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Marcos Recolons SJ llamó por teléfono a Pedro Lima para acallarlo
Denunciados por pederastia y encubrimiento
EXCONSTITUYENTE DICE QUE LO EXPULSARON DE LA COMPAÑÍA DE JESÚS POR DENUNCIAR A GAUSSET Y A OTROS DOS CURAS
Antonio Gausset trabajó en Sucre durante 30 años; un colegio incluso lleva su nombre
El padre Antonio Gausset Capdevila SJ, alias “Tuco”, que trabajó en Sucre durante alrededor de 30 años, aparece en una nueva denuncia internacional por pederastia contra sacerdotes jesuitas que ejercieron en Bolivia.
Pedro Lima, ex asambleísta constituyente del Movimiento Al Socialismo (MAS) por Cochabamba, reveló este domingo al diario madrileño El País que en 2001 presentó una denuncia ante el provincial de la Compañía de Jesús en Bolivia, el español Ramón Alaix, contra los sacerdotes Alfonso Pedrajas (“Pica”), Luis Tó y Antonio Gausset Capdevila, los tres de esa misma nacionalidad.
Lima “se subió a un autobús en la estación de Sucre (Bolivia) con muchos recuerdos terroríficos en su mente y un único objetivo: viajar a Oruro para reunirse con el provincial de los jesuitas, el español Ramón Alaix, y denunciar que los sacerdotes españoles Alfonso Pedrajas, Luis Tó y Antonio Gausset Capdevila abusaban sexualmente de decenas de menores y de los novicios de la orden. El provincial, cuenta Lima, fue despótico”, relata El País.
Luego, cita al también exjesuita Lima: “Me expulsaron de la orden cuando denuncié los abusos. Él lo sabía todo y esa fue su respuesta”. Según el diario, “un día después de su encuentro con Alaix, Lima recibió una carta que oficializaba su salida de la congregación: No has salido por propia voluntad, hubieras preferido seguir en la Compañía de Jesús y así me lo has reiterado. Con todo, hemos visto conveniente que nos dejes”.
LA DENUNCIA
Lima, hoy de 54 años, añadió que su expulsión no fue la única represalia que sufrió. En la carta de despido, a la que accedió El País, los jesuitas se comprometieron a financiar sus “gastos académicos de matrícula y créditos” para que pudiera estudiar la carrera de Teología con el fin de “optar a la ordenación sacerdotal”. Según el relato textual del diario español, Lima aceptó y asegura que también recibió 3,000 dólares de la mano del catalán Marcos Recolons, por entonces un alto cargo de la orden en Bolivia que unos años más tarde llegaría a la cúpula de la orden en el Vaticano. “Un año y medio después, me llamó Recolons por teléfono para decirme que la compañía me sancionaba y me cortaba la financiación [de los estudios] porque seguía hablando de los casos de pedofilia. Fue una forma de acallarme. Me dijo: No voy a permitir que hables [mal] de mis hermanos jesuitas”, narra por teléfono desde Paraguay, país donde vive actualmente.
No solo afirma que la Compañía encubrió de manera sistemática todos los casos de abusos que conocieron, sino que también sancionó y acalló a las personas que lo denunciaron. “Lima fue jesuita entre 1992 y 2001. Pasó como novicio y maestro por varias ciudades (Oruro, Cochabamba y Sucre). En todas ellas relata que fue testigo de los abusos que cometieron Pica y Luis Tó –otro jesuita que la orden trasladó en 1992 hasta Bolivia por una condena de pederastia en España– y acusa de los mismos delitos a Antonio Gausset Capdevila, alias Tuco, un prestigioso sacerdote catalán que desarrolló su carrera eclesiástica en Bolivia y que, hasta ahora, no había sido acusado públicamente por pederastia”, añade la publicación madrileña.
Este último caso fue el que finalmente provocó que Lima acudiera en 2001 a denunciar los abusos a sus superiores, prosigue El País. Y, a continuación, revela: “Los abusos que presenció sucedieron a finales de los años 90, en Sucre, cuando Lima era docente de la orden. Gausset, detalla Lima, tenía una enfermedad degenerativa que le impedía caminar. Por ello, otro jesuita catalán le conseguía niños indígenas y de familias vulnerables para que le ayudasen. Y de estos niños él abusaba. Yo vivía con ellos en la misma comunidad”, relata Lima. “Gausset fue capellán de la Corte Suprema de Justicia de Bolivia y un colegio de Sucre lleva su nombre en su honor”.
