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Adviento 2020

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Evangelio según San Marcos 13,33-37.
En aquél tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
“Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento.
Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela.
Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana.
No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!”.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

Cuando estudiaba español hace treinta y siete años en Cochabamba, Bolivia, bromeábamos con los profesores que seríamos felices solo aprendiendo el presente simple, y señalando hacia adelante para indicar el futuro, y apuntar detrás de nosotros mismos para indicar el pasado. Dijeron que eso no funcionaría (ni lo haría ahora con el estudio del italiano). De hecho, más tarde en el programa de formación ofrecido en el Instituto de Lenguaje Maryknoll uno de los profesores habló del concepto Aymara del pasado y presente. Los indios aymara habitan las alturas más altas de Bolivia y Perú. Cuando hablan del futuro señalan detrás de sí mismos, ya que el futuro es desconocido porque aún no es visible. El pasado, sin embargo, es conocido y para ello señalan delante de sí mismos, porque ya se ha visto, experimentado y conocido.
Pensé en esto cuando leí el evangelio de este primer domingo de Adviento (Marcos 13:33-37). El hombre en la parábola del evangelio también estaba lidiando con lo desconocido y lo oculto. No sabía a qué hora volvería el amo. Conociendo la naturaleza humana, Jesús imagina que el siervo y portero, se volvería lacayo y no tomaría en serio su responsabilidad: su administración. Jesús nos dice “¡Ten cuidado! ¡Estén alertas!”.
Hoy somos esos siervos, ese guardián, y Jesús nos dice: “¡Ten cuidado! ¡Estén alertas!”. Hoy comenzamos cuatro semanas de preparación espiritual para la celebración del nacimiento del Señor, nuestro Salvador Jesucristo. Jesús nos dice esas palabras para que nos preparemos para su venida. El tiempo es ahora, y debemos estar atentos a las oportunidades de gracia que el Señor nos proporciona durante estos días.
La Primera Lectura del Libro del Profeta Isaías (63:16 b-17, 19 b; 64:2-7) reconoce el poder de Dios y la omisión humana de reconocer su presencia y responder. Una hermosa imagen nos introduce en esta lectura “nosotros somos la arcilla y tú el alfarero: todos somos la obra de tus manos”. Una imagen tan sorprendente de cómo Dios puede obrar en nuestras vidas, si estamos dispuestos a hacerlo ser “arcilla” y estar dispuesto a tener que ser “el alfarero”. Al final de esta lectura, es evidente que es la esperanza y el deseo del pueblo de Dios, no un recuento de lo que han hecho desde entonces: su falta de respuesta a Dios sólo sería una fuente de arrepentimiento y tristeza para ellos. Se dieron cuenta, demasiado tarde, de que se habían perdido las oportunidades de gracia que Dios les había dado como su pueblo. Continuaron esto, a pesar de sus esperanzas, en no reconocer a Jesús cuando llegó al mundo en Belén, y más tarde en su ministerio terrenal en Galilea. ¡No habían sido vigilantes y alertas!
La segunda lectura es la primera carta de Pablo a los Corintios (1:3-9) que refleja la creencia de la comunidad cristiana temprana de Corinto de que el Señor Resucitado vendrá pronto. Según ellos, ¡su segunda venida podría ser cualquier día ahora! ¡Estaban atentos y alertas!
Una de las riquezas de esta temporada de Adviento, para mí, ha sido poseer una creciente conciencia de la presencia del Señor en y entre nosotros. Si tomamos en serio el momento del Adviento cada día nos debería traer una mayor conciencia de su ‘venida’: no su primera venida en su nacimiento, o su segunda venida al final de los tiempos, pero ¡aquí y ahora! El desafío continúa para nosotros estar atentos y alerta para reconocerlo.
A lo largo de la historia de la salvación se ha puesto tanto énfasis -legítimamente- en la primera venida de Jesucristo, en su nacimiento.
Así mismo, a lo largo de la salvación se ha puesto tanto énfasis, legítimamente, en la segunda venida de Jesucristo al final de los tiempos.
Pero, ¿qué pasa con la venida de Jesucristo hoy?
Debemos estar atentos y estar alertas de que venga a nosotros hoy. En esta temporada de Adviento de 2020 vamos a estar más atentos y alertas para hacer de este Adviento, y esta Navidad, una experiencia más profunda de la presencia de Dios. Es un viaje diario de estas cuatro semanas para reconocer la presencia del Señor.
Una importante fuente de esta conciencia de su presencia es reconocer cómo Dios nos ha bendecido. Es vital identificar los momentos en que estuvimos atentos y alertas. Estos benditos recuerdos nos ayudan a prepararnos para futuros encuentros con Dios, oportunidades futuras, maneras en el futuro que Dios quiere ser “el alfarero”, si estamos dispuestos a ser la “arcilla”.
Nuestra propia experiencia de arrepentimiento por esos momentos perdidos de gracia, también nos puede hacer más vigilantes y alertas, para que lo desconocido y lo oculto no vengan de atrás y nos tome por sorpresa. Antes de que nos demos cuenta volveremos aquí celebrando el nacimiento del Señor. Sin embargo, sólo si estamos atentos y alertas serán estos días días de gracia que permite que su presencia llegue a nosotros mismos, a los demás, y al mundo, dentro y a través de nosotros.
Durante estos días agraciados de Adviento, seamos vigilantes y alertas de la presencia de Dios en nuestra vida, unos en otros, en nuestra Iglesia. A medida que crece la luz en la corona de Adviento, que nuestra conciencia de la presencia activa y viva de Dios en y con nosotros sea más evidente en nuestras palabras y acciones. Que seamos buenos mayordomos y guardianes, así que estaremos listos… cuando él venga.

Beatificación del sacerdote Juan Medina y 126 mártires de la Guerra civil

El Papa Francisco ha autorizado la promulgación de nuevos decretos de la Congregación para las Causas de los Santos en el que se reconoce, entre muchos, el martirio por “odio a la fe” del sacerdote Juan Medina y otros 126 entre laicos y religiosos de Córdoba (España) y que fueron asesinados durante la Guerra Civil española (1936-1939), por lo que serán beatificados, informó este martes el Vaticano.
Según informó la oficina de prensa de la Santa Sede este martes, el Santo Padre autorizó la promulgación de nuevos decretos al recibir en audiencia el 23 de noviembre al neo prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Mons. Marcello Semeraro.
Además del sacerdote Juan Elías Medina, entre los que serán beatos hay 79 sacerdotes, 5 seminaristas, 3 religiosos franciscanos, una religiosa Hija del Patrocinio de María y 39 laicos.
Juan Elías Medina (1902-1936) nació en Castro del Río el 16 de diciembre de 1902, fue ordenado sacerdote el 1 de julio de 1926. Fue encarcelado el 22 de julio de 1936 y en la mañana del 25 de septiembre de 1936 fue sacado de la aldea de prisión con otros 14 compañeros y asesinado a las puertas del cementerio, confesando su fe con la expresión Viva Cristo Rey y perdonando a sus asesinos, escribe el Vaticano en la causa de beatificación.
La mayoría de los futuros beatos pertenecían a la Adoración Nocturna o a la Acción Católica y todos fueron asesinados “por su condición de cristianos fervientes”, explican en las motivaciones de la causa de beatificación. El más joven, Antonio Gaitán Perabad, fue asesinado en El Carpio, su pueblo natal, cuando le faltaban seis días para cumplir dieciséis años; mientras la más anciana fue la religiosa – Hija del Patrocinio de María- María del Consuelo González Rodríguez, asesinada en Baena, a los ochenta y seis años.
Fuente: www.cope.es

Thanksgiving day: celebración religiosa intercultural

Por ÁNGELA PIEDRAS YEGROS.
América había recibido gran cantidad de inmigrantes procedentes de Inglaterra y otros lugares de Europa, que marchaban escapando de las restricciones de la Iglesia y de la pobreza para desembarcar en Plymouth. Allí eran recibidos por los indios nativos de Massachusetts, que compartieron con ellos sus conocimientos sobre las cosechas y les enseñaron a cazar y a curar la carne de los animales de la zona.
El primer noviembre, tras haber recogido la cosecha, estos inmigrantes europeos quisieron agradecer a los nativos la ayuda que les habían prestado, organizando para ello una gran cena, en la que también dieron gracias por la cosecha recibida y por haber sobrevivido. Año tras año, en la colonia se tomó por costumbre reunirse las familias en la misma época para dar gracias por los dones recibidos a lo largo de los últimos doce meses. Tradición que ha pervivido hasta el día de hoy.
Tras haber ido cambiando de fecha a lo largo de los siglos, finalmente en 1941 Franklin D. Roosevelt (32º presidente de Estados Unidos) determinó que su celebración fuera el cuarto jueves de noviembre. Hoy es una jornada de agradecimiento por las cosechas y por todo lo que uno tiene en la vida.
Las familias se reúnen en sus casas, en donde preparan un banquete y ofrecen una oración de gracias. El plato principal es el pavo asado u horneado, acompañado de un relleno hecho de pan de maíz y salvia, y servido con una jalea o salsa de arándanos rojos. También se sirven platos de verduras, como judías verdes, patata dulce, puré de patatas con gravy (salsa hecha del jugo del pavo), zanahorias glaseadas y panecillos. Además de una gran variedad de postres, siendo el más popular el pastel de calabaza, el de nuez pacana y el de manzana. Las comidas se sirven con sidra de manzana caliente con especias o espumoso de sidra de manzana, tradicionalmente fermentado.
Es una de las tradiciones más populares de Estados Unidos, incluso por delante de la Navidad, de tal manera que las gentes llegan a desplazarse incluso de un estado a otro para pasar ese día con sus familias. Aunque el motivo es darle gracias a Dios por todos los bienes recibidos durante el año (salud, trabajo, amor…), sin embargo, cada vez más personas que no profesan ninguna religión se unen a esta tradición.
Aprovechando el encuentro con los miembros de la unidad familiar, muchos son los que escogen ese día para decorar el árbol de navidad o poner el nacimiento.
En Manhattan se realiza un gran desfile por las calles que atrae a millones de personas para ver los enormes globos y presenciar las actuaciones de artistas invitados.
La mayoría de establecimientos están cerrados, pero el siguiente viernes es el conocido como “viernes negro”, momento en que se inicia la apertura de la temporada de compras navideñas, con precios de rebajas en tiendas y grandes almacenes. De hecho, se dice que el cambio final de fecha fue obra de Fred Lazarus Jr., máximo responsable de los almacenes Macy’s, que convenció al presidente para adelantarlo al cuarto jueves y así disponer de más días de venta de productos navideños.
Una vez más, así es, una gran tradición mundialmente conocida que ha permanecido al paso del tiempo, pero no a la influencia del consumismo.

Los secretos de la exitosa diplomacia vaticana

En el marco de la conmemoración del 40 aniversario del Acuerdo entre la Santa Sede y el Perú, se realizó la conferencia magistral virtual “La Diplomacia de la Santa Sede”, ofrecida en la Academia Diplomática del Perú.

Por Ricardo Sánchez Serra- Diario EXPRESO.
En el marco de la conmemoración del 40 aniversario del Acuerdo entre la Santa Sede y el Perú, se realizó la conferencia magistral virtual “La Diplomacia de la Santa Sede”, ofrecida en la Academia Diplomática del Perú, Javier Pérez de Cuéllar, por el arzobispo Paul Richard Gallagher, secretario para las Relaciones con los Estados, de la Secretaría de Estado de la Santa Sede.
La diplomacia vaticana está considerada como la mejor del mundo y tiene gran influencia en las relaciones internacionales. Desde la era medieval pugnaba por la unión de los Estados cristianos, arbitraba para evitar las guerras entre ellos y hasta la actualidad, su óptica cristiana de paz, impregnada de valores e incluidos en numerosas encíclicas y la palabra del Papa, la convierten, sin duda, en una respetable voz y esperanza para la humanidad.
“A lo largo de los siglos -expresó monseñor Gallagher- la diplomacia de la Santa Sede se ha desarrollado de manera multiforme, encaminada siempre a garantizar la libertad de los fieles y la colaboración entre los pueblos. Durante su viaje a Corea, en 2014, el Papa Francisco definió la diplomacia como el arte de lo posible, que está basada en la firme y constante convicción de que la paz se puede alcanzar mediante la escucha atenta y el diálogo, más que con discriminaciones recíprocas, críticas inútiles y demostraciones de fuerza”.
Afirmó que desde la óptica cristiana, la paz es al mismo tiempo, “un precioso don de Dios y responsabilidad personal y social que reclama nuestra solicitud y diligencia. Y sí el don pertenece al orden de la gratuidad que une al Creador con sus criaturas. La acción humana reconduce al criterio de la responsabilidad. Cómo mujeres y hombres que vivimos cada día nuestro peregrinaje terrenal, también nosotros tenemos la responsabilidad de construir la paz”.
La autoridad vaticana agregó “que aspirar a la paz, no basta, como tampoco es suficiente la intención de trabajar por la paz. Se necesitan conductas concretas y coherentes, acciones específicas y sobre todo la plena conciencia de cada uno, en su pequeño y gran mundo cotidiano, de ser constructores de paz”.
Monseñor Gallagher dijo que la acción diplomática de la Santa Sede está llamada a actuar para facilitar la convivencia entre las naciones para promover aquella fraternidad entre los pueblos, donde el término fraternidad es sinónimo de colaboración efectiva, de verdadera cooperación, de una solidaridad estructurada en beneficio del bien común y de las personas.
El bien común y la paz tienen más de un vínculo
“El Santo Padre pide hoy a la Santa Sede que se movilice en el escenario internacional, no para garantizar una genérica seguridad -hoy, más difícil que nunca en este periodo de persistente inestabilidad y de una marcada conflictividad- sino para apoyar una idea de paz, como fruto de relaciones justas, es decir, de respeto de las normas internacionales que tutelan los derechos humanos fundamentales, comenzando por los últimos, los más vulnerables”, informó el también doctor en derecho canónico.
“Aquella paz –añadió- que como dice San Pablo VI, citando la Constitución Conciliar Gaudium et Spes, no surge solo de la mera ausencia de la guerra, ni se reduce al solo equilibrio de las fuerzas, una perspectiva, que ya en su momento superó la creencia tradicional de las relaciones internacionales, estructurada casi naturalmente en la alternancia entre paz y guerra”.
Detalló que los papas, particularmente aquellos más cercanos a nosotros, han manifestado y manifiestan esta visión en sus enseñanzas. “Como no recordar la Pacem Dei munus, de Benedicto XV, al final de la Primera Guerra Mundial, o la Pacem in Terris de San Juan XXIII, escrita en medio de un mundo dividido por la Guerra Fría. El reciente magisterio reafirma esta visión incluso en los contextos internacionales más significativos, en los momentos de mayor tensión, mostrando cómo la paz no es solo una piedra angular de la doctrina de la Iglesia, sino que en sus contenidos es una verdadera y propia agenda para la acción de la Santa Sede en la sociedad de los Estados y para la conexa actividad diplomática que ejerce”, indica el alto funcionario vaticano.
Pilares de la diplomacia pontificia
La promoción de la cultura del diálogo y de encuentro, como la llama el Santo Padre, es una de las piedras angulares de la diplomacia pontificia, a lo largo de toda la historia reciente, a través de la cual se construye la paz, corazón y centro de cada acción diplomática.
Por ello se comprende la amplia red diplomática de la Santa Sede, que mantiene relaciones diplomática bilaterales con 183 Estados, a los que hay que sumar la Unión Europea y la Soberana Orden de Malta. El Vaticano mantiene también relaciones estables de tipo multilateral con muchas otras instituciones intergubernamentales, competentes en los diversos sectores en los que se articula la estructura de la gobernanza internacional.
“Estas cifras permiten destacar una amplia dimensión de trabajo cotidiano, complejo y muchas veces difícil, cuyo objetivo sigue siendo ad intra, la suprema ley de la Iglesia, es decir, la salvación de las almas, la salus animaru, mientras que ad extra el objetivo es la ordenada convivencia entre los pueblos, que para la visión cristiana, es el verdadero y primer requisito para la paz”, comentó el monseñor Gallagher.
Complementó que si se alcanza la meta de la verdadera paz sobre la tierra, significa para la dimensión religiosa, dar cumplimiento a la historia de la salvación. “Para la diplomacia pontificia quiere decir, operar como instrumento de paz, ateniéndose en consecuencia a los principios del diálogo de la perseverancia, del respeto de las normas y de aquella lealtad que el derecho internacional expresa en el bien conocido principio de buena fe, Pacta sunt servanda.
Como hemos señalado la palabra paz, encierra por tanto, un general deseo de la humanidad que la Iglesia, a partir del Evangelio recoge y hace suyo, pero hay que añadir una aclaración de inmediato, la idea de paz de la que la Santa Sede es portadora, no se detiene en las que las naciones expresan en el derecho internacional contemporáneo”, precisó el prelado.
Prevención de conflictos
“De hecho –amplió- la Santa Sede está profundamente convencida de que ninguna acción que importe la paz, incluida la utilizada por la diplomacia, puede ser razonable y válida en sí, incluso tácitamente si aún mantiene referencias a la guerra. Desde este punto de vista trabajar por la paz no se fija solo en determinar un sistema de seguridad internacional y quizás respetar sus obligaciones, este es solo un primer paso, muchas veces obligado, a veces impuesto, también se requiere prevenir las causas que pueden desencadenar un conflicto bélico. Así como eliminar aquellas situaciones culturales, sociales, étnicas, religiosas que pueden reabrir guerras sangrientas que acaban de concluir”.
El Papa pide que se actúe a favor de la reconciliación entre las partes, sean Estados, actores no estatales o grupos de insurgentes u otras categorías de combatientes. La cuestión es evidente: involucra no solo responsabilidades individuales o colectivas, sino también el subconjunto, el sistema de reglas de gobernanza mundial.
Gallagher opinó que el derecho internacional, en su función de una autoridad superior de los Estados, muestra la paulatina maduración de principios y normas para regir aquellas precisas situación que justifiquen el recurso al uso de la fuerza armada, el llamado ius ad bellum y aquellos destinados a regular los propios conflictos, el ius in bello.
“En los últimos tiempos estos procesos –comentó- han llegado a elaborar normas para intentar humanizar incluso, los escenarios bélicos, definiendo así los contenidos del derecho internacional humanitario. Aún compartiendo y observando esos esfuerzos, sin embargo, para la Santa Sede, es urgente hoy más que nunca cambiar el paradigma mismo en el que se basa el orden internacional actual”.
Paliativos sin eficacia
El diplomático vaticano adicionó que “los hechos y las atrocidades de los que somos testigos casi a diario exigen a los distintos actores, Estados e instituciones gubernamentales en primer lugar, trabajar en prevenir la guerra en todas sus formas dando consistencia más bien a un ius conclavelum, es decir, a normas capaces de desarrollar, actualizar y sobre todo imponer los instrumentos ya previstos por el ordenamiento jurídico internacional para resolver pacíficamente las controversias y prevenir el uso de armas”.
“Me refiero concretamente –puntualizó- al diálogo, la negociación, mediación, la conciliación, muchas veces vistas como simples paliativos privados de la necesaria eficacia. No se puede imponer una consideración diferente de estos instrumentos, sino que solo puede surgir de una convicción general, la paz es un bien irrenunciable e insustituible. Esfuerzo al que todos estamos llamados, es el de favorecer una conciencia madura que se refleje efectivamente en la acción de los respectivos gobiernos y por ende de los organismos intergubernamentales”.
Y todo ello en pleno respeto de aquella legalidad internacional que se apoya sobre los fundamentales principios de justicia y humanidad, compartidos por todos, pero muy pocas veces traducidos en decisiones y comportamientos que sean coherentes y verdaderamente efectivos.
Al mismo tiempo, el derecho internacional debe continuar dotándose de instituciones jurídicas, instrumentos normativos, capaces de gestionar los conflictos concluidos, o las situaciones en que los esfuerzos de la diplomacia han obligado a las armas a guardar silencio.
En este sentido –indicó Gallagher- la Santa Sede quiere ser un estímulo para el resto de miembros de la comunidad internacional, pare que cobre plena forma la necesidad de un ius pos perdum, reformado, rico, unificado con respecto al tradicional, que se limite simplemente a establecer las relaciones entre vencedores y vencidos.
Paz y justicia
El Papa Francisco lo ha afirmado con mucha claridad: ´cuando oigan las palabras victoria o derrota siento un gran dolor, una gran tristeza en el corazón, no son palabras justas, la única palabra justa es paz´.
En su extensa conferencia magistral, el diplomático vaticano advirtió que cuando está en juego la paz, los temas a abordar en el posconflicto son muy claros, como por ejemplo, el retorno de los refugiados y desplazados, el funcionamiento de las instituciones locales y centrales, la reanudación de las actividades económicas, la salvaguarda del patrimonio artístico y cultural, del que el componente religioso no es lejano. Sin embargo, muchas más completas son las necesidades de reconciliación entre las partes, basta pensar en el respeto a los derechos humanos y entre ellos, el derecho al retorno, a la reunificación de las familias y de las comunidades, a la restitución de sus bienes, o las indemnizaciones.
“La tarea en el posconflicto, por lo tanto, no se limita a reorganizar los territorios, reconocer una soberanía nueva o incluso garantizar con la fuerza armada los nuevos equilibrios logrados, más bien debe concretar la dimensión humana de la paz, eliminando cualquier posible motivo que puede volver a comprometer la condición de aquellos que han vivido los errores de un guerra y ahora esperan según la justicia un futuro diferente. Traducido al lenguajes de la diplomacia, esto significa dar prioridad a las fuerza del derecho a la imposición de las armas, garantizando la justicia, incluso antes que la legalidad”, apuntó Gallagher.
Persuadir con discreción y actuar con prudencia
“Permítanme recordar cómo, incluso en este momento, la experiencia de la diplomacia pontificia son muchas y variadas. Basta pensar en el destino de las antiguas comunidades cristianas de Oriente Medio, cuya defensa alcanzó a representaciones pontificias en esa región del mundo. Y esto en la convicción de que la protección debe ejercerse en favor de todas las personas, en su condición de víctimas indefensas, incluso antes de su pertenencia a las diferentes comunidades religiosas”, especificó.
En Siria, Líbano y Jordania las organizaciones católicas están trabajando arduamente para proteger y cuidar a todas. Pero, en general, estas acciones quedan fuera del centro de atención y de las noticias.
Esta forma de actuar –arguyó el arzobispo-, eficaz, discreta, suele coincidir con el fundamento clásico de la actividad diplomática, ´persuadir con discreción y actuar con prudencia´. San Juan XXIII durante los años de su fructífero servicio diplomático señaló sobre este tema en su ´Diario del Alma´. Para dar sencillez en todo, recordaré las virtudes teologales y cardinales, la primera de las cardinales es la prudencia, aquí es donde lucha y a menudo quedan derrotados papas, obispos, reyes y comandantes, esta sin embargo, es la virtud característica de los diplomáticos. Para facilitar el diálogo entre las partes, es necesario identificar herramientas y oportunidades de encuentro.
Mediación canal de Beagle e islas Carolinas
En otro momento de su ponencia, Gallagher contó que en la década de 1980, en la sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, se ubicó una oficina especial, de la Mediación Pontificia. Se trataba de desarrollar los contenidos jurídicos-políticos necesarios para poner fin a la disputa territorial entre Argentina y Chile sobre el canal de Beagle, en el extremo sur del continente americano, objetivo efectivamente logrado el 29 de noviembre de 1984, con la conclusión del Tratado de Paz y Amistad, por el cual las partes tuvieron efectos vinculantes a la solución de la controversia tal y como había propuesto la Santa Sede.
Recordó que este tipo de acción pacificadora tienes raíces mucho más antiguas en las mediaciones medievales, pro pace reformanda inter gentes y ya se había exigido en épocas más recientes como el arbitraje del Papa León XIII en 1885, para poner fin al conflicto entre España y Alemania por la soberanía sobre las islas Carolinas, que llega a la más alta implicación de la Santa Sede en facilitar un encuentro entre Cuba y los EE.UU. para iniciar una nueva temporada de relaciones diplomáticas tras décadas de contraposición.
“Quienes deseen leer –analizó- estos hechos como puramente políticos, están desconectados de una dimensión más espiritual y eclesial. Basta recordar que en los casos aquí mencionados fueron los obispos locales y en todo caso, la presencia, el papel positivo de la Iglesia, que en esos países han considerado imprescindible una intervención diplomática directa de la Santa Sede. Estas mediaciones diplomáticas pone en primer plano una de las dimensiones esenciales de la acción eclesial, que es el cuidado del prójimo, en una palabra, la caridad”.
“Podíamos decir –amplió- que es un eje de la actividad diplomática de la Santa Sede, como un compromiso particular a favor de los más débiles, ante todo en defensa de los derechos de las mujeres y los niños, así como de los migrantes, los prófugos, los refugiados. También es importante el papel que puede desempeñar la Santa Sede en colaboración con los Estados, en el contexto de los desafíos que planteen la globalización y particularmente hoy, en el contexto de la pandemia y la tremenda crisis económica que está provocando”.
Dios no es indiferente al destino del hombre y su sufrimiento
De otro lado, monseñor Gallagher, mencionó que lamentablemente se ve en el mundo otra palabra que es radicalmente opuesta a la caridad: la indiferencia ante las personas que sufren, personas sin hogar, muchas víctimas de guerras obligadas a emigrar, personas que han perdido su trabajo.
“El Papa Francisco nos invita a dar el primer paso contra la indiferencia, nos pide que seamos muy valientes y que dejemos atrás las certezas fáciles que hemos adquirido, comprometiéndonos a una auténtica conversión del corazón, de las prioridades y de los estilos de vida, para exponernos al encuentro con el otro. En el fondo la diplomacia de la Santa Sede, es una diplomacia en camino, un camino largo, complejo y difícil, pero posible, elegido a superar muchas indiferencias de nuestro tiempo y construir un futuro de paz para toda la humanidad” señaló.
Finalmente, sobre las relaciones con la complicada China, el diplomático vaticano reseñó que “buscamos promover un diálogo con las autoridades chinas. Hemos hecho un acuerdo técnico para el nombramiento de los obispos, ha funcionado un poco, podría funcionar mejor. Se ha renovado este acuerdo por dos años más, buscando permitir que los católicos en China tengan obispos idóneos para el servicio del pueblo de Dios. Evidentemente esperamos que progresivamente las condiciones de los católicos y de otros credos puedan mejorar y tener relaciones normales con las autoridades del Estado”.
Diplomacia vaticana es relevante
A su turno, el director de la Academia Diplomática, Allan Wagner, destacó que la diplomacia de la Santa Sede posee una enorme influencia en las relaciones internacionales particularmente en la preservación de la paz y la vigencia de los derechos humanos.
“La Iglesia Católica y Su Santidad el Papa, han tenido una significativa participación en temas políticos, sociales de relevancia histórica. Han sido protagonistas de importantes sucesos que podemos trazar desde el Imperio Romano hasta nuestros días, lo que nos da una idea de la trayectoria, alcance y centralidad de este importante actor. Para ello a lo largo de los siglos, la diplomacia papal ha contado, con el concurso de enviados, representantes, delegados, nuncios y toda una vasta jerarquía, que mantiene presencia no solo en las ciudades capitales, sino en miles de localidades alrededor del mundo”, ilustró el excanciller.
Describió que en lo que atañe a la diplomacia actual de la Santa Sede, tiene especial relevancia referirse a la reunificación italiana que llevó en 1871 a la pérdida de los Estados Pontificios y al inicio de lo que se llama la Cuestión Romana.
“En 1929 esta situación llegó a su fin con la firma de los Tratados de Letrán entre la Santa Sede y la República Italiana, reconociéndose la independencia y la soberanía del Estado Vaticano y como tal su carácter de sujeto de derecho internacional público”, contó.
“Estas atribuciones –agregó- hacen de la Santa Sede un caso único, ya que además de estar bajo la soberanía del Papa como cabeza de la Iglesia Católica es también un Estado con todas sus características y atribuciones, entre ellas, la posibilidad de tener representaciones diplomáticas a nivel internacional. La Santa Sede mantiene relaciones con alrededor de 180 Estados, ocupando el segundo lugar en número de relaciones diplomáticas, luego de los EE.UU.”.
Asimismo –continuó- la Santa Sede cuenta con un observador permanente ante las NN. UU. y representantes en diversos organismos internacionales. La política exterior de la Santa Sede comprende todos los temas de relevancia internacional, los que se ven enriquecidos con una perspectiva profundamente humana y naturalmente cristiana bajo la impronta distintiva que cada Papa imprime en su gestión en el exterior.
“El Papa Francisco desarrolla relaciones muy activas con otros credos y ha extendido su puente hacia China. También otorga especial relevancia a temas globales, como es el caso del medio ambiente, como demuestra la Encíclica Laudato Si”, concluyó Wagner.
“Nos debemos los unos a los otros”
En su turno, el entonces canciller, Mario López Chávarri, subrayó que con la presencia del monseñor Paul Gallagher, el Perú celebra la histórica y fecunda relación con la Iglesia Católica y con su Gobierno, la Santa Sede, en ocasión del cuadragésimo aniversario del Acuerdo suscrito en nuestra capital el 19 de julio de 1980, por las autoridades de ambos Estados: el Nuncio Mario Tagliaferri y el entonces ministro de RR. EE. embajador Arturo García y García.
“En este acto de amistad y celebración que hoy nos reúne – expone López Chávarri- está presente el grato recuerdo de la inolvidable visita de Su Santidad el Papa Francisco a nuestro país, en enero del 2018, ocasión en la que se puso de manifiesto la fe del pueblo católico peruano, así como el afecto, el respeto y gratitud que el Perú guarda hacia el Santo Padre, jefe de la Iglesia Católica y líder moral de nuestro tiempo”.
Resaltó que ahora, que la pandemia del covid-19 está generando la peor decisión mundial desde la Segunda Guerra Mundial, causando desconcierto, incertidumbre, profundizando la desigualdad y la injusticia en el mundo, la humanidad encuentra en la palabra del Santo Padre, el impulso para seguir adelante con una nueva mirada fraterna y solidaria.
Aludió que “en su reciente encíclica Fratelli Tutti, el Santo Padre nos convoca a repensar nuestros estilos de vida, nuestras relaciones, la organización de nuestras sociedades y sobre todo el sentido de nuestra existencia, con la esperanza de que tanto dolor no sea inútil, que demos un salto para una forma nueva de vida y descubramos definitivamente que nos necesitamos y nos debemos los unos a los otros, para que la humanidad renazca con todos los rostros, todas las manos y todas las voces, más allá de las fronteras que hemos creado”.
“El Santo Padre de esa manera –añadió- nos exhorta hoy a preparar el futuro. En ese proceso el mensaje de unidad y de esperanza que el Papa Francisco trajo a nuestro país, adquiere aún mayor vigencia y nos urge a transformar esta crisis en una oportunidad para el cambio. Unidad en la diversidad, para vencer la fragmentación de la desigualdad, la indiferencia y el individualismo, así como para construir juntos nuestro futuro común, en donde el derecho de todos sea respetado, esperanza para persistir en el diálogo social y seguir trabajando solidariamente por la paz, la justicia y el cuidado de la creación.
En este camino las encíclicas Laudato Sí, Fratelli Tutti y muy especialmente su exhortación apostólica ´Querida Amazonía´ nos exhortan, nos amplían, nuestra mirada y representa un horizonte de esperanza fraterna para preparar el futuro, haciendo realidad la cultura del encuentro, la cultura de la fraternidad y la cultura del cuidado de la creación que el mundo necesita hoy más que nunca”, recordó el excanciller.
Describió que a través de la diplomacia de la Santa Sede, el Santo Padre porta al mundo el mensaje evangélico que inspira a su magisterio y a la doctrina social de la Iglesia, contribuyendo a la defensa de los derechos de la persona y su dignidad y al logro del bien común.
La diplomacia pontificia se caracteriza por su indesmayable labor a favor de la paz y la justicia social.
Indicó que, en este camino en el que la Iglesia Católica inspira y acompaña a la humanidad, se recuerda que el Concilio Vaticano II, convocado por el Papa San Juan XXIII, propuso una nueva mirada y valoración de la modernidad, dando lugar entre otros desarrollos, a un nuevo enfoque de las relación Iglesia Católica-Estado, que en el caso del Perú se cristalizó con el Acuerdo de 1980.
“Ese nuevo enfoque –describió- comprendía compromisos de recíproca independencia y mutua autonomía y colaboración. Al respecto la encíclica Gaudium Et Spes señala la comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas, cada una en su propia terreno, ambas, sin embargo, aunque por diversos título están al servicio de la vocación personal y social del hombre. Este servicio lo realizarán con tanto mayor eficacia para bien de todos, cuanto más sana y mejor sea la cooperación entre ellas, habida cuenta de las circunstancias del lugar y tiempo”.
El embajador López Chávarri aseguró que al adoptar este nuevo enfoque el Acuerdo establece, en consonancia con la Constitución del Perú, que en reconocimiento a la importante función ejercida en la formación histórica, cultural y moral del país, la misma Iglesia recibe del Estado la colaboración conveniente para la mejor realización de su servicio a la comunidad nacional. Esta nueva relación Iglesia-Estado se marca en el respeto a los derechos humanos y la dignidad de la persona en particular, en el respeto al derecho humano de libertad de conciencia y de religión reconocida en tratados internacionales y en nuestra propia Constitución, libertad que el Concilio Vaticano II defendió a través de la Declaración Dignitatis Humanae, sobre la libertad religiosa.
El Perú agradecido
Agregó que “al impulso de los desarrollos antes descritos, el Acuerdo de 1980, que constituye un tratado internacional, dio inicio a una nueva etapa en la relación de colaboración entre la Iglesia Católica y el Estado peruano. En su común misión de servicio a la sociedad, pero reconociendo la naturaleza diferente de esta. En ese proceso de mutua colaboración y respeto, la Iglesia Católica desarrolla libremente su vida de fe en el Perú y lleva adelante una intensa acción espiritual, social y humanitaria, especialmente a favor de las poblaciones más necesitadas, vulnerables, presencia y asistencia que el Gobierno peruano valora y agradece. Una obra que el Nuncio, monseñor Nicola Girasoli, alienta y acompaña con cercanía y afecto., aún en los lugares más remotos de nuestro territorio, llevando a todos ellos, el mensaje del Santo Padre”.
Como colofón enunció que la Iglesia Católica está siempre al lado del que sufre dolor e injusticias, sean en las catástrofes o emergencias como la covid-19, o en las tragedias humanas y sociales cotidianas, que, como la violencia a la mujer, la trata de personas, o el drama de la drogadicción destruyen nuestra trama social. La Iglesia en todas estas situaciones lleva esperanza, defiende la justicia y alienta el desarrollo.
“Renovamos nuestra decisión de seguir profundizando nuestra mutua relación de colaboración. Felicito la iniciativa «Resucita Perú Ahora», que animada por el cardenal Pedro Barreto y el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, demuestra el liderazgo de la Iglesia y su capacidad de convocatoria y articulación inclusiva de acciones solidarias con el Estado y todos los actores sociales, para atender las múltiples necesidades que han surgido en esta emergencia y caminar así juntos hacia el logro del bien común”, expresó el excanciller.
Excelentes relaciones
En su intervención, el carismático monseñor, Nicola Girasoli, Nuncio Apostólico de la Santa Sede en el Perú, enfatizó que el acuerdo entre los dos países, es un instrumento de servicio.
“Es un acuerdo que brinda para servir mejor y con mayor eficacia al pueblo del Perú, garantizando todas las múltiples actividades educativa-caritativa de la Iglesia Católica. A su vez, esta en su relaciones institucionales, no busca privilegios, sino, lo que hace desde siglos, un valioso servicio a la sociedad peruana, especialmente a los más pobres y a los más necesitados”, dijo el representante del Papa.
Aseguró que las relaciones entre la Santa Sede y el Perú son excelentes y muy sólidas, con una larga tradición de muchas décadas, que se refuerzan cada año, con el mutuo aporte que la Iglesia Católica y el Perú brindan a todos los peruanos en sectores importantes, como la salud, la educación y la ayuda social.
Agradeció de manera muy especial al Ministerio de RR. EE. del Perú por la constante y muy elevada preparación y colaboración en la interpretación del Acuerdo, especialmente los artículos 2, 10, 13 y 19, con referencia a las nuevas leyes que van saliendo en el Congreso y en el país, refiriéndose a los recientes acuerdos sobre los colegios pedagógicos, a la importaciones de bienes y también al tema de los impuestos.
El evento se realizó gracias a la iniciativa de la embajadora María Elvira Velásquez Rivasplata, embajadora del Perú en la Santa Sede, quién contó con el apoyo del Ministerio de RR.EE, la Academia Diplomática del Perú, El Vaticano y la Nunciatura Apostólica en el Perú. Si bien el Acuerdo entre la Santa Sede y el Perú fue firmado en Lima el 19 de julio de 1980, cabe destacar que existe una legación permanente del Perú ante la Santa Sede desde 1859.

