Estoy de acuerdo con este artículo de Victor Bermudez en el diario.es. Vale la pena leerlo en este enlace. Con lo único que discrepo es la idea de que la filosofía crea personas íntegras. No es tan así, la integridad personal es un proceso de tal complejidad que se necesita mucho más que filosofía para alcanzarla. Esta no la garantiza. Recordemos que hubieron extraordinarios filósofos que abrazaron el nazismo (por poner solo un ejemplo).
Igualmente se trata de un artículo excelente que hace una reflexión que debería hacerse en más espacios, especialmente donde se toman decisiones de política educativa. Su encabezado dice:
“¿Qué educación necesitamos, si es que queremos, de verdad, cambiar las cosas? Indudablemente, una que tenga que ver con la propia naturaleza del cambio previsto. Nuestros problemas, de entrada, no son relativos a este o a ningún país en especial. Son globales. Es el mundo el que parece tomado por una misma y errática combinación de codicia, violencia, irresponsabilidad e ignorancia”.
Lo recomiendo.
La integridad personal a mi humilde parecer tiene que ver mas con el entorno en el que uno crece (y con crecer hablo hasta el final de la vida), ya que ese entorno crea experiencias y estas terminan siendo bloques de información que usamos para la toma de decisiones. Con entorno no me refiero al lugar solamente, sino también a la información adquirida por medio de conversaciones con personas que vas conociendo (familia, amigos, etc), las experiencias que pasas con ellos, la media, y las oportunidades que se te van presentando.