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La Corte Suprema de Justicia solicitó al Congreso el levantamiento de la inmunidad parlamentaria del nacionalista Eduardo Nayap a fin de que pueda ser procesado por el presunto delito de falsedad ideológica y contra el derecho de sufragio.
El pedido fue tramitado luego de que se aprobara, por unanimidad, el informe de la Comisión de Levantamiento de Inmunidad que declaró procedente el requerimiento de la Sala Mixta y Penal de Apelaciones de Utcubamba (Amazonas) para que Nayap responda por los delitos contra el Estado y contra su excolega José Maslucán.
Fuente: Diario Perú21.
Villarán no es Humala
Por Alfonso Baella
Heráclito decía “uno no se puede bañar dos veces en el río con la misma agua”. En la misma línea del pensador griego podemos afirmar que no hay dos campañas políticas iguales. Cada una tiene su característica, su momento, su proceso y por cierto, su candidato. Extrapolar una estrategia exitosa o intentar aplicar lo que funcionó con un candidato, en otro candidato, es riesgoso.
La campaña presidencial pasada evidenció que para ganar una elección no sólo se requiere dinero sino, y sobre todo, ideas políticas y disciplina en la ejecución de una estrategia.
Escuché el relato de Vladimir Garreta, socio de Luis Favre, sobre la campaña que dirigió su agencia y que ayudó a ganar a Ollanta Humala en el 2011. Señaló como las claves del éxito la humildad y la disciplina del candidato. Humildad, porque Humala entendió que tenía que cambiar para ganar; cosa que hizo. Y disciplina, porque como militar cumplió las órdenes sin dudas ni murmuraciones. El resultado, está en Palacio.
Era obvio que ante tan espectacular resultado Garreta-Favre seguirían por aquí un buen tiempo. Sin embargo el mito sobre la infalibilidad que a veces se crea en torno a quienes están alrededor de una campaña política exitosa puede llevar a imaginar que son los asesores quienes hacen ganar a los candidatos y no estos últimos los que son votados por los electores.
Pero nuestra coyuntura revocadora marca un escenario bien distinto. 1. No es una elección, y por lo tanto no hay oponentes. Por eso, la dicotomía planteada de buenos contra malos, a estas alturas, es evidente que sólo empeoró las cosas para el NO. 2. La humildad no está en el ADN de Villarán. La palabra perdón, error, equivocación o disculpa no está en el vocabulario ni en sus gestos. 3. La disciplina sin una idea clara es como un auto sin combustible El NO ha sido incapaz de fijar una idea clara, un derrotero creíble y menos levantar algún sentimiento popular.
Por último, la aparición de paneles, de la fastuosidad que hemos visto, con un mensaje tan pero tan elaborado, sólo hace pensar que – en el mejor de los casos – servirán para que el segmento A no se termine de alejar del No. Es curioso que las piezas publicitarias para que no se revoque a la alcaldesa no tengan ni su foto ni su nombre. ¿Será tan negativa su imagen?. Muchos han visto esa publicidad como una afrenta que podría estar sirviendo para cristalizar el voto del C, D y E a favor del Sí.
Sin embargo lo mejor parece estar por venir. La alcaldesa ha revelado que ya llegan los spots y la campaña por televisión del No. En fin, a estas alturas está claro que Villarán no es Humala y que Garreta-Favre no son magos ni hacen milagros; y que Susana no tiene una Nadine.
El pedido fue tramitado luego de que se aprobara, por unanimidad, el informe de la Comisión de Levantamiento de Inmunidad que declaró procedente el requerimiento de la Sala Mixta y Penal de Apelaciones de Utcubamba (Amazonas) para que Nayap responda por los delitos contra el Estado y contra su excolega José Maslucán.
Fuente: Diario Perú21.
Villarán no es Humala
Por Alfonso Baella
Heráclito decía “uno no se puede bañar dos veces en el río con la misma agua”. En la misma línea del pensador griego podemos afirmar que no hay dos campañas políticas iguales. Cada una tiene su característica, su momento, su proceso y por cierto, su candidato. Extrapolar una estrategia exitosa o intentar aplicar lo que funcionó con un candidato, en otro candidato, es riesgoso.
La campaña presidencial pasada evidenció que para ganar una elección no sólo se requiere dinero sino, y sobre todo, ideas políticas y disciplina en la ejecución de una estrategia.
Escuché el relato de Vladimir Garreta, socio de Luis Favre, sobre la campaña que dirigió su agencia y que ayudó a ganar a Ollanta Humala en el 2011. Señaló como las claves del éxito la humildad y la disciplina del candidato. Humildad, porque Humala entendió que tenía que cambiar para ganar; cosa que hizo. Y disciplina, porque como militar cumplió las órdenes sin dudas ni murmuraciones. El resultado, está en Palacio.
Era obvio que ante tan espectacular resultado Garreta-Favre seguirían por aquí un buen tiempo. Sin embargo el mito sobre la infalibilidad que a veces se crea en torno a quienes están alrededor de una campaña política exitosa puede llevar a imaginar que son los asesores quienes hacen ganar a los candidatos y no estos últimos los que son votados por los electores.
Pero nuestra coyuntura revocadora marca un escenario bien distinto. 1. No es una elección, y por lo tanto no hay oponentes. Por eso, la dicotomía planteada de buenos contra malos, a estas alturas, es evidente que sólo empeoró las cosas para el NO. 2. La humildad no está en el ADN de Villarán. La palabra perdón, error, equivocación o disculpa no está en el vocabulario ni en sus gestos. 3. La disciplina sin una idea clara es como un auto sin combustible El NO ha sido incapaz de fijar una idea clara, un derrotero creíble y menos levantar algún sentimiento popular.
Por último, la aparición de paneles, de la fastuosidad que hemos visto, con un mensaje tan pero tan elaborado, sólo hace pensar que – en el mejor de los casos – servirán para que el segmento A no se termine de alejar del No. Es curioso que las piezas publicitarias para que no se revoque a la alcaldesa no tengan ni su foto ni su nombre. ¿Será tan negativa su imagen?. Muchos han visto esa publicidad como una afrenta que podría estar sirviendo para cristalizar el voto del C, D y E a favor del Sí.
Sin embargo lo mejor parece estar por venir. La alcaldesa ha revelado que ya llegan los spots y la campaña por televisión del No. En fin, a estas alturas está claro que Villarán no es Humala y que Garreta-Favre no son magos ni hacen milagros; y que Susana no tiene una Nadine.