Renuncia de Giorgio Jackson Drago

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Cámara de Diputados aprueba que Presidente Boric solicite la renuncia al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson. FRANCISCO PAREDES / AGENCIA UNO

El mensaje de La Moneda en Santiago de Chile

Por Alexandra Chechilnitzky.
La ministra Camila Vallejo defendió la permanencia de Jackson en el gabinete, pero no escondió la incomodidad del Ejecutivo al referirse al voto del diputado Raúl Soto (PPD): “Lo más deseable es que quienes conformamos una alianza de Gobierno seamos capaces de dar un debate franco en los espacios que corresponden y no dar señales o mensajes a través de la prensa porque si respalda al Presidente de la República, de nada le sirve al Presidente que permanentemente por la prensa se critique al Gobierno que él ha conformado”.
Telón de fondo. Jackson fue el ministro peor evaluado en las encuestas y, antes del robo en el ministerio, ya se había convertido en el principal flanco de la oposición (que a su vez está en una carrera por blindar el electorado tradicional de derecha, tras el salto electoral de los republicanos el 7M).
Factótum de Boric en la campaña e ícono del Frente Amplio, la oposición, en el plano político, piensa que la salida de Jackson es el costo que debe pagar La Moneda por el escándalo de Democracia Viva.
La Moneda ha salido a respaldar con fuerza al ministro, también ícono de la generación de las protestas estudiantiles de 2011.
El tema es por qué, si Jackson es el ministro peor evaluado del gabinete de acuerdo a distintos estudios de opinión y su nombre es el más asociado al escándalo, Boric lo mantiene.
En altas fuentes oficialistas señalan que es el Presidente quien está sosteniendo a Jackson y que en esa decisión inciden a varios factores, algunos entremezclados entre sí.
Para algunos, golpear a Jackson es equivalente a golpear a Boric y su generación, la que en 2011 lideró las movilizaciones estudiantiles, crearon el Frente Amplio y llegaron a La Moneda. Vale decir, sacar al titular de Desarrollo Social, pese a que ha perdido buena parte del inmenso poder con que llegó a La Moneda, representa un misil de gran calado.
Fuente: Ex-Ante.cl

Críticas de Elizalde a la solicitud de renuncia de la Cámara de Diputados al ministro Giorgio Jackson Drago

El titular de la Segpres calificó de “improcedente” el proyecto de resolución que fue aprobado, incluso, con un voto del oficialismo.

Por – ElDinamo.cl
El ministro Secretario General de la Presidencia (Segpres), Álvaro Elizalde, calificó de “improcedente” la solicitud de la Cámara de Diputados al presidente Gabriel Boric para que le pida la renuncia al ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson.
Respecto a la decisión del diputado Raúl Soto (PPD) de apoyar la iniciativa, el ministro recalcó que en definitiva “solo un parlamentario del oficialismo votó a favor“.
Sostuvo a la vez que, independiente de la opinión personal del diputado Soto, “un proyecto de resolución no es la forma de canalizarla“.
Para el titular de la Segpres está claro que “existen canales institucionales para conversar estos puntos y hay formas a través de las cuales expresar estos puntos de vista. Y también espacios que son los que establece nuestro propio sistema político”.

 Cámara de Diputados aprueba acuerdo para que Presidente Boric solicite renuncia al ministro Jackson.

Diputados chilenos aprueban solicitar al Presidente Gabriel Boric renuncia del ministro Giorgio Jackson Drago

