Hay un estilo de conducir clases en la educación básica, sobre todo en los niveles de inicial y primaria (aunque no solamente, también lo he visto en secundaria), que me pone los pelos de punta: un maestro que dice una frase elevando el tono final y dejando inconclusa la última palabra, para que los niños, en coro, la completen.
He visto esto infinidad de veces, y me espanta. Ejemplos los hay de todo tipo: el sentido del dulce está en la pun….ta!!!! (dicen los niños), y el del ácido en los late… rales!!!! (esto, en una clase de 4to grado sobre la lengua). La revolución industrial influyó en el crecimiento del mer… cado!!!!!! Somos una fa…… milia!!!! y debemos estar tran….quilos!!!!
Imagino que hay una buena intención detrás de esta práctica, o un hábito muy arraigado y poco consciente, o ambas cosas. En algunos casos he escuchado a docentes que hacen esta elevación de tono final y palabra incompleta varias veces en una frase, con lo que en pocos minutos se ha tenido una especie de metralleta de subidas de tono, palabras sin terminar, y coros infantiles. ¿Por qué hacen esto? Estoy segura que hay alguna lógica que lo explique pero a mí, que no soy educadora, me resulta completamente artificial (¿quién habla así en la vida real?), y me parece que no redunda en ningún aprendizaje para los niños. Al contrario, los camufla, pues en el coro aquellos que no han entendido nada pasan desapercibidos repitiendo cual loritos lo que dicen los demás. Solo le da una falsa seguridad al docente, haciéndole creer que así está haciendo participar a los niños, o que estos han logrado aprender aquello que no necesariamente han aprendido en realidad, y en ese sentido es desde mi punto de vista un recurso centrado en el profesor y no en el estudiante. Creo yo que sirve poco para lograr aprendizajes, o para verificarlos.
Inclusive esta práctica puede distraer a los niños, al estar atentos por el coro que viene o que va, pueden no notar la verdadera intención de la clase.
PD. Yo he visto a conferencistas utilizando ese recurso, inclusive en un taller que asistí hace poco. Salí corriendo.
Frank, tienes toda la razón. A veces muchas de las estrategias didácticas que usan algunos profesores no hacen sino distraer a los niños del sentido de la tarea.
En realidad la idea no es asegurar un aprendizaje superficial o el paporreteo, es lograr que todos presten atención o que sigan la ilación de la ponencia. Este tipo de exposición (no enseñanza) es mas común en niños que en adultos, por cuanto los primeros suelen verlo como un “juego”, lo que en definitiva los hace ponerse en contacto con el tema tratado. Algo similar, en el fondo, son aquellos momentos durante las ponencias cuando el expositor (catedrático) hace una pregunta complicada o muy interesante, y pone a prueba a los estudiantes, logrando que estos intervengan y porque no decirlo “compitan” (jueguen) haciendo mas dinámica la clase. En ambos casos se busca captar el interés del alumno.
Y la mayor parte de las veces, estos profesores lo hacen "porque siempre se hizo así", porque lo escucharon miles de veces cuando eran estudiantes y piensan que lo más normal es hacerlo ellos también, sin detenerse a pensar de qué manera sirve eso al proceso de aprendizaje, o si realmente sirve de algo.
Armando, pero justamente lo que te intenta decir Frank es que al estar tan centrado en la forma, en contestar en coro etc. lo que puede pasar es que el alumno se distraiga y pierda de vista el real objetivo de la tarea.
Esta es una "muletilla" que se usa como un rompecabeza de la clase, refleja la búsqueda de un contenido de modo memoerístico por lo tanto no hay aprendizaje significativo, por que responde a la pregunta ¿QUÉ SIGUE? y no al ¿POR QUÉ?. Se centra en el grupo no en la persona, se asume falsamente que todo el grupo conoce el tema, pudiendose notra que dentro del coro algunos sólo mueven los labios pero con breve atemporalidad de los que completan la palabra correctamente. Se contradice con la recuperación de una palabra que es como está almacenada en nuestro cerebro, de preferencia sería preguntar estimulando una indagación literal.
Armando,
Con tu analogía quieres señalar que existe cierto aspecto lúdico en esta práctica. Puede ser cierto, los niños pueden pasarla bien, inclusive, muy bien. Pero noto que en tu analogía debe realizarse cierta precisión, las preguntas que realizan los ponentes, como tú señalas, tienen un nivel de demanda cognitiva de mayor nivel si lo comparamos con la práctica de completar palabras, donde solo es necesario escuchar y repetir. Existen diferencias. Pienso que debería revisarse el uso de esta práctica, puede ser lúdica, pero veamos en qué medida contribuye con el aprendizaje.
Saludos.
Coincido con Victor Hugo, cuando se señala que este tipo de prácticas, son en realidad muletillas, que pretenden perpetuar el mensaje -de la clase- en la memoria de los estudiantes.
Sin embargo, es preciso advertir que este tipo de practicas demuestra -en mi opinión- una dependencia del método memorístico y a la vez que insentiva la participación en masa, mas no asegurar la intervención personal.
