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Sobre una nube

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Una oración familiar para el Primer Domingo de Adviento

Evangelio según San Lucas 21,25-28.34-36.
Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas.
Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.
Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.
Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación”.
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre”.
El Perú de la segunda mitad del siglo XX es el horizonte en el que se desenvuelven cuarenta años de la vida de Don Ignacio -monseñor Ignacio María de Orbegozo y Goicoechea- al servicio de Dios, de la Iglesia y de las almas. El relato de su personalidad carismática ha trascendido dentro de la Iglesia por ser un adelantado de la segunda evangelización, haciendo un puente de siglos con la primera, realizada por santo Toribio de Mogrovejo.
El itinerario de Don Ignacio es inédito, por ser la aventura de un médico cirujano español -vasco, para más señas- que, por las cordilleras andinas y por los valles costeños del Perú, cuando todavía no había las comodidades que hoy existen, se convirtió en el prelado primero y el obispo después que predicaba la palabra de Dios, administraba los sacramentos y gobernaba la parcela que le había sido encargada por Roma.
Desplegaba su figura por igual entre poderosos e indigentes, con el mismo cariño humano y visión sobrenatural con que lo había hecho durante su juventud en su patria. Fue un gran admirador y fiel discípulo de san Josemaría Escrivá de Balaguer, que cambió el destino de su vida. Con Don Ignacio se inicia una fructífera presencia de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, sociedad intrínsecamente vinculada al Opus Dei, en su segunda patria. Sirvió a los romanos pontífices, desde Pío XII hasta san Juan Pablo II, y participó en las cuatro sesiones del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Federico Prieto Celi (Lima, 1940) es periodista licenciado en la Universidad de Navarra y titulado por la Universidad de San Marcos. Comentarista político, ha sido director de los diarios La Prensa y El Sol, subdirector de El Callao y jefe de Suplementos de Expreso. Fue deportado, junto a otros periodistas, por el gobierno militar en 1974 por defender la libertad de expresión en el semanario Opinión Libre. Escribe en el portal Lucidez.
Doctor en Derecho y profesor universitario, ha ocupado diferentes cargos públicos, entre ellos la Secretaría General del Ministerio de Educación y ha representado al Perú en diferentes foros internacionales. Es miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas del Perú.
Entre sus libros destacan El deportado, biografía de Eudocio Ravines (1979), Regreso a la democracia, biografía del general Francisco Morales Bermúdez (1996), Crónica de la crisis de los rehenes (1997), La fuerza creadora de la educación (2006) y Así se hizo el Perú (2010), entre otros.
Recibió en 2017 el Premio de Periodismo Cardenal Landázuri.

Árbol florido

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Soneto

Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado,

Si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado.

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido.

Porque después de todo he comprendido
por lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.
Francisco Luis Bernárdez (1900-1978)

Jesucristo es el Rey del universo

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Evangelio según San Juan 18,33b-37

En aquel tiempo, Pilato volvió a entrar en el pretorio, llamó a Jesús y le preguntó: “¿Eres tú el rey de los judíos?” Jesús le respondió: “¿Dices esto por ti mismo u otros te lo han dicho de mí?” Pilato replicó: “¿Acaso yo soy judío? Tus compatriotas y los sumos sacerdotes te han puesto en mis manos. ¿Qué es lo que has hecho?” Jesús respondió: “Mi realeza no es de este mundo. Si mi realeza fuese de este mundo, los que están a mi servicio habrían combatido para que yo no fuera entregado a los judíos. Pero mi realeza no es de aquí”. Pilato le dijo: “¿Entonces tú eres rey?” Jesús respondió: “Tú lo has dicho: Yo soy Rey. Para esto he nacido y he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. El que es de la verdad, escucha mi voz”.

Reflexión del Papa Francisco

Jesús ha realizado el reino: lo ha hecho con la cercanía y ternura hacia nosotros.
[…] Después de su victoria, es decir después de su Resurrección, ¿cómo Jesús lleva adelante su reino? El apóstol Pablo, en la primera Carta a los Corintios, dice:
“Es necesario que Él reine hasta que no haya puesto a todos sus enemigos bajo sus pies” (15,25).
Es el Padre que poco a poco ha puesto todo bajo el Hijo, y al mismo tiempo el Hijo pone todo bajo el Padre, y al final también Él mismo.
Jesús no es un rey a la manera de este mundo: para Él reinar no es mandar, sino obedecer al Padre, entregarse a Él, para que se cumpla su diseño de amor y de salvación. De este modo existe plena reciprocidad entre el Padre y el Hijo.
El tiempo del reino de Cristo es el largo tiempo de la sumisión de todo al Hijo y de la entrega de todo al Padre. «El último enemigo en ser vencido será la muerte» (1 Cor 15,26). Y al final, cuando todo será puesto bajo la majestad de Jesús, y todo, también Jesús mismo, será puesto bajo el Padre, Dios será todo en todos.
La Palabra de Dios nos dice que cosa nos pide el reino de Jesús a nosotros: nos recuerda que la cercanía y la ternura son la regla de vida también para nosotros, y sobre esto seremos juzgados. Este será el protocolo de nuestro juicio. Es la gran parábola del juicio final de Mateo 25. El Rey dice:
“Vengan, benditos de mi Padre, tomen en posesión el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo, porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, era forastero y me acogiste, estaba desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a verme” (25,34-36). Los justos le preguntaran: ¿cuándo hicimos todo esto? Y Él responderá: En verdad les digo: que cuanto hicieron a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron” (Mt 25,40).
La salvación no comienza en la confesión de la soberanía de Cristo, sino en la imitación de las obras de misericordia mediante las cuales Él ha realizado el Reino. Quien las cumple demuestra que ha recibido la realeza de Jesús, porque ha hecho espacio en su corazón a la caridad de Dios.
Al atardecer de la vida seremos juzgados sobre el amor, sobre la projimidad y sobre la ternura hacia los hermanos. De esto dependerá nuestro ingreso o no en el reino de Dios, nuestra ubicación de una o de otra parte.
Jesús, con su victoria, nos ha abierto su reino, pero está en cada uno de nosotros entrar o no, ya a partir de esta vida –el Reino inicia ahora– haciéndonos concretamente prójimo al hermano que pide pan, vestido, acogida, solidaridad, catequesis.
Y si verdaderamente amamos a este hermano o aquella hermana, seremos impulsados a compartir con él o con ella lo más precioso que tenemos, es decir ¡Jesús mismo y su Evangelio! (Homilía en a Solemnidad de Cristo Rey, 24 de noviembre de 2014).

Oración

Señor Jesús, gracias por inspirarme cada día con tus palabras de esperanzas y convertirte en mi compañero de luchas en cada uno de los desafíos que me toca enfrentar. A tu lado sé que puedo vencer.
Te declaro desde hoy como Dueño y Señor de mi vida, como Rey y Dador de todo lo que existe, porque tu poder es universal y reinas con amor, compasión y sabiduría desde tu trono celestial
Mi Dios, Te reconozco como el Rey del universo, como aquel que era, que vives y que has de venir para juzgar a todas las naciones con tu verdad y tu justicia divina y llevarnos a tu gloria para siempre.
Ven y toma todo lo que tengo guardado en mi corazón y aleja toda emoción conflictiva que me esté robando la paz y las ganas de continuar dando la batalla por ganarme una de las habitaciones del Cielo.
Señor, solo Tú eres el camino, la verdad y la vida. Tú eres aquel que derriba los muros del miedo y aumentas el valor y la fe a los que se sienten pecadores y sin esperanzas por alcanzar la plena felicidad.
Quiero que me ayudes a trascender mas allá de mis capacidades humanas, a ser espiritualmente fuerte en toda ocasión y a comprender que Tú estás por encima de todas las cosas.
Ven, Rey de gloria y de poder, a renovar mi vida, a disipar toda duda de mi corazón, a ser luz en medio de mis oscuridades, a guiarme en medio de las penumbras.
Ven, Rey del amor y la esperanza, quiero vivir unido a Ti, amándote, glorificándote, confiando y sintiendo la poderosa fuerza de tu presencia. Amén.Cardenal Juan Luis Cipriani en entrevista con RPP / Crédito: Arzobispado de Lima

Cardenal denuncia a grupo que “impone pensamiento” en la prensa de Perú

El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, denunció que en medio de la crisis política que vive el país, existe un grupo que está “imponiendo su pensamiento a otro” y que para ello aprovecha su accesibilidad a los medios de comunicación.
“Yo veo un país agitado, muy duramente dividido, en la que hoy por hoy un grupo está imponiendo su pensamiento al otro. Hay un grupo que tiene mucha más facilidad para salir a los medios y ser escuchada su opinión”, denunció el Arzobispo de Lima en el programa Diálogo de Fe del 24 de noviembre, en RPP.
Sin embargo, recordó que, en una democracia y un estado de derecho, se “abre el campo a la libre oportunidad de no solo pensar, sino de hablar y de expresarse”.
“Pienso que cuando uno siente que es descalificado, es insultado y es agredido en su opinión, algo muy grave está ocurriendo. Me parece a mí que se ha polarizado el país de una manera que no le hace bien a nadie, ni al gobierno, ni a la oposición y menos al pueblo”, lamentó.
Por tal motivo, animó a los medios de comunicación a que se “abran un poco más la posibilidad de escuchar opiniones”, y a los diferentes poderes del Estado les pidió proveer justicia para todos en igual medida, sin favorecer a nadie en particular.
En los últimos meses la crisis política se agudizó con el pedido de asilo por parte del expresidente Alan García Pérez, que ingresó el sábado 17 de noviembre a la residencia del embajador de Uruguay en Lima.
García espera ahora la decisión del Gobierno del presidente uruguayo, Tabaré Vásquez, en medio de algunas protestas violentas y del pedido del Estado peruano para que no se conceda el asilo.
Esta situación agravó la tensión política existente en el país debido al enfrentamiento entre el gobierno del presidente Martín Vizcarra y la bancada mayoritaria del Congreso, Fuerza Popular, cuya líder, Keiko Fujimori, fue condenada a prisión preventiva por 36 meses por el presunto delito de lavado de activos.
Sobre el caso del expresidente García, el Cardenal Cipriani sostuvo que la figura del asilo político “es una herramienta de la democracia” y “no es una escapatoria, ni un agravio”; sino “simplemente una manera de defenderse cuando uno piensa que su derecho y su dignidad están en peligro”.
“Pienso que hay que respetar las formas. Igual digo en el caso de las prisiones preventivas. La gente tiene derecho a que primero se defienda y haya una sentencia. No se trata de decir Cipriani protege la corrupción. No señores, Cipriani protege el derecho de las personas y la democracia y el estado de derecho”, aclaró.
En ese sentido, el Cardenal resaltó que “no podemos simplemente decidir que el que defiende la figura del asilo y la figura del indulto, defiende la corrupción. No, eso es trampa”.
Al finalizar la entrevista en RPP, el Purpurado también exhortó para que, en la Solemnidad de Cristo Rey, que se celebra hoy, “Jesucristo nos dé paz, tenga misericordia, se compadezca de nosotros y nos ayude a dar lo mejor de nosotros”.
“Que Cristo reine en las almas y que vivamos con más paz y discrepancias, pero sin insultos. Agradezco mucho y les agradezco mucho. Que la bendición de ese Cristo Rey que mañana celebramos esté en sus hogares, en sus corazones. Calma, que país más bonito. Vivamos como hermanos”, concluyó.