Cristo Rey 2020

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Evangelio según San Mateo 25,31-46.
Jesús dijo a sus discípulos: “Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria rodeado de todos los ángeles, se sentará en su trono glorioso.
Todas las naciones serán reunidas en su presencia, y él separará a unos de otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y pondrá a aquellas a su derecha y a estos a su izquierda.
Entonces el Rey dirá a los que tenga a su derecha: ‘Vengan, benditos de mi Padre, y reciban en herencia el Reino que les fue preparado desde el comienzo del mundo, porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; estaba de paso, y me alojaron; desnudo, y me vistieron; enfermo, y me visitaron; preso, y me vinieron a ver’.
Los justos le responderán: ‘Señor, ¿Cuándo te vimos hambriento, y te dimos de comer; sediento, y te dimos de beber?
¿Cuándo te vimos de paso, y te alojamos; desnudo, y te vestimos?
¿Cuándo te vimos enfermo o preso, y fuimos a verte?’.
Y el Rey les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’.
Luego dirá a los de su izquierda: ‘Aléjense de mí, malditos; vayan al fuego eterno que fue preparado para el demonio y sus ángeles, porque tuve hambre, y ustedes no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber;
estaba de paso, y no me alojaron; desnudo, y no me vistieron; enfermo y preso, y no me visitaron’.
Estos, a su vez, le preguntarán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos hambriento o sediento, de paso o desnudo, enfermo o preso, y no te hemos socorrido?’.
Y él les responderá: ‘Les aseguro que cada vez que no lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, tampoco lo hicieron conmigo’.
Estos irán al castigo eterno, y los justos a la Vida eterna”.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

En bastantes ocasiones he tenido que pasar de un lugar a otro, de una tarea a otra. Más recientemente fue de Hamilton, Bermuda a Roma, Italia. Aunque tengo un voto de pobreza, debo admitir que tengo muchas cosas. El resultado de mi movimiento fue que diez cajas de buen tamaño de cosas -ropa, libros y especialmente ‘tesoros’ (o lo que mi padre llamaría ‘basura’) fueron enviados a Kitchener, Ontario (para unirse a otros ‘tesoros’ en el ático de la Rectoría de San Francisco). Entonces había cinco cajas más pequeñas de cosas que se enviaban a Roma: ropa, libros y algunos tesoros también. También había una maleta y una bolsa de ropa que fue a la Cruz Roja (muchos de los pares de pantalones de pantalones misteriosamente encogidos en la cintura por el agua de Bermuda, supongo), y bastantes ′′tesoros′′ menores que quedan para que los amigos elijan desde mi recepción de despedida. Como todos pueden relacionarse, es un proceso de toma de decisiones: qué conservar y qué descartar, qué es de valor y qué no.
Esa es la imagen que viene a mí mientras leo el evangelio de esta fiesta de Cristo Rey (Mateo 25:31-46). Jesús divide a las ovejas y a las cabras, según la respuesta a su llamado. Las ovejas son recompensadas y compartirán su reino, mientras que las cabras sufrirán por su fracaso en hacer la voluntad de Dios.
Mientras reflexionaba sobre el evangelio sentí una oleada de esperanza, porque las ovejas que eran fieles a Jesús el mensaje del evangelio, parecen haberlo hecho así naturalmente. Fueron imbuidos por la gracia de Dios. Honestamente tuvieron que preguntarle a Jesús: ′′¿Cuándo te vimos hambriento o sediento, un extraño o desnudo, enfermo o en prisión?” Lo que habían hecho lo hicieron naturalmente, ya que estaban tan bien incorporados al reino de Dios. Para ellos estas respuestas eran naturales. No podían pensar en otra forma de responder a las personas necesitadas.
Sin embargo, eso también significa que las cabras eran ajenas al mensaje del evangelio y al mandato de Cristo. En nuestra condición humana podemos ser bombardeados por la gracia de Dios, su verdad y amor, pero no es natural para nosotros. Lo vemos como algo extra-ordinario, y quizás incluso innecesario. A las necesidades de los demás no se responden. Aunque también son parte del ‘rebaño’ bajo el cuidado del pastor, no son obedientes a su llamada.
La primera lectura del Libro del Profeta Ezequiel (34:11-12, 15-17) nos habla del pastor, y la responsabilidad del pastor por su rebaño. Jesús cumple esta profecía. Él nos cuida y nos guía. Él nos rescata, va detrás de nosotros cuando estamos perdidos, débiles y vulnerables. Este es el Señor al que estamos llamados a servir, y a servirle mediante nuestro fiel discipulado.
En la Segunda Lectura de la Primera Carta de Pablo a los Corintios (15:20-26, 28) San Pablo nos recuerda que pertenecemos a Jesucristo, y que hemos sido hechos nuevos en él. ¡Él será nuestro rey!
La fiesta de Cristo Rey celebra el Reino de Jesús. Este reino no está modelado según monarcas terrenales y sus reinos. Jesús no está fuera, en la distancia, retirado de nuestra realidad del día a día. Su vida no se trata de tronos y coronas, cenas formales y recepciones. Su vida es acerca de llevar y guiar a su rebaño. Sin embargo, el desafío para nosotros es que debemos querer ser líderes y guiados. Debemos querer ser identificados con Cristo como un rey que sufrió y murió, un rey humilde y sencillo, liberado de las ataduras de la realeza terrenal.
Este evangelio, en particular, nos desafía hoy a preguntarnos cómo nuestra respuesta personal como seguidores de Jesús se refleja en la respuesta de las ovejas. Tal vez, en nuestro mundo, nos fijemos en esos actos de amor y misericordia relacionados con el reino como más allá y más allá, o sólo para unas pocas personas elegidas con dos calzados. Entonces podemos, erróneamente, excusarnos de responder con amor y compasión a los demás. Me encanta esa palabra ‘compasión’ porque significa ‘sufrir con’. Aquellas ovejas en la parábola del evangelio reconocieron el sufrimiento y las penurias de los hambrientos y sedientos, el recién llegado y el desnudo, los enfermos y los encarcelados porque habían estado (o todavía estaban) hambrientos y sedientos, el recién llegado y los desnudos, los enfermos y los encarcelados. En nuestra condición humana podemos eliminar con demasiada facilidad esta identificación y mirar hacia abajo a aquellos que vemos ‘debajo’ de nosotros. Puede que incluso queramos des-asociarnos de ellos, y dar la impresión de que estamos ‘encima’ de ellos, y en el fondo no como ellos. Esta actitud nos impide ser esas ovejas compasivas y nos convierte en esas cabras en la parábola del evangelio. Estamos intactos por la difícil situación de los demás, y sus necesidades no se cumplen, y solo nos cuidamos a nosotros mismos. Esta no es la manera de nuestro buen pastor y rey.
Mientras celebramos esta fiesta de Cristo Rey, movidos por estas lecturas, tenemos que comprometernos -corazón, mente y alma- a ser esas ovejas fieles del rebaño del Señor Jesús, y proclamar que cada vez que hacemos un acto de caridad a otro, mostrar compasión, y compartir quiénes somos y lo que tenemos. Nadie quiere ser contado entre las cabras en la parábola, así que cada uno hagamos nuestra parte, y a través de nuestro testimonio llevar a otros a unirse a las ovejas del redil, y a compartir la plenitud del reino de nuestro Rey, Jesucristo.

Nuestros talentos

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Evangelio según San Mateo 25,14-30.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola: El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al salir de viaje, llamó a sus servidores y les confió sus bienes.
A uno le dio cinco talentos, a otro dos, y uno solo a un tercero, a cada uno según su capacidad; y después partió. En seguida, el que había recibido cinco talentos, fue a negociar con ellos y ganó otros cinco.
De la misma manera, el que recibió dos, ganó otros dos, pero el que recibió uno solo, hizo un pozo y enterró el dinero de su señor.
Después de un largo tiempo, llegó el señor y arregló las cuentas con sus servidores.
El que había recibido los cinco talentos se adelantó y le presentó otros cinco. ‘Señor, le dijo, me has confiado cinco talentos: aquí están los otros cinco que he ganado’.
‘Está bien, servidor bueno y fiel, le dijo su señor, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor’.
Llegó luego el que había recibido dos talentos y le dijo: ‘Señor, me has confiado dos talentos: aquí están los otros dos que he ganado’.
‘Está bien, servidor bueno y fiel, ya que respondiste fielmente en lo poco, te encargaré de mucho más: entra a participar del gozo de tu señor’.
Llegó luego el que había recibido un solo talento. ‘Señor, le dijo, sé que eres un hombre exigente: cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido.
Por eso tuve miedo y fui a enterrar tu talento: ¡aquí tienes lo tuyo!’.
Pero el señor le respondió: ‘Servidor malo y perezoso, si sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido, tendrías que haber colocado el dinero en el banco, y así, a mi regreso, lo hubiera recuperado con intereses.
Quítenle el talento para dárselo al que tiene diez, porque a quien tiene, se le dará y tendrá de más, pero al que no tiene, se le quitará aun lo que tiene.
Echen afuera, a las tinieblas, a este servidor inútil; allí habrá llanto y rechinar de dientes’.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

A principios de los 1980 trabajé en una serie de retiros para jóvenes en Brantford, Ontario. El sábado por la tarde del retiro leemos este evangelio (Mateo 25:14-30). Cuando le preguntamos a los jóvenes cuántos pensaban que tenían cinco talentos, ni una sola mano subió. Cuando les preguntamos cuántos pensaban que tenían dos talentos, algunos borregos levantaron la mano. Pero cuando preguntamos cuántos pensaban que tenían un talento, sus manos subían como cohetes.
Este evangelio trata sobre un maestro benevolente y generoso, un Dios benevolente y generoso, que da a cada uno ′′en proporción a su capacidad”. Los que recibieron los cinco y dos talentos usaron lo que tenían y hicieron más de lo que se les dio, y terminaron siendo recompensados. El otro tenía una imagen muy diferente del maestro, y de Dios. Dice que escuchó que ′′era un hombre duro, cosechando donde no había sembrado, y reuniéndose donde no se había dispersado. ¡Una opinión muy diferente de los otros dos! Entonces el maestro lo llamó ′′malvado y perezoso”, y fue castigado.
La primera lectura del Libro de los Proverbios (31:10-13, 19-20, 30-31) alaba a la mujer que es sabia. Ella es la esposa perfecta, no por su belleza o encanto, sino porque usa bien los dones y talentos que Dios le ha dado para cuidar a su esposo y familia.
En la segunda lectura de la primera carta de San Pablo a los Tesalonicenses (5:1-6), San Pablo nos recuerda que somos ′′hijos de la luz y del día”, y que Dios está con nosotros para elegir sabia y prudentemente. Debemos ′′permanecer bien despiertos y sobrios′′ para no perder una oportunidad de la gracia de Dios, o para usar bien nuestros dones y talentos.
Tal vez podamos relacionarnos con la actitud de los jóvenes que mencioné al comienzo de la homilía, o ese ejercicio de preguntar por nuestros talentos. Puede ser más fácil para muchos admitir que tienen un don o talento, en lugar de más, porque cuanto más tenemos, más nos llaman a usarlos bien, y a compartir. Desafortunadamente, si pedimos a alguien que haga una lista de sus dones y talentos, puede llevar algún tiempo, y la lista podría ser muy corta. Sin embargo, si les pedimos que enumeran sus faltas y fallos, la lista podría ser considerablemente más larga. Nos identificamos demasiado fácilmente con el sirviente que sólo recibió un talento.
La mayordomía es una respuesta en agradecimiento a un Dios generoso que nos ha dado tiempo, talentos y tesoro para construir la familia de Dios. Si reclamo sólo un ′′talento′′ me quito del anzuelo y no tengo mucha responsabilidad. Si reclamo más ′′talentos”, entonces tengo que ser responsable y sabio en el uso de ellos. El reconocimiento y aceptación de nuestros talentos puede no ser una tarea fácil, pero una vez que lo hayamos hecho, depende de nosotros cómo los usamos. Es evidente de nuestro evangelio de hoy que Jesús quiere que los usemos para bien, para desarrollarlos y compartirlos. Debemos ‘invertir’ en lo que tenemos y quienes somos, para que podamos tener y ser más para Dios y para el otro. Si tomamos la fácil salida y negamos nuestros dones y talentos, no solo estamos atropellando nuestro propio crecimiento, sino que estamos robando a otros los frutos de quién somos y de lo que tenemos.
Como cónyuges, como padres, como hermanos, como hijos, como compañeros de trabajo, compañeros, vecinos y amigos, estamos llamados no sólo a reconocer, aceptar y utilizar nuestros propios dones y talentos, sino a ayudar a otros a reconocer, aceptar y utilizar bien sus propios dones y talentos. Esto nos podría llevar a preguntarnos: ′′¿Con qué frecuencia le he dicho a un miembro de mi familia que los amo, y que estoy orgulloso de ellos?”, o un compañero de trabajo, ′′Estoy realmente feliz de trabajar contigo”, o a un miembro de la familia o amigo, ′′¡Realmente lo has hecho bien por ti mismo. Bien por ti!” Estas palabras son tan simples, pero cuando se dicen auténtica y sinceramente van muy lejos ayudando a otros a reconocer, aceptar y utilizar bien sus dones y talentos.
Hagamos que nuestra tarea de esta semana, busquemos oportunidades para ayudar a otros en esta lucha, para levantar la mano que tienen cinco talentos. Tal vez podamos sentirnos alentados por personas importantes en nuestras propias vidas que hicieron eso por nosotros: un miembro de la familia, un profesor, un jefe o compañero de trabajo, un amigo de confianza. Vamos a pasarlo, para que podamos ser ′′confiados con cosas mayores′′ y ′′unirnos a la felicidad del amo”, y no se llama ′′bueno para nada′′ y ′′arrojado a la oscuridad”. Eso depende de nosotros, y con la gracia de Dios, y la generosidad de Dios, está a nuestro alcance.

