Por Sebastian Ortiz Martínez y María Alejandra Campos- Diario El Comercio.
Desde que escuchó al presidente Martín Vizcarra anunciar que enviará un proyecto para adelantar las elecciones generales, la vicepresidenta Mercedes Araoz guardó silencio. En entrevista con El Comercio consideró que el jefe del Estado y el Congreso deben terminar su mandato en el 2021.
— ¿Se entera durante el mensaje a la nación de la propuesta del presidente Martín Vizcarra para adelantar las elecciones generales?
Me enteré en el Congreso y, como todos, me quedé bastante sorprendida.
— ¿Y cómo interpreta que el presidente Vizcarra no haya coordinado con usted esta medida?
Me imagino muchas cosas, pero el que no hayamos podido conversar es lamentable, creo que le pude haber dado mi mirada sobre el tema y una opinión, quizás la tomaba o no, pero la hubiera escuchado.
— ¿Cree que el jefe del Estado no le tuvo confianza?
El presidente suele ser una persona reservada, no lo voy a criticar, pero cada uno toma sus decisiones independientemente. Ahora, creo que él tenía toda la posibilidad de hacer este pedido, está dentro del marco de la Constitución. Esta lo faculta a hacer propuestas de reforma constitucional.
— Los ministros Salvador del Solar y Vicente Zeballos han señalado que el presidente no tenía por qué coordinar con usted. ¿Comparte esa posición?
No, porque somos parte de un equipo que fue electo conjuntamente. Recordemos que entramos en una plancha con el presidente Kuczynski […]. Fuimos electos por cinco años para defender los intereses del pueblo. Creo que me tocaba darle, por lo menos, la mirada [al anuncio de adelantar elecciones]. De repente no podíamos estar de acuerdo, pero sí darle la mirada.
— ¿Y cuál es la opinión que le hubiera dado al presidente?
Tengo mi lectura del Congreso y también del Ejecutivo, mi lectura es que somos corresponsables de la crisis política, no es un tema solamente del Congreso como tampoco es solo del Ejecutivo, como algunos lo están diciendo. El último año ha sido tenso y difícil y ni el Ejecutivo ni el Legislativo han estado a la altura para encontrar un espacio de diálogo. […] Hemos utilizado de manera frívola dos instrumentos constitucionales: uno que es la vacancia presidencial y el otro que es la cuestión de confianza. Hemos tenido a presidentes que han tenido actuaciones fatales. Por ejemplo, Alan García en su primer gobierno, hiperinflación y terrorismo y no se le vacó; o Toledo, quien tuvo un actuar ligero y no usamos la vacancia. También tuvimos congresos terriblemente malos donde había narcotraficantes identificadas y no hemos planteado el voto de confianza. Esto genera inestabilidad política, que genera otro fenómeno más grave: la inestabilidad económica.
— Carlos Ganoza, exjefe de Gabinete de Asesores del MEF, escribió en una columna en El Comercio que “es el fin del milagro peruano”, porque este había consistido en la estabilidad más que en las altas tasas de crecimiento…
Espero que no sea el fin, yo espero que todavía tengamos un espacio en el que demostremos que somos responsables. Lo vuelvo a decir, [la crisis] es responsabilidad de los políticos tanto del Ejecutivo como del Legislativo. Debemos sentarnos a conversar y encontrar un espacio para el diálogo, un proceso que nos lleve, inclusive, a que el presidente Vizcarra termine su mandato en el 2021, sería lo ideal. Debemos esperar la continuidad del mandato del presidente y del Congreso hasta el 2021.
— ¿Está en contra de adelantar las elecciones, como el presidente Vizcarra lo planteó en su mensaje a la nación?
Es una idea que tenemos que revisarla, yo no la he leído, porque todavía no ha llegado [el proyecto] al Congreso. Probablemente, él [Vizcarra] ha pensado que es una salida adecuada [a la crisis política] dado que la crispación habría llegado al límite, imagino que habrá revisado todos los escenarios, pero a mí me surgen dudas. ¿Cómo será el proceso electoral [en el 2020]? ¿Con las reglas de la reforma o con lo que ya teníamos? Será triste [si es bajo lo último], porque yo esperaba tener implementada la paridad y la alternancia…
— Desde Fuerza Popular y el Apra le han pedido al presidente Vizcarra y a usted que renuncien y que sea el titular del Congreso, Pedro Olaechea, quien llame a elecciones. ¿Está dispuesta a dar un paso al costado?
