuras, los devotos de los santos populares son casi exclusivamente católicos y optan por venerar a estas figuras porque las sienten más propias que las figuras de los santos canonizados por la Iglesia, a la vez que ello les permite tener una devoción más libre, sin intermediarios o restricciones, donde se mezclan libremente oraciones católicas con amuletos, magia negra o rituales de mediación [18]. Estas figuras tienen un importante arraigo local y sus fiestas son defensas de la identidad cultural; es por ello que muchos los consideran como parte del folclor de un pueblo. En Argentina se venera a la Difunta Correa, el Gauchito Gil y a San La Muerte; en Perú, al Niño Compadrito y Sarita Colonia; en México, a Juan Soldado, Jesús Malverde, al Niño Fidencio y a la Santa Muerte; en Venezuela, a Juan Bautista Morillo y a María Lionza (devoción que ha derivado en el espiritismo marialioncero); en Guatemala, a Maximón, y en Chile, a Romualdito, Carmen Cañas, La Niña Hermosa o a los cientos de animitas visitadas a lo largo de las carreteras por peregrinos.
Los santos populares comienzan a congregar devotos especialmente por sus famas de milagrosos. Más que intercesores, existe la creencia de que ellos mismos obran los milagros, son deificados. Los milagros dependen de factores como la fe del devoto o la correcta forma en que se pide el milagro, cumpliendo con rituales o promesas realizadas, o llevando correctamente distintos amuletos con su figura. En la devoción a los santos populares suelen ocurrir las mismas desviaciones que ocurren a menudo en la devoción a santos canonizados, esto es, superstición, reducción de la fe a intercambios comerciales o de favores, idolatría, paganismo, magia y falta de profundidad.
De acuerdo con Frank Graziano, en su libro Cultures of Devotion, el contexto general para que emerjan estos santos es un contexto de desilusión con instituciones religiosas y seculares, y de necesidad de reconocimiento, autoestima y seguridad. También son consecuencia de una evangelización inconclusa y de la ausencia de sacerdotes en áreas rurales. Generalmente las personas acuden a los santos populares como último recurso, cuando todas las posibilidades anteriores (como la medicina tradicional, la Iglesia, etc.) han sido agotadas. En el camino hacia estas devociones ocurrieron muchas desilusiones, puertas cerradas e incomprensiones que dan cuenta de una gran necesidad de canales de escucha, acogida y consuelo dentro de la Iglesia que hoy se encuentran ausentes.
Vocaciones sacerdotales y laicales
América es el continente con mayor número de católicos por sacerdote. Según el Anuario Estadístico de la Iglesia 2020 se calculan cerca de 5,244 católicos por sacerdote, seguido por África, con 5,088; Oceanía, con 2,318; Asia, con 2,157, y Europa, con 1,672, continente donde se concentra el mayor número de sacerdotes del mundo. Latinoamérica nunca ha tenido una tradición sacerdotal fuerte y la escasez de sacerdotes ha sido una preocupación constante. En la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe se mostraba cómo el insuficiente número de sacerdotes y su no equitativa distribución imposibilitaban que muchas comunidades pudieran participar regularmente en la celebración de la Eucaristía. Hoy (cifras del 2018) las estaciones misioneras sin sacerdote residente son 21,511 en el continente, aumentando en 409 respecto del año anterior [19].
Esta escasez de sacerdotes llevó a especular sobre una posible ordenación de los viri probati para el Sínodo de la Amazonía, hombres casados de probada virtud, muchos de los cuales ya sirven como diáconos permanentes. Ante la falta de sacerdotes, esta función fue introducida en 1966 en Honduras por el obispo canadiense Marcel Gerin. Hoy solo en Centroamérica podría haber más de cuarenta mil. A pesar de las expectativas, Querida Amazonia no abordó la cuestión, pero sí dio pasos para ampliar el alcance de los ministerios laicos en la región. “Una Iglesia con rostros amazónicos requiere la presencia estable de líderes laicos maduros y dotados de autoridad”, escribe Francisco, “que conozcan las lenguas, las culturas, la experiencia espiritual y el modo de vivir en comunidad de cada lugar, al mismo tiempo que dejan espacio a la multiplicidad de dones que el Espíritu Santo siembra en todos” [20].
