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Soleimani en Bagdad
Por PABLO GUIMÓN– Diario El País.
El poderoso general Qasem Soleimani, comandante de la fuerza de élite Al Quds de la Guardia Revolucionaria iraní, unidad a cargo de las operaciones en el exterior, ha muerto en un ataque con drones en el aeropuerto de Bagdad, la capital iraquí, llevado a cabo por el Ejército estadounidense siguiendo órdenes del presidente Donald Trump, según ha confirmado el Pentágono. La muerte de quien fuera el arquitecto de la inteligencia y la fuerza militar iraní durante las últimas dos décadas supone un durísimo golpe a Teherán, que ha prometido venganza, y dispara dramáticamente la tensión en la región.
“Su marcha hacia Dios no pone fin a su camino o su misión, pero una poderosa venganza aguarda a los criminales que tienen su sangre y la sangre de los otros mártires de anoche en sus manos”, ha dicho el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, en un comunicado publicado tras la operación que acabó con su hombre fuerte y con otras nueve personas, incluidos cinco miembros de la Guardia Revolucionaria, según la televisión oficial iraní. Jamenei anunció tres días de luto público y, después, represalias.
El precio del crudo se ha disparado cerca de un 3% en los mercados ante la perspectiva de una escalada bélica. Israel ha elevado este viernes el estado de alerta de sus Fuerzas Armadas. Estados Unidos ha urgido a sus ciudadanos a abandonar Irak “inmediatamente”, y el Pentágono ha anunciado el envío de 3,500 soldados más a la región, que se suman a los 750 desplazados en los últimos días, para reforzar a los cerca de 5,200 efectivos que se encuentran regularmente destinados en Irak.
El ataque se ejecutó con misiles lanzados desde un dron MQ-9 Reaper, según fuentes de Washington. Soleimani, a quien muchos expertos consideraban como la persona más poderosa de su país después del ayatolá Jamenei, acababa de desembarcar de un avión procedente de Siria o de Líbano, acompañado de Mohammed Ridh, relaciones públicas del aparato de milicias proiraníes conocido como Fuerzas de Movilización Popular (FMP).
Dos vehículos habían acudido a recibirlos a la pista de aterrizaje. En ellos viajaba el líder miliciano Abu Mehdi al Muhandis, prominente figura proiraní, que también falleció. Cuando el convoy abandonaba el aeropuerto, fue alcanzado por múltiples proyectiles. El impacto, según relató un oficial iraquí a la agencia Associated Press, redujo a pedazos el cuerpo de Soleimani, de 62 años, que pudo ser identificado por el anillo que portaba.
“Actuamos anoche para parar una guerra. No actuamos para iniciar una guerra”, ha dicho el presidente Trump el viernes por la tarde, en una comparecencia ante la prensa por sorpresa y sin preguntas, en su residencia vacacional de Mar-a-Lago, en Florida. “Soleimani estaba planeando ataques siniestros e inminentes contra diplomáticos y personal militar estadounidense, pero le descubrimos en el acto y terminamos con él”, ha asegurado. “No perseguimos un cambio de régimen en Irán”, ha añadido, antes de advertir: “Estoy preparado para tomar cualquier acción que sea necesaria”.
Minutos antes de que el Pentágono difundiera anoche un comunicado asumiendo la autoría del ataque, el presidente republicano había tuiteado una bandera estadounidense sin texto alguno. Y a primera hora de la mañana, publicaba otro tuit que entrañaba tanto una advertencia como una llamada al diálogo: “Irán nunca ha ganado una guerra”, ha dicho, “pero nunca ha perdido una negociación”.
El ataque, que constituye la acción militar más significativa ordenada por el presidente Trump en sus tres años como comandante en jefe, culmina una escalada de la confrontación con Irán que se ha precipitado desde que, el pasado viernes 27 de diciembre, un contratista estadounidense falleciera en un ataque en Bagdad. Washington acusó a las milicias proiraníes del ataque y, en represalia por esta y otras acciones contra intereses estadounidenses en los últimos meses, llevó a cabo el domingo una contundente operación: una ofensiva aérea que dejó al menos 25 muertos en cinco bombardeos en la frontera entre Irak y Siria contra posiciones de Kataeb Hezbolá.
