Por Giovani Alarcón
Según la Ley Orgánica de Elecciones, no se pueden difundir encuestas o simulacros una semana antes de los comicios. Los últimos resultados publicados reflejaban una preferencia por Keiko Fujimori. El simulacro de votación de GfK, publicado el viernes 27, le otorgó 52.2% de los votos válidos, frente a 47.8% de PPK.
SEMANAeconómica conversó con Hernán Chaparro sobre estos resultados.
¿Por qué Keiko Fujimori ha superado por 4.4 puntos porcentuales a PPK , según los votos válidos de su último simulacro?
Creo que básicamente el cambio es en Lima, que es cerca de un tercio de la intención de voto, donde hay gente que aparentemente se ha cansado un poco de apostarle a PPK, que no rechazaba a Keiko y que hoy la prefieren. El porcentaje de gente que definitivamente o probablemente no votará hoy por PPK es 51%, ligeramente mayor que el antivoto de Keiko. Cerca de la mitad de los que votaban por PPK son gente que lo hacía, principalmente, por un sentimiento antifujimorista. La otra mitad votaban porque encontraban algo en PPK.
[En cambio,] el porcentaje que decía “probablemente no votaré por Keiko” ha bajado 5 puntos porcentuales, y el porcentaje acumulado de los que “probablemente” y “definitivamente” votará por ella ha subido 5 puntos.
¿Hubo algún punto de inflexión en el voto hacia PPK?
Es un cúmulo de cosas, no hay un punto de quiebre. El viaje a Estados Unidos es un elemento. Nuestra encuesta, y otras, se realizaron después del [primer] debate presidencial. Indicaban que la actitud de PPK no había cambiado de manera significativa y que Keiko Fujimori fue la clara ganadora del primer debate.
Este efecto de reducción ha sido a cuentagotas y, de un momento a otro, no sabes ni por qué pero ya cambiaste de opinión.
Una gota no hace el océano. PPK [aún] puede hacer algo diferente, [pero] siempre hubo oportunidades y se desperdiciaron.
¿Cuál es la razón más importante detrás del voto por Keiko?
El plan de gobierno que ofrece y que pondrá orden o ‘mano dura’.
¿Se trata de una respuesta aspiracional?
Puede ser aspiracional pero también es una respuesta vaga, que alude a que ella será mejor gobernante. Es una idea general y explica poco. Por ejemplo, cuando uno elige una marca determinada, puede que no sepa explicar muy bien por qué la elige.
¿Qué pueden cambiar ambos candidatos en sus estrategias en lo que queda de las elecciones?
A Keiko le conviene salir con un discurso más integrador. Considerando que está delante de las encuestas, se podría mostrar como una líder inclusiva, tolerante, volver un poco a la candidata de la primera vuelta, mantener la imagen de firme contra la corrupción.
Me imagino que seguirá insistiendo en algunos temas en los que PPK no ha tenido respuesta. [Por ejemplo] decir que es el candidato de los ricos, de escritorio. Ahora, nunca hubo una respuesta por parte de PPK, un argumento de por qué él no es el candidato de los ricos. Keiko Fujimori, por otro lado, siempre ha respondido a todo. La gente le creerá o no, pero ha respondido.
¿Y PPK?
En las últimas semanas se ha vuelto un deporte nacional darle consejos a PPK, de los cuales ninguno se ha puesto en evidencia. Creo que le conviene dar un mensaje más propositivo. Keiko la tiene más fácil porque tiene un público mucho mayor al de PPK y a los que tiene que convencer no son muchos más. Hay mucho anti [fujimoristas] pero ella ya tiene una estrategia para bajarlo, con pequeñas variaciones.
PPK la tiene más complicada porque tiene un electorado a conquistar muy variopinto. Tiene dos frentes que son Lima y el sur, con características diferentes. La polarización podría hacer que algunos voten por PPK, aunque lo veo complicado. Eso depende de que PPK haga gestos, aunque no sólo depende de él sino de otros agentes como Gregorio Santos, Verónika Mendoza o líderes locales. No todo está en las manos de PPK. (Nota: la entrevista se realizó antes de que Verónika Mendoza anunciara que votará por PPK)
La parte más complicada para él, hoy, son los votantes limeños que se han cansado de su falta de liderazgo, compromiso. A esa gente podría darle mensajes más enfáticos y con más firmeza en temas como la lucha contra la delincuencia. Tiene un equipo y podría sacar un par de ideas claras.
Por el lado de la corrupción, tiene los temas de Joaquín Ramírez o José Chlimper y puede bajar esos temas a la cotidianeidad. Hemos tenido a alcaldes con denuncias por corrupción como Luis Castañeda pero salió elegido con 50% en Lima. El mismo PPK dijo que la gente no entiende el concepto de ‘narcoestado’; si no lo entiende, tendrá que explicarlo de otra manera. En el caso de Alan García, los narcoindultos lo impactaron mucho porque el ama de casa sintió que el narcotraficante liberado estaba vinculado al paquetero de la esquina. En un país donde la política está absolutamente desgastada, uno se interesa por lo público en tanto te impacte en tu cotidianeidad. Si se hablan de asuntos lejanos, de las cúpulas, la gente puede decir “bueno, todos son corruptos”.
¿Cómo se entiende el bajo impacto de los casos de Joaquín Ramírez y José Chlimper en las encuestas?
