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Por Américo Zambrano- Revista CARETAS
Antauro Humala tenía acceso permanente a la oficina del director del penal Virgen de la Merced, a su DVD, y teléfono. Se presume que Ina Andrade era la que le llevaba la marihuana.
El presidente del INPE había llegado en una visita inopinada para comprobar las condiciones de reclusión de Antauro Humala y el interno ni siquiera se encontraba en su celda.
José Luis Pérez Guadalupe se dirigió a la oficina del director del penal Virgen de la Merced para llamar por teléfono. Pero quien estaba allí era el hermano del presidente.
Antauro pasaba una plácida noche sabatina, tendido en el sofá del director del penal militar. En la pantalla del televisor LCD veía un DVD en vivo del grupo Kiss. Una humeante pipa de marihuana descansaba en su mano. Eran las 11 y 20 de la noche.
Ese sábado 31, Pérez Guadalupe le había pedido a su chofer y uno de sus elementos de seguridad que lo lleven a Chorrillos. Al llegar al lugar no encontró a ningún custodio del INPE en la puerta de ingreso. Tocó durante un buen rato pero nadie le abrió. Su chofer trepó una de las paredes para abrirle el portón. Una vez adentro descubrió que los ambientes de la cárcel estaban sin candado.
Todo confirmaba lo averiguado por Pérez Guadalupe. La cárcel militar de Chorrillos en la que pasó un mes se había convertido en un “hostal” para Antauro. Intentos anteriores por irrumpir en un operativo fracasaron por presuntas filtraciones internas.
Pérez Guadalupe procedió a levantar un acta (No 01 INPE /VDM-2012) en la que se dio cuenta de la escena. El documento subraya que la cárcel militar contaba con un solo servidor penitenciario, Rolando Chimoy Jirón, quien declaró que el hermano del Presidente era llevado diariamente a dicha oficina para pasar la noche por orden expresa del director del penal, César Magno Torres.
Le incautaron un teléfono inalámbrico de color negro, No 3010771 y la “pipa de porcelana conteniendo restos de al parecer marihuana”. El acta lleva las firmas de Pérez Guadalupe, sus custodios, Christian Sosa y Joseph Apata, y del agente Chimoy. Antauro se negó a firmar el documento.
LA PROTECCIÓN DEL EJÉRCITO
Las condiciones laxas de reclusión de Antauro en el penal militar en apenas 2 semanas de su traslado ya habían sido materia de inquietud.
Una requisa dos semanas atrás, ante la versión que tenía un celular, fue infructuosa, aunque se decomisaron nuevas cartas de recomendación, aun de oficiales de alta graduación. Se supo luego que ciertos militares rescataron el aparato horas antes del operativo.
Se precedió a instalar un bloqueador de celulares en el penal militar, pero Antauro usaba el teléfono fijo del director del penal.
La mañana siguiente, el domingo 1, Pérez Guadalupe informó de lo ocurrido al ministro de Justicia Juan Jiménez y juntos fueron a Palacio.
El jefe del INPE ya había previsto trasladar a Antauro a una prisión de máximo rigor en cumplimiento estricto de las normas penitenciarias, como sanción de las irregularidades en las que incurrió Antauro en el penal de Piedras Gordas.
El Ministerio de Justicia y el INPE barajaban varias alternativas, pero el consumo de droga en el penal Virgen de la Merced inclinó la balanza a favor de la Base Naval.
Anteriormente, Ollanta Humala le ordenó a Pérez Guadalupe velar por la seguridad de su hermano. “Es mi sangre”, le advirtió sin rodeos en una ocasión. “Si algo le pasa su cabeza rodará”.
Pero ahora a las consideraciones sobre la seguridad del problemático hermano del presidente se sumó la preocupación por su adicción a las drogas.