La magnitud de la respuesta encendió la furia en Irak y el pasado martes, tras los funerales por los caídos, miles de manifestantes proiraníes, con la aquiescencia inicial de las autoridades de Bagdad, se manifestaron ante la fortificada Embajada de Estados Unidos, llegando un grupo de ellos a irrumpir en el recinto por la fuerza, al grito de “¡Muerte a América!”. Las protestas se disolvieron el miércoles, por orden de los líderes milicianos convocantes, pero Washington acusó a Teherán de orquestar la algarada y amenazó con hacerle pagar “un precio muy alto”.
Ese precio ha sido la vida de una figura clave en la región, un veterano militar oscuro y poderosísimo, que ha dirigido la maquinaria de seguridad iraní y la creación del eje de influencia chií por todo Oriente Próximo. Se incorporó a la Guardia Revolucionaria tras la instauración de la República Islámica en 1979, medró durante la cruenta guerra entre Irán e Irak y, desde 1998, dirigía la acción exterior del régimen al mando de la fuerza Al Quds.
Soleimani, al que a menudo se ha comparado con Karla, el soviético mentor de espías de las novelas de Le Carré, llegó a ser uno de los hombres más cercanos del ayatolá Jamenei y el más poderoso dentro de la estructura militar iraní. Entrenando y armando a la insurgencia durante la guerra de Irak, el Pentágono le acusa de “la muerte de cientos de estadounidenses y miembros de la coalición” y de “herir a miles más”. Influyó decisivamente en la guerra civil siria, aglutinando a milicias y potencias regionales, incluida Rusia, en torno a Bachar el Asad. Heroica figura casi mítica en amplios círculos iraníes, en Occidente se le veía más bien como el urdidor de una larga campaña de terror internacional. Estados Unidos e Israel lo consideraban un terrorista desde 2011 y, esta primavera, la Administración Trump incluyó a la fuerza Al Quds en su lista de organizaciones terroristas.
“El general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a diplomáticos estadounidenses y militares en Irak y por toda la región”, ha afirmado el Pentágono en el comunicado en el que asume la autoría de su muerte. El general abatido, añade el Pentágono, “había orquestado ataques en bases de la coalición en Irak en los últimos meses, incluido el del viernes 27 de diciembre”, en referencia a la acción que mató al contratista estadounidense e inició esta nueva espiral de tensiones.
“Había un ataque inminente”, ha insistido el secretario de Estado, Mike Pompeo, en una entrevista en la cadena Fox. “Todos habéis estado hablando de quién era Qasem Soleimani. Tenía en sus manos la sangre de cientos de vidas estadounidenses. Pero lo que estaba ante nosotros eran sus viajes por toda la región y sus esfuerzos para llevar a cabo un ataque significativo contra los estadounidenses”.
Pompeo ha asegurado que ha hablado con sus homólogos en China, Reino Unido y Alemania para reiterar el “compromiso” de Estados Unidos con “la desescalada” del conflicto, así como con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, a quien ha agradecido su firme apoyo. También ha llamado a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, a quien “ha dejado claro”, según un escueto comunicado del Departamento de Estado, que “Estados Unidos sigue comprometido con la desescalada”.
El ministro de Exteriores ruso, por su parte, ha calificado de “asesinato” el ataque contra Soleimani y ha advertido de que tendrá “graves consecuencias para la paz y estabilidad regionales”. “Las acciones contra un Estado miembro de la ONU para eliminar a agentes de otro Estado miembro en territorio de un tercer Estado soberano sin su conocimiento constituyen una flagrante violación de los principios del Derecho Internacional que merece ser condenado”, ha declarado Lavrov.
