Acerca del Sodalicio

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Comunicado con relación a su fundador
Con relación a la información difundida por distintos medios y publicaciones con respecto a nuestra comunidad queremos comunicar lo siguiente:
1. Expresamos nuestro profundo dolor y cercanía con todas aquellas personas que han sufrido y sufren por acciones u omisiones cometidas por algunos de los miembros de nuestra comunidad. A ellas les pedimos perdón y les ofrecemos nuestra disposición de escucha y ayuda. Rechazamos con firmeza todas estas acciones.
2. Todo testimonio de inconductas cometidas por algún sodálite presentado ante las autoridades actuales del Sodalicio ha sido acogido, investigado y, cuando se ha confirmado, hemos ofrecido ayuda a las personas afectadas según la caridad y la justicia, y hemos tomado con los responsables las medidas que corresponde según derecho.
3. Sobre los testimonios que habrían sido presentados al Tribunal Eclesiástico de Lima o en Roma, no habiendo sido informados de sus contenidos ni por quienes los presentaron ni por esas instancias, no podemos sino asegurar nuestra oración y nuestra disposición para acoger todo testimonio con respeto, responsabilidad y discreción. Reiteramos nuestra colaboración con esos tribunales y con cualquier otra instancia de justicia.
4. Luis Fernando Figari vive en una comunidad sodálite en Roma. Desde el año 2010 vive alejado de la vida pública y de cualquier injerencia en el gobierno de la comunidad. El año 2014 el superior general actual, después de haber recibido una serie de testimonios de distinta índole, ha dispuesto que intensifique esta vida de retiro. Como cualquier otro miembro de nuestra institución permanece a disposición de cualquier investigación civil o eclesiástica y de las medidas que las autoridades pudieran considerar pertinentes.
5. Queremos dirigirnos también a los miembros de la familia sodálite que con nosotros están sufriendo fruto de esta penosa situación para ofrecerles nuestra cercanía, amistad y compañía. A todos les ofrecemos nuestras oraciones, y nuestros esfuerzos por hacer que el Sodalicio refleje cada vez más auténticamente el rostro del Señor Jesús.
Lima, 19 de octubre de 2015
Fernando Vidal Castellanos
Asistente General de Comunicaciones

Lima, 20 de octubre de 2015
Hermano Fernando Vidal
Asistente general de comunicaciones
del Sodalitium Christianae Vitae
Luego de leer el comunicado que Usted ha emitido en nombre del Sodalitium Christianae Vitae (SCV) ayer 19 de octubre del 2015, a raíz de las denuncias presentadas el día domingo en un programa de televisión contra el Hermano Luis Fernando Figari, quedé preocupado por lo que allí Usted afirma, y motivado por un deber de conciencia, me siento en necesidad de manifestarle lo siguiente:

  1. En mayo del 2012, luego de varios meses de dialogo infructuoso con las autoridades, 4 sodálites presentamos formalmente «pedidos de investigación» contra el Hermano Luis Fernando Figari por actos graves e inmorales cometidos por él, distintos a los que han sido presentados el domingo. Estos pedidos fueron desestimados, primero por el superior general de entonces, el Hermano Eduardo Regal, y luego, al ser presentados nuevamente por mí de modo formal en abril del 2013 al nuevo superior general, el Hermano Alessandro Moroni, fueron también desestimados por él. En ambos casos, nunca se realizó una investigación formal como Usted afirma en su comunicado. Nunca se erigió un jurado, nunca se nos solicitó el testimonio formal, nunca hubo actas, nunca se dio un dictamen, y menos se nos respondió de modo formal la conclusión de dicho proceso. Los denunciantes no quedamos satisfechos. Entonces lo que Usted afirma en el numeral segundo de su comunicado, que «todo testimonio de inconductas cometidas por algún sodálite presentado ante las autoridades actuales del Sodalicio ha sido acogido, investigado y, cuando se ha confirmado, hemos ofrecido ayuda a las personas afectadas según la caridad y la justicia», puedo afirmar que en lo que respecta a los pedidos de investigación por mí presentados (no sé de otros casos), ello no es cierto. Optaron ustedes más bien por descalificar dichas denuncias. Resulta aún más desconcertante la afirmación final de dicho numeral: «hemos tomado con los responsables las medidas que corresponde según derecho». Puedo asegurar que ello, en cuanto al Hermano Figari y a un miembro más del SCV involucrado también, nunca se dio, pues ellos no experimentaron de parte de ustedes las medidas de las que habla. De nuevo su comunicado no se ajusta a la verdad.

