Una mujer llora tras el atentado en la ciudad egipcia de Tanta. Mohamed Abd El Ghany Reuters.
Por Francisco Carrión– Diario El Mundo de España.
Al menos 29 personas han muerto y 77 han resultado heridas en una explosión registrada en el interior de una iglesia en la ciudad egipcia de Tanta, a unos 90 kilómetros al norte de El Cairo. Las fuerzas de seguridad apuntan hacia un suicida como responsable de la arremetida en Tanta. Los agentes buscan los restos de un sospechoso hallado en la escena del atentado tras revisar las imágenes de las cámaras de vigilancia.
Tres horas después, un suicida ha detonado una segunda bomba en las inmediaciones de la iglesia de San Marcos en un barrio cercano al centro de la ciudad mediterránea de Alejandría. Al menos 18 personas han muerto (tres de ellas son policías) y 42 están heridas en esta segunda explosión, según fuentes del ministerio de Sanidad. Según los testigos, el atentado en Alejandría se ha producido cuando un oficial de policía apostado en los accesos al templo ha tratado de evitar sin éxito que el suicida detonara su cinturón de explosivos. La iglesia está ubicada en una zona muy concurrida de la segunda ciudad del país. El papa copto Teodoro II, que había estado en esta iglesia por la mañana para la celebración del Domingo de Ramos que marca el inicio de la Semana Santa, había abandonado el lugar poco antes del suceso.
El grupo Estado Islámico ha reivindicado ambos atentados a través de un comunicado de su agencia de información Amaq, en el que asegura que el ataque fue lanzado “por un grupo de seguridad” que forma parte de su organización. Las autoridades aún no han comprobado su veracidad.
La detonación en Tanta se ha producido en la principal sala de la iglesia copta de Mar Girgis (San Jorge) en esta ciudad plantada en el corazón del delta del Nilo. El artefacto explosivo estaba colocado bajo un asiento, tal y como ha señalado una fuente de seguridad al diario estatal Al Ahram. Las primeras imágenes difundidas por una televisión egipcia mostraban el caos que ha desatado la explosión, con los supervivientes agolpados alrededor de los cadáveres. Horas más tarde, decenas de vecinos se han ido congregado en los alrededores del templo, según ha podido comprobar EL MUNDO. “Los bancos de la Iglesia han quedado destrozados con todos los cuerpos por el suelo”, ha relatado una fiel a este diario.
Las fuerzas de orden han desactivado otros dos artefactos explosivos colocados en la mezquita de Sidi Abdel Rahim, también el ciudad de Tanta. El lugar alberga un santuario sufí, un secta perseguida por los grupos yihadistas.
Desprotegidos por las autoridades, perseguidos por leyes como la de blasfemia y blanco de turbas y atentados, los representantes de la comunidad cristiana egipcia asisten a un dramático ocaso.
El presidente egipcio Abdelfatah al Sisi convocó de urgencia una reunión del Consejo de Defensa Nacional, formado por el primer ministro, el presidente del Parlamento, el ministro de Defensa y comandantes de las fuerzas armadas para abordar este doble atentado contra iglesias del país árabe.
Horas después, el propio Al Sisi ordenó al Ejército desplegarse en lugares estratégicos del país para dar apoyo a la Policía en la protección de “infraestructuras vitales”, según recoge la agencia Reuters. A última hora de la tarde, el mandatario ha declarado el estado de emergencia en el país por un periodo de tres meses.
Reacciones
Las autoridades locales han formado un equipo para iniciar las investigación del ataque y Al Sisi ha ordenado la apertura de los hospitales militares para tratar a los heridos del atentado en Tanta. El presidente, además, ha expresado sus condolencias a las familias de las víctimas a través de un comunicado en el que ha denunciado que el “ultrajante acto terrorista tiene como objetivo tanto a los coptos como a los musulmanes” del país.
Asimismo, el mandatario ha asegurado que este ataque “no disminuirá la resolución y la voluntad del pueblo egipcio de hacer frente a las fuerzas del mal”, sino que, por lo contrario, “reforzará su determinación para seguir adelante en su camino para conseguir la seguridad, la estabilidad y el desarrollo”.
Al Azhar, la institución más prestigiosa del islam suní, también ha condenado el “repugnante crimen” en un comunicado. “El objetivo de este cobarde atentado es desestabilizar la seguridad y la estabilidad de nuestro querido Egipto y la unidad del pueblo egipcio”, ha añadido.
El Consejo de Seguridad de la ONU ha condenado “en los términos más firmes los atroces y cobardes ataques terroristas”.
También han mostrado su apoyo al pueblo egipcio el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Abulgueit, y varios países árabes vecinos y aliados de Egipto. El rey de Jordania, Abdalá II, expresó su solidaridad al presidente egipcio en su lucha contra el terrorismo, mientras que el primer ministro libanés, Saad Hariri, ofreció sus “sinceras condolencias”.
Por su parte, Arabia Saudí ha asegurado que estos “actos terroristas contradicen los principios religiosos y morales” del islam; Emiratos Árabes Unidos ha descrito los sucesos como “un crimen terrorista horrible” y Catar ha reiterado su rechazo a la violencia y ha condenado el ataque.
Visita del Papa
Ambos atentados se producen en vísperas de la visita a El Cairo del Papa Francisco que ha condenado el atentado perpetrado antes de la celebración litúrgica del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro del Vaticano. “A mi querido hermano, (jefe de la Iglesia Copta Ortodoxa de Egipto y patriarca de San Marcos) Teodoro II, a la Iglesia Copta y a toda la querida nación egipcia, expreso mi profundo pésame”, dijo.