El importante papel de los laicos en la misión de la Iglesia del continente se conduce con la alta presencia de diáconos en la región, así como también de misioneros laicos y catequistas. Hoy en Latinoamérica hay 31,106 diáconos permanentes, duplicando al continente que le sigue, Europa, con 15,090; se cuenta con 314,932 misioneros laicos, concentrados especialmente en América del Sur, seguidos muy de lejos por Asia, donde hay 42,120, y cerca de dos millones de catequistas, seguidos por Europa y Asia, donde hay cerca de 500,000. Asimismo, se cuenta con un gran número de religiosos (14,125) y religiosas (160,032). Este año la publicación de la Carta Apostólica Antiquum Ministerium, con la que el Papa Francisco establece el ministerio laical del Catequista, ha dado un mayor impulso a esta figura.
A futuro no se observa un posible aumento de sacerdotes, pues la presencia de seminaristas ha ido disminuyendo progresivamente en la región, mientras que África y Asia son hoy los continentes con mayor número de vocaciones al sacerdocio.
Desafíos para la Iglesia en Latinoamérica
En términos de identidad religiosa los datos revisados dan cuenta de una disminución en la identificación de la población latinoamericana como católicos, lo que tiene como contracara un éxodo a otros credos y un aumento en el número de personas que no se identifican con ninguna religión. Hemos visto que los protestantes o evangélicos tienen un ánimo evangelizador mucho más fuerte que los católicos, a la vez que son más practicantes. Los católicos, más que los protestantes, han perdido el imperativo de la evangelización y de la transmisión de la fe como un don.
El protestantismo en la región ha tenido un importante auge, ofreciendo formas de vivir la fe más comunitarias, horizontales y con un importante factor emocional. Es el pentecostalismo la principal corriente protestante que ha penetrado en la composición religiosa del continente, especialmente en Centroamérica y el Caribe, influyendo también dentro de las mismas filas del catolicismo a través de la renovación carismática.
Hemos visto que el fenómeno de aumento de las personas que no se identifican con ningún credo no se trata necesariamente de un aumento de la increencia, pues en Latinoamérica la creencia en Dios es transversal y mayoritaria, y se expresa a través de las diferentes manifestaciones de devoción popular. El fenómeno responde más bien a una desinstitucionalización de la fe. Este fenómeno se condice con la presencia de la liquidez en la sociedad que describe el sociólogo Zygmunt Bauman, y que alcanza, de manera similar, a distintas instituciones. Las tendencias de desinstitucionalización y esta separación entre la relación personal con Dios y la relación con su Iglesia plantean un enorme desafío. Estos fenómenos pueden erosionar de manera importante la vitalidad espiritual de los miembros de la Iglesia y desalentar aún más el ánimo evangelizador. La creciente preferencia por el ideal de electividad de la fe inhibe la experiencia familiar de la fe y la transmisión intergeneracional de la misma de padres a hijos, que se entrega como un don y que alimenta la vida de la Iglesia.
A pesar de la caída en la participación de los católicos en espacios institucionalizados de la Iglesia y con mediación eucarística y penitencial, como la asistencia a misa, la presencia de formas de religiosidad popular se ha mantenido constante en el continente, casi inmutable frente al fenómeno de la secularización. Son ellas formas de expresión de la fe con un importante sustrato comunitario y local. Tal como nos invitaba la Iglesia Latinoamericana reunida en Aparecida, es aún un desafío para la Iglesia proteger y promover estas formas de religiosidad, a la vez que purificar cuando sea necesario [21].
Tanto el auge del movimiento carismático y de las expresiones de religiosidad popular dan cuenta de una búsqueda de nuevas formas de vivir la fe, de manera profundamente laical y participativa. Una piedra de tope para que los laicos asuman su importante rol en la vida de la Iglesia, especialmente hoy ante la escasez de vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, ha sido históricamente el clericalismo, que en Latinoamérica toma la forma, en palabras del Papa Francisco, de “complicidad pecadora” entre el clero y los laicos, donde “el cura clericaliza y el laico le pide por favor que lo clericalice, porque en el fondo le resulta más cómodo” [22]. El clericalismo se encuentra especialmente presente en el continente y deviene en una fe infantil, que “anula la personalidad de los cristianos” [23] e inhibe el discernimiento.
