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“A Zohan le sucede lo mismo que a muchos de nosotros. Está cansado de lo que hace, aunque muchos crean que eso es glorioso. Además es muy divertido jugar con la idea de que un símbolo de la masculinidad fuera un peluquero de damas, como sucedía con Warren Beatty en Shampoo” (Adam Sandler).
No te metas con Zohan además de ser una gran comedia y de volver a la vida a Adam Sandler, es honesta. Ya desde sus primeros minutos brinda la muestra de lo que va a ser: Zohan mostrando su “onda” y fuerza en la playa, bailando y cocinando desnudo, peleando contra las leyes de la física (y de la lógica), etc, etc.
Sandler y sus eternos colaboradores en el guión (Apatow y Smiegel) y en la dirección (Dennis Dugan) logran el propósito buscado, que es el de entretener con gags y diálogos tan insólitos como inteligentes.
No es un humor para todos y eso también la hace loable en un tiempo de “scary movies”. Para espectadores sin prejuicios de ningún tipo.
En este espacio-tiempo irreal, Zohan es un agente indestructible del Mossad que huye hacia América para cumplir su sueño de ser peluquero de mujeres.
Todo con un humor corrosivo tan irreverente en lo político como sexualmente incorrecto, con un guión disparatado (por las situaciones), nada dócil (por la cantidad de efectos visuales necesarios) todo encuadrado en un cero realismo y donde se toma al conflicto palestino-israelí no tan poco seriamente como parecería.
Producido, escrito e interpretado por Adam Sandler, actor capaz de realizar con solvencia el serio Punch Drunk Love de Paul Anderson como también Little Nicky y no por eso perder su estilo interpretativo.
Poco reconocido este Sandler quizás porque su humor difiere de otros referentes como Ben Stiller, cuya nueva (y buena) película parece quedarse en medio camino entre el humor de gags visuales, de protesta o de parodia. Esta Zohan hace y sabe bien lo que quiere.
Detallar los chistes y gags sería imposible por la cantidad (la escena donde comienza a lavar y cortar a las señoras mayores es imperdible) y logrados gracias a personajes secundarios y fuertes, de alto impacto por los actores/fetiches de casi todas sus películas (casi todos sus amigotes conocidos están presentes) y por un Sandler que rebaja sus dosis de ira acostumbradas haciéndolo con matices. Un personaje “sedosamente suave”.
Para algunos es inentendible que uno califique a la última Batman con 3 estrellas y media y a esta película con 4, pero todo tiene que ver en si cada cual logra lo que se propusieron mas allá de su alcance, género o presupuesto empleado (además convengamos que un 8 de algún film de Kubrick por poner un ejemplo, sería casi un 15 de cualquier otro director “normal”).
El mastodonte solemne de Nolan sería la antítesis de este film por tono, pretensión y llegada. No decimos que una es mejor que otra porque pertenecen a distintas ligas en presupuesto o calidad. Si puedo afirmar que este peluquero es mucho más disfrutable que el serio vigilante nocturno.
El taxista zoofílico y gracioso de Rob Schneider, John Turturro como la contracara del héroe, el músico Dave Matthews como otro de los villanos, cameos de Chris Rock como otro taxista, Mariah Carey como… la tonta Mariah Carey y hasta el genial John McEnroe no faltan.
Sandler venia derrapando con sus últimos films (tanto Click como Yo los declaro marido y Larry carecían de… todo) pero esta es la mejor película que ha hecho desde Little Nicky y parece que su experiencia en el género ya esta dando sus frutos. Dinámica y ágil, no puede evitar los clichés románticos hacia el final donde cae en lo cursi pero no la desvirtúa del todo en su prédica.
La banda de sonido también es imperdible con el rap israelí de Hadag Nahash y de un tema de Singapore de música disco. No es una obra maestra pero es por demás disfrutable. Aparte nada más cool, con charme y estilo que un peluquero ¡me voy corriendo a hacerme el corte Avalon! Disco-disco, ¡good-good!
No te metas con Zohan además de ser una gran comedia y de volver a la vida a Adam Sandler, es honesta. Ya desde sus primeros minutos brinda la muestra de lo que va a ser: Zohan mostrando su “onda” y fuerza en la playa, bailando y cocinando desnudo, peleando contra las leyes de la física (y de la lógica), etc, etc.
Sandler y sus eternos colaboradores en el guión (Apatow y Smiegel) y en la dirección (Dennis Dugan) logran el propósito buscado, que es el de entretener con gags y diálogos tan insólitos como inteligentes.
No es un humor para todos y eso también la hace loable en un tiempo de “scary movies”. Para espectadores sin prejuicios de ningún tipo.
En este espacio-tiempo irreal, Zohan es un agente indestructible del Mossad que huye hacia América para cumplir su sueño de ser peluquero de mujeres.
Todo con un humor corrosivo tan irreverente en lo político como sexualmente incorrecto, con un guión disparatado (por las situaciones), nada dócil (por la cantidad de efectos visuales necesarios) todo encuadrado en un cero realismo y donde se toma al conflicto palestino-israelí no tan poco seriamente como parecería.
Producido, escrito e interpretado por Adam Sandler, actor capaz de realizar con solvencia el serio Punch Drunk Love de Paul Anderson como también Little Nicky y no por eso perder su estilo interpretativo.
Poco reconocido este Sandler quizás porque su humor difiere de otros referentes como Ben Stiller, cuya nueva (y buena) película parece quedarse en medio camino entre el humor de gags visuales, de protesta o de parodia. Esta Zohan hace y sabe bien lo que quiere.
Detallar los chistes y gags sería imposible por la cantidad (la escena donde comienza a lavar y cortar a las señoras mayores es imperdible) y logrados gracias a personajes secundarios y fuertes, de alto impacto por los actores/fetiches de casi todas sus películas (casi todos sus amigotes conocidos están presentes) y por un Sandler que rebaja sus dosis de ira acostumbradas haciéndolo con matices. Un personaje “sedosamente suave”.
Para algunos es inentendible que uno califique a la última Batman con 3 estrellas y media y a esta película con 4, pero todo tiene que ver en si cada cual logra lo que se propusieron mas allá de su alcance, género o presupuesto empleado (además convengamos que un 8 de algún film de Kubrick por poner un ejemplo, sería casi un 15 de cualquier otro director “normal”).
El mastodonte solemne de Nolan sería la antítesis de este film por tono, pretensión y llegada. No decimos que una es mejor que otra porque pertenecen a distintas ligas en presupuesto o calidad. Si puedo afirmar que este peluquero es mucho más disfrutable que el serio vigilante nocturno.
El taxista zoofílico y gracioso de Rob Schneider, John Turturro como la contracara del héroe, el músico Dave Matthews como otro de los villanos, cameos de Chris Rock como otro taxista, Mariah Carey como… la tonta Mariah Carey y hasta el genial John McEnroe no faltan.
Sandler venia derrapando con sus últimos films (tanto Click como Yo los declaro marido y Larry carecían de… todo) pero esta es la mejor película que ha hecho desde Little Nicky y parece que su experiencia en el género ya esta dando sus frutos. Dinámica y ágil, no puede evitar los clichés románticos hacia el final donde cae en lo cursi pero no la desvirtúa del todo en su prédica.
La banda de sonido también es imperdible con el rap israelí de Hadag Nahash y de un tema de Singapore de música disco. No es una obra maestra pero es por demás disfrutable. Aparte nada más cool, con charme y estilo que un peluquero ¡me voy corriendo a hacerme el corte Avalon! Disco-disco, ¡good-good!
Fuente: http://ceaa.blogspot.com