El presidente no ha manifestado un interés en renunciar. Segundo, digamos que me pusiera en esa situación en la que él renuncia, que también genera inestabilidad. Quiero que tengamos claro que [si yo también renunció] volveríamos a lo que la gente no quiere, que es que presida [el país] el [titular del] Congreso y que el Congreso siga, porque lo que van a hacer es llamar a la elección del presidente para que complete el mandato y no se cambiará el Congreso. ¿Qué estamos buscando? Yo le pediría a mis amigos y colegas de las diferentes bancadas que lo pensemos con más calma y que veamos de qué manera podemos lanzar una rama de olivo para decir: “Por acá podemos coordinar juntos por el bien del país”. Hay que sentarnos y trabajar como estadistas por el bien del país.
— ¿El presidente Vizcarra tomó la reforma política como excusa para entrar en un nuevo capítulo de confrontación con el Parlamento o realmente había un interés?
No he hablado con él, pero de las conversaciones que he tenido [con] el primer ministro [Salvador del Solar], este me ha dicho que está preocupado por esta confrontación que parece no tener fin. [El presidente] ha optado por proponer que los dos [Ejecutivo y Congreso] salgan de escena. No sé si ha hecho toda la evaluación de los efectos que esto tiene, pero de repente ha dado una muestra de renunciar para que podamos salir de este entrampamiento y ver cómo resolvemos y nos quedamos todos hasta el 2021, pero con diálogo.
— La crisis no se produce con el anuncio de Vizcarra, sino que esta viene desde el 2016. ¿Cuál es la receta para superarla? ¿Por qué Fuerza Popular va a cambiar ahora?
Hay que darle la oportunidad a nuestro país. Antes que nada nosotros no hemos sido elegidos para servirnos, sino para servir a la patria. Hay muchas personas dentro de Fuerza Popular que tienen esa voluntad, algunos son un poco más rabiosos, pero [de esta clase de políticos] hay en todas las bancadas. Tenemos que serenarnos y dar la serenidad al Perú. Hay que sentarnos y pensar cómo encontramos [la salida] a esto, porque el Perú es primero y no es un cliché del presidente ni un eslogan, es real, tenemos que sentirnos comprometidos con nuestra patria.
— ¿Esa voluntad todavía es posible, luego del mensaje del presidente Vizcarra?
Las cosas todavía están muy crispadas, lo veo difícil, no voy a mentir, pero nosotros tenemos que actuar con responsabilidad.
— ¿El mandatario no ha actuado con responsabilidad?
No estoy diciendo eso, estoy diciendo que [la crisis] es corresponsabilidad del Ejecutivo y Legislativo, los dos en los últimos tres años hemos actuado de manera irresponsable. Sí se han hecho leyes y se ha avanzado, pero la confrontación ha distraído mucho de las reformas importantes. El crecimiento económico es un tema que me preocupa y también el desarrollo […]. El riesgo de este proceso [una eventual elección en el 2020] es el populismo, porque al final la gente dice: “Que se vayan todos y que venga el que ponga orden”. Y el riesgo populista es [de] cualquier orden, de derecha radical o izquierda radical. Prefiero tener el diálogo en el Congreso con una izquierda responsable, con la que se puede tener puntos de encuentro.
— ¿Diría que las opciones de Vizcarra lindan con lo populista?
No quiero ponerle adjetivos a la actitud del presidente, de repente puede ser una actitud en la que hay un desprendimiento real [del cargo] y eso lo hace popular. […] El camino es calmarnos otra vez y buscar salidas. Si no salen, la verdad que lo mejor será recibir este proyecto e ir al adelanto de elecciones y ya no hay posibilidad de diálogo.
— ¿Usted está conforme con la reforma política aprobada por el Congreso?
En el único tema en el que yo diría que no estoy en ningún grado de acuerdo es en lo que pasó con la inmunidad. Yo creo que algunos [dictámenes] han sido conversados y negociados con la PCM, entonces no perdían la esencia, sino generábamos el enriquecimiento del debate. Probablemente, al Ejecutivo no le gusta [cómo quedó] la paridad y alternancia [que mantenía el voto preferencial]. Sin embargo, creo que a veces hay que entender que tiene que haber momentos en los cuales hay que conceder y que esta concesión tenía un correlato con la realidad. Iba a haber 24 partidos que probablemente no hagan internas. ¿De qué manera metíamos a los ciudadanos a la elección? A través del voto preferencial, eso era una solución intermedia mientras íbamos a una mejor regla para la participación de la mujer en la política.
