Sumamente indignado se mostró el obispo de la Diócesis de Chimbote, Ángel Francisco Simón Piorno, tras ser vinculado como parte de la organización criminal que habría operado en Áncash, la cual estaría liderada por el presidente regional, César Álvarez Aguilar.
“Qué vergüenza al parecer soy el más golpeado en Áncash, no solo por la corrupción sino también por algunos medios de comunicación nacional que me quieren vincular con la corrupción”, sostuvo monseñor Simón Piorno.
Además, aceptó haber enviado una carta al presidente del Consejo de Ministros en el gobierno de Alan García, Javier Velásquez Quesquén, donde pedía la viabilidad del proyecto especial Chinecas.
Finalmente, el representante máximo de la iglesia católica calificó como basura a los medios que lo vincularon con la red criminal, sin pedirle su versión.
Fuente: Radio Programas del Perú.
César Álvarez en tiempos de impunidad con algunos Pastores evangélicos, se ganó su simpatía regalándoles panetones y algunos enseres. Los evangélicos en cumplimiento de su fe le bendijeron. Debieron haberle advertido que “el que siembra vientos cosecha tempestades“.
Ahora en tiempos revueltos pide ayuda a “la mano que mordió“, a la iglesia que insultó, llamándoles “curas homosexuales“. Monseñor Ángel Simón Piorno le perdonó, pero la justicia no perdona los delitos cometidos contra el pueblo ancashino.
Fuente: www.diariointegracion.com