“Oremos por el Perú y seamos artesanos de unidad y paz”

Estimados Sacerdotes, Diáconos, Personas Consagradas y Fieles Laicos de Piura y Tumbes:
El Perú vive momentos muy difíciles, posiblemente los más dramáticos en nuestros casi 200 años de vida republicana. Por ello quiero pedirles que este domingo 15 de noviembre se rece al final de todas las misas que se celebren en nuestra Arquidiócesis, así como en nuestra oración personal, comunitaria y familiar, la Oración que les hago llegar con esta Carta, para pedirle al Señor Jesús que le conceda a nuestra Patria los dones de la unidad y la paz, dones que sólo alcanzaremos si nos mantenemos unidos a Él y entre nosotros, siendo artesanos de comunión y factores vivos de ética social. De esta manera podremos superar la profunda crisis sanitaria, moral, política y económica que nos aflige.
Como nos manifestaba el Papa Francisco en su Visita Apostólica al Perú:
“El alma de una comunidad se mide en cómo logra unirse para enfrentar los momentos difíciles, de adversidad, para mantener viva la esperanza”[1]. En ese sentido, todos estamos llamados a ser artesanos de unidad y paz en nuestra Patria, evitando toda forma de violencia. ¡La violencia nunca es un mecanismo de cambio dentro de un sistema democrático!
Asimismo les pido a los sacerdotes que el próximo domingo exhorten a nuestros fieles, a que de manera especial recemos toda la próxima semana intensamente por el Perú. Lo podemos hacer de muchas maneras, pero sobre todo con el rezo diario del Santo Rosario, esa arma espiritual, riqueza de los pobres, que es tan sencilla pero a la vez tan poderosa, fuente de tantas gracias y bendiciones como lo ha demostrado a lo largo de la historia. Podemos rezarlo, ya sea de modo personal, comunitario o en familia.  ¡La unidad, el bienestar y la paz del Perú bien valen un Rosario!
Cercano el Bicentenario de nuestra Independencia, pido a Dios, nuestro Padre, que bendiga a nuestra Patria, que nos bendiga a todos nosotros aquí en Piura y Tumbes. A Nuestra Señora de las Mercedes, nuestra querida Mechita, como Madre nuestra que es, le pido que nos cuide y guíe en estos tiempos, porque, “donde está la Madre, los hermanos se podrán pelear pero siempre triunfará el sentido de unidad. Donde está la Madre, no faltará la lucha a favor de la fraternidad”.[2]
Los bendice y reza siempre por todos ustedes.
San Miguel de Piura, 12 de noviembre de 2020
Memoria de San Josafat, obispo y mártir

Oración por el Perú

¡Jesucristo, Señor de la Historia, te necesitamos y por eso a ti acudimos!
Nos sentimos agobiados por la crisis que nos aflige.
Necesitamos de tu consuelo y fortaleza.
Cercano el Bicentenario de nuestra Independencia
queremos ser una Nación cuya identidad
sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común.

Queremos ser una Nación que viva sin violencia, siempre anticristiana.
Queremos ser una Nación donde reinen la fraternidad, la justicia, la paz,
la honestidad y la solidaridad.
Señor Jesús: Danos la valentía para amar sin excluir a nadie,
privilegiando a los pobres, a los vulnerables y a los enfermos,
perdonando a los que nos ofenden,
aborreciendo el odio y construyendo la paz.
Vivifica nuestras buenas intenciones,
ayúdanos a dar más de nosotros por el Perú.
¡Haz crecer en nuestras vidas la virtud de la esperanza!

Señor Jesús: Bendice a nuestros enfermos,
a las personas que se dedican a ellos con amor y coraje,
a las familias con niños, jóvenes y ancianos,
a la Iglesia y a todo el Perú.

Y a ti María, Madre de Dios y nuestra,
llenos de confianza filial te decimos:
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡Oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!
Amén. 
[1] S.S. Francisco, Homilía en la Explanada de la Playa de Huanchaco (Trujillo), 20-I-2018.   
[2] S.S. Francisco, Homilía en la Misa de Nuestra Señora de Guadalupe en el Vaticano, 12-XII-2016.

Necios y prudentes

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Evangelio según San Mateo 25,1-13.
Por eso, el Reino de los Cielos será semejante a diez jóvenes que fueron con sus lámparas al encuentro del esposo.
Cinco de ellas eran necias y cinco, prudentes.
Las necias tomaron sus lámparas, pero sin proveerse de aceite, mientras que las prudentes tomaron sus lámparas y también llenaron de aceite sus frascos.
Como el esposo se hacía esperar, les entró sueño a todas y se quedaron dormidas.
Pero a medianoche se oyó un grito: ‘Ya viene el esposo, salgan a su encuentro’.
Entonces las jóvenes se despertaron y prepararon sus lámparas.
Las necias dijeron a las prudentes: ‘¿Podrían darnos un poco de aceite, porque nuestras lámparas se apagan?’.
Pero estas les respondieron: ‘No va a alcanzar para todas. Es mejor que vayan a comprarlo al mercado’.
Mientras tanto, llegó el esposo: las que estaban preparadas entraron con él en la sala nupcial y se cerró la puerta.
Después llegaron las otras jóvenes y dijeron: ‘Señor, señor, ábrenos’, pero él respondió: ‘Les aseguro que no las conozco’.
Estén prevenidos, porque no saben el día ni la hora.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

Durante unos cinco años de mi infancia, fui a un Club. Disfruté de los Cachorros, y me convertí en un ‘guía’, a cargo de otros seis chicos. Llevamos una gorra, un pañuelo, camiseta, pantalones cortos y calcetines de rodilla. Quién hubiera sabido que cincuenta años después, cuando estaba trabajando en Bermuda, ¿qué hubiera sabido que volvería a usar pantalones cortos y calcetines de rodilla? El lema de los Cachorros es ‘Prepárate’.
Es evidente del evangelio (Mateo 25:1-13) que cinco de las vírgenes en la parábola no estaban preparadas. Una vez más, esta referencia en el evangelio está fuera de nuestro tiempo y lugar. En el tiempo y lugar de Jesús, las celebraciones de boda se llevaron a cabo durante varios días, y hubo una serie de celebraciones de familia y comunidad para la novia y el novio. Se cree que este novio en la parábola del evangelio iba camino a la casa de la novia, y por eso las diez vírgenes, o las damas de honor, estaban esperando. Pero llegó tarde y no sólo se habían quedado dormidos durante la larga espera, sino que la espera significaba que algunos de ellos estaban mal preparados para saludar al novio y acompañarlo en la casa de la novia. La revuelta de último minuto, como se describe en el evangelio, no alivió su situación de no tener suficiente aceite para sus lámparas. Así que, las cinco vírgenes “tontas” fueron dejadas atrás -saliendo a buscar aceite para comprar- y las cinco vírgenes “sabias” acompañaron al novio en la celebración.
El evangelio y la Primera Lectura, del Libro de la Sabiduría (6;12-16), alaban la virtud de la sabiduría. La sabiduría se llama “resplandeciente y desenvuelta”. Es “encontrada por quienes la buscan”; de hecho, dice que “se apresura a darse a conocer”. Así que, la sabiduría no es ilusiva y no es imposible en Nuestras vidas. ¿Cuál es esta virtud de la sabiduría? Cuando fui al diccionario en línea, palabras como ′′discernimiento”, y ′′buen juicio′′ surgieron. Estas palabras no son tan extraordinarias, ni fuera de nuestro vocabulario. El discernimiento no siempre es un concepto fácil. Se define como ′′la cualidad de ser capaz de comprender y comprender lo que es oscuro”. Tal vez veamos que la virtud de la sabiduría es como oscuridad, pero Dios nos dice que está a nuestro alcance, pero debemos buscarla. Es sólo ′′oscuro′′ si no sabemos dónde buscarlo, o mirar en los lugares equivocados. La verdadera sabiduría la encontraremos con y en Dios. Si nos preparamos bien -buscando la voluntad de Dios, siguiendo a Jesús, y dependiendo de la gracia del Espíritu Santo- no estaremos decepcionados, sino que alcanzaremos la sabiduría.
Es obvio que las cinco vírgenes ′′tontas′′ en la parábola del evangelio no tomaron decisiones sabias. Estaban mal preparados para la venida del novio, lo que simboliza la venida del Señor Jesús. Esto podría ser a muerte, o al final de los tiempos, pero es un acontecimiento misterioso y ′′oscuro′′ para nosotros. Así, todo más, la necesidad de estar preparado. Qué triste para ellos cuando finalmente llegaron a la casa de la novia, con sus lámparas ahora llenas de aceite, para escuchar al novio decir desde dentro ′′No te conozco”. Eso debe haberles afectado profundamente.
Las vírgenes ′′sabias′′ eligieron bien y tomaron decisiones sabias. Estaban preparados cuando vino el Señor. Él los conocía y ellos fueron con él en la celebración: la representación del reino celestial.
Mientras reflexionaba sobre esta preparación y sabiduría, pensé en diversas formas en las que tomamos decisiones sabias o tontas, que resultan en palabras, acciones y vidas sabias o tontas.
Una esfera importante en la que es importante desarrollar sabiduría es cómo hacer malabares con nuestro tiempo, nuestras prioridades y valores. Por ejemplo, muchos siempre se quejan de que nunca hay suficientes horas en el día, entre el trabajo y la familia.
Mostramos sabiduría cuando nos aplicamos bien en nuestro trabajo y usamos nuestro tiempo y talentos como fieles administradores. En nuestro trabajo, nos damos de nosotros mismos, y no solo ponemos a tiempo. Desarrollamos una competencia y experiencia que hace que nuestro trabajo no sea una borrachera, sino algo que esperamos con ansias. Qué ideal sería en nuestro trabajo si pudiéramos cumplir el dicho ′′Ama lo que haces, y nunca vas a trabajar un día en tu vida”. Así, descubrimos el trabajo que contribuye al bien común, y la construcción de la familia humana.
La familia a menudo sufre debido al exceso de trabajo. Allí de nuevo, necesitamos sabiduría -para tomar buenas decisiones- y desarrollar un tiempo de calidad con la familia. Demasiado a menudo los trabajadores piensan: ′′Pasaré más tiempo de calidad cuando el trabajo se aligera, o cuando supere este proyecto”. Pero el trabajo no se alivia fácilmente, y un proyecto es seguido por otro. Así que, procrastinamos y la familia es empujada a un segundo plano. O, los estudiantes pueden pensar a menudo ′′Voy a pasar más tiempo de calidad cuando supere esta materia, o este papel de término, o este examen”, pero sólo van a ser seguidos por otra materia, otro papel de término y otro examen. Una vez más, procrastinamos y nuestro tiempo con la familia sigue siendo una ilusión. Necesitamos sabiduría para elegir bien cómo usar nuestro tiempo para proporcionar esas importantes oportunidades como esposos, padres, hermanos e hijos. Puede que el tiempo se acabe, como lo hizo para las vírgenes ′′tontas”. y nuestra familia no puede decir ′′no te conozco”, pero pueden decir (o pensar): ′′He aprendido a vivir y hacerlo sin ti”.
Se necesita la misma sabiduría en nuestra vida con Dios. También allí, en nuestra condición humana, podemos procrastinar y pensar ′′Tendré tiempo para Dios: para la oración, la misa, y otras devociones′′ una vez que me sienta más seguro en mi trabajo o estudios, o cuando me retire. Pero esos días nunca pueden venir si no elegimos sabiamente y podemos escuchar a Jesús decir, al igual que las vírgenes ′′insensatas”: ¿Quién eres tú otra vez?
En estos últimos domingos del año litúrgico Jesús nos está diciendo que ‘Estemos preparados’: para mirar nuestras vidas y determinar si estamos entre los ′′tontos′′ o entre los ′′sabios”. como con las vírgenes en la parábola del evangelio, Puede que no marque una gran diferencia mientras esperamos, y mientras dormimos, pero definitivamente marcará la diferencia cuando venga a llevarnos al banquete celestial. ¡Que el Señor nos encuentre listos. ‘Prepárate’!

Todos los santos 2020

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Evangelio según San Mateo 5,1-12a.
Al ver a la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a él.
Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo: “Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices ustedes, cuando sean insultados y perseguidos, y cuando se los calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégrense y regocíjense entonces, porque ustedes tendrán una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que los precedieron.”

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

En este siglo XXI me parece que los mapas de papel han desaparecido casi completamente. Yo mismo debo admitir que pasé de usar Google Maps hace años, y de copiar las instrucciones de conducción de la ubicación ‘A’ a ‘B’, y hoy solo uso mi celular y en realidad me dice una voz amigable y eficiente hasta dónde está conducir, y cuándo girar.
Siempre pienso en los mapas cuando leo este evangelio de esta fiesta de todos los santos, las bienaventuranzas en el evangelio de San Mateo (Mateo 5:1-12-). Las bienaventuranzas me parecen como un mapa. Un mapa que nos lleva a vivir en solidaridad y armonía con los demás, y a la vida eterna con los santos en el reino de Dios. Estoy seguro de que cada uno de nosotros puede relacionarse con cada una de estas bienaventuranzas, y la virtud cristiana asociada a ellas.
Una y otra vez, las palabras de Jesús nos ayudan a darnos cuenta de que nuestros caminos y los caminos de Dios son diferentes. Las palabras centrales de las Bienaventuranzas no aparecen las que representan a ‘ganadores’ en el mundo: “pobre”, “luto”, “manso”, y “perseguido”. Incluso “hambriento y sediento”, “misericordioso”, “puro”, y “pacificadores” puede, para muchos en el mundo, reflejar la debilidad y ser demasiado ‘suave’. En nuestro mundo la autosuficiencia, el orgullo, el poder y las posesiones son muy valiosas. Estos no son requisitos para el reino de Dios. De hecho, son justo lo contrario: obstáculos a la unión con Dios, y armonía con los demás.
Nuestra primera lectura, del Libro de la Revelación (7:2-4, 9-14), nos presenta una tremenda imagen de los santos de Dios: ¡una escena apta para una película de Cecil B. DeMille! Mientras que nosotros, como católicos, no nos ‘colgamos’ del número de ciento cuarenta y cuatro mil mencionados, reconocemos y celebramos que los fieles a Dios en sus vidas están unidos a él por la eternidad. Sus ropas blancas reflejan su estado de pureza en el reino de Dios. Lo que me conmovió al leer esto, en esta ocasión, fue la realidad de que no estamos solos: que así como aquí en la tierra marchamos al Señor, y viviendo nuestras vidas de fe diariamente, nos estamos moviendo hacia también estar acompañados en y para eternidad con todos aquellos que se han ido antes que nosotros. La noción de una recompensa eterna no debe tomarse a la ligera, y nos motivará a seguir adelante cuando nos desanimamos, o nos sentimos perdidos o abandonados, sabiendo que no caminamos solos ahora, en el futuro, o en el destino que nos espera en el reino de los cielos. Esta lectura debería consolarnos y reforzarnos para soportar y superar las pruebas y tribulaciones de la vida diaria, sabiendo que la gracia de Dios está con nosotros ahora, y el gozo eterno y la paz nos esperan. De hecho, nuestra “Salvación proviene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero”.
La segunda lectura, de la primera carta de San Juan (3:1-3) sigue teniendo significado para el pueblo de Dios. Tal vez más que nunca, podemos sentir que “el mundo no nos conoce”, porque seguro en nuestro mundo de hoy “no lo conoce”. A pesar del paso de siglos la realidad de la naturaleza humana y el mundo continúa. Nuestra fe nos hace cada vez más contraculturales, ‘fuera de clase’ con el mundo que nos rodea, sus valores (si queremos llamarlos valores) y principios (si queremos llamarlos principios). Juan nos dice que somos hijos de Dios, y que debemos “ser como él”. Este es un desafío para cada uno de nosotros, para mostrar esa vida con Dios en la que compartimos.
Hoy nos recordamos que estamos llamados a ser santos, que un día este será nuestro día de fiesta. Cuando sigamos a Jesús fielmente, y vivamos por sus caminos, seguiremos fielmente su mapa, y llegaremos a nuestro destino: amor, paz y alegría aquí en esta vida, y un día, vida eterna con Dios.
Cuando pensamos en la vida de los santos, tendemos a pensar en grandes y heroicos actos, dramáticas conversiones y milagros a través de su intercesión. Pero, eran personas comunes -hombres y mujeres de sus tiempos- no sólo papas y sacerdotes o religiosos, o realeza, sino esposos y esposas, madres y padres, adolescentes, viudas, personas solteras. Madre Teresa de Calcuta, ahora Santa Teresa de Calcuta, dijo que para llegar a ser santo hay que hacer cosas pequeñas, pero con gran amor. Así que, tenemos oportunidades cada día para hacer esto, y trabajar para nuestra santidad. A veces podemos subestimar el poder y la influencia de nuestras palabras y acciones. Podemos pensar que nadie está mirando, y nadie está escuchando. ¡No es así! Estas señales sinceras de amor y servicio contribuyen al Cuerpo de Cristo, y construyen la comunidad humana. Podemos inspirar, iluminar, ayudar y servir a los demás simplemente ‘siendo nosotros mismos’, hablando y haciendo con la gracia de Dios.
También nos convertimos en santos superando los obstáculos a nuestra unión con Dios, y nuestra paz y armonía con los demás, a través de nuestra conversión. Para la mayoría de nosotros, este es un proyecto de toda la vida, y no se hace en un instante. La gracia de Dios, activa en cada uno de nosotros, nos puede ayudar a identificar y superar nuestras debilidades, nuestras tentaciones y nuestros pecados. No podemos hacerlo “por accidente” pero debemos hacerlo intencionalmente. En particular, durante las temporadas litúrgicas de Adviento y Cuaresma, hacemos esfuerzos particulares para acercarnos a Dios, dejando atrás nuestros caminos pecaminosos. En el Sacramento de la Reconciliación nos encontramos con un Dios que nos ama y nos entiende, y nos perdona a través de nuestra sincera contrición. Su gracia abundante nos recoge y nos ayuda a avanzar mientras tratamos de ser más fieles al evangelio y al llamado de Dios.
No hay libro de “cómo” convertirse en un santo, y para cada uno de nosotros será un camino diferente. Sin embargo, el mismo Señor y Salvador, Jesucristo, nos llama y nos acompaña mientras nos identificamos entre los “Bienaventurados”, y esperamos -aquí y ahora, y en la vida que viene- la recompensa por ser sus santos.

Vaticano lamenta atentado en Francia: «El ataque ha sembrado la muerte en un lugar de amor»

La Conferencia de Obispos de Francia dijo que “los cristianos no deben convertirse en un símbolo a destruir”, mientras líderes europeos se pronuncian y se solidarizan con Francia.
El papa Francisco elevó sus oraciones por las víctimas mortales tras ataque terrorista en una iglesia de Niza, informó el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, a través de un comunicado difundido minutos después de conocida la tragedia.
«El ataque de hoy ha sembrado la muerte en un lugar de amor y consuelo. El Papa está consciente de la situación y está cerca de la comunidad católica en duelo», expresó Bruni.
Añadió que «reza por las víctimas y sus seres queridos, para que cese la violencia, para que volvamos a mirarnos como hermanos y no como enemigos, para que los amados franceses se unan para combatir el mal con el bien».
La Conferencia de Obispos de Francia (CEF) tacho los sucesos como “incalificables” y agregó que “los cristianos no deben convertirse en un símbolo a destruir”.
“Estamos conmovidos, muy afectados y en una especie de asombro frente a este tipo de acto indescriptible”, dijo el el padre Hugues de Woillemont, portavoz de la CEF. “Es urgente luchar contra esta gangrena que es el terrorismo, así como es urgente poner en marcha una fraternidad concreta en nuestro país”, aseguró.
Por su parte el alcalde de la ciudad, Christian Estrosi, atribuyó el atentado al “islamofascismo” y dijo que el autor de los hechos terminó grave durante su arresto por la policía municipal, mientras gritaba “Alá es grande”.
Tras los hechos, Gérard Darmanin, ministro del Interior, abrió una célula de crisis a la que se incorporó el primer ministro, Jean Castex, que abandonó su presentación en la Asamblea Nacional de las medidas de confinamiento ante la pandemia de la COVID-19. Tras guardar un minuto de silencio en la cámara de diputados, el jefe del Gobierno aseguró que no podía seguir con su discurso en estos momentos de gravedad y apeló a la “unidad” y la “cohesión” de la nación.
Líderes europeos se pronunciaron ante los hechos ocurridos en la ciudad de Niza, Francia, donde fallecieron tres personas, dos murieron en el interior de la basílica de Notre-Dame y otra logró escapar tras quedar gravemente herida, pero falleció tras tratar de esconderse.
El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, dijo sentirse “profundamente conmocionado” por el ataque y formuló un llamado a la unidad “contra la violencia y quienes incitan y propagan el odio”.
En un mensaje en Twitter, Sassoli apuntó que “el dolor es sentido por todos nosotros en Europa”. El italiano dijo sentirse “profundamente conmocionado y entristecido”.
Así mismo, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, calificó el atentado terrorista “atroz y brutal”.
“Condeno el ataque atroz y brutal que acaba de tener lugar en Niza y estoy de todo corazón con Francia. Mis pensamientos están con las víctimas de este acto atroz. Toda Europa se solidariza con Francia. Seguimos unidos y decididos ante la barbarie y el fanatismo”, escribió en Twitter.
“Toda mi solidaridad con Francia y los franceses. Mis pensamientos son para las víctimas del ataque abominable de Niza y para sus allegados. Toda Europa está con vosotros”, escribió por su parte en Twitter el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, también condenó el “vil ataque» en la ciudad.
“El vil ataque no sacudirá el frente común que defiende los valores de libertad y paz”, publicó en Twitter. “Nuestras convicciones son más fuertes que el fanatismo, el odio y el terror”.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez también se pronunció a través de las redes sociales.
“Seguiremos defendiendo la libertad, nuestros valores democráticos, la paz y seguridad de nuestra ciudadanía. Unidos frente al terror y el odio”, escribió. “Mi afecto y solidaridad con las víctimas del ataque perpetrado hoy a las puertas de la iglesia de Notre-Dame en Niza. Nous Sommes Unis”, añadió.

Fuente: Diario EXPRESO.