Libertad religiosa

La Guerra de los Cristeros (1926-1929) fue una respuesta al ataque directo contra la fe católica por parte del presidente Plutarco Calles. La aplicación estricta de las reglas anticlericales de la Constitución Mexicana de 1917 fue conocida como la Ley Calles.
El presidente mexicano Plutarco Elías Calles abrazó una forma radical de ateísmo y socialismo que lo condujo a adoptar medidas drásticas para erradicar el catolicismo de México.
Es importante saber que Plutarco Elías Calles creció en medio de la pobreza y la privación. Fue el hijo ilegítimo de un padre alcohólico que no proveía de medios para cuidar a su familia y que más tarde los abandonó. Su madre, María de Jesús Campuzano, murió cuando él apenas tenía dos años. Entonces se encargó de él su tío, Juan Bautista Calles, del que tomó su apellido. Ateo ferviente, Juan Bautista inculcó a su sobrino un odio fanático contra la Iglesia católica.
Calles quiso erradicar el catolicismo y crear un nuevo modo de vida. Él leía a menudo libros y artículos de autores basados en la utopia socialista, y quiso lo mismo para México. Fue por esta visión por la que Calles decidió mantener a los Estados Unidos y a los gobiernos europeos al margen de los intereses petrolíferos de México. Quiso que México estuviera totalmente bajo el control de su gente y de su tierra.
Al principio, los fieles y la jerarquía adoptaron posturas pacíficas en su resistencia a la llamada Ley Calles.
El movimiento Cristero fue organizado por la Liga Nacional de la Defensa de la Libertad Religiosa o Liga Nacional Defensora de la Libertad Religiosa (LNDLR). La LNDLR fue un grupo de derechos civiles y religiosos establecido en 1925.
Hubo diversas protestas pacíficas en todo México, organizadas por diferentes grupos. Además, se reunieron más de un millón de firmas que fueron presentadas ante el Congreso para pedir la abolición de la Ley Calles. En todo momento se encontraron con resistencia o fueron totalmente ignorados. El último recurso para resistir el ataque fue a través de un boicot económico que fue un éxito; sin embargo, el Gobierno, viendo el poder que adquirían y el efecto económico que resultaba del boicot, lanzó un ataque más directo contra la Iglesia mediante arrestos, intimidaciones y ejecuciones.
Los obispos mexicanos trabajaron incansablemente para modificar la Ley Calles. El Papa Pío XI aprobó esta acción. Al no poder llegar a un acuerdo con el régimen Calles, y con el fin de evitar enfrentamientos y derramamiento de sangre, los obispos pidieron a la Santa Sede permiso para suspender el culto Católico el 31 de julio de 1926 –la víspera de la entrada en vigor de la ley.
Más tarde, el Papa Pío XI escribió una carta encíclica al clero y a los fieles de México para infundirles coraje y esperanza durante esta persecución. La Santa Sede no podía hacer mucho más. El 18 de noviembre de 1926 el Papa mandó su carta encíclica Iniquis Afflictisque (sobre la persecución de la Iglesia en México) ofreciendo oraciones y ánimos durante este momento difícil.
La resistencia armada comenzó en 1927 en Los Altos, Jalisco, y se difundió por todo México hasta llegar a convertirse en una auténtica guerra civil.
Los primeros levantamientos para defender la libertad religiosa en México tuvieron lugar el 1 y 2 de enero de 1927, en el norte del estado de Jalisco (Los Altos). Este suceso fue el primero que tuvo éxito en rechazar a las tropas del gobierno. Esta victoria le dió ánimos al movimiento, por lo que siguieron más levantamientos en esta zona.
Una vez se vencieron las primeras batallas, los estados de alrededor siguieron los mismos pasos; pero no fue hasta que la Liga Católica contrató al General Enrique Gorostieta cuando estos levantamientos esporádicos se convirtieron claramente en un ejército Cristero.
En este momento, gran parte de México estaba involucrada en la Guerra Cristera, con la excepción de unos pocos estados que no vieron ningún levantamiento porque no se dio la persecución allí. Se estima que unos 25,000 Cristeros perdieron la vida durante los tres años que duró esta guerra, y aproximadamente unos 65,000 soldados del Gobierno.
La Iglesia reconoce un gran número de mártires de la Guerra Cristera, incluyendo al beato Miguel Augustín Pro, un jesuita muerto de un disparo el 23 de noviembre de  1927; el beato José Sánchez del Río, un cristero de quince años de edad, que fue ejecutado el 10 de febrero de 1928, el beato Anacleto Gonzalez Flores, líder de la resistencia pacífica, que fue ejecutado el 1 de abril de 1927. el padre Pro fue beatificado en 1988, 25 mártires fueron canonizados en 2000, y 13 beatificados en 2005 (incluyendo a Gonzalez Flores y Sánchez del Río).
El embajador de Estados Unidos en México ayudó a negociar una tregua entre el gobierno de México y los Cristeros, pero esto no terminó con la persecución de los líderes Cristeros o de la Iglesia.
El embajador americano Dwight Morrow fue el medio por el que llegó la tregua a esta guerra. En uno de las distintas reuniones que mantuvo con el presidente Calles, el embajador ofreció apoyo militar a cambio de petróleo para que terminara la guerra de una vez por todas. Al final, sin embargo, dependió de las habilidades diplomáticas del clero católico y de los laicos para negociar el acuerdo de paz que terminó con la Cristiada.
Tristemente, la tregua firmada por el gobierno mexicano y la Iglesia Católica fue, sin duda, una trampa para los cristeros. El régimen de Calles rompió rápidamente la promesa de cumpir los compromisos acordados, y durante los tres primeros meses después de la tregua, más de 500 líderes y 5,000 cristeros fueron ejecutados. Murieron más líderes cristeros durante ese breve periodo de tiempo que durante tres años de guerra.
El abogado mexicano católico exiliado Octavio Elizonde, afirmó en una carta que a petición del Vaticano los cristeros se desarmaron y aceptaron la “tregua” (acuerdos) presentada por el gobierno mexicano. En obediencia al Vaticano depusieron las armas, sólo para ser cazados y ejecutados.
El presidente Calles fue responsable de la masacre, ya que continúo manteniendo el control del Gobierno desde la sombra y controló el futuro de México hasta 1934. Lázaro Cárdenas ganó la presidencia y ya no quiso ser la marioneta de Calles.
Nadie es capaz de explicar adecuadamente el odio extremo e irracional de Calles contra la Iglesia. Quizás fue una combinación de codicia y de ideología jacobina. En cualquier caso, Cárdenas también odió a la Iglesia, pero su fanatismo fue más pragmático y los tiempos habían cambiado a mitad de los años treinta.
De acuerdo a la investigación del padre Brian Van Hove, unos 40 sacerdotes fueron asesinados en México entre 1926 y 1934. Incluso en 1935, seis años después de la “tregua”, unos 2,500 sacerdotes se vieron obligados a esconderse y seis obispos vivieron en el exilio. En 1926, había 3,000 sacerdotes en México, y en 1934, quedaban solo 334.
Si bien las leyes anticlericales siguen formando parte de la Constitución Mexicana, el Gobierno no obliga a cumplirlas.
Todavía quedan algunos artículos “anticlericales” en la Constitución, pero el gobierno prometió no imponerlas de nuevo. Nota del Editor: No fue hasta 1940, cuando el católico Manuel Ávila Camacho llegó a presidente, cuando la imposición de las leyes anticlericales de la Constitución Mexicana se relajó definitivamente.
La relación entre el Estado y la Iglesia mejoró hace pocos años. El ex presidente Vicente Fox y el actual, Felipe Calderón, son católicos, y han sido más indulgentes con la Iglesia, hasta el punto de restablecer las relaciones diplomáticas con el Vaticano.
Fuente: www.es.aleteia.orgBeato Miguel Pro rezando antes de su ejecución.

Beato Miguel Pro SJ

El Beato Miguel Pro SJ nació el 13 enero 1891 en Zacatecas México. Desde pequeño fue virtuoso y alegre. Entró en el noviciado jesuita a la edad de 20 años y fue exilado durante la revolución mexicana.
Fue ordenado sacerdote en Bélgica en 1925, a la edad de 36 años. Regresó a México en 1926 sabiendo que la Iglesia era perseguida y que correría grave peligro.
Ejerció un intenso ministerio bajo la persecución hasta que en el 1927 fue acusado falsamente de estar involucrado en un atentado contra el dictador Plutarco Elías Calles.
Antes de que lo fusilaran perdonó a sus asesinos.
Murió el 23 de noviembre de 1927 gritando, como muchos otros mártires mexicanos, “Viva Cristo Rey”.
Fuente: ACI Prensa.

‘Hermanito’ y Orellana

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Por Rodrigo Chillitupa- Revista CARETAS.
“Es un sinvergüenza”, dice Hermes Velásquez, Vice Gran Maestro de La Gran Logia del Perú. Así describe Velásquez a César Hinostroza, el cuestionado magistrado que acaba de ser suspendido de su organización. La historia masónica del ‘Hermanito’ comenzó en el 2012. Aquel año, el presunto cabecilla de la red criminal de Los Cuellos Blancos del Puerto se integró a la logia Luz de Renacimiento Nº 139. Según Velásquez, el destituido juez Hinostroza era una persona de perfil bajo. “Participaba poco en las actividades de la organización”, dice. “No tenía un cargo especial dentro de la logia”.
Sin embargo, Julio Pacheco Girón, Gran Maestro de la Gran Logia Constitucional, reveló que Hinostroza Pariachi llegó a cultivar amistad con otros masones influyentes como César Bazán Naveda. “Bazán fue quien llevó a Hinostroza a los masones”, dijo. La notaría de este abogado fue involucrada en un caso de estafa en el 2014 por ayudar a dos personas vinculadas a la mafia del encarcelado empresario Rodolfo Orellana. Los estafadores se apropiaron de ocho lotes en La Molina y dos casas en Jesús Maria en perjuicio de dos inmobiliarias.
Dentro de la Gran Logia del Perú, Hinostroza coincidió con Walter Ríos, expresidente de la Corte Suprema del Callao, y el exintegrante del CNM, Julio Gutiérrez Pebe. En el decreto publicado el 12 de julio pasado en su portal web, la organización señala que a los cuestionados magistrados “se les suspendió de todos sus derechos porque tenían un comportamiento ajeno a la moral masónica”. Ellos infringieron el artículo 18 del Código de Justicia y Procedimiento Masónico.

Se acerca el verano

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Evangelio según San Marcos 13,24-32.
En ese tiempo, después de esta tribulación, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán.
Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria.
Y él enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.
Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano.
Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta.
Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto.
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.
Pedro Salinas en Piura / Foto: ACI Prensa

Torpeza legal dilata juicio de Arzobispo contra periodista acusado de difamación en Perú

