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Factor religioso como fenómeno humano

Sneijer se convierte al catolicismo y se casa

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Sneijer se casa

El futbolista holandés Wesley Sneijder, autor del gol que eliminó a Brasil del Mundial Sudáfrica 2010, se convirtió al catolicismo y recibió el Bautismo poco antes de viajar al campeonato de fútbol. En tiempos en que los directores técnicos llevan rosarios a las canchas y en muchos vestuarios se ven imágenes religiosas; Sneijder, es ahora uno de los que se persigna antes de entrar al campo de juego.
Figura decisiva en el triunfo frente a Brasil, Sneijder cumplió 26 años dos días antes del comienzo del torneo, al que llegó totalmente renovado. A fines de mayo se convirtió al catolicismo y se bautizó en una capilla de Milán, cercana a la ciudad deportiva del Inter, donde el brillante futbolista no se cansa de ganar títulos. Influyó en esa decisión su novia, la actriz y modelo holandesa Yolanthe Cabau, nacida en la española Ibiza, con quien ha tomado la decisión de casarse por iglesia luego del Mundial. También lo motivó su amistad con Javier Zanetti, compañero en el Inter, capitán y católico practicante, que se quedó sin Mundial, pero celebró su bautismo tanto como los campeonatos que este año ambos conquistaron en Italia y en Europa.
“Fui a misa una vez junto a mis compañeros y sentí una fuerza y una confianza que me turbaron”, declaró Sneijder, que siguió puntualmente las clases de catecismo para adultos con el capellán del Inter. Ya en Sudáfrica, explicó que reza todos los días y los domingos va a misa y comulga con Yolanthe, quien le regaló un rosario que él siempre lleva en su cuello. “La fe me da fuerzas. A veces mis convicciones me mantienen firme y me llenan de determinación. Todos los días recito el Padrenuestro con ella. Busco siempre, antes de comenzar las partidas, una esquina para rezar”. Sneijder estará en la final del Mundial Sudáfrica 2010.

FIFA World CupLa Iglesia contra la prostitución infantil en el Mundial de Sudáfrica
Existe el temor justificado de que el tráfico de mujeres y niños aumente en modo significativo durante la Copa del Mundo de 2010, asegura la responsable de www.churchontheball.com
Ya sucedió en Alemania en 2006. Ser prostituta era un salvoconducto para las inmigrantes que quisieran asistir al Mundial de Fútbol, concretamente junto al complejo olímpico de Berlín. Ahora, se podría volver a repetir la historia en Sudáfrica con motivo de los mundiales de 2010.
De hecho, Joseph Blatter, presidente de la FIFA, se ha mostrado a favor del proxenetismo al presionar a Johannesburgo para despenalizar la prostitución antes de que se inicie el evento.
Ante este escenario, no son pocas las organizaciones que han levantado la voz contra el incremento de la trata de inmigrantes que supone un acontecimiento de estas características, en relación al comercio del sexo.
En ese sentido, destaca la iniciativa de la Iglesia católica de lanzar una web que, entre otros objetivos, tiene el de intentar evitar el drama de la prostitución en la medida de lo posible en Sudáfrica con ocasión de los mundiales de fútbol.
En unos momentos en que desde diferentes frentes anti Iglesia se están lanzando críticas contra esta institución y contra el Papa, nadie habla de que es precisamente la Iglesia la única que se preocupa por el drama de la trata de mujeres destinadas a la prostitución, y de los abusos que se cometen con menores destinados al comercio del sexo.
Máxima atención a la explotación sexual de menores
Con www.churchontheball.com, promovida por la Oficina para las Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal del África Austral (SACBC), la Iglesia pretende sensibilizar a los apasionados y fieles del fútbol sobre el drama del tráfico de seres humanos y explotación sexual de menores.
En más de una ocasión, la Iglesia sudafricana ha lanzado la alarma sobre organizaciones criminales locales y extranjeras que envían a Sudáfrica miles de prostitutas, incluso menores de edad, con ocasión de los Mundiales de fútbol, según informa la Agencia Fides.
“Es un honor para Sudáfrica el haber sido escogida para la Copa del Mundo, pero también sabemos que, como cualquier otro evento de este tipo, se puede tener un lado negativo”, advierte Sor Melanie O’Condor, responsable de la oficina contra la trata de seres humanos promovida por la SACBC y por las Congregaciones religiosas sudafricanas.
“Como Sudáfrica es desde hace tiempo reconocida internacionalmente como un punto importante del tráfico de seres humanos, existe el temor que el tráfico de mujeres y niños aumente en modo significativo durante la Copa del Mundo”, añade la religiosa.
“Los niños corren particularmente peligro por el tráfico al interior y exterior del país. Existe también la sospecha de que algunas jóvenes de nuestros colegios sean separadas en secreto para prostituirse durante la Copa del Mundo”, señala.
“La profanación de un ser humano es un insulto a Dios Creador que nos ha hecho a todos a su imagen y semejanza. Nos hemos liberado del apartheid, nos liberaremos también del tráfico de los seres humanos”, concluye Sor Melanie.
Hablar de la Iglesia en Sudáfrica
Al mismo tiempo, “el objetivo de esta web no es solamente dar información a los fans, sino sobre todo el no perder la oportunidad de hablar de la Iglesia en Sudáfrica y del trabajo extraordinario que hace por los más pobres”, dice a Fides Antoine Soubrier, periodista francesa.
“La web está activa desde mitad de marzo, hemos recibido 2.600 visitas en las dos primeras semanas y de todo el mundo (90 países): es la prueba que esta web responde a una exigencia real de las personas” dice Soubrier.
Según afirma la periodista, ya están previstas nuevas secciones, en particular, “una capilla virtual que estaría activa dentro de unas semanas, para permitir a los visitantes encender una vela virtual con la bandera de su equipo preferido. Además del aspecto lúdico, esta es la ocasión para permitir a los apasionados y a quienes quieren, participar concretamente en la vida de la Iglesia que los acoge”.
Quien este libre de pecado
El ex Alcalde judío de Nueva York, afirma que los “ataques continuos” de los medios de comunicación a la Iglesia y a Benedicto XVI se han convertido en “manifestaciones de anticatolicismo”.
Edward “Ed” Koch, que también fue congresista de 1969 a 1977, lo afirma en un blog publicado online el jueves por el diario The Jerusalem Post. “La sucesión de artículos sobre los mismos eventos, en mi opinión, no tiene ya la intención de informar sino simplemente de castigar”, asevera Koch.
Reconoce que el abuso sexual a niños es “horrendo” señalando que este es un punto de acuerdo entre los “católicos, la misma Iglesia, así como los no católicos y los medios de comunicación”. Sobre este punto, el político y comentarista político afirma que el Papa ha proclamado abiertamente su execración del delito y compasión por las víctimas.
Koch señala que “muchos de quienes en los medios están arremetiendo contra la Iglesia y el Papa hoy, claramente lo hacen con deleite, y algunos con malicia”.
Y añade: “La razón, creo, de las constantes arremetidas es que hay muchos en los medios, y algunos católicos también como muchos del público, que se oponen y están encolerizados con la postura que la Iglesia mantiene, incluyendo la oposición a todos los abortos, la oposición a los matrimonios del mismo sexo, el mantener la norma del celibato para los sacerdotes, la exclusión de las mujeres del clero, la oposición a las medidas de control de natalidad, incluyendo los preservativos y la prescripción de drogas, y la oposición al divorcio civil”.
“Mi buen amigo, el cardenal John O’Connor, una vez dijo: “La Iglesia no es un bufet libre, en el que se puede coger y elegir lo que te gusta”. “La Iglesia tiene el derecho de pedir el cumplimiento de todas sus obligaciones religiosas por parte de sus fieles, y por supuesto el derecho a defender sus creencias en general”.
Koch aclara que personalmente no está de acuerdo con la postura católica en estos temas, pero añade que la Iglesia “tiene derecho a mantener estos puntos de vista de acuerdo con sus creencias religiosas”. Afirma: “Los judíos ortodoxos, al igual que la Iglesia Católica, pueden exigir absoluta obediencia a las normas religiosas. Quienes declinan adherirse a ellas son libres de irse”.
Koch expresa su convicción de que “la Iglesia Católica es una fuerza positiva en el mundo, no un mal”. Así mismo, afirma que “la existencia de mil ciento treinta millones de católicos en el mundo es importante para la paz y la prosperidad del planeta”.
“Por supuesto, los medios de comunicación deberían informar al público sobre los nuevos sucesos relativos al abuso infantil –afirma Koch-, pero su objetividad y credibilidad sufren cuando el New York Times declina publicar una página de opinión ofrecida por el arzobispo de Nueva York Timothy Dolan, sobre el tema del anticatolicismo, y ofrece a cambio publicar una carta al editor, que es mucho más breve y menos destacada”.
Asegura: “Estoy alarmado porque, según el Times del 6 de abril, ‘la pasada semana el periódico de centro izquierda La Repubblica escribió sin atribución que ciertos círculos católicos creen que las críticas a la Iglesia proceden de un lobby judío de Nueva York”.
Koch aclara que si estos “ciertos círculos católicos se estaban refiriendo al Times, se debería declarar que el editor, Arthur Sulzberger, Jr., no es judío sino más bien episcopaliano, y su director ejecutivo, Bill Keller, es también cristiano”.
“Basta ya”, dice Koch. Y añade: “Sí, actos terribles han sido cometidos por miembros del clero católico”. “La Iglesia ha pagado cientos de millones a las víctimas en Estados Unidos y pagará millones, quizá cientos de millones, más a otras víctimas similares en el mundo”.
“Está tratando desesperadamente de enmendar su pasado con su reconocimiento y cambio en los procedimientos para tratar a los sacerdotes pedófilos”.
Koch concluye citando las palabras de Jesús, recordadas en Juan 8, 7: “Quien esté libre de pecado entre vosotros, que tire la primera piedra”.
El Presidente de Cáritas Internationalis, Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga SDB, afirmó hoy que “la pederastia es un mal que hay que erradicar” y que, en el seno de la Iglesia Católica, se trata de “un mal” y “una vergüenza”.
Rodríguez Maradiaga tildó de “triste” que, según sus datos, cerca del 1% de los 400.000 sacerdotes del mundo hayan cometido este delito. A su modo de ver, la perspectiva con la que habría que tratar este asunto, es que el abuso sexual de religiosos a menores afecta a una pequeña porción de miembros de la Iglesia Católica.
Por otro lado, Rodríguez Maradiaga reconoció que “se ha ocultado y se ha mentido en algunos lugares” sobre las actuaciones de religiosos pederastas y reprochó que en estos casos se haya recurrido a la mentira.
El también Presidente de la Conferencia Episcopal Hondureña subrayó que “la pederastia es una enfermedad mental porque un niño lo que inspira es ternura, respeto y cariño”.
A este respecto, añadió que quien abusa sexualmente de menores arrastra un trastorno “patológico que debe ser tratado con psiquiatría”.
Solidaridad con Benedicto XVI
La Consulta Nacional de Asociaciones Laicas (CNAL), que reúne a 68 organizaciones en Italia, ha convocado a los católicos para que se reúnan a testimoniar el afecto que tienen por Benedicto XV, en la plaza de San Pedro.
El Alcalde de Roma Gianni Alemanno respalda al Vaticano: “Queremos mostrar nuestra solidaridad con el Papa y trasmitirle el mensaje que los individuos pueden cometer errores, pero las instituciones, la fe y las religiones no pueden ser cuestionadas. Eso no lo permitiremos”, dijo Alemanno.
El Cardenal brasileño Claudio Hummes, Prefecto de la Congregación para el Clero, envió una carta a los 400,000 sacerdotes católicos que trabajan junto a 5,000 obispos de todo el mundo para que acudan a “apoyar públicamente al Santo Padre”.
El Papa recibe a Doris Leuthard, Presidenta de la Confederación Suiza
Doris LeuthardBenedicto XVI recibió en audiencia a la Presidenta de la Confederación Suiza, Doris Leuthard. “Se han tocado temas que se refieren a la vida socio-económica y el diálogo interreligioso”.
La Presidenta estuvo presente junto con el embajador suizo ante la Santa Sede, François Kammer, en el acto de jura de bandera de treinta guardias suizos, celebrado esta tarde.
Los nuevos guardias suizos reclutados en los últimos doce meses prestaron solemne juramento sobre la bandera del cuerpo este jueves, día en que la Guardia Suiza Pontificia recordó el sacrificio de 147 soldados de este cuerpo que perecieron durante el saqueo de Roma de 1527, defendiendo al Papa Clemente VII.
En el ámbito de la conmemoración, el Secretario de Estado, celebró la Eucaristía en la Basílica de San Pedro, ante la presencia de los miembros de la guardia, sus familiares y amigos, con la animación litúrgica del coro de Mels. Posteriormente, en el patio de Honor del barrio suizo de la Ciudad del Vaticano, tuvo lugar la conmemoración de los caídos.
Tras depositar una corona de laurel ante el monumento de los guardias asesinados, el Arzobispo Fernando Filoni, confirió condecoraciones a algunos miembros del Cuerpo. En representación del ejército helvético, asistió a la ceremonia el jefe del Estado Mayor de conducta, Peter Stutz, informó Radio Vaticano.
La Guardia Suiza Pontificia se caracteriza por la disponibilidad de sus componentes de estar al servicio del Papa, para proporcionar la particular custodia de su persona. “Se trata de una voluntad que vosotros, queridos guardias suizos, habéis expresado en cuanto cristianos, es decir, motivados por el amor por Cristo y por la Iglesia”.
“Por esto –afirmó el Cardenal Secretario de Estado– estamos aquí reunidos en la celebración eucarística: para pronunciar nuestro agradecimiento al Señor por vuestra generosidad”. Después de recordar que la liturgia de hoy se inserta en el tiempo de Pascua, reafirmó a la Guardia Suiza que el suyo es “un servicio cualificado y apreciado”, que exige “entrega y seriedad”.
Además de exhortarlos a ser fieles al empeño que han asumido o que están a punto de asumir, invocó del Señor para ellos la ayuda de su gracia, a fin de que puedan perseverar en esta tarea tan importante y delicada, para el cumplimiento de su misión: “Por vosotros, queridos amigos, y por los difuntos de la Guardia Suiza Pontificia, ofrezco de modo especial esta Eucaristía, haciendo mías vuestras intenciones de oración”.
Fuente: Agencia de Noticias ZENIT.
Teologo suizo Hans KungLa opinión del teólogo suizo Hans Küng
“En la Iglesia y en el episcopado son muchos los que se quejan de Roma, sin que ellos mismos hagan algo. Pero hoy, cuando en una diócesis o parroquia no se acude a misa, la labor pastoral es ineficaz, la apertura a las necesidades del mundo limitada, o la cooperación mínima, la culpa no puede descargarse sin más sobre Roma. Obispo, sacerdote o laico, todos y cada uno han de hacer algo para la renovación de la Iglesia en su ámbito vital, sea mayor o menor. Muchas grandes cosas en las parroquias y en la Iglesia entera se han puesto en marcha gracias a la iniciativa de individuos o de grupos pequeños“.
Fuente: Diario El País.
CARTA DE LOS OBISPOS DEL PERÚ EN ADHESIÓN AL PAPA BENEDICTO XVI
Lima, 5 de abril de 2010
Prot. Nº 154/1/2010
Beatísimo Padre:
En la celebración de la Pascua del Señor en la que todos resucitamos con Él, viviendo aún el clima espiritual de alegría, confianza y esperanza que Jesús Resucitado nos transmite, los Obispos del Perú expresamos a Su Santidad nuestro profundo sentimiento de afecto y comunión eclesial. Nos unimos en la plegaria por vuestras intenciones y deploramos las ofensas que ha venido recibiendo.
En estos momentos en que muchas tendencias del mundo parecen hacer cuerpo contra la Iglesia y contra Su Santidad, aprovechando los errores de algunos pocos miembros de la misma, queremos manifestarle nuestra profunda adhesión filial y nuestra voluntad firme de vivir en unidad con su Persona, proclamando nuestra más afectuosa y efectiva solidaridad.
Pedimos a nuestro Señor Jesucristo todas las bendiciones y gracias para Usted, Beatísimo Padre, y la inspiración del Espíritu Santo en el Gobierno de la Santa Madre Iglesia y en su específico Ministerio Petrino.
Elevamos nuestras plegarias por la misión que le ha sido confiada y hacemos propicia la oportunidad para manifestarle nuestra presencia permanente, muy cercana a su lado, nuestra adhesión profunda, fortalecida cada día por nuestra oración personal y comunitaria.
En la Pascua del Señor y en nombre de todo el Episcopado Peruano:
+ Miguel Cabrejos Vidarte OFM.
Arzobispo Metropolitano de Trujillo
Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana
+ Lino Panizza Richero OFM Cap.
Obispo de Carabayllo
Secretario General de la Conferencia Episcopal Peruana

Benedicto XVILa Iglesia es misión
“¡Sacerdotes, ánimo! Les necesitamos. Confiamos en ustedes. Les confiamos a nuestros hijos”, indica un mensaje que laicos de distintos países están enviando a sacerdotes y difundiendo a través de las redes sociales.
La iniciativa surgió de la asociación E-Cristians para combatir la “campaña real y muy evidente que presenta al Papa y a los sacerdotes como lo que no son”, explicó Josep Miró i Ardèvol.
Los impulsores de la iniciativa creen que “si cada laico se muestra activo, la acción puede tener un efecto multiplicador”, y esperan “que una ola de confianza en nuestros sacerdotes y en el Papa llene el mundo”.
“Existe una campaña que quiere presentar como normal lo que son hechos excepcionales acumulados a lo largo del tiempo, manipulando datos y sucesos”, indica uno de los mensajes de apoyo que ya han empezado a circular por internet.
“Pensamos que es el momento de que los laicos manifestemos nuestra opinión, lo que pensamos, la confianza que les tenemos y que los necesitamos, y se la hagamos llegar directamente a ellos”, explicó Miró.
“Creemos que a algunos sacerdotes les puede llegar a afectar esta campaña porque se encuentran de repente ante una especie de dedo acusador que les viene a decir que son un foco de delincuencia, y de un delito muy grave, cuando no es así”.
El Presidente de E-Cristians explicó que, “en Estados Unidos, donde ha habido más sacerdotes denunciados -así como una vulneración de la presunción de inocencia-, ha habido un promedio de menos de ocho casos al año, que además decrece en los últimos diez años”.
Y ello en un país de trescientos millones de habitantes donde, sólo en colegios católicos -sin contar parroquias y otros centros- hay dos millones y medio de niños.
“En Alemania, el 99,96% de los delitos de pederastia denunciados corresponden a laicos -continuó Miró-. No he visto ningún periódico que se pregunte sobre esta cifra”.

Josep Miro i ArdevolLa pederastia es una patología individual no institucional, “es un mal que tienen los hombres de esta sociedad -lamentó-. La presencia de este mal entre los sacerdotes es muchísimo menor que entre el resto de la sociedad y no hablemos de entre las personas que se dedican a la enseñanza”.
“Pero nunca a nadie se le ha ocurrido decir que ser educador tenga connotaciones pedófilas”, observó.
En este sentido, Miró se refirió a un estudio del año 1994 realizado en España, según el cual el 25% de las niñas y el 10% de los niños han sufrido abusos (bofetones e insultos) por parte del profesorado.
“Es una cifra mucho más alta que la de los sacerdotes y nadie ha prestado atención; por tanto, hay una campaña, con manipulación de cifras y utilización malintencionada de los datos”.
El presidente de E-Cristians, miembro del Consejo Pontificio para los Laicos, opina que esta campaña de descrédito está originada sobre todo en el área anglosajona.
En ella, apuntó a dos medios de comunicación que tienen una especial importancia: en Inglaterra, la BBC; y en los Estados Unidos, el New York Times: “Son los dos focos que machacan desde hace años a la Iglesia en este tema, aunque no son los únicos”, declaró.
En el caso del continente europeo, los ataques son más dispersos, según el presidente de la Convención de Cristianos por Europa.
Miró también denunció “el esfuerzo, por parte de algunos medios de comunicación para intentar focalizar casos en Alemania, con el objetivo de dañar primero a Ratzinger y ahora al Papa”.
Fuente: Agencia de Noticias ZENIT.
Reformar la Curia es también ayudar al Papa
No están siendo buenos tiempos para Benedicto XVI. Ya el pasado año, con motivo del levantamiento de la excomunión a los obispos lefebvrianos, así como la falta de información previa sobre el negacionismo del Holocausto por parte de uno de ellos, el Papa escribió una carta en la que reconocía una deficiente actuación de algunos órganos de gobierno de la Curia romana. Ya desde el inicio de su pontificado se venía apuntando cierta “renovación” y hubo incluso quien apuntó que nadie mejor que el propio cardenal Ratzinger sería capaz de acometer esta reforma curial, toda vez que él la conocía bien, e incluso había llegado a sufrirla. La reforma de la Curia había sido un viejo sueño de sus precedesores, aunque con deficientes logros. Pablo VI, en 1967, acometía una reforma dando mayor poder al Secretario de Estado, un poder que Juan Pablo II limitó tímidamente, otorgando mayor independencia a otros dicasterios en la reforma que hizo en 1988.
Crece en la Iglesia el sentimiento de que una de las reformas que hay que acometer para ayudar al Papa es apoyar una reforma de la Curia. Las palabras recientes del Cardenal Arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, han destacado la necesidad de esta reforma y de ningún modo se puede inferir que se trate de unas declaraciones fuera de tono. La autoridad con que siempre son recibidas sus palabras hace prever algo más por parte del cardenal vienés, serio papable en el último cónclave y amigo personal del Pontífice.
En el trasfondo de muchas de las dificultades por las que la Iglesia, en general, y el Papa, en particular, están atravesando, aparece con tintes sombríos el entramado curial, y algunos de sus destacados dirigentes, ya eméritos y jubilados, están siendo blanco de las críticas que se suceden a cada paso. Conforme avanza el tiempo se hace evidente que algunos de los problemas de claridad en la información desde la propia Curia, así como la escasa diligencia en la solución de conflictos y la coordinación de los trabajos en la misma, están en la raíz de algunas de las dificultades de las que ahora nos lamentamos. Dos nuevos problemas avalan esta sospecha: por un lado, las declaraciones del Cardenal Darío Castrillón responsabilizando a Juan Pablo II del silencio ante un caso de pederastia en Francia; y, por otro, del apoyo a los Legionarios y a la figura de Marcial Maciel por parte de Wojtyla y, fundamentalmente, del actual decano del colegio cardenalicio y ex secretario de Estado, Angelo Sodano, quien queda en entredicho tras el reciente comunicado vaticano sobre la conducta inmoral del sacerdote mexicano.
La claridad con la que el Papa ha empezado, de forma tímida, a salir al frente de los problemas está siendo interpretada como un atisbo de reforma de facto. Varias actuaciones de una valentía plausible y de una nitidez inusual están llevando a considerar que la reforma de la Curia es inminente, pero que el Pontífice aún se encuentra atado para poder llevarla a cabo con mayor celeridad. Nadie duda que a lo largo de este año, tras el consistorio que se espera en otoño y una vez que se produzcan algunas dimisiones por razones de edad, el Papa podrá contar con cardenales de su total confianza en los puestos de gobierno de la Iglesia. Puesto que se trata de un gobierno vicario, la Curia ha de reportar información clara al Papa y nunca ocultar, como ha sucedido, aspectos relevantes para el ejercicio del ministerio petrino, que ya Juan Pablo II quiso abordar en su momento. Es la hora de abordar estos cambios. El Papa no puede ser prisionero de su propia Curia. Los males de la Iglesia, cuando tienen su raíz en el interior, son difíciles de erradicar.
Fuente: Nº 2,708 de la Revista Vida Nueva Madrid, 22 al 28 de mayo de 2010.
Sacerdote belga acusado de pedofilia abandonó el Perú
El sacerdote belga Jozef E. Van Den Ouweland (62) abandonó anoche el Perú luego de conocerse las acusaciones en su contra por abuso sexual a tres niños en Bélgica. Según comentó a sus allegados, se iba a “aclarar su situación” en su país.
Perú.21 conversó con fuentes del Obispado de Puno, que tiene a cargo las parroquias del distrito de Ichuña (Moquegua) donde el cuestionado religioso realizaba su actividad pastoral, y nos informaron que Van Den Ouweland dejó la localidad y se dirigía a su país.
Como se recuerda, la Diócesis de Amberes lo suspendió temporalmente de sus funciones religiosas, mientras duren las investigaciones de pedofilia que pesan sobre él.
Fuentes del aeropuerto Jorge Chávez nos informaron que el sacerdote llegó a las instalaciones y presentó sus documentos personales como el carné de extranjería y su pasaporte. Según agentes de la Policía de Extranjería, se puso algo nervioso y se dirigió a los servicios higiénicos.
“Nosotros sabíamos que era el sacerdote belga. Lo observamos y se inquietó un poco. Luego de pasar todos los controles se dirigió a la sala de embarque”, expresó un policía. El religioso partió en el vuelo 2706 de la aerolínea LAN con destino a Madrid, España. Supuestamente de allí partiría a Bélgica.
En tanto, la comunidad de Ichuña expresó su indignación por las acusaciones contra el cura y manifestó su apoyo y respaldo; en vista que realizó varias obras en favor de la educación. Además, asegura que nunca se han registrado denuncias de pedofilia en esa localidad.
Libro será una ‘bomba’ en la intimidad del clero caleño
En Cali comenzó a circular el libro del Padre Germán Robledo Ángel que se mantuvo en absoluto secreto hasta que salió de la imprenta. Lo tituló ¿Hacia un clero gay? Antihistoria de un centenario. Al final, concluye que, por lo menos, el 30 por ciento del clero caleño tiene una tendencia gay, siendo el celibato pura apariencia.
Entre 1980 y el 2003 presidió el Tribunal Eclesiástico Regional de Cali. Varios de los casos de homosexualismo que devela los conoció porque llegaron a sus manos.
Narra cómo algunos sacerdotes celebran el viernes penitencial con remate incluido. En el 2001 uno de ellos se fue de celebración un Viernes de Dolores, día que precede al Domingo de Ramos, y terminó en un motel, sin carro, sin plata, sin ropa y trasladado a otra parroquia para evitar el escándalo.
Está también el caso de un vicario que convivía con un sicario y amenazaba a la dueña del apartamento con el sicario si denunciaba el hecho o si les pedía el inmueble.
“El libro es una bomba”, advierte el padre Robledo Ángel, quien en el 2000 declinó su nombramiento como Monseñor al ver que entre los sacerdotes que también recibirían este título honorífico figuraban algunos con conductas nada santas y ya denunciadas.
Cuenta sobre los palos a la rueda que le pusieron a un futuro obispo para que no llegara a la Vicepresidencia de Radio Vaticana y al Arzobispado de Cali, después de contar con el visto bueno del Papa Juan Pablo II.
En el capítulo X: Un secreto a las puertas de la muerte, revela que por orden de un obispo los restos de Joaquín de Cayzedo y Cuero, el prócer caleño; de monseñor Heladio Posidio Perlaza, el primer obispo de Cali; y del general Alfredo Vásquez Cobo, fueron retirados de la Catedral de San Pedro, donde reposaban, y arrojados a una fosa común. Él mismo lo pudo comprobar cuando fue el párroco de la Catedral y excavó las catacumbas. Lo que hay son solo placas que indican que ahí reposan los restos, pero debajo no hay nada.
No es un libro de chismes. El sacerdote emérito hace un recorrido histórico por la figura del celibato hasta llegar a los recientes escándalos sexuales que lo han puesto en entredicho. “La Iglesia, si pretende ser la de Cristo, no puede ser convertida en iglesia de fariseos, iglesia del tapen-tapen, clóset de gays o cuartel de misóginos”, puede leerse en la parte final del libro.
Fuente: Juan Carlos Quintero/ El Tiempo de Santa Fé de Bogota.
CUIDADO CON LOS GUACHIMANES
Desmantelan una red de tráfico de cocaína en un convento de Milán
En la operación se detuvo a una persona ligada a narcotraficantes colombianos. La operación se saldó con el arresto de 33 personas, entre ellas un ciudadano sudamericano que trabajaba como portero en el convento y ligado a narcotraficantes colombianos, así como afiliados a los clanes “Pelle-Vottari” y “Coco-Trovato”, de la mafia calabresa.
Las pesquisas han descartado que las monjas del convento estuvieran al corriente de las actividades delictivas del portero, que organizaba la entrada en Italia de los “correos de la droga” provenientes de América Latina, haciéndolos pasar por peregrinos.
Según los investigadores, los narcotraficantes hacían llegar la cocaína a Italia a través de rutas que implicaban a España, Holanda, Suiza, México, Perú, Ecuador y República Dominicana para abastecer los mercados de las regiones norteñas de Emilia Romaña, Lombardía y Liguria.
Asimismo, las investigaciones han desvelado que los responsables de la red en Italia habían llegado a un acuerdo con narcotraficantes colombianos para la construcción de una nueva base operativa en Ghana, destinada a almacenar la cocaína para introducirla posteriormente en Europa.
Los investigadores apuntaron que los narcotraficantes ya habían localizado el lugar para la construcción de este almacén y que iba a ser subvencionado a través de fondos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) obtenidos de forma fraudulenta.
Fuente: El Tiempo de Santa Fé de Bogotá.
Stefan Dartmann SJAbuso de menores en Berlín
Los jesuitas alemanes reconocieron que ocultaron 205 casos de abusos sexuales y físicos cometidos contra menores en los colegios de la Compañía en dicho país, entre los años 70 y 80.
La abogada Ursula Raue, encargada de investigar los casos, dijo que los responsables de estos delitos fueron protegidos por la Orden y trasladados a otras escuelas sin sanciones, cuando la situación se hacía insostenible.
Tras conocerse esta información, el Provincial de los jesuitas en Alemania, Stefan Dartmann, dijo que sentía “vergüenza y culpa” por estos hechos. Según Raue las violaciones ocurrieron en tres colegios de Berlín. Seis de los 12 sacerdotes responsables ya han muerto.
Noches romanas de curas homosexuales
Se trata de un italiano, un francés y un sudamericano; al servicio de Dicasterios del Vaticano, donde desarrollan delicadas funciones en el campo de la administracion de la justicia, de los medios y de las relaciones con otras religiones.
Por Elisabetta Piqué
Las noches bravas de los curas gays
Es este el título de portada del semanario Panorama que salió a la venta en los quioscos de Italia, y que revela la doble vida de algunos sacerdotes que viven en esta capital -centro del catolicismo debido a la presencia del Vaticano- que, de día, son normales curas que visten su hábito; mientras que de noche son hombres perfectamente integrados en el mundo gay romano.
Durante casi un mes un cronista de Panorama -revista editada por Mondadori, editorial del premier italiano, Silvio Berlusconi-, acompañado por un cómplice, se infiltró en el ambiente gay de esta capital. Así, descubrió una realidad inédita formada por sacerdotes que de noche participan de fiestas nocturnas con acompañantes de sexo masculino, tienen relaciones sexuales con compañeros ocasionales; frecuentan chats y reuniones gays.
Panorama describe especialmente tres casos: el primero es un francés de unos 35 años, que el cronista del semanario se encontró la noche del viernes 2 de julio en una fiesta gay de un local del barrio de Testaccio, en Roma.
Roma de noche
Durante esa velada, en la que participaban dos escorts varones que bailaban semidesnudos con el cura y con otros invitados (practicando luego sexo con algunos de ellos), se encontraba Carlo, el segundo cura, un italiano de entre 45 y 50 años. Esa noche, según el relato en primera persona de Panorama, termina en la casa de Paul, donde el cómplice del cronista antes le pide al cura de ponerse la sotana y luego mantiene una relación sexual con él, filmada por la cámara oculta.
La noche siguiente, Paul y Carlo citan al cronista de Panorama junto a su cómplice en el Gay Village de Roma. En esta ocasión, Carlo desaparece y aparece varias veces: luego explica que se vio obligado a hacerlo para evitar encontrarse con otras personas que conoce, otros curas o seminaristas. La noche termina también con sexo, siempre filmado por la camarita oculta. Otro día, Paul celebra misa sobre una mesa de su casa ante sus invitados.
En otra oportunidad, Carlo invita al cronista de Panorama a un restaurante del centro de esta ciudad, frecuentado según él por varios sacerdotes homosexuales. En la mesa de al lado hay una pareja: uno de ellos también es sacerdote, y el otro, su novio. “Carlo cuenta que ha descubierto sus verdaderas tendencias sexuales hace tres años, al entrar en el giro romano y frecuentando a otros sacerdotes. Jura que al menos el 98% de los curas que conoce es homosexual y que los demás reprimen su sexualidad: los más frustrados serían los que exhiben hábitos decorados con encajes”, escribe el cronista de Panorama. “Dice que en la Iglesia de hoy, hay una parte «intransigente» que se esfuerza en no mirar la realidad, y otra más «evangélica» que reconoce y acepta el fenómeno de los curas gays”, agrega.
Al finalizar la cena, Carlo llevó al cómplice de Panorama a su departamento, conectado con una estructura eclesiástica, y tiene una relación con él, también filmada por una cámara oculta. El cronista, por otra parte, filma a Carlo mientras celebra misa en una iglesia.
El tercer cura, de 25 años, es hallado por Panorama a través de un chat homosexual en internet. Hecho el contacto, Luca mantiene una relación con el cómplice del cronista en su habitación del barrio de Trastevere, frente a una iglesia misionera católica. “Después de la relación sexual, abre su ropero y muestra sus hábitos sagrados […]. Mientras acompaña hasta la puerta al amante ocasional le pregunta si quedó satisfecha su curiosidad de «tener relaciones sexuales con un cura». Cuenta que por lo general ocurre lo contrario: después del cortejo en chat, cuando dice que es cura muchos se escapan”.
La respuesta de la Iglesia
Los sacerdotes homosexuales que lleven supuestamente una doble vida “por coherencia deberían revelarse”, ya que “nadie los obliga a seguir siendo curas, aprovechando exclusivamente de los beneficios” que conlleva esa condición, afirmó la Diócesis de Roma tras conocerse la investigación.
“Quienes conocen la Iglesia de Roma, donde viven también varios centenares de curas provenientes de todo el mundo -que estudian en sus universidades pero no forman parte del clero romano ni están empeñados en su pastoral- no se reconocen para nada en la conducta de estos expertos de la ‘doble vida’, que no han comprendido lo que es el sacerdocio católico”, aseguró en una nota.

