Por Evan Romero-Castillo- www.dw.com
Citgo, la refinería venezolana en territorio estadounidense, donó 500,000 dólares para la organización de la ceremonia de investidura de Donald Trump como presidente. ¿Por qué miran todos hacia Moscú?
En Venezuela, la inexistente separación de poderes durante la gestión de Nicolás Maduro hace que la fiscalización de la administración pública sea aún más difícil que en el cuarto de siglo que precedió a la “era chavista”, descrito por los defensores de la “Revolución Bolivariana” como el período de mayor corrupción e impunidad en la historia del país. Y la opacidad de las instituciones estatales hace que elucubraciones y rumores circulen en sustitución de la información a la que la ciudadanía tiene derecho.
Eso volvió a ocurrir un día después de que la Comisión Federal Electoral de Estados Unidos revelara que Citgo Petroleum –filial de la estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA) con sede en Houston– le donó 500,000 dólares al comité organizador de la ceremonia de juramentación de Donald Trump como jefe del Gobierno estadounidense (22.12.2016); el doble que otras empresas –como el fabricante de automóviles Ford– entusiasmadas con la idea de ejercer algún grado de influencia en la Casa Blanca.
La refinería venezolana Citgo, con sede en Houston, Texas.
Trump, Putin y Maduro
Fuera de Venezuela, la noticia parecía tener más que ver con el “hombre fuerte” de Moscú, Vladimir Putin, que con el de Caracas. Una investigación realizada por Maye Primera y Ahiana Figueroa para el sitio web de la televisora estadounidense Univisión señala que la contribución de Citgo a la ceremonia de investidura de Trump tuvo lugar cuando la refinería venezolana en suelo estadounidense acababa de ofrecer el 49.9 por ciento de sus acciones como garantía de pago del préstamo que la petrolera rusa Rosneft le hizo a PDVSA.
El resto de las acciones de Citgo fue presentado como incentivo “en un canje de bonos ejecutado por PDVSA en 2016”, aseguran Primera y Figueroa. El crédito ruso de 1,600 millones de dólares es una bombona de oxígeno del maltrecho establishment chavista. El diario británico The Guardian explica que si PDVSA no cancela su deuda a tiempo, Rosneft podría convertirse en el accionista mayoritario de Citgo. “Ese es un escenario que causa ansiedad en el Congreso estadounidense”, advirtió Julian Borger, corresponsal de The Guardian en Washington.
Citgo no es el único nexo entre Rosneft y Trump. Eso preocupa tanto a los republicanos como a los demócratas porque aún no se ha disipado la sospecha de que el Kremlin se inmiscuyó en el último proceso electoral estadounidense y de que un pacto ilícito entre Putin y Trump lo hizo posible, agrega Borger. Mientras tanto, en Venezuela –donde Maduro celebraba, casualmente, cuatro años en el poder este 19 de abril–, la conexión Citgo-Trump causaba extrañeza por la cantidad de contradicciones que dejaba en evidencia.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y su homólogo ruso, Vladimir Putin.
No hay preguntas tontas…
¿Es Citgo otro Caballo de Troya del Kremlin en Estados Unidos? ¿Cómo pudo Citgo regalarle medio millón de dólares a Trump cuando la propia PDVSA está al borde de la bancarrota? ¿Qué esperaba Caracas a cambio de ese gesto? ¿Llegó a haber simpatía genuina entre Trump y Maduro o fue la de Maduro una cordialidad no correspondida? Si hubo afinidad, la luna de miel duró poco. Trump asumió su cargo el 20 de enero y el 16 de febrero pidió, vía Twitter, la liberación inmediata del dirigente opositor venezolano Leopoldo López.
En la foto que acompañaba a su tuit, Trump aparecía junto a Lilian Tintori, esposa de López, el preso político más prominente del régimen chavista. El 6 de abril, ante el Comité de Servicios Armados del Senado de Estados Unidos, el almirante Kurt Tidd, jefe del Comando Sur, arguyó que “la creciente crisis humanitaria en Venezuela podría, eventualmente, obligar a una respuesta regional”, dejando dudas sobre si se refería a mediaciones diplomáticas más persuasivas que las del Vaticano, o a ataques unilaterales como el lanzado contra Siria.
El propio Maduro acusó a Washington de preparar su derrocamiento y alegó que las intenciones de “generar violencia y caos” en Venezuela estaban plasmadas en un comunicado del Departamento de Estado difundido el 18.4.2017, un día antes de la “madre de todas las manifestaciones”, convocada por la oposición antichavista. Desde hace años está claro el tipo de vínculo que une a Caracas con Moscú; pero el coqueteo de Maduro con el flamante ocupante de la Casa Blanca obliga a repreguntar: ¿cómo es la relación entre Venezuela y Estados Unidos?
La conexión Maduro-Putin-Trump
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