— Si vacan al presidente Vizcarra, ¿usted asumiría el cargo?
Vamos a ver el momento, yo espero que no se dé la vacancia y que podamos culminar el proceso como nos lo mandó el pueblo, el pueblo nos eligió para llegar al 2021, tanto al Ejecutivo como Legislativo.
— Pero no descarta asumir el rol de presidenta de la República.
Habrá que verlo, no sé cuál será la situación de ese momento, todo depende de las circunstancias. No es que yo me quiera quedar, la verdad tengo todo tranquilo. Para mí, el tema es lo que sea mejor para el país.
— ¿Sigue siendo una aliada del presidente o la relación está rota?
Como todas las relaciones, inclusive entre amigos, puede haber momentos de tensión, pero lo importante en este momento no es saber cuál es la relación que tengo con el presidente, que se ha hecho tan vital, sino cómo [de] ahora en adelante reconstruimos nuestra democracia, que está en una situación de crisis.
— Justamente para salvaguardar nuestra democracia y en un escenario de crisis como el que se va a dar cuando se presente el texto del presidente, si es que en cualquiera de los escenarios le toca a usted asumir la presidencia. ¿Asumiría la función?
Depende, depende de las circunstancias. Vuelvo a decir que yo no me aferro a un puesto, no tengo una ambición especial. Es más, no es muy grato recibir una papa caliente, la situación sería muy complicada. Muchas cosas pueden pasar en ese momento, hay que ver los escenarios y estudiarlos con tranquilidad. Pero sobre todo vuelvo a insistir, yo personalmente voy a tratar de convencer [a Vizcarra] de que permanezca hasta el 2021, porque creo que es lo más saludable para nuestro país.
— ¿Cuáles fueron las palabras que intercambió con el presidente Vizcarra en la parada militar?
“Buenos días” y “hasta luego”, nada más.
— ¿Sintió como un desplante que el presidente no se acercara a despedirse de usted en el desfile militar?
Mira, nada, yo creo que más bien se puso nervioso. Se despidió, me hizo una venia porque se sentía apurado de salir porque ya lo estaban apurando. No creo que haya habido un desplante, necesariamente. Todo es interpretación.
— En estos días, luego del mensaje, ¿ha habido alguna comunicación con el presidente para reunirse o llegar a algún consenso?
No, no hemos conversado. Yo solo he conversado con el primer ministro.
— Y en esa conversación con el primer ministro, ¿qué temas se abordaron?
Del tema de las salidas democráticas que podamos tener. Eso es lo que hemos conversado. Cuáles son las mejores salidas, cuáles son las dificultades, escenarios…
— ¿Del Solar también está de acuerdo con la decisión del presidente o está más de su lado, del diálogo?
No voy a entrar en detalles de la conversación, creo que ameritan un trabajo interno. El primer ministro ha acompañado al presidente en todas sus decisiones, entiendo.
— En caso el proyecto de reforma constitucional que presente el Ejecutivo llegue a ser aprobado en el Parlamento, ¿usted evaluaría postular en las eventuales elecciones del 2020?
Lo difícil es que yo no estoy en un partido político que me respalde. Entonces, sería muy difícil.
— Pero antes ya ha postulado como invitada.
Sí, por supuesto que lo he hecho. Habrá que evaluarlo. Mi hija me va a decir que no y probablemente le haga caso porque creo que el momento no es el más fácil para mí.
— ¿Con Pedro Olaechea al frente del Congreso, usted ve viable que se retome este diálogo, que se vea una salida democrática?
Olaechea es un caballero, es de buenas maneras, es dialogante. No veo por qué él sería un impedimento para el diálogo.
— Pero usted no votó por el señor Olaechea en la Mesa Directiva. ¿O sí?
No, no voté por él. La solución para mí era muy difícil, no estaba muy contenta de votar. Fue muy difícil, pero por una decisión de bancada apoyé a Daniel Salaverry.
