Vicariato de Yurimaguas
PRONUNCIAMIENTO
Los abajo firmantes, religiosos, religiosas, misioneros laicos, agentes pastorales y pueblo cristiano en general del Vicariato de Yurimaguas, declaramos:
Ante las acusaciones que se le vienen imputando al RP Mario Bartolini Palombi, sacerdote pasionista, nos vemos obligados a rechazar de forma categórica tales acusaciones, por cuanto se pretende involucrar al religioso en hechos que no se ajustan a la verdad.
Como fieles seguidores del Evangelio de Jesucristo, cristianos y misioneros, tenemos la obligación de asumir la opción por los pobres y desvalidos, buscar la verdad y la justicia, y defender los bienes de la creación.
El religioso Padre Mario Bartolini Palombi, en el acompañamiento que viene haciendo a nuestros hermanos indígenas y ribereños frente a las pretensiones del Gobierno Central, está siendo fiel al Evangelio de Jesucristo, al documento de Aparecida que nos insta a preocuparnos por las naciones indígenas y de nuestra Amazonía, y a las Líneas Pastorales de la Iglesia Vicarial de Yurimaguas a la que pertenece. Entonces, ¿Qué delito ha cometido?¿Cuál es el fundamento de las acusaciones?
Los misioneros del Vicariato, pastores de estos pueblos, acompañamos en todo momento a nuestro pueblo para que juntos descubramos el Evangelio de Jesucristo y podamos construir una sociedad justa, equitativa y en progreso.
Compartimos con los pueblos sus angustias, temores y dolor ante la posibilidad de que pierdan sus tierras. Por eso invocamos a nuestros gobernantes para que atiendan los reclamos y encuentren soluciones a la problemática. Y que los amazónicos sean invitados a participar en la toma de estas decisiones.
Como religiosos y pueblo de Dios de esta Iglesia local, nos consta que el P. Mario ha ayudado al entendimiento entre las etnias que han participado en la huelga amazónica, buscando un clima de paz y concordia y de no confrontación con las fuerzas del orden o personas ajenas a la problemática amazónica.
Lamentamos los sucesos sangrientos de Bagua sufridos tanto por los indígenas, como por los uniformados.
Invocamos a todos los miembros de nuestras comunidades y a las autoridades políticas a trabajar por la paz y la reconciliación, que son signos de la esperanza y del Reino de Dios.
Yurimaguas 20 de Junio de 2009
Monseñor José Luis Astigarraga Lizarralde CP Obispo Vicario Apostólico de Yurimaguas
Padre Carlos Murayari Amasifuén y María Luisa Maduell Hernández, Consejo de Misión
Misioneros de Jesús Parroquia Santo Tomás de Balsapuerto
Parroquia Inmaculada Concepción de Lagunas
Misioneros de Jesús Barranquita
Comunidad Pasionista de Yurimaguas
Comunidad Pasionista Barranquita
Comunidades Cristianas Parroquia San Rafael de Barranquita
Madres Carmelitas del Monasterio San José
Comunidad Salesiana San Lorenzo
Comunidad Salesiana Kuyuntsa
Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús San Lorenzo
Compañía Misionera del Sagrado Corazón de Jesús Jeberos
Parroquia Santa Rosa de Lima Jeberos
Comunidad de Hermanas Pasionistas de la Madre de la Santa Esperanza Pampa Hermosa
Seminario Cristo Salvador Yurimaguas
Hogar María de Nazareth Yurimaguas
Hermanos del Sagrado Corazón Yurimaguas
Oficina Diocesana de Educación Católica ODEC Yurimaguas
Radio Oriente Yurimaguas
Caritas Yurimaguas
Parroquia San Isidro Labrador Yurimaguas
Parroquia San Gabriel de la Dolorosa y Virgen de la Natividad Yurimaguas
Fuente: Agencia de Noticias EFE.
El Obispo del Callao Miguel Irízar CP, indicó que la Iglesia Católica deberá investigar si algún sacerdote efectivamente promovió la violencia en la Amazonía, pero que, en cualquier caso las relaciones entre la Iglesia y el Estado no deben afectarse.
De otro lado, el embajador en Italia, Rafael Rey, informó sobre la participación de algunos sacerdotes en manifestaciones que se producen en el país. El informe lo entregó el representante ante el Estado Vaticano, Alfonso Rivero Monsalve.
Al respecto, Irízar indicó que “la Iglesia tiene sus propios medios para ver la actuación de sus sacerdotes, y existen caminos, si hay excesos, para corregirlos. Creo que hay que actuar con mucha delicadeza, antes de acusar a alguien de producir actos de violencia”, al referirse a la participación de sacerdotes en manifestaciones y medidas de fuerza que se registran en el país, y que la embajada de Perú en Italia, ha dado a conocer a la Santa Sede.
“Una cosa es que se defiendan, como siempre lo hice mientras fui obispo de Yurimaguas, los derechos de los pueblos nativos, sus espacios y tierras; y otra decir que se está moviendo a la gente para que vaya a un acto de violencia. No creo que haya sucedido, pero tendrá que ser investigado”, comentó Irízar.
Además, expresó que uno de los sacerdotes involucrados fue misionero en el Vicariato de Yurimaguas, que lo conoce personalmente y lo recuerda como un religioso siempre entregado al trabajo en la Amazonía. “A lo mejor haya que entender que por momentos uno tiene vehemencia exagerada”.
El máximo representante de la Iglesia Católica en el Callao, agregó que las relaciones Iglesia – Estado no deben afectarse. “La Iglesia es toda una comunidad e institución, y por eso tiene pastores y responsables. Las situaciones personales habrá que corregirlas”.
