Iglesia Católica 1,400 millones

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Religiosas africanas jóvenes, con mucho camino por delante. Foto Don Miller
Pablo J. GinésPor Pablo J. Ginés– ReligiónEnLibertad.com
En los últimos 10 años, la Iglesia crecería al ritmo de 15.2 millones al año (como media de la década). Si hacemos la media en los 23 años medidos del siglo XXI, sería de 15.5 millones al año.
Esa cifra es el equivalente a la población total de un país como Zimbabue o como Sudán del Sur, o la suma de la población de Cataluña y la región de Madrid (que es un 30% de la población española). O la suma de Carolina del Norte y Carolina del Sur.
A partir del Annuarium Statisticum Ecclesiae se pueden tomar las cifras de bautizados católicos, repasando las de años anteriores se pueden calcular las medias de crecimiento anual.
La Iglesia cuenta aquí los bautizados, no su nivel de práctica, coherencia, etc… la mayoría de ese crecimiento se da porque, simplemente, nacen niños (sobre todo en África, Asia y América Latina) y sus padres los bautizan. También hay conversos adultos, pero su impacto demográfico se da, sobre todo, cuando esos conversos se casan y a su vez tienen hijos a los que bautizan.
Repasando años anteriores se ve la progresión en millones de católicos.
Año 2000: 1,050 millones de católicos
Año 2011: 1,214 millones
Año 2013: 1,254 millones
Año 2022: 1,390 millones
Año 2023: 1,406 millones
La Oficina Central de Estadísticas de la Iglesia Católica, de la Secretaría de Estado, ha difundido ahora los datos del recién publicado Annuario Pontificio 2025 y el Annuarium Statisticum Ecclesiae 2023, que edita la Tipografía Vaticana.
El Anuario Pontificio da datos de la actividad de la Iglesia en el año 2024: se creó una metrópolis, tres diócesis fueron elevadas a sedes metropolitanas, se erigieron siete nuevas diócesis (signo de que la Iglesia crece en miembros, sobre todo en África), una sede episcopal fue elevada a archidiócesis y una administración apostólica a diócesis.
Las cifras de católicos por continentes
El Annuarium Statisticum Ecclesiae recoge cifras de fieles bautizados, de sacerdotes, religiosos, etc… del bienio 2022-2023.
La población católica mundial aumentó un 1.15% entre 2022 y 2023, pasando de aproximadamente 1,390 a 1,406 millones. Es un crecimiento similar al de los dos años anteriores.
Por continentes:
– África: reúne ya al 20% de los católicos del planeta, pasó de 272 millones en 2022 a 281 millones en 2023, con una variación relativa del +3.31%; en el año 2000, sólo un 12.4% de católicos era africano.
– América: el 47.8% de los católicos del mundo vive aquí; la población católica creció un 0.9%; el 13% de los católicos bautizados del mundo vive en Brasil; en el año 2000, eran americanos el 49% de los católicos.
– Asia: tiene un 11% de los católicos del mundo, su número creció un 0.6%; en Filipinas hay 93 millones de católicos; en India, 23. En el año 2000 eran asiáticos un 10.7% de los católicos.
– Europa: acoge al 20.4% de los católicos del mundo; sólo han crecido un 0.2%. En el año 2000 eran europeos un 26.7% de los católicos.
– Oceanía: cuenta con 11 millones en 2023, un 1.9% más que en 2022.
A finales de 2023 había 3,041 circunscripciones eclesiásticas (es decir, diócesis, y entidades previas a ser diócesis, como prelaturas, vicariatos, etc…
El número de obispos aumentó, al crearse nuevas diócesis y ordenarse muchos obispos auxiliares, y obispos titulares que sustituyen a los eméritos que se jubilan; se pasó de 5,353 obispos en 2022 a 5,430 en 2023.
A finales de 2023 había 406,996 sacerdotes, una disminución de 734 con respecto a 2022, es decir, un 0.2% menos. El número de sacerdotes aumentó en África (+2.7%) y Asia (+1.6%), pero disminuyó en Europa (-1.6%), Oceanía (-1.0%) y América (-0.7%).
Los diáconos permanentes siguen creciendo en número: eran 51,433 en 2023, frente a 50,150 en 2022, lo que supone un aumento del 2.6%. Casi 4 de cada 10 diáconos permanentes del mundo viven en EEUU y Canadá, y un 30% en Europa.