Fuente: Perú21.

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Trapecio Amazonico

La frontera del Perú con Colombia y Brasil
Sueños de Dios en la frontera
Por: Nelly Luna Amancio
Detrás de la historia de conversión de un israelita hay siempre un sueño. Una revelación onírica que lo convence. Martín Muñoz, el pelilargo, barbado y enjuto seguidor de Ezequiel Ataucusi que está sentado en su casa de Islandia (sobre el río Yavarí, más cerca de Brasil que del Perú, por un caprichoso cambio en el cauce), tuvo también su propio sueño. Un día de 1990, en Pisco, escuchó que alguien lo llamaba: “Pensé que llamaban a otro, pero más adelante otra vez: Martín, Martín”. Dice que era la voz de un hombre. “Supe que era la voz de Dios”.
Martín habla con la calma de un sacerdote y la voz de un locutor de radio romántica. Su casa, como la del resto en Islandia, es de madera y está elevada sobre el río. Tiene una tiendita en la que vende discos de video variados, desde la gesta israelita en la Amazonía hasta películas ganadoras del Óscar y algunas telenovelas. Sobre la mesa principal de su sala se luce un cuadro con la imagen de Ezequiel y Jonás Ataucusi, el sucesor.
Martín se concentra y clava la mirada en un punto fijo. El día que escuchó esa voz abandonó su empleo de “engañador” de perfumes -se hacía pasar por puertorriqueño para vender colonias “dizque” importadas- y se entregó a las palabras de Ezequiel. Su fe no movió montañas, las atravesó. En 1992 viajó a Cerro de Pasco, luego a Pucallpa, después a Iquitos y finalmente al Yavarí, para llevar a la práctica lo que su maestro explicaba en la teoría: “Las fronteras vivas, la colonización de las fronteras”. No era solo un acto de fe, también un proyecto político.
Fue uno de los más de seis mil feligreses de la Misión Israelita del Nuevo Pacto Universal que en 1993 poblaron la Amazonía convocados por Ezequiel Ataucusi Gamonal, fundador del grupo y entonces presidente del FREPAP. Martín vendió lo poco que poseía en Pisco, se despidió de sus amigos y se aventuró por la agreste selva, a buscar su tierra prometida. Muchos se fueron a Alto Monte, otros a Caballococha, en la frontera con Colombia y Brasil. Iqueños, puneños, limeños y norteños dejaron sus empleos, se mudaron a Loreto, cultivaron la tierra, enfrentaron las lluvias, lucharon contra los mosquitos, soportaron calores. “Me sentía Tarzán”.
Son las 7 a.m. en Caballococha, la capital de la provincia más extrema de Loreto. Las calles lucen desoladas. En la selva la gente se levanta un poco más tarde a pesar de que amanece más temprano. Las tiendas están cerradas y en el puerto dos policías se llevan detenido a un joven (dicen que asesinó a alguien en un ajuste de cuentas). El cielo está nublado: hay cierta tristeza en la Amazonía cuando el cielo de tiñe de gris, pero la gente que ingresa a esta hora al templo israelita sonríe.
El culto empieza siempre con la misma y drástica puntualidad. Tules de colores cubren los largos cabellos de las mujeres, ellas usan faldas largas y van con rostros limpios, sin maquillaje. Ingresan al templo, se acomodan al lado izquierdo. Una familia entra, la mujer carga a un niño, el hombre se sienta a la derecha, ella envía al hijo con él, el niño apenas puede caminar pero debe ir con el padre, aunque no quiera y llore. Ellos siempre se sientan a la derecha, ellas a la izquierda. La disciplina es sexista entre los israelitas.
El encuentro se inicia con una canción de tono marcial. Una niña grita detrás. Parece poseída, cierra los ojos, levanta y agita sus manos, mueve la cabeza de un lado a otro. “Soy feliz, soy feliz, contigo soy feliz”. Su canto se prolonga durante largos 25 minutos. Hay que permanecer de pie todo ese tiempo. El canto termina y todos aplauden. La niña poseída puede relajar sus músculos. El pastor coge el micro: “Hermanos, anoche tuve un sueño”. Otra vez el sueño.
El pastor narra el sueño y lo interpreta: “Se vienen tiempos difíciles”. Sus seguidores creen sin dudar, una señora llora, reza. En eso consiste la fe. “La manera de ver según la fe es cerrar los ojos de la razón”, dijo en el siglo XVIII el científico y político Benjamín Franklin. Tenía razón.
Y Martín Muñoz también la tuvo. Caballococha concentra uno de los grupos más grandes de israelitas. Son cerca de mil y con las comunidades del río Yavarí suman más de 2,500. En toda la provincia Mariscal Castilla superan, dicen, los 20 mil. No sorprendió, por eso, que en las últimas elecciones ganara Gregorio Quispe, representante del FREPAP.
Se llama Ronald Castellanos, tiene la piel tostada, viste de negro y conduce una moto por las calles de Leticia, en Colombia. A cuatro horas de Caballococha, este israelita de extensa cabellera -de 15 años sin cortar y escondida bajo el casco- cuenta que la primera vez que escuchó a Ezequiel Ataucusi estaba en Medellín. El discurso lo conmovió. “Esa noche soñé con él. Me decía que debíamos trabajar la tierra para realizarnos como hombres”. Muy pronto Ronald se embarcó en una odisea que lo llevó a surcar todo el río Putumayo. Navegó durante dos semanas, comiendo lo necesario e intercambiando productos en los mercados israelitas donde el trueque reemplaza al pago.
Ronald se quita el casco y cambia de voz cuando repite que él creía ciegamente en Ezequiel, pero que dudó cuando su maestro no resucitó. “Él lo dijo y no ocurrió, fue un golpe muy duro para mí”. La muerte humanizó a Ezequiel. Pero lo que más inquietó a los israelitas colombianos -explica Ronald- fue la elección de Jonás Ezequiel Ataucusi como sucesor de Ezequiel. “Él no era del movimiento, ni era el mayor”, se queja. Y añade: “Los israelitas peruanos han trastocado la palabra del maestro, en zonas como Caballococha siembran y defienden el cultivo de la hoja de coca”.
Con la muerte del fundador del FREPAP la iglesia israelita se quebró, pero no desapareció. Y los seguidores continuaron su expansión. Su prédica: una lectura exacta y fanática del Antiguo Testamento, un papel postergado para la mujer, el trabajo de la tierra. En Caballococha y Leticia se los ve vendiendo los productos que cultivan. Vestidos con sus túnicas, enfrentando el calor de la selva.
En Caballococha, una hora después de cantos e interpretaciones de sueños, el culto termina. El coro -acompañado por una orquesta de bombo, saxofón, guitarra y trompeta- interpreta el Himno Nacional. Un extraño nacionalismo se respira en este último rincón de la frontera. “Donde la roja y blanca flamea hay un hombre de cabello largo y barba”, dirá el pastor. Voz grave, pies descalzos, túnica de rigor.
En los años setenta fue el colombiano Evaristo Porras quien dominó el tráfico de cocaína en esta parte de la frontera y convirtió a Leticia en la capital de la droga. Con la destrucción de los cárteles de Medellín (Pablo Escobar) y Cali (de los Ochoa), Leticia perdió la posición estratégica que tenía hasta los años 80.
Luego, durante los años 90, el peruano Nelson Flores Collantes, ‘Acuario’, dirigió el tráfico hasta abril del 2007, cuando fue detenido en Leticia. Con ‘Acuario’ en la prisión el brasileño Isauro Porras Dos Santos, alias ‘Gallero’, asume el control de la organización junto al peruano Jair Ardela Michhue, ‘Javier’.
El ilícito negocio prosperó con los años. El tráfico de cocaína y el sembrío de hoja de coca se fueron afianzando hasta que en agosto del 2008 ‘Javier’ ordena asesinar a ‘Gallero’ y monopoliza la comercialización de droga. El siguiente mes, en una operación conjunta de las fuerzas policiales y armadas de Brasil, Colombia y Perú, ‘Javier’ es abatido y es trasladado a un hospital de Iquitos.
Inexplicablemente, ese mismo año, cuando la justicia brasileña solicitaba su extradición, la jueza loretana Elena Vázquez de Iquitos ordena su liberación. ‘Javier’ sale libre y ordena el asesinato de los supuestos traidores. La violencia se desata en las comunidades.
Perú: ¿mayor productor mundial de coca y amapola en el 2013?
La expansión de los cultivos ilegales genera también una creciente dependencia, provocando un riesgo latente de una ‘cocalización’ de la economía en determinadas regiones.
Por Cecilia Niezen- América Economía
Para ser una comunidad nativa perdida en la frontera con Colombia, la vida en Cushillococha, a 15 minutos de Caballococha (Loreto), es bastante inusual. Los electrodomésticos de última generación y los televisores con cable son una visión común en las casas de la comunidad –agudo contraste con la pobreza de otros poblados nativos de la selva. “Hasta la década de los noventa, Loreto era solo una zona de paso en las redes de la coca. Hoy es una zona donde se cultiva hoja de coca y hay pozas controladas por las mafias del narcotráfico. En el caso de Cushillochocha, es la etnia Ticuna la que domina todo esto”, sostiene Jaime Antezana, testigo del escenario descrito.
Así, mientras las autoridades centran su atención en zonas cocaleras como el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE), los Cushillococha tienen el potencial de multiplicarse por el Perú. Y es que el cultivo ilícito de la hoja de coca se desparrama por regiones cada vez más alejadas de los núcleos cocaleros tradicionales. Este fenómeno, junto con la creciente ‘cocalización’ de algunas economías regionales del país, conforman las tendencias más alarmantes que los especialistas en narcotráfico vienen detectando en los últimos años.
De acuerdo con Fabián Novak, ex Viceministro de Políticas para la Defensa del Ministerio de Defensa del Perú, si bien la expansión de la coca a nuevos territorios es todavía un fenómeno marginal, ya está claro que se trata de una peligrosa tendencia. “Desde el año 2005, los cultivos ilegales de hoja de coca vienen creciendo sostenidamente en nuevas zonas”, dice. En su opinión, el riesgo es alto: que el Perú se convierta en otra Colombia, en donde los sembríos de coca no se concentran en unos cuantos puntos, sino que se hallan dispersos por casi todo el territorio, con todos los efectos negativos que ello conlleva.
Entre las regiones que registran un índice más alto de expansión en el cultivo ilícito de coca están Loreto, Pasco, Amazonas y La Libertad. No se trata necesariamente de grandes extensiones, pero la tendencia al crecimiento sí es clara. En Loreto, por citar un ejemplo, las 100 hectáreas sembradas en 2004 se habían convertido en 700 para 2008 –un área todavía pequeña pero que representa un crecimiento del 600%.
La lectura de Jaime Antezana es más apocalíptica que la de Novak. De acuerdo con él, el crecimiento de los cultivos ilegales en las cuatro regiones señaladas es exponencial, muy por encima del promedio nacional (4,5%), y todo apunta a que en 2010 tal tendencia se mantendrá o se acelerará. “De seguir así, en 2013 el Perú puede arrebatarle a Colombia el primer lugar a nivel mundial en producción de hoja de coca”.
Para el ex Viceministro Novak, esta difícil coyuntura se ha generado debido a una clara estrategia del narcotráfico, que consiste en fomentar nuevas áreas de producción, abriendo frentes en distintos puntos del territorio. “En esas condiciones la lucha antidrogas se torna mucho más difícil”, dice.
El economista Hugo Cabieses, por su parte, opina que la “dispersión del negocio” es consecuencia de las ineficaces políticas gubernamentales de erradicación de cultivos, que no plantean alternativas reales y sostenibles para los agricultores de las zonas cocaleras sumidos en la pobreza. Vale decir, ante la ausencia de una estrategia de desarrollo social y productivo, no es difícil adivinar el camino que pueden seguir muchos campesinos.
Una tercera opinión es la de Jaime García, catedrático de la Universidad de Lima y especialista en el tema. Para él, los programas de interdicción colombianos generarían una fuerte presión hacia la frontera con el Perú, situación que podría estar impulsando el traslado de cultivos hacia el lado peruano del Putumayo. “No se ha detectado una presencia activa de los narcotraficantes colombianos en territorio peruano, pero en la medida que la lucha contra las drogas en Colombia tenga éxito y el Perú no actúe de forma efectiva, no podemos descartar que ocurra”, sostiene.
Los expertos coinciden en señalar que los problemas que trae consigo la dispersión son muchos y el riesgo de no detenerla es reproducir a escala nacional lo que sucede hoy en el VRAE, zona dominada por los narcotraficantes y terroristas y donde en los últimos 15 meses unos 40 militares y policías han sido asesinados.
Además, en los tiempos que corren, la expansión del narcotráfico puede ir de la mano de su contraparte o aliado, el terrorismo. “A una dispersión de cultivos y del negocio del narcotráfico le corresponde la de Sendero Luminoso. Mientras el gobierno se acuartela y convierte en blanco fijo a los senderistas del VRAE y el Alto Huallaga, estos se han vuelto un blanco móvil. Cualquier manual de guerra dice que para el atacante es mejor enfrentarse a un blanco fijo que uno móvil”, sostiene Cabieses.
Economía de la coca. La expansión de los cultivos ilegales de hoja de coca genera también una creciente dependencia de las economías regionales, en desmedro de otras actividades formales y lícitas. En otras palabras, existe el riesgo latente de una ‘cocalización’ de la economía en determinadas regiones, si no se resuelve el problema. “Cushillococha es un ejemplo de ello”, dice Antezana.
El informe del Instituto de Estudios Internacionales (IDEI), de la Universidad Católica, denominado Mapa del Narcotráfico en el Perú, resalta los fuertes impactos de esta actividad en la agricultura. Menciona el incremento del costo de la mano de obra en épocas de cosecha, la distorsión de precios de tierras y de productos como el café, el algodón y el arroz, así como la contaminación de los suelos y ríos con insumos químicos. Efectivamente, como señala Jaime García, los cultivos ilegales y el lavado de activos provocan un efecto negativo sobre aquellos que sí son legales.
Antonio Cornejo, asesor técnico de CONVEAGRO, concuerda, y expresa su abierta preocupación por la complicada situación de sembríos como el arroz o el café, en los que el impacto del narcotráfico se está dejando sentir cada vez más. “El jornal de cultivo de hoja de coca es mucho mayor que el del café y por eso hay zonas donde casi no hay gente para la cosecha cafetalera”.
Cornejo señala que esta situación también se da en el sector arrocero. En ambos casos, los productores lícitos o bien pierden mano de obra o deben pagar más para retenerla (lo que muchas veces resulta imposible), con la consecuente pérdida de competitividad en el negocio y la dramática reducción de sus márgenes de ganancia.
Esta situación deriva en un círculo vicioso que, poco a poco, va aumentando la dependencia de las economías con respecto a la coca –un fenómeno que el ex Viceministro Novak denomina la “narcotización de las economías agrarias”. El fenómeno ya afecta regiones enteras. En Ayacucho, el 70% del valor bruto agrario proviene del narcotráfico. Y en el Cusco y Huánuco, el 28% y el 47% del PIB agrario, respectivamente, provienen de este cultivo ilícito. “En la medida en que las regiones son permisivas y el cultivo de hoja de coca pasa a ser el principal producto regional agrario o el motor de la economía, se abre paso la narcotización de la economía”, dice Fabián Novak.
Esta dependencia, opinan los expertos, no rompe el círculo de pobreza y, es más, añade los lastres característicos del narcotráfico: inseguridad, corrupción y violencia. Frente a esta situación, expertos como Antezana remarcan la importancia de actuar de manera temprana para que el narcotráfico no se enraíce en la economía local y regional. De otra parte, es preciso no focalizar la lucha contra el narcotráfico únicamente en el VRAE y el Huallaga. Por último, parece claro que se necesitan cambios urgentes en las tareas de erradicación y sustitución de cultivos, en vista de que la estrategia oficial parece no haber funcionado como se esperaba.
Un caso aislado, pero que podría ser un ejemplo exitoso en la lucha contra el narcotráfico es el de la Región San Martín, donde se han logrado reducir sostenidamente los cultivos de hoja de coca, así como su peso en esa economía. El cultivo pasó de 28,600 has. en 1992 a 4,901 en 2000 y 321 en 2008.
La base de la experiencia de San Martín ha sido la promoción de cultivos alternativos a la hoja de coca en la zona, como el café, el cacao, el palmito o la palma aceitera, entre otros productos. No obstante, opina Antezana, estos programas no funcionan solos. Requieren de la presencia del Estado a través de inversión permanente en infraestructura, salud y educación. Asimismo, los expertos en el tema opinan que un modelo así solo funciona en paralelo al trabajo de interdicción y erradicación de cultivos.
Lamentablemente, el discurso anti narcotráfico propalado desde el Estado, no ha sido traducido en una acción efectiva que provea resultados positivos. Justamente una de las últimas medidas del gobierno tiene que ver con el Plan de Impacto Rápido 2010, ya incluido en la Ley Nacional de Presupuesto de este año, que destina aproximadamente S/94 millones a la lucha contra el narcotráfico. Esta suma duplica o incluso triplica las cifras destinadas por este concepto en 2007 y 2008, por lo que esta partida ha sido recibida, por algunos analistas entrevistados, como una buena señal, tomando en cuenta la reducción de la cooperación internacional para la lucha contra el narcotráfico durante el año pasado.
Pero el éxito del uso de estos fondos dependerá de las capacidades regionales y locales para enfrentar el problema. Es precisamente este liderazgo regional el que los expertos juzgan esencial. “La política antidrogas debe ser nacional, pero eso no significa que las autoridades locales se crucen de brazos viendo qué pasa”, dice Novak. “Si de las regiones involucradas no nace una genuina preocupación por plantear soluciones integrales y llevarlas a cabo –cultivos alternativos tempranos, políticas de interdicción y erradicación bien pensadas-, no será mucho lo que se pueda avanzar en limpio”.
Claramente el Perú está lejos de ser un narco-Estado. Pero con el crecimiento de las áreas cultivadas por diferentes puntos del territorio corre el riesgo de convertirse en uno. Por lo pronto, el hecho de poder desplazar a Colombia como primer productor de hoja de coca en el mundo ya es un galón que ciertamente ningún país llevaría con orgullo.

Transformaciones religiosas en Lima Este (II)

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Capilla Caja de Agua Cerro San Cristobal

Diócesis de Chosica
La Vicaría III, que comprende las 12 parroquias del distrito de San Juan de Lurigancho.
1. San Cristóbal (Caja de Agua); a cargo de los padres Sacramentinos.
2. San Juan Bautista (Urb. Zárate); bajo la responsabilidad de los Misioneros de la Reconciliación del Señor de los Milagros.
3. San Benito (Urb. Las Flores); a cargo de la Orden Carmelita de María Inmaculada.
4. El Señor de la Esperanza (Huáscar); bajo la responsabilidad de los padres de la Santa Cruz.
5. Cristo Liberador (Cooperativa Mariategui), bajo la responsabilidad de los padres de San Columbano.
6. Nuestra Señora de la Paz (Cruz de Motupe, Montenegro), a cargo de los padres de San Columbano.
7. La Buena Nueva (Mariscal Cáceres); a cargo del Instituto Español de Misiones Extranjeras.
8. Jesús, Vida y Paz (Asociación de Vivienda El Porvenir); a cargo del Instituto Español de Misiones Extranjeras.
9. San Ignacio de Loyola (AA.HH. Santa Maria); bajo la responsabilidad de la Unión Sacerdotal Lumen Dei.
10. San Marcos; a cargo de sacerdotes diocesanos.
11. Virgen de la Evangelización (Campoy).
12. San Gregorio Magno (Mangomarca).
La Vicaría IV, que comprende las parroquias agregadas por Decreto de la Sagrada Congregación de los Obispos del 06 de julio del 2001, pertenecientes anteriormente a la Prelatura de Yauyos:
1. María Inmaculada Concepción (Ricardo Palma y San Mateo de Otao), a cargo de los Misioneros de los Santos Apóstoles.
2. Santa Eulalia; que abarca los distritos de la Cuenca del Río Santa Eulalia (San Antonio, Huachupampa, Laraos, Huanza, Carampoma, San Juan de Iris y San Pedro de Casta, Callahuanca), a cargo de los padres de Santa María de las Montañas.
3. San Juan Bautista, en la cuenca del río Rímac (Matucana, Surco, San Bartolomé, Santa Cruz de Cocachacra).
4. San Mateo de Huanchor; bajo la responsabilidad de sacerdotes diocesanos.
La diócesis es una institución antigua y fundamental que proviene de los Apóstoles. Reúne los ministerios del episcopado, presbiterado y diaconado; uniéndolos a las demás Iglesias en la comunión jerárquica. Todo cristiano es miembro de una diócesis ya sea por su domicilio, residencia o pertenencia a un grupo determinado (movimiento, asociación); en ella recibe los servicios espirituales necesarios y puede realizar su vocación.
La diócesis es la comunidad de los fieles presidida por un obispo asistido por un presbiterio -conjunto de los sacerdotes diocesanos y no diocesanos que ejercen una misión en la diócesis- y por los diáconos. El territorio no debe ser demasiado grande ni demasiado pequeño, para que el obispo pueda realizar normalmente su ministerio pastoral, mediante la visita y el encuentro directo con los sacerdotes y fieles. El sínodo diocesano agrupa a los representantes diocesanos en una gran asamblea.
La diócesis está simbolizada por la sede catedral, que se refiere a la Iglesia diocesana y al ministerio del obispo, es la madre de las demás iglesias de la diócesis. En la Diócesis de Chosica se ubica en Huaycán. El obispo ejerce en ella su misión santificadora, presidiendo las grandes fiestas y celebrando las ordenaciones. La fiesta litúrgica de su consagración –dedicación- se celebra en toda la diócesis de Chosica: San Martín de Porres.
La dimensión misionera -pastoral- de la diócesis tiene por destinataria a toda la población que habita en su territorio, incluyendo a los no católicos e incluso a los no creyentes. La demarcación de una diócesis corresponde a una política, sin perder por ello su originalidad espiritual.
El obispo representa a la diócesis en la Conferencia Episcopal –que agrupa a los prelados de un mismo país-, y en los Concilios Ecuménicos. La diócesis forma parte de una provincia eclesiástica presidida por el arzobispo metropolitano, algunas de las cuales son sede de un primado honorífico. El obispo anima y coordina la pastoral diocesana mediante el consejo presbiteral –que representa al presbiterio en el gobierno de la diócesis- y el consejo pastoral, que incluye a los fieles según categorías y comunidades.
El obispo rinde cuentas de su ministerio pastoral a la Santa Sede en la visita ad limina que realiza cada cinco años en forma conjunta o colegiada con otros prelados de su país, como parte de una peregrinación a las tumbas de San Pedro y San Pablo en Roma. Es recibido por el Papa y visita a los principales dicasterios de la curia romana.
El Censo Nacional realizado en el Perú en 1993 presenta información estadística sobre la religión que profesa la población peruana utilizando cinco categorías: Católica, Evangélica, Otra religión, Ninguna y No especificado. Estas categorías son muy amplias y poco explicativas del fenómeno religioso en el Perú, pero podemos especificarlas internamente. Manuel Marzal y Harold Bloom contribuyen a la precisión de las categorías utilizadas por el INEI en los Censos Nacionales.
1. Catolicismo pluralista, en sus diversos matices: cultural, popular, carismático, sincrético, secular.
2. Evangélicos, que incluye Iglesias transplantadas por la emigración de protestantes europeos: luteranos, anglicanos; Iglesias evangélicas: metodistas, evangélicos peruanos, presbiterianos, bautistas, alianza cristiana y misionera; Iglesias pentecostales, asambleas de Dios; e Iglesias escatológicas postcristianas: adventistas, mormones, testigos de Jehová.
3. Otras religiones, fuera de la tradición cristiana: antiguas religiones autóctonas (etnias de la amazonía, chamanismo); religiones autóctonas de rasgos mesiánicos y escatológicos: (misión israelita del nuevo pacto universal, divina revelación alfa y omega); antiguas religiones importadas: (judíos, budistas –chinos y japoneses- y sintoístas); nuevas religiones: mahikari no wasa, seicho no ie, sokka gakkai, hare krishna, iglesia de moon.
4. Ninguna religión: eclécticos, agnósticos, ateos o no creyentes.
5. No especificado, por falta de información.
El catolicismo en Lima tiene elementos religiosos que proceden de tres grandes horizontes culturales: europeo, indígena americano y africano –en menor proporción -. Los fundamentos de la interculturalidad en el catolicismo limeño fueron colocados en el tercer Concilio provincial (1582-1583), convocado por Santo Toribio Alfonso Mogrovejo –Arzobispo de la ciudad de los Reyes-; al cual asistieron tanto Obispos como clérigos de Quito, Cusco, Santiago de Chile, Tucumán, Paraguay, Río de la Plata y Charcas. Por su importancia este Concilio Limense equivale a la II Conferencia General del Episcopado de Medellín en 1968, que aplicó el Concilio Ecuménico en América Latina.
1.2. Realidad sociopolítica
La Diócesis de Chosica, con apenas diez años de creación, se ubica en la zona Este de Lima. El año 2003, le fueron anexados veinte de los treinta y dos distritos de la Provincia de Huarochirí pertenecientes a la Región Lima. Esta provincia se encuentra ubicada en la parte central y oriental del Departamento de Lima y su extensión territorial es de 5,657.9 Km2 y con una población proyectada al 2007 de 64,532 habitantes y una densidad poblacional de 11 habitantes por Km. Este territorio cuenta con la presencia de ríos con regular caudal como el Rímac, Lurín y Santa Eulalia, y su geografía está dividida por la presencia de altas montañas, con niveles de entre 4,000 y 5,000 msnm.
La convivencia religiosa, social y política en la Diócesis de Chosica ha intensificado la participación de actores en búsqueda de conocer y comprender su compromiso desde diversos ámbitos. La necesidad de mejorar la condición de vida de los miles de pobladores que habitan en dicha zona no es solo material, sino espiritual, orientándolos al encuentro con Dios.
La población durante los últimos 40 años ha bregado por contar con los servicios básicos para tener una vida digna. La población no ha caminado sola, sino que ha estado en colaboración permanentemente con el clero. El clero, que a imagen de Jesús mantiene su compromiso con los más pobres, ha permitido orientar a la población para que ellos puedan resolver sus necesidades, tanto materiales como espirituales. El distrito de San Juan de Lurigancho es el que presenta mayor dinamismo durante las últimas décadas, consolidándose como distrito en la zona este de Lima.
Pobres, emergentes y creyentes
El desarrollo de la comunidad está centrado principalmente en los que tienen menos posibilidades económicas. Además, los alcaldes tienen la obligación de incorporar a la población en los proyectos municipales. Simultáneamente, la comunidad cristiana (ecclesia) da su testimonio, en constante comunión con Jesús, pues en Él radica su compromiso y ejemplo a seguir.
La Diócesis de Chosica tiene una labor importante en consolidar el catolicismo, además de buscar el diálogo con las diversas formas religiosas. La realidad sociopolítica es diversa, en consecuencia, se deben encontrar alternativas participativas para optimizar el sistema representativo.
VICARIA III

Altar Capilla Caja de AguaAltar Capilla Caja de AguaAltar Capilla Cristo PobreAltar Capilla Cristo PobreCapilla Cristo PobreCapilla Cristo Pobre
Capilla San Miguel ArcangelCapilla San Miguel ArcángelCapilla Santa Rosa de LimaCapilla Santa Rosa de LimaCapilla Santa Rosa de MontenegroCapilla Santa Rosa de MontenegroCapilla Santisima TrinidadCapilla Santísima TrinidadCementerio El SauceCementerio El Sauce
Cementerio El Sauce1Cementerio El SauceCementerio El Sauce2Cementerio El Sauce
Centro Pastoral Martires LatinoamericanosCentro Pastoral Mártires Latinoamericanos
Cruz Avenida Wiesse-San Juan de LuriganchoCruz Avenida Wiesse- San Juan de LuriganchoCruz del Camino-San Juan de LuriganchoCruz del Camino- San Juan de Lurigancho
Grupo Oracion rezando alrededor Parque ZarateGrupo de Oración rezando alrededor del Parque en Zárate- SJL
IE Fe y Alegria N-25Institución Educativa Fe y Alegría N°25
Iglesia Pentecostal Unida-Cruz de MotupeIglesia Pentecostal Unida Cruz de Motupe
Iglesia Santos Ultimos Dias-San Juan de LuriganchoIglesia Santos Últimos Días-San Juan de Lurigancho
Iglesia Santos Ultimos Dias-San Juan Lurigancho2Virgen-San Juan de Lurigancho

Laicos Capilla Caja de Agua
Movimiento Misionero Mundial
Parroquia Cristo Liberador
Parroquia Jesus Vida y Paz
Parroquia La Buena Nueva
Parroquia Nuestra Senora de la Paz-Cruz Motupe
Parroquia San Benito-Urbanizacion Las Flores
Parroquia San Cristobal
Parroquia San Juan Bautista de Zarate
Parroquia San Marcos-San Juan de Lurigancho
Parroquia Senor de la Esperanza
Santuario Senor de los Milagros Zarate

VICARIA IV

Capilla San Juan Bautista Chicla
Cruz del Camino Matucana
Cruz Camino Santa Eulalia
Hogar San Pedro Ricardo Palma
IE Parroquial Marcelino Champagnat
Iglesia Santos de los Ultimos Dias
Parroquia Maria Inmaculada Concepcion-Ricardo Palma
Parroquia San Juan Bautista Matucana
Parroquia San Mateo de Huanchor
Parroquia Santa Eulalia
San Josemaria Escriva de Balaguer
Servicio Biblico Catolico Comunidad Nazareth Matucana

Virgen del Carmen MatucanaFuente: Catolicismo intercultural en la diócesis de Chosica. UNMSM.

