Me preocupa mucho el tipo de reacciones que el fallo de la CIDH sobre el caso de las 41 ejecuciones extrajudiciales en el penal de Castro Castro ha provocado en una gran mayoría de peruanos. Este es también un tema de desarrollo moral, de respeto a la legalidad y sobre todo, de capacidad de entender y respetar los principios fundamentales que deben regir la convivencia entre los seres humanos. A los que no están familiarizados con el tema, les pongo el fallo aquí; sería interesante leerlo antes de dejarse llevar por prejuicios o por las emociones que sin duda estos temas generan.
Personalmente discrepo de todos aquellos que pretenden desconocer el fallo, no hacer reparación alguna, desmantelar el memorial “el ojo que llora”, denunciar el pacto de San José o cosas por el estilo. Suscribo completamente lo que Gonzalo Gamio dice en su artículo del diario la República del Miércoles 10 de Enero 2007, y no creo necesario que lo repita; diría lo mismo, y seguramente no tan bonito como él, así que coloco su texto aquí para los que quieran revisarlo, y también el enlace directo para los que deseen leerlo en su contexto original. No se puede hacer educación ni psicología moral dejando de lado los grandes temas políticos y sociales por los que atraviesa el país.