No todos los espacios son igualmente susceptibles de clericalización, y cuando el Papa habla de este peligro, se refiere sobre todo a los espacios más institucionalizados de la Iglesia, donde el clero tiene una presencia decisiva. En estos ambientes el clericalismo funcionaliza al laicado, el compromiso laical va resumiéndose en activismo y asociacionismo parroquial, donde “una persona es tanto más cristiana cuanto más está comprometida en actividades eclesiales”[24], o cuanto más trabaja en “cosas de los curas” [25]. Mientras estos espacios corren el riesgo de clericalizarse, los espacios no institucionalizados, como son los de la religiosidad popular, corren el riesgo de quedarse en la mera exterioridad si no se dejan penetrar por la fe en Cristo, muerto y resucitado, presente en la Eucaristía, “fuente y culmen de toda la vida cristiana” [26].
El contexto de desconfianza en la Iglesia en algunos países de Latinoamérica reviste importantes desafíos. Urge abordar de manera decidida la crisis de abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Un contexto de desconfianza debilita las opciones de evangelización, donde la ira y el dolor por el escándalo pueden ser más fuertes. Al mismo tiempo, el contexto de desconfianza dificulta la posibilidad de implementar reformas con éxito y que la Iglesia asuma un rol importante en la vida de los pueblos. En países como Chile, los bajos niveles de aprobación de la Iglesia han impedido que ella actúe institucionalmente como mediadora de conflictos, como lo ha hecho en otros países del continente como Honduras, Cuba, Venezuela o El Salvador. En paralelo, la confianza debilitada puede estar arriesgando las formas de convivencia pacífica entre religiones y la libertad religiosa que hasta hoy ha prevalecido en todo el continente.
En términos sociales la Iglesia siempre ha tenido un rol humanitario fundamental, a través de una gran diversidad de obras benéficas. Este papel, que refleja la mano del Dios que es misericordia, urge conservarlo y acrecentarlo para enfrentar la creciente cultura del descarte que se traduce en diversos atentados a la vida y las múltiples crisis por las que atraviesa Latinoamérica: crisis económica, social, ecológica, política, sanitaria y existencial.

Notas

[1] Anuario Estadístico de la Iglesia 2020, actualizado al 31 de diciembre de 2018.
[2] Pew Research Center; Religion in Latin America: Widespread Change in a Historically Catholic Region. Nov. 13, 2014.
[3] Pew Research Center, op. cit.
[4] Encuesta Latinobarómetro, 2018.
[5] Pew Research Center, op. cit.
[6] Pew Research Center, op. cit.
[7] Pew Research Center, op. cit.
[8] Cf. Encuesta Latinobarómetro, 2018.
[9] Benedicto XVI, discurso inaugural de la Conferencia de Aparecida, Domingo 13 de mayo de 2007.
[10] En: Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM; “Evangelización, religiosidad popular y devoción mariana”. Humanitas nº 95, Santiago, 2021.
[11] Encuesta Nacional Bicentenario, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2019.
[12] Cf. Undurraga, Armando SS.CC.; Evaluación de la religiosidad popular en Latinoamérica. Ediciones Paulinas.
[13] De la Torre, Renée; “La religiosidad popular de América Latina: una bisagra para colocar lived religion en proyectos de descolonización”. Cultura y religión vol.15 no.1, Iquique, 2021.
[14] Pew Research Center, op. cit.
[15] Pew Research Center, op. cit.
[16] Por santos populares se entiende la devoción popular hacia personas fallecidas o mitológicas no canonizadas.
[17] Cf. Graziano, Frank; Cultures of Devotion. Folk Saint of Spanish America. Oxford University Press, 2006.
[18] Graziano, op. cit.
[19] Anuario Estadístico de la Iglesia 2020.
[20] Francisco, Exhortación Apostólica postsinodal Querida Amazonia, 2020, n. 94.
[21] Cf. Discurso del Santo Padre Benedicto XVI en la sesión inaugural de los trabajos de la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Santuario de Aparecida, Domingo 13 de mayo de 2007.
[22] Cf. Discurso a los obispos de la coordinación de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) durante la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro, julio 2013.
[23] Carta del Papa Francisco al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, marzo de 2016. En: Brahm, Sofía; “Clericalismo y ensimismamiento”. Punto y Coma nº2, Santiago, marzo 2020.
[24] Benedicto XVI. Discurso al Meeting di Rimini, 1 de septiembre 1990, en: Ratzinger, Joseph; La Iglesia. Una comunidad en camino. San Pablo, Madrid, 2005, p. 113.
[25] Carta del Papa Francisco al cardenal Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, marzo de 2016.