En Washington, en una jornada en que los legisladores han retomado su actividad en el Capitolio tras las vacaciones, a la espera de que los demócratas entreguen al Senado los artículos del impeachment para que arranque el juicio por la destitución de Donald Trump, la operación militar contra Soleimani se ha convertido inevitablemente en carne de enfrentamiento partidista y ha alimentado el debate sobre el papel del Congreso ante los poderes militares del presidente. El ataque, ha recordado Nancy Pelosi, presidenta demócrata de la Cámara baja, se ha llevado a cabo “sin consultar con el Congreso”.
“La más alta prioridad de los líderes estadounidenses es proteger las vidas y los intereses estadounidenses”, ha dicho Pelosi en un comunicado. “Pero no podemos poner en riesgo las vidas de militares, diplomáticos y otros acometiendo acciones provocativas y desproporcionadas. El ataque de esta noche tiene el riesgo de provocar una peligrosa escalada de violencia”.
También los candidatos a las primarias del Partido Demócrata han criticado la actuación del presidente. “Ha arrojado un cartucho de dinamita en un polvorín”, ha ilustrado el exvicepresidente Joe Biden, favorito en los sondeos a enfrentarse a Trump en las elecciones del próximo noviembre.
Las calles que rodean la Casa Blanca, en Washington, han amanecido cortadas al tránsito de vehículos y peatones. En Nueva York, se ha reforzado la presencia policial en localizaciones especialmente sensibles y el gobernador del Estado, Andrew Cuomo, ha anunciado que enviará a la Guardia Nacional a los aeropuertos que dan servicio la gran ciudad. La seguridad también se ha extremado en otras urbes del país, como Los Ángeles o Miami, ante el temor a una posible represalia en suelo estadounidense.
El general Soleimani llevaba años en el punto de mira del Pentágono, pero los presidentes Barack Obama y George W. Bush, según The New York Times, habían rechazado eliminarlo, temerosos de que la acción desatara una guerra con Irán. Ese temor a un conflicto bélico en la región estaba en la base del acuerdo con Teherán promovido por Obama en 2015, que congelaba el programa nuclear iraní a cambio de una remisión de las sanciones. Pero Trump se retiró del acuerdo en 2018, reinstauró las sanciones e inició su campaña de “máxima presión”.
Desde entonces, la tensión no ha cesado y los expertos temen que un error de cálculo de uno u otro bando detone un conflicto bélico que se extienda por toda la región. Un escenario que, tras el último ataque, parece estar más cerca que nunca.
CASCADA DE REACCIONES INTERNACIONALES
La muerte del general iraní Qasem Soleimani ha provocado una cascada de reacciones en la comunidad internacional. Irak considera que se trata de una “violación flagrante” de su soberanía, el Reino Unido pide “rebajar la tensión” y el líder chií de los iraquíes reclama “moderación y sensatez”. El presidente francés, Emmanuel Macron, habló con su par ruso, Vladímir Putin, y coincidieron en la necesidad de “evitar una nueva escalada peligrosa de las tensiones” y en hacer un llamamiento a la “retención” de todas las partes implicadas.
En Líbano, el líder del partido-milicia Hezbolá, Hasan Nasrala, ha prometido venganza, y asegurado que completarán “el camino del comandante Soleimani”. “Trabajaremos día y noche para conseguir sus objetivos”, ha afirmado el líder en el canal de televisión libanés Al Manar, portavoz de Hezbolá. “Vengar a los asesinos de los combatientes será la responsabilidad y el trabajo de todos en la resistencia”.
Mientras, el líder espiritual chií de Irak, el gran ayatolá Ali Sistani, ha condenado el ataque, pero también ha pedido contención. “El brutal ataque es una violación insolente de la soberanía iraquí y de los acuerdos internacionales. Ha matado a varios comandantes que derrotaron a terroristas del Estado Islámico”, explica Sistani en un comunicado. “El país se dirige a tiempos difíciles. Pido a todas las partes implicadas que se comporten con moderación y actúen con sensatez”, concluye el líder.