Por DIEGO LÓPEZ MARINA-ACI Prensa.
El miércoles 14 de noviembre la jueza Judith Cueva Calle se vio obligada a reprogramar el juicio por difamación presentada por el Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Monseñor José Antonio Eguren Anselmi, contra el periodista Pedro Salinas, debido a que el abogado defensor de este último no se encontraba habilitado en el Colegio de Abogados de Lima por falta de pago.
La nueva citación se realizará ante el Primer Juzgado Unipersonal Penal de Piura el próximo 18 de diciembre. Para esta nueva fecha se espera que Carlos Rivera, director del Instituto de Defensa Legal (IDL) y abogado de Salinas, cumpla con los requisitos para representar al periodista ante la corte.
Pedro Salinas es coautor del libro “Mitad Monjes, Mitad soldados”, publicado en 2015, que da cuenta de los abusos sexuales, físicos y de poder cometidos por el fundador del Sodalicio, Luis Fernando Figari, y otros miembros de esta institución a la que pertenece Monseñor Eguren.
El 15 de agosto Monseñor Eguren presentó una demanda por difamación agravada contra Salinas por haberlo comparado en el artículo “El Juan Barros Peruano”, publicado el 20 de enero de 2018, con el obispo chileno Juan Barros, a quien se acusa de encubrir los abusos sexuales del exsacerdote Fernando Karadima.
Barros fue Obispo de Osorno (Chile) hasta el 11 de junio, cuando el Papa Francisco aceptó su renuncia.
En el artículo, Salinas también acusa a Monseñor Eguren de traficar tierras en la ciudad de Piura, para lo cual cita un reportaje de la cadena islámica Al Jazeera titulado “The Sodalitium scandal” (El escándalo Sodalicio).
Este miércoles 14, luego de anunciarse la nueva fecha para la audiencia, Salinas calificó al abogado de Monseñor Eguren, Percy García Cavero, de ser “uno de esos formalistas” porque “faltaba, no sé, unos pagos para que mi abogado tenga su habilitación lista en el Colegio de Abogados, entonces fue reprogramada la audiencia”.
Sin embargo, García Cavero recordó que el artículo 286 de la ley orgánica del Poder Judicial impide a un abogado “patrocinar intereses ante este poder del Estado si no se encuentra habilitado”.
La cuota mensual para estar habilitado ante el Colegio de Abogados de Lima es de unos 17 soles, aproximadamente cinco dólares norteamericanos.
“Lamentablemente por la falta de cuidado en este aspecto, tan básico y esencial, esto se ha tenido que reprogramar. Esperemos que tengan un poco más de cuidado en la forma como se ejerce la defensa para evitar estas dilaciones que perjudican a todos”, señaló el abogado del Arzobispo.
Según Salinas el proceso en su contra “está como plagado de cositas raras y extrañas”. “Me llama la atención que una jueza admita un mamarracho, una cantinflada como la querella de Eguren contra mí y la que ha presentado contra Paola Ugaz, es surrealismo puro”, afirmó.
En otra entrevista, realizada horas antes de la audiencia por Cutivalú Radio, el abogado de Salinas dijo que “lo que se está judicializando es la opinión y el resultado de una investigación periodística”.
Sin embargo, en los exteriores de la Corte Suprema de Justicia de Piura, el abogado de Monseñor Eguren explicó que el juicio por difamación “no tiene nada que ver con el libro del señor Salinas ni con ninguna de las investigaciones que haya hecho él con relación a los abusos”.
“Esto tiene que ver específicamente con la afirmación que Salinas hace, categórica, de que mi patrocinado fue parte fundamental en este sistema de abusos que él ha detectado en su investigación periodística”, detalló.
Añadió que estas difamaciones ocurren “a pesar de haber existido una investigación en Lima en el que mi patrocinado (Monseñor Eguren) fue excluido porque no existía ninguna vinculación con los hechos que se le atribuyen al señor Figari”.
En 2016 Salinas denunció a Monseñor Eguren y a otros miembros del Sodalicio por delitos de secuestro, lesiones graves y asociación ilícita. La fiscal desestimó los cargos contra el Arzobispo y esta decisión fue corroborada por un fiscal superior.
García Cavero aseguró que no puede considerarse como una mera opinión de Salinas haber llamado a Monseñor Eguren “‘creador de una cultura de abusos sexuales’ o ser el ‘personaje central de una trama de tráficos de tierra’”.
“Eso no es una opinión, es una afirmación y que se ha intensificado desde la última publicación del señor Salinas en que llama a mi patrocinado ‘depredador con suerte’. Creo que estamos entrando en una dinámica en la que el señor Salinas sigue insultando, haciendo acusaciones difamatorias, cuando desde un principio se le pidió, cuando salieron las primeras acusaciones a principios de año, que rectifique”, agregó García.
Entre sus declaraciones a los medios, Salinas calificó el juicio en su contra como una “venganza” por haber destapado los abusos dentro del Sodalicio. Sin embargo, García Cavero reiteró que “nadie está limitando el derecho del señor Salinas a investigar”.
“Él ha hecho cosas que personalmente considero positivas, pero lo que uno tiene que tener como periodista y, como cualquier ser humano, es mesura y cuidado con lo que dice, porque quienes están en el otro lado de la investigación son seres humanos, son personas con honor y reputación. Por lo tanto, uno tiene que tener la consideración de utilizar las maneras y formas de poder expresarse de otros. Hubo términos que no los voy a reproducir, utilizados por el señor Salinas en entrevistas y todo lo demás, que ya no son ofensivas, son insultantes. Es una sociedad democrática, uno respeta la libertad de otro, pero con límites”, explicó el abogado.
Previo a la citación judicial del 14 de noviembre, Salinas y su abogado dijeron que la jueza no había admitido los documentos de su defensa por haber olvidado presentar la fotocopia del documento nacional de identidad (DNI) del querellado, y calificaron de “innecesario” este pedido.
García Cavero indicó que Salinas “efectivamente contesta la querella sin el DNI, siendo un requisito necesario para contestar una acusación. No es que él no esté identificado, porque fue notificado en su domicilio; sino que, cuando uno contesta una querella y se presentan documentos, hay que acreditar que quien está presentando dichos documentos es realmente quien dice ser”.
En ese sentido, el abogado de Monseñor Eguren aseguró no tener “ningún problema de que el señor Salinas pueda solicitar que sus pruebas al inicio del juicio puedan ser actuadas (utilizadas)”.
“Estoy autorizado por mi patrocinado de aceptar todas las pruebas que él quiera y que ofreció en su momento en el escrito. No tendríamos ningún inconveniente en que sean aceptadas y por lo tanto llevar un juicio equiparado y simétrico”. Sin embargo, aclaró que ha sido responsabilidad de la “mala defensa” de Salinas el no haber “cumplido con los requerimientos judiciales oportunamente”.
¿Estrategia internacional?
Pedro Salinas, que se hizo conocido en Perú en los últimos años por las denuncias de abusos sexuales en el Sodalicio, sería, según el portal peruano de opinión La Abeja, el “peón” de una campaña internacional para desprestigiar a la Iglesia utilizando los casos de abusos.
El 5 de noviembre este portal peruano publicó un documento de ocho páginas titulado The Accountability Project, información obtenida de forma “clasificada” y que expone la estrategia de un grupo internacional para desprestigiar a la Iglesia Católica y procesar a sus líderes “por crímenes de lesa humanidad por incitar y encubrir la violación y el asalto sexual de niños por parte de sacerdotes”.
Como indica La Abeja, entre otras denuncias presentadas en su publicación, en la página 6 del documento se menciona al periodista Pedro Salinas como integrante del “Grupo de estrategia internacional, políticas y alianzas” de The Accountability Project.
Según este documento, una de las directivas es “identificar al menos un caso para llevarlo ante los tribunales internacionales”. “Y, como ya lo mencionamos, en enero de 2018 Salinas inicia su ataque a Monseñor José Antonio Eguren”, advierte La Abeja.
Luego, el portal publicó correos electrónicos filtrados que vinculan al periodista con este grupo internacional. Salinas, indica La Abeja, es un “peón de una estrategia mucho más grande”.
“De lo que se trata es de develar que las acciones de Pedro Salinas y los periodistas que ha unido a su ‘campaña específica’ (términos del Accountability Project), parecerían entrañar intenciones que van mucho más allá de su compasión por las víctimas, como son, entre otras, la relativa fama que ha alcanzado con este caso (hasta entonces era un periodista de cuarta línea), y la rentabilidad mediática y económica que todo esto supone”, señala La Abeja.
Salinas se burló de este artículo desde su cuenta de Facebook y el portal publicó una columna sobre el periodista.
ACI Prensa buscó a Salinas a la salida del Poder Judicial de Piura para conocer su opinión sobre el artículo de La Abeja.
El periodista, que aprovechó su viaje a Piura para presentar en su hotel ante la prensa amiga la tercera edición de su libro, dijo sobre los autores del artículo “que están fumando de la mala (marihuana)”.
“Es alucinante. Según esa cosa soy de los hombres más poderosos y ricos del país. Soy parte de una suerte de confabulación internacional, porque hablan de una cosa que se llama el Acuerdo de Varsovia, algo así como los Protocolos de los Sabios de Sión, y que yo con diez amigos más vamos a destruir la Iglesia. Se han fumado una palmera”, dijo al respecto.
Salinas y sus opiniones sobre la Iglesia
Pedro Eduardo Salinas Chacaltana, un ex miembro del Sodalicio, es conocido por su abierta posición contraria a la religión en general y a la católica en particular.
Según relató en una entrevista con el periodista Beto Ortiz en el programa Abre los Ojos, el 18 de enero de 2013, Salinas quiso llamar a su primer libro –que finalmente se llamó “Al Diablo con Dios” – “Dios es homofóbico” y antes “Me cago en Dios”. Luego dijo “me cago en Dios, me cago en la Virgen”.
Ese mismo año escribió en su blog: “¿Prefieres estar con Dios o con el diablo?” (…) “Con el diablo se la debe pasar uno más entretenido, sin lugar a dudas”.
En otra oportunidad dijo que “la iglesia es una organización teocrática, monárquica, totalitaria, vertical, algo que yo combato”.
También, al reconocer el éxito de la Marcha por la Vida 2015, que reunió a medio millón de personas contra el aborto, Salinas criticó que el Estado no frene el “conservadurismo” en Perú, y aseguró que quiere para sus hijos “que vivan en un país en el que coexistan con ciudadanos con pensamientos libres, y no en un lugar preñado de borregos con creencias atávicas”.
El juicio por difamación que Monseñor Eguren entabló contra Salinas debería reiniciarse en diciembre; mientras que un similar juicio iniciado contra la periodista peruana Paola Ugaz, aún no tiene fecha para la fase oral.
Ambos periodistas, coautores de “Mitad Monjes, Mitad Soldados”, han buscado ejercer presión pública a través de redes sociales, de organizaciones de la izquierda peruana, e incluso de la Iglesia, para forzar el cese de sus respectivos juicios, aduciendo que éstos son una violación de su “libertad de expresión”.
El abogado del Monseñor Eguren, sin embargo, ha confirmado la total legitimidad de los procesos, que seguirán su curso legal.

He dado todo lo que tenía para vivir

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En aquel tiempo, enseñaba Jesús a la gente y les decía:
«¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza; buscan los asien­tos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa».
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echa­ban en cantidad; se acercó una viuda pobre y puso dos monedas de poco valor. Llamando a sus discípulos, les dijo: «Les aseguro que esa pobre viuda ha puesto en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir».