[26] Constitución dogmática Lumen gentium, 1964, n. 11.
* Sofía Brahm es socióloga y trabaja como secretaria de redacción de la revista Humanitas.

Queridas almohadas

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Por Martha Meier Miró Quesada- Diario EXPRESO.
Pedro Castillo dijo en Colombia: “estamos hechos de almohadas tranquilas”.

Solo eso nos faltaba. Los dislates a los que nos quiere acostumbrar Castillo reflejan la degradación de la política, especialmente de la latinoamericana.
En Venezuela el inepto y antidemocrático Nicolás Maduro, detenta el poder. En Chile el desadaptado sin formación ni experiencia alguna, Gabriel Boric, llegó a la presidencia. Y en nuestro país, tenemos al ‘prosor’ , una suerte de virus en la programación de la Matrix (o de la Lattice, en la compleja Teoría Sintérgica del mexicano Jacobo Grinberg).
La vigencia de los ignorantes, destructores de países, va aparejada del discurso irracional, populachero y promotor del odio. Los jóvenes votantes, hijos de la televisión basura y de la incomprensión lectora, aplauden el mensaje básico de los imbéciles empoderados. Los mediocres politicastros hablan en plural, refiriéndose a ellos mismos con el pronombre “nosotros”, como si todos estuviéramos felices con la desproporcionada incultura, las odas al disparate y el tóxico pensamiento comunista emanado del complejo, la ineptitud y la envidia.
Castillo abre la boca y cae en la tontera. Antes de la “almohada” nos regaló: “llevo la biblioteca en la nariz” y mucho más por el estilo. Él no es un campesino quechua hablante; de hecho, desconoce el quechua, por eso es intolerable que destruya el castellano, diserte como mentecato y deje al Perú, otra la estrella de Sudamérica, como una tierra de infradotados.
El jueves en la reunión de mandatarios en Colombia, lanzó: “Nosotros creemos importante ‘de que’ mientras más se acerque el Estado a la población uno también hace que su almohada se convierta, o su conciencia se convierta en una almohada tranquila, porque de eso estamos hechos”. Con ese nivel de razonamiento no podemos esperar nada bueno. Una cosa es el lenguaje sencillo y otra muy distinta es el adefesio y la incapacidad de corregirse al momento. El SRP debería dejar de inspirarse y ajustarse a un discurso escrito (obviamente por terceros), para evitar papelones y avergonzarnos a todos.
Más que edad mínima para postular a la presidencia, se requiere un mínimo de Cociente Intelectual (CI) para evitar que los menos aptos queden al mando. Se necesita, también, una evaluación psicológica para librarnos de candidatos acomplejados y psicópatas que no se responsabilizan por sus actos. No estamos hablando de un asunto menor. La tragedia de que un tonto, un acomplejado o alguien con rasgos psicópatas concentre buena parte del poder, se refleja en el avance o retroceso de un país, en la cifra de muertos durante una pandemia, en el construir o no las bases para un desarrollo a largo plazo y en la prosperidad o pobreza de la gente.
El filósofo sevillano Emilio Lledó sostiene que “lo terrible es que un ignorante con poder político y repleto de ignorancia determine nuestras vidas”.
Así estamos, almohadas.

En sueños te veo

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Por Juan Manuel de Prada– ReligiónenLibertad.com
Un querido amigo me cuenta que en sueños se le aparece su compadre, fallecido hace un par de años en circunstancias trágicas. En estos sueños, a veces su compadre (o la imagen soñada del mismo) hace afirmaciones muy hondas que mi amigo no sabe si tomar en consideración. Y, entre bromas y veras, me solicita un dictamen sobre estas visiones soñadas de su compadre. Se trata de una cuestión muy interpeladora, pues en mis sueños también se me aparecen personas difuntas muy queridas, en especial mi abuelo, con quien mantengo largos coloquios de los que luego, al despertar, sólo recuerdo fragmentos deshilachados, aunque muy reveladores.
Homero, en La Odisea, distingue entre sueños ‘falsos’ y ‘verdaderos’ en aquel célebre pasaje en que Penélope percibe las dos puertas del sueño: una de marfil, de donde brotan los sueños falaces; otra de cuerno, de donde emanan los sueños veraces o premonitorios. Y Cicerón, en su tratadillo sobre la adivinación, establece una clasificación tripartita de las fuentes del sueño (los hombres, los espíritus inmortales y los dioses) que reconoce la existencia de sueños inspirados sobrenaturalmente.