En lo que me parece que estamos de acuerdo, es que este tipo de discurso no busca abundar en contenidos o en profundidades, solo busca dar información y es por eso que este tipo de discurso (con variación en la modulación) es usado con frecuencia en la enseñanza de niños, para captar su atención, desapareciendo a medida que los educandos ganan edad y experiencia. Hay sin duda alguna un formalismo que a nosotros nos puede resultar chocante, pero no esta demás recordar nuestras épocas de niños impetuosos con ganas de demostrarle a la maestra lo bien que conocemos un tema, y lo bien que se siente (bueno sentía) responder correctamente…Yo creo finalmente que si sirve de algo, porque imagínense una clase de niños en la que el profesor utiliza una modulación lineal, sin dejar que los niños hablen o demuestren que han prestado atención a la clase del día anterior (porque recuerden amigos, este tipo de “preguntas” las hacia el profesor, casi siempre, para ver si recordábamos la clase pasada…, o incluso si lo recordábamos del año pasado). Dudo que los alumnos (niños) pierdan la ilación, por el contrario tomaran mayor interes porque la profesora les habla de “datos”, “personajes” conocidos…
Armando,
La participación de los niños es importante. Como tú señalas, en mi caso por ejemplo, pido a algún niño que hagan un breve resumen de la clase anterior. Dado el caso, les pido que recuerden temas del año anterior y compartan lo que recuerdan. Pero en estos casos los niños tienen la necesidad de elaborar un discurso, ordenar sus ideas, siendo además precisos. Cuando un profesor utiliza la práctica que Susana pone a discusión no ocurre esto porque el esfuerzo es mínimo: escuchar y repetir. Coincido contigo en que la participación es importante, no en lo otro.
Armando, creo que hay que distinguir cualitativamente entre formas y formas de participar. Obviamente nadie está en contra de la participación de los niños, al contrario, esta debe fomentarse. Hasta ahí, de acuerdo contigo. También hay que mantener su interés, también de acuerdo contigo en eso. En lo que no estamos de acuerdo es en que haciéndolos contestar en coro todo lo que el profesor deja incompleto se esté fomentando un tipo de participación que tenga sentido y que aporte en la construcción de aprendizajes. No es así. Más bien, como indica Frank y como intento decir yo en el post, puede incluso distraer a los niños al hacerlos prestar atención a cuál es la palabra que viene y que ellos deben completar en lugar de tratar de comprender lo que se está aprendiendo. Y no digamos que en coro no hay manera de saber realmente quién entendió qué, y hasta que punto lo hizo.
Frank me ha mandado este post porque en varias ocasiones he comentado esta práctica con él y con los alumnos de mi curso de Didáctica de la Lengua . Yo he observado esta "costumbre" en varios maestros y honestamente me vuelve loca. No me parece que sirva para lograr que el alumno esté concentrado en lo que el maestro dice… a veces simplemente completan la palabra por la palabra en sí y no porque han estado siguiendo la explicación.
A mis alumnos les recomiendo utilizar otra estrategia – la cual utilizo incluso en mis cursos con adultos e incluso conferencias – y es hacer una pausa y pedir que cada alumno le diga al del costado lo que se ha explicado o discutido hasta el momento.
Coincido totalmente con tu posición amigo Frank, sin embargo considero necesario precisar que una cosa es pedir un resumen de una clase a un niño de 10, otra despertarlo y buscar su atención y otra muy distinta pedirle a un estudiante universitario comentar el tema de la clase pasada. Pienso que parte del aprendizaje es primero conocer datos específicos y luego desarrollar ideas propias, siempre será así, buscar el desarrollo de ideas críticas y creativas es lo ideal, pero todo a su tiempo. En este sentido el tipo de discurso sometido a debate, SOLO pretende despertar el interés o al alumno que se esta durmiendo, y en ese pequeño aporte justifica su utilización. Para nada mas.
Si usas esta ‘estrategia’ porque tus alumnos "se están durmiendo," como dice Armando, cambia de profesión…el día que mis alumnos -los chiquitos o los grandes – se duerman me pongo a vender aspiradoras.
Armando, iba decir lo mismo que Sandra. ¿Cómo que los alumnos se están durmiendo?!!!! En todo caso, que bueno que tú tengas claro que es solo una estrategia para "despertarlos". Muchos profesores no tienen esa claridad y no hacen la diferencia, creen que así están siendo constructivistas, haciendo participar activamente al alumno, y fomentando aprendizajes.
Armando, algo específico:
Niños de 10 años sí pueden hacer un recuento como el que menciono. Al decir "discurso" no hago referencia a un elaboración sofisticada ni universitaria.
Disculpen, antes que nada no soy profesor, solo queria dar mi punto de vista sobre un tema que me parece muy interesante. No es la única ni mucho menos la mejor forma de captar la atención de los alumnos, eso es cierto, a mi tampoco me agrada cuando esa estrategia es aplicada por muchos profesores, lo unico que quería decir es que es una de muchas formas de buscar la atención del alumno o en la mayoria de casos, recordar puntos de la clase pasada. NADA MAS. Si es que esto ayuda directamente a generar una predisposición al análisis y a la crítica, no lo creo, pero es parte del proceso de crecimiento y aprendizaje. Respecto a la venta de aspiradoras, debo decir que algunas veces es mucho mas dificil atrapar la atención de un comprador que la de un alumno, especialmente cuando el producto no es el mejor (así como una clase puede ser aburrida), pero en ambos casos hay técnicas para captar el interes del oyente, siendo ambas labores igual de respetables. Saludos
"Si usas esta ‘estrategia’ porque tus alumnos "se están durmiendo," como dice Armando, cambia de profesión…el día que mis alumnos -los chiquitos o los grandes – se duerman me pongo a vender aspiradoras."
Que miedo (y me refiero a la respuesta de Sandra)…y por varios motivos.
Pero bueno, encontré esto en un texto, podría ayudar:
"En el efecto Topaze, el maestro propone de forma explícita determinadas cuestiones al alumno, pero es el quien toma a su cargo, bajo su responsabilidad, lo esencial del trabajo. Si el alumno fracasa en un afán de ocultar la incapacidad de éste para encontrar la respuesta, el enseñante negocia una respuesta a la baja, para ello, añade sucesivamente informaciones suplementarias reductoras de sentido, indicios que le ayuden a encontrar la respuesta, y así hasta que esta se produce". En Herramientas de análisis en didáctica de las matemáticas. Ma del Carmen Chamorro.