Juan Julio Witch SJ, sacerdote católico ejemplar

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Juan Julio Wicht SJ

El sacerdote jesuita Juan Julio Witch nació en el distrito de Salaverry, el 18 de abril de 1932. Fue licenciado en filosofía, teología y economía; con doctorado en la Universidad de Harvard. Ejerció la docencia en la Universidad del Pacífico.
El 17 de diciembre de 1996, se llevó a cabo la toma de la residencia del embajador de Japón en Lima, por 14 miembros del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), durante el gobierno de Alberto Fujimori. A los pocos días, el Padre Witch se hizo conocido por su valiosa actuación al decidir quedarse como rehén voluntario a pesar de que los terroristas lo consideraron en la lista de quienes serían liberados. Todos los domingos, el Padre Juan Julio celebraba la Santa Misa para los secuestrados y sus captores.
Sus vivencias fueron volcadas en el libro Rehén voluntario: 126 días en la residencia del embajador del Japón; en el que narra todo lo ocurrido dentro de la sede japonesa.

Sacerdote jesuita Juan Julio Witch

Juan Julio Witch SJ nos dejó el siguiente mensaje: “El viejo dicho castellano dice: soy pobre pero honrado. La honradez de la persona tiene dimensiones: hay que ser honrado consigo mismo, con la familia, con la empresa, con la sociedad, con el Estado y con Dios… En estos tiempos hay toda una campaña contra la corrupción. Se han creado organizaciones internacionales y se organizan congresos para tratar el tema. Sin embargo, tenemos que señalar que las medidas extremas, como las denuncias, multas o la cárcel no evitan la corrupción. La única forma de combatirla es actuando con honradez.
Y actuar con honradez es proceder con integridad según nuestra conciencia. Si creemos en Dios debemos oír y obedecer sus preceptos, de diversos modos, el Señor siempre nos exige honradez”.
Falleció por un coma diabético en Lima, el 12 de marzo de 2010.
“Junto a su familia, damos gracias a Dios por la vida y el gigantesco ejemplo que como jesuita y peruano nos ha dejado Juan Julio en las múltiples facetas de su trabajo como académico y sacerdote, y como amigo. Ojalá que desde la vida en Jesús Resucitado nos inspire en el generoso servicio al país y a la Iglesia”, refiere el Padre Rómulo Franco SJ.
El Cardenal Juan Luis Cipriani expresó su dolor por el fallecimiento del padre Juan Julio Wicht y resaltó su actuación en la toma de la residencia del embajador de Japón, ocurrida en 1997: “Juntamente con la comunidad católica recordamos de manera especial a Juan Julio, un hombre polémico en tantas intervenciones y, por otro lado, esa actuación tan encomiable durante la captura de la embajada de Japón, donde pude conversar con él muchísimas veces durante esos largos cuatro meses”.

¿Qué es el Corán?

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Coran

El Corán es la Palabra de Dios y por lo tanto eterna e increada. Pero, como libro trasmitido por el Arcángel Gabriel y compuesto por letras y palabras, recitadas, tocadas y escuchadas, no es eterno.
En opinión de la mayoría de los eruditos, la palabra qur‘an, es un modo infinitivo del verbo QaRaA, que significa «leer» o «recitar». Por lo tanto, literalmente significa algo recitado añadiendo letras y palabras recíprocamente.
El verbo QaRaA posee otro modo infinitivo, qar‘u, que significa «reunir». Por lo tanto, ciertos estudiosos opinan a su vez que qur’an significa «lo que reúne». Ha sido narrado por ‘Abdullah ibn ‘Abbas que la palabra qur’an en el versículo En verdad nos incumbe a Nosotros reunirlo (en tu corazón) y permitirte recitarlo (de memoria) (75:17), significa reunirlo y establecerlo en el corazón. Por ello, algunos afirman que ya que el Corán reúne y contiene en sí mismo el «fruto» de las anteriores Escrituras y todo el conocimiento, es nombrado por lo tanto como Qur’an (Corán).
Otros eruditos afirman que la palabra qur’an no deriva de ninguna otra. Es el nombre propio concedido al Libro que Dios, ensalzada sea Su Majestad, envió a Su Último Mensajero, la paz y las bendiciones sean con él. Imam Shafi’i sostiene dicha opinión (Abu’l-Baqa, 287; Raghib al-Isfahani 402; as-Salih [traducido], 15-18).
El Corán es la Palabra de Dios y por lo tanto eterna e increada. Pero, como libro que fue trasmitido al Profeta por el Arcángel Gabriel y compuesto por letras y palabras, recitadas, tocadas y escuchadas, no es eterno (Çetin, 30-32).
La definición general del Corán es la siguiente: El Corán es la Palabra milagrosa de Dios revelada al profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, anotado sobre hojas y transmitido a las generaciones sucesivas por numerosos canales de transmisión dignos de confianza, y cuya recitación es un acto de veneración y una obligación durante las Oraciones diarias (Karaman, 63).
El Corán describe algunas de sus características del modo siguiente:
El mes de Ramadán (es el mes) en el cual se hizo descender el Corán como guía para la humanidad y como verdades claras de la Guía y el Criterio (entre la verdad y la falsedad) (2:185).
Y este Corán no es tal que posiblemente pudiese haber sido inventado por alguien atribuyéndoselo a Dios, sino que es (un Libro Divino en) confirmación de (el origen Divino y de las verdades que aún contienen) las Revelaciones anteriores al mismo y una explicación de la Esencia de todos los Libros Divinos —en donde no hay lugar para la duda— proveniente del Señor de los mundos (10:37).
Lo hemos hecho descender como un «qur’an» (discurso) en lengua árabe para que podáis reflexionar (sobre sus significados y sus términos) y comprender (12:2).
Este Corán ciertamente guía (en todo asunto) a lo más justo y recto, y proporciona a los creyentes que obran bien y con rectitud buenas nuevas de que tendrán una enorme recompensa (17:9).
Y en verdad (revelándolo a través del lenguaje humano) hemos hecho fácil el Corán para la remembranza (de Dios, y prestar atención), entonces ¿hay alguien que recuerde y preste atención? (54:17)
Sin lugar a duda, es el más honorable Corán (recitado) bien guardado en un Libro (56:77-78).
El Corán posee otros títulos, cada uno de los cuales lo describe en uno u otro de sus aspectos y que por lo tanto puede ser considerado como uno de sus atributos. Algunos de estos títulos son: el Libro, el Criterio, la Remembranza, el Consejo, la Luz, la Guía, la Cura, el Noble, la Madre de los Libros, la Verdad, la Amonestación, la Buena Nueva, el Libro Paulatinamente Revelado, el Conocimiento, el Claro (Çetin, 32-36).
El Corán tiene como fin guiar a todas las personas hacia la verdad y alberga cuatro propósitos principales: demostrar la existencia de Dios y Su Unidad; establecer la Misión Profética; probar y dilucidar la vida después de la muerte en todos sus aspectos y dimensiones; y promulgar la devoción a Dios y los puntos esenciales de la justicia. Los versículos del Corán hacen hincapié principalmente en esos temas. En base a esos aspectos, en el Corán se dan: los principios de la creencia, las reglas que rigen la vida humana, información detallada sobre la Resurrección y la vida después de la muerte, preceptos relativos a la veneración a Dios, valores morales, información directa o indirecta sobre ciertos hechos científicos, los principios relativos al surgimiento y a la decadencia de las civilizaciones, esbozos sobre la historia de las naciones de antaño, etc. El Corán es asimismo una fuente de cura. Su aplicación en la vida proporciona un remedio para casi todas las enfermedades psicológicas y sociales. Es a su vez la base de diversos tratados del conocimiento: Contiene una cosmología, una epistemología, una ontología, una sociología, una psicología y una ley. Fue revelado para regular la vida humana en el mundo. No está limitado a una época, un lugar o un pueblo determinados. Es para todos los tiempos y gentes. El profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean con él, declaró: El Corán es más digno de alabanza para Dios que los Cielos y la Tierra, y aquellos que los habitan. La superioridad del Corán sobre el resto de las palabras y discursos es como la superioridad de Dios sobre Sus criaturas (at-Tirmizi, «Fadail al-Qur’an» 25).
El Corán es un decreto definitivo que discierne entre la verdad y la falsedad. No es un pasatiempo. Quienquiera que lo rechace a causa de su despotismo, Dios le humillará. Contiene la historia de las naciones del pasado, nuevas sobre aquellos que os sucederán en un futuro y un criterio sobre vuestros desacuerdos. Todo aquél que busque orientación y consejo en algo diferente del mismo, Dios le desviará. Es la más firme cuerda de Dios, la sabia instrucción, el Camino Recto. Es un Libro que los deseos no pueden desviar ni las lenguas pueden confundir; y del que los eruditos nunca se hastían. Nunca se derrocha ni se disipa al ser repetido, y contiene innumerables aspectos admirables. Se trata de un Libro del que no pudieron nada más que decir:
«Ciertamente, hemos escuchado un Corán maravilloso que guía hacia aquello que es correcto en la creencia y la acción y de este modo, hemos creído en él». Todo aquél que hable basándose en dicha Escritura dirá la verdad; quien juzgue por medio del Corán juzgará con justicia; y quien invite a él invitará a la verdad (at-Tirmizi, «Zawab al-Qur’an», 14).
Concluiremos este asunto con la definición del Corán por parte de Bediüzzaman Said Nursi, ilustre erudito musulmán que inició un movimiento de restauración islámico en Turquía durante la primera mitad del S. XX: El Corán es la traducción eterna del gran Libro del Universo y el traductor imperecedero de las diversas «lenguas» en las que las Leyes Divinas de la creación y el funcionamiento del Universo están «grabados»; el intérprete de los libros del mundo visible y material y del Mundo de Lo Oculto; el descubridor de los tesoros inmateriales de los Nombres Divinos ocultos en los Cielos y en la Tierra; la llave de las verdades que subyacen bajo los acontecimientos; la Palabra de la lengua del Mundo de Lo Oculto en el mundo visible y material; el tesoro de los favores del Misericordioso y el eterno discurso del Glorioso que proviene del Mundo de Lo Oculto a través del velo de este mundo visible; el Sol de los mundos espirituales e intelectuales del Islam, así como su fundamento y plan; el mapa sagrado de los mundos del Más Allá; el expositor, el lúcido intérprete, la prueba locuaz y el claro traductor de la Esencia, los Atributos, los Nombres y los Actos Divinos; el educador e instructor de los humanos así como agua y luz del Islam, que es la verdadera y más grande humanidad; la verdadera sabiduría de la humanidad y la verdadera guía hacia su felicidad.
Para la humanidad, es un Libro de leyes, de oración, de sabiduría, de veneración y servicio a Dios, mandamientos e invitación, invocación y reflexión. Es un Libro santo que contiene libros para todas nuestras necesidades espirituales; un Libro celestial que, como una biblioteca sagrada, contiene numerosos fascículos de los que todos los santos, eminentemente veraces, eruditos puros y discernidores y todos los bien versados en el conocimiento de Dios han derivado sus propias sendas particulares, iluminando cada camino y respondiendo a las necesidades. Proveniente del Supremo Trono de Dios, originado en Su Grandioso Nombre y emanado del rango más completo de cada Nombre, el Corán es la Palabra de Dios en cuanto que es el Señor de los Mundos, y Su Decreto en cuanto que es Poseedor del título de Deidad de todas las criaturas. Es un discurso en el Nombre del Creador de los Cielos y la Tierra; una disertación desde la perspectiva del absoluto Señorío Divino; y un sermón eterno en nombre de la universal Soberanía del Supremo Glorificado. Es también un registro de los favores del Misericordioso desde el punto de vista de la Misericordia que todo lo abarca; una colección de mensajes, algunos de los cuales comienzan con una cifra; y un libro santo que habiendo descendido desde el círculo envolvente del Supremo Nombre Divino, vigila y vela por el círculo que envuelve Su Supremo Trono. Por todo ello, el título de «Palabra de Dios» ha sido (y siempre será) otorgado al Corán. Tras el Corán, vienen las Escrituras y las Páginas (o Manuscritos arrollados) enviados a otros Mensajeros. Al igual que el resto de incontables Palabras Divinas, algunas de ellas son conversaciones en forma de inspiraciones que llegan como manifestación de un aspecto particular de la Misericordia Divina, la Soberanía y el Señorío bajo un título determinado y con un sentido particular. Las inspiraciones que tienen los ángeles, los humanos y los animales varían en gran medida respecto a su universalidad o particularidad.
El Corán es un libro celestial que contiene en síntesis las Escrituras reveladas a los anteriores Profetas en distintas épocas; el contenido de los tratados de todos los santos con sus diferentes temperamentos; los libros de los purificados eruditos, cada uno de ellos siguiendo una senda propia; y los seis aspectos por los cuales son brillantes y absolutamente libres de oscuras dudas e ideas fantásticas; cuyo punto de apoyo es, con certeza, la Revelación Divina y la eterna Divina Palabra, cuyo propósito es evidentemente la eterna felicidad y cuyo interior es ostensiblemente la pura guía. Está rodeado y sustentado: desde arriba, por las luces de la fe; desde abajo, por la prueba y la evidencia; a la derecha por la sumisión del corazón y la consciencia; y a la izquierda por el reconocimiento de la razón y otras facultades del intelecto. Su fruto es, con toda certeza, la misericordia del Misericordioso y el Paraíso. Y ha sido aceptado y promovido por los ángeles y por innumerables personas y genios («yinn») a lo largo de los siglos [The Words, («Las Palabras»), «La 25ª Palabra», págs. 388-389].

Fuente: www.webislam.com

Osama Bin Laden

Osama Bin Laden
Nada de montañas lejanas ni cuevas en tierra nadie. Casi diez años después de la ofensiva terrorista del 11 de setiembre, una operación de comandos encabezada por la CIA ha conseguido eliminar a Osama Bin Laden en una exclusiva mansión situada a unos 65 kilómetros de la capital paquistaní de Islamabad. El presidente Obama ha confirmado la muerte del terrorista más buscado en el mundo a través de un discurso especial desde la Casa Blanca, en torno a la cual se ha congregado una espontánea multitud de miles de personas.
De acuerdo a las explicaciones ofrecidas por Obama, los servicios de inteligencia de Estados Unidos llevaban desde el mes de agosto siguiendo una pista sobre el paradero del líder de Al Qaida. Tras una serie de indicios confirmados la semana pasada, un pequeño grupo de agentes americanos asaltó la vivienda ubicada en la localidad paquistaní de Abbottabad. Durante la incursión en la casa valorada en más de un millón de dólares, Osama Bin Laden habría recibido al menos un disparo en la cabeza.
La eliminación del líder de Al Qaida es el desenlace más cómodo y deseado por el gobierno de Estados Unidos. Sobre todo ante todos los enormes problemas y críticas que viene arrastrando tanto la prisión extrajudicial de Guantánamo como el sistema de juicios militares especiales contra terroristas instituido por la Administración Bush tras el 11 de setiembre.
El presidente Obama ha destacado los esfuerzos para evitar bajas civiles durante esta selectiva operación. Además de alabar “la extraordinaria valentía y capacidad” demostrada por los comandos de Estados Unidos, cuyos miembros no han sufrido ninguna baja. Según ha señalado Obama, los efectivos americanos “después de un tiroteo, mataron a Osama Bin Laden y tomaron custodia de su cadáver“.
De acuerdo a los detalles facilitados por altos cargos del gobierno de Estados Unidos, la operación “de precisión quirúrgica” ha demorado cuarenta minutos. La incursión ha sido realizada con ayuda de helicópteros y efectivos especializados. Además de la muerte de Bin Laden, han perdido la vida otros tres adultos, incluido uno de los hijos del líder.
El complejo que ocupaba Osama Bin Laden en la zona de Abbottabad, una especie de adinerado enclave residencial a las afueras de Islamabad, contaba con dos puertas de seguridad y muros de tres metros de alto recubiertos por alambres de espino. Pero sin embargo, la mansión carecía de líneas de teléfono o servicio de internet. Para su localización habría resultado clave el rastro de un correo de confianza utilizado por el líder de Al Qaida, quien desde su salida de Afganistán venía evitando por razones obvias el uso de medios de comunicación electrónicos.
La operación en curso no había sido compartida con ningún país aliado, ni si quiera con el gobierno de Pakistán para evitar filtraciones. Una vez completada con éxito, Washington sí que ha informado al gobierno de Islamabad, convertido desde el 11 de setiembre en uno de los mayores perceptores de ayuda exterior de Estados Unidos para incentivar su colaboración en la lucha contra Al Qaida. Con un presupuesto estimado en 20,000 millones de dólares.
Las tropas especiales de Estados Unidos a cargo de la incursión se han llevado el cuerpo de Bin Laden. A partir de ahora, los esfuerzos de la CIA se van a concentrar en el “número dos” de Al Qaida, el egipcio Ayman al-Zawahri.
El presidente Obama ha recordado que al poco de llegar a la Casa Blanca insistió a los servicios de inteligencia de Estados Unidos para que la captura de Osama Bin Laden -vivo o muerto- se convirtiera en una prioridad de la lucha contra Al Qaida. Entre implícitos reproches políticos de que ese objetivo había sido relegado a un segundo plano por la invasión de Irak.
Obama también ha justificado este desenlace como un merecido final a la impunidad de la que ha venido disfrutando el líder de Al Qaida, a pesar de su responsabilidad en el 11 de setiembre. Ofensiva terrorista que el presidente ha calificado como “el peor ataque en nuestra historia contra el pueblo de Estados Unidos“, con el resultado de 3,000 muertos que han dejado “un enorme vacío en nuestros corazones“.
El presidente Obama también ha sido el primero en argumentar que el final de Osama Bin Laden, a pesar de su valor como líder y símbolo terrorista, no debe interpretarse como el final de la amenaza del integrismo islámico. Según Obama: “La muerte de Bin Laden supone el logro más significativo hasta la fecha de los esfuerzos de nuestra nación para derrotar a Al Qaida. Pero su muerte no supone el final de nuestros esfuerzos. No hay duda de que Al Qaida continuará intentando ataques contra nosotros“.
Recordando las advertencias realizadas en su día por el presidente Bush, Obama ha reiterado que “Estados Unidos no se encuentra -y nunca se encontrará- en guerra contra el Islam“. Según el actual ocupante de la Casa Blanca, “Osama Bin Laden no era un líder musulmán, era un asesino en masa de musulmanes” y su desaparición “debe ser bienvenida por todos los que creen en la paz y la dignidad humana“.
Ante el temor a posibles represalias, la Administración Obama está ordenando un aumento de sus niveles de seguridad dentro y fuera de Estados Unidos. El Departamento de Estado ha advertido específicamente a los ciudadanos americanos en el extranjero sobre una potencial multiplicación de “violencia anti-americana”
Al Qaida: «La guerra santa continuará»
Un comunicado colgado en un foro yihadista cercano a la red terrorista Al Qaeda aseguró que la guerra santa contra los infieles continuará y que la muerte de su líder, Osama bin Laden, no será llorada. La nota ha sido colgada en la página web “Ansar al Muyahidín“, en la que suelen aparecer comunicados de Al Qaeda y grupos afines.
Decimos a (Barack) Obama que no vamos a llorar a Osama, no vamos a estar tristes por su muerte, no vamos a aceptar el luto por él, no vamos a escribir elegías y os vamos a dejar algunos días para celebrarlo y después reanudaremos la guerra islámica contra la herejía“, afirma el comunicado, firmado por Husein bin Mahmoud, un seguidor de Al Qaeda.
Fuente: Diario ABC Internacional.
Pensamiento único
El concepto de pensamiento único fue descrito por primera vez por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer en 1819 como aquel pensamiento que se sostiene a sí mismo, constituyendo una unidad lógica independiente – por más amplio y complejo que sea – sin tener que hacer referencia a otras componentes de un sistema de pensamiento. En 1964 el filósofo freudomarxista y miembro de la corriente crítica denominada escuela de Frankfurt, Herbert Marcuse describió un concepto similar que él denominó pensamiento unidimensional, en el contexto la crítica de la ideología de la sociedad tecnológica avanzada. Para Marcuse este tipo de pensamiento es el resultante del «cierre del universo del discurso» impuesto por la clase política dominante y los medios suministradores de información de masas: «Su universo del discurso está poblado de hipótesis que se autovalidan y que, repetidas incesante y monopolísticamente, se tornan en definiciones hipnóticas o dictados» (1).
En el mismo sentido y con un significado similar al de Marcuse, pero volviendo al adjetivo de original de «único», el concepto es reintroducido en la última década por el periodista español Ignacio Ramonet, quien lo define partiendo de una idea de izquierda anticapitalista: «¿Qué es el pensamiento único? La traducción a términos ideológicos de pretensión universal de los intereses de un conjunto de fuerzas económicas, en especial las del capital internacional» (2).
Su uso se ha extendido posteriormente como fórmula retórica para descalificar las ideas del oponente ideológico, con independencia de su orientación, sugiriendo que el así tachado es «cerrado de espíritu», frente a la «apertura» de quien aplica el calificativo. Esto ha llevado que desde la derecha se haya en ocasiones utilizado contra la izquierda (3).
El término en la obra de Schopenhauer
El primero en definir pensamiento único como unidad conceptual fue el filósofo alemán Arthur Schopenhauer en su obra cumbre y una de las más relevantes del romanticismo alemán: Die Welt als Wille und Vorstellung (El mundo como voluntad y representación). En el sentido que él da al término, «único» más bien denota «unidad» o «integración». Partiendo de la Crítica de la razón pura de Kant Schopenhauer llega a la conclusión de que nuestras representaciones de la diversidad del mundo son la expresión de una unidad, la que Schopenhauer engloba en el concepto de «voluntad». Un pensamiento único es, en el ideario de Schopenhauer, aquel que se autosustenta, que se hace integral en la voluntad: «Un sistema de pensamientos debe tener siempre una trabazón arquitectónica, de suerte que una parte soporte a la otra, más no a la inversa; el fundamento soporta al resto sin ser soportado por él, y la cima es soportada sin que ella soporte ya nada más. En cambio, un pensamiento único, por amplio que sea, debe conservar la más perfecta unidad. Incluso si uno se ve obligado a dividir este pensamiento en partes, se ha de tener buen cuidado en que cada una de esas partes contenga al todo al igual que el todo la contiene a ella, que ninguna parte sea la primera ni ninguna la última, que, para cada una, el todo sea completamente distinto, pero que la más pequeña de ellas no pueda ser plenamente comprendida sin que previamente lo sea el todo» (4).
El concepto en la obra de Herbert Marcuse
Marcuse no se refirió directamente a un «pensamiento único», pero describió un concepto claramente emparentado con el uso más actual del término: el «pensamiento unidimensional».
En su ensayo El hombre unidimensional Marcuse realiza una crítica profunda del estado de la sociedad tecnológica de su tiempo. Describe los mecanismos a través de los cuales en el discurso público y en el quehacer de la ciencia, validada exclusivamente por la tecnología, se ha impuesto un pensamiento positivista. Esta forma de pensamiento, positivo y operacional, es lo que Marcuse denominó “pensamiento unidimensional“. En este esquema de pensamiento, la reflexión acerca de la complejidad y la contradicción, cuestiones que implicarían elementos cualitativos, carecen absolutamente de importancia o no encuentra lugar en el espacio discursivo.
El abordaje de Marcuse incorpora elementos nuevos de análisis del capitalismo, a los que los marxistas hasta entonces no habían prestado mayor atención. Principalmente destaca el factor manipulación e instrumentalización por el consumo, la publicidad y la propaganda. En este contexto, aquello que Marcuse designa como «pensamiento unidimensional» redefiniría categorías: «Por ejemplo, ‘libres’ son las instituciones que funcionan (y que se hacen funcionar) en los países del mundo libre; otros modos trascendentes de libertad son por definición el anarquismo, el comunismo o la propaganda. ‘Socialistas’ son todas las intrusiones en empresas privadas no llevadas a cabo por la misma empresa privada (o por contratos gubernamentales), tales como el seguro de enfermedad universal y comprensivo, la protección de los recursos naturales contra una comercialización devastadora, o el establecimiento de servicios públicos que puedan perjudicar el beneficio privado. Esta lógica totalitaria del hecho cumplido tiene su contrapartida en el Este. Allí, la libertad es el modo de vida instituido por un régimen comunista, y todos los demás modos trascendentes de libertad son o capitalistas, o revisionistas, o sectarismo izquierdista. En ambos campos las ideas no operacionales son no-conductistas y subversivas. El movimiento del pensamiento se detiene en barreras que parecen ser los límites mismos de la Razón».
Herbert Marcuse se muestra esencialmente pesimista respecto de la posibilidad de contrarrestar el pensamiento unidimensional y expresa su convencimiento de su triunfo e imposición. Propone, sin embargo alguna alternativa consistente en la incorporación de la negación (la «negatividad»), principalmente referida al aporte de una segunda dimensión (la crítica), pero que incluye también el «acto de negarse» a participar de la manipulación.
La re-creación o reintroducción del término por Ignacio Ramonet
La reintroducción de esta expresión se atribuye al sociólogo, periodista de izquierdas y presidente honorario de ATTAC Ignacio Ramonet, acuñada en enero de 1995 en un editorial de Le Monde Diplomatique donde es editor (5). En este artículo Ramonet aludía críticamente al paisaje ideológico posterior a la caída del muro de Berlín, en el que, según su opinión, el economicismo neoliberal se había erigido en el único pensamiento aceptable, monopolizando todos los foros académicos e intelectuales. Esta preeminencia exclusiva, a su juicio hacía sentir a los ciudadanos de los países avanzados que estaban envueltos en algo viscoso y sofocante, que impedía cualquier debate ajeno a sus estrechos límites. Para Ramonet, esta ideología era la expresión intelectual y con pretensión universalizante de los intereses del capital financiero internacional. Sus principales rasgos eran la preeminencia de la instancia económica sobre la política y la consideración del mercado como el único medio para una asignación eficaz de los recursos. Como corolarios de estos dos pilares, Ramonet citaba la globalización (desaparición de fronteras económicas), la competitividad (para sobrevivir en el mercado), la división internacional del trabajo (para bajar los costes salariales), la moneda fuerte (consecuencia de la disciplina monetaria) y en general una reducción tendencial del Estado en todas sus formas. Ramonet vaticinaba que se derivarán funestas consecuencias de la adopción generalizada de esta ideología y enumeraba una serie de fenómenos contemporáneos al artículo que a su juicio desmentían la idea de que fuera una época de prosperidad provocada por la generalización de las creencias que él había englobado en la expresión “pensamiento único”.
Una vez recuperado por Ramonet, el término alcanzó una gran difusión en la izquierda y los movimientos antiglobalización (6) que encontraron en él una forma de concentrar en una sola expresión el conjunto de sobreentendidos, paradigmas y supuestos que, a su juicio, impedían el debate ideológico. El término evocaba para ellos lo que se conocía en los ámbitos académicos como el Consenso de Washington. Su difusión trajo consigo una cierta vulgarización y empezó a ser utilizado de forma peyorativa contra cualquier política percibida como anti-social. Curiosamente en los ámbitos ideológicos que defendían el Consenso de Washington (e incluso posiciones más extremas del liberalismo), también se aludía a esta ideología como a la única posible, tal como expresó Margaret Thatcher con su famoso «There Is No Alternative» (no hay alternativa) que luego sería imitada por otros políticos como el ex-canciller socialdemócrata alemán Gerhard Schröder quien utilizó la expresión germana «Es gibt keine Alternativen» (7).
Su uso se ha extendido posteriormente como fórmula retórica para descalificar las ideas del oponente ideológico, con independencia de su orientación, sugiriendo que el así tachado es «cerrado de espíritu», frente a la «apertura» de quien aplica el calificativo. Esto ha llevado que desde la derecha se haya en ocasiones utilizado contra la izquierda. Nicolas Sarkozy lo usa con frecuencia en este sentido. Lo hizo por ejemplo en el discurso tras su victoria electoral en las presidenciales francesas de mayo de 2007: El pensamiento único, que es el pensamiento de quienes lo saben todo, de quienes se creen no sólo intelectualmente sino también moralmente por encima de los demás, ese pensamiento único había denegado a la política la capacidad para expresar una voluntad (8).
También en una entrevista en el periódico Libération: Hablo de este pensamiento único que ha llevado a varias personas a la exasperación. Pero el debate no es ese. Usted, puede deleitarse con alianzas con el Partido Comunista, con la extrema izquierda, acudir a todos los extremistas de la creación. ¡Eso es Bueno, ya que este es el pensamiento único! No podemos decir nada en nuestro país sin que uno no sea inmediatamente acusado de segundas intenciones nauseabundas. Este es el pensamiento único intolerable (9).
El historiador francés Pierre Rigoulot, uno de los autores de El libro negro del comunismo, denomina pensamiento único al consenso antiestadounidense que, a su juicio, atraviesa el mainstream francés (10). Fuera del ámbito francófono, tanto el estadounidense afincado en Europa Bruce Bawer (11) como el sueco Johan Norberg opinan que el consenso socialdemócrata de la clase dirigente es un rasgo característico de la sociedad europea occidental y lo denominan «el estado de la idea única» (one-idea state), expresión que utilizan como equivalente de pensée unique: El estado de idea única […], el riesgo que el poder de los socialdemócratas sobre nuestras mentes, autoridades, universidades y medios de comunicación pone en marcha un proceso de adaptación desde todos los flancos, incluido el de la oposición, de tal modo que se arrincona y se excluye a los individualistas y a los innovadores (12).
Un ejemplo de uso de la expresión en el ámbito hispanohablante es el que hizo Esperanza Aguirre a propósito de las elecciones francesas ganadas por Nicolas Sarkozy, afirmando que «Francia se ha rebelado contra el pensamiento único, que es el de la izquierda» (13). En su reseña del Diccionario políticamente incorrecto, de Carlos Rodríguez Braun, Gorka Echevarría señala: «Carlos Rodríguez Braun ha escrito un manual […] un manifiesto en contra del pensamiento único de izquierdas» (14).
Por su parte, el eurodiputado del Partido Popular, Alejo Vidal-Quadras lo empleó aplicado al nacionalismo catalán como «pensamiento único nacionalista».
Notas:
1. Marcuse, Herbert (1964), El hombre unidimensional. Título original One-Dimensional Man, Ariel, 2ª edición (2009), p. 44.
2. Chomski, Noam; Ramonet, Ignacio (1995), Cómo nos venden la moto. Información, poder y concentración de medios, Barcelona: Icaria, p. 52.
3. El pensamiento utópico, por Rafael Termes, donde explica este consenso.
4. Schopenhauer, Arthur (2006). El mundo como voluntad y representación. Akal Ediciones. ISBN 978-8446003977.Arthur Schopenhauer (1819). Die Welt als Wille und Vorstellung.
5. La pensée unique editorial de Ignacio Ramonet en Le Monde Diplomatique en 1995.
6. José Seoane. Sociólogo. Coordinador del programa Observatorio Social de América Latina (OSAL) del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Profesor de FLACSO, Universidad de Buenos Aires, cita en su artículo Rebelión, dignidad, autonomía y democracia: Su emergencia y difusión regional e internacional exorcizaban los intentos del “pensamiento único” de rendir inútil la resistencia, ineficaz la acción colectiva y arcaico todo deseo de cambio…. En un plano más amplio, el levantamiento zapatista se convertiría en referencia del naciente movimiento antimundialización neoliberal que lentamente iba tomando cuerpo tanto en el norte como en el sur. En este camino la realización del Primer Encuentro por la Humanidad y contra el Neoliberalismo (1996), en muchos sentidos, marcaría el primer paso en la construcción de este movimiento de movimientos, de carácter internacional, que tuviera su “bautismo de fuego” en la batalla de Seattle (1999) y su espacio de encuentro más amplio en la experiencia del Foro Social Mundial.
7. SPD-Archiv – archiv.spd.de – News-Archiv.
8. Discours de Nicolas Sarkozy (en francés): Discurso de Bercy, 29 de abril de 2007.
9. Entrevista a Sarkozy en Libération, décembre 2005.
10. The Anti-Anti-Americans, The New Republican, 21-11-2005.
11. Bruce Bawer, Mientras Europa duerme, Gota a Gota, Madrid, 2007, págs. 85-90.
12. Intermission, Johan Norberg.
13. Aguirre cree que Francia “se ha rebelado contra el pensamiento único de la izquierda” y señala que es “un día de alegría”, Europa Press, 7-05-2007.
14. Contra el pensamiento único. Diccionario políticamente incorrecto, LD, Gorka Echevarría.