Pérez Guadalupe y Jiménez expusieron lo ocurrido la noche anterior en el penal militar e hicieron énfasis en que Antauro seguía consumiendo marihuana en exceso y muy probablemente otras sustancias. ¿Quién le proporcionaba la droga?
Ante el agravante, el Presidente optó por no oponerse al traslado, aun a sabiendas de lo que significaría en su propia familia. “El INPE es autónomo”, confirmó a Pérez Guadalupe. “Proceda usted”, autorizó.
Esa misma noche, Pérez Guadalupe y una numerosa comitiva llegaron a Chorrillos listos a proceder con el traslado de Antauro y grande fue la sorpresa cuando descubrieron una ambulancia en la puerta del penal militar.
“¿Qué hace esta ambulancia acá?”, preguntó el jefe del INPE.
El conductor contestó que el hermano del Presidente había sufrido de fuertes dolores producto de cálculos a los riñones, por lo que se tenía previsto trasladarlo al Hospital Militar.
“¿Y quién le ha dado esa orden?”, insistió, ya indignado, Pérez Guadalupe. “El coronel Zapata”, aseguró el chofer de la ambulancia.
El aludido era el coronel EP Edgardo Zapata, jefe de inteligencia del Comando de Instrucción y Doctrina del Ejército (Coede), dependencia en la que se encuentra la prisión Virgen de la Merced.
Zapata dijo a CARETAS que, el domingo 1, recibió una llamada de Magno Torres, director del penal, solicitándole una ambulancia para trasladar a Antauro al policlínico, pero que él sólo se limitó a transmitir el pedido al oficial de guardia. “Allí murió mi participación en el tema. No sé más”, dijo. Zapata es miembro de la promoción Héroes de Pucará y Marcavalle, del año 1984, a la que perteneció el Presidente de la República (CARETAS 2176).
Para los funcionarios del INPE, sin embargo, se trataba de una argucia para llevar al hermano del Mandatario al Hospital Militar y evitar el traslado a la Base Naval del Callao. Algo similar sucedió en diciembre último, cuando Antauro fue internado en dicho nosocomio aquejado de supuestos males renales y permaneció allí 25 días, protegido por oficiales del Ejército leales a él.
De todos modos, Pérez Guadalupe ordenó examinar a Antauro y al certificar su buena salud se ordenó el traslado. Luego de resistirse por una hora, refugiado en su celda, fue finalmente trasladado a la Base Naval enmarrocado y en una unidad completamente acolchada en su interior para evitar que el recluso se haga daño. Eran las 3 de la madrugada del lunes 2.
TRATAMIENTO EN LA BASE
“Esta es una traición y miren de quién, de su propio hermano. No saben cómo me siento yo como madre. Mi hijo Ollanta ha actuado mal, vilmente con su hermano y todo por presiones”, se quejó la señora Elena Tasso, la semana pasada.
“Mi esposa y yo estamos tremendamente mortificados con esta injusticia”, añadió el patriarca Isaac Humala.
Una versión confiable indica que los padres del Presidente le pidieron una última oportunidad para su hermano. Ollanta Humala respondió con su autorización para que se le inicie en la Base Naval un tratamiento médico, mental y de desintoxicación.
Antauro Humala culminó su período de aislamiento el domingo de resurrección. Ahora podrá recibir la visita de su padre, que es su abogado, y tendrá acceso al patio de la prisión. No puede realizar llamadas telefónicas, escribir cartas o acceder a sus correos. Atrás quedaron el iPhone-4 y la laptop azul.
Un auténtico drama doméstico que ya se había puesto en evidencia con el traslado de Piedras Gordas a la Virgen de la Merced (CARETAS 2223). Una preocupación latente en la cabeza de presidente que se debe sumar a la de Conga y Doe Run. Los lazos de las familias pueden tomar rehenes entre sus propios miembros.