El periódico aclara que “tanto Alaix como Recolons siguen vivos y son dos de los ocho ex altos cargos jesuitas que la orden ha suspendido cautelarmente mientras investiga si encubrieron los delitos confesados por Pica en su diario. Ambos aparecen en dicho documento como dos de los superiores a los que este informó de sus delitos y le protegieron”.
Informa que intentó contactar a Alaix y Recolons para conocer su versión sobre las acusaciones de Lima, pero no lo ha logrado. En cambio sí consiguió la palabra del actual provincial, Bernardo Mercado, quien le respondió que la orden está investigando a todos los exprovinciales vivos y que “brindará la ‘apertura de documentación que requieran las instancias de justicia’ para conocer la verdad”. El País recuerda, asimismo, que el Ministerio Público ya abrió un caso para juzgar el posible encubrimiento.
AMIGO DE “PICA”
Recolons es uno de los personajes clave que aparece en el diario de Pica. Este lo cita en varias ocasiones como un amigo, confesor y compañero, según El País.
“En el documento, aparece que ambos tuvieron una relación muy estrecha desde los años 90 hasta la muerte del pederasta. También convivieron entre 1997 y comienzos de los años 2000 en La Paz. Después de ser provincial (entre 1993 y 1999), la carrera de Recolons le llevó hasta el Vaticano. El superior general de los jesuitas en Roma, Adolfo Nicolás Pachón, le nombró asistente regional de América Latina en 2004 y lo elevó a consejero en 2008, cargo que lo situó en la cúpula de poder de la congregación a nivel mundial. De hecho, Pica le hace una visita allí en 2005, que describe en su diario. ‘Una semana en Roma. Lo más valioso: la amistad de Marcos Recolons’.
Según las memorias del pederasta, es durante los últimos años de su vida cuando más denuncias de víctimas llegan a los jesuitas en Bolivia. Periodo en el que Recolons ejercía esos puestos de poder dentro de la orden y que, lejos de sancionar a Pica por los abusos, permitió que ocasionalmente ejerciera como viceprovincial en el país andino [sic].
En la última entrada que Pica dedica a Recolons también escribe sobre una denuncia por abusos”.
EN SUCRE
El padre Tuco, como se lo conocía en Sucre, había nacido en Cataluña (España) el 30 de junio de 1940; falleció el 24 de agosto de 2010 en la Casa “La Esperanza de los Jesuitas”, en Cochabamba. Por entonces, se lo recordó como un “hombre dinámico, amigo ejemplar, de contagiante alegría y testimonio de vida”, según una publicación de CORREO DEL SUR del 26 de agosto de aquel año, que dio cuenta del pesar que causó su muerte en familias chuquisaqueñas y de una misa de sufragio de su alma en la Catedral Metropolitana. El País de Madrid mencionó este domingo que una institución educativa de Sucre –en referencia al Centro de Educación Alternativa Padre Antonio Gausset– lleva su nombre.
“Me comentó que Pica abusó de él”
Así continúa el relato textual del diario El País, en su segundo domingo de denuncias contra sacerdotes que trabajaron en Bolivia:
Pedro Lima entró en la orden en 1992, procedía de una familia humilde de Oruro. Movido por una “vocación a una vida de servicio” visitó a los jesuitas de su ciudad para ingresar en la orden. “Me recibió el maestro formador de los jesuitas, Padre Alfonso Pedrajas. Fue muy cariñoso y expresivo en la bienvenida. Cuando le dije que quería ser jesuita me dio un abrazo”, recuerda. Durante las pruebas de selección, en una casa de la orden en Taquiña (Cochabamba) fue la primera vez que escuchó que Pica “era un abusador’.
Lima es uno de los nombres que aparece en el diario de Pica. Figura como uno de sus novicios durante los años 90. En 1993, Lima cuenta que Recolons, por entonces provincial, llegó al noviciado para que todos conocieran a un nuevo profesor: Luis Tó. “Nos lo presentó como un jesuita catalán que estaba haciendo ‘mucho bien’ en la ciudad de El Alto. Esa semana Pica nos dijo que Tó sería nuestro profesor de ética y moral sexual”, dice.