Policía de China detiene a obispo reconocido por el Vaticano

La policía de China detuvo al Obispo de Wenzhou (Zhejiang), Monseñor Pietro Shao Zhumin, y estará alejado de su diócesis por un periodo de entre “10 y 15 días”.
La detención del Obispo sigue al arresto de varios sacerdotes y el retiro de cruces en tres diócesis católicas.
Monseñor Shao tiene 55 años y pertenece a la comunidad no oficial o clandestina que no es reconocida por el Gobierno. Sin embargo, el Prelado sí es reconocido por la Santa Sede como Obispo de Wenzhou.
Según informa la agencia Asia News, la policía llama “periodo de vacaciones” a la detención, cuando en realidad “son periodos de interrogatorios y adoctrinamiento”.
Por ello, los fieles piden a todas las comunidades de la Iglesia en el mundo que recen por su Obispo.
No es la primera vez que el Prelado es llevado por la policía. En los últimos dos años ha sido detenido por lo menos cinco veces. La última vez fue en mayo de 2017 y fue liberado siete meses después.
Asia News informó que como obispo clandestino, en los periodos de detención es presionado para que se someta a la política religiosa de China, que exige registrarse ante el Gobierno como perteneciente a la llamada Asociación Patriótica Católica de China; pero eso implica la adhesión al proyecto de una Iglesia “independiente” del Vaticano que Monseñor Shao rechaza. Sin embargo también es apreciado por la comunidad “oficial”.
En su diócesis hay unos 130 mil fieles en total, de los cuales unos 80 mil son de la comunidad subterránea. Los sacerdotes son unos 70, divididos también en las dos comunidades.
Durante décadas la diócesis estuvo muy dividida pero ahora las dos comunidades trabajan juntas.
En esta diócesis los sacerdotes que hacen parte de la comunidad oficial también sufren las restricciones del Gobierno y, por ejemplo, no pueden visitar tumbas de sacerdotes u obispos clandestinos apreciados por todos los fieles.
En las iglesias oficiales y no oficiales la policía prohíbe el ingreso de menores de 18 años a la Misa dominical.
Tras el Acuerdo Provisional firmado por China y el Vaticano para el nombramiento de obispos, la Asociación Patriótica Católica China ha incrementado su control y persecución contra las comunidades clandestinas o subterráneas, indicó Asia News.
El Acuerdo Provisional
El 22 de septiembre el Vaticano anunció la firma del Acuerdo Provisional con China para el nombramiento de obispos.
Gracias al acuerdo, dos obispos chinos pudieron participar en el Sínodo de los Jóvenes que se realizó en el Vaticano hasta el 28 de octubre. Los prelados aprovecharon la oportunidad para invitar al Papa Francisco a visitar China.
Algunos han expresado su oposición al acuerdo, como el Obispo Emérito de Hong Kong, el Cardenal Joseph Zen Ze kiun, quien en un artículo publicado en el New York Times el 24 de octubreescribió: “A los obispos y sacerdotes clandestinos (fieles) de China solo puedo decirles esto: por favor, no comiencen una revolución. ¿Ellos (las autoridades) toman sus iglesias? ¿Ya no pueden celebrar? Vayan a casa y recen con sus familias (…) Esperen mejores tiempos. Vuelvan a las catacumbas. El comunismo no es eterno”.
En el vuelo de regreso de su viaje a Letonia, Lituania y Estonia a fines de septiembre, el Papa Francisco dijo a los periodistas: “Yo soy el responsable” del acuerdo.
Sobre los obispos que no estaban en comunión con la Iglesia hasta antes del acuerdo, como Monseñor Guo Jincai que participó del Sínodo, Francisco dijo que “han sido estudiados caso por caso. Por cada obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso”.
Sobre el acuerdo, Francisco precisó que “la cosa se hace en diálogo, pero nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de clandestinidad”.
El 26 de septiembre el Pontífice dirigió un mensaje a los católicos de China y a la Iglesia universal en el que solicitó “gestos concretos y visibles” a los obispos a quienes levantó la excomunión.
Fuente: ACI Prensa.Resultado de imagen para beatificacion martires barcelona

La Beatificación de 16 mártires en Barcelona, «Un sí al Amor»

Por Renato Martínez- www.vaticannews.va
Vosotros sois hijos de mártires, esta es vuestra fuerza. Y que el espíritu del mundo no venga a deciros algo diferente de lo que vivieron vuestros antepasados. Recordad a vuestros mártires y tomad ejemplo de ellos: no tenían miedo”, lo dijo la Hermana María de los Ángeles Maeso Escudero, Religiosa de la Congregación de Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones y Postuladora de la Causa de Beatificación de dieciséis mártires en Barcelona, España, citando las palabras del Papa Francisco en su reciente Viaje Apostólico a Lituania, Letonia y Estonia.

La Beatificación, una fiesta de la fe

La Hermana María de los Ángeles Maeso Escudero recuerda que, el Papa Francisco aprobó el Decreto de Beatificación el 18 de diciembre del año pasado y en el mes de febrero de este año, la Secretaria de Estado comunicaba oficialmente que Su Santidad ha concedido la fecha y lugar de celebración del Rito de la Beatificación de los Venerables Siervos de Dios. Por ello, este 10 de noviembre se realizará en la Basílica de la Sagrada Familia de Barcelona la Beatificación de estos hermanos nuestros, la misma que será presidida por el Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

Mártires de la fe

Los 16 Venerables Siervos de Dios, señala la Postuladora de la Causa de Beatificación, pertenecen a las Congregación San Pedro ad Víncula, 1 sacerdote y 8 hermanos, a la Congregación de Hermanas Capuchinas de la Madre del Divino Pastor, 3 religiosas y a la Congregación de Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones, 1 religiosa; el grupo lo cierra 3 laicos a los que dieron muerte por la sola razón de haber dado asilo y prestado ayuda a los religiosos de San Pedro ad Víncula.

¿Por qué son considerados mártires?

“Los mártires son aquellos que han dado su vida por la fe, aquellos que fueron perseguidos a causa de su fe. Desde el principio, los mártires Cristia­nos han sido perseguidos y eliminados por su fidelidad al Evangelio. Y esto –precisa la Hermana María de los Ángeles– es algo que se pone de manifiesto en el proceso, de la Causa de Beatificación y Canonización, llevado muy cuidadosamente primero en Barcelona, en la fase diocesana, luego en la fase romana, en la Congregación para las Causas de los Santos”.
Estos 16 hermanos nuestros, agrega la Postuladora, fueron víctimas de una “persecución religiosa” y por considerar que la violencia sistemática ejercida contra las personas miembros de la Iglesia católica, lo fue en condición de tales. Los mataron “in odium fidei” (por odio a la fe) por el solo hecho de que eran católicos, ya fuesen religiosos o laicos, y no quisieron apostatar de su fe para salvar su vida. En una contienda o en una revuelta perecen muchas personas, pero no todas mueren “a causa de su creencia religiosa” y ahí radica la diferencia.

El testimonio de los mártires y su significado hoy

El testimonio de los mártires es una muestra de su fidelidad a Dios y de caridad hacia los hermanos, señala la Hermana María de los Ángeles, también es una muestra de fidelidad a sus Apostolados, ellos no abandonaron sus puestos de misión y de atención a los hermanos. “Por ello, al reconocer el martirio, las Congregaciones comunican el gozo de contar con hermanos y hermanas señalados por la fidelidad, el amor y la entrega –agrega la Postuladora– ellos son testimonio de fe, de caridad y de perdón, son modelo y referencia para todos nosotros. Niños, jóvenes y mayores encontramos en ellos, intercesores y guías en nuestro camino. Los nuevos beatos transmiten un mensaje actual y de amplitud eclesial”.

Celebraciones y eventos

Las grandes fiestas y celebraciones las venimos preparando desde hace tiempo y podemos señalar las siguientes: a la Eucaristía de Beatificación le precedió una Solemne Vigilia el 9 de noviembre en la Basílica de Santa María del Mar de Barcelona, lugar precioso consagrado a la Madre de Dios, la que ha guiado los corazones de los Siervos de Dios, como Estrella, por las aguas del Mar de la vida. El día sábado se celebrará la Eucaristía y Beatificación en la Sagrada Familia. El domingo 11 a las 13:00, el Cardenal de Barcelona Juan José Omella presidirá la Eucaristía en Acción de Gracias por la Beatificación.
Además, tendremos un “Acto especial”, al final de la Eucaristía las reliquias se llevarán procesionalmente a la Capilla de los Mártires inaugurada en el Claustro de la Catedral en 1952 y preparada para que en allí se puedan depositar las reliquias de los mártires de la diócesis que la Iglesia vaya declarando beatos. Con estas reliquias se inaugura esta fase; en la urna que se  porta se podrán ir depositando las de los que así se vaya solicitando al Cabildo de la Catedral y sea concedido. Allí permanecerán las reliquias para la veneración, piedad y fortaleza para los fieles.

¿Por qué se beatifican los Siervos de Dios en Barcelona?

Finalmente, la Hermana María de los Ángeles Maeso, dijo que la beatificación de los 16 Siervos de Dios se realiza en Barcelona porque, en su vida prestaron sus servicios en nuestra diócesis y porque en ella sufrieron persecución y entregaron su vida. “En el proceder da la Iglesia, los procesos de beatificación y canonización, se inician en la diócesis en la que el Siervo de Dios ha muerto, es decir, ha nacido a la vida eterna. La Capilla dedicada a los mártires en el Claustro de la Catedral de Barcelona, hace referencia a todos ellos”.
Por otra parte, la Iglesia de Barcelona posee una gran historia martirial; desde los inicios del cristianismo, contamos con testigos que han entregado su vida por Cristo y por el Evangelio. Grandes Santos que permanecen testigos vivos entre nosotros, por ejemplo: Santa Eulalia, patrona de Barcelona; San Cugat, patrón de Sant Cugat del Vallès; Santas Juliana y Semproniana, patronas de Mataró.
Los Superiores Generales de estas Congregaciones expresan su satisfacción por poder celebrar esta beatificación en la Basílica de la Sagrada Familia. Agradecen encarecidamente el sentido de comunión y, así mismo, la acogida del Cardenal Juan José Omella, Arzobispo Metropolitano de Barcelona, del Presidente Delegado del Patronato, señor Esteve Camps, y de todo el personal de la Basílica.

Nuestro Dios es el único

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Evangelio según San Marcos 12, 28b-34.
Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Cuál es el primero de los mandamientos?».
Jesús respondió: “El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos”.
El escriba le dijo: “Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios”.
Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: “Tú no estás lejos del Reino de Dios”. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Desayuno nacional de oración 2018

Desayuno Nacional de Oración

El Swissôtel de Lima (Perú) acogió este 30 de octubre una nueva edición del Desayuno Nacional de Oración que reunió alrededor de 500 personas, entre las cuales se encontraban diversas autoridades políticas, eclesiásticas y civiles.
Al evento, organizado por los Pequeños Grupos de Oración de Perú, asistieron el presidente de la República, Martín Vizcarra; el alcalde electo de Lima y actual alcalde de Miraflores, Jorge Muñoz, entre otros.
A nombre de los Pequeños Grupos de Oración de Perú intervino Allan Wagner Tizón, diplomático que ha sido Ministro de Relaciones Exteriores, Ministro de Defensa, Secretario General de la Comunidad Andina y embajador en varios países.
La bendición del evento la hizo el Arzobispo de Huancayo y primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Cardenal Pedro Barreto Jimeno.
En su discurso, Martín Vizcarra hizo votos para que en medio de la crisis por los escándalos de corrupción “Dios inspire y guíe a todos los peruanos, por encima de las diferencias, por el camino de la paz, la prosperidad y el desarrollo”.
“Necesitamos tener fortaleza física y espiritual para priorizar el bien común, sabiendo que solo es posible cuando actuamos guiados por principios de moralidad, justicia, solidaridad, responsabilidad y transparencia”, afirmó.
“Este es un momento crucial en el que necesitamos unirnos representantes y representados para erradicar juntos la corrupción, la impunidad, la desigualdad y todos los males que impiden nuestro progreso”, prosiguió.
Tras la reciente masacre en una sinagoga de Pittsburg (Estados Unidos), los asistentes al desayuno expresaron su solidaridad al rabino de la Asociación judía de beneficencia y culto 1870, Guillermo Bronstein.
Entre los hitos del Desayuno Nacional de Oración, destaca lo ocurrido en 2015 cuando se consagró el país al Sagrado Corazón de Jesús y al Inmaculado Corazón de María.
El Desayuno Nacional de Oración es una iniciativa que surgió en Estados Unidos en 1953 y que comenzó a realizarse en Perú en 1996.
Fuente: www.aciprensa.com

Con los ojos de nuestra fe

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Evangelio según San Marcos 10,46-52.
Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo-Bartimeo, un mendigo ciego estaba sentado junto al camino.
Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: “¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!“.
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: “¡Hijo de David, ten piedad de mí!“.
Jesús se detuvo y dijo: “Llámenlo“. Entonces llamaron al ciego y le dijeron: “¡Animo, levántate! El te llama“.
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él.
Jesús le preguntó: “¿Qué quieres que haga por ti?”. El le respondió: “Maestro, que yo pueda ver“.
Jesús le dijo: “Vete, tu fe te ha salvado“. En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.