“Quiero dejar limpio mi nombre y mi honor”
En un comunicado oficial, el ministerio de Justicia informó que no hay planes para reemplazar a José Luis Pérez Guadalupe, actual presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
“Este Ministerio es consciente que se requiere una profunda reforma en el INPE. (…) Con ese objetivo, el MINJUS nombró al Dr. José Luis Pérez Guadalupe en la presidencia de dicha Institución, sabiendo que con su experiencia de 25 años en el sistema carcelario, así como por sus cualidades profesionales y morales, puede guiar al INPE en la ruta correcta”, indicó el ministerio.
También se menciona que “el MINJUS ratifica su confianza en el Dr. Pérez Guadalupe, quien, conjuntamente con el Ministro Juan Jiménez Mayor, presentarán un plan de reestructuración del INPE, conducente a hacer una firme, total y definitiva reforma en la institución, para encaminarla en la ruta de la solución de sus problemas”.
SANCIÓN PARA ANTAURO
Pérez Guadalupe anunció que el INPE interpondría drásticas sanciones al interno Antauro Humala por su comportamiento en los centros de reclusión.
“Hay otros procesos sumarios por faltas gravísimas que el señor Antauro Humala ha seguido cometiendo en los diferentes penales. No quiero adelantar, pero de todas maneras se viene una sanción drástica, como tiene que ser”.
Entre las faltas figura el haber obtenido un iPhone en Piedras Gordas, fumar marihuana, haber dado entrevistas sin autorización del INPE, haber transgredido los horarios de visita y colgar un cartel (“¿Privilegios? En la Diroes”) en su celda de Virgen de la Merced.
“El señor Antauro Humala no es preso político ni mucho menos. Está [preso] por delitos graves y no tiene ningún derecho a hacer política dentro de la cárcel”, agregó.
El jefe del INPE, José Luis Pérez Guadalupe, rompió su silencio y salió al frente de las imputaciones del hermano del mandatario, Antauro Humala, y de sus abogados, entre ellos su padre Isaac Humala, respecto a que no habían razones para trasladarlo a la Base Naval del Callao o que fue golpeado por encapuchados en presencia del propio Pérez Guadalupe.
“Todos estos días yo no he salido a la prensa porque creía que no era necesario aclarar muchas cosas que se han dicho, unas bastante irrisorias, pero creo es necesario indicar varias cosas como que es totalmente falso lo que dice la abogada (Liliana Humala), como que el señor Antauro Humala nunca ha cometido una falta durante su reclusión”, indicó.
En ese sentido, recordó que este se encuentra procesado por presuntamente haber recibido la visita de “su pareja del momento Nora Bruce” cuando estaba recluido en Piedras Gordas.
“Incluso, durante mi gestión, el 25 de noviembre del año pasado se le impuso una sanción drástica donde se limita el número de visitas y se da tres semanas de aislamiento (…) todos hemos visto las irregularidades en Piedras Gordas”, insistió.
Pérez Guadalupe también precisó que actualmente hay un proceso de investigación por parte del INPE, la misma que está en su fase final y la decisión será comunicada a Antauro Humala. “Él tiene cinco días para apelar, pero de todas maneras viene una sanción seria y no se libra, inclusive con regresión (…)”, agregó.
“YO ESTABA EN LA BASE NAVAL”
Pérez Guadalupe tambien negó haber estado presente durante la presunta agresión a Antauro Humala durante su traslado a la Base Naval.
“He escuchado repetidas veces a la abogada y al mismo interno decir que yo he estado allí mientras lo masacraba gente encapuchada (…) en el INPE no tenemos gente encapuchada (…) cuando él fue traslado del penal yo me encontraba en la Base Naval, yo no he estado allí, quiero dejar limpio mi nombre y mi honor”, subrayó.
“Nadie se puede burlar de las leyes y a cada falta habrá una sanción”, advirtió en declaraciones a Canal N.
El funcionario reiteró que el traslado de Antauro Humala a la Base Naval se ajustó a ley por un cambio en la norma.