— ¿Cree que el desenlace hubiera sido distinto si es que Salaverry ganaba la Mesa Directiva?
Ojalá no se hubieran presentado ninguno de los dos. No lo digo por Pedro. Pedro acompañado de otra composición de repente hubiera sido más fácil. Una composición que pareciera más dialogante. En el caso de que no fuera Salaverry sino otro que también tuviera esa capacidad de ser esa especie de enlace entre nosotros, los legisladores, una persona que pudiera establecer esos vínculos, que pudo haber sido de cualquier partido como Acción Popular, APP, no sé. Y también tener esa posibilidad de tender los puentes con el Ejecutivo.
— ¿Incluso esta nueva versión de Pedro Olaechea ultraconservadora?
Yo me río mucho porque no comparto esa mirada. Él siempre ha sido conservador, nuestra bancada era muy diversa. Siempre ha sido conservador pero siempre me decía: “Bueno, acepto, Meche”.
— ¿Cree que Pedro Olaechea tiene aspiraciones presidenciales?
Y a buena hora si las tiene. Cada quien tiene derecho a tenerlas. Si dentro del Congreso hay políticos que tienen el deseo de llegar a ser presidentes, es un derecho legítimo.
— Si el Ejecutivo insiste en este proyecto para ir a elecciones el próximo año, ¿cuál es la posición que va a tomar? ¿Se alejaría? Hay un antecedente con Marisol Espinoza.
No lo sé todavía. No me he puesto en esa situación todavía porque, como digo, todavía estoy en un proceso de evaluación, meditándolo, hay que ver todos los escenarios. No lo sé todavía. No es que me aferre, lo vuelvo a decir, pero tampoco sé si tenga que optar por una determinada posición.
— ¿Cree que las personas a las que escucha Martín Vizcarra son las que debería o, tal vez, tendría que ampliar un poco su espectro de asesores?
Bueno, sería bueno que no únicamente vea un solo espectro de asesores, creo que sería bueno que tuviera un mapa más amplio. No sé. Como no conozco quiénes son sus asesores, la verdad es que conozco a la secretaria general [Mirian Morales], a Maximiliano [Aguiar], pero no sé si Maxi está todavía…
— Pero con Maximiliano Aguiar estuvo en la campaña de PpK, y los asesoraba a Vizcarra y a usted…
Sí, sí, sí, sí. Por eso digo, conozco a algunos, ¿no? Pero a otros que no los conozco, sé que van, conversan con él [Vizcarra], pero no los conozco. Creo que debería ampliar la mirada con otras personas, evidentemente. Y también creo que su Gabinete, ¿no? Me imagino que tendrá esas conversaciones políticas con él. Siempre le dije: “Busquemos conversar con más gente, hay que buscar acá”…
— ¿PPK le ofreció inicialmente la primera vicepresidencia a usted, pero regresó de México y encontró a Martín Vizcarra en ese lugar?
No, no ha sido así. Hubo, efectivamente, algunos cambios, pero la relación con Martín Vizcarra [es buena]… Es más, yo fui una de las personas que lo recomendó, está en el libro de la señora Rafaella León porque, es verdad, lo conocí antes y me encantó. Tenemos una coincidencia total, y yo lo recomendé como una de las personas que podría tener presente para estar en la plancha y también le dije después, cuando hemos trabajado, hicimos un trabajo de campaña muy cercano entre los dos. Hemos sido muy cercanos. Y bueno, luego de eso, también. Hemos sido compañeros de trabajo como vicepresidentes, él como ministro y yo como vicepresidenta que no tenía cartera, o al revés. Hemos hablado. Hay momentos de tensión cuando fue el tema de la vacancia obviamente y luego la renuncia del presidente [PPK], que fue muy difícil, pero aun con las diferencias nos hemos respetado, nos hemos tratado bien, ha habido momentos de mucho trabajo y nuestra preocupación por el país es primero.
— PPK, cuando conforma la plancha, le dice a usted inicialmente que va a ser la segunda vicepresidenta, ¿o cómo fue?
No me dice eso, pero las decisiones son del candidato, entonces conversamos, lo debatimos, vimos opciones y, bueno, yo tampoco tenía por qué aferrarme a ser la primera vicepresidenta. No había una postura de: “Yo quiero este puesto y punto”; si no, hubiera renunciado. Yo decidí, ante las razones que me arguyó el presidente, la posibilidad de tener a una persona con los valores que tenía Martín que podría ser el primer vicepresidente. De ahí en adelante trabajamos juntos, tanto es así que nosotros dos establecimos un vínculo tan grande que creo que fuimos determinantes para el proceso de la campaña, para demostrar que había un equipo tan sólido.