Documento Final del Sínodo Jóvenes

Tres partes, doce capítulos, ciento sesenta y siete parágrafos y 60 páginas: así se presenta el Documento final de la XV Asamblea general ordinaria del Sínodo de los Obispos, sobre el tema “los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. El texto fue aprobado por los dos tercios del Aula, la tarde del 27 de octubre. El Documento ha sido entregado en las manos del Papa, que luego, ha autorizado su publicación.
Por Paolo Ondarza e Isabella Piro– Ciudad del Vaticano.
Es el episodio de los discípulos de Emaús, narrado por el evangelista Lucas, el hilo conductor del Documento Final del Sínodo de los Jóvenes. Leído en el Aula en voces alternas por el Relator General, Cardenal Sérgio da Rocha, los Secretarios Especiales, Padre Giacomo Costa y Don Rossano Sala, junto con Monseñor Bruno Forte, miembro de la Comisión para la Redacción del texto, el Documento es complementario al Instrumentum laboris del Sínodo, del que retoma la división en tres partes. Acogido con aplausos, el texto -dijo el Cardenal da Rocha- es “el resultado de un verdadero trabajo de equipo” de los Padres sinodales, junto con los demás participantes en el Sínodo y “en modo particular con los jóvenes”. El Documento contiene, pues, los 364 modos, es decir, las enmiendas, que se han presentado. “La mayoría de ellos -añadió el Relator General- fueron precisos y constructivos”.

Caminaba con ellos

En primer lugar, pues, el Documento final del Sínodo examina el contexto en el que viven los jóvenes, destacando sus puntos de fuerza y sus desafíos. Todo comienza con una escucha empática que, con humildad, paciencia y disponibilidad, permita dialogar verdaderamente con la juventud, evitando “respuestas pre confeccionadas y recetas ya preparadas”. Los jóvenes, intactos, quieren ser “escuchados, reconocidos, acompañados” y desean que su voz sea “considerada interesante y útil en el campo social y eclesial”. La Iglesia no siempre ha tenido esta actitud, reconoce el Sínodo: a menudo los sacerdotes y los obispos, sobrecargados por muchos compromisos, tienen dificultad  para encontrar tiempo para el servicio de la escucha. De ahí la necesidad de preparar adecuadamente a los laicos, hombres y mujeres, que sean capaces de acompañar a las jóvenes generaciones. Además, ante fenómenos como la globalización y la secularización, los chicos se encaminan hacia un redescubrimiento de Dios y de la espiritualidad, y esto  debe ser un estímulo para que la Iglesia recupere la importancia del dinamismo de la fe.

La escuela y la parroquia

Otra respuesta de la Iglesia a las interpelaciones de los jóvenes proviene del sector educativo: las escuelas, universidades, colegios, oratorios, permiten una formación integral de los chicos, ofreciendo al mismo tiempo un testimonio evangélico de promoción humana. En un mundo donde todo está conectado -familia, trabajo, tecnología, defensa del embrión y del migrante- los obispos definen como irremplazable el papel que desarrollan las escuelas y universidades, en donde los jóvenes transcurren mucho tiempo. En particular, las instituciones educativas católicas están llamadas a afrontar la relación entre la fe y las exigencias del mundo contemporáneo, las diferentes perspectivas antropológicas, los desafíos científicos y técnicos, los cambios en las costumbres sociales y el compromiso por la justicia. La parroquia también tiene su papel: “Iglesia en el territorio”, necesita volver a pensar su vocación misionera, porque a menudo es poco significativa y poco dinámica, especialmente en el ámbito de la catequesis.

Los migrantes, paradigma de nuestro tiempo

El Documento sinodal se detiene luego en el tema de los migrantes, “el paradigma de nuestro tiempo” como fenómeno estructural y no como emergencia transitoria. Muchos migrantes son jóvenes o menores no acompañados que huyen de la guerra, violencias, persecuciones políticas o religiosas, desastres naturales, pobreza, y terminan siendo víctimas del tráfico, de las drogas, abusos psicológicos y físicos. La preocupación de la Iglesia es sobre todo por ellos -dice el Sínodo- en la perspectiva de una auténtica promoción humana que pase a través de la acogida de los refugiados y prófugos, y sea punto de referencia para los muchos jóvenes separados de sus familias de origen. Pero no sólo: los migrantes -recuerda el Documento- son también una oportunidad de enriquecimiento para las comunidades y sociedades a las que llegan y que pueden ser revitalizadas por ellos. Resuenan pues, los verbos sinodales “acoger, proteger, promover, integrar”, indicados por el Papa Francisco para una cultura que supere la desconfianza y los miedos. Los obispos piden también un compromiso mayor en el garantizar a quien no querría migrar, el derecho efectivo de permanecer en su propio país. La atención del Sínodo se dirige también a las Iglesias que son amenazadas, en su existencia, por las migraciones forzadas y las persecuciones sufridas por los fieles.

Compromiso firme contra todo tipo de abuso. Luz en la verdad y pedido de perdón

Luego hay una amplia reflexión sobre los “diferentes tipos de abusos” (de poder, económicos, de conciencia, sexuales) cometidos por algunos obispos, sacerdotes, religiosos y laicos: en las víctimas –se lee en el texto- causan un sufrimiento que “puede durar toda la vida y que ningún arrepentimiento puede remediar”. De ahí el llamamiento del Sínodo a “un firme compromiso a la adopción de rigurosas medidas de prevención que eviten su repetición, a comenzar de la selección y la formación de aquellos a quienes se les confiarán tareas de responsabilidad y educación”. Por lo tanto, será necesario erradicar aquellas formas -como la corrupción o el clericalismo- en las que se injertan estos tipos de abusos, contrarrestando también la falta de responsabilidad y transparencia con la que se han gestionado muchos casos. Al mismo tiempo, el Sínodo expresa su gratitud a todos aquellos que “tienen el valor de denunciar inmediatamente el mal”, porque ayudan a la Iglesia “a tomar conciencia de lo que ha ocurrido y de la necesidad de reaccionar con decisión”. “La misericordia, de hecho, exige justicia”. No deben olvidarse, sin embargo, los numerosos laicos, sacerdotes, consagrados y obispos que se dedican cada día, con honestidad, al servicio de los jóvenes, quienes pueden ofrecer realmente “una ayuda preciosa” para una “reforma de envergadura histórica” en este ámbito.

La familia “Iglesia doméstica”

Otros temas presentes en el Documento tienen que ver con la familia, principal punto de referencia para los jóvenes, primera comunidad de fe, “Iglesia doméstica”: el Sínodo recuerda, en particular, el papel de los abuelos en la educación religiosa y en la transmisión de la fe, y advierte sobre el debilitamiento de la figura paterna y de los adultos que asumen estilos de vida “juveniles”. Además de la familia,  para los jóvenes cuenta mucho la amistad con sus coetáneos porque les permite compartir su fe y ayudarse mutuamente en su testimonio.

Promoción de la justicia “contra la cultura del descarte”

El Sínodo se detiene seguidamente, en algunas formas de vulnerabilidad de los jóvenes en diversos ámbitos: en el trabajo, donde la desocupación juvenil empobrece a las jóvenes generaciones, socavando su capacidad de soñar; las persecuciones hasta la muerte; la exclusión social por razones religiosas, étnicas o económicas; la discapacidad. Frente a esta “cultura del descarte”, la Iglesia debe hacer un llamamiento a la conversión y a la solidaridad, convirtiéndose en una alternativa concreta a las situaciones de malestar. En el lado opuesto, no faltan en cambio los ámbitos en los que el compromiso de los jóvenes se expresa con originalidad y especificidad: por ejemplo, el voluntariado, la atención a los temas ecológicos, el empeño en política para la construcción del bien común, la promoción de la justicia, para lo cual los jóvenes piden a la Iglesia “un compromiso firme y coherente”.

Arte, música y deporte, “recursos pastorales”

También el mundo del deporte y de la música ofrece a los jóvenes la posibilidad de expresarse lo mejor posible: en el primer caso, la Iglesia les invita a no subestimar las potencialidades educativas, formativas e inclusivas, de la actividad deportiva; en el caso de la música, en cambio, el Sínodo se centra en su ser “un recurso pastoral” que interpela también a una renovación litúrgica, porque los jóvenes tienen el deseo de una “liturgia viva”, auténtica y alegre, un momento de encuentro con Dios y con la comunidad. Los jóvenes aprecian las celebraciones auténticas en las que la belleza de los signos, el cuidado de la predicación y el compromiso comunitario hablen realmente de Dios”: por tanto, se les debe ayudar a descubrir el valor de la adoración eucarística y a comprender que “la liturgia puramente expresión de sí misma, sino una acción de Cristo y de la Iglesia”. Las jóvenes generaciones, además, quieren ser protagonistas de la vida eclesial, aprovechando sus propios talentos, asumiéndose responsabilidades. Sujetos activos de la acción pastoral, ellos son el presente de la Iglesia, deben ser animados a participar en la vida eclesial, y no obstaculizados con autoritarismo. En una Iglesia capaz de dialogar de una manera menos paternalista y más directa, de hecho, los jóvenes saben ser muy activos en la evangelización de sus semejantes, ejerciendo un verdadero apostolado que debe ser apoyado e integrado en la vida de las comunidades.

“Se abrieron los ojos”

Dios habla a la Iglesia y al mundo a través de los jóvenes, que son uno de los “lugares teológicos” en los que el Señor se hace presente. Portadora de una sana inquietud que la hace dinámica –se lee en la segunda parte del Documento- la juventud puede estar “más adelantada que los pastores” y por eso debe ser acogida, respetada, acompañada. Gracias a ella, de hecho, la Iglesia puede renovarse, sacudiéndose de encima “la pesadez y lentitudes”. De ahí el llamado del Sínodo al modelo de “Jesús joven entre los jóvenes” y al testimonio de los santos, entre los cuales hay muchos jóvenes, profetas de cambio.

Misión y vocación

Otra “brújula segura” para la juventud es la misión, don de sí mismo que conduce a una felicidad auténtica y duradera: Jesús, en efecto, no quita la libertad, sino que la libera, porque la verdadera libertad es posible sólo en relación con la verdad y la caridad. Estrechamente ligado al concepto de misión, está el de vocación: cada vida es una vocación en relación con Dios, no es fruto de la casualidad o un bien privado que se gestiona por sí mismo -afirma el Sínodo- y toda vocación bautismal es una llamada a la santidad para todos.  Por eso, cada persona debe vivir su propia vocación específica en cada ámbito: profesión, familia, vida consagrada, ministerio ordenado y diaconado permanente, que representa un “recurso” que debe ser desarrollado plenamente aún.

El acompañamiento

Acompañar es una misión que la Iglesia debe llevar a cabo a nivel personal y de grupo: en un mundo “caracterizado por un pluralismo cada vez más evidente y una disponibilidad de opciones cada vez más amplia”, buscar junto con los jóvenes un recorrido específico para hacer elecciones definitivas es un servicio necesario. Destinatarios son todos los jóvenes: seminaristas, sacerdotes o religiosos en formación, novios y jóvenes esposos. La comunidad eclesial es lugar de relaciones y ámbito en el cual, en la celebración eucarística, uno es tocado, instruido y sanado por el mismo Jesús. El Documento Final destaca la importancia del sacramento de la Reconciliación en la vida de fe y anima a los padres, enseñantes, animadores, sacerdotes y educadores a ayudar a los jóvenes, a través de la Doctrina Social de la Iglesia, a asumir responsabilidades en el campo profesional y socio-político. El desafío en sociedades cada vez más interculturales y multirreligiosas es indicar en la relación con la diversidad, una ocasión de enriquecimiento mutuo y comunión fraterna.

No a moralismos y falsas indulgencias, sí a la corrección fraterna

El Sínodo promueve, por tanto, un acompañamiento integral centrado en la oración y en el trabajo interior que valora también la aportación de la psicología y de la psicoterapia, en cuando están abiertas a la trascendencia. “El celibato por el Reino” –se exhorta– debe ser entendido como “un don que debe ser reconocido y verificado en la libertad, la alegría, la gratuidad y la humildad”, antes de la elección final. Se busque acompañantes de calidad: personas equilibradas, de escucha, fe y oración, que se han medido con sus propias debilidades y fragilidades y que, por ello sean acogedoras “sin moralismos ni falsas indulgencias”, sabiendo corregir fraternalmente, lejos de actitudes posesivas y manipuladoras. “Este profundo respeto –se lee en el texto– será la mejor garantía contra los riesgos de plagio y abusos de cualquier tipo”.

