Archivo por meses: septiembre 2007

Las humanidades y el self moral

Estuve en la conferencia que Martha Nussbaum dió en la PUCP hace una semana en el contexto del coloquio interdisciplinario de Humanidades El futuro de las Humanidades. Las Humanidades del futuro. Como siempre, interesantísimo escucharla.

No es necesario reiterar lo ya dicho por ella sobre la trascendencia de las Humanidades para la construcción de la ciudadanía. Sin embargo, en esta época en la que muchas personas e instituciones educativas las consideran prescindibles (¿alguien recuerda el anuncio de radio de una universidad local que se vanagloriaba de que allí los estudiantes no perdían el tiempo estudiando filosofía?) nunca está de más recordar su importancia y contribuir en algo a la tarea de reivindicarlas.

Aquí solo un granito de arena, esta vez desde la investigación empírica, que muestra una de las facetas en la que las Humanidades son fundamentales para alcanzar un desarrollo humano (y social) más pleno y justo. Va el abstract:

Levine, C. G.; Pakvis, P. y Higgins-D’Alessandro, A.(2000). Ego and Moral Development in University Contexts. The Value Consistency Thesis Extended. Journal of Adolescent Research, Vol. 15, No. 4, 482-503

The Value Consistency Thesis (VCT) proposed and empirically tested by Levine, Jakubowski, and Côté predicts associations between ego and moral functioning by identifying humanistic value orientations common to dimensions of both domains. With hypotheses based on Erikson’s notion of institutionalized moratorium, the present 2-year longitudinal study of 58 undergraduate students investigates the VCT as a function of participation within humanistic and technological university faculties. The findings replicate the initial test of the VCT and indicate that both ego and moral development and the ability to coordinate these developmental domains are gains more likely for students enrolled in humanistic faculties.

En resumen: esta investigación indica que hay mayor probabilidad de desarrollo moral y desarrollo del yo, y de coordinación de estos dominios, en los estudiantes de humanidades que en los de áreas tecnológicas. » Leer más

Cancelación de curso

Flores bodadas

El curso La moral desde la psicología, que anuncié hace algunos posts, ha sido cancelado. Lamentablemente convocó solo a cuatro entusiasmadísimos asistentes, que a pesar de su motivación e interés, fueron insuficientes para sostener el curso. Una lástima por todos lados.

La experiencia me sirve, sin embargo, para hacer una reflexión en voz alta acerca de los intereses que priman en la psicología actual, por lo menos en nuestro país. La verdad es que no me sorprende demasiado que un tema como este haya tenido poca convocatoria (asumiendo que la difusión del curso fué la adecuada, y no tengo por qué pensar lo contrario). En el Departamento de Psicología de la PUCP, donde se supone debería convocar a más personas, un curso académico sobre psicología moral (curso electivo) se abrió por primera y única vez en el año 2001. Nunca antes, nunca después, a pesar de que yo lo ofrezco como seminario especializado regularmente. Los estudiantes tienen simplemente otros intereses, y prefieren -es mi percepción- autores más conocidos o cursos que ofrezcan algún resultado inmediato o produzcan alguna habilidad profesional, en lugar de cursos de revisión teórica y debate conceptual. Por ejemplo, hace año y medio (la última vez que lo ofrecí) mi curso de psicología moral perdió la elección de los estudiantes frente al curso de estimulación temprana y el de diseño de materiales educativos en medios, los cuales son obviamente mucho más enfocados al lado profesional (versus el académico). Lo mismo sucedió con un curso paralelo llamado educación moral que también ofrecí alguna vez a los psicólogos educacionales de la PUCP (y que intentaba dar los lineamientos psicopedagógicos para construir programas educativos orientados a la formación de la estructura moral humana), el que tampoco convocó suficientes estudiantes porque -eso dijeron- pensaban que se darían recetas clichés para clarificar valores o que se tratarían temas de religión! (además de estar desinformados conceptualmente, parece que los estudiantes no leen las sumillas de los cursos…)

Adicionalmente (esto es también mi percepción), creo que el tema moral aun no se ve suficientemente ligado a la psicología, al menos no desde una perspectiva constructivista y de desarrollo, que es la que yo privilegio. Filósofos que llenarían probablemente una conferencia sobre psicoanálisis no se sienten en absoluto atraídos por la psicología evolutiva del desarrollo moral, lo cual resulta lamentable y va contra conrriente del trabajo interdisciplinario en esta área en cualquier parte del mundo. La AME por ejemplo, asociación para la educación moral fundada por Lawrence Kohlberg (y a la que yo pertenezco) está conformada casi 50% / 50% por psicólogos y filósofos (además de educadores y especialistas en otras áreas, obviamente), los que trabajan de manera conjunta en este tema desde hace años. La capacidad de comunicación entre unos y otros está muy desarrollada, pues se ha construido un lenguaje común para abordar este tema interdisciplinario. Algo impensable, lamentablemente, aquí en el Perú. Igualmente, me cuenta mi colega y amigo Adrián Dongo que parte de la fortaleza de la teoría constructivista en el Brasil (con Piaget a la cabeza) es que muchos filósofos (además de matemáticos, físicos y otros especialistas) se han interesado en el modelo y lo han asumido como propio, y han hecho equipo con los psicólogos para investigar en temas de construcción de conocimiento en general, y de construcción moral en particular, algo -repito- impensable en nuestro medio.