El aborto es homicidio

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Respuesta de un evangélico a Máximo García Ruiz

Reflexiones en torno a lo que el Presidente del Consejo Evangélico de Madrid entiende que la Biblia enseña sobre el aborto
Por José Hutter
I. Introducción
El aborto es un tema candente y altamente controvertido en nuestra sociedad. Hasta el momento uno creía, en su ingenuidad, que la línea que separa a los que están a favor del aborto de los que están en contra (según los términos y condiciones debatidos hoy en día en España) coincide con su creencia o la falta de creencia en los valores éticos de la Biblia. Unos eran los creyentes (o eso pensábamos) y los otros los no creyentes (en la revelación bíblica). Hasta el momento, uno creía que los que nos representan a nosotros, los evangélicos, también defenderían los valores evangélicos porque creían en ellos. Pero no es así. Ya no.
En una publicación reciente titulada “Reflexiones en torno al aborto” (http://www.lupaprotestante.com), Máximo García Ruíz trata el tema del aborto. El señor García es el actual presidente del Consejo Evangélico de Madrid (según me consta) y, teóricamente, representa en esta función a todos los evangélicos de Madrid. Si no fuera por este detalle, uno podría pasar por alto su publicación y restarle cualquier importancia. Pero no es así.
En su artículo, García trata el tema del aborto desde cuatro ángulos: desde un punto de vista humano, bíblico-teológico, social y pastoral. No voy a entrar en los aspectos sociales y humanos porque lo que García menciona allí puede leerse en cualquier publicación de partidos políticos u organizaciones sociales. Ya que soy teólogo, y puesto que el señor García me representa teóricamente en su función de presidente del Consejo Evangélico de Madrid como miembro de una iglesia que apoya económicamente a dicho organismo, me gustaría concentrarme en el punto de vista teológico. Y me voy a tomar la libertad de decir claramente lo que pienso, desde mi punto de vista “ultraconservador” según la terminología de García.
García afirma lo siguiente:
A excepción de un solo pasaje, podríamos decir que circunstancial en el libro de Éxodo, no encontramos en la Biblia más referencias que pudieran ofrecernos una aproximación a este tema”.
Al tema del aborto, para que nos entendamos.
Sorprendente afirmación por parte de alguien que representa a los evangélicos madrileños y que publica regularmente sus opiniones sobre temas altamente teológicos y doctrinales. Y eso que García, supongo, dispone de los mismos 66 libros bíblicos que los demás
II. El significado de Éxodo 21,22-25
Vayamos por partes. El pasaje al que se refiere García, y que “circunstancialmente” se refiere al aborto, es Éxodo 21:22-25. El texto bíblico dice:
Éxodo 21,22-25: 22 Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. 23 Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24 ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, 25 quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.
El centro de atención de este pasaje no es, obviamente, la mujer, sino el fruto de su vientre. Si la expresión “pero sin haber muerte” en el v. 22 hablara de la mujer, estaríamos simplemente ante un caso donde una persona hiere a otra sin intención y sin que pasara nada grave. En este caso no sería realmente necesario poner a una mujer embarazada como ejemplo.
Por otro lado, si la expresión en el v. 23 “si hubiere muerte” hablara de la mujer y no del feto, entonces estaríamos ante un caso de homicidio, aunque involuntario, tratado en otras partes de la Ley. De nuevo, no sería necesario usar como ejemplo a una mujer embarazada.
Queda claro por el contexto, la intención del texto, y también por el mismo texto hebreo, que el énfasis del caso se centra en lo que pasa con el hijo que está esperando la mujer. En el primer supuesto que considera el texto bíblico, cuando hay un nacimiento prematuro, el asunto se arregla con una indemnización. En el segundo caso, la persona que causa la muerte del bebé que nace prematuramente, tiene que morir.
Una vez aclarado el significado del texto procedamos a las consecuencias éticas: esta ley es de gran importancia porque presenta un caso concreto del cual se deducen unos principios. Las conclusiones se pueden resumir de la siguiente manera:
1. El texto no habla de un aborto intencionado, sino de uno fortuito. Si ya en este caso la pena es de tanta dureza, obviamente un aborto intencionado va todavía mucho más en contra de la voluntad de Dios.
2. Incluso en el caso de nacer el niño sano, el hombre que causa el nacimiento prematuro tendría que pagar una indemnización. Queda claro que la vida antes del nacimiento está bajo la protección especial de Dios.
3. La Ley protege incluso a un pájaro que tiene huevos en su nido (Deuteronomio 22:6.7). Cuánto más entonces una vida humana.
III. Más textos bíblicos
Aun así, las evidencias bíblicas en cuanto al aborto son mucho más amplias. Aunque es cierto que no se menciona el tema explícitamente en otros lugares, hay suficientes versículos que nos permiten deducir una posición determinada de la Biblia frente al aborto.
Es interesante que la palabra hebrea que se usa en Éxodo 21:22-25 sea yeled. Se trata de una expresión que normalmente se aplica a niños pequeños, pero también a adolescentes e incluso a jóvenes adultos. Por tanto, lingüísticamente, el Antiguo Testamento considera a un niño en el vientre de su madre como a un niño auténtico, igual que otros niños que ya han nacido. El hebreo del AT no tiene una palabra especial para los no nacidos.
Job describe de una forma muy gráfica como Dios le creó antes de su nacimiento (Job 10:8-12). La persona en el vientre de su madre no era “algo” que podría llegar a ser Job, sino “alguien” que era Job. A Isaías, Dios le dice que le formó en el vientre de su madre (44:2). Todo lo que una persona es, está presente en el vientre de su madre.
El Salmo 139:13-16 nos demuestra de nuevo de una forma muy clara hasta que punto Dios se compromete con una persona antes de nacer. Dios creó al salmista en todos los aspectos de su ser, en el vientre de su madre, mucho antes de nacer. David dice a su Creador: “Me creaste en el vientre de mi madre”. Dios se encarga personalmente de formar un nuevo ser humano.
Sin embargo, David, en el Salmo 51, lo dice todavía más claro. No solamente tenía ya pecado (y esto implica ser una persona a la imagen de Dios en el pleno sentido de la palabra) al nacer, sino a partir del momento de la concepción (Salmo 51:5). Cada persona tiene, según la Biblia, una naturaleza pecaminosa a partir del momento de la concepción. Plantas, animales, órganos humanos, aglomeraciones de células o partes del cuerpo humano no tienen una naturaleza pecaminosa. Afirmaciones de índole moral solamente pueden referirse a una persona.
Jacob recibió la preferencia ante de su hermano gemelo Esaú, aunque todavía no habían nacido (Romanos 9:11). La Biblia dice que ambos lucharon dentro de su madre (Génesis 25:22). Los no nacidos son considerados como bebés en el pleno sentido de la palabra. Dios incluso le dice a Jeremías que le conocía antes de haberle formado (Jeremías 1:5). Si Dios ya tiene un concepto de persona antes de formarla, no se le puede negar a un feto el atributo de personalidad.
En Lucas 1:41.44 tenemos una referencia a Juan el Bautista antes de su nacimiento, al final del sexto mes de gestación. La palabra griega que se usa aquí es brephos, y es la misma que se usa para Jesús después de su nacimiento y para los bebes que se presentan delante de Jesucristo. Para los escritores de la Biblia, un bebé es un bebé, ya sea antes o después su nacimiento. Más todavía: el bebé de Elisabet responde a la presencia de Jesucristo cuando habían pasado solamente unos días desde su concepción por obra del Espíritu Santo (Lucas 1:41).
¿Por qué la Biblia no se refiere en términos más explícitos al tema del aborto? Simplemente porque no era necesario desarrollarlo más. Era completamente impensable para una familia israelita el desear interrumpir un embarazo. Todo lo necesario fue expresado en el sexto mandamiento: “No matarás”. Todo israelita sabía que una mujer embarazada tenía una persona humana en su vientre en el pleno sentido de la palabra. Decirle a un israelita que Dios no tenía nada que decir sobre el aborto le hubiera dejado atónito. Tuvo que llegar el siglo XXI para poder oír semejantes afirmaciones de un teólogo evangélico.
IV. El enfoque histórico
A lo largo de la historia de la iglesia los cristianos han afirmado a una voz lo que la Biblia sostiene: hay vida humana en el pleno sentido de la palabra desde el primer momento del embarazo. La epístola de Bernabé (19:5) del siglo II habla expresamente de la prohibición del aborto para aquel que quiere obedecer a Dios: “No matarás a un niño por aborto. No matarás a los que ya se han formado”.
En la Didaqué, un tipo de catecismo para personas que se habían convertido a la fe cristiana y que data de finales del siglo I o principios del siglo II, se lee (2,2): “No matarás a un niño por aborto o a un recién nacido”.
Clemente de Alejandría escribe que aquellos que usan medicamentos abortivos no solamente intentan de esta manera ocultar su fornicación sino que además matan al feto y se convierten así en los asesinos de toda la raza humana (Paedogus 2:10.96.1).
En su defensa de los cristianos delante de Marco Aurelio en 177 d.C., Atenágoras argumentaba: “¿Por qué razón deberíamos cometer homicidios (como se nos acusa) si somos nosotros quienes enseñamos que mujeres que llevan a cabo un aborto son homicidas y tendrán que rendir cuentas de esto delante de Dios? … El feto en el vientre es un ser vivo y objeto del cuidado de Dios (Alegato a favor de los Cristianos, 35.6).
Tertuliano dijo: “No importa que quitas: la vida que nació o si destruyes a aquel que debe nacer. En ambos casos, se trata de homicidio” (Apología 9.4).
Podríamos seguir y seguir. Basilio el Grande (Cánones 188.2), Jerónimo (Eustochium 22.13), Agustín (Del Matrimonio 1.17.15), Orígenes y Cipriano, todos dicen lo mismo: el aborto es homicidio. Y desde Juan Calvino hasta Dietrich Bonhoeffer y Carlos Barth, el resultado de sus estudios bíblicos les lleva a la misma conclusión: el aborto para un cristiano es siempre ilícito y está prohibido. El teólogo Bruce Metzger llega a esta conclusión: “Es realmente sorprendente la vehemencia y uniformidad con la cual los primeros cristianos se oponen al aborto”.
Lo más sorprendente del artículo de Máximo García es sin lugar a dudas su conclusión, que voy a citar completamente, con algunos comentarios míos:
En resumen, los sectores ultraconservadores de las iglesias (esto incluye también a Calvino, Bonhoeffer y a Carlos Barth) tienen el derecho constitucionalmente reconocido a considerar éticamente reprobable el aborto (gracias por recordárnoslo, pero este derecho constitucional puede cambiar mañana, ¿entonces qué?), la investigación genética y otros aspectos propios de una sociedad que incorpora a su acerbo legal leyes que garantizan las libertades y eliminan la discriminación evitando que sean penalizadas jurídicamente; tienen derecho, incluso a manifestar públicamente su postura, pero quienes están legitimados para tipificar si se trata de un delito o no son únicamente los órganos del Estado. La convivencia en el plano civil no puede regirse por la verdad revelada que reciben ciertos sectores religiosos, sino por la razón [sería interesante escuchar su explicación de por qué es la “razón” la que dirige un estado y no los 10 mandamientos. Los nazis también vieron que era muy razonable exterminar a los judíos y a los discapacitados mentales] y por las leyes elaboradas dentro de un marco democrático.
Lo que el señor García nos dice es muy simple: Dios no pinta nada en la vida pública y las iglesias tienen que aceptarlo. Punto. El Estado, sin embargo, así se ha convertido en el dios que nos dice lo que es legítimo y lo que no. ¿Se ha parado a pensar alguna vez el señor García lo que pasaría si en algún momento el Estado decidiera democráticamente restringir la posibilidad de evangelizar, de permitir la eutanasia de personas con defectos mentales o físicos, o simplemente prohibir el uso de la Biblia por contener capítulos políticamente incorrectos? Si leyera el planteamiento del señor García en un artículo escrito por alguien que fuera ateo, agnóstico, comunista o fascista, lo entendería. Ninguno de ellos cree en Dios ni en su Palabra. Lo que no entiendo es que alguien que es teólogo evangélico puede defender una postura teológica como la suya y decir que la Biblia no dice nada al respecto. Y lo que es más grave aún, no entiendo como alguien que supuestamente también me representa a mí y a otros que defendemos la postura histórica de los protestantes en cuanto al tema en la misma línea que los padres apostólicos y los padres de la iglesia lo hicieron, siendo Presidente de un organismo evangélico, puede escribir esto y aún mirarse al espejo sin ruborizarse.
Aunque sea yo el único que lo diga públicamente, mi reivindicación es: señor García, dimita de su cargo como Presidente del Consejo Evangélico y entre en política. Allí tiene mucha gente esperándole y que comulgará con sus tesis. La mayoría de los evangélicos en Madrid no solamente no comparten su postura, sino que además la consideran un insulto y una vergüenza, si es que algún día llegan a saber lo que su representante cree.
Fuente: Teología Digital.

Las formas elementales de la vida religiosa

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Emile Durkheim

Publicado en Bronislaw Malinowski, Sex, culture and myth (Londres, Rupert Hart-Davis, 1962, pp. 283-288). Las citas en castellano de la obra de Durkheim se han extraído de: E. Durkheim, Las formas elementales de la vida religiosa, Buenos Aires, Schapire, 1968.
Resulta superfluo llamar la atención a los estudiantes acerca de la importancia del nuevo trabajo del profesor Durkheim, ya que la aparición de un vasto volumen de la pluma del líder de la Escuela Sociológica Francesa representa, de por sí, un acontecimiento científico. El grupo de sabios conectados con L´Année Sociologique ha alcanzado un éxito notable en el tratamiento de problemas sobre religión primitiva, y debemos agradecer esto especialmente a los ensayos de los señores Hubert y Mauss sobre el sacrificio y la magia; y los artículos del profesor Durkheim sobre la definición del fenómeno religioso, las clasificaciones en el pensamiento primitivo y el totemismo; y al del señor Hertz sobre los ritos funerarios.1
Para el profesor Durkheim, lo religioso es lo social par excellence. Los caracteres distintivos de los fenómenos sociales y religiosos prácticamente coinciden. Lo social es definido, en Règles de la méthode sociologique2, por su “exterioridad con respecto a la mente individual“, por su “acción coercitiva” sobre las mentes individuales; lo religioso, que también es “externo” a la mente individual, por su “obligatoriedad3. Por lo tanto, es evidente, que el presente volumen es de especial importancia, al tratarse de la expresión sistemática y final de la escuela sociológica existente mejor organizada, sobre un tema particularmente relevante para ella, y especialmente bien dominado por sus miembros.
Existe también otra razón por la cual este libro debería despertar particularmente el interés del sociólogo. Es el primer intento del profesor Durkheim de tratar el “problema de los orígenes” de un fenómeno social tan fundamental y general como el de la religión. En su trabajo metodológico, Règles de la méthode sociologique, Durkheim ha insistido de manera enérgica sobre el tratamiento de los fenómenos sociales “como cosas“, sobre la necesidad de excluir todas las formas de explicaciones psicológicas de la sociología4. Este postulado, sin duda, representa para muchos una regla más bien artificial y estéril en su aplicación práctica -y en especial para los antropólogos ingleses, quienes prefieren explicaciones psicológicas de los orígenes-, y este volumen nos permite juzgar el éxito de su método.
El libro posee diferentes aspectos y objetivos. Intenta establecer los elementos esenciales y fundamentales de la religión, y es, por lo tanto, una revisión de las definiciones anteriores del autor sobre lo religioso; investiga los orígenes de la religión; brinda una teoría del totemismo; y está concebido como una contribución sustancial a la filosofía.
El profesor Durkheim busca resolver todos estos problemas mediante el análisis de las creencias de prácticamente una sola tribu, los arunta. Su ojo penetrante descubre, en los hechos que nosotros debemos a los señores Spencer y Gillen, mucho de lo que no es manifiesto para una mente menos aguda, y sus investigaciones a través de los dos volúmenes de aquéllos, completados por los registros realizados por (Carl) Strehlow, le redituaron una abundante cosecha de resultados teóricos. Sin embargo, la fundamentación de conclusiones de mayor alcance sobre una única instancia parece abierta a serias objeciones. Es en extremo peligroso considerar cualquier grupo humano como “el tipo absolutamente primitivo de humanidad“, o como “el mejor ejemplo de las formas elementales de organización social y creencia“, y privar la verificación de las conclusiones mediante otras instancias disponibles. Por ejemplo, cuando Durkheim, al tratar de determinar el aspecto fundamental de la religión, lo encuentra en una bipartición universal y absoluta de los hombres, las cosas y las ideas en “sacré et profane” (p. 50 y ss.)5, puede ser que se refiera a un muy conocido pasaje de los etnógrafos de Australia 6, y, en realidad, una división nítida de todas las cosas en religiosas y no religiosas parece una característica muy marcada de la vida social de los nativos de Australia Central. ¿Pero es ésta universal? Bajo ningún aspecto me siento persuadido de ello. Al leer la minuciosa monografía del doctor Seligman y su esposa sobre los Vedas, no se sugiere que exista una división tal en ese pueblo extremadamente primitivo. Una vez más, sería difícil mantener la existencia de una separación como esa entre los pueblos de Melanesia, de quienes tenemos muy copiosos registros. Esto podría deberse a una laguna en nuestra información, pero, de todas maneras, no es admisible basar un sistema en una mera suposición en lugar de sobre un conocimiento cierto.
Uno tampoco se siente del todo a gusto con respecto a la suposición de que el totemismo es la forma elemental de religión (libro I, cap. IV); en especial cuando aquí nuevamente encontramos la investigación limitada a las creencias de los australianos centrales.
La teoría del totemismo del profesor Durkheim consiste en que la esencia de éste reside en el símbolo y en el emblema, y que la sacralidad del tótem deriva de la sacralidad del emblema. Una reconsideración acerca del problema del totemismo, surgida algo dificultosamente debido a una “hiperproducción totémica” en los tiempos recientes, no puede, desde este nuevo punto de vista, dejar de ser estimulante. El profesor Durkheim y su escuela aceptan, como es bien conocido, la teoría del preanimismo del doctor Marett. El principio totémico, la fuerza totémica, es para el profesor Durkheim semejante en naturaleza al mana. Este principio, inherente en primer lugar al emblema y al símbolo totémico, luego a las especies y luego a los clanes, es explicado de esta manera: “Le dieu du clan, le principe totémique, ne peut donc être autre chose que le clan lui-même, mais hypostasie et représenté aux imaginations sous les éspeces sensibles du végétal ou de l’animal qui sert de totem” (p. 295). [“El dios del clan, el principio totémico, no puede ser pues otra cosa que el clan mismo, pero hipostasiado y representado a la imaginación bajo las especies sensibles del vegetal o del animal que sirve de tótem7]. Indudablemente ésta es una concepción de la religión muy interesante, prefigurada en los trabajos anteriores de nuestro autor, en los cuales se pone mucho énfasis en la naturaleza social de lo religioso, pero que aquí aparece expresada por primera vez.
Formas elementales religiónEl profesor Durkheim procede a mostrar cómo la sociedad es la sustancia real, la materia prima, de la concepción humana de la divinidad. “Une société a tout ce qu´il faut pour éveiller dans les esprits, par la seule action qu´elle exerce sur eux, la sensation du divin; car elle est à ses membres ce qu´un dieu es`t à ses fidèles” (ibid.). [“(…) una sociedad tiene todo lo que necesita para despertar en los espíritus, por la sola acción que ejerce sobre ellos, la sensación de lo divino; pues ella es a sus miembros lo que un dios a sus fieles8]. De nuevo, “Parce qu´elle a une nature qui lui est propre, différente de notre nature d´individu, elle poursuit des fins qui lui sont également spéciales; mais, comme elle ne peut les atteindre que par notre intermédiaire, elle réclame impérieusement notre concours” (ibíd.). [“Porque ella tiene una naturaleza que le es propia y diferente de nuestra naturaleza de individuos persigue fines que le son igualmente específicos: pero, como sólo puede alcanzarlos por nuestro intermedio, reclama imperiosamente nuestra colaboración9]. Notemos que aquí la sociedad es concebida como el sujeto lógico del enunciado; un ser activo dotado de voluntad, propósitos y deseos. Si no tomamos esto como una figura del discurso (y el profesor Durkheim decididamente no la plantea como tal), debemos rotularla como una concepción enteramente metafísica. La sociedad concebida como un ser colectivo, dotada de todas las propiedades de la conciencia individual, será rechazada aun por aquellos sociólogos que aceptan una “conciencia colectiva” en el sentido de una suma de estados de conciencia (como es aceptado, por ejemplo, por los señores McDougall, Ellwood, Davis, y parcialmente por Simmel y Wundt). Pero unas páginas más adelante leemos una afirmación que parece permitir otra interpretación. Al hablar de “manières d´agir auxquelles la société est assez fortement attachée pour les imposer à ses membres“, dice: “Les représentations qui les expriment en chacun de nous ont donc un intensité à laquelle des états de conscience purement privés ne sauraient atteindre; car elles sont fortes des innombrables représentations individuelles qui ont servi à former chacune d´elles. C´est la société qui parle par la bouche de ceux qui les affirment en notre présence” (p. 297). [Al hablar de las “(…) maneras de actuar a las que la sociedad está tan fuertemente inclinada como para imponerlas sobre sus miembros“, dice: “Las representaciones que las expresan en cada uno de nosotros tienen, pues, una intensidad que no podrían alcanzar los estados de conciencia puramente privados: pues están reforzadas por las innumerables representaciones individuales que han servido para formar cada una de ellas. Es la sociedad la que habla por la boca de aquellos que las afirman en presencia nuestra10]. Aquí nos enfrentamos con un dilema: o bien esta frase significa que las “ideas sociales” poseen un carácter específico, debido a que el individuo que las concibe tiene la conciencia de ser respaldado por la sociedad en su opinión, y en ese caso la afirmación es perfectamente empírica; o bien implica la concepción de una acción no empírica de la sociedad sobre la conciencia individual, y en tal caso no acarrea ningún significado científico.
El autor vuelve a referirse al tema desde el punto de vista genético: “En un mot, quand une chose est l´objet d´un état de l´opinion, la représentation qu´en a chaque individu tient de ses origines, des conditions dans lesquelles elle a pris naissance, une puissance d’action que sentent ceux-là mêmes qui ne s´y soumettent pas” (p. 297). [“En una palabra, cuando una cosa es objeto de un estado de opinión, la representación que tiene de ella cada individuo depende de sus orígenes, de las condiciones en las que ha nacido, eficacia de acción que sienten esos mismos que no se les someten11]. Aquí, el autor se enfrenta al problema real. ¿Cuáles son las condiciones sociales específicas en las cuales surgen la “conciencia social” y, en consecuencia, las ideas religiosas? Su respuesta es que esas condiciones se realizan siempre que la sociedad está de hecho congregada, en toda gran reunión social: “Au sein d´une assemblée qu´échauffe une passion commune, nous devenons susceptibles de sentiments et d´actes dont nous sommes incapables quand nous sommes réduits à nos seules forces, et quand l´assemblée est dissoute, quand, nous retrouvant seul avec nous-mêmes, nous retombons à notre niveau ordinaire, nous pouvons mesurer alors toute la hauteur dont nous avions été soulevé au-dessus de nous-même” (p. 299). [“En el seno de una asamblea donde arde una pasión común, llegamos a ser susceptibles de sentimientos y de actos de los que somos incapaces cuando estamos reducidos a nuestras solas fuerzas; cuando la asamblea se disuelve, y, encontrándonos solos con nosotros mismos, recaemos en nuestro nivel ordinario, podemos medir entonces toda la altura a la que nos habíamos elevado por encima nuestro12].
Esta respuesta es algo decepcionante. En primer lugar, nosotros sentimos cierto recelo hacia una teoría que ve el origen de la religión en fenómenos de masas. Nuevamente, desde el punto de vista del método, estamos confundidos. Ya nos hemos ocupado (con algunas dificultades) de un sujeto colectivo trascendental, de una “sociedad que fue la creadora de las ideas religiosas“: “Au reste, tant dans le présent que dans l´histoire, nous voyons sans cesse la société créer de toutes pièces des choses sacrées” (p. 304). [“Por lo demás, tanto en el presente como en la historia, vemos que la sociedad incesantemente crea cosas sagradas13]. Entonces la sociedad fue la divinidad misma, es decir, fue no sólo el creador sino también el objeto de su creación, o al menos se reflejaba en su objeto. Pero aquí la sociedad no es más el sujeto lógico y gramatical de las aserciones metafísicas, sino que ni siquiera es ya el objeto de estas aserciones. Ella sólo provee las condiciones externas, en las cuales las ideas sobre la divinidad pueden y deben originarse. Por lo tanto, los puntos de vista del profesor Durkheim presentan inconsistencias fundamentales. La sociedad es la fuente de la religión, el origen de lo divino; pero, ¿es ella “origen” en el sentido de que “el sujeto colectivo… piensa y crea la ideas religiosas“? Ésta sería una concepción metafísica privada de cualquier significado empírico; ¿o es la sociedad en sí misma el “dios“, tal y como está implicado en la afirmación de que “el principio totémico es el clan“, pensado bajo el aspecto de un tótem? Eso nos recuerda el Absoluto de Hegel, “pensándose a sí mismo” bajo un aspecto u otro. O, finalmente, ¿es la sociedad, en su aspecto colectivo, solamente la atmósfera en la cual los individuos crean las ideas religiosas? La última es la única interpretación científicamente admisible de la oscura manera en la que el profesor Durkheim expone la esencia de sus teorías.
Veamos cómo nuestro autor trata de resolver los problemas reales y concretos, y cúales de las tres versiones de los orígenes recién mencionadas aplica a los hechos reales del totemismo australiano. Comienza con la observación ya citada acerca de la forma doble de la vida social de las tribus de Australia Central. Los nativos atraviesan periódicamente dos fases de cambio: dispersión y aglomeración. La última consiste ante todo (de hecho, casi exclusivamente) en festividades religiosas. Esto se corresponde con la afirmación ya mencionada acerca de que las masas originan la religión: “Or, le seul fait de l’agglomération agit comme un excitant exception-ellement puissant. Une fois les individus assemblés, il se dégage de leur rapprochement une sorte d’électricité qui les transporte vite à un degré extraordinaire d’exaltation. (…) On conçoit sans peine que, parvenu à cet état d´exaltation (…) l’homme ne se connaisse plus. Se sentant dominé, entrainé par une sorte de pouvoir extérieur qui le fait penser et agir autrement qu´en temps normal, il a naturellement l’impression de n’etre plus lui-même. Il lui semble être devenu un ëtre nouveau: les décorations dont il s’affuble, les sortes de masques dont il se recouvre le visage figurent matériellement cette transformation intérieure, plus encore qu’ils ne contribuent à la déterminer (…) tout se passe, comme s’il était réellement transporté dans un monde spécial, entièrement différent de celui où il vit d’ordinaire. (…) C’est donc dans ces milieux sociaux effervescents et de cette effervescence même que parait être née l’idée religieuse. Et ce qui tend à confirmer que telle en est bien l’origine, c’est que, en Australie, l’activité proprement religieuse est presque tout entière dans les moments ou se tiennent ces asemblées” (pp. 308, 312, 313). [“Pues el solo hecho de la aglomeración obra como un excitante excepcionalmente pode-roso. Una vez reunidos los individuos, se desprende de su mismo acercamiento una especie de electricidad que los transporta pronto a un grado de exaltación extraordinaria(…) Se concibe fácilmente que llegado a este estado de exaltación, el hombre no se reconozca más. Sintiéndose dominado, arrastrado por una especie de poder exterior que le hace pensar y actuar de otro modo que en tiempo normal, tiene naturalmente la impresión de no ser más él mismo. Cree haberse transformado en un nuevo ser: los decorados con los que se disfraza, la especie de máscaras con las que se cubre el rostro representan materialmente esta transformación interior, más aún de lo que contribuyen a determinarla (…) todo sucede como si él se hubiera realmente transportado a un mundo especial, enteramente diferente de aquel donde vive de ordinario(…) Es pues en estos medios sociales efervescentes y de esta efervescencia misma que parece haber nacido la vida religiosa. Y lo que tiende a confirmar que éste es su origen es que, en Australia, la actividad propiamente religiosa está casi enteramente concentrada en los momentos en que ocurren estas asambleas14].
En resumen, las teorías concernientes a uno de los aspectos más fundamentales de la religión no pueden basarse sin riesgo en el análisis de una sola tribu, tal como se describe en prácticamente un solo trabajo etnográfico. Hay que notar que la versión realmente empírica de esta teoría de los orígenes no es bajo ningún aspecto una realización del método “objetivo“, en el cual Durkheim ordena tratar los hechos sociales como cosas, así como evitar las interpretaciones psicológicas individuales. En su teoría real, utiliza por todas partes explicaciones psicológicas individuales. Es la modificación de la conciencia individual en las grandes asambleas, la “efervescencia mental“, la que es asumida como la fuente de “lo religioso“. Lo sagrado y lo divino son las categorías psicológicas que gobiernan las ideas originadas en masas inspiradas religiosamente. Estas ideas son colectivas sólo en la medida en que son generales; estos es, comunes a todos los miembros de la masa. Sin embargo, nosotros llegamos a comprender su naturaleza mediante un análisis individual, mediante una introspección psicológica, y no tratando a esos fenómenos como “cosas“. Por último, trazar los orígenes de todos los fenómenos religiosos a manifestaciones de masas parece limitar de modo extremo tanto las formas de influencia social sobre la religión, como las fuentes desde las cuales el hombre puede obtener su inspiración religiosa. La “efervescencia colectiva” en grandes masas difícilmente puede ser aceptada como la única fuente de la religión.
Pero, mientras uno se ve obligado a criticar ciertos puntos de principio en el trabajo del profesor Durkheim, debe agregarse que el trabajo contiene en un volumen relativamente pequeño un análisis tan exhaustivo de las teorías de los hechos religiosos -algunas de las cuales, de primerísima relevancia, son contribuciones importantes del profesor Durkheim o su escuela- como sólo podría ser dado por uno de los más agudos y brillantes sociólogos vivos, y que ellas en sí mismas hacen del libro una contribución a la ciencia de la mayor importancia.
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Este artículo fue una reseña de Les Formes élémentaires de la vie religieuse: Le système totémique en Australie de Émile Durkheim, y apareció en Folk-Lore, vol. XIX, nº 4, diciembre de 1913, pp. 525-531.
Notas:
1 Pueden encontrarse traducidos al castellano los artículos mencionados por Malinowski en los siguientes volúmenes: H. Hubert y M. Mauss, Magia y sacrificio en la historia de las religiones, Buenos Aires, Lautaro, 1946; E. Durkheim, Clasificaciones primitivas (y otros ensayos de antropología positiva), Barcelona, Ariel, 1996; R. Hertz, La muerte. La mano derecha, México, Alianza Editorial Mexicana, 1990. [N. del T.]
2 En castellano: E. Durkheim, Las reglas del método sociológico, Buenos Aires, Schapire, 1965.
3 Véase “Sur la Définition des phénomènes religieux”, en L´Année Sociologique, vol. II. [“Sobre la definición de los fenómenos religiosos“, en E. Durkheim, 1996, pp. 105-137.]
4 E. Durkheim, 1893, cap. 2.
5 E. Durkheim, 1968, p. 41 y ss.
6 The Northern Tribes of Central Australia, p. 33.
7 E. Durkheim, p. 218, 1968.
8 E. Durkheim, 1968, p 218.
9 E. Durkheim, 1968, pp. 218-219.
10 E. Durkheim, 1968, pp. 219-220.
11 E. Durkheim, 1968, p. 220.
12 E. Durkheim, 1968, p 221.
13 E. Durkheim, 1968, p 223.
14 E. Durkheim, 1968, pp. 226-228.