El arte del discernimiento

“La Iglesia es el ambiente para discernir y la conciencia – escriben los Padres sinodales – es el lugar donde se capta el fruto del encuentro y de la comunión con Cristo”: el discernimiento, a través de “una confrontación regular con un guía espiritual”, se presenta, por tanto, como un trabajo sincero de conciencia, “sólo puede entenderse como una auténtica forma de oración” y “requiere el valor de comprometerse en la lucha espiritual”. La prueba de las decisiones tomadas es la vida fraterna y el servicio a los pobres. De hecho, los jóvenes son sensibles a la dimensión de la diaconía.

“Se fueron sin demora”

María Magdalena, primera discípula misionera, sanada de sus heridas, testigo de la Resurrección, es el icono de una Iglesia joven. Los esfuerzos y la fragilidad de los jóvenes “nos ayudan a ser mejores, sus preguntas –se lee– nos desafían, las críticas son necesarias porque muchas veces a través de ellas la voz del Señor nos pide conversión y renovación”. Todos los jóvenes, incluso aquellos con diferentes visiones de vida, sin excepción, están en el corazón de Dios. Los Padres subrayan el dinamismo constitutivo de la sinodalidad, es decir, caminar juntos: el final de la Asamblea y el documento final son sólo una etapa, porque las condiciones concretas y las necesidades urgentes son diferentes entre países y continentes. De ahí la invitación a las Conferencias Episcopales y a las Iglesias particulares a continuar el proceso de discernimiento con el fin de desarrollar soluciones pastorales específicas.

Sinodalidad, estilo misionero

“La sinodalidad” es un estilo de misión que nos anima a pasar del yo al nosotros y a considerar la multiplicidad de rostros, sensibilidades, proveniencias y culturas. En este horizonte hay que valorar los carismas que el Espíritu dona a todos, evitando el clericalismo que excluye a muchos de los procesos de toma de decisiones y la clericalización de los laicos que frena el impulso misionero. La autoridad –es la esperanza– se vive en una perspectiva de servicio. Sinodal también sea el enfoque del diálogo interreligioso y ecuménico, orientado al conocimiento mutuo y a la ruptura de prejuicios y estereotipos, así como a la renovación de la vida comunitaria y parroquial para acortar la distancia entre los jóvenes-Iglesia y muestre la íntima conexión entre la fe y la experiencia concreta de vida, debe ser también sinodal. Se formalizó la petición reiterada en el Aula de establecer, a nivel de las Conferencias Episcopales, un “Directorio de pastoral juvenil en clave vocacional” que pueda ayudar a los responsables diocesanos y a los agentes locales a cualificar su formación y su acción “con y para los jóvenes”, ayudando a superar una cierta fragmentación de la pastoral de la Iglesia. Reafirmada la importancia de la JMJ, así como la de los centros juveniles y de los oratorios que, sin embargo, deben ser replanteados.

El desafío digital

Hay algunos desafíos urgentes que la Iglesia está llamada a asumir. El Documento Final del Sínodo trata de la misión en el entorno digital: parte integrante de la realidad cotidiana de los jóvenes, una “plaza” donde pasan mucho tiempo y donde se encuentran fácilmente, un lugar esencial para llegar e involucrar a los jóvenes en las actividades pastorales, la web presenta luces y sombras. Si, por un lado, permite el acceso a la información, activa la participación sociopolítica y la ciudadanía activa, por otro, presenta un lado oscuro –el llamado dark web– en el que se encuentran la soledad, la manipulación, la explotación, la violencia, el cyberbulismo y la pornografía. De ahí la invitación del Sínodo a habitar en el mundo digital, promoviendo las potencialidades comunicativas con vistas al anuncio cristiano, y a “impregnar” de Evangelio sus culturas y dinámicas. Se espera que se creen Oficinas y organismos de cultura y evangelización digital que, además de “fomentar el intercambio y la difusión de buenas prácticas, puedan gestionar sistemas de certificación de los sitios católicos, para contrarrestar la difusión de noticias falsas sobre la Iglesia”, emblema de una cultura que “ha perdido su sentido de la verdad”, fomentando la promoción de “políticas y herramientas para la protección de los menores en la red”.

Reconocer y valorar a la mujer en la sociedad y en la Iglesia

El documento evidencia también la necesidad de un mayor reconocimiento y valoración de la mujer en la sociedad y en la Iglesia, porque su ausencia empobrece el debate y el camino eclesial: hay una urgente necesidad de cambio por parte de todos –se lee– incluso a partir de una reflexión sobre la reciprocidad entre los sexos. Se espera que “haya una presencia femenina en los organismos eclesiales a todos los niveles, incluso en las funciones de responsabilidad” y que “haya una participación femenina en los procesos de toma de decisiones eclesiales con respecto al papel del ministerio ordenado”. “Es un deber de justicia” –afirma el documento– que encuentra su inspiración en Jesús y en la Biblia.

Cuerpo, sexualidad y afectividad

El Documento se detiene sobre el tema del cuerpo, de la afectividad, de la sexualidad: ante los avances científicos que plantean cuestiones éticas, fenómenos como la pornografía digital, el turismo sexual, la promiscuidad, el exhibicionismo en línea, el Sínodo recuerda a las familias y a las comunidades cristianas la importancia de hacer descubrir a los jóvenes que la sexualidad es un don. A menudo la moral sexual de la Iglesia se percibe como “un espacio de juicio y condena”, mientras que los jóvenes buscan “una palabra clara, humana y empática” y “expresan un deseo explícito de confrontación sobre cuestiones relacionadas con la diferencia entre la identidad masculina y la femenina, la reciprocidad entre hombres y mujeres, la homosexualidad”. Los Obispos reconocen el esfuerzo de la Iglesia por transmitir en el contexto cultural actual “la belleza de la visión cristiana de la corporeidad y de la sexualidad”: es urgente buscar “caminos más apropiados, que se traduzcan concretamente en la elaboración de caminos formativos renovados”. “Es necesario proponer a los jóvenes una antropología de afectividad y sexualidad capaz de dar el justo valor a la castidad” para el crecimiento de la persona, “en todos los estados de vida”. En este sentido, es necesario prestar atención a la formación de agentes pastorales creíbles y maduros desde el punto de vista afectivo-sexual. El Sínodo constata también la existencia de “cuestiones relativas al cuerpo, a la afectividad y a la sexualidad que requieren una elaboración antropológica, teológica y pastoral más profunda, que debe llevarse a cabo de la manera más adecuada y en los niveles más adecuados, desde lo local hasta lo universal”. Entre ellas surgen las relacionadas con la diferencia y la armonía entre la identidad masculina y femenina y las inclinaciones sexuales. “Dios ama a cada persona y también a la Iglesia al renovar su compromiso contra toda discriminación y violencia por motivos sexuales”. Igualmente –continúa el Documento– el Sínodo “reafirma la importancia antropológica decisiva de la diferencia y de la reciprocidad entre hombre-mujer y considera reductivo definir la identidad de las personas a partir de su orientación sexual”. Al mismo tiempo se recomienda “fomentar” los “caminos de acompañamiento en la fe, ya existentes en muchas comunidades cristianas”, de “personas homosexuales”. En estos caminos las personas son ayudadas a leer su propia historia; a adherirse libre y responsablemente a su propia llamada bautismal; a reconocer el deseo de pertenecer y contribuir a la vida de la comunidad; a discernir las mejores formas de alcanzarla. De esta manera ayudamos a cada joven, sin excluir a nadie, a integrar cada vez más la dimensión sexual en su personalidad, creciendo en la calidad de las relaciones y caminando hacia “el don de sí”.

Acompañamiento vocacional

Entre los otros desafíos señalados por el Sínodo está también el económico: la invitación de los Padres es a invertir tiempo y recursos en los jóvenes con la propuesta de ofrecerles un período destinado a la maduración de la vida cristiana adulta que “debe permitir un alejamiento prolongado de los ambientes y de las relaciones habituales”. Además, mientras esperamos un acompañamiento antes y después del matrimonio, se alienta la creación de equipos educativos, incluyendo figuras femeninas y matrimonios cristianos, para la formación de seminaristas y personas consagradas, también con el fin de superar las tendencias al clericalismo. Se requiere una atención especial en la acogida de los candidatos al sacerdocio, que a veces tiene lugar “sin un conocimiento adecuado y una relectura profunda de su historia”: “la inestabilidad relacional y afectiva, y la falta de raíces eclesiales son signos peligrosos. Descuidar las normas eclesiales a este respecto – escriben los Padres sinodales – constituye un comportamiento irresponsable, que puede tener consecuencias muy graves para la comunidad cristiana”.

Llamados a la santidad

“Las diversidades vocacionales –concluye el Documento Final del Sínodo de los Jóvenes– están reunidas en la única y universal llamada a la santidad. Lamentablemente, el mundo está indignado por los abusos de algunas personas de la Iglesia, más que animado por la santidad de sus miembros”, por eso la Iglesia está llamada a “un cambio de perspectiva”: a través de la santidad de tantos jóvenes dispuestos a renunciar a la vida en medio de la persecución para permanecer fieles al Evangelio, puede renovar su ardor espiritual y su vigor apostólico.

El regalo del Papa a los participantes del Sínodo

Finalmente, como recuerdo del Sínodo de los Jóvenes, el Santo Padre ha regalado a todos los participantes una baldosa de bronce en bajorrelieve que representa a Jesús y al joven discípulo amado. Se trata de una obra del artista italiano Gino Giannetti, acuñada por el Estado de la Ciudad del Vaticano, emitida en sólo 460 ejemplares.

El Padre Liu Jiangdong, de Zhengzhou

Por Bernardo Cervellera-www.asianews.it
El Padre Liu, ordenado hace 13 años, fue arrestado y suspendido de su sacerdocio. Las autoridades lo acusan de “haber violado la política religiosa y las normativas vigentes”. Fue “demasiado activo”: tal como propone el Sínodo, él organizaba encuentros para jóvenes –convocando,  también, a los menores de 18 años- sobre catequesis, evangelización, caridad y discernimiento vocacional. La Oficina de Asuntos religiosos incluso ha llegado a arrancar la cruz del campanario de la iglesia del Sagrado Corazón, la parroquia del Padre Liu.
El Sínodo sobre los jóvenes que ha concluido en el Vaticano, puede que haya hallado a su mártir. Se trata del Presbítero Liu Jiangdong, un sacerdote de la diócesis de Zhengzhou (Henan) -que está preso desde hace una semana- a quien la Asociación Patriótica y la Oficina de asuntos religiosos recientemente prohibió ejercer su ministerio. El motivo: fue “demasiado activo” con los jóvenes, siendo que organizaba encuentros de oración, catequesis y cultura, y convocaba incluso a menores de 18 años, grupo etario al cual las nuevas normativas religiosas prohíbe la entrada a una iglesia y tener una educación religiosa. Desde el pasado mes de abril, la provincia de Henan emitió la directiva de implementar estas prohibiciones en su territorio.
El Padre Liu es sacerdote de la comunidad oficial. Actualmente treintañero, fue ordenado en el 2005 y se desempeña como párroco de la iglesia del Sagrado Corazón, en  la localidad de Zhengzhou. A principios de septiembre, la Oficina de Asuntos religiosos y la Asociación patriótica lo arrestaron y lo mantuvieron durante una semana bajo régimen de aislamiento, acusándolo de “no tener sus estados financieros en orden” y de haber “utilizado dinero público para fines privados”. En términos más generales, lo acusaron de “haber violado la política religiosa y las normativas vigentes sobre las actividades religiosas”.
Un sacerdote de Henan ha confirmado a AsiaNews que, en realidad, el motivo que condujo al arresto del Padre Liu y a su suspensión del sacerdocio está en el hecho de que él “hizo demasiado: formó numerosas comunidades de jóvenes y ancianos. Y como él no sigue los reglamentos, el gobierno se enfureció”.
Como consecuencia, el último domingo de septiembre, los representantes del gobierno anunciaron en la iglesia que él habría sido suspendido del sacerdocio.

