No soy ninguna experta en los errores del razonamiento humano, aunque es un tema que me parece interesante y me ha llamado siempre la atención. Para no cansar a los que no comparten mi misma pasión por el desarrollo moral -motivo de la mayoría de entradas de este blog- comparto aquí algunas ideas sobre el razonamiento. Tomo el caso del razonamiento de probabilidades, un clásico largamente estudiado por los psicólogos, como un ejemplo entre otros muchos posibles.
El razonamiento es un proceso que permite a las personas extraer conclusiones a partir de premisas dadas previamente. Dentro de las teorías acerca del razonamiento humano, el razonamiento probabilístico es considerado un tipo de razonamiento que se apoya en los modelos de la teoría de probabilidades. La probabilidad es un concepto matemático que tiene que ver con las leyes del azar: es la frecuencia esperada o teórica cuando entran en función las leyes de la casualidad.
Los valores de probabilidad varían entre 0 y 1, donde el valor 1 equivale a la certeza absoluta y el valor 0 equivale a la ausencia de probabilidad. Por ejemplo, la probabilidad de que “Juan muera algún día” es 1 (100 % de certeza de que ocurrirá), mientras que la probabilidad de que “María viva 270 años” es 0 (100 % de certeza de que el evento no ocurrirá). Sin embargo, en la vida cotidiana los eventos rara vez tienen una probabilidad de 1 ó 0, sino que las probabilidades se ubican en un número intermedio entre estos dos extremos.
Además de la probabilidad matemática o teórica, existe un segundo tipo de probabilidad basada en las observaciones y que históricamente se ha llamado probabilidad empírica (Downie & Heath, 1986) ó probabilidad subjetiva (Cohen, 1974), la cual se expresa a sí misma en el razonamiento que realizan los individuos a partir de eventos que ocurren en la vida cotidiana. Hacer esta diferencia entre probabilidad matemática y probabilidad empírica es importante, pues aunque sepa o no algo sobre el cálculo formal o teórico de probabilidades (probabilidad matemática), todo ser humano participa del pensamiento probabilístico (probabilidad subjetiva). Esto quiere decir que no se necesita estar entrenado formalmente en el cálculo de probabilidades: la capacidad de pensar en términos de probabilidades es inherente a nuestra condición de seres humanos. Por ejemplo, una persona dice:
“En Puno hubo una helada la otra noche”
y uno posiblemente infiera:
“Los pollos del tío Pedro probablemente no la han sobrevivido”
Esta inferencia se basa en el conocimiento que se tiene de los efectos de la helada, adquiridos a partir de la experiencia. Dichas inferencias son parte de la forma en que está estructurado el pensamiento humano y no dependen de entrenamiento matemático alguno. Estas probabilidades suelen ser subjetivas en el sentido en que diversas personas pueden conceder probabilidades diferentes al mismo acontecimiento.
Los psicólogos cognitivos han descubierto muchos fenómenos de pensamiento probabilístico, principalmente que los individuos no siguen el cálculo proposicional al evaluar probabilidades, y que parecen basarse en una variedad de heurísticas al construir sus juicios. Una demostración clásica es el fenómeno de “falacia de conjunción” de Tversky y Kahneman (1983), esto es, una violación del principio elemental que p(A & B)< p(B). Por ejemplo, las personas juzgan que una mujer que es descrita como de 31 años de edad, muy liberal, conversadora y extremadamente franca, es más probable que sea una cajera feminista que una cajera, lo que indica que la gente usualmente no se ajusta al teorema de Bayes al evaluar probabilidades en la vida cotidiana. Referencias
Cohen, J. (1974). Probabilidad subjetiva. En Matemáticas en las ciencias del comportamiento. Madrid: Alianza editorial
Downie, N. y Heath, R. (1986). Métodos estadísticos aplicados. México: Harla
Tversky, A. y Kahneman, D. (1983). Extensional versus intuitive reasoning: the conjunction fallacy in probability judgment. Psychological Review, Vol. 90
El problema es cuando a la probabilidad subjetiva se le sobrevalora demasiado, casi como un axioma, y de allí nacerían muchos prejuicios… Me explico: si «en Puno hubo una helada la otra noche», usualmente tendemos a dar ya por sentado que «los pollos del tío Pedro están muertos». Ni siquiera nos ponemos a pensar que los pollos del tío Pedro quizás hayan podido sobrevivir… En todo caso, es muy útil entender la categoría de la probabilidad subjetiva (que por algo es subjetiva) y diferenciarla de la matemática… Gracias por este texto, muy interesante… Seguiré visitando tu espacio…
Saludos
Saludos.
En mi opinión habría que diferenciar entre razonamiento lógico, que se refiere al uso del entendimiento para pasar de unas proposiciones a otras, partiendo de lo ya conocido o de lo que creemos conocer a lo desconocido o menos conocido. Se distingue entre razonamiento inductivo y razonamiento deductivo, no obstante, el término razonamiento se refiere a un conjunto de actividades mentales consistentes en conectar unas ideas con otras de acuerdo a ciertas reglas,dando lugar a un conjunto de proposiciones enlazadas entre sí que dan apoyo o justifican una idea.Personalmente creo que existe una gran diferencia, de ahí a que el razonamiento humano no siga las leyes probabilísticas, aunque pudiese suceder, mucha gente formada en el ámbito de la estadística, realmente usa el razonamiento probabilístico diariamente.
Salu2
Me encantó la forma de explicar el razonamiento probabilístico. Es justo lo que estaba buscando para iniciar mi investigación enfocada a la inteligencia artificial, pero no sabía por donde comenzar.
Sigue adelante. Te he añadido a mis favoritos.
Saludos desde Chiapas, México…
Muchas Gracias. la informacion es muy buena, encuentro muy interesante lo de razonamiento probabilistico, y tambien me ayudo con la investigacion que estoy realizando en inteligancia artificial. estare revisando tu bolg ya que tienes notas interesantes felicidades y que sigas asi, poniendo temas interesantes,
Saludos desde el rico Chiapas, Mexico…