«El cuento de las comadrejas» es un remake bastante libre de «Los muchachos de antes no usaban arsénico», película argentina de 1976. Pese a mantener una trama similar y algunos personajes parecidos, definitivamente es una obra personal del director, dónde toma influencias de películas como «The Bad and The Beautiful», a la vez que toma ese ácido humor inglés característico de obras como Monty Phyton. La historia cuenta la aparente calmada vida de dos actores casados y que viven en una mansión con un director y un guionista. Los cuatro son amigos de hace mucho tiempo y ya retirados viven y tienen sus distintas peleas hasta que dos jóvenes fanáticos de su cine y también dueños de una inmobiliaria familiar le proponen a la actriz comprar la casa y disolver toda esa amistad.
Fuente: www.cuatrobastardos.com
SUSANA VILLARÁN Y SUS “COMADRES”: ¿UNA ORGANIZACIÓN CRIMINAL?
Por Luciano Revoredo– LaAbeja.pe
José Miguel Castro se ha acogido a la figura de la colaboración eficaz y la noticia ha generado mucha expectativa en el caso de corrupción que oscurece la gestión de Susana Villarán como alcaldesa de la Municipalidad de Lima. En efecto, Castro -alias Budian- tendría información concluyente para terminar de configurar el esquema delictivo que permitió repartir varios millones de dólares en coimas en dicha institución.
Para todo ciudadano interesado en que se esclarezca el sonado caso de corrupción municipal, esta parece ser una buena noticia. Sin embargo, preocupa que Castro utilice los beneficios de la colaboración eficaz para delatar únicamente los vínculos entre Villarán, PPK y Odebrecht. ¿Por qué la preocupación? Porque Castro estaría revelando información que es ya de dominio público y a la vez haciendo sombra sobre el entramado de corrupción que habría existido en la gestión municipal de la exalcaldesa. Se ha denunciado numerosas veces en algunos medios de prensa que presuntamente hubo también actos delictivos en el entorno más cercano de Villarán pues no es lógico pensar que pudo actuar sola. ¿Quiénes la secundaron?
Todas las sospechas apuntan a una especie de collera cuyos actos habría configurado una organización criminal al interior de la MML. El vínculo de este grupo cercano a la Tía regia no se sustenta sólo en relaciones laborales, sino que habría construido lazos amicales muy cercanos. Se habría así conformado un club de “comadres” en torno a Villarán, que resulta difícil de comprender cómo podrían haber quedado al margen de sus acciones delictivas.
Una muestra elocuente de este tipo de estrecha relación es la delegación que recibió Marisa Glave, por parte de Villarán, para oficiar el matrimonio nada más y nada menos que de su íntima Paola Ugaz. Se recordará que en ese momento Glave fungía como regidora de la Municipalidad y, como tal, negoció los contratos con ODB. Por su parte, Ugaz era Jefa de comunicaciones de la entidad edil, cargo por el cual recibió mensualmente 10 mil soles durante doce meses, de lo cuales por lo menos tres estuvo ausente por viajes precisamente a los países donde se negociaban algunos contratos de la MML.
Como consta en el documento que adjuntamos con fecha 11 de abril de 2013 se emitió la resolución de alcaldía N° 85, que resuelve delegar a favor de doña Marisa Glave Remy, Regidora Metropolitana, la facultad para celebrar el matrimonio civil que contraerían don Daniel Bayly Collins y doña Paola Margot Ugaz Cruz.
Ante estos indicios verosímiles, ha habido un sospechoso silencio por parte de un sector de la prensa y de connotados actores de la vida política y mediática. ¿Se podría hablar de un blindaje? ¿Quién estaría interesado en cubrirles las espaldas a las “comadres”? Pero preocupa aún más que el Ministerio Público no tome acción habiendo noticias suficientes para investigar al entorno cercano de Susana Villarán y determinar qué implicación tuvo en los actos de corrupción por los que la exalcaldesa se encuentra cumpliendo ahora prisión domiciliaria.
El “pensamiento mágico” de la paridad y alternancia
Por Ricardo Vásquez Kunze- Político.pe
Es muy gracioso lo que escribe el politólogo Alberto Vergara para The New York Times: “El rechazo a la ciencia y a la razón y las circunstancias que han generado algunos presidentes del continente, de Jair Bolsonaro a Donald Trump, deben ser tomados en serio. La pandemia nos ha permitido ver las consecuencias oscuras que destilan esas posturas políticas”. Podríamos invertir el argumento y decir que lo que Vergara llama en su título “pensamiento mágico” también es, por citar un caso, aquel que comulga con la identidad de género en el que un hombre se cree mujer o una mujer hombre en un claro rechazo a la “ciencia y la razón”. Y no se ha necesitado pandemia alguna para ver las “consecuencias que destilan esas posturas políticas”.
Eso pasa también con el reciente predictamen de la Comisión de Constitución, en el que se aprobó la paridad y alternancia de género. El objetivo es incorporar a las mujeres a la vida partidaria y política con una cuota que corresponda al 50% en igualdad a la de los hombres, intercalándolos en las listas electorales. Y se supone que esto no ha sucedido antes porque el “patriarcado” lo ha impedido, relegando a la mujer a la última rueda del coche. Pero ello es falso.
Keiko Fujimori ha estado dos veces a punto de ganar una elección presidencial convertida en la líder de un partido cuyo movimiento fue fundado por su padre, y las mujeres han tenido una historia predominante en la historia del fujimorismo. Por su parte, Lourdes Flores ha encabezado el PPC y postulado tres veces, y Susana Villarán fue alcaldesa de Lima por la izquierda caviar.
Ha habido en todas las tiendas mujeres que se han dedicado al quehacer político, pero no lo suficiente como para hacer realidad la paridad en la participación política-partidaria. ¿Por qué? En el Perú al menos, se debería a que un sector importante de féminas se ha animado a hacer política precisamente fuera de los partidos políticos: ya sea por comodidad e interés, prefieren el “activismo” en un set de televisión, una columna de opinión, una tribuna de Twitter, Facebook, Instagram o, las más afortunadas, desde las ONG que rinden pingües sueldos a la hora de hacer un trabajo que para la mayoría de gente debería ser “gratis”. La comodidad para hombres y mujeres activistas es evidente: nunca rinden cuenta a nadie y se desligan de cualquier responsabilidad política, haciéndola con descaro.
Tal es la razón por la que la paridad y alternancia no promoverán más participación de la mujer en la política partidaria; por el contrario, con ella los partidos tendrán serias dificultades en encontrar cuadros femeninos que les interese una vida tan sacrificada y llena de amarguras como la partidaria, sobre todo en el Perú donde la política le es indiferente a una inmensa mayoría de los peruanos, según las encuestas. En el “pensamiento mágico” del señor Vergara, sin embargo, la realidad cambiaría por un decreto que, para todos los efectos, fungiría de “varita mágica” como en los cuentos de hadas.