Hay 200,000 religiosas menos que al empezar el siglo XXI
Sigue disminuyendo el número de religiosas: pasaron de 599,228 en 2022 a 589,423 en 2023, una variación relativa del -1.6%. Casi el 32% residen en Europa, seguida de Asia con el 30%, América con el 23% (repartidos por igual en los dos hemisferios), África con el 14% y Oceanía con el 1%. El informe detalla que hay menos abandonos de la vida religiosa que en otras épocas, pero mueren más religiosas ancianas.
Vale la pena recordar la situación al empezar el siglo XXI: en el Annuario Pontificio de 2001 se contabilizaban 809,351 religiosas. Hoy hay 210,000 menos. En cambio, en esa época había 405,000 sacerdotes, y en el último recuento hay dos mil más. Así, el peor bajón en los recursos humanos de evangelizadores y consagrados se da en las religiosas.
Desde 2012 el número de seminaristas en el mundo desciende, y también en este último ejercicio: de 108,481 en 2022 a 106,495 en 2023, lo que supone una variación del -1.8%. La excepción es África, donde los seminaristas aumentaron un 1.1% (de 34,541 a 34,924). El descenso del número de seminaristas en Europa fue contundente: casi un 5% menos que el año anterior.

Los católicos de Shanghái y las restricciones del obispo Ma Daqin

Por Una voz desde Shanghai- www.asianews.it
Una voz católica de Shanghai recuerda a AsiaNews el caso del obispo auxiliar que renunció a la Asociación Patriótica cuando fue ordenado y desde entonces vive recluido. Se esperaba que el tormentoso nombramiento de Monseñor Shen Bin como obispo ordinario desbloqueara esta situación, pero después de dos años no ha sucedido nada. Y Ma Daqin sigue siendo el icono del “justo sufriente“.
Recibimos la siguiente reflexión de un miembro de la comunidad católica en Shanghai. Creemos que es importante dar a conocer al público las opiniones de los católicos en China, incluso cuando son moderadamente críticas, expresadas en el respeto de las decisiones de las autoridades eclesiásticas.
Muchos católicos de Shanghai esperaban hace dos años, y siguen esperando, que la decisión de la Santa Sede de nombrar a Mons. Joseph Shen Bin como obispo de la diócesis de Shanghai trajera también un pronto alivio para el obispo Thaddeus Ma Daqin, quien se encuentra sometido a “restricciones” desde hace más de una década.
En otoño de 2024, el arzobispo Claudio Maria Celli, jefe del equipo negociador de la Santa Sede, visitó Shanghai. Más recientemente, en febrero de 2025, una delegación de la diócesis de Hong Kong encabezada por el Card. Stephen Chow Sau-yan, estuvo en Shanghai. Aunque la participación a su misa en la Basílica de Sheshan y a otras actividades diocesanas ha sido limitada, pese a este bajo perfil las visitas de estas figuras prominentes han encendido la esperanza entre los católicos de Shanghai, que ahora ven una renovada posibilidad para el obispo Ma.
El principal argumento contra la posibilidad de que el obispo Ma reanude sus funciones es que un obispo auxiliar sólo puede ejercer sus funciones con el mandato del ordinario de la diócesis. Ahora que Mons. Shen es el obispo de Shanghai, si estuviera dispuesto a volver a nombrar al obispo Ma, éste podría regresar inmediatamente a su trabajo. Desde hace casi dos años el obispo Shen presta servicio en la Diócesis de Shanghai y se desempeña como presidente de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica en China (BCCCC) y se han realizado esfuerzos significativos para poner de relieve su trabajo. La diócesis de Shanghai, el binomio One-Association-One-Conference cinese (Asociación Patriótica y BCCCC, ndr.) e incluso Vatican News han informado ampliamente tanto sobre las actividades de la diócesis como sobre las del nuevo obispo, contribuyendo a reforzar su reputación. Pero a pesar de todos estos esfuerzos, la cuestión del obispo Ma todavía no se ha resuelto.
