Invito a todos los interesados en el constructivismo de verdad a leer este librito de Eleanore Duckworth: Cuando surgen ideas maravillosas y otros ensayos sobre la enseñanza y el aprendizaje (título original: The Having of Wonderful Ideas and Other Essays on Teaching and Learning).
Es un libro especialmente dirigido a todos aquellos profesores que quieren aplicar a Piaget en el aula. Es un texto fascinante, lleno de ejemplos inteligentes sobre la construcción del conocimiento, muy informativo, entusiasta en lo que expone y -una virtud cuando se trata de traducir, aplicar o divulgar a Piaget- muy claro de entender. Les dejo algunos párrafos del libro:
… de todas las virtudes relacionadas con el funcionamiento intelectual la más pasiva es la virtud de saber la respuesta correcta. Saber la respuesta no requiere decisiones, no implica riesgos y no exige nada. Es una cuestión automática y precipitada.
… En la mayoría de las clases lo que se aprecia es la respuesta correcta y rápida. Saber la respuesta con anterioridad es, en general, más valorado que las formas en que se llega a ella… Es verdad que las pruebas de inteligencia requieren que se descifren ciertas cosas, pero este proceso no cuenta. Si conduce a la respuesta correcta, entonces lo que cuenta es la respuesta. Pero ningún examinador jamás sabrá, ni ningún puntaje podrá revelar, si la respuesta correcta fué un triunfo de la imaginación y una osadía intelectual, o si el niño ya conocía la respuesta de antemano.
Una vez observé una clase de niños de 10 años mientras aprendian a trabajar con péndulos… Después de algunas semanas, los niños observaron algunos vídeos en los que un péndulo iba dejando caer arena a medida que se movía y dejaba, de esa forma, un registro de sus movimientos… Una de las preguntas que los alumnos consideraron fue: cuando un péndulo se balancea hacia atrás y hacia adelante, ¿detiene un poco la marcha al llegar al punto máximo de la trayectoria, o mantiene la misma velocidad y simplemente cambia de dirección? Alec, que por inclinación natural tenía algo de matemático, basándose en la educación más que en la experiencia rapidamente sostuvo que el péndulo no aminoraba la marcha en los extremos, “porque no hay razón para que eso suceda”…. la profesora no dijo nada, pero continuó mostrando la cinta en la que se veía cómo la arena caía entre una hilera de pajillas.
Después de un rato un niño dijo: “no lo entiendo. ¿Entonces porqué no hay la misma cantidad de arena todo a lo largo de las pajillas?” Nuevamente hubo un rato de silencio mientras continuaban mirando. Otro niño dijo: “hay más en los extremos, se junta más allí”…..”¿Cómo puede ser que no haya una línea de arena más alta en el medio si es que pasa una y otra vez por allí cuando se mueve?” “Probablemente pasa más rápido por el medio; más rápido por el medio y detiene un poco la velocidad en los extremos.”…
Gradualmente se fueron agregando comentarios, siempre dirigidos, al menos en forma implícita, hacia la idea de Alec. Por último, uno de los niños se atrevió a comprometerse con una idea: “tiene que estar deteniéndose en los extremos”.
Existen cursos pilotos que apliquen metodologías constructivas u de otro tipo en la universidad?
Sería realmente muy interesante ver como funcionan y sus resultados.
En clase tenemos aún profesores que aunque saben mucho no tienen idea de metodologías de enseñanza y poco hace la facultad por mejorar en ese aspecto, en mi opinión.
Hola Reynaldo,
Lo que dices es verdad, a veces hay profesionales muy competentes que sin embargo resultan siendo malos (o incluso pésimos) profesores. Creo que antes se tenía mucha menos conciencia de este problema pero ahora se le reconoce mucho mas y hay algo más de apertura. No es mi experiencia directa pero tengo colegas que trabajan apoyando a docentes universitarios y me dicen que -por ejemplo- los profesores del area de ciencias que tradicionalmente son de los mas reacios a este tipo de cosas se muestran ahora mucho mas abiertos y motivados. Algunos han probado metodologías nuevas y al ver que les funcionan y que sus clases cambian para mejor, se han vuelto los primeros admiradores y usuarios de las estrategias de aprendizaje y de los recursos didácticos. Pero es cierto, aun falta mucho avance en este terreno.