– ¿Pero ustedes sabían que Tó había sido condenado por abusar de una menor en Barcelona en 1992?
– Sí. Él mismo contaba que había abusado. Pero presentaba la pedofilia desde un punto de vista teológico, diciendo que Jesús perdona al pecador, y eso es suficiente con una confesión. En 1994, Tó fue con Lima a su parroquia de El Alto para ejercer de traductor de aymara, lengua que conocía. “Estaba acompañando a los niños de la catequesis familiar. Yo me quedé dando la charla sobre Jesús a los niños y él llamaba a entrevistas a los pequeños en una oficina cercana. Al despedirnos vi rostros sonrientes de muchos niños que abrazaban a Tó, pero unos tres o cuatro no se acercaban y tenían el rostro asustado. Es la primera vez que sentí terror al lado de un jesuita pederasta sentenciado por la justicia”, cuenta.
A finales de los noventa, Lima fue destinado a Sucre como profesor. Hizo amistad con un jesuita joven con el que iba al gimnasio después de dar clases. “Un día le pregunté sobre Pica y él no me dijo nada, solo se puso a llorar. Cinco o 19 minutos después, en la plaza 25 de Mayo de Sucre, me comentó que Pica abusó de él. Quise preguntar más cosas y su respuesta fue: ‘No me hables más del tema, por favor’. Esta víctima se ha suicidado este año. No puedo imaginar cuanto habrá sufrido”, relata. Pica, subraya Lima, no solo abusó de menores, “también de novicios de unos 18 o 19 años, pero personas vulnerables al fin y al cabo”. Esta víctima aparece citada en el diario de Pica, donde este afirma que en 2005 mantiene una “permanente correspondencia” con ella.
Iglesia católica pide investigar y ve intención de desacreditarla
El presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), monseñor Aurelio Pesoa, se refirió al caso Pedrajas durante su homilía este domingo en la Catedral Santísima Trinidad en el Beni. “En el comunicado de la Secretaría General emitido desde la CEB hace algunos días se afirma que la Iglesia condena estas acciones, solidarizándose con las víctimas que han sufrido estos hechos de abuso, y podemos decir, esperamos que la justicia haga su trabajo, pero de manera efectiva”, señaló.
La Fiscalía inició una investigación y fueron convocados a declarar el superior provincial de Bolivia de la Compañía de Jesús, Bernardo Mercado, y el sacerdote Osvaldo Chirveches, quienes mostraron su compromiso para esclarecer este hecho. En ese sentido, la autoridad eclesial agregó que se escucharon palabras de condena de toda índole contra la Iglesia, incluso despertando sentimientos de odio, con el objetivo de desacreditarla. Dijo que se olvidan las acciones en beneficio de la población boliviana y su compromiso evangélico que muy pocos conocen.
“Se ha escuchado palabras de condenas, palabras de reproche, de rabia, palabras de molestias y no es para menos, por aquello que ha sucedido. Pero también debemos decir que no ha sido extraño que, en otros, haya despertado contra la Iglesia sentimiento de odio o buscando desacreditarla totalmente, olvidando todo lo bueno que seguramente se ha hecho y se continuará haciendo, principalmente en aquellos a quienes les molesta el compromiso evangélico de la Iglesia porque también no conocen y no conocemos a la Iglesia”, argumentó.
También el arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, se refirió al caso Pedrajas durante su sermón dominical. “Todo error, todo delito, hay que investigarlo y hay que hacer justicia, seguro; pero lo que pedimos es que no se politice (el tema), que no se estigmatice a la Iglesia, porque no son todos”, manifestó en referencia al caso de Pedrajas.
La Compañía de Jesús en Bolivia pidió a Pedro Lima Salazar, exintegrante de esa orden, que formalice ante la Fiscalía sus denuncias de un supuesto encubrimiento en el caso de los presuntos abusos sexuales perpetrados por el español Alfonso Pedrajas y otros dos sacerdotes ya fallecidos.
La institución se refirió en un comunicado a las denuncias hechas por Lima, “antiguo novicio” jesuita, ante la prensa local “sobre un presunto encubrimiento del caso Pedrajas y acerca de los abusos que habrían cometido otros dos sacerdotes ya fallecidos”. Pidió “que cuanto antes pueda formalizar las mismas ante la Fiscalía” y “los canales creados por la Compañía” para recibir estas denuncias. “Lima contará con toda nuestra escucha y colaboración, al igual que cualquier otra persona que desee hacer denuncias”, señaló.