¿Hasta cuándo continuarán las restricciones? Muchos lectores probablemente recuerden su caso. El 7 de julio de 2012, en su discurso de agradecimiento al terminar la Misa de consagración episcopal, declaró: “De ahora en adelante debo dedicar toda mi mente y todo mi cuerpo a la evangelización pastoral. Ciertas tareas ya no me resultan posibles, por lo que, a partir de este momento de consagración, ya no es conveniente que sea miembro de la Asociación Patriótica“. Esa misma tarde fue suspendido e interrogado, posteriormente destituido de su cargo y puesto bajo vigilancia domiciliaria, donde permanece hasta la actualidad. Lo que muchos quizás no sepan es que el gobierno chino tenía desde hace tiempo la intención de nombrar al obispo Ma como sucesor del obispo Aloysius Jin Luxian, en reemplazo del obispo Joseph Xing Wenzhi. Este plan se había puesto en marcha incluso antes de la retirada gradual del obispo Xing de las funciones públicas. Y cuando el obispo Xing se retiró, la Santa Sede había aceptado aprobar el nombramiento del obispo Ma.
Tras el “incidente del 7 de julio” (la ordenación episcopal de Monseñor Ma por la mañana y el posterior aislamiento que comenzó esa misma tarde), la Santa Sede comunicó reiteradamente a través de varios canales que, por respeto a los dos obispos todavía vivos, Monseñor Aloysius Jin Luxian (obispo coadjutor, fallecido luego en junio de 2013) y Monseñor Joseph Fan Zhongliang (ordinario “clandestino”, fallecido en marzo de 2014), el obispo Ma solo podía prestar servicio como obispo auxiliar. Sin embargo, la Santa Sede había dejado claras sus intenciones durante su nombramiento. Ma fue designado como sucesor de los obispos mayores, para asumir luego el cargo de ordinario (obispo diocesano) de la diócesis de Shanghai.
Dada la relación única entre China y el Vaticano, el gobierno chino no reconoce a los obispos de la Iglesia clandestina. En la carta de nombramiento emitida por la BCCCC, Ma fue designado obispo coadjutor de la diócesis de Shanghai, mientras que la carta de nombramiento de la Santa Sede lo designaba obispo auxiliar. Después del incidente del 7 de julio, aunque la toma de posesión del obispo Ma era válida y legítima según el derecho canónico, no pudo cumplir con todos los requisitos establecidos en los artículos 6(6) y 7 de las “Medidas sobre el registro de obispos en la Iglesia católica en China (procedimiento e implementación)”, emitido por la Administración Estatal para los Asuntos Religiosos de China. En particular, no pudo presentar la solicitud para registrarse ante las autoridades gubernamentales chinas a través del sistema “Una Asociación, Una Conferencia“. Como resultado, el obispo Ma no pudo completar su registro ante las autoridades religiosas estatales, ejercer sus funciones ni realizar actividades religiosas como obispo.
El 12 de diciembre de 2012, la BCCCC revocó oficialmente la carta de nombramiento como obispo coadjutor. Sin embargo, el nombramiento de la Santa Sede como “obispo auxiliar, con la intención explícita de que sucediera al obispo diocesano ordinario” ha permanecido inalterado hasta el día de hoy. Mientras tanto, la afirmación de que el obispo Ma todavía se encuentra bajo “restricciones” ha sido reiteradamente rechazada e ignorada por sus opositores dentro de la diócesis, así como por las autoridades del gobierno chino.
La situación se ha desarrollado de manera paradójica. Inicialmente, Ma era un candidato fuertemente favorito y respaldado por el gobierno chino. Sin embargo, una sola declaración de oportunidad expresando su no disponibilidad para ocupar un cargo en la Asociación Patriótica fue interpretada como un rechazo al patriotismo y al amor a la Iglesia, y lo hizo cruzar una línea roja política. Con el gobierno actualmente en el poder, la “confiabilidad política” se ha convertido en el principal criterio para seleccionar los cuadros y líderes religiosos. El principio según el cual “la lealtad que no es absoluta no es lealtad en absoluto” parece haber dejado al obispo Ma en un callejón sin salida. Y es evidente que un ambiente político con esas características es excepcionalmente duro.
En segundo lugar, expertos anónimos han señalado que la revocación del nombramiento de Ma como obispo auxiliar por parte de la BCCCC se basó en una norma jurídica superior titulada “Medidas sobre el registro de obispos en la Iglesia católica en China (proceso e implementación)”. Este documento, al que se hace referencia como Documento No. 25 [2012], emitido por la Administración Estatal de Asuntos Religiosos, se publicó en el sitio web del gobierno central el 12 de noviembre de 2012.