El primer ministro saliente de Irak, Adel Abdul Mahdi, ha subrayado que el ataque representa “una escalada peligrosa que enciende una guerra destructiva en Irak, en la región y en el mundo”. En un comunicado ha asegurado que “llevar a cabo operaciones de ajuste de cuentas contra figuras de liderazgo iraquíes y de un país hermano en suelo iraquí constituye una violación flagrante de la soberanía iraquí y un ataque a la dignidad del país”.
Tras el ataque, Francia, uno de los países que más ha insistido en intentar mantener el pacto nuclear con Irán después de la salida de Washington, ha activado su maquinaria diplomática. El presidente Macron ha hablado con Putin y su ministro de Exteriores, Jean-Yves Le Drian, ha llamado al secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, a quien le “subrayó la preocupación de Francia ante el aumento de las tensiones los últimos meses en Oriente Medio, que han conocido una brutal escalada en Irak en las últimas semanas”, informa Silvia Ayuso desde París.
Para Rusia, el bombardeo “conducirá a un aumento de la tensión en toda la región”, según ha informado el Ministerio de Asuntos Exteriores del país. “Soleimani se dedicó a defender los intereses nacionales de Irán”, expresa un comunicado oficial en el que se ofrecen “sinceras condolencias al pueblo iraní”.
El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, ha pedido a rebajar la tensión: “Siempre hemos reconocido la amenaza agresiva que suponía la Fuerza Al Quds iraní liderada por Qasem Soleimani. Tras su muerte, pido a todas las partes rebajar la tensión. Un gran conflicto no es de nuestro interés”, ha señalado Raab en un breve comunicado.
La Embajada de Estados Unidos en Bagdad, que el martes fue asaltada por una turba proiraní, ha instado este viernes a sus ciudadanos a abandonar Irak “inmediatamente”. La cancillería recomienda a los estadounidenses en el país irse “en avión mientras sea posible”, ya que el bombardeo tuvo lugar en el aeropuerto de Bagdad, o “hacia otros países por vía terrestre”. Los principales pasos fronterizos de Irak llevan a Irán o a una Siria en guerra, aunque también hay otros hacia Arabia Saudí y Turquía.
Avión ucraniano fue derribado por misil de Irán, confirma Justin Trudeau
Canadá cuenta con inteligencia para evidenciar que Irán derribó el avión ucraniano, donde viajaban 63 canadienses.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó que su Gobierno tiene información que el vuelo 752 de Ukraine International Airlines (UIA) fue derribado por “un misil iraní”.
Trudeau añadió, durante una conferencia de prensa en Ottawa, que las autoridades canadienses creen que el supuesto derribo del avión ucraniano “puede haber sido no deliberado”.
Evitó contestar directamente la pregunta de los medios de comunicación si Canadá consideraba a Estados Unidos el responsable último del accidente, de confirmarse que el avión ucraniano, en el que viajaban 63 canadienses, fue derribado por un misil iraní.
El accidente, en el que murieron los 176 ocupantes del avión, se produjo poco después de que Irán lanzó decenas de misiles tierra-tierra contra dos bases militares en Irak utilizadas por Estados Unidos en represalia por el asesinato del general iraní, Qasem Suleimaní, en una operación militar de Estados Unidos.
Trudeau se limitó a señalar que la información preliminar que posee Canadá “refuerza la necesidad de una profunda y completa investigación” del accidente y que Irán permita el acceso a investigadores canadienses.
El primer ministro de Canadá confirmó que Irán no está permitiendo que investigadores canadienses participen en las labores para esclarecer las causas del accidente.
La rueda de prensa de Trudeau se produjo poco después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que él tenía sospechas de que el vuelo 752 de UIA no sufrió un accidente.