Un santo mulato: Martín de Porras

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Por Javier Mariátegui Chiappe – Revista Peruana de Epidemiología 1996.
RESUMEN
En el ámbito social del Virreynato peruano, en tiempos de su máximo explendor, a fines del seiscientos y comienzos del setecientos, pese a la clara delimitación de las clases sociales, se pasó por una etapa de acentuada religiosidad y misticismo que, al lado de la proliferación de iglesias, conventos y otros espacios (el culto, generó una notable gravitación de lo crencial religioso en una sociedad cerrada, pero con relación estrecha de sus estratos sociales. En ese medio, en el nivel inferior y marginal de la sociedad limeña, en los extramuros de la Ciudad de Los Reyes, vivió un mulato, Martín de Porras, quien sufrió en su infancia y temprana adolescencia la pobreza y limitaciones propias de una colectividad de negros siervos en un extenso barrio de gente de color. Su ingénito afán de servicio lo hizo desde muy temprano formarse como auxiliar práctico, “barbero” y herbolista, para integrarse después, como “donado“, a un convento de Lima, Martín optó por un género de vida religiosa caracterizada por el cumplimiento de las más humildes tareas monásticas, como un modo de superar su condición personal y hacer penitente y expiatoria su existencia. En su lugar de preferente actividad, la enfermería, cuidó de los pacientes pobres con una piedad y abnegación sin límites, logrando curaciones y alivio de las enfermedades en las que se vio pronta huella de lo milagroso, difundiéndose su arte excepcional en toda la sociedad limeña, incluyendo la corte virreynal y el propio Virrey. Murió “en olor de santidad” y su imagen fue recordada desde entonces como la de un santo. Vivió en una Lima de excepción, en que coincidieron su vida y las de Santo Toribio de Mogrovejo, de Santa Rosa de Lirna y del beato Juan Masías. Se comentan aspectos de su personalidad y la simbología de la “escoba“, instrumento de su humilde trabajo y después de la señal de generosa entrega al prójimo.
LA LIMA DE ENTONCES
Para entender la presencia y el “espacio humano” de Martín de Porras, de un siervo de Dios mulato y humildísimo, es necesario un marco de referencia que explique la religiosidad en la Lima seiscentista y los sucesos extraordinarios a ella debida. Extendido ya plenamente el poder hispánico, en tierras de nativos con culturas avanzadas, la Lima de la primera mitad del siglo XVI era una ciudad importante, quizá la más relevante de América en general. “Ciudad de escape” para los conquistadores por su proximidad al mar, fue también elegida por las condiciones inmejorables de su suelo y la benignidad de su clima. Además de las razones de elección mencionadas, los conquistadores no hicieron la capital en la región andina, donde se encontraban las principales ciudades del Perú precolombino, por temor a la insurrección andina, que se mantuvo latente por muchos años durante la conquista de la colonia. Cuzco en el Perú debió ser la lógica resultante para la capitalidad del Virreynato, como lo fue en México Tenochtitlán, para una explicable sustitución del tradicional centro de poder por el nuevo.
Lima era entonces la “Ciudad de los Reyes“, con un trazo urbano destinado a los locales públicos de gobierno; un impresionante conjunto de Iglesias, conventos y monasterios y las edificaciones conexas; las casas destinadas a los hispánicos, sus familias y el extenso personal de servicio, moradas que variaban en la amplitud y el boato en función del poder y la fortuna. Era poblada por españoles y los “criollos” principalmente, con lugar también para los hijos de la nobleza incaica. Los mestizos, aunque también entremezclados en la dinámica de la comunidad, tenían lugares propios en la periferia de la Ciudad; la población discriminaba, los indios y los negros esclavos, estaban reducidos a determinadas áreas de los extramuros.
Una intensa vida social acercaba a los moradores del centro del poblado, puesto que sólo tenían que dedicarse, además de las prácticas piadosas, a vigilar sus bienes (estaba vedado el comercio y la industria o los oficios para los nobles), dar audiencia a los siervos de las chacras y haciendas propias para recibir las ganancias y los productos naturales para la alimentación. La vida familiar, con estructura jerárquica, como ha señalado Ugarte Eléspuru, era la predominante, “las residencias eran centros de concentración de toda la familia y éstas abarcaban generaciones y ramificaciones, todos unidos en el vínculo común de la sangre y el culto de la amistad…” (1) En este tiempo ancho y dilatado, las gentes tenían una obligada sociabilidad, puesto que los intereses eran compartidos y las familias se entrelazaban por los jóvenes matrimonios. Dar y recibir visitas eran actividades que rompían las rutinas domésticas, fuera de los días festivos. Las fiestas, los saraos, las tertulias, generadoras de rumores y otras formas distorsionadas de difundir las noticias con el agregado malévolo, propio de los “criollos” que irían ganando espacio en la urbe, están entre otras características de la Lima virreynal.
La educación de la mujer, rudimentos del conocimiento, se daba exclusivamente en los domicilios o era asumida por la familia y sus allegados. Lo mismo ocurría con los varones; sólo algunos accedían a los llamados colegios mayores orientados por vocaciones específicas (abogacía, medicina, etc.), se asimilaban al clero o se dedicaban al ejército, al “arte de la guerra“. Quien no tenía los privilegios del mayorazgo, el destino se daba entre “lo rojo y lo negro“, según la dicotomía ilustrada por Stendhal mucho tiempo después, el ejército o la clerecía.
Agrégese a la rutina diaria, la vida religiosa intensa en los numerosos templos, próximos el uno del otro, los conventos y los rezos frecuentes, las visitas cotidianas a las iglesias, las misas y los sacramentos en los días festivos y de guardar. Ordenes religiosas trasladadas de Europa con fines evangelizadores, templos anexos a conventos, eran escenarios de intenso interés por los limeños seiscentistas.
Nobles, militares, religiosos, detentadores del poder, eventualmente salían a controlar las tierras a ellos asignada y a supevisar las áreas de cultivo. El trabajo de los campos y de las minas, era delegado, lo que permitía al español y al criollo y después al mestizo, disfrutar de una vida holgada en un clima físico y social proclive a la molicie y al ocio.
España nos trajo, junto con su modernidad, todas las manifestaciones del feudalismo y las instituciones de la Europa medioeval; con una intensa práctica religiosa de un catolicismo rígido, con una liturgia a lo largo del día, la semana y el año, con fuerte creencia sobrenatural en ralación a sucesos extraños y sorprendentes, con una gran sugestividad colectiva. Era extendida la convicción de señales de Dios en bienaventurados humanos, en milagros y en la santidad de numerosos, sacerdotes y beatos, y de mujeres consagradas a la vida espiritual.
Eran tiempos tranquilos para el Virreynato del Perú los que marcaron las vidas de Santa Rosa de Lima, Santo Toribio de Mogrovejo, del beato Juan Masías y de Martín de Porras, mulato barbero y herbolario con halo de santidad reconocido en vida. Es singular que, en pocos años, las primeras décadas del siglo XVI, generaran el “espacio” o la “atmósfera espiritual” para la vida de santos y beatos de tanta significación en la vida religiosa del país. Consolidado el poder hispánico y el gobierno central, el Virrey Francisco de Toledo, quien no teniendo rivalidades en el campo de los españoles ni “tierras que pacificar“, se dedicó a mejorar la administración y a favorecer la presencia de cronistas “oficiales” llamados por Raúl Porras “Toledanos“, puesto que estaban dedicados a presentar los hechos de manera favorable a la Conquista y a la “extirpación de idolatrías” y disminuir las virtudes de los hombres, de las instituciones y las costumbres del Perú prehispánico.
La Lima que cobijó a Martín de Porras no resalta mayormente por benemerencias civiles. “El ejemplar masculino más característico y notable de nuesta ciudad escribe Ugarte Eléspuru sería el dulce y manso mulato Martín de Porras, incorporado al santoral recientemente. Feliz y eficaz componedor de antagonismos instintivos, haciendo comer del mismo plato a perro, pericote y gato. Lo cual además de portentoso es también muy limeño” (1).
Como se ha señalado, coinciden en el tiempo la presencia terrenal de Martín de Porras, Isabel Flores Oliva, llevada pronto a los altares como Santa Rosa de Lima. Asimismo, ejercía su ministerio en la Ciudad de Los Reyes el que fuera su segundo Arzobispo, Santo Toribio Alfonso de Mogrovejo. Era también coetáneo el beato extremeño Juan Masías, de la misma Orden Dominica. Se vivía días de denso fervor y extendida devoción, animada por las procesiones, señaladamente la de “Corpus Christi” y el paso de “Viático” por la ciudad, que llevaba el último alivio al moribundo. La ciudad era expresión, como agudamente señala José Antonio del Busto, al mismo tiempo, de “misticismo prebarroco, penitente, cilial y flagelante” (2).
Pero es también “tiempo vecino” del santo mulato una mujer insólita, la hazañosa Catalina de Erauso, mas conocida como la Monja Alférez. Nacida en España, abandonó el convento de monjas donde se le recluyó, y dio vida, con vestimentas masculinas y arrestos militares, a un personaje de leyenda conservado por la tradición. Erró por México y el Perú, embozando su feminidad como militar y sobresaliendo por sus dotes de gallardía que la encumbraron, por méritos propios, al grado de alférez (3).
Es dentro de este marco histórico y vivencial en que transcurre la vida de Martín de Porras, quien, como Santa Rosa, fuera confirmado por el Santo Toribio. Sin los elementos que caracterizaron a Lima a fines del siglo XVI y comienzos del siglo XVII, no puede entenderse el estilo de vida en la ciudad de los reyes donde se desarrolló la vida y la obra de Martín de Porras, “un paisaje para la santidad” como calificara Emilio Romero a la Lima de entonces (4).
ESCORZO BIOGRÁFICO
Martín de Porras nació en Lima en 1579, probablemente el 11 de Noviembre, en el barrio de San Sebastián, que albergaba a gente humilde. La casa natal estaba en la calle del Espíritu Santo, frente al Hospital del mismo nombre, paso forzado por quienes iban o venían del Puerto del Callao.
Era hijo de Juan de Porras, natural de Burgos, un hidalgo sin relieve y su madre fue Ana Velásquez, “negra liberta” nacida en Panamá de padres etiópes. Era hijo natural, reconocido posteriormente por su progenitor, quien tuvo, también con Ana Velásquez una hija nombrada Juana. El padre debió tener relación de convivencia de alguna manera estable y llevó a sus dos hijos a Guayaquil, en procurale protección familiar y medios educativos. Regresó un año después con Martín, quien tenía 8 años, y lo puso al cuidado de Isabel García Muchel, en el barrio de Malambo, lugar habitado por negros, indios y algunos españoles pobres o empobrecidos. En Malambo se ubicaban los “corralones de negros”, donde vivían hacinados esclavos traídos de Africa para ser vendidos. Para la demografía de la cuidad de entonces era impresionante el número calculado de gente de color en Lima.
Más de cinco años permaneció Martín en ese barrio, a la vera del río Rímac y creció como los restantes niños negros, aprendiendo los rudimentos de leer y escribir. Ya entonces comenzaba a manifestar un interés especial por la religión y la piedad y quien lo cuidaba lo sorprendió en actitudes de unción y plegaria con gran humildad: empezaron allí sus revelaciones místicas y su interés por atender y cuidar a los pobres. En ese tiempo se confirmó por el arzobispo de Lima, Toribio de Mogrovejo, que sería después exaltado a los altares.
¿Tenía Martín conciencia de su “negritud? Si limitamos este concepto a lo fundamental biológico es obvio que se sentía como perteneciente a un grupo social distinto, marginado e inferior, como que provenía del movimiento de esclavos que muy temprano en la conquista llegaron a América, en parte para compensar la “mano de obra” que no se abastecía con la población nativa. Pero la “negritud” término acuñado por el martiniquense Aimé Césaire(5), es hoy un concepto ideológico y social, una identidad compleja que se elabora en los tiempos recientes con el “despertar del negro” y su toma de conciencia de una posición igualitaria en la trama social contemporánea.
Martín de Porras, mulato, étnicamente más próximo al negro, debió situarse en ese estrato social bajo, objeto de trato racista y descalificador. Tras su infancia en el poblado de color de Malambo, ¿buscó la evasión de su etnia a través de la vida conventual? Es difícil precisar con conceptos de hoy los hechos del pasado. En todo caso no disimulaba su condición racial ni se distanciaba de sus hermanos de color: por el contrario, se afanaba en atenderlos, trasladándose inclusive a grandes distancias para socorrer a sus hermanos que tenían la doble desgracia de ser de color (negros o “pardos”) y pobres.
Los negros, como señalamos, vinieron temprano a las colonias españolas para “ofrecer” mano de obra, sea por la limitación del trabajo de los aborígenes, sea por su número reducido tras las feroces carnicerías de los “extirpadores de idolatrías” y por la mortalidad asociada a las enfermedades traídas por los ultramarinos, para las cuales por regnícolas carecían de inmunidad. En tiempos de Martín, los negros estaban representados, cuantitativamente, por una mayoría. Un estudio reciente de Fernando Romero señala que “…durante el primer cuarto del siglo XVII en Lima sólo había 6,000 vecinos blancos, pero en cambio 5,000 indios y 30,000 negros, y que la capital llegó al año 1791 con un 60% de población de color”(6).
En tiempos en que se conmemora el Encuentro de dos culturas, habría que recalcar la presencia de una tercera, la negra, venida de África en la menguada condición de esclavos. Martín de Porras es expresión de este triple encuentro, que hace aún más compleja su situación psicosocial. No cabe duda que los negros trajeron con ellos sus creencias, sus emociones, sus valores, su mundo animista y sus procedimientos frente a la enfermedad.
Martín de Porras quien mantuvo invariable su relación con sus hermanos de raza en Malambo y en otros lugares habitados por gente de color debió sincretizar en su psicología una imagen del mundo que se asociaba al conocimiento de los aborígenes por él, asimilados al tiempo en que enfrentaba al del blanco conquistador. Este es un aspecto que requiere una elaboración más consistente en el estudio de Martín de Porras.
EL BARBERO Y EL HERBOLARIO
La medicina en el Perú colonial era practicada por médicos, venidos de España y, en menor número, de Francia e Italia. El “Protomedicato” era la instancia suprema que reconocía a esos profesionales. También comprendía a los formados en la Universidad de Lima, de menor nivel en ese tiempo por el desarrollo incipiente de la medicina universitaria en el país. Sólo por excepción destacaron los médicos formados, de nivel social menos favorecidos, con frecuencia mulatos o “pardos”. Recién desde mediados del siglo XIX la medicina tuvo un nivel que hizo que los criollos se interesaran por ella. Los cirujanos, eran autorizados también por un “protomedicato” y lo mismo ocurría con los boticarios y los flebótomos.
Necesitado de trabajar, Martín empezó como ayudante de boticario de Don Mateo Pastor, y ahí aprendió a hacer curaciones (las boticas eran centros que hoy se llamarían de primeros auxilios) y otras tareas a las que se aplicaban entonces los dedicados a la preparación de remedios. Se hizo también herbolario y esta fue quizá la fuente primaria o esencial de sus recursos terapéuticos. Después dejó la botica y se hizo “barbero”, esto es, cirujano menor en el más amplio sentido de la categoría.
En su tiempo de barbero Martín aplicaba los conocimientos aprendidos sobre el uso de plantas medicinales: era un herbolario consumado cuando ejercía como enfermero en el convento. Él mismo plantaba los vegetales con principios curativos en la huerta del convento, pero lo hacía más extensamente en las Haciendas de la Orden en Limatambo y en las Pampas de Amancaes. En sus largas excursiones se dedicaban al cuidado de las plantas “cavando, regando y sembrando yerbas medicinales para enfermos y pobres” (Anónimo 7).
Si se considera el nivel logrado por la medicina renacentista en el siglo XVI, traída por los conquistadores, no cabe la menor duda, como lo señala Cabieses, del adelanto que tenía la aborigen al producirse la conquista y en las primeras décadas de la colonia(8). Los recursos de los “ultramarinos” eran mucho más limitados que los conocidos por los aborígenes, diestros en el empleo de vegetales con principios curativos.
Por eso los conquistadores mostraron una marcada inclinación por la medicina aborigen, en franco desdén por los limitados recursos terapéuticos de los médicos y barberos que acompañaron a las primeras incursiones hispánicas e inclusive a quienes vinieron posteriormente, con mayores títulos y respaldos.
“Las ideas del antiguo médico peruano escribe Cabieses concisamente sobre el tratamiento de las heridas y llagas eran muy racionales si se les compara con las que trajeron los conquistadores españoles. El mismo padre Cobo nos dice que los hechiceros peruanos tenían más conocimiento sobre las heridas y úlceras que los cirujanos españoles. Conocían hierbas que sanaban rápidamente las heridas, y los soldados castellanos se entregaban con mayor confianza a las manos de un cirujano indígena que a uno de los barberos que los acompañaban… Aunque algunas de estas medicinas tenían un efecto claramente antiséptico, no hay mucha documentación clara sobre los conocimientos que pudiesen haber tenido sobre la causa de las infecciones, y mucho menos si tenían o no idea de asepsia y de antisepsia” (Cabieses,8).
De ello debe inferirse que, independientemente de los efectos curativos de los procedimientos empleados por Martín de Porras y lo “milagroso” de sus intervenciones, no cabe la menor duda que parte considerable de la intervención del humilde mulato se debió a su manejo sagaz de las plantas curativas, que él mismo se dedicó a cultivar, desde plantar hasta recolectar. Una reflexión puede dar una idea del conocirniento de Martín de la medicina tradicional indígena. Siendo la precolombina una sociedad ágrafa hasta donde llega la investigación sobre el Perú antiguo, la civilización de la oralidad” (F. Romero, 6) debió generar, en aborígenes y negros, un intercambio intensivo del conocimiento transferido por las generaciones. La palabra hablada, señala Fernando Romero, debió jugar un “papel importante”(6). La comunicación entre ambas culturas, entre aborígenes y negros, pese a las abismales diferencias en favor de los primeros, debió haberse facilitado por este carácter de oralidad y trasmisión de la tradición, del conocimiento y de la técnica.
Eran tiempos en que subsistía una mejor transferencia y una mayor conciencia de las “formas de pensar aborigen” (A. Jiménez Borja, 9). Aún los tiempos eran cercanos a los primeros contactos de los conquistadores y una mejor estimación del fondo creencial de los aborígenes, su simbología, su visión del mundo, la autonomía de su lógica y de las expresiones del alma y de la metafísica. La tradición oral estaba todavía muy viva en el recuerdo de quienes, uno o dos generaciones anteriores, formaron parte del Perú precolombino, de sus creencias religiosas y de su legado cultural”. El doloroso proceso de trasculturación anota Cabieses que se inició en el escenario de la conquista, produjo la rápida desaparición de los más elevados valores de la cultura incaica. El naufragio fue solamente sobrevivido por algunos conceptos, ideas y realizaciones recogidas por soldados y cronistas; pero cuando los amautas, quipocamayoc y la élite intelectual toda fueron arrollados por la dominación española, conceptos e ideas se sumieron en la incógnita y el olvido”(8).
EL HERMANO DONADO
Martín de Porras, atraído por la vida religiosa, se inclinó por los dominicos, ingresando a la Orden de los Predicadores fundada por Santo Domingo de Guzmán, como “hermano donado”, “verdadero siervo” y tuvo entonces la oportunidad de vestir hábitos blanquinegros, sin aspirar al sacerdocio y dispuesto a desempeñar las más humildes tareas. Su madre Ana Velásquez “no opuso obstáculo a la vocación de su hijo” (R. Vargas Ugarte, 10) pese a que perdía sin su trabajo un apoyo económico y una tranquilidad para su vejez. Para llegar al Templo de Nuestra Señora del Rosario y su convento anexo, sólo tenía que “cruzar el puente de la ciudad y doblar luego por la rinconada en donde estaba el Corral de Comedias”(10). Durante los nueve primeros meses ejerció labores de “barbero”, con la escoba en la mano, ora con el manejo de su navaja, ponía sus sentidos en lo que se le encomendaba”(10), ocultando su vida de rezos, privaciones y sacrificios del cuerpo o flagelaciones.
Su vida en el claustro fue de permanente servicio de sus superiores y de sus hermanos y su día comenzaba con la “campana del alba”, a las 4.30, malgrado su extenuante trabajo en la enfermería. Su aplicación tenaz a los trabajos rudos, de sobreesfuerzo, sin repulsiones ni ascos, como señala Del Busto, lo hizo leal seguidor e imitador de Santo Domingo de Guzmán; podría considerar que, como “perro mulato” estaría más cerca de Dios como can dominum o domini cani, un perro de Dios(2).
Martín de Porras no era un individuo culto ni de lecturas religiosas, Santo “¡literato”, “sin letras” al decir de Valdés(11), Martín hubo de tener, además de las luces del espíritu santo, “la docta ignorancia” existente en el medio donde vivía , entonces de intensa interacción desde que Martín estaba fuera del convento un buen tiempo de la jornada, confundido con el común, con la gente de a calle, en los mercados, entre los yerbateros, en otras iglesias, conventos y enfermerías. Fue su universidad el ágora, el mercado, las calles, las gentes. De ellos se nutrió no sólo para captar conocimiento sino para extraer una tipología sencilla para el trato con los demás.
En todo caso, era un santo práxico, dedicado permanentemente al servicio de los demás hasta en las sórdidas ocupaciones: ora et labora. ¿Que era una “enfermería” en tiempos de Martín?. Una campana que llamaba por el exterior a la puerta posterior o “falsa” que atendía un “enfermero menor”, un espacio no holgado para atender las emergencias de la población pobre de los barrios aledaños y por cierto de la comunidad religiosa (frailes, hermanos legos, donados sirvientes, esclavos, casi un millar de gentes poblaban Santo Domingo. No era por cierto el lugar mejor dispuesto y más cómodo del convento. Martín descansaba cerca de ahí las pocas horas que consentía el sueño. En tiempos de epidemias se colmaba ese ambiente y era Martín el servidor que se desvivía por atender a los pacientes. Cumplía desde luego las indicaciones de los médicos y del “enfermero mayor”, a cuyas órdenes trabajaba; Martín era sólo “enfermero menor”. Cuando no había pacientes que atender, se recogía para orar.
Aunque resulte especulativo, la eficacia de las curas logradas por Martín de Porras se debían no sólo al cuidadoso empleo de las plantas medicinales de los nativos, sino a algunos de los procedimientos y rituales que son propios de las antiguas culturas peruanas. Una minoría de indios en Lima, en tiempos de Martín, estaban asentados en la ciudad pero con restricciones. No estaban “integrados” a la comunidad cotidiana aunque si tolerados en la vida social que necesitaba de ellos para servicios básicos. En gran medida estaban en calidad de marginados sociales, como los negros esclavos o los libertos. Debió darse entonces, como ya se señaló, un vínculo entre indios y negros y una transferencia de conocimientos de los unos a los otros, para un mejor ajuste a un mundo impuesto que no respetaba sus tradiciones de origen, en especial las que no se disciplinaban al mundo cristiano.
TRAS LA HUELLA DE ESCULAPIO
¿Qué enfermedades se asistían en la enfermería?. Todas las que se sabía reconocer en ese tiempo. José Antonio del Busto las ordena así: mal de cámaras, mal de flemas, mal de piedra, mal de orina, mal de melancolía, mal del sol, mal del susto y mal del valle(2). También se reseña otros cuadros mayores: las fiebres tercianas o cuartanas, el enfriamiento, la gota, la hidropesía, la apoplejía, el tabardillo, el pasmo y el cáncer(2).
El mal de melancolía en tiempos de Martín involucraba una serie de dolencias mentales y físicas, pero lo amplio de su universo nominativo no excluye el tratamiento por Martín de males de ánimo, en el sentido de la depresión y de la exhaltación. El “mal de susto” o espanto, es un síndrome psiquiátrico nativo, de amplia difusión en las calles populares, en la población indígena y en la mestiza con predominio aborigen. Martín las curaba utilizando sin duda procedimientos de la medicina nativa, los únicos eficaces en estos cuadros tan culturalmente influidos por la mentalidad andina, la perlesía es el cuadro convulsionario que distingue a la epilepsia: Martín atendía seguramente los cuadros de estatus epiléptico, entonces confundidos con el “soncco nanay” por la medicina, encontraban en este santo varón asistencia y socorro.
La psicosis sintomática, como complicación de los cuadros febriles está registrada en la actividad diaria del enfermero Martín y principalmente resaltada por José Manuel Valdés en su descripción de la epidemia de sarampión que asoló Lima, sobrepoblando la enfermería de “religiosos y sirvientes (…), los enfermos deliraban, querían salir de la cama y se negaba a tomar alimentos y medicinas; fray Martín contraído de día y de noche al servicio y cuidado de cada enfermo, como si fuera el único, concurría a las necesidades de todos, y las remediaba con su humildad, paciencia y vigilancia”(11). Merced a una especie de ubicuidad, asistía a quienes tenía físicamente delante y a quienes lo convocaban por el pensamiento o la simple necesidad.
“Una enfermedad contagiosa escribe un testimonio biográfico padeció la ciudad de Lima; entró también en el convento y uno de los accidentes que traía consigo era privar del juicio a los enfermos. Adolecieron muchos, tanto religiosos como sirvientes del convento. Llegaron a sesenta en una ocasión los enfermos heridos de dicha peste y los más eran religiosos del coro. Parecía un casa de locos la enfermería, porque cada uno de los enfermos, con el frenesí, gritaba, salíase de la cama y hacía otras cosas, como hombre privado de juicio. ¡Oh que tribulación para el enfermero!. ¿Quién podría para tanto y con tantos? La caridad del venerable Fray Martín, que a todos apaciguaba en sus locuras, a todos aplicaba los remedios, a todos hacía que comieran y bebieran, aunque aquellos, con el frenesí, se resistían. Ya se deja conocer que ponía el Señor su poderosa mano, para que su siervo con tanta puntualidad ejecutara su heroica caridad”(7).
Sobre este testimonio escribe nuestro Hermilio Valdizán: Ese delirio con tendencias a realizar actos violentos, esa excitación traducida por una innegable impulsividad, en esos enfermos que gritaban, que se salían de sus camas y que hacían otras cosas, como hombres privados de juicio, autorizaría, tal vez, a pensar en un delirio bastante intenso, con acentuado ofuscamiento de la conciencia y con violentas explosiones emotivas. Era, tal vez, un delirio infectivo: pero ¿de qué naturaleza?” (Valdizán, 12). Esta epidemia, según se menciona en el testimonial de la beatificación, era de sarampión o “alfombrilla”, “nombre con el cual era conocido y lo es aún, entre las clases modestas”(12).
Señala Valdizán los “dos factores de la morbilidad limeña en los siglos XVI y XVII: el sarampión y el “garrotillo”. El sarampión, en forma de epidemia, producía complicaciones mentales “accidentes y pasiones histéricas que provenían de la madre de esta enfermedad sarmapión”. El “tabardillo” era el tifus exantemático, “con compromiso encefálico”. El tratamiento de la “frenesía”, un “periodo más avanzado del delirio febril”, se usaba aplicaciones tópicas de los cadáveres tibios de los animales sobre la cabeza razurada del enfermo”, en cuya forma los empleaban también en el tratamiento de la meningitis y de la conmoción cerebral. Si se daban “trastornos de la sede cerebral, estas aplicaciones también se usaban en el tratamiento del sarampión, el tifus exantemático y la viruela (Valdizán, 13).
El tratamiento, además de cuidados en la higiene, la alimentación y el reposo, consistía en el empleo de las plantas medicinales, la purgas y las sangrías, y las restantes actividades propias del cuidado de la medicina sin dejar de utilizar las provenientes de la medicina folclórica. Pero lo que distinguía a Martín era su acción directa: ora imponiendo las manos sobre la cabeza o en lugar adolorido, ora sobre la lesión del enfermo, sin advertir a los enfermos de poseer poderes especiales. Cuando la curación se producía por estos medios, Martín desestimaba el encomio y lo atribuía al poder sanativo de la palabra de Dios, que usaba como intermediario. “Yo los curo, Dios les salve” solía repetir humildemente.
“De no haber elegido el camino áspero del misticismo escribe César Miró hubiera sido, sin duda, una figura extraordinaria en el arte o en la ciencia, un poeta, un pintor, un soldado valeroso capaz de las más sorprendentes batallas; hubiera sido un médico maravilloso, del mismo modo que fue un empírico desconcertante de la farmacopea, un experto en sangrías, arte parejo a su oficio de barbero, recurso en el que se hizo hábil por amor generoso a los hombres. Fue esta su principal actividad y la que más lo ennoblece, porque el número de sus enfermos sobrepasaba todos los cálculos, en una obra gigantesca de asistencia social. Fundó hospicios y enfermerías, visitó los hogares humildes y las cárceles, caminando leguas, sin importarle la fatiga y el sueño, el hambre y la sed. Y curaba, sobre todo, con ternura y con fe, porque no puede darse mayor sencillez ni más ingenua ciencia que la suya…”(14).
MARTIN, ECOLOGISTA
Martín de Porras no sólo curaba y daba atención a los enfermos sino que su ministerio se extendía a los animales, a quienes cuidaba y cuyas heridas curaba. Como San Francisco de Asís, podía dialogar con animales (síndrome de Dolittle para psicopatólogos acuciosos de hoy). Tenía, diríase, un especial don de comunicación con los animales sufrientes, a quienes extendía el gesto generoso, en tiempos en que no existía la veterinaria.
Con su humilde instrumento, Martín limpiaba los escenarios de su vida. Antes de aplicarse el reconocimiento de la enfermedad y la terapéutica de la misma, barría la estancia. Pero no sólo lo hacía para tratar un caso individual. Los extendía al espacio general, “barría en el aire, ahuyentando malos pronósticos, malas ideas y chismes y murmuraciones malignas…” (Romero, 4). Así alejaba, con las pestes, las miserias humanas, los rumores perversos, la compiración maligna, la conducta soberbia y presuntuosa. Era la escoba “el instrumento supremo de la higiene física y mental, para barrer por la salud, el bien colectivo. Expulsar la maldad junto con la enfermedad y la pobreza. Así como tuvimos un Santo de la Espada, el General José de San Martín, en la Gesta de la Emancipación, Martín de Porras el Santo de la Escoba tiene una posición más elevada. Paz, higiene, salud privada y pública; frente al conflicto, a la guerra, a la muerte, al Poderío”(4).
Un enfoque que hoy llamaríamos ecologista sobresalía en el actuar de Martín, empeñado en curar a las personas, pero también al ambiente, al entorno. Más allá del caso individual, los factores externos eran tenidos en cuenta con miras al afronte integrador del arte de curar en su dimensión más adelantada: pronosticar y prevenir(15).
Martín de Porras fue adelantado en destacar la importancia de los factores externos condicionantes, en considerar el milieu humano dado el vínculo inextricable entre el medio social y medio biofísico”(15). Martín era un hombre que, por su vida penitente en servicio de los demás, contaba con reservas emocionales de excepción para entender el conjunto del drama de la enfermedad, principalmente en la gente humilde semejante a él en lo material y en lo espiritual: ingresaba pronto en la intimidad de sus pacientes porque conocía las consecuencias psicológicas de la miseria y la privación.
ANTROPOLOGÍA MARTINENSE
Una de la características principales de Martín, la amistad, está descrita admirablemente por Emilio Romero: “A Martín de Porras lo buscaban todos los que tenían conflictos espirituales o materiales como al mejor amigo de la ciudad. Cuentan sus biógrafos que tenla amigos en todas las capas sociales. Altos dignatarios de la iglesia, del foro y del gobierno; gentes sencillas, ricos y pobres; todos tenían en Martín un amigo, a un confesor laico, para decirle sus angustias, sus conflictos y secretos. Tenía el mulato un don de simpatía y de atracción, asociados a una lealtad inagotable. Amigable componedor, consejero, mediador, siempre lograba el éxito que después se llamó milagro. Y era debido solamente a su extraordinario espíritu, a una lógica sencilla e indestructible y también a su mirada mansa de negro, que conmovía, logrando aparecer siempre como inferior y humilde ante todos, secreto de la confianza que inspiraba… Este sentido de sugestión colectiva, de afecto y de veneración, obraba milagros…”(4).
La vida toda de Martín se caracterizó por la calma y el sosiego, pese a su dinamismo, que lo hacía recorrer Lima de un extremo a otro. De Malambo a Santo Domingo, de éste a la Recoleta, Limatambo o al Olivar después llamado de San Isidro y en medio de esos recorridos, las visitas a los humildes hogares y hospicios de los pobres y las gentes de color distribuidos en el centro y el entorno de Lima. Era un verdadero ejemplo de solidaridad y de devoción por el desprotegido. “En él todo suave y apacible escribe Aurelio Miro Quesada frescura de huerto o de jardín, lírica sombra de garúa limeña… sólo se le pinta con tres símbolos leves: con frascos de remedios, como enfermero; con una escobita, como humilde servidor del convento; y con un gato, un perro y un ratón, por su prodigio más raro y más sonado”(16). El mulato de alma blanca mereció los versos de Clemente de Althaus:
“En vano, gran Martín, la noche fría, vistió tu rostro con tu sombra oscura; más que la nieve era tu alma pura y más clara que el sol de mediodía”(16).
Apunta José Antonio del Busto que entre personajes bíblicos y santos los negros no tenían tradición para la Iglesia Católica: entre los nombres de los textos sagrados, Séfora, la esposa de Moisés había sido negra, lo mismo que la reina de Saba y sus sucesora la reina Candase(2). Dentro del cristianismo africano se menciona a San Elesboam, emperador de Etiopía, Santa Ifigenia, princesa de los abisinios y los abades San Moisés y San Serapio. En el siglo XVI, los Franciscanos Antonio y Benito de Palermo(2).
Este examen sucinto de la vida y la obra de San Martín de Porras sólo se detiene ante los hechos empíricamente demostrados. No relata ni menos juzga los testimonios que sirvieron para la beatificación (1835) y la posterior santificación (1962) de este religioso ejemplar. Con Valdizán queremos decir que prescindimos del aspecto maravilloso y sobrenatural de muchas curaciones que se cuentan de tan célebre beato limeño, cuyo estudio pertenece al campo de la teología cristiana”(12).
Martín de Porras irradió la imagen carismática del hombre de fe y del servidor incondicional de los demás. Está por eso en el santoral de la psiquiatría peruana(17). Es el santo de los humildes y proyectó su “color honesto” en la imagen del Cristo Moreno de Pachacamilla, del Señor de los Milagros, que mueve en procesión a la más copiosa masa humana, en los recorridos del mes de Octubre, que pinta a Lima de morado y agrega a la invariable niebla limeña el humo purificador del incienso.
REFERENCIAS
1. JUAN MANUEL UGARTE ELESPURU: “Lima y lo limeño”. Editorial Universitaria, Tercera edición, Lima, 1967.
2. JOSE ANTONIO DEL BUSTO DUTHURBURU: San Martín de Porras (Martín de Porras Velásquez). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1992.
3. CATALINA DE ERAUSO: “Historia de la monja alférez”. Serie Populibros, Lima, 1988.
4. EMILIO ROMERO: “El Santo de la escoba”. Fray Martín de Porras. Librería Editorial Juan Mejía Baca, Lima, 1959.
5. RENÉ DEPESTRE: “Buenos días y adiós a la negritud”. Casa de las Américas, La Habana, 1986.
6. FERNANDO ROMERO: “El negro en el Perú y su transculturación lingüística”. Editorial Milla Batres, Lima, 1987.
7. ANÓNIMO: “Compendio de la prodigiosa vida del Venerable Siervo de Dios Fr. Martín de Porres, natural de Lima, Religioso Donado Profeso de la Orden de Predicadores, Sacado de los autores RR.PP.MM. Fray Jayme Baron y Fray Juan Meléndez, de la misma orden”. Bernardo Pla, Barcelona MDCCCXXXVII.
8. FERNANDO CABIESES: “Dioses y enfermedades (La medicina en el Antiguo Perú)”. T 1. Ediciones Artegraf, Lima, 1983.
9. ARTURO JIMÉNEZ BORJA: “Formas de pensar aborigen”. Revista de Neuropsiquiatría, Vol. 54: 63-84, 1991; y Vol. 55: 81-99, 1992.
10.RUBÉN VARGAS UGARTE: “Vida de San Martin de Porras”.4a. edición. Imprenta López, Buenos Aires, 1963.
11. JOSE MANUEL VALDEZ: Vida admirable del bienaventurado Fray Martín de Porras. Natural de Lima y donado profeso en el Convento de la Orden de los Predicadores de esta ciudad. Reimpresa por su devoto José Andrés de Neira Valvuena. Huerta y Ca., Impreso Editores, Lima, 1863.
12. HERMILIO VALDIZÁN: “Martín de Porres Cirujano”. Stab. Tipográfico Vespasiani, Roma, 1913.
13. HERMILIO VALDIZÁN: “Nuestra Medicina Popular”. Lima, 1909.
14. CESAR MIRÓ: “La ciudad del río hablador”. Talleres de la Imprenta el Ministerio de Guerra, Lima, 1944.
15. JAVIER MARIÁTEGUI: “Ecología y Psiquiatría”. Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, 24: 100-108, 1978.
16.AURELIO MIRÓ QUESADA: “Lima. Ciudad de los Reyes”, Talleres Gráficos de P. L. Villanueva, Lima, 1968.
17. JAVIER MARIÁTEGUI: ‘La psiquiatría y su santoral en el Perú”. Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, 33: 257-258, 1987.

