Foul

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ELITE FOULERA

Por Martha Meier Miro Quesada– Diario Expreso.
La elite empresarial sabe que en los negocios como en el fútbol hay reglas que cumplir, y cuando no sucede, el árbitro saca tarjeta amarilla, roja y finalmente expulsa al foulero, pero eso no le importa: siempre ganó gracias a que el control social falló por largo tiempo en el Perú.
Todo juego se ciñe a reglas para hacerlo limpio y justo. La victoria es legítima solo si se la alcanza cumpliendo y para asegurarse de ello se requiere de un árbitro imparcial. Imaginemos dos equipos enfrentándose y a un árbitro cómplice de uno de ellos, sacando tarjeta roja no al que mete el cabe sino al caído. ¿Qué pasaría en el estadio donde pretende consumarse la trafa?
Lo anterior se aplica para la corruptela de Odebrecht en el Perú, los fouleros siguen tranquilos y el gran árbitro (las respectivas autoridades) sale con excusas para beneficiar a los socios peruanos de la corrupción y que sigan jugando: en la reconstrucción, vendiendo activos, participando en nuevas licitaciones; mientras se deshace de quienes informan que se violan las normas de la decencia. O sea, ¡fuera! las procuradoras Julia Príncipe y Katherine Ampuero.
Hace mal el presidente Kuczynski en llamar “circo” a la comisión Lava Jato que investiga a los socios y operadores locales de Odebrecht, y en no querer responder ante ella. Era esperable, recordemos que cuando Marcelo Odebrecht dijo que 29 millones de dólares habían sido usados para pagar coimas en el Perú, PPK dijo “habrá que ver si eran 29 y si fue para eso”.  Y lo dice quien debería velar porque salgan del juego los fouleros que le jugaron sucio al Perú.
La élite foulera se acostumbró a pisotear toda ley porque, como ya se mencionó, durante buena parte de nuestra historia los mecanismos de regulación social fallaron y los corruptos y el narco visitaron los grandes salones protegidos por su piel clara, añosos apellidos y el aroma de su dinero.
Todo eso ya empezó a desmoronarse porque el “monstruo de la decencia” ha despertado. Hoy ruge una generación que ha visto a sus padres y abuelos migrantes trabajar decentemente, de sol a sol, por un futuro mejor para ellos, y ser perseguidos por no contar con algún permiso. Esa sangre joven, justa y nueva, con capacidad de indignación, saldrá a las calles a exigir sanción para la los fouleros.
¡Prepárense!

¡Circo fue lo de la Interoceánica!

PPK estuvo en el meollo de las decisiones que llevaron al Estado peruano a coludirse con Odebrecht, coima a Toledo incluida. ¿Le parece a PPK que él no tiene nada que responder a la comisión Lava Jato?
Por Ricardo Vásquez Kunze| Director Político.pe
El jefe del Estado, en medio de la algarabía por el empate con Argentina en la Bombonera y la noticia de la subida de su aprobación en 9 puntos porcentuales, ha declarado que no recibirá a la Comisión Lava Jato porque “es un circo”. Pedro Pablo Kuczynski afirma que su decisión se debe a que en una anterior oportunidad los miembros de otra comisión, que investigaba el escándalo de corrupción de su exasesor el doctor Moreno, lo pecharon en Palacio y que él no iba a permitir nuevamente una afrenta a la investidura presidencial.
El jefe del Estado fue ministro de Economía y primer ministro del prófugo Alejandro Toledo, sindicado de haber recibido 20 millones de dólares a través de Ecoteva para que Odebrecht pudiera hacerse con la construcción de la carretera Interoceánica Sur. También fue presidente consultivo de Proinversión, que dio luz verde junto con otros seis ministros del prófugo (Carlos Ferrero, David Lemor, José Ortiz, Clodomiro Sánchez, Alfredo Ferrero, y también René Cornejo, entonces jefe de este organismo y posteriormente ministro del detenido Ollanta Humala) para que procediera la adjudicación, festinando todos los trámites legales de la época con base en una “decisión política”.
Es decir, PPK estuvo en el meollo de las decisiones que llevaron al Estado peruano a firmar con esa empresa corrupta un contrato de concesión por miles de millones de dólares, con coima de 20 millones de dólares incluida al presidente de la república. ¿Le parece a PPK que él no tiene nada que responder a la comisión Lava Jato? ¿Le parece que la investidura presidencial quedará fortalecida por su negativa? ¿Le parece que mandando una cartita con las respuestas por escrito está cumpliendo con su obligación de dejar bien claro que él no tuvo nada que ver con la corruptela del presidente del cual él fue primer ministro y titular de Economía?
Que PPK no nos venga a contar cuentos. Los interrogatorios de la Comisión al jefe del Estado se hacen a puerta cerrada y en Palacio de Gobierno, es decir, en terreno favorable al presidente. El día y la hora la fija PPK. La disposición de su tiempo también. No hay circo si no hay público, así que desacatar a la comisión del Congreso es un vulgar pretexto para no responder “what you did last time”.

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