Pronunciamiento del Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
Lamentamos profundamente las recientes declaraciones del Ministro de Justicia, vertidas en el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas, llevada a cabo el día 3 de agosto en la ciudad de Ginebra, en la que implica a un miembro de la Iglesia Católica como instigador de los hechos de violencia ocurridos en Bagua y que dejaron como saldo la muerte de hermanos policías y nativos.
Dicha declaración no coincide con la realidad de los hechos acontecidos el día 5 de junio de este año en la ciudad de Bagua, donde la Iglesia Católica no tuvo ninguna participación, ni en el operativo, ni en el desenlace de tan lamentables hechos.
Antes bien, el Presidente de la Conferencia Episcopal conjuntamente con la Defensora del Pueblo, suscribieron el mismo día (5 de junio) un pronunciamiento conjunto donde lamentaron el desenlace violento ocurrido y llamaron al cese de la violencia, a la atención humanitaria inmediata de heridos y a restablecer el canal de diálogo que nunca debió de ser interrumpido.
El entonces Premier Yehude Simon, acudió a la sede de la Conferencia Episcopal para pedir apoyo para la solución del conflicto. Ante ello, desde la Presidencia de la Conferencia Episcopal reiteramos el llamado para que todos nos comprometamos a restituir la paz social y evitar cualquier indicio de mayor violencia. Asimismo, aceptamos el pedido del Señor Ministro de participar en el equipo de diálogo que se formó para lograr una solución pacífica conjuntamente con los Obispos de las zonas afectadas, los Presidentes Regionales y los Apus (Jefes de las tribus amazónicas).
Si bien es cierto, un sacerdote del Vicariato de Jaén, con posterioridad a los hechos ocurridos, en su preocupación por lo sucedido, recoge la opinión de algunos pobladores sobre una posible fosa común, hecho que ha sido desmentido, ésta declaración no puede ser interpretada como azuzamiento de los hechos de violencia acaecidos el 5 de junio.
La Iglesia Católica desde hace muchos años viene trabajando en la Amazonía a través de sus 11 jurisdicciones eclesiásticas y conoce bien la realidad. No sólo promueve la Fe, sino que trabaja en la promoción integral de sus habitantes.
La Iglesia Católica siempre ha defendido la paz, la no violencia, ha promovido el diálogo y la solución de los conflictos de manera pacífica.
La Iglesia Católica pre-existe al Perú, a la República, a la Constitución, le ayudó a formarse como Nación y tiene un importante arraigo social que no puede ser desestimado.
+ Miguel Cabrejos Vidarte, OFM
Arzobispo de Trujillo
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
Bagua
El Cardenal Juan Luis Cipriani, admitió que algún miembro de la Iglesia Católica pudo exaltar los ánimos en busca de una solución pacífica a los hechos violentos ocurridos en la Amazonía peruana, que se saldaron en junio pasado con la muerte de 24 policías y 10 civiles.
“Hubo circunstancias, pero no podemos generalizar (…), hubo un sacerdote que después de los hechos en Bagua habló de una fosa común y algún otro que llevado por la emoción y en busca de una solución pacífica, que también pudo exaltar los ánimos”, dijo Cipriani en su programa difundido por RPP.
En declaraciones citadas por la mencionada radio, el Arzobispo de Lima zanjó así una polémica creada en torno a la actuación de algunos miembros de la Iglesia Católica después de los hechos violentos ocurridos en la provincia de Bagua, en el marco de una protesta de las comunidades indígenas de la Amazonía contra varios decretos legislativos.
El Ministro peruano de Justicia, Aurelio Pastor, dijo ante el Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de Naciones Unidas que “personas ajenas a las comunidades empezaron a alentar la violencia de diversas formas. Lamentablemente un miembro de la Iglesia difundió que habían actos de violencia, que habían fosas comunes”.
Tras las protestas circularon en Bagua fuertes rumores sobre el enterramiento clandestino de manifestantes por parte de las fuerzas del orden, que resultaron falsas al ubicarse días después a los indígenas reportados como desaparecidos y al no hallarse ninguna fosa común.
Los comentarios del ministro Pastor en Ginebra motivaron que la Conferencia Episcopal Peruana saliera al paso para asegurar que si bien uno de sus miembros había informado de la existencia de una posible fosa común, esta denuncia no podía ser “interpretada como azuzamiento de los hechos de violencia acaecidos el 5 de junio”.
Pero el Cardenal Cipriani enfatizó hoy que algunos miembros de la Iglesia católica sí emitieron declaraciones “imprudentes” sobre el tema, sin dar nombres.
Cipriani también dijo estar satisfecho con las explicaciones del Ministro de Justicia, Aurelio Pastor, quien le refirió que sus cuestionamientos ante la ONU sobre la actuación de algunos sacerdotes en los actos de violencia en Bagua no buscaban generalizar a toda la Iglesia Católica.
Cipriani Thorne señaló incluso que un comunicado emitido por el Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Monseñor Miguel Cabrejos, admite que en los sucesos de Bagua hubo sacerdotes que, seguramente guiados por buenas intenciones, emitieron declaraciones imprudentes y equivocadas que afectaron la imagen del Gobierno.
Monseñor Cipriani indicó que ha recibido información bastante transparente y bien documentada por parte del ministro, y, a su parecer, “queda muy claro que sus declaraciones fueron tergiversadas por una agencia de noticias internacional” (France Press), haciéndolas aparecer como si se refiriera a la Iglesia en su conjunto, lo cual no es cierto.