Amarás a Dios y a tu prójimo

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Evangelio según San Mateo 22,34-40.
Cuando los fariseos se enteraron de que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron con Él, y uno de ellos, que era doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba: “Maestro, ¿cuál es el mandamiento más grande de la Ley?”.
Jesús le respondió: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu. Este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

“Abou Ben Adhem (¡que su tribu aumente!) despertó una noche de un profundo sueño de paz, y vio, dentro de la luz de la luna en su habitación, haciéndola rica, y como un lirio floreciente, un ángel escribiendo en un libro de oro. Ben Adhem era valiente, y a la Presencia en la habitación dijo: ‘¿Qué es lo que más te escribe?’ La visión levantó la cabeza, y con una mirada hecha de todo dulce acorde, respondió: ‘Los nombres de los que aman al Señor’.
‘¿Y está el mío?’ dijo Abou. ‘No, no es así’, respondió el ángel.
Habló más bajo, pero animadamente aún, y dijo: ‘Te ruego, entonces, escríbeme como uno que ama a sus compañeros hombres’. El ángel escribió, y se desvaneció.
A la noche siguiente volvió con una gran luz de despertar, y mostramos los nombres a quienes el amor de Dios había bendecido, y el nombre de Ben Adhem guio todo el resto”.
Centro para nuestro evangelio este fin de semana (Mateo 22:34-40) es el tema del amor: amor de Dios, amor al prójimo y amor a sí mismo. A lo largo de los siglos, la gente ha debatido cuál de estos amores es el más importante, y ¿con cuál empezamos? Me puedo identificar con cada uno de los tres “amores” y verlos como íntimamente relacionados, no pueden separarse unos de otros, como caras de la misma moneda.
El poema de Leigh Hunt introduce algo que me pareció intrigante, porque escribe que porque Ben Adhem habló y le dijo al ángel que él “ama a sus prójimos”, y aparece, como respondió el ángel, que Dios aceptó esto como un Símbolo válido del amor de Ben Adhem por él. Hacer uno con un corazón sincero lleva a la finalización del otro. Si realmente amamos a Dios, naturalmente sigue a través de que amaremos lo que y a quién Dios ha creado, y que si nos amamos, respetamos y apreciamos mutuamente, estamos mostrando amor a Dios que nos creó a todos. No sólo es espiritual y teológico, sino que es algo lógico.
Dios claramente manda en el evangelio: Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y primer mandamiento. El segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Estamos llamados a amar a Dios y amar a nuestro prójimo, eso es claro y sencillo de reunir de las palabras de Jesús. Se presume que el amor de sí mismo brota de ese amor de Dios y prójimo.
Sin embargo, como reflexioné esta semana sobre las lecturas, especialmente el evangelio, recordé a las muchas-demasiado numerosas para recordar, personas que me han hablado y compartido su lucha con el amor de sí mismo. Psiquiatras y psicólogos, gurús de autoayuda y oradores motivacionales, pasan sus vidas tratando de “convencer” a la gente de amarse a sí misma. En nuestra sociedad de hoy vemos algunas manifestaciones obvias y dramáticas de personas que no se aman: las que toman su propia vida; las que lo ponen en peligro por el alcohol o el abuso de drogas; o las que se hacen daño físicamente cortándose a sí mismas, muriéndose de hambre o poniéndose a sí mismas en riesgo por malas decisiones y acciones. Desafortunadamente para muchas de estas personas en este momento de sus vidas Dios es irrelevante a la cuestión de su vida, y no han logrado reconocer y aceptar el amor de quienes les rodean, haciendo que “el amor al prójimo” parezca ser una broma
Nuestra auto-imagen es esencial para nuestro bienestar espiritual, emocional y físico. Las pruebas han demostrado que si los niños, por ejemplo, escuchan continuamente a adultos significativos, les dicen que son estúpidos, que nunca van a llegar a nada, y que no valen nada, el niño no sólo lo creerá, sino que actuará de una manera que refleja esa dolorosa comprensión de sí mismos.
Pero no somos estúpidos, y alcanzaremos algo, y ¡valemos mucho! Dios nos ha creado con amor y ha bendecido a todos y cada uno de nosotros con dones, talentos y habilidades que no sólo nos traen satisfacción y felicidad, sino que contribuyen al bien mayor de los demás. Para algunas personas es una lucha por reconocer, aceptar y utilizar bien sus dones y talentos. Si le preguntas a alguien -de cualquier edad, realmente- “¿cuáles son tus debilidades o defectos?”, tal vez podría darte una lista, pero si le preguntas: “Cuáles son tus regalos?” pueden ser difíciles de precisar a quién te lo dijo. Que triste, pero que real es esto para tantas personas.
Mientras que el amor de Dios es incondicional, a veces nuestra experiencia de amor humano no es tan perfecta ni incondicional. Para otros, puede que no reconozcan el amor sincero y generoso porque no se presenta como quisieran. No satisface sus necesidades. Lamentablemente, esta es nuestra condición humana.
Estoy seguro de que todos nos sorprenderíamos si conociéramos las luchas de los miembros de nuestra familia, compañeros de trabajo y amigos en relación con el amor a sí mismo. Incluso pueden tomar el riesgo de hablar con nosotros sobre ello. Pero más que probable, sigue siendo un profundo, oscuro secreto, y la fuente de continuos temores y dudas. Nuestra respuesta como seguidores de Jesús -como personas que aman a Dios por encima de todo, y a nuestro prójimo- es hacer real y presente ese amor al prójimo, para que el amor a sí mismo venga fácilmente, trayendo alivio y alegría. En nuestra condición humana, a veces podemos decir o hacer cosas que nos damos cuenta de que no hacemos y decir aquello que refleja el amor sano del prójimo y el amor de sí mismo. Por el pasado, solo podemos decir que lo sentimos. Pero para el presente y el futuro hay tantas formas posibles que podemos fomentar el amor de sí mismo en el otro si realmente amamos a Dios, y nos amamos unos a otros. Tal vez todos podamos pensar en esas personas importantes en nuestras propias vidas que nos han ayudado a lograr una imagen propia sana y productiva.
Aquí y ahora tenemos el mismo poder y la misma habilidad, a través de la gracia de Dios, para marcar la misma diferencia en la vida de los demás. Si podemos hacerlo con sinceridad y alegría, tal vez, como Ben Adhem, nuestros nombres guiarán todo el resto en ese libro de oro en el reino de Dios.

Basílica del Sagrado Corazón de París

Por Javier Lozano- Religión en Libertad
La basílica del Sacré-Coeur, del Sagrado Corazón, es uno de los lugares más emblemáticos de París y de toda Francia. Es el segundo monumento más visitado cada año en la capital francesa con más de 10 millones de visitantes. Y pese a todo no era considerado todavía por las autoridades como un monumento histórico pese a que se erigió hace más de un siglo.
El pasado 13 de octubre el Ministerio de Cultura y la comisión regional de patrimonio y arquitectura de Isla de Francia, la región en la que se engloba París, decidieron finalmente su intención de registrar este templo dedicado al Sagrado Corazón iniciado en 1875 y concluido en 1923 como monumento histórico.
Las reacciones ante lo que es una decisión administrativa no se han hecho esperar. Y las furibundas críticas a esta protección del conocido templo parisino esconden un importante componente anticatólico especialmente desde el ámbito masónico y comunista.
Un templo de expiación
Es conocida la profunda animadversión que despierta esta basílica en estos sectores por lo que representa: un templo expiatorio ante la derrota contra Prusia. Meses después llegó la Comuna de París en 1871, que provocó miles de muertos y fue responsable del asesinato de decenas de personas, entre ellas muchos clérigos y católicos. Con estos acontecimientos tan dolorosos, también la expiación de tantos crímenes tuvo su lugar en los promotores de este nuevo templo.
Desde hace décadas el Sacré-Coeur ha estado en la diana e incluso en 2017 una iniciativa popular registró una petición en el Ayuntamiento de París con el objetivo de demoler este templo que “insulta a la memoria de la Comuna de París”. Evidentemente, no prosperó, pero si mostró el odio que desde la izquierda y la masonería hay hacia una iglesia que corona París en el Montmartre y donde la Adoración al Santísimo no se ha interrumpido ni un segundo en 135 años, ni en tiempos de guerra ni de epidemias.
Según el Ministerio de Cultura, se debe a “una mala lectura de la historia” a lo que el templo del Sagrado Corazón no hubiera sido declarado todavía monumento histórico. Y a tenor de las críticas se observa por qué no se había hecho.
Los ataques de masones, comunistas y socialistas
Philippe Foussier, ex Gran Maestro del Gran Oriente de Francia protestó en Twitter contra la clasificación de la Basílica del Sagrado Corazón de Montmartre como monumento histórico, pidiendo una “desacreditación”. En su opinión, esta decisión es “un insulto a los 30,000 muertos de la Comuna”.
Este proceso revolucionario violento es un icono y referente para los comunistas, ya lo fue para el propio Marx. Y a día de hoy sigue siendo un símbolo para una parte de la izquierda francesa e internacional.
Ian Brossat, líder de los comunistas parisinos, ya ha apostado en varias ocasiones por eliminar el Sacré Coeur y reemplazarlo por un “espacio de solidaridad”.
Más allá fue el socialista Lionel Jospin, exprimer ministro de Francia y excandidato presidencial. En 2017 cuando se le preguntó qué monumento arrasaría si tuviera el poder de hacerlo su respuesta fue clara y rápida: el Sagrado Corazón de París, pues según dijo es un símbolo de “oscurantismo, mal gusto y reaccionario”.
Precisamente, en Famille Chretienne recogen esta expresión de Jospin para desgranarla y explicar por qué comunistas, masones e incluso socialistas odian esta basílica que cada año visitan millones de personas.
El sacerdote Jacques Benoist, uno de los mayores expertos sobre la basílica del Montmartre, explica que la acusación de “reaccionario” que recae sobre el templo procede del Partido Comunista. Y así lo confirma el senador comunista Pierre Ouzoulias, que afirma que el Sacre Coeur “no es un monumento como cualquier otro” sino creado para “expiar los crímenes de la comuna”.
Los motivos de este odio
El religioso recuerda que en el texto oficial de la consagración, grabado en una placa de mármol colocada en el pasillo del Sagrado Corazón hacia 1914, aparecen escritas expresiones como “reparar nuestros pecados”, “obtener la misericordia infinita del Señor”, “el perdón de nuestras faltas” o “poner fin a las desgracias de Francia”. No aparecen los comuneros, aunque en la mente de los impulsores del templo estuviera irremediablemente este suceso. Sin embargo, la construcción de esta iglesia se había decidido seis meses antes de estas revueltas.
Estos crímenes son indiscutibles. De hecho, la iglesia fue erigida en el mismo lugar donde el 26 de mayo de 1871, 49 rehenes fueron masacrados, incluidos 10 clérigos, por una turba furiosa. Y este acto no fue aislado. Luego llegó la represión del Gobierno a manos de Adolphe Thiers, que acabó con la comuna. “Los comunistas no lo han olvidado, quienes, bajo la influencia de Marx y luego de Lenin, integraron este evento, convertido en mito, en su memoria colectiva”, explica el padre Jacques Benoist, por lo que hablar de expiación por los crímenes de la Comuna es algo que hace saltar a la mínima a los comunistas franceses.
Sobre la acusación de que el Sagrado Corazón de París es un símbolo del “oscurantismo”, el padre Benoist se sorprende por las declaraciones del líder masónico porque “los que estuvieron a cargo de Francia, desde principios de la década de 1870, fueron en verdad sus antepasados ​​espirituales. Había dos tipos de republicanos: los azules y los rojos. Los Blues, Thiers y Gambetta, donde la influencia masónica es poderosa, es la república burguesa, que teme a los rojos, a la extrema izquierda. En 1871, el primero masacró al segundo”.
El origen real de la basílica
Hay que tener presente que según la historia de Montmartre, la colina donde se construyó el Sacré Coeur, este siempre fue un lugar religioso. Primero fue un lugar druida; después, los romanos erigieron un templo dedicado a Marte y Mercurio y, más tarde, se edificaron numerosos edificios cristianos. Es más, el mismo nombre de Montmartre deriva de “Monte de los martirios”.
En 1559, un incendio destruyó una abadía benedictina situada en la cima de la colina parisina, pero la presencia religiosa permaneció. Y en 1794, la última abadesa, la madre Marie-Louise Montmoreney-Laval, subió valientemente las escaleras de la guillotina. El vínculo, por consiguiente, entre expiación, Voto nacional y Monte de los martirios estaba claro.
Y así, a fin de ofrecer una penitencia pública, de expiar los pecados históricos de Francia y de contrarrestar la apostasía inminente, el gran deseo de Alexandre Legentil y Hubert Rahault fue la construcción de un templo sobre la colina, para que iluminara París y actuara como punto de referencia para los ciudadanos distraídos e indiferentes de la metrópolis del siglo XIX.

A Dios, lo que es de Dios

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Evangelio según San Mateo 22,15-21.
Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones.
Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: “Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie.
Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?”.
Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: “Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?
Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto”. Ellos le presentaron un denario.
Y él les preguntó: “¿De quién es esta figura y esta inscripción?”.
Le respondieron: “Del César”. Jesús les dijo: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”.

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

Hay una gran variedad de respuestas de personas a las elecciones. Parece que en la mayoría de los países democráticos el porcentaje de personas que votan en una elección está cayendo. A veces la gente siente que su voto es tan insignificante que no vale la pena votar. Mejor sentarse en casa y quejarse de los resultados, y de la falta de acción por parte de los electos.
A lo largo de la historia, sin embargo, un voto ha marcado la diferencia en el mundo.
Por un voto, en 1645, Oliver Cromwell tomó el control de Inglaterra, y cuatro años después, por un voto, el rey Carlos I fue ejecutado
Por un voto en 1776, el inglés fue adoptado como idioma de los Estados Unidos, en lugar del alemán.
En 1868, un voto evitó que Andrew Jackson fuera acusado como presidente.
En 1875, un voto cambió Francia de monarquía a república.
Así que, un voto puede y hace la diferencia!*
El evangelio de este fin de semana (Mateo 22:15-22) nos recuerda que tenemos una responsabilidad como ciudadanos. Cuando los fariseos le preguntaron a Jesús si era lícito pagar impuestos al César, esperaban atraparlo y acusarlo de desobediencia civil. Por su simple y profunda respuesta, “Paga al César lo que pertenece a César, y a Dios lo que pertenece a Dios”, no cae en su trampa. Su respuesta se convierte en un “puente” para que la gente entienda su lugar en el mundo.
A lo largo de la historia ha surgido la noción del dualismo: que lo espiritual es bueno y lo material es malvado. Esto ha llevado al desdén por las cosas del mundo y a menudo a un pasivismo o desconexión con el movimiento de la historia y la sociedad. Desde la Sagrada Escritura sabemos que estamos “en el mundo” pero “no del mundo”. En los capítulos decimocuarto y decimoséptimo del evangelio de Juan Jesús se refiere a esta realidad. Aunque vivimos en el mundo, no somos “del mundo” porque nuestras virtudes y valores son del reino de Dios en lugar de los valores y virtudes cambiantes del mundo. Algunas personas toman estas palabras como justificación para quitarse de contribuir al mundo -como votar y otras actividades de construcción comunitaria- y ven sus actividades espirituales como las únicas dignas de su tiempo y esfuerzo. Esta reacción extrema va en contra del espíritu del evangelio y del papel que estamos jugando como personas de fe en el mundo. Después de todo, si queremos ser la “luz del mundo” no podemos permanecer debajo de una cesta de bushel, pero debemos ser vistos y escuchados por otros.
Entonces, cuál es el papel del cristiano comprometido en el mundo hoy? Si vamos a trabajar por la resurrección de la sociedad como creemos que Dios nos llama, no podemos ser pasivos o inactivos. Esto implica que estamos buscando activamente el cambio y la renovación: ¡que somos “agentes” del cambio y la renovación! Estamos llamados a marcar la diferencia en todos los aspectos de la vida: industria, comercio, educación, atención médica y gobierno. Todos y cada uno de los sectores de nuestra sociedad necesitan la presencia de Cristo, que vamos a traer. No vivimos nuestra vida en Cristo en un vacío o sólo en lo espiritual, sino en todos los aspectos de la vida y la actividad humanas. Deberíamos ser testigos de Cristo siempre y en todas partes.
De una manera práctica, ¿cómo hacemos “al César lo que pertenece a César”? o mejor dicho, ¿cómo hacemos eso mientras profesamos y somos testigos de “lo que pertenece a Dios”? En nuestras vidas -en casa, en el trabajo y en la escuela- vamos a traer a Jesucristo, y su amor y verdad, en cada discusión, cada reunión, cada encuentro, cada decisión. A veces podemos hacer esto sin mencionar el nombre de Jesús, pero compartiendo con otros las virtudes y los valores del reino de Dios: buscando la verdad y el amor, la reconciliación y el respeto, la justicia y la paz, la compasión y el entendimiento. Otras veces podemos revelar más explícitamente la fuente de nuestra inspiración y fortaleza: Jesús el Señor. Entonces no llamamos la atención sobre nosotros mismos, sino más allá de nosotros mismos a Jesús el Señor. Estamos dando al Señor “gloria y honor”, como cantamos en el Salmo. Estamos reconociendo y proclamando que lo que hacemos tiene un propósito y hace la diferencia porque creemos que es parte del plan de Dios. No estamos haciendo las cosas “quieras o no” sino que estamos tomando decisiones conscientes y deliberadas PARA Cristo, EN Cristo y CON Cristo. Estamos demostrando que estamos “en el mundo”, y comprometidos con su resurrección, pero que también no somos “del mundo”, que no nos inclinamos ante cada tendencia o moda que viene en nuestro camino y balancea la mayoría de la gente.
Podemos responder sabiamente y profundamente como lo hizo Jesús, y declarar que hoy tenemos un papel en el mundo y queremos contribuir a la construcción de una sociedad más justa? Podemos mostrar por nuestras vidas que estamos dispuestos a dar “al César lo que pertenece a César”, pero que sobre todo, incluso haciéndolo, ¿estamos “dando a Dios lo que pertenece a Dios”?
* Esta historia introductoria es tomada de Illustrated Sunday Homilies, Año A, Serie II, por Mark Link, S.J. Tabor Publishing, Allen Texas. Página 111.

Apóstoles

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Evangelio según San Mateo 22,1-14.
Jesús habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo: El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo.
Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero estos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: ‘Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas’.
Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para que acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad.
Luego dijo a sus servidores: ‘El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él.
Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren’.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta.
‘Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?’. El otro permaneció en silencio.
Entonces el rey dijo a los guardias: ‘Atenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes’.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.

Padre Ernest Alexander Varosi CR

Homilía del Padre Paul Voisin CR, Superior General de la Congregación de la Resurrección:

Cuando salía de Bolivia, después de casi trece años allí, tenía más de ochenta celebraciones de “despedida”, desde la cena con pareja, hasta un banquete de más de ochenta personas (con los profesores, los ministros eucarísticos y sus cónyuges). Recuerdo una invitación particular de una pareja en la Parroquia cuya compañía disfruté cuando nos encontramos juntos en Arica, Chile. Cuando llegué a su casa, me di cuenta de unos cuantos coches. Cuando entré a su casa encontré pequeñas mesas en toda la sala, comedor y jardín colindante. Había alrededor de cuarenta personas allí, muchas de ellas diplomáticos y algunos generales también. Me preocupaba, porque, como el hombre sin la vestimenta de boda, me había ido usando solo un suéter sobre mi camisa clerical, mientras que todos los invitados estaban vestidos formal y elegantemente. Afortunadamente, desde que era la razón de la cena, no me pidieron que me fuera por no estar suficientemente bien vestido.
Mi experiencia resonó, para mí, cuando leí el evangelio de hoy (Mateo 22:1-13). La parábola que Jesús cuenta, continuando en el vigésimo primer capítulo del evangelio de Mateo, una vez más se dirige a los escribas y a los fariseos. El rey, por supuesto, es Dios. Jesús es el hijo cuya boda se realiza, y el banquete de boda es el reino de Dios. Los que fueron invitados al banquete de boda fueron los elegidos, en particular los escribas y fariseos. Sin embargo, no vinieron, porque rechazaron la invitación al banquete de boda. De la misma manera, el pueblo de Dios rechazó la enseñanza de Jesús. No reconocían sus palabras como verdad, ni ven sus obras como reveladoras que el reino de Dios había llegado. Y así, el rey envió a sus sirvientes para llamar a cualquiera que pudieran encontrar (incluyendo gentiles), y estos estaban representando a las personas que respondieron a las palabras y obras de Jesús. Es obvio desde la parábola que no fueron la primera elección del rey, pero fueron los que respondieron a la llamada. Compartirán en el banquete de boda del hijo. Ellos compartirán en el reino,
Y luego, llegamos los invitados de la boda, no vestidos con una prenda de boda. Estoy seguro de que la respuesta del rey a este hombre nos sorprende. En nuestro tiempo y lugar uno va a una boda vestido bastante bien como uno quisiera. A veces lo informal o casual de negocios son lo normal. A veces los lazos y las chaquetas son opcionales. A menudo es la pareja la que establece el tono en este asunto, al igual que mis amigos en su casa en Bolivia. En el tiempo y lugar de Jesús era bastante diferente. Todo el mundo tenía una prenda de boda, una prenda especial que se guardaba solo para estas ocasiones especiales. Sería un insulto asistir con la ropa de ′′calle′′ de uno, o lo que uno usaría en un día habitual. Esto fue ′′escrito en piedra” como algunos dirían. Así que, este hombre sabía que no había respetado esta regla, y esto se convirtió en una señal de falta de respeto para su anfitrión, el rey. La boda del hijo del rey, sobre todo, habría significado vestirse apropiadamente, según las normas culturales y religiosas de la época y el lugar.
Es interesante los comentarios de algunos de los estudiosos de la Escritura sobre la interpretación de este aspecto de la parábola. El Padre Jesuita, Mark Link, cuyos comentarios utilizo a menudo, escribe que este hombre, sin la vestimenta de boda, representa a aquellos que quieren entrar en el reino de Dios en sus propios términos. Querían compartir en el reino sin haber seguido a Jesús fiel. Ellos no aceptaron su verdad -al igual que los que lo rechazaron en la parábola- pero inventaron su propia verdad. Su amor y servicio no se inspiraron en el de Jesús el Señor, sino en su conveniencia o motivos puramente egoístas.
Esto tocó una campana conmigo. Hace muchos años leí un libro, el costo del discipulado, del mártir de la Segunda Guerra Mundial, el pastor luterano, Dietrich Bonhoeffer. Habló en su libro sobre ′′gracia barata”. Esto fue salvación sin conversión, amor y servicio sin sacrificio. Él -en su tiempo y lugar- desafió a la gente en Alemania a declarar su discipulado por vidas de gracia: verdadera gracia que vendría de seguir a Jesucristo, y no ′′gracia barata′′ que les convenga y no traerá ningún cambio o renovación en ellos.
En nuestra condición humana es una tentación ser como ese invitado en el banquete de boda no vestido con la vestimenta de boda. Queremos seguir a Cristo, pero no estamos dispuestos a pagar el precio. Queremos ser identificados con Cristo, pero no abrazamos los valores y virtudes del reino de Dios. Queremos decir la verdad, pero no es la verdad de Dios. Queremos amar, pero no es un amor inspirado y modelado por Jesús el Señor. Queremos seguir la voluntad de Dios, pero en nuestros términos. En nuestro mundo lleno de individualismo y relativismo esta es una gran tentación. Podemos pensar fácilmente que seguir a Jesús, conformarse con su voluntad y sus caminos, es una negación de nosotros mismos y lo que es más preciado para nosotros. Ahí es donde – como la otra semana en mi homilía cuando hablaba de San Agustín: debemos reconocer si creemos que Dios tiene una mejor manera, una mayor manera. Si realmente creemos en eso, nos pondremos esa vestimenta de boda y estaremos preparados para el reino de Dios siguiendo fielmente a Jesús el Señor.
′′Muchos son llamados, pero pocos son elegidos”. Estas palabras se hacen eco a través de los siglos desde el momento en que Jesús las dijo. Muchos fueron llamados al banquete de boda, pero no respondieron. Los elegidos fueron aquellos que hicieron la voluntad del Padre, que siguieron los caminos de Jesús, y fueron movidos por el Espíritu Santo. Hoy Jesús nos invita, en esta misma parábola, a escuchar sus palabras y a permitirles mover nuestra mente, corazón y espíritu para ser verdaderamente sus discípulos y seguirle en el reino.