En el accidente del vuelo 752 de UIA, además de los 63 canadienses, entre las víctimas hay 82 iraníes, 11 ucranianos (dos pasajeros y nueve tripulantes), 10 suecos, cuatro afganos, tres alemanes y tres británicos.
El Boeing 737-800 con destino a Kiev salió del aeropuerto internacional iraní Imán Jomeiní, la madrugada del miércoles, y minutos después del despegue se estrelló contra el suelo.
Canadá es hogar de más de 250 mil personas de origen iraní. Muchas de las víctimas canadienses del accidente del avión de UIA eran familias y estudiantes que regresaban a Canadá tras pasar las vacaciones navideñas en Irán.
El representante de Ucrania ante Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya, aseguró ante el Consejo de Seguridad que solicitó a Irán “acceso total” a las investigaciones sobre el accidente del avión ucraniano en el que murieron 176 ocupantes y pidió que se eviten las “especulaciones”.
La caída del Boeing 737-800 de la aerolínea Ukraine International coincidió con el bombardeo de Irán contra dos bases en Irak que alojan a tropas estadounidenses y al tratarse de un avión ucraniano han circulado especulaciones de que el aparato podría haber sido derribado.
Irán no entregará a EEUU cajas negras del avión Boeing estrellado
El Boeing 737-800 con destino a Kiev salió este miércoles del aeropuerto internacional iraní Imán Jomeiní y minutos después del despegue se precipitó al suelo.
Aunque inicialmente las autoridades ucranianas dijeron que el accidente había sido fruto del fallo de uno de los motores de la aeronave, Kiev posteriormente eliminó esa declaración y pidió cautela mientras se investigan las causas de la mayor catástrofe aérea en la historia reciente del país.
Fuente: Noticieros Televisa, Agencia EFE.
Irán admite que uno de sus misiles derribó por “error” avión ucraniano con 176 personas a bordo
El gobierno de Irán admitió que misiles disparados por un “error humano” provocaron la catástrofe del avión de Ukraine International Airlines que causó la muerte de 176 personas el miércoles, un anuncio que confirma la hipótesis avanzada por varios países como Canadá o el Reino Unido.
En un comunicado divulgado por la agencia oficial de noticias Irna, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas reconoció que la aeronave ucraniana fue confundida con un “avión hostil” y fue “atacado”, en momentos en que “las amenazas enemigas” se encontraban “al más alto nivel”.
Inmediatamente, el presidente de Irán, Hassan Rouhani, dijo que se trataba de “una gran tragedia”, calificándola de “error imperdonable”.
La aeronave se estrelló el miércoles minutos después de despegar, en una noche en la que Irán estaba lanzando misiles contra bases militares iraquíes utilizadas por tropas estadounidenses, en respuesta al asesinato del general iraní Qasem Soleimani, días antes, en un ataque estadounidense en Bagdad.
“La investigación interna de las Fuerzas Armadas concluyó que lamentablemente misiles lanzados por un error humano causaron el horrible impacto del avión y la muerte de 176 personas inocentes”, admitió Rouhani en la red social Twitter.
“Las investigaciones continúan para identificar y llevar ante la justicia a los responsables de esta gran tragedia y error imperdonable”, aseguró el mandatario.
En un mensaje en la red social Facebook, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, confió en que así sea y que Irán pague “compensaciones” por lo ocurrido.
“Esperamos que la investigación se lleve a cabo sin retrasos y sin obstáculos. Nuestros 45 expertos deben tener un acceso total” a todos los elementos de la investigación, dijo.
El presidente se refería a los expertos ucranianos que llegaron el jueves a Teherán para participar en la investigación y el análisis de las cajas negras del aparato.
“No teníamos la menor duda de que nuestra tripulación y nuestro avión no podían ser la causa de esta terrible catástrofe. Eran los mejores”, reaccionó el presidente de Ukraine International Airlines, Ievguen Dijne.
