Últimamente proliferan todo tipo de “terapias”, neuro-todo (lo último que he visto es un taller de “neuroliderazgo”…) y, como no, cursos de coaching. Para mí, todas esas cosas no son más que habladurías, una estafa y una pérdida de tiempo. Humberto Maturana hace en este artículo una crítica al coaching que vale la pena leer, si aun no están convencidos de que no es sino una tontería seudo científica.
Se lee aquí.
La idea del coaching inicia a extenderse en el campo educativo, y como el término COMPETENCIA que proviene del campo económico, el coaching busca adaptar esa experiencia entre docentes. Este artículo presenta otra arista y la verdad que motiva a investigar un poco más. (Justo estaba por comprar un libro sobre el tema, así que me detendré hasta informarme un poco más).
No está mal leer al respecto, pero siempre con una mirada crítica.
El coaching se deformo con la llegada como siempre de oportunistas, que vieron en ese campo una posibilidad de hacer dinero con el menor costo de inversión, solo decir unas cuantas palabras de ánimo y otras frases de perogrullo. Estoy de acuerdo que no se puede vender como terapia pero hay gente que la vende como si fuera la solución a problemas que terminan por timar a la gente. Se utilizo en el deporte con buenos resultados y de ahí a los negocios para que finalmente trastocara a la llamada “superación personal” con no tan buenos resultados. Interesante artículo.