Para expresar aún más desprecio hacia el Padre Liu y afirmar el control sobre la comunidad, las autoridades arrancaron la cruz de la torre central del edificio sagrado.
La parroquia del Sagrado Corazón es conocida por sus actividades llenas de vida (ver foto). Allí se llevan adelante iniciativas para ayudar a los jóvenes en el discernimiento de su vocación, se organizan momentos de catequesis y actividades de evangelización. Los jóvenes también son impulsados a desarrollar obras de caridad en favor de los pobres, ancianos y enfermos: son justamente las cosas que el Sínodo de jóvenes está esperando de cada sacerdote, para con los jóvenes de sus parroquias. Por eso, el Padre Liu es realmente el ícono del mártir de este Sínodo.

Dar la vida

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Evangelio según San Marcos 10,35-45.
Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se acercaron a Jesús y le dijeron: “Maestro, queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir”.
El les respondió: “¿Qué quieren que haga por ustedes?”.
Ellos le dijeron: “Concédenos sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”.
Jesús les dijo: “No saben lo que piden. ¿Pueden beber el cáliz que yo beberé y recibir el bautismo que yo recibiré?”.
“Podemos”, le respondieron. Entonces Jesús agregó: “Ustedes beberán el cáliz que yo beberé y recibirán el mismo bautismo que yo.
En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes han sido destinados”.
Los otros diez, que habían oído a Santiago y a Juan, se indignaron contra ellos.
Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos les hacen sentir su autoridad.
Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos.
Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.

Nicolás de Ayllón

Nicolás Ayllón (Chiclayo10 de septiembre de 1632Lima, 7 de noviembre de 1677) fue un laico peruano, hijo de uno de los caciques de Chiclayo.
Nacido en Santa María de Chiclayo y sastre de profesión, junto a su esposa María Jacinta Montoya, abrazaron la fe convirtiéndose para todos en Nicolás de Dios y la hermana María Jacinta de la Trinidad.
En la segunda mitad del siglo XVII, con su esposa, utilizaron la vivienda de Miguel de Alloza y Oliván para recoger a niños huérfanos, a jóvenes abandonados y en peligro de extraviarse y a jóvenes de fe religiosa. El inmueble fue un Beaterio bajo la advocación de Jesús, María y José, que llegó a ser Monasterio.

Referencias bibliográficas

CASTILLO MURO-SIME, Augusto, Rasgos biográficos del venerable siervo de dios Nicolás de Dios Ayllón: El Indio Santo del Perú, Lima, 1963.
ROMERO DE VALLE, Emilia, El indio santo del Perú : Nicolás de Dios Ayllón: rasgos biográficos del venerable siervo de Dios, Lima, 1953-1958.
ESTENSSORO FUCHS, Juan Carlos, Del paganismo a la santidad, La incorporación de los indios del Perú al Catolicismo 1532-175O.
CERECEDA, Alonso de, Vida del Venerable indio Nicolás de Dios Ayllón, fundador del monasterio de monjas Capuchinas de Lima.
SARTOLO, Bernardo, SJ, Vida admirable y muerte prodigiosa de Nicolás de Ayllón, y con renombre más glorioso Nicolás de Dios, natural de Chiclayo en las Indias del Perú, Madrid, Juan García Infanzón, 1684.
Fuente: Wikipedia.

Beatificación de Tiburcio Arnaiz Muñoz SJ

Tiburcio Arnaiz Muñoz nació en Valladolid el 11 de agosto de 1865, en el seno de una modesta familia de tejedores. Dos días después, sus cristianos padres, Ezequiel y Romualda, lo llevaron a bautizar a la iglesia parroquial de San Andrés, imponiéndole el nombre del santo del día.
Con sólo cinco años quedó huérfano de padre, y su madre hubo de ingeniárselas para educar y sacar adelante a los dos hijos: Gregoria y Tiburcio.
Era un joven vivo, alegre y de buen corazón, cuando entró en el seminario con trece años. Sacó los estudios con bastante aprovechamiento y brillantez porque “tenía talento”, pero advierte un compañero suyo que “era un calavera de estudiante, en el buen sentido de la palabra; no cogía un libro de texto en casa, si acaso lo que pescaba en los claustros del Seminario antes de la clase”.
Para ayudar algo a la precaria economía de su casa ejerció las funciones de sacristán, en el convento de Dominicas de San Felipe de la Penitencia en el mismo Valladolid. A veces llegaba tarde y las religiosas tenían que avisar a la recadera del convento; la pobre mujer abría, pero después regañaba severamente al seminarista. Tiburcio no protestaba ni contestaba; callado, escuchaba la reprimenda y reconocía su falta, dejando admiradas a las religiosas que comenzaron a vislumbrar su virtud.
Al acercarse la fecha de su Ordenación Sacerdotal, lo notaban serio y encerrado en sí, llegando a preocupar a su madre y hermana. Un día se sinceró con una de las monjas diciéndole: “Piensan en casa que no tengo vocación. Pero lo que me sucede es que cuanto más Ejercicios hago, más temor tengo, porque veo más la dignidad sacerdotal y mi indignidad. Pero cada vez me siento con más vocación”.
Fue ordenado sacerdote el 20 de abril de 1890. Se le confió primero, durante tres años, la parroquia de Villanueva de Duero, en Valladolid, y después, durante nueve, la de Poyales del Hoyo, en Ávila. Las atendió siempre con amorosa solicitud. Cuando hubo de dejar Poyales para entrar en la Compañía de Jesús decía conmovido: “Amo tanto a mi pueblo que no le cambiaría por una mitra; sólo la voz de Dios tiene poder para arrancarme de mi parroquia”.
En estos años había obtenido la licenciatura y el doctorado en Teología, en la ciudad primada de Toledo.
Como párroco iba pasando los días y los años, trabajando en la viña de Señor y al abrigo de su familia. Sin embargo, Dios lo iba espoleando a mayor entrega, pues en cierta ocasión confesó: “Yo vivía muy a gusto y me daba muy buena vida, pero temía condenarme”. Su pensamiento volaba a la vida religiosa pero veía un obstáculo insuperable en su anciana madre, a quien amaba y veneraba, y él era el único amparo de su vejez. Hasta que un buen día, dispuso Dios llevársela al cielo; la separación le causó tanta pena que su corazón quedó destrozado: “Fue tanto lo que sufrí, que me dije: ya no se me vuelve a morir a mí nadie, porque voy a morir yo a todo lo que no sea Dios”.
Su hermana Gregoria, una noche después de leer el “Año Cristiano”, exclamó derramando lágrimas: “¡Ay Tiburcio, cuántas cosas hicieron los santos por Dios y nosotros qué poco hacemos! ¿Vamos a pasarnos la vida sin hacer nada por Él?, deberíamos irnos cada uno a un convento y allí servir a Dios con perfección lo que nos queda de vida”… Así quedó libre el camino para seguir, cada cual, su particular vocación: ella entró en las Dominicas de San Felipe, y Don Tiburcio, después de cerciorarse que quedaba “contenta”, con un: “Pues entonces, ¡hasta el cielo!”, la despidió y marchó gozoso a pedir su admisión en la Compañía de Jesús.
Corría el año 1902 cuando entró en el noviciado de la Compañía en Granada; Tiburcio tenía 37 años. Desde un principio se dispuso a la práctica de toda virtud. Dos propósitos hizo en este tiempo y los cumplió con exactitud: “No pedir nunca nada y contentarme con lo que me den”, “Nunca me negaré a ningún trabajo, bajo ningún pretexto”. La idea del tiempo perdido y de la edad avanzada, lo espoleaban a buscar ansiosamente la perfección.
Hizo sus primeros votos el 3 de abril de 1904. Durante este tiempo asimiló admirablemente la espiritualidad ignaciana y comenzó a dirigir tandas de Ejercicios Espirituales; además, se inició en el difícil ministerio de las Misiones Populares.
Antes de marchar a Loyola en 1911, donde hizo lo que se llama la “Tercera Probación” (experiencia con la cual la Compañía de Jesús culminaba la formación de sus miembros), fue destinado a Murcia. Pasó en esta ciudad dos años, entregado a las almas y dirigiéndolas con admirable acierto. “Este Padre es un santo y hace santos”, decían cuantos lo trataban. Allí descubrió la necesidad de acoger a las jóvenes de los campos y pueblecitos inmediatos que venían a servir y que estaban expuestas a mil peligros. Para ellas buscó una casa donde tuvieran, además de albergue y amparo, quien las enseñase a conocer y amar a Dios.
Pasada su estancia de formación en Loyola, y tras unos breves ministerios durante la cuaresma en Canarias y Cádiz, marchó a Málaga donde tuvo lugar su incorporación definitiva a la Compañía de Jesús, pronunciando sus últimos votos el 15 de agosto de 1912, en la capilla del colegio de S. Estanislao del Palo.
Su incansable apostolado como misionero popular, director de Ejercicios Espirituales, confesor y director de almas, aunque se extendió por varios puntos de España, se multiplicó en Andalucía: Cádiz, Córdoba, Sevilla, Granada…, y principalmente por toda la diócesis de Málaga, donde tuvo su residencia habitual y desplegó un celo incansable.
Al terminar las misiones volvía el Padre Arnaiz a su casa de Málaga y a veces ni subía a la habitación, dejaba el maletín en la portería y “volaba” a visitar enfermos, así, literalmente, porque ocasión hubo en que quisieron seguirlo y no pudieron.
Acudía a las salas de los hospitales pero también a las casas particulares. En estos encuentros personales la caridad del Padre se desbordaba. Una vez una buena señora que pedía limosna en las puertas de las iglesias, al llegar a casa sorprendió al Padre atendiendo a su madre que estaba enferma y repetía admirada: “Es un santo, es un santo. ¡Si le hubieran visto ustedes preparando una yema a mi madre, y con la gracia y agrado con que lo hacía!”.
Su creatividad a la hora de paliar la ignorancia o el sufrimiento humano no conocía límites. En la calle Cañaveral, de la misma ciudad, impulsó la construcción de una casa de acogida para señoras con pocos recursos, con más de treinta viviendas unipersonales. Promovió la apertura de la Librería Católica de Málaga y atendió con sumo interés algunas escuelitas y talleres de gente humilde. También las cárceles eran objeto de sus desvelos; allí, a su paso, “tocaba” el Señor con su predicación y caridad muchos corazones destrozados, algunos de los cuales, al salir, buscaban al Padre para seguir sus consejos y su guía espiritual.
Su influencia benéfica se multiplicaba gracias a un plantel de incondicionales colaboradores que tenía ocupados en los diversos apostolados que se le ocurrían, unos en la ciudad y otros incluso preparándole misiones en los pueblos.
En sus visitas por los barrios marginales, se hizo idea cabal del espíritu hostil a la religión que en ellos reinaba (una vez le llegaron a tirar una rata), y fiel al Evangelio y lleno de compasión por tanta ignorancia, que veía ser la causa de tal animadversión, se dispuso a remediarla.
Los famosos “corralones” eran casas de vecinos donde cada familia únicamente disponía, para su intimidad, de una habitación o dos, alrededor de un gran patio. El Padre alquilaba, o pedía, una de estas estancias y mandaba a algunas de sus dirigidas para tener allí una escuela improvisada; enseñaban a leer y escribir a aquellas gentes, nociones de cultura general, y lo más elemental de nuestra fe: que hay Dios y que nos ama hasta el extremo de dar la vida por nosotros, que tenemos alma, la vida eterna… El Padre se presentaba al cabo de un mes o dos y les predicaba a todos como una Misión; se los ganaba pronto y se hacía sentir la influencia de su santidad, por lo que casi todos se ponían en gracia. Después, solía dejar a alguna mujer piadosa al frente de esta singular escuelita llamada “miga”, para que siguiese enseñando a los niños y sostuviese el fruto logrado. Durante su vida se trabajó así en unos veinte corralones, y el cambio obrado en ellos redundó en beneficio de la vida social de Málaga.
Esta misma forma de evangelización, desarrollada por señoritas que se instalaran temporalmente en los pueblos y cortijadas, fue la Obra más propiamente original del Padre Arnaiz y que continua hasta nuestros días: LA OBRA DE LAS DOCTRINAS RURALES.
El 10 de julio de 1926 le administraron los últimos Sacramentos quedando desde entonces alegre y ansioso por irse al cielo; no podía hablar de otra cosa. “¡Qué hermosísimo es el Corazón de Jesús!… ya le veré pronto… ¡y me hartaré! ¡Qué bueno es! ¡Cuánto nos quiere!… Y la Virgen, ¡vaya si es amable y me quiere!”.
El duelo por su pérdida fue general. Lo lloraron los humildes y también los de condición económica elevada. Se obtuvo licencia de Roma y del Ministerio de Gobernación para que pudiese ser enterrado en la iglesia del Corazón de Jesús.
Su cadáver fue expuesto a la veneración pública durante tres días. Y todavía, antes de ser inhumado en el crucero derecho del templo, fue llevado por las calles de la ciudad, por donde durante años, había dirigido él la procesión del Corazón de Jesús. Cerró el comercio y el cortejo fúnebre fue presidido por las autoridades religiosas, civiles y militares. Había muerto en olor de santidad.
El santo Obispo de Málaga, Don Manuel Gonzalez, que lo conocía bien, y presidió la oración fúnebre, definió con gran acierto su personalidad, diciendo del P. Arnaiz que era “un persuadido, un enamorado, un loco de Jesús”.
El Padre Arnaiz desde el cielo continúa su labor apostólica y sigue haciendo el bien entre sus devotos, y son muchos los favores y hechos milagrosos que se atribuyen a su intercesión, y numerosas las personas que, diariamente, visitan su sepultura confiándole sus sufrimientos y anhelos.
Fuente: www.revistaecclesia.com