Beatificación de Acutis: «Una buena noticia: un joven de nuestro tiempo ha sido ganado para Cristo»

Por Fernando de Navascués– www.religionenlibertad.com
Este sábado 10 de octubre pasará a la historia de la Iglesia como el día en que Carlos Acutis, un joven de apenas 15 años, fue beatificado y se convirtió en un modelo de santidad para los jóvenes y adolescentes del siglo XXI. La ceremonia de beatificación ha aunado en un solo corazón a los 3,000 asistentes venidos para la celebración más los miles que siguieron la retransmisión por Internet y las redes sociales, el mundo tecnológico que apasionaba a Carlos, del que era autodidacta y el que usó para hacer llegar el mensaje del Evangelio. La ceremonia de beatificación ha sido presidida por el Cardenal Agustino Vallini, Legado Pontificio para las Basílicas de San Francisco y Santa María de los Ángeles.
Carlos Acutis falleció hace 14 años y su beatificación certifica que este joven italiano vivió de forma extraordinaria el seguimiento de Jesús. Ciertamente, su testimonio caló hondo entre sus amigos y su familia y progresivamente en la Iglesia al grado que, a los cinco años de su muerte, se iniciaron los primeros pasos del proceso diocesano de beatificación, el cual se ha visto cumplido este sábado.
El rito se inició con la solicitud por parte del obispo de Asís, monseñor Domenico Sorrentino, de la beatificación de Carlos. Seguidamente, el postulador de su causa de beatificación, Nicola Gori, presentó una semblanza del joven. Y la respuesta de Cardenal Agostino Vallini fue la lectura de la carta apostólica en la que el Papa Francisco inscribe al joven italiano en el Libro de los Beatos y establece su fiesta el día 12 de octubre, su ‘dies natali’, su nacimiento para el cielo.
Inmediatamente, mientras se escuchaba un canto de aclamación, se descubrió una gran imagen del nuevo beato, e inició una sencilla procesión en la que un diácono portaba un relicario hasta el altar, siendo acompañado por los padres de Carlos: Andrea y Antonia.
Un chico de apenas 15 años
El Cardenal Agostino Vallini comenzó su homilía preguntándose “¿qué tenía de especial este joven de apenas solo 15 años?”. A lo que él mismo respondió enumerando las siguientes características: “Era un chico normal, sencillo, simpático, jugaba al fútbol, amaba la naturaleza y a los animales, tenía muchos amigos de su edad”. “Se sentía atraído por los modernos medios de comunicación social, la informática -continúa detallando el cardenal Vallini-, era autodidacta, construía programas que, como señaló el Papa Francisco, usaba para transmitir el Evangelio para comunicar valores y belleza”. Y, entre otros puntos que enumeró el cardenal, señaló “el don de atraer y ser considerado como un ejemplo”, pero si en alguno hizo especial énfasis fue “su amor por la Eucaristía en donde mantenía viva su relación con Dios y que el propio Carlos definía como ‘mi autopista para el Cielo’”.
“No quiero ir al Purgatorio, quiero ir al Cielo”
Los dos rasgos de la fe heroica de Carlos Acutis fueron, en palabras del prelado, “oración y misión” que le llevaron “a encomendarse al Señor, sobre todo, en los momentos más difíciles. Con este espíritu vivió con serenidad la enfermedad que le llevó a la muerte: Carlos se abandonó en manos de la Providencia y bajo la mirada maternal de María repetía: ‘Quiero ofrecer todos mis sufrimiento al Señor por el Papa y la Iglesia. No quiero ir al Purgatorio, quiero ir al Cielo’”.
Un ejemplo para jóvenes y adolescentes actuales
“Su vida es un modelo, sobre todo, para los jóvenes -explicó el Cardenal- que encuentran satisfacción no en lo efímero, sino en los valores perennes que Jesús sugiere en el Evangelio, es decir, poner a Dios en primer lugar en las grandes y pequeñas circunstancias de la vida y servir a los hermanos, especialmente a los últimos”.
“La beatificación de Carlos Acutis es una buena noticia. Es una buena noticia que un joven de nuestro tiempo, uno como muchos otros, ha sido conquistado por Cristo y se ha convertido en faro de luz para aquellos que desean conocerlo y seguir su ejemplo. La fe no nos aleja de la vida sino que nos sumerge más profundamente en ella mostrándonos la forma de vivir la alegría del Evangelio”.
La sencillez del testigo
Nicola Gori, postulador de la causa de beatificación ha descrito a Vatican News, la agencia de noticias de la Santa Sede, la vida del nuevo beato como corta, intensa y siempre llevada de la mano de Jesús. Se trata “de la sencillez del testigo de Cristo, quería a Cristo, a quien sentía siempre a su lado, como un amigo que siempre lo ayudaba. No se puede comprender a Carlos si no comprendemos que él se sentía amado por Cristo. Este es su secreto y esto le daba fuerza”.
Para Gori, un joven de 15 años que vive con su familia y va a la escuela, el tiempo es un elemento precioso, sin embargo, “Carlos era un genio de la informática y ayudaba a sus compañeros de clase” y también puso este don al servicio del Evangelio “transmitiendo el mensaje de salvación y de amor a Cristo”.
Acutis tenía una especial predilección por la Eucaristía, “por eso quería difundir el mensaje de amor del Señor”. El postulador, al profundizar sobre la vida interior del nuevo beato afirma que “la Eucaristía, y la Virgen María son los dos pilares que sostienen su vida interior”.
Una leucemia acabó con su vida de manera fulminante. Dio testimonio de calma, tranquilidad y serenidad en Cristo. El personal de salud que lo atendió afirmaba “que no es posible que un muchacho tan pequeño pueda haber logrado una gran madurez espiritual”, concluye Nicola Gori.
Homilía del Cardenal del Cardenal Vallini
A continuación, la homilía completa del Cardenal Vallini durante la celebración. Fue pronunciada en italiano y la traducción al español es de la agencia de noticias ACI Prensa.
“Quien permanece en mí y yo en él, da mucho fruto, porque sin mí no pueden hacer nada”.
Con estas palabras que hemos escuchado del Evangelio de Juan, Jesús, en la última cena se dirige a sus discípulos y los exhorta a permanecer unidos a Él como las ramas a la vid.
La imagen de la vid y las ramas y es muy elocuente para expresar cuánto es necesario para el cristiano vivir en comunión con Dios. Su fuerza reside precisamente aquí: tener una relación personal con Jesús, íntima, profunda y hacer de la Eucaristía el momento más alto de su relación con Dios.
Queridos hermanos y hermanas, hoy nos sentimos especialmente admirados y atraídos por la vida y el testimonio de Carlo Acutis, a quien la Iglesia reconoce como modelo y ejemplo de vida cristiana, proponiéndolo sobre todo a los jóvenes. Es natural preguntarse: ¿qué tenía de especial este joven de 15 años?
Recorriendo su biografía, encontramos algunos puntos fijos que ya lo caracterizan humanamente.
Era un joven normal, sencillo, espontáneo, simpático (basta mirar su fotografía), amaba la naturaleza y los animales, jugaba fútbol, tenía muchos amigos de su edad, se sintió atraído por los medios modernos de comunicación social, apasionado por la informática y autodidacta construyó programas, como ha dicho el Papa Francisco “para transmitir el Evangelio, comunicar valores y belleza”. Tenía el don de atraer y fue percibido como un ejemplo.
Desde pequeño -lo testimonia su familia- sintió la necesidad de la fe y tenía su mirada dirigida hacia Jesús. El amor a la Eucaristía fundó y mantuvo viva su relación con Dios. A menudo decía “La Eucaristía es mi autopista al cielo”.
Cada día participaba en la Santa Misa y permanecía durante mucho tiempo en adoración ante el Santísimo Sacramento. Carlo decía: “Se va directo al cielo si te acercas todos los días a la Eucaristía”.
Jesús era para él Amigo, Maestro, Salvador, era la fuerza de su vida y el objetivo de todo lo que hacía. Estaba convencido que para amar a las personas y hacer su bien, es necesario sacar energía del Señor.
Su ardiente deseo era también el de atraer al mayor número de personas a Jesús, haciéndose anunciador del Evangelio sobre todo con el ejemplo de vida. Fue precisamente el testimonio de su fe lo que le llevó a emprender con éxito una obra de asidua evangelización en los ambientes que frecuentaba, tocando el corazón de las personas que encontraba y despertando en ellas el deseo de cambiar de vida y acercarse a Dios. Y lo hacía con espontaneidad, mostrando con su modo de ser y de comportarse el amor y la bondad del Señor. De hecho, era extraordinaria su capacidad de testimoniar los valores en los que creía, incluso a costa de enfrentarse a malentendidos, obstáculos y, a veces, a pesar de que se rieran de él.
Carlo sentía una fuerte necesidad de ayudar a las personas y descubrir que Dios está cerca de nosotros y que es hermoso estar con Él para disfrutar de su amistad y de su gracia.
Para comunicar esta necesidad espiritual utilizó todos los medios, incluidos los modernos medios de comunicación social, que sabía utilizar muy bien, en particular Internet, que consideró un regalo de Dios y una herramienta importante para encontrar a las personas y difundir los valores cristianos.
Su modo de pensar le hizo decir que la red no es solo un medio de evasión, sino un espacio de diálogo, conocimiento, intercambio, de respeto recíproco, para ser usado con responsabilidad, sin convertirse en esclavos de ella y rechazando el bullismo digital, en el limitado mundo virtual que es necesario saber distinguir el bien del mal.
En esta perspectiva positiva, animó a utilizar los medios de comunicación como medios al servicio del Evangelio, para alcanzar el mayor número posible de personas y hacerles conocer la belleza de la amistad con el Señor.
Para ello se comprometió a organizar la exposición de los principales milagros eucarísticos ocurridos en el mundo, que también utilizó al impartir el catecismo a los niños.
Era muy devoto a la Virgen. Rezaba cada día el Rosario, se consagró varias veces a María para renovar su afecto por ella e implorar su protección.
Por lo tanto, oración y misión: estos son los dos rasgos distintivos de la fe heroica del beato Carlo Acutis, que en el transcurso de su vida breve lo llevó a encomendarse al Señor, en todas las circunstancias, especialmente en los momentos más difíciles.
Con este espíritu vivió la enfermedad que enfrentó con serenidad y lo condujo a la muerte.
Carlo se abandonó entre los brazos de la Providencia y bajo la mirada materna de María repetía: “Quiero ofrecer todos mis sufrimientos al Señor por el Papa y la Iglesia. No quiero ir al purgatorio, quiero ir directo al Cielo”.
Hablaba así, recordemos, un joven de 15 años, revelando una sorprendente madurez cristiana, que nos estimula y nos anima a tomarnos en serio la vida de fe.
Carlo despertaba además una gran admiración por el ardor con el que, en las conversaciones, defendió la santidad de la familia y la sacralidad de la vida contra el aborto y la eutanasia.
El nuevo Beato representa un modelo de fuerza, ajeno a cualquier compromiso, consciente de que para permanecer en el amor de Jesús es necesario vivir concretamente el Evangelio, incluso a costa de ir contracorriente.
Realmente hizo suyas las palabras de Jesús: “Este es mi mandamiento que se amen los unos a los otros como yo los he amado”. Esta certeza en su vida lo llevó a tener una gran caridad con el prójimo. Sobretodo hacia los pobres, los ancianos, las personas solas y abandonadas, sin techo, los discapacitados y las personas marginadas. Carlo fue siempre acogedor con los necesitados y cuando iba a la escuela los encontraba en la calle y se detenía a hablar, escuchaba sus problemas y, en la medida de lo posible, los ayudaba.
Carlo nunca se centró en sí mismo, sino que fue capaz de comprender las necesidades y los requerimientos de las personas, en quienes veía el rostro de Cristo. En este sentido, por ejemplo, no dejó de ayudar a sus compañeros de clase, en particular los que estaban en problemas.
Una vida luminosa, por tanto, totalmente entregada a los demás, como el Pan Eucarístico.
Queridos hermanos y hermanas, la Iglesia hoy se regocija. Porque en este joven beato se cumplen hoy las palabras del Señor: “Yo he elegido a ustedes y los he constituido para que vayan y lleven mucho fruto”. Y Carlo fue y llevó el fruto de la santidad, mostrándola como meta al alcance de todos y no como algo abstracto y reservado para unos pocos.
Su vida es un modelo particularmente para los jóvenes, para no encontrar justificaciones no solo en los éxitos efímeros, sino en los valores perennes que Jesús sugiere en el Evangelio, es decir, para poner a Dios en primer lugar en las grandes y pequeñas circunstancias de la vida, y para servir a los hermanos especialmente los últimos.
La beatificación de Carlo Acutis, hijo de la tierra lombarda y enamorado de la tierra de Asís, es una buena noticia, un anuncio fuerte que un joven de nuestro tiempo, uno como muchos,
ha sido conquistado por Cristo y se ha convertido en un faro luminoso para quienes quieren conocerlo y seguir su ejemplo.
Él testificó que la fe no nos aleja de la vida, sino que nos sumerge profundamente en ella, indicándonos el camino concreto para vivir la alegría del Evangelio. Depende de nosotros seguirlo, atraídos por la fascinante experiencia del Beato Carlo para que nuestra vida pueda brillar de luz y esperanza.
Beato Carlo Acutis, ruega por nosotros”.
Padre Pacifico ‘Jun’ Nohara OSA encabeza la recreación de la llegada de la expedición española durante la Santa Misa en la ciudad de Cebú. La ciudad está celebrando las festividades anuales del Sinulog para conmemorar la llegada del cristianismo a Filipinas. Foto Charlie Saceda.

La primera misa de Pascua se celebró en Limasawa en 1521

Por Kenneth Corbilla- AsiaNews.it
La primera misa de Domingo de Pascua celebrada en Filipinas tuvo lugar el  31 de marzo de 1521 en la isla de Limasawa, Leyte del Sud (en el centro del archipiélago). El celebrante fue el padre Pedro Valderrama, el único sacerdote que embarcó con Fernando de Magallanes, en su (casi) circunnavegación del globo. Después de convertir al rey de Cebú, Magallanes murió ese mismo año en una revuelta encabezada por un jefe indígena, Lapu-Lapu, en la isla de Mactan.
La búsqueda de la “primera misa” celebrada en el país cobra importancia en estos momentos porque la Iglesia filipina se prepara para celebrar los 500 años de la primera evangelización. La conmemoración debía comenzar en 2020 pero, debido a la pandemia de Covid-19, muchos eventos se han pospuesto para 2021 y 2022.
Sobre la “primera misa” en el archipiélago se llevaron a cabo muchas investigaciones y hubo hipótesis contradictorias. En 2018, la Comisión Histórica Nacional (gubernamental) intentó confirmarlo verificando tres estudios diferentes realizados en 1980, 1995 y 2008. Todos señalaban la isla de Limasawa como el lugar donde tuvo lugar la misa, pero no había acuerdo sobre la fecha. La Comisión Histórica fijó la fecha de la Primera Misa de Pascua, pero dando a entender que pudo haber otras misas no documentadas por fuentes históricas.
En una resolución de fecha 25 de septiembre, la Conferencia Episcopal de Filipinas aceptó los resultados de la Comisión Histórica Nacional para utilizarlos en la preparación del 500 aniversario de la evangelización de Filipinas.

Juan de Montecorvino OFM

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Juan de Montecorvino (Montecorvino, 1247– Beijing, 1328)​ fue un misionero franciscano, fundador de las misiones católicas en India y China, primer arzobispo de Beijing y Patriarca Latino de Oriente.
Tras ingresar en la orden franciscana, se dedicó a la predicación del cristianismo en el Próximo Oriente, llegando en sus viajes hasta Persia.
Su labor evangelizadora en el Extremo Oriente comenzó a raíz de la petición que, en 1286, realizó el Khan de Persia, Arghun, solicitando al Papa el envió de misioneros católicos a la corte del Gran Khan y emperador chino Kublai Khan que se había manifestado deseoso de conocer el mensaje cristiano. Esta petición, unida a las noticias que desde Beijing llegaban de los mercaderes venecianos, Marco Polo y sus hermanos, motivaron al Papa Nicolás IV a enviar a Juan como legado papal y predicador del cristianismo en Oriente.
Juan inició su viaje en 1289, partiendo de Venecia y acompañado únicamente del dominico Nicolás de Pistoia. Tras llegar a Persia se dirigió por mar a la India, llegando a la región de Madrás en 1291. Allí permaneció durante trece meses, logrando, según sus escritos, la conversión y el bautizo de aproximadamente cien personas.
En India moriría su compañero Nicolás de Pistoia, por lo que partió para China acompañado del comerciante genovés Pedro de Lucalongo al que había conocido en la India. Llegó a Pekín en 1294, donde acababa de fallecer Kublai Khan que había sido sucedido por su nieto Timur Khan. Este, aunque no abrazó el cristianismo, no puso ningún obstáculo a su labor evangelizadora.
Las primeras conversiones las logró en la comunidad nestoriana, que se encontraba presente en China desde el siglo VIII. En 1299 construyó la primera iglesia católica de Beijing gracias al apoyo del príncipe mongol Tenduk, a quien había bautizado con el nombre de Jorge. Logró la conversión de unas seis mil personas, según su propio testimonio, y tradujo al idioma tártaro el Nuevo Testamento y los Salmos.
Durante once años Juan trabajó en solitario hasta que en 1304 se le unió el franciscano Arnoldo de Colonia. Posteriormente, en 1307 el papa Clemente V le envió siete obispos franciscanos de los que sólo llegaron tres que consagraron a Juan como arzobispo de Beijing.
Tras treinta y cuatro años en China, Juan de Montecorvino falleció en Beijing en el año 1328. La iglesia china sólo le sobrevivió cuarenta años, ya que la caída de los mongoles de la dinastía Yuan y su sustitución por la dinastía china Ming supuso el cierre del país a toda influencia exterior, incluido el cristianismo.
Es venerable por la Iglesia Católica y considerado santo por los católicos chinos.
Fuente: Wikipedia.

Creación del Vicariato Apostólico

En 1577 Gregorio XIII creó para China, Japón y las Islas del Lejano Oriente, la Diócesis de Macao, que fue dividida en dos diócesis, Macao y Funay (Japón). El 9 de Septiembre de 1659, Alejandro VII erigió del territorio incluido en la Diócesis de Macao, dos vicariatos Apostólicos, uno incluyendo además de Tong-king, las provincias de Yun-nan, Kwei-chou, Hu-kwang (noy Hu-pe y Hu-nan), Sze-ch’wan, Kwang-si, y Laos, la otra incluyendo, adicionalmente a la Cochin-China, las provincias Chinas de Che-kiang, Fu-kien, Kwang-tung, Kiang-si, y la isla de Hainan. En 1690, Alejandro VIII, para satisfacer a los Portugueses, creó la Diócesis de Beijing, incluyendo Chi-li, Shang-tung, Shan-si, Shen-si, Ho-nan, Lao-tung, Corea, y Tartaria, y la Diócesis de Nan-king, estando ambas diócesis bajo el Arzobispo de Goa. Por una Bula del 15 de Octubre de 1696, Inocencio XII erigió los vicariatos Apostólicos de Shen-si y Shan-si mediante la toma de parte del territorio incluido en la Diócesis de Pekín (Chi-li, Shang-tung, Lao-tung, Corea, y Tataria), y limitó la Diócesis de Nan-king a Kiang-nan y Ho-nan. Los siguientes vicariatos fueron creados de la Diócesis de Nan-king (1696) Hu-kwang, Fu-kien, Che-kiang, Kiang-si, Yun-nan, Sze-ch’wan, Kwai-chou.
En 1737, estas dos últimas provincias se unieron en un vicariato, al cual Yu-nan fue agregado en 1781. En 1840, Yu-nan fue nuevamente separado, y en 1846 Kwei-chou se hizo independiente. En 1858 Sze-ch’wan fue subdividido en Sze-ch’wan oriental y occidental. En 1860, Sze-ch’wan oriental, con parte de Sze-ch’wan occidental, fue dividido en los vicariatos Apostólicos de Sze-ch’wan meridional Sze-ch’wan oriental. En 1790, Fu-kien, Che-kiang, y Kiang-se fueron combinados en un vicariato, pero en 1838 divididos en los vicariatos de Fu-kien y Che-kiang Kiang-se. En 1883, Amoy fue separada de Fu-kien; en 1846 Kiang-se fue separada de Che-kiang; en 1879 fueron erigidos los vicariatos de Kian-se Septentrional y Meridional, en 1885 fue creado el vicariato de Kiang-se oriental. En 1762, Hu-kwang fue amalgamado con Shan-si pero separado en 1838. A partir de Hu-kwang fueron formados en 1856 los vicariatos de Hu-nan y Hu-pe; en 1879 Hu-nan fue dividido en los vicariatos de Hu-nan meridional y septentrional; en 1876, Hu-pe fue dividido en Hu-pe oriental, occidental y septentrional. En 1843 Shen-si y Shan-si fueron separados; en 1885 Shen-si fue dividido en dos vicariatos y en 1890 Shan-si fue dividida de manera similar.
Corea fue separada de la Diócesis de Beijing en 1831, Liao-tung, Manchuria, etc, en 1838, y Shang-tung en 1839; en 1856 la Diócesis de Beijing fue dividida en tres vicariatos: Septentrional, Sud-Occidental y Sud-Oriental Chi-li; del mencionado en último término, Chi-li oriental fue separado en 1899. En 1883, Shang-tung fue dividido en Shang-tung septentrional y meridional; Shang-tung oriental fue separado en 1894. En 1840 los vicariatos de Mongolia y Kang-su fueron separado de Manchuria y posteriormente subdividido; en 1843 Hong-Kong fue separado de Macao; al principio fue erigida una prefectura en el vicariato en 1874; las dos provincias de Kwangtung y Kwang-si fueron separadas de Macao en 1856 y conformadas como una prefectura, pero en 1878 fueron erigidas en distintas prefecturas. En 1856 Ho-nan fue dividida de la Diócesis de Nan-king, y fue erigida en un vicariato que fue más tarde subdividida.