Creo que más allá de los criterios pragmáticos o utilitarios que pueden animarnos a utilizar metodologías sustentadas en la teoría cognitivista, hay límites que tienen que ver con la relación que se ha establecido entre los profesores y "el saber".
A veces pienso que hay algo así como una apropiación narcisística del saber por parte de los profesores (los que estudiaron para ello y los que terminaron en tareas de formación)… y nada más alejado de eso que la idea de base del constructivismo.
Tal vez habría que ayudar a los profesores a volver a vivir la experiencia de descubrir y construir colectivamente el saber CON sus estudiantes. Pero claro… eso supone aceptar que los maestros no sabemos más que ellos.
Leo,
El libro trata justamente de eso. ¿Lo has leído? La Dra. Duckworth pone a los docentes en situaciones completamente impensables, como tener que mirar la luna y precedir sus movimientos, para hacerlos experimentar las maneras en que conoce un niño y ayudarlos a reconocer que ellos saben mucho menos, infinitamente menos, de lo que creen.
Susana
Bueno, no lo he leído… pero ya me picó la curiosidad leer a alguien que coincide conmigo jejeje
Bromas aparte, el texto me hace recordar una anécdota que cita Francesco Tonucci. La maestra pide a los niños que dibujen cómo CREEN que se distribuye la sangre en el cuerpo humano, la mayoría de niños esquematiza las venas y arterias tal como otra maestra les enseñó. Uno de ellos dibuja el contorno de un cuerpo y colorea todo el interior de color rojo. Cuando la maestra pregunta (pensando en encontrar el error del niño) por qué hizo eso, el niño responde "porque cuando uno se pincha en cualquier parte del cuerpo sale sangre".
¿Quién es la persona que no sabe?
Si algo me queda claro de la anécdota es que el niño sabe, y sabe bien 😉
Bueno, esto es muy parecido al aprendizaje por descubrimiento. Para que este procedimiento didáctico funcione, los alumnos ya deben saber algo y deben ser capaces de observar y de razonar. Creo que para enseñar de esta manera no hace falta ser cognitivista ni constructivista, sólo ser consicnete de cuál es la mejor manera de que los estudiantes aprendan. En mis clases, muchas veces en vez de definir un concepto, razono con los estudiantes hasta que ellos logren discernirlo.
Pero de ahí a decir que los maestros no saben más que los alumnos me parece una exageración. Si supieran bien la materia que estudian (e incluso más que el profesor), ¿para qué ir entonces a clases?
No me parece tampoco que esto signifique que los profesores se "apropien" del saber, ¿en qué sentido sucede esto? Es claro que el profesor es el experto en la materia que enseña, y el estudiante está allí para aprender. El mismo ejemplo citado en el artículo muestra cómo se va guiando poco a poco al alumno hacia el conocimiento.
Por último, el ejemplo citado por Leo no me parece el más apropiado. El niño pinta todo el cuerpo de rojo, sobre la base de que sale sangre de cualquier parte del cuerpo. El niño sabe, claro, pero, ¿realmente sabe bien? Esto es como decir que sé bien de astronomía porqué sé que el sol sale del este y se pone por el oeste. No exageremos. Cuando el constructivismo es llevado a sus extremos puede convertirse en algo muy peligroso y contraproducente.
ola; necesito secuencia didactica sobre el pendulo. ¿podrias ayudarme?
Muchas gracias
Irati, no se a que te refieres. ¿Al péndulo para la evaluación paihgetana delpensamiento formal? No hay una secuencia didáctica de eso.