— ¿Sigue yendo a visitar a PPK?
Sí.
— ¿Está mejor de salud?
Está, digamos, es una persona mayor. Su salud no está resquebrajada al nivel de estar en una cama ni mucho menos, lo podemos visitar, pero tiene cuidado permanente. Tiene dos enfermeras, está con vigilancia médica continua, tiene que cuidarse. Y yo creo que la operación que le hicieron ayudó muchísimo. Fue un momento muy fuerte, esa operación lo ayudó. Él está viviendo un momento muy difícil. Por humanidad hay que estar acompañándolo, no dejar de ser su amiga.
— ¿Ha conversado con PPK a raíz del mensaje de 28 de julio?
Brevemente, ¿no? Porque yo el 28 de julio fui a su casa, almorcé con él. Estuvimos solos. Él no tiene a nadie en su casa, yo tampoco, así que le dije: “Te acompaño en el almuerzo”. Almorzamos juntos y tratamos de distraernos, no dedicarnos a solo hablar de política.
— Y cuando sí hablaron de política, ¿cuál fue el diagnóstico de Kuczynski?
No, nada, la preocupación por la estabilidad del país y su desarrollo. Siempre su preocupación primero es el país.
— ¿Kuczynski le pidió que se quede?
No me ha dicho nada, no hemos hablado de eso.
— ¿En el hipotético caso que usted termine sentada en el sillón presidencial cree que el fujimorismo la dejaría gobernar?
Todo es posible en la viña del señor, como se dice, pero no sé, y no me quiero poner a discutir sobre cosas que son hipótesis, que hay que evaluarlas con mucho cuidado y, también, por supuesto, yo prefiero volver a insistir en entrar en una situación en la que los dos [Congreso y Ejecutivo] terminen el mandato que dio el pueblo en el 2021.
— ¿Hay algunos congresistas que ya la han tanteado para ver si se quedaría o no?
No.
— ¿Cuál de los siguientes escenarios prefiere: llegar al 2021, con dos años más de confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso, o ir a elecciones y repartir las cartas nuevamente?
Bueno, en los dos casos son [escenarios por] lo malo. No me has dado la tercera [opción], que es la posibilidad de un encuentro de diálogo, entonces las dos son situaciones de crisis irremediables. Los dos son malos [escenarios].
— ¿Cuál es el mal menor de esos escenarios?
No veo ninguno como mal menor, los dos [escenarios] los veo como situaciones de incertidumbre tales que te dejan fuera cualquier posibilidad de asegurar, por más que hagamos el esfuerzo desde el MEF. Confío mucho y tengo buena relación con el MEF. Por más que hagamos el esfuerzo con un buen plan de infraestructura, de competitividad, que estoy segura buena parte puede implementarlo porque es [a través de] decretos supremos, en adelante creo que va a ser difícil, ¿no? Porque la confianza está resquebrajada. Uno porque hay crispación y el otro caso porque hay una situación de incertidumbre de quién es el que viene. La posibilidad la estamos viendo en otros países desarrollados como Estados Unidos, estamos viendo la presencia de un populista. Lo vemos en Brasil, en México, en Italia, en el Brexit; o sea, todo esto genera un ruido muy fuerte. Son de todos los colores: izquierda, derecha, donde la presencia de las actitudes populistas y autoritarias están presentes. Hay que ser muy cuidadosos en escenarios más internacionales débiles como los que tenemos ahora, que hay problemas de conflictos económicos entre países y también algunos conflictos, por ejemplo, el tema de las migraciones en Sudamérica, que son graves, y las otras migraciones en Europa, las migraciones a Estados Unidos, conflictos de otros tipo. Hay que tener todo eso presente en el escenario en el que estamos.
— ¿Cuál cree que es el escenario más posible?
En este momento yo te digo que es bien difícil predecir porque la situación está muy crispada. Y de repente no salimos de la crispación. Ese es un escenario bastante posible. Es un dilema de prisionero, hemos caído en la trampa del dilema de prisionero. Me voy por el lado más duro y no me voy por el lado de las concesiones mutuas.