Maestro bueno

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Crédito: Daniel Ibáñez - ACI Prensa

Evangelio según San Marcos 10,17-30.
Cuando Jesús se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?”.
Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”.
El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud”.
Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”.
El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes.
Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!”.
Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: “Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios! Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”.
Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”.
Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible”.
Pedro le dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”.
Jesús respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna.Estos son los 7 beatos que serán declarados santos el domingo

Estos 7 beatos serán declarados santos

En el marco del Sínodo de los Jóvenes que se realiza en Roma, el Papa Francisco canonizará a 7 beatos, entre ellos el Papa Pablo VI, Monseñor Oscar Arnulfo Romero y Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús, que se convertirá en la primera santa de Bolivia.
1.- Pablo VI
El Beato Pablo VI es el Papa autor de la encíclica Humanae Vitae, la visionaria encíclica sobre la defensa de la vida y la familia en la que advirtió los problemas que sufre el mundo de hoy a causa de la mentalidad anticonceptiva.
Este Pontífice fue además quien llevó a término el Concilio Vaticano II, iniciado en 1962 por San Juan XXIII.
Giovanni Battista Montini nació en Lombardía (Italia) el 26 de septiembre de 1897. Fue elegido Papa el 21 de junio de 1963. Luego de 15 años de pontificado, falleció en Castel Gandolfo el 6 de agosto de 1978.La ONU declaró el 24 de marzo, fecha del asesinato de Romero, Día Internacional del Derecho a la Verdad.2.- Monseñor Romero
El Arzobispo de San Salvador murió mártir por odio a la fe, asesinado cuando celebraba la Misa.
Según las investigaciones, la autoría del asesinato apunta a un grupo de aniquilación vinculado a la dictadura militar, que creía que Monseñor Romero era cercano a la guerrilla marxista debido a su preocupación por los pobres. Una acusación alejada de la realidad.
En su lucha por los más pobres y en sus denuncias contra la dictadura, el futuro santo estuvo respaldado por los Papas Pablo VI y San Juan Pablo II.
3.- Nazaria Ignacia de Santa Teresa de Jesús
Nació el 10 de enero de 1889 en Madrid (España). Después de algunos años dentro de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, fundó en 1927 una nueva congregación: las Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia, con la que sirvió a los más necesitados y a las mujeres en Bolivia.
En 1938 llegó a Argentina donde dio promovió varias instituciones a favor de los jóvenes y los pobres. Murió en Buenos Aires en 1943. Será la primera santa de Bolivia.
4.- Padre Vincenzo Romano
Vincenzo Romano fue sacerdote diocesano, nació el 3 de junio de 1751 en Torre del Greco (Italia). Recibió la ordenación sacerdotal en 1775.
Trabajó en la reconstrucción de Torre del Greco, ciudad que quedó casi totalmente destruida luego de la erupción del volcán Vesubio en 1794. Además inventó la “rastreadora”, una estrategia misionera para reunir, con el crucifijo en la mano, a grupos de personas o transeúntes, improvisar una predicación, y luego acompañarlos a la iglesia u oratorio más cercano para rezar juntos.
A menudo se convirtió en un mediador entre los dueños de los corales y los marineros que enfrentaban los riesgos y la fatiga de la pesca. Murió el 20 de diciembre de 1831.
5.- María Caterina Kasper
Nació el 26 de mayo de 1820. En 1845 comenzó su vida junto con algunas compañeras y en 1848, en el día de la Asunción, abrió su hogar a los pobres del país. A la nueva asociación dio el nombre de Esclavas Pobres de Jesucristo.
La madre María Caterina siguió la formación de novicias y la apertura de nuevas casas, incluso en el extranjero, para ayudar a los inmigrantes alemanes. Murió el 2 de febrero de 1898.
6.- Francesco Spinelli
Nació en Milán el 14 de abril de 1853, fue ordenado sacerdote en 1875, comenzó su apostolado entre los pobres en la parroquia de su tío Don Pietro. En 1882 conoció a Caterina Comensoli, que deseaba convertirse en religiosa de una congregación cuyo propósito sea la Adoración Eucarística.
Entre miles de vicisitudes se llega a la fundación de un instituto que debía dividirse. La Madre Comensoli estableció la Congregación de las Hermanas Sacramentinas, y Francesco la de las Hermanas Adoratrices de las Santísimo Sacramento.
Promovió a los marginados, rechazados, y estableció escuelas, oratorios, asistencia a los enfermos o ancianos solitarios. Murió el 6 de febrero de 1913.
7.- Nunzio Sulprizio
Inicialmente estaban programadas seis canonizaciones para el 14 de octubre, según anunció el Vaticano 19 de mayo de este año.
Sin embargo, el 19 de julio el Papa Francisco decidió que Nunzio Sulprizio, fallecido a los 19 años de edad, sea también declarado santo en el marco del Sínodo de los Jóvenes que se realiza en el Vaticano hasta el 28 de octubre.
Nunzio Sulprizio nació en Pescosansonesco (Italia) el 13 de abril de 1817. Durante su infancia padeció las consecuencias de la pobreza, la enfermedad y el maltrato; especialmente de su tío materno.
Desde que sus padres fallecieron, su tío lo obligó a trabajar como herrero en condiciones inhumanas, las cuales le habrían provocado el tumor óseo que lo llevó a la muerte el 5 de mayo de 1836.
Fuente: ACI Prensa.

Origen modesto

Por Victoria Dannemann-Deutsche Welle.
Óscar Arnulfo Romero y Galdámez había nacido en Ciudad Barrios (El Salvador) el 15 de agosto de 1917 y fue asesinado el 24 de marzo de 1980 en San Salvador. Su padre se llamaba Santos y su madre Guadalupe. Una familia modesta. Su padre era telegrafista; su madre ama de casa. Romero vivió la II Guerra Mundial. Fue ordenado sacerdote el 4 de abril de 1942.
Romero siempre fue un pastor comprometido, pero a comienzos de la década del setenta todavía era reticente al involucramiento de la iglesia en asuntos sociales y políticos. “Como obispo diocesano de Santiago de María, como él lo dijo, se topó con la miseria y se le abrieron los ojos a que había una injusticia estructural. También vio una masacre de campesinos por parte de la guardia nacional y creció su conciencia de que tenía que denunciar las injusticias y la represión. También lo marcó el asesinato del primer sacerdote en El Salvador, el padre jesuita Rutilio Grande”, relata el sacerdote alemán Martin Maier SJ, biógrafo de Romero.
“Él leía el evangelio desde la situación del país. Hablaba con gran autoridad y era admirado por su credibilidad y la contundencia de su mensaje”, destaca el padre Rodolfo Cardenal SJ, director del Centro Monseñor Romero de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas de El Salvador.
Sus prédicas y escritos dieron voz a los sin voz, pero también le crearon enemigos, en medio de un clima de violencia que marcaría el inicio de una cruenta guerra civil.
Si bien en un principio tuvo reservas y criticó la postura de los teólogos jesuitas Jon Sobrino e Ignacio Ellacuría, tras ser nombrado arzobispo los escogió como consejeros. “No fue teólogo de ninguna corriente, porque él era un pastor, pero su pastoral era liberadora, y los principios de la teología de la liberación están en su pastoral. Precisamente por eso lo mataron”, afirma Cardenal.
“Es un espaldarazo a la pastoral y a la Iglesia como él la entiende, que es liberadora, tiene que liberar del pecado, pero también de todas las esclavitudes sociales y estructuras sociales injustas”, agrega Cardenal.
Esperanza en una iglesia en crisis
En una iglesia fuertemente cuestionada, que ha perdido credibilidad y respaldo debido a los casos de abuso sexual, esta canonización pone “un ejemplo de obispo de una iglesia pobre y para los pobres, que se pone al servicio de los demás, en especial de los más necesitados. En ese sentido, el Papa da un clara señal”, dice Martin Maier.
Rodolfo Cardenal observa que “durante el papado de Juan Pablo II, la Iglesia latinoamericana se volvió sobre sí misma. Ya había obispos y sacerdotes mártires, y había temor al conflicto y la represión de los militares. La Iglesia se alejó de las directrices de Puebla, Medellín y del Vaticano II”.
En su opinión, esto se nota en el tipo de obispos que nombró el pontífice: “Dóciles al Vaticano, pero no son líderes ni  pastores natos, como Monseñor Romero. En parte, la tragedia de la iglesia en algunos países latinoamericanos y en Estados Unidos es el tipo de obispo que nombraron”.
Romero no se sintió comprendido por un Papa que, teniendo como referente su Polonia natal, vio con suspicacia las denuncias de un obispo al que los sectores de derecha tildaban de comunista. Más tarde Juan Pablo II rezaría en su tumba.
Dicen que la canonización solo viene a confirmar lo que los salvadoreños saben desde siempre: que Romero era un santo que hablaba con la verdad. Hoy es una figura nacional y también internacional y ecuménica. Incluso antes que la Iglesia católica, la anglicana lo reconoció como uno de los santos mártires del siglo XX con una estatua suya en la abadía de Westminster, junto a Martin Luther King.
La canonización es también un acto de justicia, en tanto los autores del asesinato nunca fueron enjuiciados y el crimen quedó impune. Como tantos otros en este país, que tiene una de las tasas de homicidio más alta de Centroamérica. “No hemos solucionado los problemas que preocupaban a Monseñor Romero. América Latina es un continente marcado por una profunda injusticia y desigualdad, con una tasa de pobreza todavía muy alta. En ese sentido, sus prédicas siguen siendo actuales. La esperanza es que la canonización contribuya a la reconciliación en la sociedad salvadoreña”, dice Maier.