¿Quiénes son los que menos vieron los debates? La gente del NSE D, E, en el sur y oriente, donde hay mayor cantidad de voto blanco, viciado o “no precisa”. ¿Quiénes se informaron menos del tema de Joaquín Ramírez? La misma gente. Esas personas que siguen menos o no siguen la política, en quienes los debates o las denuncias deberían impactar, son los que menos se informan de estas cosas. Y si llega la información es por el boca a boca, dos semanas después.
Según la encuesta, para la población Keiko Fujimori conoce más el Perú, tiene más ganas de ser presidente y es más querida. ¿Estos atributos son resultado de su campaña? ¿O se debe a las menores ganas percibidas en PPK?
Probablemente más peso tenga el hecho que el fujimorismo tiene una estrategia o narrativa definida. Keiko Fujimori ha ido cumpliendo eso de manera muy disciplinada. Ella y sus voceros han dicho mucho que conocen más el Perú, sus paradas en cada pueblo, todo comunica los mismos mensajes. Esas cosas han sido consistentes, así como los ataques a PPK.
Por otro lado, las debilidades de PPK terminan siendo subrayadas por las críticas de Keiko que no son respondidas. Hay más críticas hacia el fujimorismo en las redes sociales que desde el equipo de PPK.
Keiko Fujimori subió 10 puntos porcentuales en el atributo de confianza, según la última encuesta. ¿Qué razones hay detrás?
Es un tema de construcción. La confianza y la intención de voto tienen tendencias semejantes. Entre las razones está la persistencia en el estilo, las ganas, la convicción de ser firme para combatir los problemas en el Perú. Ahora tenemos un escenario más parecido al de 1995, donde la gente nos decía —salvando las distancias— que Javier Pérez de Cuéllar era una buena persona pero el Perú necesitaba a alguien con mano firme y más fuerza.
Para la población, ¿el discurso de Keiko Fujimori ha sido más importante que las denuncias en su contra?
Hace tiempo se pide mano dura, [la gente] está desesperada frente a la política, la corrupción, la injusticia, según lo que nos dicen en las encuestas. El 80% está a favor que se aplique mano dura para combatir la delincuencia. Muchos están a favor de que las Fuerzas Armadas intervengan. Ese clima dialoga bien con las propuestas de Keiko y ella está canalizando ese sentimiento ciudadano. No es Keiko Fujimori, es la ciudadanía que está en su discurso y se está enganchando.
¿La gente se deja llevar más por las propuestas emocionales?
Sí. En general, tomamos decisiones a partir de ideas fuerza que pueden tener poco o mucho sustento. No hablamos de fondos sino de formas. En política, alguien no ha entendido por ahí, si tienes contenido pero no lo dices de la forma adecuada, va mal. No por gusto se habla del estilo de hacer política populista. En cualquier país, en todos lados, es igual.
¿En una semana podrían suceder cosas que podrían cambiar la situación?
En las elecciones anteriores hubo temas como las esterilizaciones forzadas que le dieron en la yugular a Keiko Fujimori. [Ella] no pudo contestar –es importante tanto el ataque como el cómo uno responde– y ahí Ollanta Humala subió. Ollanta estaba asociado al concepto de mano dura. PPK no tiene esa imagen y tampoco ha querido transmitirla.
Sin embargo, hoy, no todo está en las manos de PPK. Su equipo de campaña tiene muchas dificultades en el manejo político. Para que haya un cambio impactante tendría que sacar una denuncia que Keiko no sepa responder bien y que tenga tanta fuerza que impacte en los medios masivos y en el boca a boca, para que se mueva por varios días.
Fuente: www.semanaeconomica.com
Con Vero no basta, PPK
Por Pedro Tenorio– Político.pe
Veo a varios amigos ppkausas muy contentos luego de que Verónika Mendoza llamara públicamente a votar en favor de Pedro Pablo Kuczynski para cerrarle así toda posibilidad de triunfo al fujimorismo. Creo que el apoyo de la ‘Vero’ es importante, qué duda cabe, sobre todo si apunta a persuadir a los electores del sur del país -principalmente andino- que hasta hoy se resisten o rechazan abiertamente toda posibilidad de votar por Kuczynski. Quizás ahí y entre jóvenes de zonas urbanas que vieron en ella un agente de cambio social pueda operar alguna mejora en las expectativas del candidato de Peruanos Por el Kambio.
Sin embargo, pienso que hay dos factores que limitan los alcances de este anuncio. Primero, que la adhesión de la excandidata del Frente Amplio llega tarde y que mucho más efectiva hubiera sido si esta se hacía público, cuando menos, una semana antes. Ello habría permitido una mejor difusión evitando la percepción de “última hora” o de “medida desesperada” que es como la presentan muy astutamente los voceros de Keiko Fujimori.
Y segundo y más importante: que a la luz de sondeos nacionales que hoy no podemos citar debido a la prohibición legal al respecto, el centro de la preocupación ciudadana, sobre todo en los segmentos económicos D y E (los más significativos electoralmente hablando), es el tema del combate a la delincuencia. Materia en la que PPK no se ha mostrado últimamente con la contundencia necesaria (¡y hasta tuvo más de una frase desafortunada al respecto en el último debate!).
Se trata de un asunto que aflige a millones de peruanos de todas las clases sociales y que ha resultado DECISIVO para buena parte del electorado —Keiko Fujimori lo entendió así desde el comienzo y por ello trazó una estrategia al respecto—, y en el que los ppkausas no han mostrando los reflejos necesarios para difundir una propuesta elocuente. Más aun en esta última etapa.
El apoyo de Mendoza puede ser importante, pero eso está por verse. Lo que sí creo es que, por sí solo, no basta para ganar.