Por su parte, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, pidió “transparencia” para que se efectúe una “investigación completa y en profundidad”. El país se vio especialmente afectado por esta tragedia ya que la mayoría de las víctimas eran iranocanadienses, aunque en el avión también viajaban afganos, británicos, suecos y ucranianos.
– “Un día triste” –
“Es un día triste”, lamentó el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif. “Un error humano coincidiendo con la crisis causada por la política aventurera estadounidense condujo al desastre”, afirmó.
“Nuestro profundo pesar, disculpas y condolencias a nuestro pueblo, a las familias de todas las víctimas y las otras naciones afectadas”, añadió el diplomático.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes aseguró que se llevarán a cabo “reformas fundamentales” en el seno de la institución para “tornar imposible que un error semejante vuelva a repetirse”.
El comandante de la Fuerza Aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, Amir Alí Hayizadeh, asumió la responsabilidad en el derribo del avión de Ukraine International Airlines. (EFE/EPA/ABEDIN TAHERKENAREH).
El avión de Ukraine International Airlines despegó el miércoles del aeropuerto de Teherán con rumbo a Kiev y pocos minutos después se estrelló en unos terrenos agrícolas cerca de la capital. Todas las personas que iban a bordo murieron.
Horas más tarde, Trudeau anunció que informaciones de los servicios de inteligencia propias y de países aliados hacían pensar que el avión había sido derribado por un misil, aunque añadió que “puede que no haya sido intencional”.
Rápidamente, el primer ministro británico, Boris Johnson, se manifestó en el mismo sentido, así como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su secretario de Estado, Mike Pompeo.
“Creemos que probablemente el avión haya sido derribado por un misil iraní. Vamos a dejar que la investigación se desarrolle antes de tomar una determinación final”, dijo Pompeo.
– Un giro de 180 grados –
La admisión iraní constituye un espectacular giro en el caso, ya que el viernes el presidente de la Organización de la Aviación Civil de Irán (CAO), Ali Abedzadeh, negó de forma terminante esta hipótesis.
“Una cosa es segura, este avión no fue alcanzado por un misil”, aseguró el funcionario.
Un video de unos 20 segundos, que publicaron varios medios como el New York Times, muestra imágenes de un objeto luminoso que sube rápidamente hacia el cielo y toca lo que parece ser un avión.
“Hemos visto algunos videos”, dijo Abedzadeh. “Confirmamos que el avión estuvo en llamas durante unos 60 o 70 segundos” aunque, dijo, asegurar que “fue alcanzado por algo no es correcto desde el punto de vista científico”.
La Comisión Europea también pidió una “investigación creíble e independiente” del siniestro aéreo.
Muchas aerolíneas de todo el mundo cancelaron sus vuelos desde Irán o con destino a Irán en los últimos días y evitaron sobrevolar el espacio aéreo iraní.
La comunidad internacional ha multiplicado además sus llamamientos a reducir la tensión y evitar una escalada en la región. Por ahora, los dirigentes iraníes y estadounidenses han dado a entender que no quieren provocar una guerra.
Fuente: Diario El Comercio.
Daesh sobre la muerte de Qasem Soleimani: «fue un acto de intervención divina»
El Estado Islámico, el grupo terrorista paramilitar insurgente, celebró la muerte del general del militar iraní Qasem Soleimani en manos de Estados Unidos.
El ISIS (por sus siglas en inglés), catalogó su desaparición como «un acto de intervención divina». Siendo así que, a través de un editorial en su revista Al Naba, señaló que con el fallecimiento de Soleimani y Abu Mahdi al Muhandis (comandante militar iraquí), «su agrupación se beneficia».
Asimismo, el grupo Estado Islámico señaló que sus integrantes intentaron durante años matar a los dos comandantes, y ahora “Al-lāh trajo su fin a manos de sus aliados”.
Los dos hombres “han ido demasiado lejos en el derramamiento de sangre de musulmanes en Irak y Siria”, agregó.
Fuente: Revista CARETAS.