  2. En el numeral tercero, Usted dice desconocer los testimonios del tribunal eclesiástico de Lima expresando no haber «sido informados de sus contenidos ni por quienes los presentaron ni por esas instancias». Esto, por lo menos en dos situaciones, tampoco es cierto. Primero porque en la segunda mitad del año 2011, el Hermano Eduardo Regal, superior general del SCV en dicho momento, nos congregó en el centro pastoral de San Borja para decirnos que sabían de unas denuncias graves contra el Hermano Luis Fernando Figari en el tribunal, y que por tal motivo él había acudido en Roma «donde los mejores canonistas» para presentarles el caso, y éstos le habían dicho allí que «no se preocupara por dicha denuncia porque al ser el Hermano Luis Fernando Figari laico, él no tenía tipificación canónica, y que en todo caso, había ya prescrito». Ello nos cuestionó mucho a los asistentes ya que con ello se estaba afirmando tácitamente que la denuncia que el Hermano Regal conocía del tribunal eclesiástico contra el Hermano Figari, era cierta pero se libraba de un juicio por los argumentos que el Hermano Regal traía de Roma. Y el segundo caso es el del pedido de investigación que yo solicité en dos oportunidades en el SCV. Como Usted y el superior general saben bien, yo presenté, al no encontrar en ustedes respuesta, el mismo pedido de investigación con sus respectivos testimonios en el tribunal eclesiástico de Lima. Con lo cual hace que un segundo rubro de denuncias presentadas a dicho tribunal, ustedes también las conociesen. No es pues correcto afirmar que ustedes no tenían conocimiento de algunos casos que están en dicho tribunal. De repente no de otros, pero de éstos, sí.

  3. Finalmente en su cuarto numeral expresa Usted que el Hermano Luis Fernando Figari «vive alejado de la vida pública y de cualquier injerencia en el gobierno de la comunidad». Ante ello habría que expresar que hasta hace 5 meses, el Hermano Figari ha vivido en Lima desde su renuncia a fines del 2010 hasta abril del 2015, y ha tenido libertad de movimiento para visitar diversos proyectos del SCV, recibir personas en su comunidad, escribir correspondencia, hacer llamadas a miembros de la familia espiritual, y de él ustedes como autoridades han propagado libros, publicaciones y cursos. Finalmente, el superior general actual eligió, en diciembre del 2013 al secretario personal y amigo cercano del Hermano Luis Fernando Figari, el Hermano Ignacio Blanco (con el cual vive desde el año 1991 hasta el día de hoy en Roma), como miembro asesor del consejo superior, generando ello incomodidad en algunos miembros del SCV.

Pienso entonces que este comunicado puede confundir al no ajustarse a la verdad en algunos aspectos importantes, y por ende, sugiero que cristianamente Usted debería rectificar dichas afirmaciones, que además de ser inexactas, obligan en conciencia a explicarlas de acuerdo a la veracidad de los hechos. Desde que presenté la primera denuncia interna en el SCV hace 7 años, permanecí callado, incluso frente a medios de comunicación que me buscaron, y sigo pensando que esto debe tratarse con discreción pero firmeza, sin embargo el comunicado público suyo lleva a que como deber moral, tengan que ser aclaradas las inexactitudes allí presentadas. No es la primera vez que incurren ustedes como gobierno en algunas inexactitudes que han generado no poca confusión, distanciándose así del consejo del Señor, que «sólo la verdad nos hace libres».
En el Señor
Padre Jean Pierre Teullet SCV