Antauro Humala tenía acceso permanente a la oficina del director del penal Virgen de la Merced, a su DVD, y teléfono. Se presume que Ina Andrade era la que le llevaba la marihuana.
El presidente del INPE había llegado en una visita inopinada para comprobar las condiciones de reclusión de Antauro Humala y el interno ni siquiera se encontraba en su celda.
José Luis Pérez Guadalupe se dirigió a la oficina del director del penal Virgen de la Merced para llamar por teléfono. Pero quien estaba allí era el hermano del presidente.
Antauro pasaba una plácida noche sabatina, tendido en el sofá del director del penal militar. En la pantalla del televisor LCD veía un DVD en vivo del grupo Kiss. Una humeante pipa de marihuana descansaba en su mano. Eran las 11 y 20 de la noche.
Ese sábado 31, Pérez Guadalupe le había pedido a su chofer y uno de sus elementos de seguridad que lo lleven a Chorrillos. Al llegar al lugar no encontró a ningún custodio del INPE en la puerta de ingreso. Tocó durante un buen rato pero nadie le abrió. Su chofer trepó una de las paredes para abrirle el portón. Una vez adentro descubrió que los ambientes de la cárcel estaban sin candado.
Todo confirmaba lo averiguado por Pérez Guadalupe. La cárcel militar de Chorrillos en la que pasó un mes se había convertido en un “hostal” para Antauro. Intentos anteriores por irrumpir en un operativo fracasaron por presuntas filtraciones internas.
Pérez Guadalupe procedió a levantar un acta (No 01 INPE /VDM-2012) en la que se dio cuenta de la escena. El documento subraya que la cárcel militar contaba con un solo servidor penitenciario, Rolando Chimoy Jirón, quien declaró que el hermano del Presidente era llevado diariamente a dicha oficina para pasar la noche por orden expresa del director del penal, César Magno Torres.
Le incautaron un teléfono inalámbrico de color negro, No 3010771 y la “pipa de porcelana conteniendo restos de al parecer marihuana”. El acta lleva las firmas de Pérez Guadalupe, sus custodios, Christian Sosa y Joseph Apata, y del agente Chimoy. Antauro se negó a firmar el documento.
LA PROTECCIÓN DEL EJÉRCITO
Las condiciones laxas de reclusión de Antauro en el penal militar en apenas 2 semanas de su traslado ya habían sido materia de inquietud.
Una requisa dos semanas atrás, ante la versión que tenía un celular, fue infructuosa, aunque se decomisaron nuevas cartas de recomendación, aun de oficiales de alta graduación. Se supo luego que ciertos militares rescataron el aparato horas antes del operativo.
Se precedió a instalar un bloqueador de celulares en el penal militar, pero Antauro usaba el teléfono fijo del director del penal.
La mañana siguiente, el domingo 1, Pérez Guadalupe informó de lo ocurrido al ministro de Justicia Juan Jiménez y juntos fueron a Palacio.
El jefe del INPE ya había previsto trasladar a Antauro a una prisión de máximo rigor en cumplimiento estricto de las normas penitenciarias, como sanción de las irregularidades en las que incurrió Antauro en el penal de Piedras Gordas.
El Ministerio de Justicia y el INPE barajaban varias alternativas, pero el consumo de droga en el penal Virgen de la Merced inclinó la balanza a favor de la Base Naval.
Anteriormente, Ollanta Humala le ordenó a Pérez Guadalupe velar por la seguridad de su hermano. “Es mi sangre”, le advirtió sin rodeos en una ocasión. “Si algo le pasa su cabeza rodará”.
Pero ahora a las consideraciones sobre la seguridad del problemático hermano del presidente se sumó la preocupación por su adicción a las drogas.
Pérez Guadalupe y Jiménez expusieron lo ocurrido la noche anterior en el penal militar e hicieron énfasis en que Antauro seguía consumiendo marihuana en exceso y muy probablemente otras sustancias. ¿Quién le proporcionaba la droga?