DELIA MUÑOZ
¿Cómo evalúa el mensaje presidencial en general y la propuesta de adelanto de elecciones en particular?
“El mensaje presidencial tiene por objeto, conforme a lo prescrito por el Inciso 7 del artículo 118 de la Constitución, presentarse ante el Congreso para en detalle informar de la situación del país y presentar las propuestas de reforma necesarias, discurso y propuesta que deben estar aprobados por el Consejo de Ministros.
Ayer, hemos tenido una presentación de ideas de nuevas normas para ejecutar acciones futuras, esencialmente de pagos y beneficios diversos a los ciudadanos, para concluir con un anuncio de reforma constitucional, de recorte del plazo del mandato presidencial y congresal.
Hasta allí el resumen, ahora váyanos a los comentarios: primero los formales, el Premier admitió que el discurso y propuesta NO ha sido aprobado por el Consejo de Ministros y, NO se llevó propuesta legal alguna al congreso.
Evidentemente, la decisión hecha pública NO es jurídica sino una de tipo político, para dar salida a una crisis de gobierno más que política de ejecución presupuestal y solución de conflictos sociales.
La propuesta que se anuncia, cuyo contenido NO conocemos, entraría en colisión con las reformas aprobadas recientemente y haría muy difícil su ejecución. A Lo cual si se suma los problemas formales anotados líneas arriba, estamos en una situación de generación de crisis política para buscar una salida en esa ruta.
Y sobre el particular resulta irónico, que invocando a la Constitución se invoque como precedentes las decisiones adoptadas, en la crisis del dos mil, que nos llevó a un Gobierno de Transición Democrática.
Las rutas jurídicas serán amplias y los debates mayores, pero en esta situación de “que se vayan todos” las salidas deben ser esencialmente políticas y, lo jurídico dará el marco legal.
Pretender buscar una solución en base a los preceptos y disposiciones que tenemos en nuestro orden constitucional, que sería lo propio, sería utilizado como una opción obstruccionista y, así agravar más la crisis.
La salida, que debe ser negociada pasa en forma rápida por una renuncia presidencial y, de la Vice presidente, para en ese contexto el Congreso convoque a elecciones.
La ejecución de una reforma constitucional, se mezclará con obligaciones y pasos, previstos en las reformas adoptadas que complicará su ejecución.
A esta penosa situación, le aplicó la frase de Edmond Thiaudiere “La política es el arte de disfrazar de interés general el interés particular”.
Vizcarra y Aráoz, de lejitos no más
La distancia que separa al presidente Martín Vizcarra y la vicepresidente, Mercedes Aráoz, parece ser más extendida que la Av. Brasil, donde se encontraron esta mañana para la Gran Parada Cívico-Militar.
A su arribo, Vizcarra saludó a las autoridades presentes. Con cordialidad estrechó las manos a los mandos militares y los representantes de la iglesia. Inclusive el saludo con el flamante presidente del Congreso, Pedro Olaechea, fue amistosa.
Conforme fue avanzado, saludó al presidente del Poder Judicial, José Luis Lecaros, quien le dio una palmadita en la espalda, al Arzobispo de Lima, Carlos Castillo. Hasta ahí todo bien.
Acto seguido, le estrechó la mano a Meche Aráoz, quien, según las imágenes se pudo ver que lo recibió con frialdad y aparentemente solo atinó a decir “hola”. La siguiente persona en el estrado, fue la congresista de Fuerza Popular, Karina Beteta, una crítica de su gobierno, pero este saludo se notó inclusive más amigable.
¿Qué ha pasado? Al parecer, Aráoz no estaba al tanto de que el presidente Vizcarra anunciaría el proyecto de reforma constitucional para adelantar en un año las elecciones generales. El malestar se confirma también con las imágenes transmitidas ayer desde el hemiciclo donde se puede ver que Aráoz no aplaudió el discurso del mandatario.
En entrevista con el programa ‘Cuarto Poder’, el ministro de Justicia, Vicente Zeballos, dio a entender que Aráoz no estaba al tanto de estos planes porque “no había participado en los consejos de ministros”.
Al finalizar el desfile militar, el presidente Vizcarra se despidió de algunas personalidades, pero claramente no de Mercedes Aráoz.
Fuente: Revista CARETAS.