Ni pies ni cabeza

El padre Luis Gaspar Uribe, juez del Tribunal Eclesiástico de Lima, consideró que la denuncia contra el arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, “no tiene pies ni cabeza”.
“Esta denuncia no tiene ni pies ni cabeza, buscan notoriedad, publicidad, porque no están informados. Aquí nadie ha intentado encubrir ni ha tratado de tapar estos hechos”, dijo en diálogo con RPP Noticias.
“Desde el primer momento, se ha informado a Roma. Desde el primer momento, se ha hecho una investigación y, actualmente, de tiempo atrás, ya la Santa Sede ha intervenido y está investigando los hechos”, añadió.
Cipriani fue denunciado por los presuntos delitos de encubrimiento real, encubrimiento personal, obstrucción de la justicia, complicidad en el delito de violación de menores y omisión de denuncia por el Instituto de Defensa de los Derechos del Menor, tras los casos de abuso sexual descubiertos en el Sodalicio de Vida Cristiana.
“No es que no se está haciendo nada. Sí se está actuando y tengan por seguro que el día que la Santa Sede se pronuncie, nosotros seremos los primeros en hacer público el resultado de la sentencia final y haremos el esfuerzo que se cumpla lo que dictamina la Santa Sede”, añadió. 
Fuente: Radio Programas del Perú.

Acerca del Sodalicio

Por Luciano Revoredo
Mucho se ha especulado en estos días sobre el Sodalicio de Vida Cristiana y los supuestos casos de abuso sexual por parte de su fundador Luis Fernando Figari. Según se ha sabido hay denuncias en proceso de investigación y él no es más el Superior General del mencionado movimiento.
De resultar ciertas las acusaciones Figari tendrá que pagar sus culpas con todo el rigor de la ley humana y Divina. Nada más grave que escandalizar y perturbar a menores, más aún cuando existe un grado de subordinación o dependencia.
Sin embargo asistimos por adelantado a un linchamiento mediático inaceptable. La publicación de un libraco sensacionalista ha desatado las iras moralistas de la izquierda caviar y vemos como los “tolerantes” de siempre, se convierten de súbito en Savonarolas criollos y ven sodomía por todas partes.
Debo decir a modo de testimonio personal, que durante aproximadamente un lustro de mi vida, allá por los años ochenta participé activamente del Sodalicio como lo que en aquellos tiempos se llamaba las Agrupaciones Marianas. Durante todo ese tiempo, lo puedo decir bajo juramento, no vi nada fuera de lugar, no vi ningún acto de violencia ni ninguna aproximación de índole sexual de nadie abusando de su autoridad.
Durante esos años recibí una formación moral y religiosa que agradeceré siempre, aprendí a amar y confiar ciegamente en la Madre de Dios, aprendí a tener una fe razonada y no emocional, hice grandes amigos que conservo hasta hoy y de cuya amistad me puedo jactar, viví momentos de gran intensidad emocional, participé de grandes jornadas, estuve en el equipo de las primeras Cristiadas, vi nacer el Convivio, fui parte del surgimiento de un gran movimiento católico en las universidades, hice retiros espirituales muy fructíferos, labores sociales y humanitarias que hasta ahora treinta años después me conmueven. En toda esta labor solo encontré sacerdotes ejemplares, laicos entregados a la vida eclesial y un ambiente de confraternidad y verdadera amistad. Que es la amistad que se basa en la fe común. Si volviera a tener 18 años, sin duda, volvería a tocar las puertas de esa gran obra de Dios.
Debo también decir que desde aquellos años no he vuelto a ser parte de la vida del Sodalicio. No soy ni seré en adelante sodálite. Pero creo en el imperio de la verdad y la verdad siempre es una. Esta ha de salir a la luz tarde o temprano. Por eso me molesta y me duele la generalización que estamos viendo. Me resulta inaceptable que ahora se quiera meter a todos a un saco, incluyendo obras de calidad educativa indudable como las escuelas que regenta el Sodalicio.
Me resulta propio del más elemental bullying descalificar de plano a cientos y miles de jovenes y profesionales que entregan su vida a Cristo y al prójimo a través de esta institución y hoy se sienten acosados, discriminados y perseguidos por una inquisición de signo contrario y que curiosamente la encabeza un periodista de escaso cacúmen y que lejos de buscar la virtud se mofa de ella mientras destruye una obra encomiable.
Si Figari fue capaz de cometer las atrocidades que se dicen, pues que pague sus culpas, pero no digamos: si Figari es un pervertido, los sodálites son pervertidos, para luego decir los católicos son pervertidos. Con esa lógica de silogismo falaz podríamos decir Abimael Guzmán es un homicida, Abimael Guzmán es de izquierda, luego todos los izquierdistas son homicidas. Sabemos que eso no es así.

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