DIOS, una breve historia del Eterno

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Dios Una breve historia del Eterno

«¿Dios? Ya no necesito esa hipótesis», Laplace ante el emperador Napoleón
«Solo Dios basta», Santa Teresa de Jesús
«Gracias a Dios, Dios no existe. Pero ¿y si –Dios nos libre– existiera Dios?», Proverbio ruso.

No resulta nada fácil hablar de Dios hoy: existe un conservadurismo ateo que cultiva sus prejuicios y apenas reacciona a los argumentos. Manfred Lütz (Bonn, 1954), médico, teólogo, director de un hospital, casado y con hijos, miembro del Pontificio Consejo para los Laicos y de la Pontificia Academia para la Vida, y Consultor de la Congregación para el Clero, reconoce en su libro DIOS, una breve historia del Eterno (Sal Terrae, 2009) que, “aunque no nos guste oírlo, en nosotros influye considerablemente lo que ‘se’ piensa y lo que ‘se’ cree. En las sociedades en las que Dios apenas está presente ya, salvo en un ámbito temporal y espacial delimitado, la fe requiere ahora coraje y está necesitada de fundamentación, mientras que el ateísmo práctico o teórico de una vida que transcurre placentera sin Dios no precisa ya fundamentación alguna. La necesidad de pertenecer a la mayoría, a los vencedores, es, para muchos, irresistible”.
También existen creyentes que reniegan de la razón y olvidan 1 Pe 3,15: “Dad culto al Señor, Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que os pida razón de vuestra esperanza. Pero hacedlo con dulzura y respeto”. Esto complica un diálogo saludable. Como escribió Ladaria, “la fe busca entender no por un ejercicio especulativo superfluo, sino porque quiere creer más a fondo y quiere dar mejor razón de nuestra esperanza”. Además, las incoherencias y los escándalos de algunos creyentes echan más leña al fuego. Recordemos el n. 19 de la GS: “El ateísmo, considerado en su total integridad, no es un fenómeno originario, sino un fenómeno derivado de varias causas, entre las que se debe contar también la reacción crítico contra las religiones, y, ciertamente algunas zonas del mundo, sobre todo contra la religión cristiana. Por la cual, en esta génesis del ateísmo pueden tener parte no pequeña los propios creyentes, en cuanto que, con el descuido de la educación religiosa, o con la exposición inadecuada de la doctrina, o incluso con los defectos de su vida religiosa, moral y social, han velado más bien que revelado el genuino rostro de Dios y de la religión”. Manfred Lütz nos ofrece un texto plagado de ideas y experiencias vitales, como las de Edith Stein, Teresa de Calcuta, Andre Frossard (un ateo cuyo padre había sido uno de los fundadores del Partido Comunista francés). Nada podía conmover el sereno ateísmo de Frossard. Entonces, con veinte años, el 8 de julio de 1935 pasó a una pequeña capilla en la Rue D’ Ulm en el Barrio Latino de París, para buscar allí a un amigo. Como luego contaría él mismo, entró en la capilla a las cinco y diez de al tarde… y a las cinco y cuarto la abandonó como cristiano católico. André Frossard no estaba loco. Se convirtió en uno de los escritores y periodistas más famosos de Francia.
Dos de las experiencias que relata tienen que ver con la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia, en 2005: “Fue necesario explicar el desarrollo de la santa misa al realizador de televisión responsable de la retransmisión de la misa del papa en el Marienfeld, que ignoraba todo lo referente al cristianismo, para que pudiera dirigir profesionalmente el trabajo de las cámaras. Cuando concluyó la Jornada, este realizador telefoneó al sacerdote que le había explicado el desarrollo de la eucaristía y le pidió que lo bautizara. Una seria explicación del sentido de la liturgia había bastado para propiciar un giro existencial.
Cuestión de formas
Con ocasión de este mismo encuentro masivo, algunas cristianas indonesias fueron alojadas en el barrio chino de Colonia. Todas las mañanas y todas las noches se acercaban a ver a una prostituta y, entusiasmadas, le contaban cosas de los actos a los que habían asistido durante la jornada y le hablaban de su fe. El último día, al despedirse de la prostituta, de repente comenzaron a llorar a lágrima viva. Cuando la mujer les preguntó que les pasaba, no pudieron contenerse: estaban tan tristes porque ella, la prostituta no podía experimentar esta gran alegría de la fe. La historia no la contaron las indonesias, quienes regresaron a su lejano país. Fue la propia prostituta la que, poco después, llamó a un sacerdote. Le contó que era la primera vez que alguien había llorado por ella. Y le preguntó cuáles eran los pasos a dar para hacerse cristiana”.
Manfred Lütz ha escrito el libro que todo teólogo quisiera poder escribir algún día: ameno y riguroso a un tiempo, oportuno y necesario. No presenta novedad en cuanto a ideas, sino en cuanto a las formas; pero ¡que importantes son éstas! Pues, como dice Lütz, “para muchos, la religión no es más que aburridos discursos solemnes, ora una plomiza misa de niños, ora una bonhomía excesivamente solícita (…) En las tertulias televisivas, los representantes de las religiones se conducen, por lo general, como gente escrupulosa; hablan de forma incomprensible y, en todo caso, consideran que nada es tan sencillo como parece. Usan un lenguaje que ya sólo entienden ellos mismos (…) Sin embargo, la pregunta por la existencia de Dios, que es de lo que en realidad se trata, o nos concierne a todos sin excepción (…) o no concierne a nadie. De ahí que en este libro me haya propuesto utilizar un lenguaje normal (…) Cuanto más importante sea algo para todo el mundo, tanto más comprensible y sencillo habrá de ser lo que se diga al respecto (…) Así pues, de lo que aquí se trata es de hablar de Dios de forma comprensible, mas no por ello banal
La música y el arte nos abren la mirada más allá del rudimentario materialismo, primer paso para comenzar a hablar de Dios: hay que recuperar la estética como camino hacia lo trascendente. También debemos reconocer que la psicología es un instrumento inútil tanto para la refutación como para la demostración de la fe en Dios: Afirmar que la psicología puede decir algo sobre Dios equivaldría a afirmar que es posible decir algo sobre La flauta mágica una vez que se ha examinado la tramoya e inspeccionado los decorados y quizá se dispone además de los informes psiquiátricos de todos los cantantes. ¿Qué sabe uno con ello sobre La flauta mágica, sobre Mozart, sobre la magia de la música? Probablemente apenas se exagera si se resume la respuesta en una única y breve palabra: ¡nada!.
Con la teoría quántica se evidenció que la naturaleza no está gobernada por leyes deterministas que rigen de forma necesaria y sin excepción; solo existen probabilidad estadísticas: en todo momento son posibles acontecimientos inesperados, que no representan sino desviaciones estadísticas de la media y no contradicen las leyes de la Naturaleza. Así, dice Manfred Lütz, los científicos pueden volver a escuchar a su interior, mirar al mundo con otros ojos y plantearse con toda seriedad la pregunta por Dios. Pues ni el caso Galileo, ni la teoría de la evolución de Darwin, ni la moderna investigación neurológica brindan argumentos contra Dios.
Índice
Introducción: contra el ateísmo chapucero y la fe santurrona
1. Música y arte: Elton John y la Venus desnuda
1. Ser o no ser
2. Un montón de piedras une a la humanidad
3. Los hechos desnudos y el disfrute de la vida antes de la muerte
2. La psicología y Dios: un hombrecillo en el oído
1. El parricidio de Sigmund Freud
2. Lo que C.G. Jung y Viktor Frankl tienen en común con una estrella del porno
3. Dios y un ramo de flores
3. La pregunta: expediciones por el arroyo de fuego (Feuerbach)
1. La prueba de la tarta de nata
2. Reiterados problemas con el Altísimo
3. Una pregunta a vida o muerte
4. El Dios de los ateos: una protesta a lo grande
1. Pienso lo que quiero
2. Una comunidad de inquilinos se jubila
3. Una religión celebra el ateísmo
4. La fiesta con champán, arruinada
5. La placentera venganza del humilde cura
6. El hijo de un pastor protestante asesina a Dios
7. El «más grave accidente previsible» en el templo de la nada
5. El Dios de los niños: de la felicidad como estado natural
1. ¿Cómo de real es la realidad?
2. La pezuña en la oreja
3. Un caso para talar y el camino hacia la felicidad
6. El Dios de maestros y profesores: conspiración en el sótano-bar
1. Jugar a los indios con consecuencias letales
2. La verdad bajo la higuera
3. Una anciana testaruda hace un pacto con el diablo
7. El Dios de los científicos: Galileo, Darwin, Einstein y la verdad
1. Una religión inventa la ciencia
2. El mayor golpe mediático de todos los tiempos
3. Darwin cierra un taller de alfarería
4. La catástrofe de una imagen del mundo
5. Milagro, ilusión y realidad
6. El error de Stephen Hawking y las pequeñas imágenes en color del cerebro
8. El Dios de los filósofos: la gran batalla de la razón pura
1. Disputa entre santos: las pruebas de la existencia de Dios
2. Proceso sumario contra un pobre desdichado
3. Filosofar en la niebla: un soltero perspicaz
4. Viaje aterrador por el túnel
9. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob: el misterio en el dobladillo del abrigo
1. El misterio de una bella mujer
2. Una salvífica tentativa de asesinato
3. La más prolongada historia de amor de todos los tiempos
4. Un soberano inquietante
10. La respuesta: un acontecimiento apasionante
1. La sorpresa
2. Tumulto entre carniceros y panaderos
3. Una pocilga envejece
4. La sonrisa de los ángeles
11. The day after: los valores, la verdad y la felicidad
1. Soluciones inesperadas
2. Karl Valentin y la mística
3. Cómo poner coto a los atracos a bancos
12. Dios y la psicología: puntos de contacto
1. Un psiquiatra inquietante
2. Una ballena indispuesta
3. Un león tímido
13. Arte y música: la sensualidad de la verdad
1. La belleza salvará el mundo
2. Un rostro misterioso
3. En qué ocupan los ángeles su tiempo libre
Epílogo

Prólogo

Todo el mundo opina cargado de razón sobre la cuestión de los valores, sobre las virtudes, sobre la lucha de culturas e incluso sobre el problema de Dios. Pero casi nadie coge esta última cuestión por los cuernos e intenta darle una respuesta directa. Hay que reconocer que también tiene algo de megalómano pretender responder a una pregunta a la que, durante milenios, se han enfrentado las personas más inteligentes y sabias sin llegar a resultados concluyentes. Pero yo, como psiquiatra, no debería sentir demasiado miedo de la megalomanía. Sin embargo, en cuanto hombre débil, uno sólo se cree facultado para siquiera aproximarse a semejante pregunta tras haber leído montañas de sapientísimos libros. Pues, por usar un conocido motivo de la historia de las religiones, teme descalzarse intelectualmente emulando a Moisés, quien ante la zarza ardiente, en presencia de Dios, se despojó de sus sandalias.
Sobrepasada ya la cincuentena, a lo largo de mi vida y mis diversos estudios he leído gran cantidad de libros y, sobre todo, he acumulado algunas experiencias vitales. Puesto que el problema de Dios me ha interesado de manera especial desde mi temprana juventud y puesto que yo mismo he pasado de forma sucesiva por ambos puntos de vista –el del ateo y el del creyente–, se me ocurrió escribir un libro sobre este inmenso tema partiendo sencillamente del estado en el que ahora me encuentro.
En esta empresa me han sido de ayuda las numerosas conversaciones que, justo sobre esta cuestión, he mantenido con numerosas personas, unas creyentes y otras llenas de dudas, unas de alto nivel intelectual y otras del todo normales, unas escépticas y otras piadosas. Semejantes conversaciones, si se desarrollan con seriedad, van siempre a lo esencial. En ellas, a diferencia de lo que ocurre, por ejemplo, en conversaciones sobre los yacimientos de gas natural en Siberia oriental o sobre la propia colección de sellos, uno no puede mantenerse personalmente al margen.
Por consiguiente, me he imaginado sin más que sostengo una conversación sobre Dios con un contemporáneo inteligente, pero no excéntrico. Sin duda, lejos de tratarse sólo de teorías, el problema de Dios es –dicho entre nosotros– una cuestión de vida y muerte para cualquiera. Algunas personas que hayan leído libros diferentes de los que yo he leído y tratado a gente diferente de la que yo he tratado escribirían un libro completamente distinto al respecto. Aquí no puedo sino realizar mi contribución personal a esta gran pregunta. Y cuando llegues al final, querido lector, gustoso dejaré que me abras los ojos.
Y entonces escribiré una obra del todo nueva. Pero, hasta entonces, lo único que puedo ofrecerte es el presente libro.
Introducción: Contra el ateísmo chapucero y la fe santurrona
Si pudieras estar absolutamente seguro de que nadie te va a pillar, ¿qué te detendría de atracar un banco? ¿Qué te hace estar tan seguro de que no vas a ser eliminado un día de éstos por medio de una dulce inyección? No es descartable que a la sociedad, por muy buena voluntad que ésta tenga, no se le pueda seguir exigiendo que asuma los costes terapéuticos y asistenciales de la compleja enfermedad que se te va a diagnosticar dentro de poco. ¿Por qué no se arrojan los cadáveres al vertedero de residuos tóxicos y se transforman los cementerios en parques lúdicos para los niños? ¿Cómo sabes que tu marido te es fiel? ¿Cómo sabes que el hijo de tu mujer es también tu hijo? Así pues, y ahora completamente en serio, ¿qué pruebas hay de que Dios exista o, al contrario, de que no exista? Pues «si Dios no existe, todo está permitido» (Dostoievski, Los hermanos Karamazov). ¿O no es así?
Un libro sobre Dios que quiera ser tomado hoy en serio debe plantearse tales preguntas de la vida real, que indefectiblemente afectan a todo varón, toda mujer y todo niño. Pues lo que está claro es que quien de verdad cree en Dios vive de manera diferente de quien no cree en Él. Sin embargo, las personas no siempre somos consecuentes. Los ateos malgastan un tiempo precioso en reflexiones irracionales y, en ocasiones, viven como si Dios tal vez sí que existiera un poquito. Y, a menudo, los creyentes viven la mayor parte de su tiempo como si Dios no existiera. Si partimos de que cada momento de la vida es irrepetible, ambos fenómenos resultan nefastos. Uno dilapida un tiempo vital irrecuperable a causa de un Dios que en absoluto existe o, por el contrario, desaprovecha a ojos vistas la gran oportunidad de su vida; a saber, mostrarse ante Dios como digno de la vida eterna.
Admitámoslo, la religión tiene hoy poco que ver con tales preguntas.
Los representantes de las religiones aparecen, por regla general, cuando nadie sabe ya qué hacer; por ejemplo, después de grandes catástrofes. Y entonces suelen reconocer con buenas palabras que tampoco ellos saben qué hacer. Para muchos, la religión no es más que aburridos discursos solemnes, ora una plomiza misa de niños, ora una bonhomía excesivamente solícita. La religión no es para hombres, tal vez todavía un poco para mujeres y, si acaso, algo para niños. En las tertulias televisivas, los representantes de las religiones se conducen, por lo general, como gente escrupulosa; hablan de forma incomprensible y, en todo caso, consideran que nada es tan sencillo como parece. Usan un lenguaje que ya sólo entienden ellos mismos: están «afectados… sobremanera», todo les parece «en cierto modo» curioso o raro y «se comprometen» con personas, edificios y pueblos enteros. Un carnicero o una dependienta de confitería nunca hablarían así.
Sin embargo, la pregunta por la existencia de Dios, que es de lo que en realidad se trata, o nos concierne a todos sin excepción…o no concierne a nadie.
De ahí que en el presente libro me haya propuesto utilizar un lenguaje normal. Pido a los lectores que, si a pesar de todo, tropiezan con jerga técnica incomprensible o inexplicada, insulten debidamente al autor. A algunos teólogos les parecerá incomprensible evitar lo incomprensible, pues su propia relevancia la han adquirido, entre otras cosas, gracias a la invención de frases incomprensibles.
Cuando cursé los estudios de teología, entre nosotros, estudiantes, era muy popular la frase: «Un Dios que existe no existe en absoluto» [Ein Gott, den es gibt, den gibt es gar nicht]. ¡Guau! Quien conocía esta frase demostraba encontrarse ya en un curso superior; y quien, para colmo, incluso era capaz de explicarla no dejaba lugar a duda de que estaba preparado para aprobar el examen de grado. La frase, por supuesto, es cierta, pues quiere decir que Dios no es un objeto, como pueda serlo, por ejemplo, tu zapato derecho, querido lector. Pero ahora yo parto de que tampoco a ti se te habrá ocurrido nunca la idea de salir a cenar sin más con el buen Dios y colgarlo en el armario al terminar.
Quien se interroga: «¿Existe o no existe Dios?», se plantea una pregunta importante para él y no tiene por qué dejarse instruir de inmediato por los teólogos sobre cómo debería formularla debidamente para que se le responda también de buena gana. Si enseguida se empieza a imponer un estricto reglamento lingüístico, la gente se siente como antaño se sentía en los albergues juveniles, donde, por bienintencionadas razones, a uno se le imponían todos los deberes imaginables. Desde entonces, se agradece poder pernoctar en hoteles en los que uno puede hacer lo que quiera, el servicio es amable y, sobre todo, ya no ofrecen ese horrible té que aún me persigue en pesadillas.
Cuanto más importante sea algo para todo el mundo, tanto más comprensible y sencillo habrá de ser lo que se diga al respecto.
También los titulados universitarios dispuestos a ir al patíbulo por su fe son capaces de formular con sencillez y concisión y prescindiendo de extranjerismos sus razones para dar tamaño paso existencial, igual que pueden hacerlo los ateos que optan por el suicidio. Lo cual no es óbice para que éstos sean los argumentos más importantes que jamás hayan manejado en su vida.
En mis años de estudiante en Roma, hice de guía por la Ciudad Eterna para grupos de universitarios. Dado que conocía bien la historia romana del arte, era algo que me resultaba relativamente sencillo. Cuando más tarde guíe por Roma a un grupo de jóvenes –algunos de ellos discapacitados– y pretendí transmitirles de igual modo la esencia del Renacimiento y el Barroco, me percaté de que aquello era un reto intelectual mucho mayor, puesto que no podía apoyarme en los habituales conceptos técnicos, sino que tenía que hablar de forma llana. Pero te aseguro, querido lector, que la experiencia con los discapacitados me resultó bastante más satisfactoria, aunque fuera mucho más exigente desde un punto de vista intelectual.
Así pues, de lo que aquí se trata es de hablar de Dios de forma comprensible, mas no por ello banal. No hay nada peor que el ateísmo chapucero y la fe santurrona. Por consiguiente, habrá que considerar cuidadosamente todas las usuales objeciones contra la existencia de Dios. Y, a la inversa, habrá que presentar todos los argumentos convincentes a favor de la existencia de Dios, incluidas las famosas «pruebas de la existencia de Dios». Luego, cada cual decidirá por sí mismo qué es lo que, teniendo en cuenta su personal experiencia vital, le parece más verosímil.
A quien me conozca no le sorprenderá que ni siquiera en un tema como el que aquí nos ocupa pueda dejar de hacer entrever las ganas de vivir y la «pura alegría» (Spaß an der Freud, antiguo regionalismo de Renania, algo así como «el amor al arte» en España). Quizá haya lectores que esperan que, bajo un título como el de este libro, sea posible contemplar de hito en hito, con extrema seriedad y con ojos dilatados por el terror, los abismos de la existencia humana. Pero tales lectores se cuentan probablemente entre las personas que prefieren no oír La flauta mágica y se limitan a leer el texto… sin los diálogos de Papageno y, por supuesto, sin la conmovedora música de Wolfgang Amadeus Mozart. Pero, siendo europeo, ¿cómo se puede hablar en verdad de Dios sin que a uno le resuene en la mente la jubilosa seriedad de la música de Mozart?
1. Música y arte: Elton John y la Venus desnuda
1. Ser o no ser