Ante el agravante, el Presidente optó por no oponerse al traslado, aun a sabiendas de lo que significaría en su propia familia. “El INPE es autónomo”, confirmó a Pérez Guadalupe. “Proceda usted”, autorizó.
Esa misma noche, Pérez Guadalupe y una numerosa comitiva llegaron a Chorrillos listos a proceder con el traslado de Antauro y grande fue la sorpresa cuando descubrieron una ambulancia en la puerta del penal militar.
“¿Qué hace esta ambulancia acá?”, preguntó el jefe del INPE.
El conductor contestó que el hermano del Presidente había sufrido de fuertes dolores producto de cálculos a los riñones, por lo que se tenía previsto trasladarlo al Hospital Militar.
“¿Y quién le ha dado esa orden?”, insistió, ya indignado, Pérez Guadalupe. “El coronel Zapata”, aseguró el chofer de la ambulancia.
El aludido era el coronel EP Edgardo Zapata, jefe de inteligencia del Comando de Instrucción y Doctrina del Ejército (Coede), dependencia en la que se encuentra la prisión Virgen de la Merced.
Zapata dijo a CARETAS que, el domingo 1, recibió una llamada de Magno Torres, director del penal, solicitándole una ambulancia para trasladar a Antauro al policlínico, pero que él sólo se limitó a transmitir el pedido al oficial de guardia. “Allí murió mi participación en el tema. No sé más”, dijo. Zapata es miembro de la promoción Héroes de Pucará y Marcavalle, del año 1984, a la que perteneció el Presidente de la República (CARETAS 2176).
Para los funcionarios del INPE, sin embargo, se trataba de una argucia para llevar al hermano del Mandatario al Hospital Militar y evitar el traslado a la Base Naval del Callao. Algo similar sucedió en diciembre último, cuando Antauro fue internado en dicho nosocomio aquejado de supuestos males renales y permaneció allí 25 días, protegido por oficiales del Ejército leales a él.
De todos modos, Pérez Guadalupe ordenó examinar a Antauro y al certificar su buena salud se ordenó el traslado. Luego de resistirse por una hora, refugiado en su celda, fue finalmente trasladado a la Base Naval enmarrocado y en una unidad completamente acolchada en su interior para evitar que el recluso se haga daño. Eran las 3 de la madrugada del lunes 2.
TRATAMIENTO EN LA BASE
“Esta es una traición y miren de quién, de su propio hermano. No saben cómo me siento yo como madre. Mi hijo Ollanta ha actuado mal, vilmente con su hermano y todo por presiones”, se quejó la señora Elena Tasso, la semana pasada.
“Mi esposa y yo estamos tremendamente mortificados con esta injusticia”, añadió el patriarca Isaac Humala.
Una versión confiable indica que los padres del Presidente le pidieron una última oportunidad para su hermano. Ollanta Humala respondió con su autorización para que se le inicie en la Base Naval un tratamiento médico, mental y de desintoxicación.
Antauro Humala culminó su período de aislamiento el domingo de resurrección. Ahora podrá recibir la visita de su padre, que es su abogado, y tendrá acceso al patio de la prisión. No puede realizar llamadas telefónicas, escribir cartas o acceder a sus correos. Atrás quedaron el iPhone-4 y la laptop azul.
Un auténtico drama doméstico que ya se había puesto en evidencia con el traslado de Piedras Gordas a la Virgen de la Merced (CARETAS 2223). Una preocupación latente en la cabeza de presidente que se debe sumar a la de Conga y Doe Run. Los lazos de las familias pueden tomar rehenes entre sus propios miembros.
“Quiero dejar limpio mi nombre y mi honor”
En un comunicado oficial, el ministerio de Justicia informó que no hay planes para reemplazar a José Luis Pérez Guadalupe, actual presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE).