La tradición cristiana nunca negará esta inspiración sobrenatural de los sueños, o de ciertos sueños; a veces inspirados por el mismísimo Dios, a veces por espíritus (angélicos o diabólicos). En el Antiguo Testamento, se sueña desde luego mucho más que en el Nuevo (Jacob, los faraones egipcios, Nabucodonosor, etcétera); pero el Nuevo también contiene sueños dilucidadores: San José, por ejemplo, no repudia a la Virgen después de que un ángel le aclare en sueños la naturaleza de su embarazo; y los Magos de Oriente reciben en sueños la encomienda de escaquearse de Herodes. Por lo demás, algunos de los episodios más importantes de la propagación del cristianismo se fundan en un sueño, como la victoria de Constantino contra Majencio en el puente Milvio.
Pero esta confianza en los sueños como vehículo de comunicación sobrenatural, que fue constante en la tradición cristiana, se marchita y malogra por contaminación del racionalismo y el cientifismo que se vuelven hegemónicos a partir del siglo XIX. En su afán por vaciar la fe de contenido, el pensamiento racionalista brindó falsas soluciones materialistas a todos los asuntos de índole espiritual; y, como reacción morbosa, se produjo una efervescencia de espiritistas, nigromantes, adivinos y otras faunas limítrofes que trataban de embaucar con sus supercherías a las gentes más crédulas. Y aquí la tradición cristiana, que siempre había prestado atención a los sueños como vehículos de comunicación sobrenatural, se retrajo y aceptó el método científico como única forma de conocimiento, en su esfuerzo por distanciarse de las escuelas ocultistas. De este modo, el mundo cristiano aceptó de forma insensata –para agostamiento de su vida espiritual– que los sueños eran tan sólo proyecciones distorsionadas de pulsiones, complejos o instintos reprimidos, hasta abrazar de forma suicida las interpretaciones freudianas, que ‘descifran’ los sueños como si fuesen jeroglíficos guarros.
El escritor Robert Hugh Benson sabía que, cuando al creyente se le niega la posibilidad de interpretar espiritualmente realidades tan cotidianas de nuestra vida como los sueños, termina por dejar de creer en las realidades espirituales. «Todo lo que nos rodea –escribiría– es un mundo espiritual comparado con el cual la generación presente es como una familia de hormigas en medio de Londres… Prácticamente no sabemos nada de él, excepto aquellos pocos principios que llamamos la fe católica, nada más». Basándose en estos principios, Benson probó a explorar en una serie de magistrales relatos de misterio –publicados en España con el título de Historias sobrenaturales– este gigantesco mundo espiritual, en los que mostraba que el mundo está envuelto en corrientes espirituales casi siempre inaccesibles para los sentidos, mas no por ello menos reales y omnipresentes. Benson estaba muy interesado, por ejemplo, en explicar que, si bien el dogma católico nos enseña que los muertos no vuelven convertidos en espectros para comunicarse con los vivos, la comunicación espiritual con las almas de los muertos sí es plenamente posible: a través de la oración, sin ir más lejos; pero también a través de los sueños (aunque, desde luego, la práctica de la oración favorece que la comunicación a través de los sueños no sufra contaminaciones preternaturales). De este modo, mi amigo podrá seguir manteniendo jugosos coloquios con su compadre, como yo los mantengo con mi abuelo. ¡Felices sueños para las tres o cuatro lectoras que todavía me soportan!
Publicado en XL Semanal.

Historias sobrenaturales: La luz invisible / Un espejo de Shalott

Por Sergio Gómez Moyano.
El primer libro de relatos escrito por Robert Hugh Benson se titula The Light Invisible. Salió a la venta en 1903 y se trata del primer volumen publicado del autor. Es importante contextualizar esta obra, porque dará una clave fundamental para su interpretación.