Órdenes Religiosas

1. La Compañía de Jesús
Los Jesuitas son los verdaderos fundadores de las misiones en China. San Francisco Javier, después de evangelizar la India y Japón, murió en Diciembre de 1552, en la isla de Shang-ch’wan (San Juan) antes de poder llegar a Macao o Cantón. Sus sucesores, Alessandro Valignani (falleció 20 de Enero de 1606), Michele Ruggieri (falleció 11 de Mayo de 1607), y Francisco Pasio (falleció 30 de Agosto de 1612) no penetraron más allá de estos dos lugares y Chao-k’ing en la misma provincia. Matteo Ricci tuvo el honor de haber sido el misionero pionero en Beijing; había nacido en Macerata, Italia, el 6 de Octubre de 1552, y llegó a Macao en 1583, encontrándose allí con Ruggieri, Desde Chou-k’ing el Padre Ricci fue a Nan-ch’ang (1595); visitó Pekín dos veces (1595 y 1598) donde finalmente se estableció, partiendo de Nan-king por última vez el 18 de Mayo de 1600. Dejó tras suyo a Lazzaro Cattaneo y Joïo da Rocha, quien en 1603 bautizó, con el nombre de Pablo, al célebre Siu kwang-k’i. Su posterior traslado a Pekín lo mostró un partidario infranqueable de Ricci, quien murió el 11 de Mayo de 1610. Ricci fue el primer superior de la misión en Pekín. Sus dos sucesores, Nicolò Longobardi (1610) y Joïo do Rocha (1622) tuvieron el mismo cargo; Emmanuel Diaz (Junior) fue el primer vice-provincial. Ricci, bajo su nombre Chino de Li Ma-teu, escribió muchas obras aún hoy apreciadas por los Chinos, entre ellas “T’ien-chu Shi-yi” (la verdadera doctrina de Dios), publicada en 1601, traducida al Manchú, Coreano, Japonés y Francés; “Ki-ho Yuan-pun“, los primeros seis libros de Euclides, etc. Los siguientes son los nombres de algunos de los más conocidos miembros de esa misión: Emmanuel Diaz Junior (Yang Ma-no), nacido en Portugal en 1574; llegado a China en 1610; falleció en Hangzhou, el 4 de Marzo de 1659; autor de “T’ang-king kiao-pei-sung-cheng-ts’iuen“, una traducción de la célebre inscripción de Si-ngan-fu. Nicolás Trigault (Kiu Ni-ko), nacido en Douai, el 3 de Marzo de 1577; arribado a China en 1610; F. en Hang-chou, el 14 de Noviembre de 1628; autor de la vida de Ricci (De Christianç Expeditione apud Sinas, 1615), un diccionario (Si-ju-eul-mu-tze), y una traducción de las Fábulas de Esopo (Hwang-yi). Giulio Aleni (Ngai Ju-lio), nacido en Brescia en 1582; llegado a China en 1613; falleció en Fu-chou el 3 de Agosto de 1649; autor de no menos de veinticinco obras en Chino, incluida una vida de Cristo. Johann Adam Schall von Bell (T’ang Jo-wang), nacido en Colonia en 1591; arribado a China en 1622; falleció en Pekín el 15 de Agosto de 1666; un célebre matemático. Luigi Buglio (Li Lei-sse), nacido en Minco (Sicilia) el 26 de Enero de 1606; llegado a China en 1637; falleció en Pekín el 7 de Octubre de 1682; autor de veintiún trabajos en Chino, de los cuales un “Missale romanum” (Mi-sa King-tien, 1670), un “Breviarium romanum” (Ji-k’o kai-yao, 1674), un “Manuale ad Sacramenta ministranda” (Sheng-sse-li-tien, 1675), aún permanece. Gabriel de Magalhães (Ngan Wen-see), nacido en Pedrogïo en 1611; arribado a China en 1640; falleció en Pekín el 6 de Mayo de 1677; autor de una buena descripción de China que fue traducida al Inglés (1688). Martino Martini (Wei Kwang-kwo), nacido en Trento en 1614; llegado a China en 1643; falleció en Hangzhou el 6 de Junio de 1661; quien publicó en 1655 le primer buen atlas de China. Ignacio da Costa (Kouo Na-tsio), nacido en Fayal, Azores en 1599; llegado a China en 1634; falleció en Cantón, en Mayo de 1666; el traductor, con Intorcetta, del “Lun-yu” y del “Ta-hio” de Confucio (1662). Prospero Intocetta (In To-che), nacido en Piazza, Sicilia el 28 de Agosto de 1628; llegado a China en 1659; falleció en Hangzhou el 3 de Octubre de 1696. Phillippe Couplet (pe Ing-li), nacido en Mechlin el 31 de Mayo de 1622; arribado a China en 1659; falleció en el mar el 16 de Mayo de 1693; él hizo conocer a los Europeos las obras de Confucio (1672). Albert Dorville y Johann Gtüber, quienes visitaron el Tibet. Ferdinand Verbiest (Nan Hwai-jen); nacido en Pitthem, el 9 de Octubre de 1623; arribado a China en 1659; falleció en Pekín el 29 de Enero de 1688; un gran astrónomo, que fundió algunos de los instrumentos del observatorio de Beijing y armas para la guerra contra los Eleuths. Franïois Noæl (Weifang-tsi), nacido en Hesdrud (Hainault), el 18 de Agosto de 1651; arribado a China en 1687; falleció en Lille, en Septiembre de 1729; astrónomo y traductor de los clásicos Confucianos. Ignaz Kögler (Tai Tsin-hien), nacido en Landsberg el 11 de Mayo de 1680; arribado a China el 30 de Agosto de 1716; falleció en Beijing el 29 de Marzo de 1746. Augustin von Hallerstein, nacido en Laibach el 2 de Agosto de 1703; arribado a China en 1738; falleció el 29 de Octubre de 1774. Los dos nombrados en último término eran matemáticos.
La mayoría de los Jesuitas de esta misión eran Italianos, Portugueses, Españoles, Alemanes, Suizos o Belgas, sólo unos pocos eran Franceses. En 1685, sin embargo, Luis XIV rey de Francia, envió seis Jesuitas Franceses al Lejano Oriente: Guy Tachard que se quedó en Siam, pero Jean de Fontaney, Joachim Bouvet, Louis de Comte, Jean-François Gerbillion y Claude de Visdelou, quienes llegaron a China el 23 de Julio de 1687, sentaron los cimientos de la célebre misión Francesa de Beijing, que duró hasta la supresión de la Compañía.
Su misión, bajo el protectorado del rey de Francia fue distinta de la misión de los otros Jesuitas, que eran conocidos de manera general como los “Portugueses”, para distinguirlos de sus otros hermanos. Los superiores de la misión Francesa fueron: Jean de Fontaney (1687), Gerbillion (1699), Dentrecolles (1706), Julien-Placide Hervieu (1719), Joseph Labbe (1736), Hervieu, por segunda vez (1740), Valentin Châlier (1745), Jean Sylvain de Neuvialle (1747), Louis-Marie Du Gad (1752), Neuvialle, una segunda vez (1757), Joseph-Louis Lefebvre (1762), John-Baptiste de la Roche (1769), y François Bourgeois.
Los siguientes son los nombres de los más destacados entre los Jesuitas Franceses:
• Jean-Franïois Gerbillion (Chang Ch’eng), nacido en Verdun, el 21 de Enero de 1654; llegó a China en 1687; falleció en Pekín, el 22 de Marzo de 1707. Habiendo sido superior de la casa de Pekín fue designado, el 3 de Noviembre de 1700, superior de todos los Jesuitas Franceses en China. Fue el intérprete para el tratado firmado con Rusia en Nerchinsk en 1589, y el autor de una gramática Manchú. • Claude de Visdelou (Liu-in), nacido el 12 de Agosto de 1656, en Britania; falleció en Pondicherry, el 11 de Noviembre de 1737. Llegó a China en 1687. Dejó la Compañía, fue designado vicario Apostólico de Kwei-chou y Obispo de Claudiopolis (12 de Febrero de 1707). Su muy valiosa “Historié de la Tartarie” fue publicada como un apéndice a la “Bibliothèque orientale” (1780) de B. d’Herbelot’s. • Joachim Bouvet (Petain), nacido en Man, el 18 de Julio de 1656; llegó a China en 1687; falleció en Pekín el 28 de Junio de 1730; un hombre de gran actividad. • Franïois-Xavier Detrecolles (en Hong-siu), nacido en Lyón, 5 de Febrero de 1663; llegado a China en 1698; falleció el 2 de Julio de 1741; autor de varios trabajos de valor científico. • Joseph-Marie de Prémare (Ma Jo-shi), n. en Hâvre-de-Grâce, el 17 de Julio de 1666; llegó a China en 1698; f. en Macao el 17 de Septiembre de 1736; autor de la bien conocida “Notitia Linguæ Sinicæ”, publicada en Malaca en 1831 a expensas de Lord Kingsborough. • Dominique Parrenin (Pa-To-ming), nacido en Russey el 14 de Septiembre de 1665; llegado a China en 1698; falleció en Pekín el 29 de Septiembre de 1741; un hombre erudito e influyente, autor de las vidas Chinas de San Luis Gonzaga (Tsi-mei-pien) y San Stanislaus Kostka (Te-hing-p’u). • Antoine Gaubil (Sun-kiun-yung), nacido en Gaillac el 14 de Julio de 1689; llegado a China en 1722; falleció en Pekín el 24 de Julio de 1759; destacable como astrónomo, historiador y geógrafo. • Pierre d’Incarville (T’ang), n. el 21 de Agosto de 1706; llegó a China en 1740; f. en Pekín el 12 de Mayo de 1757; reconocido como botánico. • Jose-Marie-Anne de Moyria de Mailla (Fung Pin-cheng), nacido en Moirans (Isère), el 16 de Diciembre de 1669; llegó a China en 1703; falleció en Pekín el 28 de Junio de 1748; traductor al Francés de la inmensa obra histórica China “T’ung-kien-kang-mu” (ed. Grossier, 13 vols. 4to, París, 1777-1785). • Jean-Joseph-Marie Amiot (Tsien Teh-ming), nacido en Toulon en 1718; llegó a China en 1750; falleció en Pekín el 9 de Octubre de 1793; el más activo contribuyente a las “Mémoires concernant les Chinois” y corresponsal regular del Ministro Francés Bertin.
Numerosas e importantes obras fueron compiladas o escritas por estos esforzados trabajadores misioneros. Entre ella se encuentran: (1) Mapas de China. Esta tarea fue emprendida por orden del Emperador K’ang-hi y ejecutada entre 1708 y 1718, bajo la dirección del Padre Jartoux, por Bouvet, Cardoso, Bonjour (Agustino), Mailla, Hinderer, de Tartre, y especialmente Fridelli y Régis. Ellos fueron la base de los célebres mapas de D’Anville aparecidos entre 1729 y 1734. (2) “Déscription geographique de la Chine” por J. B. Du Halde (París, 1735), compilado de material enviado por veintisiete misioneros en China. (3) “Lettres édifiantes et curieuses“, una colección de cartas de misioneros de todas partes del mundo, comenzada en 1702 por Charles Le Gobien, y tras su muerte por Du Halde, Patouillet, y Maréchal (34 vols., 1703-76). Esta obra fue reimpresa en 1780-83 por Yves-Mathurin-Marie de Querbeuf. Desde entonces ha habido numerosas ediciones y traducciones. (4) “Memoires concernant l’histoire, les sciences . . . des Chinois” (Paris, 1776-1814), conteniendo una masa de información mandada principalmente por Amiot and Cibot, y editada por Brotier, Bréquigney, y otros; el último volumen, conteniendo el final de la historia de la dinastía T’ang, fue editada por Sylvestre de Sacy. (5) Dieciséis placas dibujadas por orden del Emperador K’ien-lung para conmemorar sus conquistas en Asia Central. Los artistas en Pekín fueron Jean-Denis Attiret (falleció el 8 de Diciembre de 1768), Jean Damascène, Giuseppe Castiglioni, Ignaz Sichelbarth, todos Jesuitas excepto Damascène, un Agustino. Las placas fueron grabadas en París bajo la dirección de Charles-Nicolas Cochin. Además de Attiret había otro pintor Jesuita en la corte imperial, Giuseppe Panzi (nacido en Cremons, el 2 de Mayo de 1734).
Los Jesuitas tenían cuatro iglesias en Beijing. La Norte o iglesia Francesa (Pe-t’ang), la Sud o iglesia Portuguesa (Nun-t’ang), la iglesia del Oeste (Si-t’ang), y la iglesia del Este (Tung-t’ang), la vieja casa de Adam Schall. Los dos hermosos cementerios de los Jesuitas fuera de las paredes de Pekín, uno Portugués (Sha-la-eul o Téng-kong-che-lan), el otro Francés (Ch’eng-fu-sse), fueron destruidos por los Boxer en 1900. Los Jesuitas tenían residencias en las provincias de Chi-li, Shan-si, Shen-si, Shan-tung, Ho-nan, Sze-ch’wan, Hu-kwang, Kiang-si, Kiang-nan, Che-kiang, Fu-kien, Kwang-tung, y Kwang-si. En su supresión en 1773 los Jesuitas fueron reemplazados por los Lazaristas. El Arzobispo Jesuita de Nan-king, Xavier von Laimbeckhoven, un Austriaco, falleció el 22 de Mayo de 1787, cerca de Su-chou. No había sino unos pocos padres en Beijing cuando llegaron las noticias de la supresión de la Compañía a la capital China en Septiembre de 1774. Hallerstein y Benolt murieron de pena; el último miembro, Louis de Poirot, falleció antes de Octubre de 1815.
En 1841, Luigi de Besi, Vicario Apostólico de Shan-tung y Ho-nan, fue también ubicado temporariamente a cargo de la diócesis de Nan-king. El trabajo era muy pesado para un hombre y Monseñor de Besi escribió al General de los Jesuitas (18 de Septiembre de 1841), pidiendo que fueran enviados algunos misioneros para ayudarlo, tan pronto como fuera posible. Los Cristianos de Kiang-nan ya habían apelado al general, el Reverendísimo Padre Roothan (25 de Abril de 1832),a la Reina de Portugal (1838), y al Papa Gregorio XVI (1840). Finalmente dos Jesuitas, Claude Gotteland (nacido en Saboya, el 12 de Junio de 1803; f. en Shanghái, el 17 de Julio de 1856), y Eugène-Martin-François Estève (nacido en Paris, el 26 de Marzo de 1807; falleció en Zi-ka-wei, el 1 de Julio de 1848), llegaron a Shanghái, el 12 de Junio de 1842. Poco después fueron reunidos por Benjamin Bruyere (nacido 20 de Mayo, 1810; falleció en Hien-hien, 24 de Febrero, 1880), quien había permanecido en las Islas Chusan, en ese momento en manos de los Británicos. Monseñor de Besi tuvo entonces como sucesor a Monseñor Martesca (falleció 1885), y Monseñor Spelta, transferido en 1856 a Hu-pe. La diócesis fue dejada a cargo del Jesuita Francés André Borgniet (nacido 14 de Febrero, 1811; falleció 31 de Julio, 1862, en Hien-hien), quien fue finalmente consagrado Obispo titular de Berisa y designado vicario Apostólico el 2 de Octubre de 1859. La misión de K’ian-nan sufrió mucho durante la rebelión T’ai-p’ing, cuando los Padres Luigi Massa y Víctor Wuillaume fueron masacrados.
Un importante observatorio magnético y meteorológico ha sido erigido en cercanías de Shanghái, en la villa de Zi-ka-wei, llamada de este modo en el dialecto local debido a la proximidad de la tumba del celebre converso Paul Siu, bajo la dirección de los Padres Augustin Colobel (1873-74), Henri Le Lee (1875-76), Marc Dechevrens (1877-87), Bernard Ooms (1888, 1891), Stanislas Chevalier (1889-97), Louis Froe (1888). Allí son publicados valiosos boletines y memorandums que brindan un gran servicio a navegantes mediante pronósticos del tiempo, habiendo sido hecho un estudio especial de los tifones. También es emitido un calendario anual lleno de útil información. También fue establecido un observatorio astronómico en Zo-se Che-shan) en 1899 por el Padre Beaurepaire. Desde 1901 han sido publicados anales; en 1897-98, el director Stanislas Chevalier, investigó el Alto Yang-tze desde I-ch’ang a P’ing-shan-hien y publicó un atlas en fino folio del gran río, consistente de sesenta y cuatro hojas (1899). Bajo la dirección de Pierre Heude (nacido en Fougères, Brittania, el 25 de Junio, 1836; falleció en Zi-ka-wei, el 3 de Enero, 1902) fue comenzado un museo de historia natural en conexión con el cual fueron emitidas las “Mémoires concernant l’histoire naturelle de l’empire chinois” que son de gran interés. Debe hacerse mención también de la valiosa serie de monografías (veinticinco hacia 1908) impresas bajo el título general de “Variétés sinologiques“; en esta obra Henri Havret tomó el liderazgo después de 1892. Estas monografías tratan de varias provincias, de exámenes, del Gran Canal, de la propiedad de las tierras, de los Judíos, etc. Puede agregarse que los Padres Couvreur, Debesse y Petillion publicaron buenas guías o diccionarios del idioma Chino, y Angelo Zottoli compiló el “Cursus Litterature sinicæ“. Los Jesuitas de esta misión pertenecen a la provincia de Francia. Desde 1903, una publicación trimestral bajo el título “Relations du Chine” ha sido emitida en la central de París.
En 1856 parte de la provincia de Chi-li fue también encomendada al cuidado de los Jesuitas, y Adrien Languillat (nacido el 28 de Septiembre, 1808; falleció en Zi-ka-wei, el 29 Noviembre, 1878) fue consagrado el 22 de Marzo de 1857, Obispo de Sergiopolis, y fue el primer Vicario Apostólico de Sud Este Chi-li. Esta misión sufrió muchísimo durante la Rebelión Boxer. Algunos de sus miembros se han distinguido por sus publicaciones, e.g. , Séraphin Couvreur (n. el 14 de Enero, 1856), quien compiló grandes diccionarios e hizo traducciones de los clásicos Chinos; Leo Wieger (nacido el 9 de Julio, 1856), autor de “Rudiments de la langue chinoise“. Los Jesuitas de esta misión pertenecen a la provincia de Champagne, con central en Amiens. Desde Noviembre, 1898, han editado un periódico llamado “Chine, Ceylon, Madagascar“.
2. Dominicos
El primer misionero en arribar a China en los tiempos modernos fue el Dominico Portugués. Gaspar da Cruz (1555), cuyos sucesores fueron expulsados por los mandarines, habiéndose originado miedos en estos últimos. Gaspar da Cruz escribió un libro titulados “Tractado . . . da China” (1569). La misión Dominica fue creada en 1631 y en 1633 en la provincia de Fukien por Angelo Coqui y Thomas Serra. El bien conocido Dominico, Juan Bautista de Moralez (nacido en Eeija, España, 1597; falleció en Fu-kien, el 17 de Septiembre de 1664), quien tomó parte enérgicamente en la cuestión de los Ritos, llegó en 1637. En 1747, el Obispo Dominico Sanz, de Maurocastrum, fue martirizado con los Padres Alcobar, Royo, Díaz, y los Obispos Francisco Serrano. Francisco Varo (Wan Tai-kwo), quien llegó a China en 1654, publicó el “Arte de la Lengua mandarina” (Cantón. 1703), que fue la base de la “Grammatica Duplex” de Fourmont. Desde 1866, los Dominicos imprimieron por muchos años en Manila “El Correo Sino-Annamita“, que englobaban las cartas de sus misioneros en China, Formosa y Tong-king. Los Dominicos no tienen más que dos vicariatos en China: Fu-lien y Amoy (el último comprendiendo a Formosa), siendo las Islas Filipinas el centro de su actividad.
3. Franciscanos
En 1579, Pedro d’Alfaro, guardián de la provincia de San José en las Islas Filipinas, con Giovanni Battista de Pesaro, Sebastián de Baera (o de San Francisco), y Augustin de Tordesillas, tuvieron una estadía de siete meses en China, pero el primer Franciscano con una misión especial a China fue Antonio de Santa Maria (Li, nacido en Baltanas, Palencia, España; falleció en Cantón, el 13 de Mayo, 1669), quien fue enviado a China en Mayo de 1633, y tomó activa parte en su discusión sobre los Ritos. Entre los más destacables de estos frailes debe mencionarse a Basilio Brollo, mejor conocido como Baile de Glenmona (Ye T’sung-hien, nacido en Gemona, Italia, el 25 de Marzo, 1648; falleció en la provincia Shen-si, el 13 de Agosto, 1703), quien fue a China en 1860, se convirtió en Vicario Apostólico de Shen-si en 1700; compilador del diccionario Chino-Latín “Han-se-tze-yi“, copiado por De Guignes en su gran obra publicada en París en 1813, por orden de Napoleón I. También Carlo Orazio Castorano (siglo dieciocho), autor de muchos trabajos. La mayoría de los Franciscanos de China son Italianos, aunque Shan-tung Este fue hecho un vicariato Apostólico separado en 1894, por Frailes Menores Franceses.
4. Agustinos
En 1577, dos Agustinos Españoles Pedro Martin de Herrada y Gerónimo Marín, fueron a Fu-kien, donde no permanecieron más que cuatro meses y dieciséis días. La primera obra general sobre China fue escrita por el Agustino Juan Gonzáles de Mendoïa (Roma, 1585) y fue traducida a la mayoría de los idiomas. No fue sino hasta 1680 que Álvaro de Benavente llegó a China; fue consagrado Obispo titular de Ascalon y ubicado a la cabeza del recientemente creado vicariato de Kiang-si(1699) con su residencia en Kan chou. Murió repentinamente en Macao en 1705 y no fue reemplazado, tomando a su cargo también a Kiang-si y Che-kiang el Vicario Apostólico de Fu-kien. Los Agustinos habían estado ausentes de China por algún tiempo, cuando, en 1879, enviaron de Manila a Elías Suarez y Agustæn Villanueva para hacerse cargo de parte de Hu-nan que el 19 de Septiembre había sido erigido en vicariato bajo Saturin de la Torre.
5. Société des Missions Estrangères
La creación en 1622 de la Sacra Congregatio de Propagandâ Fide hizo posible centralizar el trabajo de las misiones de modo que sus necesidades pudieran ser estudiadas y su campo de acción ampliado. Ningún apóstol estaba más ansioso que Alexandre de Rhodes, SJ (nacido en Avignon, el 15 de Marzo, 1591; falleció en Ispahán, el 5 de Noviembre, 1660) de apelar a Roma para hacerle saber los deseos de los sacerdotes de numerosas misiones. El había estudiado completamente la cuestión y viajado extensamente a China, Cochin-China, Tong-king, y Persia. El Papa Inocencio X deseaba consagrar a Père de Rhodes obispo, pero a través de la modestia el misionero declinó este honor. Su recompensa iba a consistir en el éxito de la causa que tan fervientemente abogó. El 7 de agosto de 1651, Propaganda suplicó al papa designara un patriarca, dos o tres arzobispos, y doce obispo a las diversas iglesias de Asia Oriental. Mediante una breve del 17 de agosto de 1658, Alejandro VII nominó a Franïois Pallu, Canónigo de San. Martín de Tours, y Obispo titular de Heliópolis, y Pierre de la Motte Lambert, Obispo titular de Berytus, para hacerse cargo de las misiones en China y países vecinos, con el poder de escoger un tercer vicario Apostólico. Su elección recayó en Cotolendi, vicario de Sainte-Madeleine en Aix-en-Provence. Los vicarios Apostólicos pidieron a Propaganda autoridad para fundar un seminario para la conversión de infieles y para el entrenamiento de misioneros. Jean Duval, en religión Dom Bernard de Santa Theresa, un Carmelita Descalzo, vicario Apostólico de Persia y Obispo titular de Babilonia, donó un lugar adecuado en París (16 de Marzo de 1663) y los directores tomaron posesión el 27 de Octubre de 1664. Este fue el comienzo de la Société des Missions Estrangères. Los primeros superiores fueron Vincent de Meurs de Tréguier (1664-68) y Michel Gazil of Tours (1668-70). Los primeros directores fueron Michel Gazil (falleció 14 de Enero, 1697), y Armand Poitevin (f. 1682). Pierre de la Motte Lambert y Jacques de Bourges fueron los primeros misioneros que dejaron París. La primera partida del seminario de París tuvo lugar el 8 de Noviembre de 1665. Los misioneros, embarcados en La Rochelle el 14 de Marzo de 1666. Las Missions Estrangères tenían sacerdotes en Nan-king (Cotolendi murió en el viaje; Laneau, quien residía en Siam); en la provincia de Fu-kien (Pallu, 1679-84; Charles Maigrot, 1697-1707); en la provincia de Sichuan (Artsu de Lyonne, 1697-1713); en la provincia de Yun-nan (Philibert le Blanc, 16697; Enjobert de Martillat, 1727-52). No obstante la hostilidad de Portugal, las Missions Estrangères continuaron floreciendo, y al día de hoy están esparcidas sobre una gran porción del Imperio Chino, y tienen además misiones en Japón, Tong-king, Cochinchina, Camboya, Siam, Malaca, Burma, e India. Hay un procurador en Hong-Kong y uno en Shanghai y un sanatorio (Béthanie) en Hong-Kong. En la isla de Hong-Kong, la compañía dirige una oficina de impresión en Pakfulum, llamada “Imprimerie de Nazareth”, donde son emitidos libros no solamente en Francés y Latín, sino también en Chino, Anamita, Japonés, Coreano, Camboyano, Bahnar, Malayo, y Tibetano. Los sacerdotes de las Missions Estrangères han hecho un estudio especial de los idiomas y han publicado los siguientes diccionarios: Pigneaux y Taberd, “Dict. Anamito-latinum” (Serampore, 1833); Taberd, “Dict. Latino-Anamiticum” (Serampore, 1838); “Vocabulaire Cochinchinois” (1838); Theurel, “Dict. Anamitico-Latinum” (Ninh-phu, 1877); Ravier, “Dict. Latino-Anamiticum” (Ninh-phu, 1880); Pallegoix, “Dict. Linguae Thai” (Paris, 1854); “Dict. coréen-franïais” (Yokohama, 1880); “Dict. chinois-franïais” (dialecto de la China Occidental, Hong-Kong, 1893); Dourisboure, “Dict. Bahnar-franïais” (Hong-Kong, 1889); Desgodins, “Dict. thibétain-latin-francais” (Hong-Kong, 1899).
6. Lazaristas (Cong. Missionis)
Los primeros Lazaristas fueron enviados a China por Propaganda: Luigi Antonio Appiani (Pie), Johann Mullener (Mo) en 1699, T. Pedrini (Te) en 1710. Appiani (nacido en Dogliani, el 22 de Marzo, 1663; falleció el 29 de Agosto., 1732), fue vice-visitante en China, Mullener (nacido en Bremen, el 4 de Octubre de 1673; falleció el 17 de Dic. de 1742), Obispo titular de Myriopolis, fue el segundo vicario Apostólico de Sze-ch’wan. Pedrini (nacido en Fermo, Italia; falleció en Pekín, el 10 de Dic., 1746) tomaron activa parte en la discusión sobre los Ritos. Sin embargo no fue hasta que reemplazaron a los Jesuitas en Pekín, que los Lazaristas hicieron pie firme en China. Cuando la Compañía de Jesús fue suprimida por Clemente XIV, la oferta de sucesión fue declinada por las Missions Estrangères de Paris, y fue finalmente aceptada, no sin reticencia, por los Lazaristas, y confirmada por el decreto Romano del 7 de Diciembre de 1783, aprobada por Luis XVI de Francia en Versalles el 25 de Enero de 1784. El superior general Antoine Jacquier, eligió para las nuevas misiones a Nicolas-Joseph Raux (nacido en Ohain, Hainault, el 14 de Abril, 1754; falleció el 16 de Nov. 1801); Jean-Joseph Ghislain (nacido en Salles, Diócesis de Cambrai, el 5 de Mayo, 1751; falleció el 12 de Agosto, 1812), y el Hermano Charles Portis. Llegaron a Cantón, el 29 de Agosto de 1784. Pekín, sin embargo, tuvo que ser abandonado sobre la mayor parte del siglo diecinueve, y fue finalmente recobrada después de la guerra de 1860, por el Obispo Joseph-Martial Moulay (nacido en Figeac, el 2 de Agosto de 1807; falleció el 4 de Diciembre de 1868), Vicario Apostólico de Chi-li Norte. Monseñor Alphonse-Pierre Favier, un Lazarista, obispo titular de Pentacomia (nacido 22 Sept., 1837), Vicario Apostólico de Pekín durante la rebelión Boxer, fue uno de los sucesores del Obispo Mouly. Entre los Lazaristas destacados de China, debe mencionarse a Joachim-Affonso Gonïalves (nacido en Portugal, el 23 de Marzo, 1781; falleció 3 de Oct., 1844), un gran sinólogo. autor de “Arte China”, y varias gramáticas y diccionarios, y el célebre naturalista Armand David, (nacido en Espalette, 7 de Sept., 1826, falleció en Paris, 10 de Nov., 1900). El bien conocido viajero del Tibet, Evariste-Régis Hue (nacido en Caylus, 1 de Junio, 1813; falleció Marzo de 1860) fue también un Lazarista. En los vicariatos administrados por los Lazaristas hay una cantidad de Hermanas de San Vicente de Paúl, quienes son amables enfermeras en los hospitales. Los Lazaristas también tenían a cargo de la Obra de la Santa Niñez, para la redención de los niños nativos abandonados, con su central en T’ing-hi (Isla Chusan). Los Lazaristas tienen un procurador en Shanghái. Desde 1832 han publicado los “Annales de la Congrégation de la Mission“. La sede central de la misión está en París.
7. Congregación Belga del Inmaculado Corazón de María (Imm. Cord. B. M. V. de Scheutveld)
Esta congregación fue establecida en Bruselas por el capellán militar retirado, Théophile Verbist (n. en Antwerp, 1823; f. en Mongolia, 24 Feb., 1868). Su primer compañero fue Van Segvelt, y pronto se le unieron Franïois Vranckx y Verlinden, y más tarde Jacques Bax y Ferdinand Hamer, quienes más tarde fueron vicarios Apostólicos. Las misiones Belgas se extendieron sobre Mongolia, Kan-su, y Asia Central. En Febrero de 1889, esta congregación estableció el periódico “Missions en Chine et au Congo“, publicado en Bruselas en Francés y Flamenco. La sede central de las misiones están en Scheutveld cerca de Bruselas.
8. Misiones Extranjeras de Milán (Sem. Mediol. Miss. Ext.)
Un nuevo seminario fue establecido en Milán el 31 de Julio de 1850 por Monseñor A. Ramazzotti, posteriormente Obispo de Pavía, y Patriarca de Venecia con la ayuda de los Padres Reina, Mazzucconi, Salerio, Ripamonti, y Guiseppe Marinoni (nacido en Milan, 11 Oct, 1810; falleció 27 Ene., 1891). El mencionado en último término fue el verdadero fundador de la orden y su primer director. La sede central está en Milán.
9. Sacerdotes de Steyl (Sem. Steylen. pro Miss. Ext. Soc. Verbi Divini)
Esta congregación fue fundada en 1875 por Arnold Janssen, un sacerdote de la Diócesis de Münster (Westphalia), capellán de las Hermanas Ursulinas en (Rhenish Prusia), y editor de la “Kliner Herz Jesu Bote“, en Steyl (Holanda), cerca de Tegelen de Venloo. La nueva congregación Alemana obtuvo de los Franciscanos la concesión de parte de Shan-tung de la cual Johann Baptist Anzer fue designado pro vicario el 2 de Enero de 1882 y vicario Apostólico el 22 de Diciembre de 1885. Cuando el Obispo Anzer de Telepta murió (24 de Noviembre de 1903), fue reemplazado por el Obispo Henninghaus. Esta misión está bajo el protectorado Alemán, con sede central en Steyl.
10. Seminario de los Santos Pedro y Pablo (Sem. SS. Apost. Petri et Pauli de Urbe), fundado en Roma por Pío IX en 1874, tiene una pequeña misión en Shen-si Sud.
Protectorado
El reparto de las tierras recientemente encontradas por parte de la Santa Sede, a fines del siglo quince, asignó Asia a Portugal, quien tenía el control de los misioneros en China, por una Bula de Nicolás V (8 de Enero de 1454). El primer golpe a este protectorado fue la creación de la Sacra Congregatio de Propagandâ Fide por Gregorio XV, el 22 de Junio de 1622, y la designación de dos vicarios Apostólicos Franceses en 1658. El próximo fue el envío de cinco Jesuitas a China en 1685, por Luis XIV, quien se prometió proteger a sus sujetos. La rivalidad de Portugal y Francia en el campo de esta misión no fue un factor leve en el fracaso de las misiones especiales del Cardenal de Tournon. Los Lazaristas tomaron el lugar de los Jesuitas en Pekín con el acuerdo de Francia. Cuando el obispo Portugués, Gaetano Pires, murió en Pekín, el 2 de Nov. de 1838, su país no nombró un sucesor y su lugar fue ocupado por los Lazaristas Franceses y su obispo, Mouly. El embajador Francés, Th. Lagrené, firmó un tratado en Whampoa, 24 Oct., 1844, en el cual está estipulado (art. XXIII) que los Franceses tendrían el derecho de establecer iglesias, hospitales, escuelas y cementerios. Nuevamente en el Art. XIII del Tratado Francés de T’ien-tsin, fue estipulado que le debía ser garantizada la protección a los misioneros que viajaran con pasaportes regulares al interior de China, y que todos los edictos contra la religión Cristiana debían ser abrogados. Por el art. VI de la Convención Francesa de Pekín de 1860, fue acordado que todos los edificios confiscados por los Chinos debía ser devueltos a los Cristianos a través de la Legación Francesa en Pekín. Cuatro iglesias de la capital, en sus sitios, se rindieron entonces al Embajador Francés, Barón Gros, quien emitió pasaportes a veintiocho misioneros de varias congregaciones y nacionalidades. Portugal no protestó ni interfirió, dejando a Francia el tranquilo ejercicio de su protectorado sobre todas las misiones en China.
El 20 de Febrero de 1865, M. Berthemi, el Ministro Francés en Pekín, mantuvo una correspondencia con el Tsung-il Yamen, con relación a la compra de tierras y casas por parte de los misioneros Franceses. La cuestión fue definitivamente sentada por M. Gérard, el 14 de Abril de 1895,y el acuerdo es conocido como la “Convención Berthemy“. En 1885 se hizo un intento de enviar un nuncio papal o delegado a Pekín, pero cuando Francia observó que esto interferiría con su protectorado, Roma no insistió. En 1890-91, luego de una prolongada negociación con la Santa Sede y el Obispo Alemán Anzer de Shan-tung, el Gobierno Alemán logró tener la misión ubicada bajo su protectorado. Por supuesto Francia no podría objetar la protección dada por un soberano a sus propios sujetos. También se habían hecho arreglos con Italia para la protección de los sujetos Italianos, pero el tema no es tan simple en este caso teniendo en cuenta las relaciones entre el Gobierno Italiano y la Santa Sede. Estos reclamos no tuvieron efectos prácticos sobre el protectorado de Francia, quien, con las Mission Etrangères de París, los Lazaristas, y los Jesuitas Franceses, tiene la parte del león en este inmenso campo de la evangelización.
Jerarquía
Un importante decreto imperial del 15 de Marzo de 1899, estableció sobre una base oficial las relaciones entre el clero Católico y las autoridades locales de China; los obispos fueron puestos en igualdad de situación con los virreyes y los gobernadores, los vicarios generales se equiparaban a los tesoreros, los jueces provinciales y Tao-t’ai, los sacerdotes con los prefectos. Este decreto fue firmado por sugerencia del Obispo Favier de Pekín, pero su sabiduría ha sido muy discutida