Lo que cuento me preocupa no solo por mi curso cancelado (que es lo de menos en realidad) ni por el estatus académico de esta disciplina o la atención que se le presta. La preocupación que tengo viene porque es justamente por la falta de conocimiento psicológico serio sobre el desarrollo moral que los agentes educativos -desde el maestro del aula mas pequeña hasta quien toma las mas altas decisiones en el Ministerio de Educación- no tienen la más remota idea de como abordar efectivamente la educación ética. Yo estoy convencida de que hasta que el desarrollo moral no se convierta en un tema verdaderamente interdisciplinario que interese a un público mayor que los cuatro entusiasmados gatos de siempre, en nuestro país la formación ética, educación moral, educación ciudadana o educación en Derechos Humanos (como quiera llamársele) no saldrá del lamentable subdesarrollo en el que se encuentra. » Leer más

Saquen ese cartelito…

Soy una convencida de que la ciudadanía y la ética se educan en el día a día. Educan tanto las “cosas grandes” que se hacen en su nombre (una propuesta curricular especialmente diseñada, por ejemplo, o las declaraciones públicas de principios) como los pequeños detalles de la convivencia diaria, aquellos que pasan desapercibidos pero cuya presencia (y/o ausencia) no son inocuas.

Como ejemplo cuento lo siguiente, que si bien sucede de casualidad en una cafetería de la PUCP puede pasar (y de hecho pasa), en cualquier institución educativa. Desde hace mucho tiempo tengo un malestar por la presencia de este aviso en la caja de la cafetería de Arte:

Cartel PUCP

No es el cartelito en sí mismo el que me molesta, aunque claro, creo que habría que reflexionar sobre si los docentes o administrativos son por alguna razón personas especiales y merecen tener el privilegio de usar una determinada cola, y no otra, para hacer sus compras. Me inclino a pensar que no lo son y que una sola cola (o mejor dos o tres, para descongestionar) bastaría para todos. Creo que los docentes y administrativos son miembros de la comunidad universitaria tanto como cualquier otra persona, y personalmente no me siento más importante para el buen funcionamiento de la Universidad, ni con más derecho a tener una cola exclusiva que, digamos, un estudiante o un trabajador. Pero en fin, eso es debatible y pueden existir argumentos que defiendan lo contrario (como que docentes y administrativos tienen menos tiempo para almorzar que los estudiantes, que son mayores y merecen una deferencia, que hay muchos más estudiantes que docentes y administrativos y por eso hay que darles a estos últimos una cola especial, que así se hace en todas partes, o cualquier otra razón imaginable).

Lo que me preocupa en realidad es que ese cartel es letra muerta y está colgado allí de adorno: nadie le hace caso y el sistema parece haberlo asimilado así, pues nadie se inmuta cuando, por ejemplo, una fila larguísima de estudiantes invade la cola que se supone no está destinada para ellos y ni los docentes o administrativos que están en esa cola, y mucho menos los empleados de la cafetería les señalan el cartel ni les recuerdan la regulación existente. Es aun peor cuando el que está allí es un adulto “de la calle”, es decir, una persona que no es ni docente ni administrativo PUCP. Allí sí que nadie dice absolutamente nada.

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Los castellanos del Perú

Excelente video en el blog de Miguel Rodríguez Mondoñedo. Los animo a verlo, es interesantísimo y vale muchísimo la pena. Muy ilustrativo para lo que sabemos poco (o nada) sobre sociolingüística y temas afines, y muy enriquecedor desde una perspectiva ética, ya que aborda el problema de los derechos lingüísticos y la discriminación linguística (o discriminación por la manera de hablar). Lo recomiendo especialmente para educadores:

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El conocimiento social

Mariposa azul

Ayer en mi primera clase del curso de la UARM intenté presentar un panorama general sobre por qué el conocimiento humano debe entenderse no como un estado acabado sino como un proceso, y sobre todo, las razones por las qué el conocimiento es siempre una construcción.

Hicimos un experimento que además de demostrar que el conocimiento es una construcción (y que no viene de afuera a través de los sentidos ni está ya en la cabeza del sujeto y es simplemente “despertado” por la experiencia) permitió diferenciar entre tres tipos de conocimiento: el conocimiento físico (conocimiento del mundo real y de sus propiedades), el conocimiento lógico matemático (conocimiento de las relaciones -creadas por la mente humana-entre los objetos del mundo) y conocimiento social. Este último -que es el que me concierne en este curso- implica básicamente tres cosas:

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