Comenzó a escribirlo en 1902, cuando vivía en la comunidad de la Resurrección de Mirfield. El autor estaba sufriendo una crisis de identidad. Por un lado, había sido educado según los principios de la Iglesia de Inglaterra, de la cual su padre fue la cabeza visible. Más aún, se había convertido en un profesional de la misma, pues había sido ordenado clérigo anglicano. Sin embargo, sentía la llamada a la Iglesia Católica, esa confesión cristiana que desde pequeño había aborrecido. En esos momentos de desconcierto, pretendió buscar una especie de compromiso, una vía intermedia o quizá un metalenguaje capaz de albergar las pretensiones de ambas confesiones. El mismo Benson explicó que con este libro buscaba reafirmarse en las verdades de la religión. Por todo ello, no es de extrañar que The Light Invisible esté compuesto por una serie de experiencias espirituales, explicadas por un anciano sacerdote, que el lector no puede averiguar si es católico o anglicano. El protagonista de los relatos posee un don, una sensibilidad especial, para ver lo que se esconde detrás de la materia.
Un corresponsal escribió sobre el libro que el verdadero meollo del mismo es la intuición espiritual, como único puente entre lo visible y lo invisible (C.C. Martindale, The Life of Monsignor Robert Hugh Benson, vol. I). Esta intuición se materializa, o se hace sensible, en la figura del anciano sacerdote, que es el que relata las historias. Su don consiste en: «La facultad de comprobar por nosotros mismos lo que hemos aceptado por autoridad y lo profesamos por fe. […] La percepción es a veces tan intensa que el mundo espiritual se me muestra tan visible como lo que llamamos el mundo natural, pero se me muestran simultáneamente, como en el mismo plano. Depende de mí elegir cuál de los dos veo con más claridad» (The Light Invisible).
Y esta facultad, dice, no es algo diferente, por ejemplo, de la capacidad que tiene su interlocutor (el que escribe todo lo que el anciano relata) de disfrutar de la belleza, donde otros no la ven. A partir de aquí se explicarán situaciones que el anciano sacerdote, o alguna otra persona, ha vivido gracias a esa capacidad intuitiva devenida visión sensible.
Desde el punto de vista literario cabe decir que se trata del primer libro de madurez literaria de Robert Hugh Benson. El género en el que se podría adscribir sería el de los relatos fantásticos o de terror, si bien sus páginas no encierran pasajes tan escalofriantes como los de A Mirror of Shalott. Su tono es mucho más meloso y, sobre todo, más espiritual (por no decir místico) que terrorífico o fabulístico.
El planteamiento de A Mirror of Shalott adquiere la forma de un simposio informal, una especie de Decamerón o Canterbury Tales. Un grupo de sacerdotes de diferentes nacionalidades se encuentran en Roma. Después de sus actividades diarias disponen de un período de tiempo libre entre la cena y las oraciones de la noche. Para pasar ese rato, y a raíz de una discusión entre ellos sobre la existencia de los milagros, deciden que cada noche uno de ellos contará una historia. Deberá cumplir dos condiciones: que se narren hechos sobrenaturales y que hayan sido vividos en primera persona.
En una primera instancia, dado este planteamiento, cabría esperar que Benson, como sacerdote católico, hiciera hablar a sus personajes, tan clérigos como él, de modo aleccionador sobre milagros de santos u otras delicadezas piadosas, cual si desde el púlpito predicaran. Podría imaginarse uno, a mucho exagerar, que hablaran de algún exorcismo.
Pero el tono de la obra no se alinea en absoluto con este talante. En ella se habla de fantasmas, de presencias malignas, o incluso ausencias insoportables, de barcos fantasma… La riqueza de las historias es verdaderamente sorprendente, y algunas de ellas llegan a producir un auténtico escalofrío. No en vano, las historias de A Mirror of Shalott aparecen en numerosas colecciones de relatos fantásticos o de terror junto a los nada irrelevantes de Poe o Lovecraft, entre otros. Y es que este libro puede ser considerado un clásico del género de terror.
Para llegar a la intención de esta obra, conviene detenerse un segundo en el título. Debe su nombre a un poema escrito por Alfred Tennyson, presumiblemente en 1842, titulado The Lady of Shalott. La dama protagonista del mismo vivía sola en un castillo en la isla de Shalott. Tenía prohibido mirar el mundo directamente, más allá de los muros, pero lo contemplaba a través de un espejo. A Mirror of Shalott, literalmente un Espejo de Shalott, pretende ser un lugar en el que el lector puede fijar los ojos, para ver ese mundo exterior que está más allá de los muros de la materialidad, es decir, de la percepción sensible. El objetivo del libro, por tanto, queda patente: mostrar el mundo espiritual. Uno por uno los miembros de este peculiar simposio de historias sobrenaturales o de terror van relatando sus experiencias, sus encuentros con lo sobrenatural.