No fue la única condena que pronunció Bergoglio ante los miles de fieles, sino que también lamentó el atentado terrorista perpetrado el viernes en Estocolmo, en el que murieron cuatro personas.
El pontífice viajará a la capital egipcia los próximos 28 y 29 de abril en un breve periplo durante el que se reunirá con el presidente egipcio; el gran imán de Al Azhar, Ahmed el Tayeb y el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, Teodoro II. Visitará, además, la Catedral Copta de San Marcos, blanco el pasado diciembre de un atentado reivindicado por el IS.
Desde el Viejo Continente también han llegado más muestras de apoyo hacia Egipto. La Unión Europea ha transmitido sus condolencias en un comunicado firmado por la alta representante de la Unión para Política Exterior, Federica Mogherini, en el que expresa su solidaridad “con el Gobierno de Egipto y su pueblo en la lucha contra el terrorismo”.
El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha mostrado su “más rotunda condena” por los ataques de este domingo en un mensaje en Twitter con el que ha querido trasladar su “solidaridad con los cristianos atacados por la barbarie y la sinrazón”. El Rey Felipe VI, por su parte, ha remitido un telegrama en el que dice estar “profundamente conmovido” por los hechos.
La red social ha sido también el vehículo elegido por el presidente de EEUU, Donald Trump, para expresar su condena. “Confío en que el presidente Al Sisi sabrá dirigir la situación de manera adecuada”, ha escrito.
Amenazas contra la minoría cristiana
El pasado febrero el Estado Islámico lanzó la enésima amenaza contra la minoría cristiana, que representa alrededor del 8 por ciento de la población egipcia. En el vídeo, Abu Abdalá al Masri -identificado como el suicida que mató a 28 personas el pasado diciembre en una iglesia de la catedral copta de El Cairo– prometía “matar a los infieles” que pueblan la tierra de los faraones. “A mis hermanos presos. No vaciléis ni os aflijáis. Juro que pronto liberaremos El Cairo”, clamó el yihadista.
Hace dos meses otro incidente golpeó a la minoría cristiana más vibrante de Oriente Próximo. Cientos de familias cristianas huyeron de Al Arish, la capital del norte del Sinaí, tras un mes sangriento en el que hasta siete cristianos perdieron la vida en asesinatos cometidos por los militantes de la filial local del autodenominado Estado Islámico, que campan a sus anchas por la geografía de una península fronteriza con la franja de Gaza.
Familias enteras hallaron refugio en iglesias de Ismailia, una de las principales ciudades egipcias que jalonan el canal de Suez. Desde entonces han sido recolocadas en varias provincias pero, a pesar de las proclamas de las autoridades, no han regresado a sus hogares.
Terror y muerte en el Nilo
Ataque islámico a iglesia de El Cairo sacude el globo y nos hace retroceder siglos.
Por Efraín Trelles- Político.pe
Hace apenas medio siglo uno miraba hacia adelante y estaba claro que la historia podía entenderse como una continuidad que terminaría expandiendo el progreso a lo largo y ancho del globo. El DDT había acabado con la malaria y para tal caso con las enfermedades transmitidas por mosquitos. Así aseguraban.
Las guerras mundiales se habían peleado para acabar con todas las guerras. Se predicaba por doquier el evangelio del progreso y cosas como el odio religioso se consideraban tan fuera de época, tan del pasado remoto como las cruzadas mismas, como los caballeros medievales o los crueles sultanes turcos.
Y de pronto pasan los años, estás en el nuevo siglo, es Domingo de Ramos y en una iglesia cristiana de El Cairo, más antigua que la iglesia de Roma, decenas de fieles son asesinados en una incursión terrorista de origen islámico.
Una escena del siglo XVI capturando la atención mundial en el nuevo milenio. De muy poco ha servido eso que llamaron progreso. Y encima tenemos el ataque a una base siria con misiles Tomahawk o el alegado uso sirio de armas químicas contra civiles.
De estupor todo. Los halcones dicen que no pasa nada, que ya Putin aceptó mantener una reunión agendada con Trump y que además los gringos avisaron muy poco tiempo antes con el fin de que los rusos pudieran abandonar la base.
¡Por el amor de Jesús y la sabiduría de Allah! Si las cosas son así, ¿quiere decir que en la base siria desde la cual supuestamente se lanzaron las armas químicas había… personal ruso? Disculpen mi francés pero si es así estamos jodidos.
El gran poeta Machado solía aludir en un poema de díptera inspiración a “esta segunda inocencia que da por creer en nada”. Es una gran verdad que los nacidos luego de la Segunda Guerra y educados en el evangelio del progreso vivimos de manera colectiva. Pensábamos que podíamos mejorar este mundo anteponiendo el amor a la guerra y ahora cada quien sobrelleva la incredulidad a su manera.
A lo mejor nos falta temple caribeño para decir que las cosas están muy bien de lo puro mal que están. Pero no me rindo. Y a veces me río del evangelio del progreso. Ese mismo evangelio aseguraba que con la migración a la costa el quechua iba a desaparecer y hoy los quechuahablantes respiramos tranquilos porque la ciudad con más quechuahablantes en el Perú no es otra que Lima.
No todo está perdido.