Recién el 12 de diciembre de 2012, el mismo día en que fue revocada la carta de nombramiento del obispo Ma, se adoptó la correspondiente norma jurídica subordinada, titulada “Medidas para la elección y consagración de obispos por parte de la Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica en China”. Este documento fue publicado luego el 8 de abril de 2013, “con la fecha de publicación que marca su entrada en vigor”. La Asociación Patriótica y la BCCCC ya habían publicado un documento con el mismo título en 1993. Sin embargo, ese documento anterior contenía sólo seis artículos simples y no incluía normas que hubieran concernido a la consagración episcopal. Por lo tanto, el manejo del incidente del 7 de julio es un claro caso de “legislación retroactiva”. Por lo tanto, la gestión del incidente del 7 de julio constituye un claro caso de “legislación retroactiva“. El acto de la BCCCC de revocar el nombramiento del obispo Ma como obispo auxiliar es, en consecuencia, cuestionable e ilegal. Además, algunos obispos que participaron en la liturgia decidieron traicionar a su hermano y no defender la validez de la consagración de Ma, lo que sin duda ha añadido el insulto al daño.
El experto anónimo también señala que esta forma de legislación retroactiva es contraproducente con respecto a los esfuerzos por fortalecer el estado de derecho en los asuntos religiosos. La promoción del Estado de derecho en la gobernanza religiosa requiere una cuidadosa consideración de factores como la estabilidad jurídica, la legitimidad procesal, la conformidad constitucional y la confianza pública. Es fundamental garantizar que la creación e implementación de las leyes no sólo se ajusten a los principios del Estado de derecho, sino que también salvaguarden eficazmente la equidad social y la justicia.
El obispo Ma es muy apreciado por su predicación y goza de una sólida reputación entre los católicos locales de Shanghai. Sus numerosos talentos, sumados a la presión política y al frío trato que ha soportado durante los últimos 13 años, lo han convertido en “un hombre justo que sufre”, que recuerda a Job sentado sobre las cenizas y evoca una profunda compasión. Ha pasado a ser el ejemplo por excelencia del “hombre justo que sufre” en la China contemporánea.
Esta situación también supone un desafío importante para el obispo Shen y puede llegar incluso a dar lugar a valoraciones injustas con respecto a él. Inconscientemente las personas consideran que el obispo Shen se ha apropiado del lugar de otro, y a menudo comparan las fortalezas del obispo Ma con las debilidades que perciben en el obispo Shen. El obispo Ma es famoso por su profunda espiritualidad y su excepcional elocuencia, y sus homilías son muy valoradas. Por el contrario, la gente critica las homilías del nuevo obispo y las considera menos espirituales.
El obispo Ma es ampliamente respetado por su frugalidad, su sencillez de vida y su capacidad para mantener formas adecuadas en las relaciones interpersonales. Por el contrario, el nuevo obispo ha sido criticado por adoptar un estilo de trabajo más secularizado y nombrar colaboradores de confianza de su ciudad natal para puestos clave en Shanghai. Son acusaciones que pueden mezclar elementos verdaderos y falsos, y dificultar el discernimiento de la realidad completa.
Muchos religiosos y religiosas de la diócesis de Shanghai se niegan a responder preguntas sobre este tema. Pero algunos compartieron sus pensamientos y afirmaron que la diócesis no puede funcionar sin un obispo. Reflexionando sobre la última década, reconocieron que en ese tiempo se habían basado únicamente en la fe y en la conciencia personal en sus esfuerzos de evangelización, y que muchas veces no habían sido capaces de ver el cuadro general. Desde que el obispo Shen asumió el cargo, la situación ha mejorado. Ha reorganizado el clero diocesano, adecuó los salarios, reforzó la gestión financiera e implementó muchas reglamentaciones. El Seminario de Sheshan, que en su momento más difícil tenía menos de diez seminaristas, ha registrado un renacimiento. Actualmente hay 25 seminaristas, entre ellos 10 recién llegados, además de tres religiosas novicias y 14 personas que participan en el programa inaugural de formación para religiosas, con una vitalidad alentadora que no se veía desde hace muchos años.
Sin embargo, cuando se pregunta sobre las visitas del arzobispo Celli o de la delegación de Hong Kong encabezada por el cardenal Chow, alguien observó con candidez: “Tal vez estas cosas no están destinadas a nosotros”. Con tono melancólico, el mismo católico añadió: “En esta Iglesia sinodal, ¿hasta cuándo seguiremos siendo ignorados?”.

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