Fuente: Diario Correo del Sur- Sucre Bolivia.
Exjesuita revela que un círculo de poder protegía a Pica
El novio de Pica me hostigó, ejerció violencia verbal en mi contra, él es el padre Oscar Uzin Fernández OP, catedrático de la Universidad Católica de Cochabamba, era uno de los novios de Pica.
Es más, me reprobó en su materia de forma infundada, tomó represalias en mi contra. El novio de Pica fue muy operante en mi contra, me amenazó, me dijo que tienen mucho poder y que me pueden aplastar cuándo sea y es supuestamente un prestigioso teólogo boliviano. Él es de la misma calaña de Pica.
Fuente: www.PaginaSiete.bo
Pedro Lima sugiere a la justicia arraigar a los sacerdotes Recolons, Alaix y Suñol quienes conocían de los abusos sexuales
El exjesuita Pedro Lima sugirió a las autoridades de la justicia boliviana arraigar a los sacerdotes Marcos Recolons, Ramón Alaix e Ignacio Suñol, quienes, dijo, conocían de los casos de pederastia que cometían contra niños y novicios de la orden.
“Si las autoridades judiciales y policiales quieren dar una contundente respuesta a este caso, por favor en el día que se pida arraigo migratorio para que estas personas no escapen del país, Marcos Recolons, Ramón Alaix e Ignacio Suñol, que ojalá la justicia expida arraigo y respondan ante tantas injusticias”, dijo Lima desde Asunción, Paraguay, en una entrevista con Bolivia Tv.
Lima fue jesuita entre 1992 y 2001 y fue testigo de los abusos que cometieron los sacerdotes españoles Alfonso Pedrajas alias Pica, Luis Tó quien fue enviado a Bolivia tras ser condenado por pederastia en España y Antonio Gausset Capdevila, alias Tuco.
En 2002, Lima denunció al provincial de los jesuitas, Ramón Alaix, de los abusos cometidos por los tres religiosos.
Al día siguiente, Alaix envió una carta a Pedro Lima en la que le oficializaba su salida de la congregación.
El ex jesuita boliviano recordó que los tres sacerdotes españoles Recolons, Alaix y Suñol conformaban el grupo llamado “Los Palaciegos”, quienes protegieron y encubrieron los abusos.
Los curas españoles eran provinciales de la Compañía de Jesús y llegaron a tener altos cargos a nivel internacional.
Recolons ascendió como superior de América septentrional y nombró a Pica el viceprovincial de Bolivia, el segundo cargo más alto de la orden religiosa en el país, que tiene acceso a la documentación de las denuncias de abusos sexuales de los religiosos.
“Le da el cargo para borrar las evidencias, para que declaraciones de testigos, pruebas documentales, testimonios queden incendiados, desechados en el basurero”, denunció Lima.
Lima señaló que no presentó las denuncias ante el sistema judicial porque uno de los pederastas, Gausset Capdevila, era el capellán de la Corte Suprema de Justicia.
“Fue testigo como torcían la ley, torcían los juicios y veredictos, como al inocente le condenaban, desde la Corte Suprema de justicia, el padre Tuco manipulaba a los jueces quienes tomaba whisky y jugaban cacho”, sostuvo.
Caso Luis María Roma Padrosa SJ
Asimismo, se refirió también al caso del padre español Luis María Roma Padrosa, quien, además de abusar sexualmente a los niños entre 7 y 12 años, producía pornografía infantil.
El caso llegó a la comisión de gestión contra el abuso de menores de la Compañía de Jesús.
“El CD (de los abusos de Roma) fue entregado al padre provincial Oswaldo Chirveches para que lo procese, sin embargo, los jesuitas acallaron el proceso, en la aceptación de culpabilidad solo dicen: encontramos verosimilitud del padre L.M.R.P., es decir que parece que es verdad”.
El caso fue remitido al Vaticano donde quedó en el olvido junto a muchos otros. Roma murió como un jesuita honorable.
En tanto, sin dar detalles, el padre Osvaldo Chirveches presentó este martes una denuncia ante el Ministerio Público por otros dos casos de pederastia cometidos por dos jesuitas.
Fuente: Agencia Boliviana de Información- ABI.