MOCICC en el escenario del evento paralelo organizado por la sociedad civil de Perú. Foto: Servindi.
Hidrovía Amazónica desnuda hipocresía climática del gobierno
La Hidrovía Amazónica se ha convertido en un proyecto emblemático que desnuda el doble discurso y la incoherencia del gobierno peruano.
Por un lado, el gobierno promete cumplir sus compromisos climáticos, pero, por otro lado alienta una iniciativa con devastadoras consecuencias para la vida, el ambiente y el clima del planeta.
La hipocresía del gobierno peruano fue develada en la Cumbre Climática de las Naciones Unidas (COP25) realizada en Madrid, España, donde las organizaciones indígenas denunciaron a viva voz su rechazo al megaproyecto.
Un reporte de la agencia Deutsche Welle (DW) de Alemania no deja duda del asunto y lo expresa de manera contundente en su titular: Hidrovía Amazónica, una amenaza para Perú y el planeta.
El evento organizado por la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep) señaló con contundencia los impactos sociales, culturales, económicos y ambientales del dragado, actividad clave del proyecto.
Paola Naccarato, de la Wildlife Conservation Society (WCS), brindó el sustento científico sobre el valor de las turberas o aguajales que podrían ser afectados por el dragado de la Hidrovía Amazónica.
Las turberas de Loreto contienen una estimación de 3,1 Petagram de Carbono (Pg C)* que equivale a 60 años de emisiones nacionales de dióxido de carbono (CO2) antropogénico.
El lunes 2 de diciembre en la COP25 el viceministro de Desarrollo Estratégico de los Recursos Naturales del Ministerio del Ambiente (Minam), Gabriel Quijandría reconoció que las turberas de la Amazonía son «aliadas para hacer frente al cambio climático».
Sin embargo, cuatro días antes, el 28 de noviembre, el gobierno declaró de Interés Nacional la realización de la Hidrovía Amazónica.
¿Por qué el gobierno insiste en la Hidrovía Amazónica?
La pregunta que cae por su peso es: ¿Por qué el gobierno insiste en la Hidrovía Amazónica, un proyecto perjudicial para la Amazonía?
Una reciente investigación reveló que los representantes de la empresa CASA –miembros del consorcio Cohidro– tuvieron acceso privilegiado a las oficinas de Proinversión y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, en etapas claves del proceso de adjudicación.
Solo entre el 2016 y el 2017 los directivos del consorcio Cohidro visitaron a altos funcionarios del MTC hasta en 50 ocasiones.
La empresa CASA del consorcio Cohidro también está vinculada al Club de la Construcción, un cartel de empresas constructoras investigada por repartirse las obras públicas pagando sobornos a funcionarios.
La otra miembro del consorcio: la compañía de ingeniería china Sinohydro Corporation, no se libra de cuestionamientos. Un informe elaborado por la Contraloría de Ecuador ha puesto en tela de juicio el trabajo de dicha empresa.
Aidesep señala que la corrupción inescrupulosa y el enriquecimiento a costa de la vida de los ríos, bosques y comunidades tiene que parar.
Como organización representativa de los pueblos amazónicos del Perú, exige se declare inviable a la Hidrovía Amazónica, y denuncia el doble discurso del gobierno de Perú que continúa vulnerando los derechos indígenas y ambientales con este tipo de proyectos.
Fuente: SERVINDI.