Por Valentina Sánchez– La Tercera
La Cámara de Diputadas y Diputados aprobó un proyecto de acuerdo para que el Presidente Gabriel Boric considere pedir la renuncia al Ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, por las razones que se indican.
La iniciativa fue aprobada con 68 votos a favor, 52 en contra y cinco abstenciones. El proyecto acordado se suma a la seguidilla de hechos que ha impulsado la oposición de la Cámara Baja para pedir la renuncia de Jackson, sobre todo luego de que salieran a luz los posibles casos de corrupción que involucran a fundaciones ligadas a militantes de Revolución Democrática (RD), partido que tiene al ministro como uno de sus líderes políticos naturales.
Sumado, además, al robo ocurrido a fines de junio en dependencias del Ministerio de Desarrollo Social fueron sustraídos 23 computadores y una caja fuerte.
Esto último motivó a las bancadas de diputados UDI, RN y Republicanos solicitar la salida del secretario de Estado. Desde la UDI solicitaron la remoción del ministro de Desarrollo Social “idealmente dentro de las siguientes 48 horas”. En cuanto a RN, piden que el ministro “dé un paso al costado”. Mientras que desde Republicanos, instan no solo la expulsión de Jackson, sino que también la del titular de Vivienda.
Diez días antes del robo, el secretario general de RN, Diego Schalper, decía: “Para nosotros la salida de Giorgio Jackson nos parece indispensable para proteger la figura presidencial y, más que eso, para proteger la credibilidad mínima que el gobierno necesita para salir de esta crisis”.
Espero que el gobierno entienda que cuando nosotros decimos que, para bien o para mal, Giorgio Jackson es el rostro político del partido en donde se han dado situaciones irregulares que parecieran ser bastante desplegadas en el territorio nacional, es evidente que su presencia en el gabinete le está provocando por lo menos 2/3 de los puntos de desaprobación al Presidente”, aseguró el parlamentario en el programa Duna en Punto.
Ese mismo día, la secretaria general de la UDI, María José Hoffmann, también insistió en la salida de Jackson. Hoffmann apuntó a hacer valer la responsabilidad política del titular del Ministerio de Desarrollo Social, asegurando que la manera de hacerlo es “con su renuncia”. Incluso, la secretaria general de la UDI manifestó que no se puede descartar que el secretario de Estado haya estado a la cabeza de las eventuales irregularidades que está investigando la Fiscalía. “No podemos desconocer quién está detrás de toda esta falsificación o creación de instituciones ideológicamente falsas, como han funcionado las instituciones que están defraudando al país”, dijo.
Bancada Republicana, por su parte, junto a los RN José Miguel Castro, Jorge Rathgeb, Hugo Rey; y Leonidas Romero (independiente RN), que estudiarían antecedentes para una eventual acusación constitucional contra Giorgio Jackson y también contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes. En esa oportunidad, el republicano Benjamín Moreno explicó que “sin descartar otras medidas que tenemos para fiscalizar, como comisiones investigadoras, interpelaciones, entre varias otras, es que le hemos encargado a nuestros equipos de Ideas Republicanas y a nuestro comité el estudio de los antecedentes y de los méritos que pudiesen existir para una posible acusación constitucional en contra del ministro Carlos Montes y del ministro Giorgio Jackson”.
En esa línea, aseguró que desde la bancada se han tomado las acusaciones constitucionales “muy en serio, con un estudio detallado del mérito, de los hechos que son constitutivos de las faltas a la probidad, a la ley y a la Constitución”. Por ello, según dijo, se encargó a los equipos realizar un “trabajo minucioso para investigar todos los detalles que están rondando sobre estos casos de aparente corrupción, donde ya hay casos que tienen involucrados a la Fiscalía”.