Elton John se sentó al piano. No para las masas en una de sus espectaculares giras mundiales, no en una gigantesca sala de conciertos, no en un festival de música desbordante de alegría de vivir. Tocó para una sola persona, en una iglesia, en la abadía de Westminster; y Elton John cantó sobre la muerte de esa persona. Pero la canción fue, al mismo tiempo, el punto cimero del lamento fúnebre más impresionante de la historia de la humanidad: el réquiem por Lady Di, princesa de Gales.
Fue un duelo sin Dios. Es cierto que para las exequias se eligieron formas cristianas tradicionales, pero la desesperación que se extendió por todo el planeta estaba ayuna de esperanza. Hay quien se pregunta cómo pudo desatarse una tan increíble explosión de desconsuelo público a causa de una mujer así de mediocre, que no se consideraba suficientemente guapa, que apenas se comportaba como se espera de un miembro de la realeza y cuyo elogiadísimo compromiso social en modo alguno le llevó a entregar su fortuna –o al menos parte de ella– a los pobres.
Pero quizá el secreto de su popularidad radicaba precisamente en esa mediocridad –que la hacía tan cercana a cualquiera– y, al mismo tiempo, en la distancia asociada a su condición de miembro de la realeza. No obstante, es probable que lo decisivo fuera, ante todo, la conmoción que causó el hecho de que una mujer joven, vital y a todas luces sedienta de vida, se convirtiera de repente en cadáver. A la vista de la vida exuberante, innumerables veces reproducida, el carácter inopinado y violento de este óbito fue demasiado para una sociedad que reprime la muerte con toda pulcritud. «El que nos ha dejado», decimos educadamente, como si alguien, sin saber cómo, se hubiese perdido. En realidad, no se trata sino de un cadáver en descomposición.
To be or not to be, that is the question. Ser o no ser, he ahí la cuestión. Desde los fundamentos de la literatura universal emerge también ante cada uno de nosotros esta acuciante pregunta de Hamlet. ¿Somos, a la postre, nada más que efímeras existencias en camino hacia una muerte que todo lo engulle? ¿Somos material para gusanos y otros bichos que se cuidarán de reducirnos a meros esqueletos? ¿Es vivir –valerosa, cínica, irreflexivamente– con la certeza de la ineluctable catástrofe de nuestro yo lo único que nos resta? ¿O acaso hay todavía algo más allá de la muerte?
La letra de Elton John abogaba inequívocamente por la variante cínica en la cuestión de la vida: «Como una vela al viento…», «Morir, dormir: ¡nada más!» (Hamlet). Pero Elton John cantó. Ahí estaba la música; y en aquel momento, la música se elevó sobre los océanos y continentes y unió a una humanidad doliente.
Nada trasciende de modo tan cierto y obvio la base meramente material de nuestra existencia como la música. Aun en la suma desesperación, la música puede elevarnos por encima del instante –no directamente hacia Dios, pero al menos sí lejos de una visión simplista de las cosas que sólo conoce lo medible, lo ponderable, lo tangible y que, por tanto, sólo es capaz de ver la física y la química, la descomposición y los gusanos. La esfera de la música emociona a los seres humanos de todas las épocas y todos los países, elevándolos más allá de sí mismos… ¿hacia la tierra de la gran ilusión?
Tal vez.
Los conciertos masivos recuerdan a menudo a las ceremonias religiosas. Se agitan rítmicamente mecheros encendidos, se realizan acciones rituales e, inmersas en un gran sentimiento colectivo, la masa se afana por trascenderse… ¿hacia ninguna parte?
Tal vez.
2. Un montón de piedras une a la humanidad
Pero también en otros lugares puede abrirse de súbito el cielo. El Partenón de Atenas es, propiamente, un templo pagano en ruinas consagrado a la diosa Atenea –en la que apenas se creía ya cuando se construyó el templo–, una casa que podía ofrecer protección frente a la lluvia durante las ceremonias rituales y que hoy está destrozada por el paso del tiempo y la explosión de un polvorín turco.
No obstante, te recomiendo que subas alguna vez a este antiguo templo. Asciende por la solemne escalera de la Acrópolis. A tu derecha, el exquisito templo de Niké, más allá, la entrada al recinto sagrado, el bosque de columnas de los propileos y luego…una vista increíble: el Partenón. Un edificio suspendido en la resplandeciente luz mediterránea. Seguro que, a lo largo de tu vida, has visto ya gran cantidad de arquitectura importante: vigorosos castillos medievales aferrados a la tierra, catedrales góticas que asaltan el cielo. Pero este estar flotando por encima de la tierra, mas sin llegar a Dios – ¿a qué Dios, además?– es algo que sólo se puede experimentar observando el Partenón. Eso fue lo que lo convirtió en una pieza maestra del espíritu griego, admirada en todas las épocas.
Para lograr esta impresión inolvidable, los geniales arquitectos antiguos se sirvieron de algunos trucos artísticos. Las columnas presentan una éntasis, esto es, un ligero abombamiento, con una anchura mayor en el tercio inferior. Y la fachada del templo está un tanto arqueada hacia arriba, de suerte que las columnas centrales son mayores que las de los extremos. Quien no lo sabe no repara en ello. Ahora bien, el efecto supraterrenal no es un mero truco; pues, de lo contrario, semejantes maravillas se darían en serie. Lo que ha emocionado a personas de todos los siglos y todas las religiones al contemplar el Partenón ha sido, más bien, el excepcional diseño artístico, la composición en su conjunto.
El Partenón no constituye una prueba de la existencia de Dios. Hay razones de peso para dudar de que el gran Fidias, el supervisor de los trabajos, se tomara en serio el tosco mundo de los dioses griegos. Pero la vivencia del efecto de estas piedras genialmente amontonadas que llamamos «Partenón» une a la humanidad en la certeza de que, más allá de las piedras, los trucos arquitectónicos y los gastos de construcción de una casa donde celebrar los actos del culto, hay algo que, a pesar de que no se puede medir ni calcular, eleva a los seres humanos por encima de lo puramente terrenal. Más ¿hacia dónde? El arte griego no responde a esta pregunta.
La capacidad para burlarse de la materia es lo que distingue al arte griego, convirtiéndolo en un gran arte. También los escultores sabían cómo llevar a la materia a su propia superación. ¿Por qué diablos habría de atribuírsele al ser humano –a ese mamífero, ese organismo, ese montón de materia– un papel sobresaliente?
La respuesta a esta pregunta la dan el orgulloso Auriga de Delfos; las cariátides del Erecteion de Atenas, bellas y seguras de sí mismas, capaces de sostener sin esfuerzo todo un mundo sobre sus cabezas; y el Discóbolo, la inmortal obra maestra de Mirón.
La aparente facilidad de este arte genial no deja de asombrarnos. En él no hay denodado esfuerzo, ni ambiciosa petulancia, ni charlatanería de burguesía culta. Lo que hay es arte, creado por seres humanos, pero que, de algún modo, remite más allá de ellos.
No todo aquel que en los llamados viajes culturales dosifica su entusiasmo según el número de estrellas que figuran en la guía turística entiende esto. También los antiguos romanos –que tanto admiraban a los antiguos griegos, aunque fuera más bien conforme al lema: Europe in five days Pope included [Europa en cinco días, Papa incluido] – tenían sus dificultades con el gran arte. Eran un pueblo de campesinos y soldados, con alguna experiencia en la eficaz política del poder por el poder. Para esta gente conquistar Grecia representaba un objetivo especial; pues, aunque ellos mismos no fueran singularmente cultos resultaba hermoso al menos conquistar un país culto. El cónsul Mummio cumplió con su parte a conciencia. Ocupó Grecia siguiendo todas las reglas del arte bélico, destruyó Corinto por completo y decidió encantado hacer algo también por su propia imagen y promoción.
Así que puso a sus soldados a empaquetar: arte, naturalmente, arte griego. Quería presentarse en Roma como un cosmopolita versado en arte que donaba importantes bienes culturales al senado y al pueblo de Roma. Y antes de la travesía a Italia, lanzó un encendido discurso a sus soldados, en el que insistió enfáticamente en la obligación de tratar con cuidado los tesoros artísticos. Si alguien rompía alguna obra de arte griego, ¡los dioses no lo quisieran!, tendría que hacer una réplica con sus propias manos.
Los soldados debieron de mirarse unos a otros tan desconcertados como los romanos de los tebeos de Astérix y Obélix. Imagínatelo: ¡una obra auténtica de Fidias esculpida por un legionario romano! Repara también en que no todo el mundo tiene sensibilidad artística, y nadie dice que eso sea malo. Pero quien es capaz de dejarse conmover de verdad por el arte auténtico tiene acceso a un estímulo edificante y fructífero que le imposibilita suscribir una imagen del mundo demasiado burguesa.
El imperio romano se desmoronó, y algunos romanos tradicionalistas afirmaron que la culpa de aquel desastre la tenían los cristianos y sus entusiasmos. Agustín, el gran pensador cristiano de la Antigüedad, se vio obligado a redactar ex profeso hacia el final de su vida un detallado desmentido de esta acusación: La ciudad de Dios. Pero aquella obra era más que la refutación de una tesis dictada por la envidia. Se trataba del gran esbozo de un mundo cristiano, un mundo en el que había sentido, orden y una historia orientada a una meta… e incluso estaba Dios. La Ciudad de Dios de Agustín se convirtió en el gran manual del Medievo cristiano.
En realidad, la mirada se dirigió entonces más al cielo que a la tierra. El arte que remitía directamente hacia lo alto se hizo habitual.
Los antiguos griegos fueron olvidados, aunque también temidos hasta cierto punto. La dedicación a la belleza terrenal, ¿no distraía de lo verdadero, de la vocación hacia el cielo? En Rabean puede apreciarse cómo, en el declive del imperio romano de Occidente, el intenso azul mundano que sirve de fondo a las imágenes que decoran el sepulcro cristiano de la última gran emperatriz, Gala Placidia, se convierte sólo unos pasos más allá en el ultramundano fondo dorado de las esculturas de la iglesia de San Vital. Esta iglesia fue una creación del emperador Justiniano, quien, con la disolución de la Academia platónica de Atenas en el año 529, puso en cierto modo punto final a la Antigüedad.
Este fondo dorado iba a determinar el arte durante todo un milenio. La fascinación del cielo ejercía una influencia tan intensa en las gentes de esta época que apenas se le prestaba ya atención a la belleza mundana. Surgieron espléndidas obras de arte capaces de mantener sensualmente presente para los seres humanos, en sus difíciles circunstancias vitales, la esperanza en el cielo.
3. Los hechos desnudos y el disfrute de la vida antes de la muerte
Pero, en el «otoño de la Edad Media», el poder de este mundo regresó a escena. Los teólogos redescubrieron la creación, los filósofos relativizaron el cielo y los artistas volvieron a representar lo que realmente veían. A un tiempo, se acordaron de la Antigüedad, que tan excelentemente había hecho esto mismo. Más tarde, esa época fue denominada «Renacimiento», el renacer de la Antigüedad.
Por fortuna, aún se conservaban unos cuantos kilómetros cuadrados de Antigüedad; pues en el Bósforo seguía existiendo, casi olvidada, la capital del imperio romano de Oriente, que a la sazón se llamaba bizantino: Constantinopla. La ciudad agonizaba ante el asalto de los otomanos, a quienes terminaría sucumbiendo en 1453. Y sus grandes espíritus se refugiaron sobre todo en Italia, donde dieron un fuerte impulso al redescubrimiento de la Antigüedad. El fondo dorado desapareció, el cielo se tornó de nuevo azul, como en las hermosas tardes de la Toscana. Dios, quien en la Edad Media había ocupado el centro en solitario, fue desplazado a un lado. Se convirtió en coartada para la nueva liberalidad.
Aún se pintan las antiguas historias sagradas, pero a menudo ya sólo con un propósito por entero mundano: Adán y Eva, tal como habían sido creados por Dios; Susana bañándose desnuda, conforme a la escena veterotestamentaria; Jesús predicando en majestuosos paisajes; y, una y otra vez, María, con rasgos de fabulosas bellezas italianas. Sandro Botticelli deja de lado todo miramiento y representa el nacimiento de Venus desnuda, el arquetipo del Renacimiento. Pero las fuerzas reaccionarias contraatacan.
En Florencia, el vehemente dominico Savonarola ordena quemar todas las baratijas neo-paganas. Botticelli se «convierte» y arroja muchos de sus propios cuadros a las hogueras dispuestas.
En esta situación, la Iglesia no se deja arrastrar al lado de los fanáticos.
En Roma gobiernan papas verdaderamente mundanos, abiertos por completo al espíritu del Renacimiento. Lo cual les acarreará más tarde dificultades en la pía Alemania, pero los artistas de la época los amaban por ello. Así, éstos acuden a Roma en número creciente, y precisamente los más destacados. 1508 se convierte en un gran año para la historia universal del arte. En este año no sólo comienza el joven Miguel Ángel los frescos del techo de la Capilla Sixtina. El joven Rafael Sanzio, de Urbino, recibe el encargo de pintar la Estancia de la Signatura en el Palacio Vaticano. Lo que el genial artista, todavía muy joven, crea allí abarca ni más ni menos que la representación de toda la refulgente auto-conciencia de la época.
Esa sala, relativamente pequeña, la vi por primera vez siendo aún adolescente. En aquel entonces apenas tenía tiempo y no quedé demasiado impresionado. Pero, cuando poco más tarde, visité la pieza con un excelente guía, me emocioné en lo más hondo y, durante horas, no pude apartar los ojos de los espléndidos frescos.
A partir de ese día, se despertó de verdad mi interés por el arte, así como mi convencimiento de que, a través de él, uno puede quizá acercarse a la verdad sobre una persona o una época mejor que con ayuda de cualquier texto. Más tarde, cuando durante las vacaciones guiaba por Roma grupos de turistas, la Estancia de la Signatura siempre era el punto cimero del programa.
En una pared de esta mundialmente famosa estancia se representa la visión general de la ciencia dominante en aquel entonces. A este fresco se la ha dado el nombre de La Escuela de Atenas, pero es mucho más que la rememoración de tiempos antiguos. El hecho de que Rafael pusiera a algunas de las mentes más descollantes de la Antigüedad el rostro de sus grandes contemporáneos muestra la enorme seguridad en sí misma que tenía aquella época: en el centro,
Platón y Aristóteles, los dos grandes protagonistas de la filosofía griega; Platón señalando hacia arriba, hacia el reino de las Ideas, que para él eran la fuente de la auténtica verdad, y Aristóteles apuntando con gesto señorial al suelo de los hechos experimentales. Están rodeados por Sócrates –que explica algo con insistencia a un hombre vanidoso–, Pitágoras, Euclides, Heráclito, Epicuro y, por último, Diógenes, quien, ajeno al barullo intelectual que le rodea, se repantinga sobre la escalera. Cada uno de los filósofos refleja a la perfección su más distintivo carácter (filosófico): el espiritualizado Platón, el Sócrates preocupado por el individuo, el pesimista Heráclito, el alegre y optimista Epicuro. Al mismo tiempo, Platón presenta los rasgos faciales de Leonardo da Vinci, el genio universal admirado por Rafael y entonces aún vivo, quien reunía en sí el entero saber de la época. Por su parte, el pesimista Heráclito tiene las facciones de Miguel Ángel, el titán del nuevo arte.
El gran logro artístico consiste en que aquí no sólo se yuxtaponen diversos personajes, sino que, a despecho de todas las diferencias existentes entre ellos, son aglutinados en una unidad abovedada por una vista de la futura catedral de San Pedro, cuya primera piedra había colocada dos años antes. Frontera a esta grandiosa representación universal de la ciencia, Rafael pintó la Disputa sobre el Santísimo Sacramento, la controversia sobre la eucaristía.
Éste es el lugar de la teología. Ahí se ve a los grandes sabios teológicos del pasado y el presente no sólo en actitud de humilde adoración, sino también –y sobre todo– inmersos en reflexivo diálogo. Ahí están los padres de la Iglesia occidentales: Ambrosio de Milán, Agustín, Jerónimo y Gregorio Magno, dedicándose grandiosos ademanes unos a otros, pero también Tomás de Aquino, Buenaventura y muchos otros. En el cielo se ve al ejército de los ángeles y al Dios trinitario. También este fresco abarca la entera ciencia teológica pasada y presente.
Estas dos grandes vistas panorámicas son asociadas en las paredes de las ventanas, más pequeñas, con el Parnaso –la asamblea de los poetas de todos los tiempos: Homero, Virgilio y Ovidio, pero también Dante, Petrarca y Ariosto– y, al otro lado, con los representantes de la jurisprudencia: el emperador Justiniano y el Papa Gregorio IX, quienes muestran sus respectivos códigos legales.
Si uno, conmovido por las emocionantes pinturas murales, mira finalmente hacia arriba, hacia el techo, descubre allí, encima de las cuatro paredes, las correspondientes alegorías de la Filosofía, orgullosa de sus libros, la Teología, movida por el Espíritu, la alada Belleza y la Justicia sosteniendo su espada, ingeniosamente vinculadas en las esquinas con el juicio de Salomón, el rey sabio y justo (entre la Filosofía y la Jurisprudencia); con la expulsión del paraíso, el justo juicio de Dios (entre la Teología y la Jurisprudencia); con el concurso de Apolo y Marsias, quienes representan, respectivamente, el arte espiritual y el arte mundano (entre la Belleza y la Teología); y, por último, con la astronomía, la más poética de todas las ciencias (entre la Belleza y la Filosofía).
Y, con ello, el techo de la Estancia de la Signatura reúne las grandiosas pinturas murales en un todo universal, en una visión del mundo tal cual era y tal cual es.
Quien se haya confrontado de forma intensa con la Estancia de la Signatura, quien la haya asimilado con la mente y los sentidos, ése ha comprendido la atmósfera y el pensamiento de 1508. En ella no hay pensamiento piadoso alguno, pues el antiguo paganismo había levantado poderosamente la cabeza. Lo que ahí se percibe es la vigorosa seguridad en sí mismos de hedonistas instruidos que no querían dejarse consolar con la esperanza en el más allá, sino que sostenían que también existe vida antes de la muerte. La alegría de vivir de estos hombres del Renacimiento se dejaba refrenar entonces por la Iglesia tan poco como hoy se dejan refrenar los excesos de la gente bien de Munich por el arzobispo de Munich y Freising.
Fuente: Revista Vida Nueva
¿Podemos sorprender a Dios?
Hombre: ¿Dios?
Dios: ¿Si?
Hombre: ¿Puedo preguntarte algo?
Dios: ¡Por supuesto!
Hombre: ¿Qué es para ti un millón de años?
Dios: Un segundo
Hombre: ¿Y un millón de euros?
Dios: Un céntimo
Hombre: ¿Dios … podrías darme un céntimo?
Dios: Espera un segundo.

