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El Gobierno del Perú aprobó una resolución para reducir las emisiones de dióxido de carbono. La iniciativa local surge para *prevenir los efectos del cambio climático* ante la ausencia de un pacto mundial vinculante.
Las autoridades peruanas han asegurado que han podido constatar el impacto del cambio climático, como el deshielo de sus inmensos glaciares en los Andes y altos niveles de radiación solar.
Intensas precipitaciones en la cuenca amazónica han devastado este año miles de cosechas, impulsando la inflación y golpeando las exportaciones agrícolas como las de café gourmet. La capital, Lima, ubicada en la costa del Pacífico, es habitualmente catalogada como una de las ciudades más secas del mundo junto a la iraquí Bagdad.
“Eso nos obliga a adaptarnos”, ha explicado Mariano Felipe Paz Soldán Franco, jefe de CEPLAN, centro de planeamiento estratégico del Gobierno. “Tenemos que de contribuir con todos los esfuerzos globales de mitigación”, agregó el funcionario.
RESOLUCIÓN PARA REDUCIR EL CO2
La iniciativa contempla medidas de largo plazo y busca integrar el uso de combustibles renovables a la matriz energética local, así como reducir la tala ilegal en la selva amazónica, uno de los mayores pulmones del planeta.
El modelo peruano para reducir emisiones de carbono deriva de uno desarrollado en Sudáfrica. Planes similares están siendo implementados en Chile, Argentina, Colombia y Brasil.
Analistas afirman que el rápido crecimiento de Perú, cuya economía está basada en la explotación de recursos naturales, ha despertado una gran preocupación por el impacto que podría tener en el largo plazo para el medio ambiente, ante la ausencia de medidas preventivas.
El plan peruano fue delineado para cubrir la falta de un acuerdo global que limite las emisiones de gases de efecto invernadero debido a las discrepancias entre el mundo desarrollado y el emergente.
El Perú, que emite cerca del 0,4% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, apoyó una meta trazada el año pasado en las conversaciones de Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica, para alcanzar un acuerdo más amplio a nivel internacional para el año 2015, que entraría en vigor en 2020.
Las autoridades peruanas han asegurado que han podido constatar el impacto del cambio climático, como el deshielo de sus inmensos glaciares en los Andes y altos niveles de radiación solar.
Intensas precipitaciones en la cuenca amazónica han devastado este año miles de cosechas, impulsando la inflación y golpeando las exportaciones agrícolas como las de café gourmet. La capital, Lima, ubicada en la costa del Pacífico, es habitualmente catalogada como una de las ciudades más secas del mundo junto a la iraquí Bagdad.
“Eso nos obliga a adaptarnos”, ha explicado Mariano Felipe Paz Soldán Franco, jefe de CEPLAN, centro de planeamiento estratégico del Gobierno. “Tenemos que de contribuir con todos los esfuerzos globales de mitigación”, agregó el funcionario.
RESOLUCIÓN PARA REDUCIR EL CO2
La iniciativa contempla medidas de largo plazo y busca integrar el uso de combustibles renovables a la matriz energética local, así como reducir la tala ilegal en la selva amazónica, uno de los mayores pulmones del planeta.
El modelo peruano para reducir emisiones de carbono deriva de uno desarrollado en Sudáfrica. Planes similares están siendo implementados en Chile, Argentina, Colombia y Brasil.
Analistas afirman que el rápido crecimiento de Perú, cuya economía está basada en la explotación de recursos naturales, ha despertado una gran preocupación por el impacto que podría tener en el largo plazo para el medio ambiente, ante la ausencia de medidas preventivas.
El plan peruano fue delineado para cubrir la falta de un acuerdo global que limite las emisiones de gases de efecto invernadero debido a las discrepancias entre el mundo desarrollado y el emergente.
El Perú, que emite cerca del 0,4% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo, apoyó una meta trazada el año pasado en las conversaciones de Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica, para alcanzar un acuerdo más amplio a nivel internacional para el año 2015, que entraría en vigor en 2020.
Fuente: Diario El Comercio.