Republicanos anuncian que interpondrán una acusación constitucional

Por ANA MARÍA SANHUEZA y ROCÍO MONTES– Diario El País de España.
El Partido Republicano de José Antonio Kast, de la derecha conservadora, ha anunciado que presentará en el Congreso una acusación constitucional en contra de Giorgio Jackson, ministro de Desarrollo Social del Gobierno del presidente de izquierdas chileno Gabriel Boric, que persigue su destitución. Lo ha informado la bancada republicana desde la sede del Parlamento en Valparaíso, a unos 110 kilómetros de Santiago, conformada por 12 congresistas. La acusación constitucional –una herramienta utilizada constantemente por las oposiciones contra el Gobierno de turno para derribar ministros– se produce en el marco del caso Convenios, una trama de traspasos de recursos del Estado a fundaciones privadas que ha impacto principalmente al partido Revolución Democrática (RD) del Frente Amplio chileno, fundado y liderado por Jackson. Actualmente, el caso se ha expandido desde que estalló el 16 de junio: 11 fiscales regionales investigan millonarios traspasos a 37 fundaciones en diferentes regiones de Chile.
“Existen méritos suficientes”, ha asegurado el presidente de la bancada republicana, el diputado Benjamín Moreno. El parlamentario detalló que el ministro de Desarrollo Social comprometió “gravemente el honor de la Nación, infringió la Constitución y las leyes y las dejó sin ejecución”. Moreno agregó que “la mayoría de los chilenos sabe que el ministro Jackson es el rostro de la corrupción en nuestro país”. El documento de la acusación, sin embargo, se conocerá en extenso recién el lunes, donde los republicanos fundamentarán su arremetida legislativa.
Es una jugada arriesgada la del Partido Republicano, que vuelve a liderar las posiciones duras de la oposición, luego de la apuesta UDI del 21 de julio de congelar el diálogo con el Gobierno mientras Boric no remueva a Jackson del Gabinete, que no ha tenido ningún efecto y, por el contrario, lo ha amarrado al cargo. Para que se apruebe la acusación en la Cámara de Diputados se necesitan 78 votos, de 155 congresistas. La UDI, sin embargo, esta tarde ha anunciado que la respaldará: “El Gobierno llevó la situación a un punto límite en que nos vemos forzados a tomar medidas como apoyar estar acusación constitucional”, ha asegurado Guillermo Ramírez, el líder de la bancada de la UDI.
Renovación Nacional, RN, de la derecha tradicional, como la UDI, ha informado a través de su diputado Frank Sauerbaum que la bancada de su partido va a “prestar toda la colaboración para que la acusación sea lo más contundente posible y tener todos los antecedentes técnicos y jurídicos”. “Lamentamos que el Gobierno nos haga llegar a este extremo”, dijo el congresista, que hizo un llamamiento al Ejecutivo para que remueva a Jackson “para no exponerlo una muerte política, que nadie le quiere proferir”.
Desde el Congreso donde asistió, Jackson recordó que esta es la segunda acusación que el Partido Republicano presenta en su contra. “No hemos visto ningún tipo de fundamento hasta ahora”, señaló. El ministro agregó: “Voy a seguir trabajando, independiente de las presiones del Partido Republicano”. En su misma declaración apuntó al que, cree él, es el trasfondo de la acusación: “Más allá de que acá se busque algo personal, lo que ha hecho sistemáticamente el Partido Republicano es frenar la agenda del Gobierno. Hoy puedo ser yo y mañana otra persona”.
En La Moneda, la portavoz de Gobierno, Camila Vallejo, reaccionó evidentemente molesta: “Se está haciendo una práctica habitual por el Partido Republicano anunciar acusaciones sin fundamentos y luego improvisar en el camino”. La ministra, compañera de generación de Jackson, pero militante comunista, aseguró: “Cada tres meses se está presentando una acusación constitucional y así como vamos, terminaremos con alrededor de 16 contra ministros de Estado en un solo periodo de Gobierno. Esto ya parece una práctica premeditada, habitual”.
El analista político Max Colodro, en entrevista con EL PAÍS, describió hace unos días el momento por el que atraviesa La Moneda. “El presidente Boric está hoy en un callejón sin salida: si remueve al ministro Jackson habrá cedido a presiones desmedidas de la oposición y de un sector del propio oficialismo. Pero si lo mantiene, sólo seguirá profundizando la parálisis del Gobierno y su pérdida de interlocución, en el esfuerzo por retomar su agenda de reformas. Es una situación y un momento muy difícil para La Moneda”, aseguró Colodro.

La principal duda: los votos

Desde que estalló el caso Convenios, a mediados de junio, Jackson ha estado en la mira de la oposición, que ha pedido sostenidamente su renuncia al presidente Boric. La UDI quebró las conversaciones con el Gobierno en medio del diálogo sobre la reforma de pensiones, uno de proyecto clave impulsados por esta Administración de izquierda. Con esta decisión, sin embargo, los republicanos –que libran una batalla intestina con la UDI por la firmeza de su papel opositor– ha redoblado la apuesta y buscarán la cabeza de Jackson con el apoyo de la Cámara. No resulta evidente, sin embargo, que vayan a conseguir los votos necesarios en el hemiciclo, incluso de tener los votos de la UDI y RN.
Hace una semana, en forma inédita, los parlamentarios aprobaron una resolución impulsada por el Partido Republicano que pide la salida del Gabinete de Jackson. Lo hizo por 68 votos a favor, 52 en contra y cinco abstenciones, con apoyos incluso del oficialismo, lo que deja en evidencia que las presiones por su salida no solo se circunscriben a la derecha opositora, sino que alcanza a otros sectores. Fue en los mismos días en que uno de los líderes de los empresarios, Ricardo Mewes, presidente de la CPC, uno de los principales gremios del sector privado, pidió a Boric su salida. Aunque luego Mewes aclaró sus palabras, el Gobierno, a través de su ministro de Hacienda, Mario Marcel, y su ministra del Interior, Carolina Tohá, le respondió fuertemente para respaldar a Jackson.
La acusación constitucional contra el ministro de Desarrollo Social, de presentare el lunes, pretende inhabilitarlo por cinco años de la función pública. Esta es la quinta acusación constitucional que se presenta desde la oposición a ministros del actual Gobierno y ninguna se ha aprobado: Izkia Siches (Interior)Giorgio Jackson (en enero de 2023)Marcela Ríos (Justicia)Marco Antonio Ávila (Educación) y la última, nuevamente contra Jackson. El principal aliado político de Boric, a su vez, en sus ocho años como diputado, entre 2014 y 2022, respaldó 11 de las 14 acusaciones constitucionales que se presentaron en el Congreso.
Antes de anunciase la arremetida opositora, el ministro Jackson aseguró que todavía no ha sido citado a declarar a la Fiscalía –lo haría en calidad de testigo–, pero que está disponible: “Somos los más interesados en que esto se esclarezca cuanto antes”, dijo el secretario de Estado la mañana de este martes.
La Cámara de Diputados, a su vez, ha formado una comisión investigadora del caso Convenios, que será presidida por el diputado de José Miguel Castro, militante del partido opositor RN.
La última encuesta Cadem arrojó que un 56% de los consultados asocia a Jackson con el caso Democracia Viva, la primera fundación que fue investigada por el caso Convenios y que, precisamente, tiene a militantes de RD con sus protagonistas. Además, de acuerdo al mismo estudio, el 91% sigue pensando que la crisis generada por el traspaso de dineros por parte del Estado hacia distintas fundaciones es un acto de corrupción y el 85% que es una práctica generalizada y no un hecho aislado. Según el sondeo de Black & White, de la semana pasada, el 67% considera que Jackson debería renunciar.