Estado de las misiones católicas
El 27 de Abril de 1879, el Papa dio su aprobación a la resolución de Propaganda dividiendo al Imperio Chino en cinco regiones.
Primera Región
Incluye los siguientes vicariatos Apostólicos: En la provincia Chi-li: (1) Chi-li Sudeste, erigida en 1856; bajo el cuidado de los Jesuitas, residencia, Chang-kia-chwang, en la prefectura de Ho-kien; vicario Apostólico, Henri Maquet, designado Obispo titular de Amatheus en 1901; 49 sacerdotes, 20 sacerdotes nativos, 62,454 Cristianos, 8036 catecúmenos, 332 iglesias y capillas. (2) Chi-li del Norte, erigida en 1856; bajo los Lazaristas; residencia, Pekín; vicario Apostólico, Stanislas Jarlin, designado Obispo titular de Pharbætus en 1900; 43 sacerdotes, 54 sacerdotes nativos, 105.170 Cristianos, 20.000 catecúmenos, 456 iglesias y capillas. (3) Chi-li Sudoeste, erigida en 1856; bajo los Lazaristas; residencia, Cheng-ting; vicario Apostólico, Monseñor Brugnière, Obispo titular de Cina (f. 1907); 19 sacerdotes, 22 sacerdotes nativos, 44,500 Cristianos, 6530 catecúmenos, 344 iglesias o capillas. (4) Chi-li Oriental, erigida el 23 de Dic., 1899; bajo los Lazaristas; residencia Yung-p’ing; vicario Apostólico, Ernest Francis Geurts, Designado Obispo titular de Rhinocolura en 1900; 9 sacerdotes, 1 sacerdote nativo, 5823 Cristianos, 1000 catecúmenos, 25 iglesias y capillas. En la Provincia de Honan: (5) Ho-nan Norte, erigida en 1869; bajo los sacerdotes del Seminario de Misiones Extranjeras de Milán; residencia, Wei-hwei; vicario Apostólico, Giovanni Menicatti, designado Obispo Titular de Tanis en 1903; 12 sacerdotes, 2 sacerdotes nativos, 4532 Cristianos, 3827 catecúmenos, 70 iglesias y capillas. En Manchuria (6) Manchuria Sud, erigida en 1856; bajo los sacerdotes del Seminario de Misiones Extranjeras de París; residencia, Mukden; vicario Apostólico, Félix-Marie Choulet, designado Obispo titular de Zela en 1901; 32 sacerdotes, 8 sacerdotes nativos, 20.628 Cristianos, 6950 catecúmenos, 90 iglesias y capillas. (7) Manchuria Norte, erigida en 1856; bajo los sacerdotes del Seminario de Misiones Extranjeras de París; residencia, Cheng-ting; vicario Apostólico, Pierre-Marie Lalouyer, designado Obispo titular de Raphaneæ en 1898; 25 sacerdotes, 8 sacerdotes nativos, 15.823 Cristianos, 8725 catecúmenos, 93 iglesias y capillas. En Mongolia: (8) Mongolia Oriental, erigida el 21 de Dic., 1883; sacerdotes de Scheutveld, Bruselas; residencia Sung-tsoei-tze; vicario Apostólico, Conrad Abels, designado Obispo titular de Lagania en 1897; 39 sacerdotes, 9 sacerdotes nativos, 17,466 Cristianos, 7100 catecúmenos, 47 iglesias y capillas. (9) Mongolia Central, erigida el 21 de Dic., 1883; sacerdotes de Scheutveld; residencia, Si-wan-tze; vicario Apostólico, Jerome Van Aertselaer, designado Obispo titular de Zarai en 1898; 47 sacerdotes, 23 sacerdotes nativos, 23,776 Cristianos, 6244 catecúmenos, 125 iglesias y capillas. (10) Mongolia Sudoeste, erigida el 21 de Dic., 1883; sacerdotes de Scheutveld; residencia, Sang-tao-ho-tse; vicario Apostólico, Alphonse Bermyn, designado Obispo titular de Stratonicea en 1901; 47 sacerdotes, 1 sacerdote nativo, 11,430 Cristianos, 4094 catecúmenos, 37 iglesias y capillas.
Segunda Región
Incluye los siguientes vicariatos Apostólicos: (1) Kan-su Norte, erigido el 21 de Mayo, 1878; sacerdotes de Scheutveld; residencia, Liang-chou; vicario Apostólico, Ubert Otto, designado Obispo titular de Assur en 1891; 20 sacerdotes, 1 sacerdote nativo, 2702 Cristianos, 233 catecúmenos, 23 iglesias y capillas. (2) Kan-su Sur(Pref. Ap.), erigido el 28 April, 1905; sacerdotes de Scheutveld; residencia, T’sin-chou; prefecto Apostólico, Evrard Terlask, 12 sacerdotes, 3 sacerdotes nativos, 1106 Cristianos, 626 catecúmenos, 13 iglesias y capillas. (3) I-li o Kuldja (misión), erigido el 1 Oct, 1888; sacerdotes de Scheutveld; residencia, I-li; superior de la misión, Jean-Baptiste Steeneman; 6 sacerdotes, 300 Cristianos, 2 iglesias y capillas. (4) Shen-si Norte, erigido el 1844; Franciscanos; residencia, Kao-lin-hien, cerca de Si-ngan-fu; vicario Apostólico, Athanasius Goette, designado Obispo titular de Lampa en 1905; 14 sacerdotes, 26 sacerdotes nativos, 24,100 Cristianos, 5000 catecúmenos, 203 iglesias y capillas. (5) Shen-si Sur, erigido el 6 de Julio, 1887; sacerdotes del Seminario de los Santos Pedro y Pablo, Roma; residencia, Ku-lu-pa; vicario Apostólico, Pío Giuseppe Passerini, designado Obispo titular de Archantus en 1895; 16 sacerdotes, 2 sacerdotes nativos, 11,489 Cristianos, 6305 catecúmenos, 56 iglesias y capillas. (6) Shen-si Norte, erigido el 3 de Feb., 1844; Franciscanos; residencia, T’ai-yuan, vicario Apostólico, Agapito Agusto Fiorentini, designado Obispo titular de Rusaddir en 1902; 15 sacerdotes, 16 sacerdotes nativos, 18,200 Cristianos, 7302 catecúmenos, 174 iglesias y capillas. (7) Shan-si Sud, erigido el 17 de Junio, 1890; -Franciscanos; residencia, T’ai-yuan; vicario Apostólico, Agapito Agusto Fiorentini, designado Obispo titular de Rusaddir en 1902; 15 sacerdotes, 16 sacerdotes nativos, 18,200 Cristianos, 7302 catecúmenos, 174 iglesias y capillas. (8) Shang-tung Norte, erigido en 1839; Franciscanos; residencia, Tsi-nan; vicario Apostólico, Ephrem Giesen, Designado Obispo de Paltus en 1902; 26 sacerdotes, 19 sacerdotes nativos, 23,568 Cristianos, 15,735 catecúmenos, 187 iglesias y capillas. (9) Shang-tung Oriental, erigido el 16 de Feb., 1894; Franciscanos; residencia, Che-fu; vicario Apostólico, Cèsar Schang, designado Obispo titular de Vaga en 1894; -26 sacerdotes, 5 sacerdotes nativos, 9900 Cristianos, 1500 catecúmenos, 153 iglesias y capillas. (10) Shang-tung Sud, erigido el 22 de Dic., 1885; sacerdotes de Steyl; residencia, Yen-cho; vicario Apostólico, August Henninghaus, designado Obispo titular de Hypæpa en 1904; 46 sacerdotes, 12 sacerdotes nativos, 35,301 Cristianos, 36,367 catecúmenos, 131 iglesias y capillas.
Tercera Región
Incluye los siguientes vicariatos Apostólicos: (1) Che-kiang, erigido en 1696; restablecido en 1845, Lazaristas; residencia, Ning-po; vicario Apostólico, Paul-Marie Reynaud, designado Obispo titular de Fussola en 1884; 30 sacerdotes, 16 sacerdotes nativos, 25,126 Cristianos, 8633 catecúmenos, 153 iglesias y capillas. (2) Ho-nan Sud, erigido el 28 Aug.,1882; sacerdotes del Seminario de Milán; residencia, Nan-yang; vicario Apostólico, Angelo Cattaneo, designado Obispo titular de Hippus en 1905; 13 sacerdotes, 13 sacerdotes nativos, 12,000 Cristianos, 6000 catecúmenos, 83 iglesias y capillas. (3) Ho-nan Occidental(Pref. Ap.), erigido el 22 de Ene.,1882; Congregación de San Francisco Javier de Parma; residencia, Sian-ch’eng; prefecto Apostólico, Lodovico Calza; 8 sacerdotes, 1055 Cristianos, 2000 catecúmenos, 8 iglesias y capillas. (4) Hu-nan Sud, erigido en 1856; Franciscanos; residencia, Sean-sa-van, cerca de Heng-chou; vicario Apostólico, Pelligrino Luigi Mondaini, designado Obispo titular de Synaus en 1902; 15 sacerdotes, 6 sacerdotes nativos, 6499 Cristianos, 1000 catecúmenos, 22 iglesias y capillas. (5) Hu-nan Norte, erigido el 19 de Sept., 1879; Agustinos; residencia, She-men, cerca de Li-chu; vicario Apostólico, Ludovico Perez y Perez, designado Obispo titular de Corycus en 1896; 24 sacerdotes, 2 sacerdotes nativos, 2677 Cristianos, 3317 catecúmenos, 32 iglesias y capillas. (6) Hu-pe Nor Oeste, erigido en 1870; Franciscanos; residencia, Lao-ho-k’ou; vicario Apostólico, Fabiano Landi, designado Obispo titular de Tænarum en 1904; 16 sacerdotes, 14 sacerdotes nativos, 17.211 Cristianos, 9400 catecúmenos, 75 iglesias y capillas. (6) Hu-pe Sud Oeste, erigido en 1870; Franciscanos; residencia, I-ch’ang; vicario Apostólico, Modestus Everaerts, designado Obispo titular de Tadama en 1904; 20 sacerdotes, 8 sacerdotes nativos, 10.546 Cristianos, 6384 catecúmenos, 75 iglesias y capillas. (7) Hu-pe Oriental, erigido en 1870; Franciscanos; residencia, Wu-ch’ang; vicario Apostólico, Epifanio Carlassare, designado Obispo titular de Madaura en 1884; 23 sacerdotes, 18 sacerdotes nativos, 24.792 Cristianos, 20,000 catecúmenos, 105 iglesias y capillas. (9) Kiang-nan o Nan-king, erigido en 1660; restablecido en 1856; Jesuitas; residencia, Shanghái; vicario Apostólico, Prosper Paris, designado Obispo titular de Silandus en 1900; 131 sacerdotes, 60 sacerdotes nativos, 164,088 Cristianos, 95,013 catecúmenos, 984 iglesias y capillas. (10) Kiang-si Norte, erigido en 1845; Lazaristas; residencia, Kiu-kiang; vicario Apostólico, Paul-Louis Ferrant, designado Obispo titular de Barbalissus en 1898; 18 sacerdotes, 4 sacerdotes nativos, 11,397 Cristianos, 8861 catecúmenos, 110 iglesias y capillas. (11) Kiang-si Sur, erigido en 1879; Lazaristas; residencia, Ki-ngan; vicario Apostólico, Auguste Coqset, designado Obispo de Cardica en 1898; 15 sacerdotes, 6 sacerdotes nativos, 8637 Cristianos, 2932 catecúmenos, 43 iglesias y capillas. (12) Kiang-si Oriental, erigido el 14 de Agosto, 1885; Lazaristas; residencia, Fu-chou; vicario Apostólico, Casimir Vic, designado Obispo titular de Metellopolis en 1898; 21 sacerdotes, 10 sacerdotes nativos, 16,295 Cristianos, 3500 catecúmenos, 56 iglesias y capillas.
Cuarta Región
Incluye los siguientes vicariatos Apostólicos: (1) Kwei-chou, erigido en 1708; restablecido en 1847; sacerdotes del Seminario para Misiones Extranjeras de París; residencia, Kwei-yang; vicario Apostólico, Franïois-Mathurin Guichard, designado Obispo titular de Torone en 1884; 49 sacerdotes, 17 sacerdotes nativos, 24.018 Cristianos, 22,825 catecúmenos, 106 iglesias y capillas. (2) Sze-ch’wan Nor Oeste, erigido en 1680; sacerdotes del seminario de París; residencia, Ch’eng-tu; vicario Apostólico, Marie-Julien Dunand, designado Obispo titular de Caloe en 1893; 39 sacerdotes, 45 sacerdotes nativos, 40,000 Cristianos, 8,672 catecúmenos, 105 iglesias y capillas. (3) Sze-ch’wan Oriental, erigido en 1860; sacerdotes del seminario de París; residencia, Ch’ung-k’ing; vicario Apostólico, Célestin-Félix Dunand, designado Obispo titular de Dansara en 1891; 48 sacerdotes, 41 sacerdotes nativos, 34,800 Cristianos, 17.000 catecúmenos, 103 iglesias y capillas. (4) Sze-ch’wan Sud Oeste, erigido en 1860; sacerdotes del seminario de París; residencia, Sui-fu; vicario Apostólico, Marc Chatagnon, designado Obispo titular de Chersonesus en 1887; 46 sacerdotes, 14 sacerdotes nativos, 26,000 Cristianos, 6,000 catecúmenos, 40 iglesias y capillas. (5) Yu-nan, erigido en 1702; restablecido en 1843; sacerdotes del seminario de París; residencia, Yu-nan (Sze-ch’wan); 29 sacerdotes, 13 sacerdotes nativos, 10,390 Cristianos, 13,097 catecúmenos, 71 iglesias y capillas. (6) Tíbet, erigido en 1846; sacerdotes del seminario de París; residencia, Tat-tsien-lu (Sze-ch’wan); vicario Apostólico, Pierre-Phillipe Giraudeau, designado Obispo titular de Thynias en 1901; 15 sacerdotes, 1 sacerdotes nativos, 2050 Cristianos, 1000 catecúmenos, 14 iglesias y capillas.
Quinta Región
Incluyendo los siguiente vicariatos Apostólicos; (1) Fu-kien, erigido en 1696; Dominicos; residencia Fu-chou; vicario Apostólico, Salvator Masot, designado Obispo titular de Avara en 1884; 37 sacerdotes, 16 sacerdotes nativos, 44,799 Cristianos, 25,806 catecúmenos, 116 iglesias y capillas. (2) Amoy, erigido el 3 de Dic., 1883; Dominicos; residencia Fu-chou; vicario Apostólico, Isidoro Clemente Gutiérrez, designado Obispo titular de Augila en 1900; 18 sacerdotes, 1 sacerdote nativo, 4242 Cristianos, 4773 catecúmenos, 57 iglesias y capillas. (3) Hong-Kong, erigido en 1874; sacerdotes from the Seminary of Milan; vicario Apostólico Dominico Pozzani, designado Obispo titular de Tavia en 1905; 12 sacerdotes, 10 sacerdotes nativos, 14,195 Cristianos, 1000 catecúmenos, 73 iglesias y capillas. (4) Kwang-tung (Pref. Ap.), erigido en 1850; sacerdotes del Seminario de París; residencia, Cantón; prefecto Apostólico Jean-Marie Mérel, designado Obispo titular de Orcistus en 1905; 12 sacerdotes, 10 sacerdotes nativos, 14,195 Cristianos, 1000 catecúmenos, 73 iglesias y capillas. (4) Kwang-si (Pref. Ap.), erigido el 6 Aug., 1875; sacerdotes del Seminario de París; residencia, Nan-ning; prefecto Apostólico Joseph-Marie Lavest, designado Obispo titular de Sophene en 1900; 28 sacerdotes, 4 sacerdotes nativos, 3610 Cristianos, 4312 catecúmenos, 47 iglesias y capillas.
En las sedes centrales (procuradurías) de las diversas misiones veintitrés sacerdotes ofician en ocho capillas o iglesias. Hay seis Traperos extranjeros y cinco nativos. Macao es el asiento de la diócesis. Hay 38 vicariatos Apostólicos; 4 prefecturas Apostólicas, 1 misión (I-li), 1 diócesis (Macao) con 1280 sacerdotes extranjeros y 577 nativos para 1’014,266 Cristianos. Deben ser mencionados también los Hermanos Maristas (Maristæ) y muchas hermanas, tanto extranjeras como nativas; Hermanas de San Vicente de Paúl, de San José, de Providence de Portieux, de la Tercera Orden de San Francisco, de Canossa, de San Pablo de Chartes; Siervas de Espíritu Santo, Hijas del Purgatorio, etc.; en el vicariato de Kiang-nan hay Hermanas Carmelitas (1 casa); 91 (33 nativas) Ayudantes de las Almas del Purgatorio (3 casas); 31 Hermanas de la Caridad; 9 Pequeñas Hermanas de los Pobres, y 173 niñas Chinas. En Hong- Kong hay un Procurador General de Propaganda por misiones Chinas e Indochinas.
Maniqueos
Los Maniqueos fueron llamados por los Chinos Mo-ni, una transcripción de Mâni; son tempranamente mencionado en 631 y estaban íntimamente conectados con los Uigares (Uzbekistan), quienes sufrieron una aplastante derrota, el 13 de Feb. de 843. Sin duda como resultado de tal derrota, en el edicto de 845, prohibiendo todas las religiones extranjeras, los Mo-ni no son mencionados. Probablemente es el idioma de los Mo-ni y no el de los Nestorianos ni el de los Mahometanos el mencionado en la inscripción Kara-Belgasun en la primera mitad del siglo noveno. Sin embargo, un pasaje de la obra China, “Fo-tsu-t’ung-ki”, menciona al Mo-ni como “todavía existente en las Tres Montañas”, en la ribera derecha del Yang-tze sobre Nan-king.
Misiones Protestantes
El primer trabajador Protestante (Ye-su-kiao) entre los Chinos fue Joshua Marshman, aunque no fue a China, llevando sus tareas en Bengala, en Serampore, donde murió el 7 de Dic.,1837. El verdadero fundador de las misiones Protestantes a la China fue Robert Morrison (Ma Li-sun), nacido de padres Escoceses en Buller’s Green, en Northumberland, 5 Ene., 1872; entró en la Sociedad Misionera Londinense en 1805, comenzó su estudio de Chino en Londres con un Chino, Yong Sam-tak, y el 31 de Enero de 1807, se embarcó para China vía America. El 4 de Setiembre, llegó a Macao de donde prosiguió a Cantón, donde murió el 1 de Agosto de 1834. Publicó muchos trabajos en Chino y en Inglés, de los cuales el mejor conocido es “A Dictionary of the Chinese Language”, publicado en Macao, en la imprenta de la Compañía de las Indias Orientales (1815-23). Morrison fue seguido por William Milne (nacido 1785; falleció 2 Junio, 1822), principal del Colegio Anglo Chino de Malaca y Walter Henry Medhurst (nacido 29 Abril, 1796; falleció 24 de Ene., 1957). En 1827 Karl Friedrich Gützlaff (nacido en Pyritz, Prusia, 8 de Julio, 1803; falleció en Hong-Kong, 1851) fue enviado a China por el Nederlandsch Zendelinggenootschap. El 19 de febrero, 1830, Elijah Coleman Bridgman (nacido 22 de Abril, 1801, en Belchertown, Mass.; falleció 2 de Nov., 1861) llegó, primer agente del Comité Americano de Comisionados para Misiones Extranjeras. Entonces vino (1834) William Dean, por la Unión Misionera Bautista Americana; Henry Lockwood (1835) por el Consejo de Misiones Extranjeras de la Iglesia protestante Episcopal en los Estado Unidos; G. Tradescant Lay (1836), por la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera; Edward B. Squire (1836) por la Iglesia de la Sociedad Misionera. En 1847, las Misiones Alemanas de Brasil y del Rin enviaron representantes. La Misión de la China Interior la que aún está en pleno vigor fue comenzada en 1862 por James Meadow. Durante los últimos pocos años las misiones Americanas y las Escandinavas se han incrementados en gran medida.
Entre los destacados misioneros Protestantes no mencionados hasta el momento, los siguientes deben ser citados; Americanos: David Abeel (nacido New Brunswick, N. J., 12 de Junio, 1804; falleció 4 de Sept. 1846); S. W. Bonney (nacido 8 de Marzo, 1815, en New Canaan, Conn.; falleció 27 de Julio, 1864); William Jones Boone (falleció 17 de Julio, 1864), el primer obispo misionero; Justus Doolittle (nacido 23 de Junio, 1824; falleció 15 de Junio, 1880); W. A. P. Martin, último Presidente de la Universidad de Beijing; Peter Parker (n. 1804; falleció 10 de Enero, 1888), en un momento Ministro Americano para China; Samuels Wells Williams (nacido en Utica, N. Y., 22 de Sept., 1812; falleció 16 de Feb., 1884, en New Haven), el más grande de los sinólogos Americanos, en un momento Chargé d’Affairs de los Estados Unidos en Beijing, y hacia el final de su vida, Profesor de Chino en la Universidad de Yale. Británicos: Carstairs Douglas (nacido 27 de Dic., 1820; falleció en Amoy, 20 de Julio, 1877); Joseph Edkins (falleció 23 de Abril, 1905), el autor de innumerables libros y trabajos sobre China; Griffith John (nacido 1831); James Legge (nacido en Huntly, Aberdeenshire, 20 de Dic., 1815); falleció 29 de Nov., 1897), el gran erudito y traductor de los clásicos Chinos;Arthur Evans Moulay (llegado a China en 1861); J. Hudson Taylor (nacido 21 de May, 1832; falleció 3 de Junio, 1905), quien dio un gran impulso a la Misión de la China Interior; Alexander Wylie (nacido 6 de Abril, 1815; falleció 6 de Feb, 1887), biógrafo e historiador y; los Alemanes, Ernst Faber (nacido 25 de Abril, 1839; falleció 26 de Sept., 1899); los Suecos, Th. Hamburg (falleció 13 de Mayo, 1854). Las misiones médicas, incluyendo el establecimiento de hospitales generales y oftálmicas sin duda han ayudado en gran medida al desarrollo de las misiones Protestantes. Estos fueron al principio establecidos en el puesto del tratado solamente, pero ahora están diseminados en el interior del país, principalmente a través del medio de la Misión de la China Interior.
Las misiones Protestantes sufrieron grandemente durante la Rebelión de los Boxer (1899-1900), perdiendo 188 miembros (100 Ingleses, 56 Suecos, 32 Americanos), en Shang-si y más allá (159), Chi-li (17), Che-kiang (11), y Shang-tung (1). Las provincias pertenecientes principalmente a la Misión de la China Interior, la Alianza Cristiana y Misionera, el Comité Americano, etc. Varias veces no menos de 111 sociedades han tenido representantes en China, más de la mitad comenzaron entre 1887 y 1907. En 1876 había 29 cultos trabajando en China, los que para 1906 habían crecido a 82, La cuestión de los Ritos había crecido entre los misioneros Protestantes bajo el nombre de “Cuestión de Término”, debido a la carencia de unidad en la elección de un término para describir la Deidad: siendo propuestos Shin, T’ien-shin, T’ien-chu, etc. Shang-ti parece encontrar la aprobación de la mayoría. La Biblia o porciones de la Biblia habían sido traducidos bajo los auspicios de tres sociedades Bíblicas, la Británica, la Extranjera y la Americana, y la Sociedad Nacional de Escocia, en los siguientes dialectos: Mandarin, Fu-chou, Cantón, Shang-hai, Su-chou, Hakka; Swatow (impreso en caracteres Chinos); Ning-po, Fu-chou, Amoy, Mandarín, Kien-ning, T’ai-chou, Shang-hai, Hakka, Swatow, Hai-nan, Hing-hwa, Wen-chou, Kien-yang, Cantón, Beijing, Shang-tung, Su-chou (en caracteres Romanos). En 1900 las publicaciones de las agencias Chinas de las tres sociedades Bíblicas sumaron 1’523,930 copias de la Biblia completa o de porciones de la misma (991.300 en Mandarín, 291,900 en simple Wen-li, 187,000 en Chino clásico, etc.). El bien conocido periódico “The Chinese Repository” fue editado desde mayo, 1832 a diciembre, 1851 (20 vols.), en Cantón, por dos misioneros Americanos, E. C. Bridgman, y su sucesores, S. W. Williams. El “Chinese Recorder“, comenzado en Mayo, 1868, en Fu-chou por el Rev. S. L. Baldwin ha sido llevado a cabo en Shanghai desde Enero, 1874. El 1 de enero de 1903, de acuerdo con “The Encyclopedia of Missions” (Dwight, Tupper, y Bliss), las misiones Protestantes en China (incluyendo Manchuria) incluían 2708 misioneros extranjeros, 5700 trabajadores nativos, 3316 sitios de práctica religiosa, 1570 escuelas elementales, 129 escuelas secundarias, 138 hospitales dispensarios, 24 establecimientos de impresión, 144.237 Cristianos profesantes. De acuerdo con el “Shanghai Mercury” el número de trabajadores extranjeros (hombres y mujeres), que en 1873 habían sido 473, fue el 31 de Diciembre de 1907, 3833; siendo el número total de Cristianos bautizados y catecúmenos de 256,779.
Misión Eclesiástica Rusa
La misión fue comenzada por treinta y un Rusos, hechos prisioneros en el primer sitio de Albasin (7 de Julio de 1684), y llevados a Pekín con el “Papa” Maxim Leontieff. La primer misión fue iniciada en 1715 por el Archimandrita Hilarión, acompañado por un “papa” y un diácono; la misión es por primera vez mencionada en un documento diplomático, Artículo 5 del tratado firmado en 1727 por el Conde Vladislavich; los “papas” nunca trataron de hacer conversos; simplemente actuaron como capellanes de los refugiados de Albasin y después también de la embajada Rusa. Entre 1852 y 1866, los miembros de esta misión emitieron cuatro volúmenes de memorias relativas a varios temas Chinos; dos de los “papas” han dejado un nombre en estudios Chinos; el Padre Yakiuf Bichurin, y el Archimandrita Palladius, compilador de un muy valioso diccionario. La misión Rusa sufrió mucho durante la rebelión Boxer, y su valiosa biblioteca fue destruida.
Judíos en China
La primera mención de los Judíos (Tiao-kin-kiao) es encontrada en los registros de los misioneros Jesuitas de Pekín. Al comienzo del siglo 17, un joven Israelita, Ngai, en una visita (1605) a Matteo Ricci, declaró que él adoraba un Dios, y viendo en la misión un cuadro de la Virgen con el Niño Jesús, creyó que era Rebecca con Esaú o Jacob. Expresó que venía de K’ai-feng, la capital de Ho-nan, donde sus colegas residían. Sin embargo, los Judíos, a menudo tomados por los Hwei-hwei, o Mahometanos, habían sido menciondos bajo el nombre de Chu-hu en los Anales Chinos (Yuan-shi) de 1329, por primera vez, y luego nuevamente en 1354. Ricci envió a K’ai-feng, un Jesuita Chino, quien fue seguido mas tarde por Giulio Aleni (1613), Gozanu (1704), Gaubil, y Domenge. Finalmente fue descubierto que esos Judios tenían una sinagoga (Li-pai-sze), mirando hacia el este, y tenían muchos libros. Faccímiles de algunos de los libros fueron hechos en Shanghai en 1851. Habían sido encontradas en K’ai-feng tres tabletas llevando inscripciones: (1) La más vieja, fechada en 1489, conmemorando la reconstrucción de la sinagoga Ts’ing-chen-sze, afirma que setenta familias Judias llegaron a China a la corte de los Sung (960 a 1278). (2) La segunda, fechada en 1512, ubicadas en la sinagoga Ts’uen-chang-tao-king-sze, fueron llevadas a China bajo la dinastía Han. (3) La tercera databa de 1663, conmemorativa de la reconstrucción de la sinagoga Ts’ing-chen-sze, dice que la religión Judía tenía su origen en India y que fue introducida a China en el tiempo del Chou (1122-955 A.C.) lo cual es manifiestamente erróneo. Los judíos fueron a China a través de Persia tras la captura de Jerusalén por Titus, durante el primer siglo de la era Cristiana, bajo el Emperador Min-ti de la dinastía Han. Esta afirmación está basada en la tradición oral. El profesor Chavannes escribe que los judíos llegan a China desde India por mar bajo la dinastía Sung, entre 960 y 1126 (Revue de Synthèse historique, Dic., 1900). El Padre Joseph Brucker, después de leer cuidadosamente los manuscritos originales de Ricci, descubre que su informante, Ngai, dice que no había más que diez o doce familias en K’ai-feng, donde habían estado establecidas por quinientos o seiscientos años, y que eran mucho más numerosos en Hang-chou (Etudes, 20 Nov., 1907). Esto parece confirmar la teoría de Chavannes y el texto de la inscripción de 1489; el arribo de los judíos a la corte del Sung, que era Ling-ngan, o Hang-chou. Los Judíos se llamaban a sí mismos Tiao-kin-kiao (la secta que extrae la fuerza), refiriéndose a la lucha de Jacob con el Ángel (Génesis 32:329; tuvieron grandes sufrimientos durante la rebelión T’ai-ping (1857). Desde entonces han retornado a su viejo asiento pero no son ni numerosos ni prósperos.
Mahometanos
(Hwei-hwei-kiao). La primera mención de los Árabes, llamados Ta-shi, es encontrada en los anales de la dinastía T’ang (618-907); en 713 hay un registro en China de un embajador Ta-shi. En 758, una gran colonia Mahometana se estableció en Cantón, se rebeló, quemaron su casas y escaparon por mar. Tenían una gran mezquita (Hwei-sheng-sze), construida bajo la dinastía T’ang, la que fue destruida por fuego en 1314, y reconstruida en 1349-51; solamente las ruinas de la torre marcan el sitio de la primera construcción. Dos inscripciones del siglo dieciséis se refieren a las mezquitas de Nan-king; una de la misma fecha fue encontrada en Si-ngan-fu que al igual que la siguiente es considerada apócrifa por algunos eruditos. Palladius escribe (Russian Memoirs, IV, 438) que una tablilla Mahometana fue descubriera en Si-ngan-fu llevando la fecha 742 A.C., y registrando el hecho de que durante el reino del emperador Sui K’ai-h’wang (581-600) el Islamismo penetró en China. La dificultad es hacer concordar esta fecha con la de la Hégira (22). El autor cree que la introducción del Islam fue gradual. Los adherentes fueron primero conocidos como Ta-shi (Árabes) pero desde entonces han sido conocidos como Hwei-hwei. Pagaban tributo al jefe de los Si Lao o Kara K’itai y en el siglo doce había un regimiento de Hwei-hwei en el ejército Kin. Muchos distinguidos Mahometanos sirven en el ejército Mongol, entre ellos Nasruddin, que fue gobernador de Yu-nan. En el siglo catorce, algunos de los jefes Mongoles, Barak Khan, Kabak Khan, y finalmente el the Khakan Tughluk Timur, abrazaron el Islamismo. La influencia del Mahometanismo en el Asia Central creció en el momento que la autoridad Mongol estaba declinando. El geógrafo Árabe, Abu’lfeda, menciona las siguientes ciudades de China (Sin): Khanfu (Hang-chou), Khandju, Yandju (Yang-chou), Zaitun (Ts’ean-chou), Khangu, Sila (Korea), Khadjou, Sankdju (Su-chou). La ciudad de Si-ngan era Kanada Khamdan. Ibn Batuta (siglo catorce) visitó Sin Kalan (Cantón) y destaca que en toda ciudad de China había siempre un sheikh ul Islam y un cadi para actuar como jueces entre los Musulmanes. Los Árabes llamaban al emperador Chino Faghfur, una alteración del Baghpur Persa (Hijo de Dios), equivalente a “Hijo del Cielo”. China era Chin, o Mahachin, a veces Tung-t’u, “Tierra del Este”. Un edicto imperial fechado el 4 de Mayo de 1729 dice de los Mahometanos: “Ellos se agrupan fuertemente en Shen-si, y allí ellos son perseguidos más que en cualquier otro lado debido a su agrupación para arriesgarse, sus armas secretas y otros varios actos ilegales. Ellos también expresaron públicamente su ira por los decretos imperiales prohibiendo la matanza de ganado de cuernos, el que era tan indispensable para la agricultura. Ellos debían ser por tanto, constantemente recordados de ser buenos y tolerantes (De Groot). En 1649 estalló una rebelión en Kan-su, en la parte de Hwang-ho Occidental, y los Mahometanos ocuparon el fus de Kang-chou, Liang-chou, Min-chou, etc. Su-chou fue recuperada en 1649 por las tropas imperiales, y el líder rebelde, Ting Kwo-tung, fue matado con sus seguidores. En 1781 los Musulmanes Salar turbante negro residentes en Si-ning, al este de Ku-ku-nor, mataron al prefecto de Kan-chou, tomaron Ho-chou, y sitiaron Lan-chou. Tropas imperiales fueron llamadas de todas partes del imperio, y después de una fiera resistencia y gran derramamiento de sangre, el jefe, Kien-Wu, fue matado, y los otros líderes fueron exiliados en 1784, a Hai-nan. Nuevas dificultades surgieron en Agosto de 1789, y una cantidad de Musulmanes fueron enviados a Heh-lung-kiang, como esclavos de los Tátaros. Se rebelaron nuevamente en 1861, 1862 y 1895. En esta región se hallan divididos en “sombreros blancos” Hwei-hwei, quienes queman incienso como lo hacen los otros chinos, y “sombreros negros”, Hwei-hwei, o Salar, que condenan esta práctica como pagana, y son más fanáticos. Estos viven en Salar Pakun, en cercanías de Ho-chou.
En 1855 una riña entre mineros Musulmanes y Chinos, que trabajaban cerca de Ta-li, en la provincia de Yu-nan, dio la ocasión para un levantamiento general de todos los Mahometanos en la región, bajo dos jefes, Ma Te-sing y Ma-hien, quienes se rindieron en 1860, aunque eran victoriosos. Sin embargo un joven jefe, Tu Wen-siu, se estableció a sí mismo como sultán en la fortaleza de Ta-li, donde resistió a las tropas imperiales hasta el 19 de Enero de 1873, cuando tuvo lugar una masacre total de Mahometanos. En 1863 otra gran rebelión estalló en la provincia de T’ien-shan, o Ili, que había sido conquistada para el imperio por K’ien Lung en 1759. Burzuk Khan, un descendiente de antiguos jefes, con la ayuda de Yakub, un aventurero, sacando ventaja de la difícil posición de los Chinos, capturó el territorio sur de T’ien-shan. Eventualmente Yakub reemplazó a su jefe, asumió su título de Emir, y fundó un imperio de corta vida que finalizó con la muerte de Yakub y la captura por el General Tso Tsung-tang de Aksu, la capital (19 Oct, 1877), Yarkand (21 Dic., 1877), Kashgar (26 Dic., 1877), y Khotan (4 Ene., 1878).
Aunque algunos peregrinos Mahometanos Chinos probablemente visitaron la Meca entre los siglos quince y dieciocho, no hay mención de ellos en la literatura China que trata sobre el Islam. Esto no data más atrás de 1861. La ruta terrestre de estos últimos hadjis (peregrinos) a Arabia corría a través de Ki-fu-kwan, Hami, Turfan, Aksu, Andijan, Khokand, Samarkand, Bokhara, Charjui, Meshed, Hamadan, Kermanshah, Bagdad, Mossul, Diyarbekir, Aleppo, Damasco, Jerusalén, Cairo. Algunos se embarcaban en Jaffa, otros en Mekran. Después de dejar Bokhara, pasaron a través de Balkh, Tash-kurgan, Kabul, Kandahar, Kelat. Las rutas marítimas fueron a través de Ava a Rangoon, o Po-se y el Sinkiang. Por supuesto con las facilidades modernas en la navegación la ruta marítima es muy usada. El escritor ha conocido a uno de esos hadjis. Podía recitar el Corán, aunque no entendía lo que decía, ni podía leer Árabe. Los Mahometanos tienen muchas mezquitas en las grandes ciudades del imperio, algunas de gran importancia en Beijing, Si-ngan, Hang-chou, Cantón, etc. En su forma son muy parecidos a los templos chinos, siendo las inscripciones Arábigas su principal característica. Muchos Musulmanes son oficiales del imperio, ocupando algunos altas posiciones, especialmente en el ejército. No está disponible una estadística precisa. De acuerdo con M. Dabry, quien es, sin embargo, un muy poco confiable autor, hay en China entre veinte y veintidós millones de Musulmanes, de los cuales 8’350,000 están en Kan-su, 6’500,000 en Shen-si, 3’500,000 a 4’000,000 en Yunnan. De acuerdo con A.H. Keane, los números llegan a 30’000,000. Sara Chandra Das los sitúa en 50.000.000 mientras que el fallecido Dr. Andrew Harper baja esta cifra a 3’000,000.
Bibliografía
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Fuente: Enciclopedia Católica ACI Prensa. Escrito por Henri Cordier. Transcrito por M. Donahue. Traducido por Luis Alberto Álvarez Bianchi.
Matteo Ricci (a la izquierda) junto a su colaborador Xu Guangqi (chino tradicional: 徐光啟; chino simplificado: 徐光启); pinyin: Xú Guāngqǐ) . Dominio público.

