Es el colmo que ocurran cosas como esta, reportada hoy en El Comercio:
Camuflan antena de telefonía móvil
A esta cosa a la que Juan Infante llama “energía empresarial maravillosa” hay que ponerle un freno cuando se convierte en una fuerza letal, trasgresora, violenta y delictiva.
El corrupto se las ingenia siempre para sacarle la vuelta a la ley. El problema es que las sanciones en nuestro país son muy débiles con estas cosas (fíjense qué ridículos quedan los 3,650 soles frente a la contundencia de esta trasgresión) y eso no ayuda a revertir este tipo de conductas. Pedirles que “regularicen su situación” es también una burla. Ojalá que la legislación permitiera cerrar esta empresa, y punto. Dado que las personas no tienen principios éticos con los cuales funcionar, las sanciones deben ser duras y darle a la gente (y a las empresas) dónde más es duele: en sus bolsillos. Hay que ser skineriano aquí: no hay otra forma de hacer que una rata que no piensa con autonomía modifique sus malas prácticas.
A la par está la educación, pero ese es un camino de largo plazo. He querido poner esta noticia aquí para llamar la atención sobre cómo El Comercio oculta el nombre de la empresa trasgresora. Eso es precisamente lo que no se debe hacer: el nombre hay que decirlo, y bien alto, para que la gente conozca quienes están detrás de estas prácticas. Y por favor, profesores: lleven estas noticias al aula. Discútanlas con sus alumnos, analícenlas desde todos los ángulos posibles, hagan una lectura ética de ellas. Solo así iremos formando la conciencia ciudadana de nuestros estudiantes, muchos de los cuales tendrán empresas en el futuro y podrán, ojalá, actuar con más decencia.
Susana: Cuánta falta hace el que los profesores también enseñen lo referido a mecanismos de desconexión moral… hay tantos ejemplos de la vida cotidiana que se podrían aprovechar.
Si… es cuestión de reconocerlos, de querer hacerlo, y de saber como aprovecharlos pedagógicamente. Saludos David!
Hola Susana,
En la versión impresa del diario sí aparecen los nombres de las empresas (América Móvil y Movistar), supongo que en la versión digital editan los contenidos por una cuestión de espacio…
En todo caso me parece importante lo que dices acerca de cómo se transgrede las normas ‘criollamente’. En el colegio hemos trabajado el tema a partir del vídeo "Entre vivos y plebeyos"… creo que valdría la pena compartirlo por aquí 🙂
http://videos.pucp.edu.pe/videos/ver/5c19fc34a97b4a4902a411b72f4f40c5
Jamas hubiera pensado que se trataba de estas empresas Leo!!! Pense en algo más informal…ahora sí creo que la multa es realmente ridícula. Gracias por el dato del video, ojalá sirva a otros docentes.
Comparto la indignación por el tema y la necesidad de que se discuta esto con los alumnos sobre todo en la escuela que es donde se van formando las personas; sin embargo, no puedo olvidar que al haber visto el mencionado video "Entre vivos y plebeyos" (casualmente en una conferencia de Etica en la Función Pública) la mayoría de las personas se hayan reido de las situaciones y hayan salido comentando lo gracioso del video y no las implicancias o el mensaje del mismo, lo cual me llevó a pensar que a veces la gente mira todo muy a la ligera y no accede al verdadero mensaje de este tipo de cosas.Por otro lado, me pregunto si realmente el caso de la palmera es un caso de camuflaje para evitar pedir los permisos respectivos, como lo sugiere el texto del artículo, o si se trata de un caso en el cual por pedido de la comuna y por el bien del ornato se ha colocado de esa manera; tengo esta duda porque no suelo confiar mucho en la redacción un tanto alarmista(por no decir amarillista) que tienen ciertos redactores y porque todavia me resisto a creer que las personas y las empresas lleguen a explotar a tal grado su creatividad para evadir su deber.
Si, uno está inclinado a creer que tanta osadía simplemente no es posible… pero yo ya no creo en nada de parte de las empresas, la verdad. Hasta que no me demuestren lo contrario, pienso que obran con mala fe, esa ha sido mi experiencia casi siempre. Incluso son tan irracionales que por ahorrarse unos centavos pueden ir contra sus propios intereses, como pasó con la industria del salmón en Chile: http://rsc-chile.cl/columnas/276-crisis-del-salmon-la-irresponsabilidad-de-una-industria
Gracias por comentar!