“Este Ministerio es consciente que se requiere una profunda reforma en el INPE. (…) Con ese objetivo, el MINJUS nombró al Dr. José Luis Pérez Guadalupe en la presidencia de dicha Institución, sabiendo que con su experiencia de 25 años en el sistema carcelario, así como por sus cualidades profesionales y morales, puede guiar al INPE en la ruta correcta”, indicó el ministerio.
También se menciona que “el MINJUS ratifica su confianza en el Dr. Pérez Guadalupe, quien, conjuntamente con el Ministro Juan Jiménez Mayor, presentarán un plan de reestructuración del INPE, conducente a hacer una firme, total y definitiva reforma en la institución, para encaminarla en la ruta de la solución de sus problemas”.
SANCIÓN PARA ANTAURO
Pérez Guadalupe anunció que el INPE interpondría drásticas sanciones al interno Antauro Humala por su comportamiento en los centros de reclusión.
“Hay otros procesos sumarios por faltas gravísimas que el señor Antauro Humala ha seguido cometiendo en los diferentes penales. No quiero adelantar, pero de todas maneras se viene una sanción drástica, como tiene que ser”.
Entre las faltas figura el haber obtenido un iPhone en Piedras Gordas, fumar marihuana, haber dado entrevistas sin autorización del INPE, haber transgredido los horarios de visita y colgar un cartel (“¿Privilegios? En la Diroes”) en su celda de Virgen de la Merced.
“El señor Antauro Humala no es preso político ni mucho menos. Está [preso] por delitos graves y no tiene ningún derecho a hacer política dentro de la cárcel”, agregó.
El jefe del INPE, José Luis Pérez Guadalupe, rompió su silencio y salió al frente de las imputaciones del hermano del mandatario, Antauro Humala, y de sus abogados, entre ellos su padre Isaac Humala, respecto a que no habían razones para trasladarlo a la Base Naval del Callao o que fue golpeado por encapuchados en presencia del propio Pérez Guadalupe.
“Todos estos días yo no he salido a la prensa porque creía que no era necesario aclarar muchas cosas que se han dicho, unas bastante irrisorias, pero creo es necesario indicar varias cosas como que es totalmente falso lo que dice la abogada (Liliana Humala), como que el señor Antauro Humala nunca ha cometido una falta durante su reclusión”, indicó.
En ese sentido, recordó que este se encuentra procesado por presuntamente haber recibido la visita de “su pareja del momento Nora Bruce” cuando estaba recluido en Piedras Gordas.
“Incluso, durante mi gestión, el 25 de noviembre del año pasado se le impuso una sanción drástica donde se limita el número de visitas y se da tres semanas de aislamiento (…) todos hemos visto las irregularidades en Piedras Gordas”, insistió.
Pérez Guadalupe también precisó que actualmente hay un proceso de investigación por parte del INPE, la misma que está en su fase final y la decisión será comunicada a Antauro Humala. “Él tiene cinco días para apelar, pero de todas maneras viene una sanción seria y no se libra, inclusive con regresión (…)”, agregó.
“YO ESTABA EN LA BASE NAVAL”
Pérez Guadalupe tambien negó haber estado presente durante la presunta agresión a Antauro Humala durante su traslado a la Base Naval.
“He escuchado repetidas veces a la abogada y al mismo interno decir que yo he estado allí mientras lo masacraba gente encapuchada (…) en el INPE no tenemos gente encapuchada (…) cuando él fue traslado del penal yo me encontraba en la Base Naval, yo no he estado allí, quiero dejar limpio mi nombre y mi honor”, subrayó.
“Nadie se puede burlar de las leyes y a cada falta habrá una sanción”, advirtió en declaraciones a Canal N.
El funcionario reiteró que el traslado de Antauro Humala a la Base Naval se ajustó a ley por un cambio en la norma.
Fuente: Diarios La República y El Comercio.