En defensa de lo cognitivo

corazon

Demasiadas veces he leído y escuchado, lamentablemente, que “lo cognitivo” no debería prevalecer en educación, que tenemos que incluir lo emocional, que la educación es integral y que por lo tanto los enfoques cognitivos no sirven, que la educación debe vivirse y sentirse y que “lo cognitivo” no solamente no basta sino que no debe ser lo más importante. He visto esta idea tanto en profesores de base, aquellos que están en las escuelas públicas y privadas de nuestro país, como en los que toman decisiones de política pública, tanto a nivel del propio Ministerio como en las instancias intermedias y también al interior de organizaciones de la sociedad civil dedicadas a temas educativos. Hubo alguna vez un viceministro que incluso se permitió borrar en un texto mio entregado al Ministerio de educación la palabra cognitivo y reemplazarla por otra, “emocional”, porque simplemente le parecía mejor. Esto es un error, por supuesto, pero es interesante ver de dónde viene la idea y por qué ha cobrado tanta fuerza. Pienso, como una posible explicación, que hay una mala conceptualización de lo que cognitivo significa. Lo que las personas que afirman que no se debe tener un enfoque cognitivo en educación quieren decir (creo, es mi interpretación), es que la educación debe ir más allá de dar información. Obviamente, nadie podría estar en desacuerdo con esto. Pero igualar los términos cognitivo e información es un error conceptual muy grave, porque los procesos cognitivos no se refieren solamente al manejo explícito y consciente de información. Eso es solamente la punta del iceberg.

En la psicología, cuando se habla de “lo cognitivo” se hace alusión a un grupo amplio de procesos mentales que incluyen (pero no se limitan a) la atención, la percepción, la memoria, el lenguaje, el pensamiento, la solución de problemas y la toma de decisiones. “Lo cognitivo” tiene que ver con los esquemas y sub-esquemas, con la formación de conceptos, con los heurísticos y la lógica de nuestro pensamiento pero también con las expectativas que desarrollamos, las metas que nos trazamos y las valoraciones que hacemos. Por lo tanto, es un error profundo, producto de una mala formación de base, reducir la cognición humana a la información explícita y consciente y decir que lo cognitivo no tiene cabida en la educación o que no debe ser lo más importante. La educación moral y ciudadana por ejemplo, que es uno de los campos en los que más se escucha decir que lo cognitivo no sirve, es precisamente una de las áreas dónde más se necesita trabajar procesos cognitivos tales como el manejo de información, el discernimiento crítico y los juicios sobre el sentido de las cosas. Por ejemplo: Si un chofer respeta la luz roja del semáforo no lo hace porque siente afecto por las reglas de tránsito o porque quiere mucho a sus conciudadanos. Hay por supuesto vínculos de apego con las demás personas que lo ayudan en su toma de decisiones (nota: tomar decisiones es un proceso cognitivo), pero para respetar la luz roja de manera sostenida y auténtica (no por temor, no por miedo a la multa…) se necesita de un discernimiento que pase por comprender el sentido de la norma, entender su función, calcular las consecuencias de violarla y establecer una jerarquía de valoraciones en las que el bien común se ponga por encima de mis intereses individuales. Todo esto es cognitivo. Un ejemplo prestado de mi amigo Kike Delgado quizá ayude a esclarecer la idea aun mejor: Cuando uno está enamorado -situación paradigmática de lo que las personas entienden por afectivo o emocional- no lo está solamente porque siente pajaritos en la barriga cada que ve a la persona amada o porque se emociona en su presencia. Lo está, fundamentalmente, porque tiene una representación de esa persona que considera valiosa, porque encuentra afinidades valorativas con ella, porque hay visiones compartidas sobre el mundo y sobre las cosas. Además, se desarrollan planes y metas comunes, expectativas, y hay compromisos que pasan por tener claridad sobre el porqué uno valora a esa persona. Las emociones por si mismas, sin ese soporte cognitivo que de alguna manera las fundamenta, no pueden hacer que la relación se mantenga. Dado que las cosas son así, preocupa mucho la poca claridad sobre estos temas que muestran muchas personas vinculadas a la educación; uno se pregunta qué leyeron o estudiaron en sus años de formación inicial. Estas no son disquisiciones teóricas triviales, son conceptos fundamentales que deberían ser claros para los tomadores de decisiones y para los maestros en su conjunto. Lamentablemente no lo son, y esto afecta la toma de decisiones tanto de políticas públicas como las cotidianas que ocurren dentro del aula: afecta lo que los profes hacen con los niños, los programas educativos que apoyan o que rechazan,  las interacciones educativas que favorecen y las metas pedagógicas que se platean. Así, el mal hábito de leer poco, de no estudiar lo suficiente y/o de desdeñar la teoría por irrelevante para la práctica pedagógica afecta luego directamente a los niños en las aulas y a la calidad de educación que ellos reciben. 

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Comentarios

  1. César Salinas escribió:

    Considero que en las relaciones de pareja no solo cuentan las emociones ni solo lo cultural que ya de por si relevante sino que también pesa la "vision del mundo" de ambos, si por ejemplo les parece justo o del deber moral de cada quien respecto a los amigos, a los padres, etc. y todo eso pesa en relacion y la firtalece o la debilita y para elloa las personas debemos empatar nuestros conocimientos con nuestras ambiciones y sentimientos, lo que da integridad a nuestra práctica

  2. Leo escribió:

    Uhm, pues sí… y es común que a uno lo descalifiquen por ‘insensible’ cuando afirma cosas como éstas 🙂
    Creo que a muchos les convendría leer a Piaget para ver que los afectos no están desligados de la cognición.
    http://es.scribd.com/doc/67

  3. Ruy escribió:

    Sobre la conciencia, las emociones, el corazón y la cognición de la mente. Esta en ingles pero puede subtitularse en YOTUBE. Todos son sistemas integrativos pero regulados por el corazón, pero que actualmente están desbalanceados, especialmente por una educación des balanceada y mal priorizada. Con desbalance me refiero que favorece algunas partes del cuerpo natural del ser humano e ignora a otras.

    https://www.youtube.com/watch?v=7c3AVj66ahg

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