Renuncia el ministro Giorgio Jackson Drago, pieza fundamental del proyecto de la nueva izquierda de Boric

El ministro de Desarrollo Social presenta su dimisión en medio del escándalo de corrupción del ‘caso Convenios

Por ROCÍO MONTES y ANA MARÍA SANHUEZA– Diario El País de España.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha aceptado la renuncia del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson, su compañero de ruta desde que ambos eran dirigentes universitarios en 2011. Es, con mucha probabilidad, el más duro golpe político y personal de Boric en los 17 meses que lleva en el cargo: Jackson no es solo su principal aliado político; es también su amigo y se resistió siempre a sacarlo de su círculo formal. El secretario de Estado ha presentado su renuncia en medio del anuncio de la oposición de presentar en el Congreso, el próximo lunes, una acusación constitucional que buscaba su dimisión. Aunque no se conocen los fundamentos, la arremetida fue impulsada por el Partido Republicano, de la extrema derecha, que arrastró a la derecha tradicional a apoyarla. El escenario para el ministro Jackson era complejo en el Parlamento y a diferencia de la primera vez que se concretó una acusación –a comienzos de este año– su figura se encuentra muy debilitada.
“Doy un paso al costado tras constatar que mi presencia en el Gabinete ha sido ocupada por la oposición política como una excusa para no avanzar en los acuerdos que hoy Chile demanda y requiere. Se lo he comunicado al presidente de esta forma y él así lo entendió. Quiero aprovechar la oportunidad para agradecer la confianza que el presidente depositó en mí”, ha dicho Jackson en la noche del viernes en La Moneda tras una reunión con el jefe de Estado.
Boric no quería sacar a Jackson del Gobierno, porque juntos fueron dirigentes estudiantiles en 2011, ocho años diputados y luego emprendieron como una dupla la carrera a la Presidencia. Si fue Boric y no Jackson el candidato fue, principalmente, porque Boric tenía los 35 años necesarios para postular, mientras Jackson no. Ambos fundaron el Frente Amplio –una coalición de nueva izquierda chilena que miraba a Podemos de Espala– y lideraron una campaña presidencial que los llevó a La Moneda en marzo de 2022. Jackson asumió en el primer anillo político del presidente, el ministerio de la Secretaría General de la Presidencia –que lleva las relaciones con el Parlamento–, pero tuvo una gestión compleja con el Congreso, precisamente por las enemistades que se ganó en los ocho años de diputado, incluso con la izquierda.
El presidente Boric ha escrito esta noche: “Chile y los habitantes de nuestra patria están primero. Acepto la renuncia de Giorgio Jackson como un gesto de generosidad que ayude a mejorar el clima político y avanzar en las reformas. Como dijo el mismo Giorgio, la gente está cansada de peleas. Es hora de ponerse de acuerdo”.
Los resultados del plebiscito constitucional de septiembre pasado –donde ganó con amplio margen la opción de rechazar el texto propuesto por una Convención Constitucional– fue una derrota para el Gobierno. Jackson era el que defendía la idea, que manifestó públicamente, que los cambios a los que aspiraba el Gobierno pasaban necesariamente por la aprobación de ese texto que cambiaba fuertemente la institucionalidad chilena. Con el 62% del país rechazando la propuesta, Boric apostó por un giro y un gran cambio de Gabinete, donde el ministerio del Interior lo dejó en las manos de Carolina Tohá, de la izquierda moderada. Pero aunque se pedía la cabeza de Jackson, el presidente no estuvo en septiembre por sacarlo del Gobierno, sino por mantenerlo como ministro, aunque no en un ministerio político, sino técnico: en Desarrollo Social.
El 35% que obtuvo el Partido Republicano en las elecciones del nuevo Consejo Constitucional en mayo pasado, fueron una segunda gran caída política para esta nueva generación de izquierda. El caso Convenios fue la gota que colmó el vaso y la figura de Jackson quedó fuertemente herida. La última encuesta Cadem, dada a conocer el domingo pasado, arrojó que un 56% de los consultados asociaba a Jackson con el caso Democracia Viva, la primera fundación que fue investigada por el caso Convenios.