Matteo Ricci SJ

Continuó la misión jesuita en China de los misioneros que le habían precedido, entró en China, entonces bajo el gobierno de la dinastía Ming, ocultando su intención de propagar una religión extranjera. Se instaló en la ciudad de Zhaoqing, provincia de Cantón, donde se dedicó a un estudio intenso de la lengua china. En Zhaoqing, Ricci elaboró el mapa Kunyu Wanguo Quantu, un mapamundi basado en los conocimientos cartográficos europeos. Este mapa fue la primera obra cartográfica en China que incluía territorios de Europa, África y América.
En 1589 se vio obligado a abandonar Zhaoqing, instalándose en Shaozhou, también en Cantón. Allí enseñó matemáticas a intelectuales chinos, que de esta manera entraron por primera vez en contacto con la tradición matemática europea.
Su actividad misionera comenzó a tener éxito, y su conocimiento de la ciencia europea le dio fama en la zona. Además, Ricci adoptó la forma de vestir china, e intentó una adaptación del cristianismo a la realidad china. Esta actitud fue una fuente de conflicto con la Santa Sede, que veía con reticencia cualquier intento de adaptar los ritos a las costumbres chinas en la evangelización de China, sin embargo, esta reticencia se terminaría 400 años después con el Concilio Vaticano II; Ricci fue por tanto un adelantado a su tiempo.
Ricci fue quien acuñó muchos de los términos cristianos utilizados por los cristianos chinos, como 上帝 (Shāngdì, “Señor del cielo”, para “Dios”) y 天 (tiān, “cielo”).
En 1595, ansioso por llevar el cristianismo a toda China, Ricci se instaló en Nanchang, provincia de Jiangxi. Aunque había intentado establecerse en la capital Ming, Pekín, no le fue autorizada la entrada, y permaneció primero en Nanchang y después en Nankín hasta 1601, cuando el emperador Wanli, habiendo oído las historias sobre el sabio europeo, le convocó a la corte imperial.
Matteo Ricci vivió en Beijing hasta su muerte el 11 de mayo de 1610.
Fuente: Wikipedia.

Procesión en Tarapoto

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Realizan procesión del Señor de los Milagros pese a restricciones

En Tarapoto, la imagen del Señor de los Milagros, fue llevada en procesión pese a las restricciones establecidas a causa de la pandemia del coronavirus.
La imagen fue llevada a las instalaciones del Hospital Regional y fue recibida por personal de salud y familiares de pacientes internados en el centro de salud.
La banda del Ejército acompañó el recorrido de la imagen por el centro de salud y alrededores. Los cargadores del anda portaban mascarillas.
Fuente: Canal N.

Ejecutivo evalúa abrir gradualmente iglesias a partir de noviembre

El Ejecutivo mantiene conversaciones con representantes de la Iglesia para evaluar la posibilidad de permitir que las parroquias puedan volver a operar y se garantice las medidas a fin de prevenir contagios de COVID-19, anunció el presidente Martín Vizcarra.
Desde Ayacucho, donde inauguró el Centro de Atención y Aislamiento Temporal para casos de coronavirus, descartó nuevamente la pronta reanudación de negocios que generen aglomeración de ciudadanos, tales como bares, discotecas y cines.
“Estamos conversando con la Iglesia par que, gradualmente, podamos, a partir del próximo mes, abrir las iglesias, pero todavía no dar el servicio religioso, pero que ya se puedan abrir con aforo limitado, porque la gente de fe quiere estar cerca de su vida espiritual, de la casa de Dios, y entonces, gradualmente abrir”, remarcó el jefe de estado en una transmisión publicada en TV Perú.
“Pero no podemos todavía hacer lo que hemos hecho por costumbre. Yo recuerdo esa misa de Domingo de Resurrección con una misa abarrotada de gente. Eso ahora no lo podríamos hacer, porque tenemos que ser responsables y tenemos que esperar un poquito más”, agregó el mandatario.
Vizcarra pidió a la ciudadanía y a las autoridades no confiarse y mirar la situación de países como España, Francia e Italia que enfrentan un incremento en los contagios.
“Eso es la evolución natural de esta pandemia, trabajamos responsablemente para que, si se da en el país, no sea de la magnitud de cuando llegó en marzo. Eso depende de nosotros, de las autoridades, de no permitir que todas las actividades se reinicien, no pueden abrir bares, discotecas, centro recreacionales”, señaló.
El último sábado 3 de octubre, la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, explicó que para que las iglesias puedan volver a operar se debe establecer un protocolo que garantice la distancia social. Señaló que aún no se ha establecido ninguna medida, pero adelantó que ya se estaban haciendo coordinaciones con las instituciones religiosas a fin de llegar a un acuerdo.
Fuente Diario Gestión.

BENDIGAMOS AL SEÑOR

Bendigamos al Señor/que nos une en caridad/ y nos nutre con su amor/en el pan de la unidad./ OH, PADRE NUESTRO.
Conservemos la unidad/que el Maestro nos mandó./ Donde hay guerra haya paz,/donde hay odio haya amor./
El Señor nos ordenó/devolver el bien por mal,/ser testigos de su amor,/perdonando de verdad./
Al que vive en el dolor/y al que sufre en soledad,/ entreguemos nuestro amor/y consuelo fraternal./
El Señor que nos llamó/a vivir en unidad,/ nos congregue con su amor/en feliz eternidad./

ALABADO SEAS MI SEÑOR

Alabado seas, mi Señor./ Alabado seas, mi Señor./ El sol y las estrellas/ proclaman tu grandeza,/ las flores y la luna/ nos cantan tu poder. (bis)
ALABADO SEAS, MI SEÑOR./ ALABADO SEAS, MI SEÑOR/ CANTANDO EL UNIVERSO/ TE OFRECE SU HERMOSURA,/ PUES TODA CRIATURA/ ES CÁNTICO DE AMOR. (bis)/
Alabado seas, mi Señor./ Alabado seas, mi Señor./ Los pájaros y el bosque,/ los árboles y el viento,/ los ríos y los mares/ nos cantan tu poder. (bis)/
Alabado seas, mi Señor./ Alabado seas, mi Señor./ Por todos los hermanos/ que acogen y perdonan,/ por todos los que rezan/ en su tribulación. (bis)/

ID Y ENSEÑAD

Sois la semilla que ha de crecer, /sois estrella que ha de brillar, / sois levadura, sois grano de sal, / antorcha que ha de alumbrar. / Sois la mañana que vuelve a nacer, / sois espiga que empieza a granar, / sois aguijón y caricia a la vez, / testigos que voy a enviar./
ID, AMIGOS, POR EL MUNDO/ ANUNCIANDO EL AMOR./ MENSAJEROS DE LA VIDA,/ DE LA PAZ Y EL PERDÓN./ SED, AMIGOS, LOS TESTIGOS/ DE MI RESURRECCIÓN./ ID LLEVANDO MI PRESENCIA,/CON VOSOTROS ESTOY./
Sois una llama que ha de encender/resplandores de fe y caridad,/ sois los pastores que han de guiar / al mundo por sendas de paz./ Sois los amigos que quise escoger,/ sois palabra que intento gritar,/ sois reino nuevo que empieza a engendrar/ justicia, amor y verdad./

Sois fuego y savia que vine a traer, / sois la ola que agita la mar, / la levadura pequeña de ayer/ fermenta la masa del pan. / Una ciudad no se puede esconder/ ni los montes se han de ocultar, / en vuestras obras que buscan el bien/ los hombres al Padre verán./