Si yo no tengo amor, nada soy Señor

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Pio Zarrabe Garro CP

Carta-testamento
40 AÑOS DESPUÉS…
Escribo esta carta en el río Paranapura, en la comunidad de San Gabriel de Varadero, con fecha de hoy 6 de abril del 2007, viernes santo. Va dirigida a todos los hermanos y hermanas que me han brindado su amistad y su apoyo, y también a los que me han ayudado para llevar adelante pequeñas acciones a favor de las comunidades en esta Amazonía, tierra de Dios y tierra de los loretanos.
Escribo con el gozo de los “40 años después…” para dar gracias a Dios por todas las maravillas que él ha obrado aquí. Así mismo para dar gracias a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que han sacrificado sus vidas a favor de este pedazo de la Amazonía. Recordar, hacer memoria de esta tierra y sus habitantes es un deber para mí.
Pero al examinar las rutas de estos 40 años y las numerosas y nuevas situaciones que me ha tocado vivir, escribo también lleno de rabia, de dolor, golpeado por el fracaso. Y esto me lleva a ver a la Amazonía no en su verdor, sino bajo un cúmulo de amenazas y sobresaltos que han caído sobre nuestras tierras y nuestros pueblos. ¿Cómo narrar con sinceridad esta historia de amor y, al mismo tiempo, de rabia?
1. HACE 40 AÑOS ENTRÉ EN LA AMAZONÍA.
Recorrí ríos y pueblos. Conocí a mucha gente. En Loreto, los ríos Marañón, Huallaga y Paranapura. Y en San Martín desde Rioja, pasando por Moyobamba, San José de Sisa, Lamas, Tarapoto, Saposoa hasta Juanjui. Era el año 1967, en el primer gobierno del presidente Fernando Belaunde y casi en vísperas del golpe militar. Vine a visitar a mis hermanos pasionistas, que habían llegado aquí tiempo antes, a San Martín el año 1913 y a Loreto el año 1922. Posteriormente, los años 1968 y 1969 repetí estas visitas, conociendo cada vez mejor el trabajo de evangelización, promoción humana y social que realizaban aquí los pasionistas, tanto en Loreto como en San Martín.
2. ¿CÓMO ERA LA COMUNIDAD PASIONISTA AQUÍ HACE 40 AÑOS?
El número de misioneros era mayor que el actual. Eran religiosos muy cercanos al pueblo. Hombres nacidos en otras culturas, al llegar aquí se habían hecho hombres amazónicos. Lo mismo se dedicaban a la pastoral de la evangelización que a trabajos de promoción humana, a la atención de salud y educación, sobre todo, en las zonas rurales. Visitaban mucho las comunidades. Dedicaban tiempo y recursos a la catequesis infantil. Muchos sacerdotes eran docentes y profesores de religión en bastantes colegios del Estado. Había hermanos y sacerdotes que trabajaban en la ladrillera, en el aserradero o navegaban en la lancha flotante de salud por el Huallaga, Marañón, Morona, Pastaza, y otros ríos. Su testimonio de vida era admirable. El pueblo los miraba como a hermanos muy cercanos. ¿Cómo no recordar aquí a los hermanos Juan María Odriozola y Mauricio Uranga? Eran ebanistas y constructores de gran calidad, que nos dejaron en Yurimaguas, la Catedral, el Hospital Santa Gema, el edificio actual de la Gerencia Regional (colegio San Gabriel), iglesias parroquiales y casas misionales en Lagunas, Santa Cruz, San Lorenzo, Shucushyacu, Islandia, Jeberos y Varadero, y centros educativos y otros edificios para las religiosas y para las actividades pastorales.
Solo quiero recordar a los que han pasado de este mundo al Padre. A los citados hermanos Mauricio y Juan María hay que añadir al misionero, obrero y técnico, padre Juan Luís Aguirre y al hermano Rafael, empeñado en muchos trabajos. Al padre Benedicto Lekue, animador de las comunidades y defensor de los indígenas en Borja, San Lorenzo y Lagunas. Al padre Juan Primo, fundador de la primera librería Santa Rosa, gran educador de la juventud, patrocinador de tantos maestros que recibían de él apoyo y ayuda económica para terminar sus estudios y organizador de bastantes Escuelas Parroquiales. Y hablando de educadores recordemos al obispo Elías Olazar, profesor en la Escuela Normal y en el colegio Jauregui. Al padre Javier Burgoa, director de la Escuela Normal mixta de Yurimaguas, que pasó luego con el mismo cargo a San Martín, cuando nuestra Escuela Normal fue cerrada por el Gobierno militar.
Aquel año 1967, un amigo entrañable me paseó por el Huallaga y el Marañón, el padre Iñaki Basauri, primer organizador de los animadores cristianos en el Vicariato y defensor incansable de los campesinos y chacareros. Cabe también recordar aquí a dos veteranos pasionistas a los que tocó vivir en la Amazonía más de 40 años, padres Leonardo Uriarte e Inocencio Rodríguez. A este último le tocó abrir la parroquia de Andoas, después del Protocolo de 1942 entre el Perú y el Ecuador. Hasta esa fecha la zona de Andoas se atendía desde la sede misional ecuatoriana de Canelos. Y cerrando esta lista de hombres admirables, recuerdo al padre Segundo Larruskain, sacerdote de gran bondad, acogida y amabilidad, que aquel año era párroco de la Catedral de Yurimaguas.
Con estos hermanos que han descansado ya de sus fatigas hay que recordar, también, a otros muchos a los que visité y abracé como amigos y viven actualmente en diversas naciones de Europa, América Latina y el Caribe.
Junto a los pasionistas trabajaban aquí las hermanas Franciscanas Misioneras de María, que atendían el colegio “Virgen de los Dolores” que desde sus inicios marcó una ruta nueva de educación en la Amazonía. Era una comunidad internacional, pero muy unida por el espíritu franciscano. Las hermanas Franciscanas atendían también el hospital Santa Gema. Recuerdo aquella visita memorable del 67 a este Centro de Salud. Las camas de los enfermos eran una preciosura, limpias y bien cuidadas. Una de las hermanas me llevó a la ropería del hospital y me enseñó los armarios donde guardaban la ropa que ponían al servicio de los pacientes. En todo resplandecía limpieza y elegancia. La hermana me dijo: “Estas sábanas y frazadas son para los enfermos. Por tanto, para el mismo Jesús, que llega enfermo aquí”. La ropería de la clínica limeña Anglo Americana no superaba en pulcritud a este ambiente del hospital Santa Gema. ¿Y qué decir de la preparación técnica y sanitaria de las hermanas y de su amabilidad con los pacientes?
En Lagunas y en San Lorenzo las hermanas de la Compañía Misionera del Corazón de Jesús habían organizado centros educativos. En Lagunas el colegio Goretti para la educación de la juventud femenina, sobre todo, de la etnia Cocamilla. Y en San Lorenzo un colegio internado para la juventud femenina de las etnias Aguaruna y Chayahuita. Una labor paciente, de gran entrega, cuidadosamente llevada.
Las hermanas de la Compañía Misionera, tanto en Lagunas como en San Lorenzo, realizaban una gran labor en salud, trabajando como enfermeras del Estado y también como sanitarias particulares. Aunque no he citado en este apartado a ningún misionero o misionera presente entre nosotros todavía, no puedo omitir aquí a la hermana Sagrario Sanz, modelo y paradigma de mujer entregada a la salud del pueblo. Sagrario lleva entre nosotros más de 50 años. Su presencia maternal y su sabiduría médica no tienen límites.
3. PERO FUE EL AÑO 1974, durante la construcción del oleoducto nor-peruano, que por indicación de mis superiores llegué a San Lorenzo del Marañón para hacerme un hermano loretano y servidor de esta tierra. Y así hasta hoy. ¡Han pasado 33 años! Esta carta tiene sabor viejo y nuevo, acumula experiencias gozosas y fracasos, fortalezas y debilidades, gracia y pecado. ¿Cómo explicar a ustedes, mis amigos, los cambios que ha habido aquí durante estas décadas? Indicaré brevemente algunos sucesos, pero deseo centrarme más en los problemas de pueblos y tierras que vivimos actualmente.
4. ME REFIERO PREFERENTEMENTE AL CAMPO RURAL.
Tengo que decir que el Estado ha invertido mucho en educación y salud, tanto en las comunidades indígenas como en las campesinas. La presencia de centros educativos y colegios ha llevado al pueblo el conocimiento de las letras, aunque con bastantes factores negativos en relación a la cultura amazónica. Hemos pasado de ser un pueblo ágrafo (hablar pero no escribir) a ser un pueblo iniciado en la escritura. Del personal magisterial con estudios de secundaria y algunos con primaria, hemos pasado hoy a tener docentes titulados. Quiero referirme brevemente a la reforma educativa durante el Gobierno militar. Fue un esfuerzo grande, cuyo mérito se debe atribuir a un grupo de asesores que trabajaron en el Ministerio de Educación. El espíritu educativo y pedagógico de Salazar Bondy estuvo presente en los diversos procesos de la reforma. Los entrenadores del personal educativo llegaron hasta las poblaciones más lejanas del país. Los técnicos residentes en estas zonas apartadas se solidarizaban con el maestro como con un hermano, ayudándole a llevar a la práctica los principios teóricos de la reforma educativa. Esto hizo que los resultados de aula mejoraran notablemente. ¡Cómo no recordar los dos cursos tenidos en San Lorenzo del Marañón y en Puerto América, capital distrital del Morona, a profesores bilingües y mestizos! Llegaron de Lima, del Ministerio de Educación, la doctora Tincopa, el profesor César Vidal y el jesuita padre Luna Victoria y compartieron el espíritu de la reforma educativa con muchos maestros y maestras, olvidados desde siempre por el Gobierno central. Fue una pena que el Gobierno militar tomara posteriormente una línea equivocada: politizar la educación. Igualmente el Gobierno, a pesar de haber hecho tanto en educación, temía a los maestros. Por eso el año 1970 suprimió las Escuelas Normales, dejando una por cada Departamento.
En salud, la construcción de postas, puestos de salud, hospitales rurales, han llevado grandes beneficios a las comunidades. En estos centros sanitarios trabajan personal del Estado y promotores en salud formados por instituciones particulares, como la Iglesia Católica y otros grupos. Uno de los indicadores que podemos presentar como fruto de tantas iniciativas estatales y particulares en salud, es la disminución notable de la mortalidad infantil, gracias a las vacunas y a la educación preventiva en salud que se ha impartido hasta hoy.
Creo que en educación se podía haber invertido mayor esfuerzo para lograr una educación plenamente inculturada y de mayor respeto a las lenguas de los grupos. Igualmente en salud hubiese sido muy alentador el promover decididamente la medicina tradicional, sin rechazar del todo la botica.
5. DESDE HACE 40 AÑOS han nacido nuevas poblaciones, tanto en la geografía indígena como en la campesina. Notamos un aumento notable de la población. En 1967 había centros poblados que no eran pueblos independientes. Habían sido fundos de hacendados del tiempo del caucho o propiedades de gente adinerada, con presencia de peones que muchas veces trabajaban en condición de esclavos. Cuando se retiraron los hacendados, estos fundos quedaron a la intemperie y fueron formándose núcleos poblados que más tarde tuvieron autoridades, centros educativos y otras instituciones. Este fenómeno, no estudiado todavía, ha cambiado notablemente el mapa de la Amazonía. Reunir datos y escribir una historia seria y bien documentada del origen de cada comunidad, de cada caserío, de cada centro poblado, es una deuda que las autoridades y otras instituciones debemos pagar antes que sea tarde.
6. ¿QUÉ MEJORÍA NOTAMOS HOY en la economía familiar y en otros aspectos de la vida campesina? ¿Estamos mejor o peor que hace 40 años? No se puede dar una respuesta única y simplificar en breves líneas una larga historia. Pero sí podría ofrecer algún apunte. Hace 40 años había pobreza, pero era “una pobreza noble”. Hoy la pobreza se ha tornado en “pobreza inhumana”. Basta visitar algunos asentamientos humanos de la ciudad de Yurimaguas, donde muchas familias venidas del campo, viven “cielo arriba y tierra abajo”, privados de las cosas más necesarias.
Hace 40 años había bastantes comerciantes que eran personas de gran humanidad. Recordamos principalmente a los de origen chino. No tenían el afán obsesivo de acumular bienes. Muchos de ellos trabajaban en plan de trueque con los agricultores y en una forma bastante ética. Lo que sí lamentamos la presencia de empleados mal pagados. Hoy el comercio es ganancia y riqueza para los que tiene bastante plata y fuente de mayor pobreza para el pueblo en general.
Años más tarde, con la presencia del Banco Agrario, con sus beneficios y también sus trampas, el campesinado entregaba sus productos a ENCI y ECASA, que eran centros de acopio, y aunque algunos empleados de estas instituciones eran muy fregados, beneficiaron al campesinado.
Hoy el campesinado no sabe qué hacer con sus productos ya que no encuentra a quién entregar a precio justo el fruto de su trabajo. Los únicos que se enriquecen con el sudor de los campesinos son los rematistas y algunos comerciantes.
7. UN FACTOR POSITIVO a tener en cuenta es la obtención de los documentos de nacionalidad, la Libreta Militar y el DNI. Hace décadas cuando el servicio militar era obligatorio, sólo los pobres iban al ejército. Los que tenían dinero o padrinos, quedaban dispensados del servicio a la patria.
En general, en la población rural, tampoco se practicaba la inscripción de los nuevos hijos en el Registro Municipal y la mayoría del personal adulto no tenía documentos personales. Hacia el año 80 sí hubo oportunidad de inscripción gratuita en los registros provinciales y distritales, pero no toda la población aprovechó esta oportunidad. Hoy en día la mayoría posee el DNI.
8. LO QUE SÍ HA MEJORADO son las rutas y las embarcaciones para viajar por río. Embarcaciones a larga distancia y los botes de cercanía, son hoy algo que no existía hace 40 años. De la única carretera Tarapoto– Yurimaguas, en condiciones precarias, del año 1967, hoy somos testigos de una “carretera ecológica” entre Yurimaguas y Tarapoto. Varias poblaciones han abierto trochas y caminos entre caserío y caserío. Aunque, también aquí hay historias negras. Por ejemplo, las proyectadas carreteras Muniches–Balsapuerto y Shucushyacu-Gloria, han queda como sueños para el pueblo y en ocultas ganancias mal habidas para unos pocos.
¿Y qué decir del proyectado puerto internacional en Yurimaguas? Pues, sencillamente que una nueva carretera en plena selva es como una amante que busca a su amado, para formar una verdadera unión vial por tierra y por agua.
Hoy hablamos, con bastante emoción, del futuro puerto de Yurimaguas. Pero ¿cabe llevar este proyecto en el Huallaga a su paso por la ciudad de Yurimaguas? Un gran puerto moderno necesita de varios kilómetros cuadrados de superficie. Primero, unos 1500 metros en el río donde puedan atracar las lanchas. Por ejemplo, la superficie entre el actual puerto de “la boca” hasta la desembocadura del Shanusi. Y estar este gran embarcadero en lugar accesible, tanto para pasajeros como para carga. Luego, se necesitan espaciosos lugares para oficinas, almacenes, hangares, plazas de parqueo y depósitos de combustible. El hipotético puerto de Yurimaguas abarcaría más de la mitad de la superficie de nuestra ciudad. ¿Será posible todo esto?
Si se traslada el gran puerto a la vuelta de Santa María, en los terrenos que actualmente ocupan los centros poblados de Cachihuañushca, Luz del Oriente, Santa Rosa… había que pensar en la gran superficie destinada al movimiento portuario. ¿Qué posibilidades ofrece este lugar?
Tampoco olvidemos “los malos pasos” que, en tiempos de vaciante, ofrece el Huallaga. Recuérdese que cuando la Marina autorizó la navegación en los ríos de la selva, permitió que las lanchas de mayor tonelaje llegaran solamente hasta Lagunas. Posteriormente se concedió la licencia hasta Yurimaguas.
¿Qué alternativa ofrece Saramiriza y sus terrenos adyacentes para el puerto internacional? La ruta del Marañón hasta Manseriche acepta navíos de gran tonelaje. Solo que habría que construir la carretera Saramiriza–Corral Quemado. ¿Por dónde cruzará la carretera binacional que los gobiernos del Ecuador y del Perú se han comprometido a construir después del último Acuerdo de Paz?
Esto que escribo aquí en forma anecdótica, está siendo un tema que preocupa a los grandes consorcios. Por eso, una gran empresa multinacional que ha visitado nuestra zona está confrontando las posibilidades de adquirir tierras en Alto Amazonas o en la Provincia de Datem del Marañón, según la ubicación del nuevo puerto.
Que la Providencia nos guíe a todos para lograr aquellas vías de comunicación, tanto terrestres como fluviales que necesitamos, para poner a nuestra Amazonía en armonía y comunicación con los océanos Atlántico y Pacífico.
9. LA ÉPOCA DEL TERRORISMO de los años 80 también tuvo aquí su actuar sanguinario y destructor. Lagunas fue, soy testigo, el lugar del primer ataque terrorista la noche del 29 de Junio de 1985. Luego hubo varios ataques a las poblaciones, en menor o mayor escala, como a Yurimaguas la noche del 25 de julio de 1990. La iglesia católica, tanto en Pampa Hermosa, en Yurimaguas, en Lagunas, Barranquita… hizo de su parte un gran esfuerzo para que el terrorismo no actuara en forma tan sanguinaria y suavizara el cobro de cupos a los comerciantes y a otros que tenían algunos bienes. Por ejemplo, en Lagunas, la iglesia católica intervino ante las personas sindicadas como terroristas. Se dialogó mucho con ellos y siempre se les pedía: “Ustedes son dueños de sus ideas pero no lleguen a derramar sangre inocente en este pueblo”. El último diálogo con el “capo de la guerrilla” tuvo lugar el 27 de junio, dos días antes del ataque a la ciudad. Hubo varias muertes y metieron miedo al pueblo. Pero con el grupo principal atacante, se cumplió lo de “el que a espada mata a espada morirá”. El 7 de julio fueron abatidos por las fuerzas del orden. Catorce subversivos muertos (un triste 7 y domingo). Otros atacantes que quedaron en Lagunas fueron detenidos y encarcelados en Iquitos. Pero alguno, muy importante en el grupo, quedó en libertad, ocupando incluso puestos en instituciones estatales de Loreto.
El terrorismo no fue aquí tan cruel como en San Martín, pero tuvo su color sanguinario. Lo más triste fue la acción de personas particulares que tenían su escuadrón y actuaron como matones y matonas. Sí, también matonas.
A raíz del narcotráfico en algunas comunidades se hizo un gran esfuerzo para organizarse al estilo de rondas campesinas, tener grupos de vigilancia y también charlas sobre Derechos Humanos y qué métodos usar ante el fenómeno del terrorismo.
10. POR ESAS FECHAS SE PRESENTÓ AQUÍ EL NARCOTRÁFICO aunque con variantes. El cultivo de la coca no abarcó extensiones notables, pero algunas poblaciones y sus aeropuertos y puertos fueron escogidos como “buzones” por los narcotraficantes. Esto es, traían, en avionetas o por ruta fluvial, costales de pasta básica hasta Lagunas, que era uno de los lugares “buzones” donde depositaban esta mercancía y desde allí salía para Colombia y otros destinos. Todo esto se hacía a la vista de las autoridades y de las fuerzas policiales. También se practicó la modalidad de traer en avionetas desde Alto Huallaga la pasta básica envuelta en chalecos salvavidas. Por ejemplo, a Puerto Victoria, frente a la desembocadura del Huallaga, llegaban deslizadores de gran rapidez y seguridad. Cuando el pueblo veía estas embarcaciones rápidas decía: “Hoy o mañana llegará alguna avioneta y arrojará 15 ó 20 bolsas que rápidamente serán recogidas por el personal del deslizador”. Y así, un día y otro.
¿Qué está sucediendo hoy entre nosotros? En los tres primeros meses del 2007, se han abierto aquí, por lo menos, cinco zonas de cultivo de coca. ¿Quién dice algo?
11. LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN SOCIAL se han multiplicado. De la antigua oficina de telégrafos de Yurimaguas, hemos saltado al discado nacional e internacional, al teléfono domiciliario y al teléfono rural. Las emisoras radiales, a nivel provincial tienen aquí una fuerte presencia. Recibimos normalmente canales nacionales y extranjeros de televisión y tenemos también televisión local. Lo que hace falta es que estos medios estén al servicio del pueblo, sobre todo, del campesinado, observando siempre aquellos principios éticos que deben acompañar a toda información. La TV local de Yurimaguas no llega a la zona rural. Lo mismo sucede con la prensa escrita local, regional y nacional.
12. DESDE LOS AÑOS 70 SE INICIÓ EN LA AMAZONÍA con el reconocimiento y titulación de las comunidades nativas y campesinas. Las comunidades nativas o indígenas tuvieron suerte, no así las campesinas.
Los criterios para el reconocimiento y señalización de los territorios podían haber sido otros. Los grupos indígenas tienen la idea de que su etnia forma una “nacionalidad”. Por eso, les parecía algo raro que la demarcación se hiciera por comunidades y no para todo el grupo étnico. La legislación sobre las comunidades nativas indicaba que se linderase el territorio de cada comunidad. Desde luego, la linderación de toda la zona del grupo étnico tenía sus dificultades. Por ejemplo, ¿cómo unir todo el territorio Chayahuita (Shawi) de Cahuapanas, Shillay y Paranapura? Entre estos ríos había también comunidades de otras etnias que en el pasado se habían enfrentado mucho. Lo mismo sucedía con los Candoshi que ocupaban la cabecera del río Nucuray y una zona cercana al lago Rimachi, habiendo en el mismo territorio otros grupos étnicos. Pero el reconocimiento y titulación de las comunidades nativas, según mandaba la ley correspondiente, trajo beneficios, ya que fue una defensa de su territorio frente a madereros y otros.
Recuerdo los inicios de este trabajo en el Marañón. Miembros del Ministerio de Agricultura de Yurimaguas, gente muy buena, con grandes sacrificios entraban en las comunidades, demarcaban el territorio de la comunidad, levantaban el censo y recogían toda la documentación para la categorización de la comunidad con su nombre propio. Daba gusto colaborar con estas personas. Desde la Parroquia de San Lorenzo apoyamos al personal del Ministerio de Agricultura en su trabajo en algunas comunidades Aguaruna y Chayahuita. Las comunidades se fortalecieron, se impidió la entrada de madereros, mejoró la educación y las comunidades crecieron en autoestima y fortaleza. No faltaron traidores durante estos trabajos. Personas e instituciones que querían intervenir, pero en provecho propio. No podemos callar la acción negativa de SINAMOS.
Las comunidades campesinas o mestizas no tuvieron tanta suerte y los poblados no fueron saneados ni se avanzó en la titulación de tierras. El saneamiento de las comunidades campesinas no abarcó ni siquiera al 3% de la población. Además, las comunidades nativas recibieron el apoyo de la Iglesia Católica, de AIDESEP y otras instituciones. Esta acción benéfica no se extendió a las comunidades campesinas.
13. EN REFERENCIA AL SANEAMIENTO DE LOS CENTROS POBLADOS, hoy estamos entrampados. El 95% de los poblados campesinos de Alto Amazonas y Datem del Marañón, y de los distritos de San Martín cercanos a nosotros, no han sido linderados, ni categorizados, ni reconocidos. Estos poblados no tienen “partida de nacimiento” y a nivel nacional no están reconocidos ni como “caseríos” ni como “pueblos”. Son sencillamente poblaciones que no han entrado en el marco catastral del Perú.
Los terrenos son del Estado, quien, o puede entregarlos en plan de concesión, o en forma onerosa (“venta”) al primer consorcio, persona jurídica o particular que lo solicite. Si tenemos ojos para ver, observemos lo que está pasando en los valles del Caynarachi y Shanusi y a ambos márgenes del Huallaga en San Martín y Loreto.
Nuestras tierras de Alto Amazonas, Datem y los distritos cercanos de la Región San Martín están recibiendo la invasión de miles de colonos. Pero lo más doloroso es que en Lima se las arreglan, incluso saltando las leyes del Sector Agrario, y conceden miles y miles de hectáreas a consorcios poderosos ignorando totalmente la realidad de las poblaciones amazónicas. Aquí una pregunta ¿sigue en vigor el Decreto Legislativo Nº653 y su artículo 43º o ha sido derogado?
Aceptamos también nuestra culpa porque no hemos actuado a tiempo para el saneamiento de nuestros territorios y categorización de nuestros poblados.
En general, hemos ignorado las leyes agrarias referentes a las tierras en la Amazonía. Tampoco el Ministerio de Agricultura nos ha adoctrinado a tiempo. Siempre he pensado que las Agencias Agrarias debían ser escuelas itinerantes, que vayan por los centros poblados de nuestra Amazonía, celebrando asambleas y reuniones, y alentando al pueblo para que sanee sus territorios y llegue también a la titulación de sus propiedades. Pero nada de esto se ha hecho. Todas las leyes, tanto las favorables, como las atacantes para la Amazonía, prácticamente han quedado en las páginas de “EL PERUANO”.
El Estado ha pasado por encima de las autoridades regionales y locales, y hoy está dando miles y miles de hectáreas a consorcios poderosos del Perú y de otras naciones. ¿Qué sentido tuvo la visita, en forma muy reservada, del Ministro de Agricultura con el embajador de Malasia a Yurimaguas, en febrero de este año? ¿Dónde queda el Decreto Legislativo Nº653, que indica que la adjudicación de tierras se hará previa calificación del Ministerio de Agricultura, el respectivo Gobierno Regional y el Instituto Nacional de Desarrollo INADE?
Los habitantes de la Amazonía, vivientes en estas tierras desde hace siglos, no son considerados ni como posesionarios ni como propietarios de sus tierras. Nuestra bendita Amazonía no existe para ciertas autoridades cuando se trata de Derechos Humanos. ¿Hasta cuándo será así?
Por todos los datos que tengo en mis manos, este año 2007 y en los dos próximos años, se va a jugar la suerte de la Provincia de Alto Amazonas y de los distritos de San Martín colindantes con nosotros. Los grandes nos van a aplastar y tragar. Llegan aquí con cartones redactados en Lima “conforme a ley”. Pero en muchas cosas estas leyes ignoran la existencia de los pueblos amazónicos. Un consorcio puede venir, “legalmente autorizado” en Lima, pero el hecho de su presencia aquí es injusta, inmoral, no aceptable. ¿Sucederá entre nosotros lo que ha pasado en otras partes, que con la apertura de nuevas vías de comunicación y adquisición de grande lotes por consorcios poderosos han dejado sin tierras a muchos pueblos? Abramos los ojos y veamos lo que ha pasado en Brasil donde desde hace años hay grupos que andan de una parte a otra. Son “los sin tierra”. ¿Llegaremos a esta situación? Me duele mi pueblo, lloro por mi pueblo. Del 2007 al 2009 Alto Amazonas y distritos colindantes o consiguen ser tierra libre, fraterna y próspera o pueblos esclavos para siempre.
14. LOS QUE LLEGAN ACÁ ¿VIENEN A TRAERNOS PROGRESO O EXPLOTACIÓN? Qué raro es que lleguen acá instituciones particulares, con excepción de la Iglesia Católica, otras iglesias cristianas y últimamente algunas ONG, a traernos progreso, vida y libertad. No, vienen buscando su medro, su progreso a cuesta del pueblo. El verdadero progreso supone el desarrollo integral de todas las personas. Para ser auténtico el desarrollo ha de ser integral, es decir, ha de promover a todas las personas y a toda la persona. El verdadero desarrollo realiza en cada uno y para todos el paso de condiciones de vida menos humanas a condiciones más humanas. La solidaridad mundial, cada día más eficiente, debe lograr que todos los pueblos por sí mismos sean los artífices de su propio destino. Nuestro mundo está enfermo y la causa fundamental de esta enfermedad es la falta de fraternidad entre las personas y entre los pueblos.
Bienvenidos los que vienen a traernos el progreso y el bienestar a la Amazonía. Pero no caigamos en la trampa de llamar “progreso” a la “explotación”. El someter nuestros pueblos y nuestras tierras a las ambiciones de personas poderosas o consorcios peruanos y extranjeros que manejan millones, jamás nos traerá el anhelado progreso y bienestar.
Un tiempo fuimos colonia de España; luego, en tiempos del caucho, colonia de Inglaterra y de otros poderosos, y actualmente vamos a quedar “colonizados”. Esta parte de la Amazonía va a ser colonia del capital extranjero y de algunos capos del capital peruano. Y en esta danza macabra vamos cayendo también en la trampa de ser colonia de Lima. En referencia a Yurimaguas podemos convertirnos en colonia de Iquitos. ¿Tiene Yurimaguas colonias donde ejerce su poder dominante? ¿Cómo se trata desde la sede central de Yurimaguas al campesinado? ¿Los centros poblados, nuestros caseríos y comunidades reciben apoyo para el progreso, trato igualitario y el respeto que se merecen? De esto depende que la zona rural de nuestra Provincia se convierta en colonia o en comunidad de pueblos libres. Las autoridades provinciales y distritales tienen aquí un reto al que tienen que enfrentarse. Y los traficantes de tierras y los eternos engaña pueblos de nuestra Provincia tienen que ponerse la mano al pecho.
Escribo con mucho dolor, aunque en el fondo tengo la esperanza que esto va a cambiar.
15. AL RECORDAR LA RUTA DE LOS 40 AÑOS, tengo que lamentar la total deforestación de esta zona. Toda madera de cierto valor ha sido talada y llevada a otra parte… cedro, caoba, etc. Durante los últimos 20 años se han depredado entre 9 y 10 millones de hectáreas de la selva peruana. Entre los depredadores hay que sindicar a los taladores ilegales, a los traficantes de tierras y a los agricultores migrantes que no respetan la naturaleza de nuestros suelos.
Cuando viajé por primera vez por los ríos de la Amazonía había una vegetación tupida, los árboles llegaban hasta la orilla de los ríos. Por ejemplo, el río Paranapura guardaba una riqueza maderera incalculable. El cauce del río era unos 20 metros más estrecho que hoy, su profundidad era mayor. No había ni corte de árboles ni chacras en la orilla del río. Lo que evitaba la erosión permanente de tierras. Solo algunos muchachos cortaban aletas de lupuna para hacer sus carpetas en las escuelas. Pero esto no dañaba a la vegetación.
Entraron los madereros, llegaron los motosierristas, se abrieron trochas para los tractores y nuestra riqueza forestal fue por ahí a enriquecer a otros.
Los años 80 y 81 me tocó pasar bastantes meses en el río Nucuray, del distrito de Lagunas. Llegaron los primeros madereros. Durante 2 años sacaron madera noble por un equivalente de un millón quinientos mil (1‘500,000) soles actuales. El Estado no llegaba ni siquiera a invertir S/12,000 en pagar al único profesor de las comunidades. Estos datos los pude conseguir en conversaciones con los madereros y con los guardias forestales de la boca del Nucuray.
Cuando ya se ha deforestado todo, tampoco ha habido actividad especial para la reforestación. Antiguamente no se utilizaba la reforestación, porque los árboles “madre” de cedro, caoba y otros, esparcían sus semillas y venían nuevos retoños y nuevos árboles. Pero habiendo cortado todas estas especies, ¿quién va a sembrar las semillas para nuevas plantas? Hace bastantes décadas Perú firmó un tratado internacional sobre reforestación: “donde se talaba un árbol de madera valiosa, había que sembrar dos de la misma especie”
Se exigía a los madereros que plantaran árboles nuevos, pero el gremio hizo caso omiso a esta ordenanza. Posteriormente las oficinas forestales, aumentando los impuestos a los madereros, se reservaron la tarea de la reforestación. Pero casi todo quedó en letra muerta.
No ha habido una voluntad decidida de reforestación y ahora, para más INRI, con la Ley 28852, de promoción de la inversión privada, reforestación y agroforestación, en la práctica, nos quitan todas aquellas tierras que no utilizamos actualmente. Adiós a nuestros bosques, nuestros montes y nuestras tierras. Parece que la Amazonía ha sido puesta en subasta. Aquí cada familia necesita, por lo menos, de 10 a 20 hectáreas, teniendo en cuenta que la agricultura es rotativa. Además hay que pensar en las nuevas familias que se irán formando. ¿Y dónde quedan los bosques comunales?
Mis ojos añosos y cansados no quieren ver, hablo en parábola, letreros y anuncios en la Plaza Mayor de Lima:
La selva en subasta, se ofrece al mejor postor”.
Las tierras nororientales, con sus ríos, bosques y pueblos, están en venta”.
Urge, pues, una reforestación cuidadosa y técnicamente bien aplicada. Para ello el campesinado tiene que recibir la ayuda y la asesoría del Ministerio de Agricultura.
Durante los 11 años de mi estadía en Lagunas, llegué varias veces al Tibilo que entrega sus aguas al Pacaya-Samiria, que actualmente es zona de reserva. Pero me hago una pregunta: ¿cuántos miles y miles de pies de madera noble, de aves y peces se han extraído del Pacaya-Samiria y se siguen sacando hasta el día de hoy? En esta reserva el Estado tiene policías ecológicos, pero llegan allá los madereros y llevan su batallón de matones bien armados y hacen correr a los policías ecológicos. ¿Con qué licencia entran estos madereros al Pacaya-Samiria? Es una pregunta a la que pocos quieren contestar. Una personalidad que conoce bien estos problemas, el señor Matías Prieto Celi, ex funcionario de la FAO y ex jefe del INRENA, nos indica que “el tráfico de madera es el segundo ilegal del país, después del narcotráfico”. Ahora me veo obligado a hacer una pregunta: ¿Cuándo se escribirá la verdadera historia de los responsables de esta rapiña y robo que se ha hecho en nuestra Amazonía?
16. FELIZMENTE HAY ENTRE NOSOTROS PERSONAS E INSTITUCIONES que quieren defender la Amazonía y detener a los asaltantes poderosos que llegan aquí para hacerse con lo nuestro, enriqueciéndose ellos y dejándonos en mayor pobreza. Me consta también que están llegando entre nosotros algunas empresas internacionales que quieren invertir en la Amazonía, dejando tierras reforestadas, que serán propiedad del pueblo. Ojalá se lleven a cabo estos proyectos.
Pero al que entre nosotros quiera defender las tierras y al campesinado le esperan días amargos. Primero será insultado, luego, señalado como subversivo y más tarde denunciado y condenado. Esto ha pasado también a otras personas que han defendido a la población frente al abuso de las mineras. Con estupor leo un artículo redactado por la reconocida periodista Mariella Balbi en el decano de nuestra prensa escrita “EL COMERCIO”. Lean el texto: “En los líos con las mineras hay actores como el narcotráfico, las ONG, activistas políticos y, en algunos casos, la Iglesia Católica”. Pocas veces se ha dicho mentira tan grande. Esto es, que en los líos de las mineras están las ONG y la Iglesia Católica. Como miembro y servidor de esta comunidad yo tomo como un honor este ataque a nuestra madre Iglesia. Ojalá en todas partes estuviésemos todos denunciando y enfrentándonos a los poderosos que aplastan a nuestro pueblo. Queremos una iglesia “subversiva”, no vendida, que camine con el pueblo y esté dispuesta a correr el mismo destino que el campesinado.
17. HOMBRES Y MUJERES EN ACCIÓN. Estos últimos años los loretanos tenemos la costumbre de lamentarnos mucho, quejarnos de todo lo que sucede entre nosotros. Parecemos unos renegones y “quejicas”. No esperemos que las soluciones vengan de fuera. Somos nosotros los responsables, en gran parte, de que las cosas anden mal. Urge un cambio de cara a un futuro sea distinto. Entre las muchas actividades que quedan aquí pendientes y sin respuesta, me parece que hay dos de suma urgencia para el presente y futuro de nuestra Amazonía.
a. Concienciar y mentalizar al campesinado, no en un plan paternalista, sino en una actitud de cercanía, ayuda y apoyo. Algunas de estas acciones:
– Unirnos, Ministerio de Agricultura, Educación, Gerencia Regional, Municipalidad Provincial, Distritos, iglesias católica y otras cristianas y todas las personas de buena voluntad para ponernos al servicio del campesinado y mejorar su situación precaria, darle dignidad para que crezca su autoestima.
– Y todo ello en una actitud de escucha de los problemas que tiene el campesinado; en actitud de respuesta efectiva y práctica que requiere hoy el agro y oferta de aquellos medios ilustrativos, técnicos y económicos que urge ofrecer al hombre del campo.
– Informar al pueblo detalladamente sobre saneamiento y titulación de tierras, mejorar la agricultura tradicional, nuevos planes de Desarrollo Productivo, reforestación, cuidado de los bosques comunales, etc.
b. Monitoreo y supervisión. Formar urgentemente brigadas de ingenieros agrónomos y forestales que vayan por los caseríos entrenando a campesinos y campesinas sobre el adecuado uso de tierras, técnicas de agricultura, silvicultura, cría de animales domésticos, ganadería, piscigranjas, etc. Ahora mismo necesitamos unos 60 especialistas para este trabajo en los 6 distritos de la Provincia de Alto Amazonas.
¿Será esto un sueño? No, es la respuesta que pide nuestro campo y nuestros pueblos frente al momento histórico y la realidad que vivimos.
18. COMO CREYENTE, HE REZADO MUCHAS VECES LA ORACIÓN que nos ofrece el libro de la oración de la Iglesia, el misal:
“Suscita en todos los hombres
el deseo de un progreso justo y fraternal,
para que, con los bienes que generosamente repartes entre todos, se realice cada uno como persona humana
y, suprimida toda discriminación,
reinen en el mundo la igualdad y la justicia”.
Hay que trabajar para que, vencidas todas las desigualdades, podamos impulsar el progreso de los pueblos dentro de las exigencias de la justicia y de la caridad cristianas.
“Conciliar el progreso económico con el bienestar del peruano más humilde y del medio ambiente es creer en el desarrollo como libertad”. En esta zona de la Amazonía urge un trabajo serio para cambiar el sentido de las cosas, para que de una vez para siempre terminemos con las corruptelas y engaños de los grandes y visibles y devolvamos al pueblo sus derechos.
“Hay que luchar por peruanizar el Perú y devolvérselo a todos los peruanos y peruanas para que sea una tierra de oportunidades, progreso, justicia y libertad”.
Los creyentes en Cristo, aunque pecadores, nos dirigimos en nuestras oraciones a Cristo y le decimos: “Tú que has creado a todos los hombres a imagen tuya, haz que sintamos horror de las injusticias y desigualdades entre los hombres”.
La Iglesia no debe intervenir a nivel político ni sindical, pero por su fidelidad al Evangelio de Jesús debe estar siempre alerta y defender los Derechos Humanos e intervenir con eficacia a favor de los explotados y excluidos. Debe estar alerta para defender el medio ambiente y la armonía con la creación.
La Iglesia Católica en Brasil, cada año dedica el tiempo de la cuaresma, a un problema de nivel nacional, dentro de la Campaña de la Fraternidad. Este año el tema escogido ha sido: “FRATERNIDAD Y AMAZONIA”, bajo el lema “VIDA Y MISIÓN EN ESTA TIERRA”.
19. ENTRANDO EN EL SIGLO XXI. El Señor nos concede la gracia de estrenar un tiempo nuevo, maravilloso. “Somos la primera generación que puede erradicar la pobreza, ¿dejáremos pasar esta oportunidad?”. Hoy conocemos mejor las potencialidades de nuestra tierra, tenemos a mano la ayuda maravillosa de la técnica. Sólo falta que todos, científicos, agrónomos, autoridades y pueblo nos reconciliemos con nuestra madre tierra, respetando el ambiente, la biodiversidad y todas aquellas condiciones que la tierra pide para ser madre generosa en producir los bienes que necesita la humanidad. Con todos los recursos actuales y los que puede ofrecernos la creación, podemos hoy mismo alejar de nosotros el hambre y mejorar notablemente los niveles en salud y en educación.
Estamos llamados a ser más solidarios, más fraternos los unos con los otros. ¿Aplicaremos nuestra capacidad y las potencialidades que existen entre nosotros para construir un mundo en justicia, paz y con un gran respeto a la integridad de la creación? La respuesta está en nuestras manos, no como personas particulares, sino unidos a todos los que quieren un mundo en justicia, en paz e integridad de la creación.
20. TERMINANDO ESTA CARTA, quiero expresar una idea que me acompaña desde años. Aquí, en la Amazonía, estamos descontentos de lo que sucede hoy. Pero de nosotros y de nuestro actuar de hoy, depende un “futuro” diferente y mejor.
Nosotros, un pequeño grupo de misioneros pasionistas, queremos hacer, en este momento, el mayor esfuerzo que esté a nuestro alcance. En Barranquita el Padre Mario Bartolini ha sido atacado y amenazado de muerte por su valiente defensa de las tierras y del campesinado. Igual suerte le ha tocado a la misionera de Jesús, Luz Adela Guillén.
En Yurimaguas estamos siendo atacados, aunque solapadamente, por algunos traficantes de tierras y por aquellos que quieren sacar provecho a su favor y chupar la sangre de los campesinos. Pero como pequeño grupo misionero no nos desmayamos. Nuestra confianza es el Señor y ponemos nuestras vidas al servicio de los hombres y mujeres de la Amazonía.
Y hemos querido pasar de las palabras y promesas a los hechos. Después de habernos asesorado debidamente con las autoridades correspondientes, hemos comenzado a poner linderos a los terrenos de los centros poblados, a levantar el censo de la población y practicar todos los trámites que sean necesarios para categorizar a los pueblos. Para fines de abril tendremos preparados 15 expedientes de otras tantas comunidades para su entrega en Iquitos al Gobierno Regional. Posteriormente seguiremos en el trabajo hasta abarcar, en esta primera etapa, a 40 comunidades. Luego, si Dios quiere, si las comunidades nos solicitan y obtenemos los medios económicos necesarios, seguiremos abarcando a otras comunidades del Vicariato. Nuestro trabajo no es la titulación de tierras, que pertenece al PETT o al organismo que asuma este trabajo. Nosotros, sencillamente, señalamos, de acuerdo con las poblaciones colindantes, hasta dónde llegan sus linderos. Nuestro trabajo pasa al Gobierno Regional, posteriormente llegará a Lima a las instancias correspondientes, y finalmente, oficializando el saneamiento de las tierras y la categorización de los poblados, se entregará en los Registros Públicos de Yurimaguas.
Pío Zarrabe Garro CP, un santo de nuestro tiempo
A los ochenta años, víctima de un paro cardio-respiratorio, falleció el Padre Pio Zarrabe Garro CP, quien fue propulsor de la defensa de las tierras amazónicas y los pueblos aborígenes.
Trabajó incansablemente por el desarrollo espiritual y material de la gente de la Amazonia. Recorrió de arriba abajo el río Huallaga en sus giras evangelizadoras a los pueblos. Con sus escritos exhortó y llamó la atención de los poderosos, como él llamaba, hacia una conciencia de equidad y bienestar en el desarrollo de los pueblos del Nororiente peruano.
El padre Pío Zarrabe había nacido en Zenarruza-Bolívar, provincia de Vizcaya el 29 de marzo de 1929.Profesó el 26 de mayo de 1946 y se ordenó sacerdote en Roma el 20 de abril de 1952. En 1954 se licenció en Historia y ese mismo año siguió los estudios para el doctorado y al mismo tiempo hizo varios cursos de archivística en el Archivo Vaticano. En 1955 regresó a la Provincia donde ejerció la docencia de Historia y Teología en el estudiantado de Villarreal y Mellid. En 1963 pasó a Deusto como II Consultor y Secretario Provincial. Reelegido Consultor en 1966, con el nombramiento de Obispo de Mons. Venancio Orbe, quedó como Vicario Provincial.
En 1974 se puso al servicio de las Misiones en el Vicariato de Yurimaguas. Nombrado Vicario Regional del Perú en 1994, hasta que en el 2002 regresó a Yurimaguas para la Pastoral de las Comunidades.
El religioso, quien días atrás ya mostraba síntomas de debilidad, falleció en la casa de los misioneros pasionistas del Vicariato Apostólico de Yurimaguas. Sus restos mortales fueron conducidos hasta el interior de la capilla Virgen de las Nieves, donde son velados. Luego será trasladado a la ciudad de Lima, donde le darán cristiana sepultura.
Su más cercano amigo, reverendo padre Carlos Murayari Amasifuén, recordó que el padre Pio, llegó a la Amazonía, exactamente el 14 de febrero del año 1974 procedente del norte del España del país vasco de la provincia de Vizcaya, directo a la capilla de la localidad de Lagunas, donde inició todo un trabajo de peregrinaje al servicio de la evangelización. Tras su partida a la eternidad, la feligresía católica llora su partida. La memoria del reverendo quedará en todos los que lo conocimos en vida.
Fuente: Diario AHORA de San Martín y Ecclesia Digital.