Una renuncia “indeclinable”

Jackson dijo que vio mucho respaldo del Gabinete “sobre todo las últimas semanas que, por cierto, han sido momentos difíciles en medio de diversas mentiras y hasta calumnias que se han mencionado” en su contra. Aprovechó de enviarle un mensaje a la ciudadanía: “Quiero comunicarle que ya no hay más excusas. Estamos ante una oportunidad maravillosa de poder avanzar en protección social, en mejorar las pensiones de las personas mayores que, probablemente, entre tanta pelea, se preguntan ‘bien, ¿cuándo?”.
La renuncia de Jackson, que ha calificado de indeclinable, se produce en medio de la crisis del caso Convenios, que tiene como uno de los protagonistas principales a Revolución Democrática (RD), el partido del que es líder y fundador. Es una trama de traspaso de recursos del Estado a fundaciones ligadas principalmente al oficialismo y que ha impactado fuertemente en el partido RD, que forma parte del Frente Amplio, la coalición originaria de Boric. El caso estalló el 16 de junio pasado y, en estos casi dos meses, las presiones por la salida de Jackson han sido diarias. Prácticamente todos los ministros del Gabinete, Jackson y el presidente deben contestar preguntas relativas a su renuncia cada día y el Gobierno ha quedado entrampado en este asunto, lo que han resentido incluso las fuerzas oficialistas. En los últimos días, incluso desde los partidos de Gobierno se ha empujado por destrabar el momento político con la salida de Jackson, ingeniero civil industrial de 36 años.
Luego del robo que afectó las dependencias del ministerio de Desarrollo Social la noche del 19 de julio pasado –los ladrones se llevaron 23 computadores y una caja fuerte, entre otros artículos– el partido de la derecha tradicional UDI congeló el diálogo con el Gobierno, mientras el presidente no se decidiera a sacarlo del Gabinete. La fuerza política opositora lo hizo en medio de negociaciones clave para la actual Administración, como la reforma de las pensiones y la tributaria. La Cámara de Diputados aprobó la semana pasada –incluso con votos del oficialismo– un llamamiento al presidente para que saque a Jackson y la presión llegó incluso por parte del líder de uno de los principales gremios de los empresarios, la CPC, Ricardo Mewes. Las figuras de mayor fuerza del Gabinete, como los ministros del Interior y de Hacienda, Tohá y Mario Marcel, pusieron a disposición de Jackson buena parte de su capital político.
Lo dicho por Jackson –que fue usado como una excusa para no avanzar en los acuerdos que hoy Chile demanda y requiere– está en la misma línea que lo expresado el miércoles por el presidente, que aseguró que la oposición lo que buscaba, con la salida de Jackson, era en realidad trabar sus reformas y el programa político del Gobierno. Ninguno de los dos, como tampoco parte del Gobierno, se convenció nunca de las responsabilidades políticas de Jackson en el marco del caso Convenios. Hace un par de días, la portavoz, Camila Vallejo, militante comunista y compañera de generación de ambos, dijo que se buscaba con botar a Jackson por su cercanía con el mandatario.
Minutos después de la dimisión del ministro, el Partido Republicano se desistió de la acusación que había anunciado que presentaría el lunes. En un veloz comunicado, señaló: “No obstante considerar que existen los méritos suficientes para perseguir la responsabilidad política y jurídica del exministro por una serie de infracciones y hechos vinculados a su gestión actual [en el ministerio de Desarrollo Social] y pasada como ministro de la Segpres [Secretaría General de la Presidencia], consideramos que la decisión del presidente de aceptar su renuncia hace efectiva la responsabilidad política de éste y cierra una gestión ministerial desastrosa para el gobierno y para el país”.
Tras la renuncia de Jackson, asumió en forma interina como ministra la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete.

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