En Diciembre del 2013 salió un artículo que mencioné en su momento pero que no había alcanzado a presentar. Se trata de un trabajo colaborativo que hicimos Gabriella Von Reininghaus, Pablo Castro y yo y que aborda el tema de las creencias subjetivas acerca de la violencia escolar de un grupo de profesores de la ciudad de Coquimbo, en Chile. La referencia es esta:
Von Reininghaus, G. N.; Castro, P. J. y Frisancho, S. (2013). School Violence: Subjective Theories of Academic Advisory Board Members from Six Chilean Schools. Interdisciplinaria, 30 (2), 219-234
Me parece un estudio interesante pues muestra que los profesores conciben la violencia escolar como producto de causas externas y que no tienen la hipótesis de que esta tiene algo que ver con el desarrollo moral de las personas. Esta forma de entender el problema de la violencia los llevará sin duda a buscar soluciones que serán incompletas o incluso muchas veces ineficaces para resolverlo.
Dejo el resumen del artículo para animarlos a leerlo. Pronto estará en línea a través de Scielo.
Se estudiaron las teorías subjetivas acerca de la violencia escolar de seis docentes directivos de seis establecimientos educacionales de la comuna de Coquimbo (Chile), tres de escuelas municipales (públicas) y tres de colegios particulares. El estudio fue de tipo cualitativo y la estrategia de recolección de datos utilizó una entrevista semiestructurada de aplicación individual, seguida por un instrumento de auto-reporte. Los resultados fueron analizados, organizados e interpretados en base a la teoría fundamentada, lo que permitió reconstruir las explicaciones que los directivos han construido acerca de la violencia escolar. Los resultados indican que todos los participantes conciben la violencia escolar como un problema social importante pero poco común en sus instituciones educativas. Además, asumen que la violencia se origina fundamentalmente por influencias externas que provienen de la sociedad en su conjunto, tales como el tipo de estructura familiar y los procesos de socialización en el hogar, la calidad de la educación recibida y la influencia de los medios de comunicación. Cuando piensan en variables del propio sujeto, usualmente atribuyen la violencia a una baja autoestima. En esta concepción, al dejar de lado la participación del individuo como un agente racional que discierne y elabora juicios morales para guiar la acción, los directivos asumen una visión pasiva del sujeto como meramente respondiente a las influencias ambientales. Los hallazgos del estudio se discuten principalmente enfatizando sus implicaciones para la educación, específicamente para la educación moral y la prevención de la violencia.
Nota: Pablo Castro me indica que el artículo, por ahora, puede descargarse aquí.
Aunque sólo leí las conclusiones y la discusión, creo que el aporte es muy importante. Seria interesante investigar como abordarían la resolución de los problemas de violencia infantil estos profesores y directivos con el entrenamiento adecuado en temas de psicología moral, así como los resultados obtenidos en contraposición con los enfoques anteriores.
Saludos!