Cierre de USAID

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Duro Golpe en Política Exterior

Diario expreso - Berit KnudsenPor Berit Knudsen- Diario EXPRESO.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) atraviesa una crisis sin precedentes. Ese instrumento clave de la política exterior estadounidense enfrenta una reestructuración, reduciéndose en tamaño y alcance por instrucciones de Donald Trump. La decisión de desmontar USAID responde a décadas de cambios en sus funciones, desde su creación en 1961, transformada en herramienta de influencia ideológica no alineada con los intereses de Washington.
Francisco Tudela, académico y político peruano, explica que los antecedentes se remontan a los Acuerdos de Helsinki (1975), promovidos durante la Guerra Fría para comprometer a la Unión Soviética y sus aliados a respetar los derechos humanos. Pero la URSS nunca cumplió sus compromisos, llevando a Estados Unidos a crear organizaciones de monitoreo como el Grupo Helsinki en Moscú, liderado por el disidente Andrei Sájarov, como herramienta de presión política para promover la democracia.
USAID se convierte en mecanismo para financiar ONG, medios de comunicación y movimientos contra el autoritarismo. Al caer la Unión Soviética en 1991, el modelo se expande por el mundo, pero su propósito se distorsiona. El caso ruso es un ejemplo de cómo USAID, instrumento de desarrollo, se transforma en mecanismo de influencia política. En 2012, Vladimir Putin ordenó la salida de USAID, alegando que la agencia intervenía en temas nacionales financiando a opositores y promoviendo cambios políticos. En pocos días colapsaron más de 30 ONG rusas financiadas por Estados Unidos, incluyendo Moscú Helsinki. La agencia dejó de ser vista como organismo de ayuda humanitaria, convirtiéndose en actor geopolítico con intereses ideológicos, generando debates sobre la independencia en asuntos internos.

En enero de 2025, Trump firmó una orden ejecutiva suspendiendo la ayuda exterior de USAID por 90 días, exceptuando programas humanitarios esenciales y el apoyo a Israel y Egipto por acuerdos estratégicos. El objetivo era evaluar el impacto de la agencia y su alineación con los intereses nacionales; pero las finanzas de USAID mostraron que gran parte de sus fondos se canalizaban hacia ONG y medios de comunicación con ideologías ajenas a la política oficial del gobierno. Encontraron que la BBC británica, opositora mediática a Trump, recibía financiamiento de USAID.
Se nombró a Marco Rubio director de USAID para devolver a la agencia a sus principios originales; pero la magnitud del problema exigió decisiones radicales y una total reestructuración. El 7 de febrero, miles de empleados fueron despedidos con un correo electrónico masivo notificando que sus cuentas serían desactivadas, impidiendo el ingreso a sus oficinas. Permanecen unos 600 empleados de 14,000 funcionarios a nivel mundial.
Elon Musk, responsable del Departamento de Eficiencia Gubernamental, declaró que USAID estaba fuera de control, manejando presupuestos millonarios sin rendir cuentas al gobierno y despilfarrando el dinero de los contribuyentes.
El desmantelamiento de USAID genera debates sobre el rol del financiamiento de las ONG en la política global. Aunque muchas iniciativas son beneficiosas, otras son estructuras desvinculadas de las políticas nacionales. Diversas ONG argumentan que la eliminación de USAID deja un vacío en la cooperación internacional, afectando programas vitales en países en desarrollo.
El cierre de USAID como agencia de desarrollo global, al financiar iniciativas contrarias a los intereses de Estados Unidos, constituye un duro golpe en política exterior. La pregunta es cómo será la organización que ocupe el espacio de USAID. Pero también, ¿qué espera el Congreso peruano para aprobar la ley de fiscalización de las ONG?

Cojugringos

Diario expreso - César Campos R.

Por César Campos R.- Diario EXPRESO.
En una de las últimas columnas escritas para El Nuevo Herald, Andrés Oppenheimer cuestiona que el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Joe Biden haya decidido invitar a una “Cumbre para la Democracia” –organizada por su gobierno– a los presidentes de México, Argentina y otros países que, “aunque democráticos”, han tomado la determinación de ser “cómplices de las peores dictaduras del mundo”.
Oppenheimer se refiere a los mandatarios Andrés Manuel López Obrador y Alberto Fernández quienes mantienen sólidas alianzas con las satrapías de Cuba, Venezuela y Nicaragua. Según fuentes del periodista y escritor, Biden no tiene en su lista de convocados a dicha cumbre a los jefes de Estado de estos tres países, pero tampoco a los de Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras y Haití.
El repudio de Oppenheimer se dirige, como era de esperarse, a la postura adoptada por algunos presidentes en torno al escandaloso fraude en las últimas elecciones de Nicaragua que habilitan a Daniel Ortega mantenerse en el poder junto a su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo. Incluso, pone de ejemplo a nuestro país en su afán de ponerle un termómetro pro sistema de libertades a las naciones de la región. “Hasta Perú –escribe– cuyo presidente se postuló como candidato de un partido marxista, condenó inmediatamente el fraude electoral de Nicaragua. Sin embargo, no hubo tal condena de parte de México y Argentina”.
Me temo que atingencias de esta naturaleza llegan tarde a los escenarios fabricados implícitamente por Washington con su displicencia, ociosidad y alto nivel de torpeza para consolidar alianzas con actores importantes de América Latina en provecho de la democracia. Alianzas que fueron más claras cuando la diplomacia yanqui tenía en sus embajadas verdaderos halcones y no los mequetrefes sesgados, caviarones y parroquiales que las poblaron inaugurando el nuevo siglo, paradójicamente, cuando más necesitaban separar paja del trigo.
Rescato los tiempos de Bob Felder y John Hamilton (este último, antes que se convirtiera en embajador USA en nuestro país). Hubo otros pocos como ellos que abrían el abanico de opiniones sin dejarse arrastrar de las narices por los lobos disfrazados de corderos tras la caída del Muro de Berlín. Miraban además de cerca el orden establecido en las cancillerías latinoamericanas a raíz del surgimiento de la República Popular China como nuevo imperio económico y tecnológico.
Sin embargo, sus reemplazantes perdieron el tiempo en lecturas pigmeas y atrabiliarias de los temas domésticos regionales, relativizando el factor activista de la izquierda y su penetración ideologizada en áreas importantes como la educación. Wikileaks desnudó lo patético de algunos reportes al departamento de Estado.
En lo personal, no me parece útil llamar “cojudignos” al errático segmento de votantes que prefirió respaldar electoralmente a Pedro Castillo aferrados al paradigma del antifujimorismo. Pero que, a la luz del desconcierto de Oppenheimer, hay “cojugringos”, los hay. Y el prefijo se extiende hasta muchos europeos.

Puntuación: 5 / Votos: 39

Un pensamiento en “Cierre de USAID

  1. Rebecca Thomas

    ¡Felicitaciones, Dr. Víctor R. Nomberto, por obtener su Doctorado en Ciencias Sociales! Este es un logro increíble y un testimonio de su arduo trabajo, dedicación y experiencia en el campo. Le deseamos un éxito continuo a medida que contribuye al mundo de las ciencias sociales y genera un impacto significativo a través de su investigación y trabajo. ¡Bien hecho!

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