Archivo de la categoría: Antropología de la Religión

Factor religioso como fenómeno humano

Monseñor Víctor Álvarez Huapaya SDB

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Nació en la calle Constitución del Puerto del Callao, el 22 de diciembre de 1887, hijo de un hogar cristiano que regresaba al Perú después de la infausta guerra con Chile. Fue el menor de cinco hermanos, que pronto quedaron huérfanos de padre.
Sigue estudios en el Colegio de los franciscanos en el Callao, pero al cerrar estos en 1896, el niño tiene que recibir clases particulares. Luego llegan los salesianos en 1898 y Víctor Álvarez Huapaya con sus 11 años ingresa al oratorio y Colegio Don Bosco del Callao.
Álvarez Huapaya recibe los hábitos salesianos en 1902. Se dedica a la enseñanza para luego doctorarse en San Marcos. Lima escucha por la Radio Nacional las palabras de Víctor Álvarez Huapaya SDB, quien luego sería Obispo. Con una vocación de servicio a la juventud, escribe libros de lectura de textos y hasta un libro de inglés para primaria, que vende a precios modestos. Con estos libros de primaria enseñó a leer a muchas generaciones. Sus obras, más de 80, fueron usadas por todas las escuelas de la nación y en algunos países de Sudamérica.

Papa Francisco en Bolivia

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«La Iglesia no puede ser reconocida sólo porque venga el Papa»

La verdadera reconciliación entre los obispos y el gobierno en ese país sudamericano está todavía pendiente, pero la visita de Francisco puede sembrar la fraternidad necesaria
Por Andrés Beltramo Álvarez- Vatican Insider
“La Iglesia no acaba de nacer o surgió con la venida del Papa. La Iglesia no puede ser reconocida sólo porque venga Francisco, tiene toda una historia detrás, con errores pero también con muchas luces”. Palabras de Ariel Beramendi, el único sacerdote de Bolivia que trabaja en el Vaticano. Sus consideraciones hablan de un pendiente fundamental en el país sudamericano: la reconciliación  real entre los obispos locales y el gobierno del presidente Evo Morales.
Oficial del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Beramendi recordó que los últimos cinco años han sido difíciles para el catolicismo boliviano. Entre otras cosas por la voluntad del gobierno de recuperar las religiones ancestrales e indígenas, no en una óptica de sana convivencia sino en una especie de revanchismo ideológico. Esto le ha granjeado roces con la Iglesia, una conflictividad que todavía permanece, a flor de piel.
“Francisco va a encontrar una Iglesia que se ha enfrentado con eso, que vive el día a día con esperanzas y dificultades. Una Iglesia con religiosidad popular muy intensa pero cuyos miembros viven con menor ahínco su compromiso cristiano. Se ve más religiosidad y menos compromiso social radical, como pide el Papa”, apuntó en entrevista.
Bolivia será el segundo destino del viaje apostólico más largo del presente pontificado. Jorge Mario Bergoglio llegará a La Paz el miércoles 8 de julio y pasará apenas cuatro horas en esa ciudad, ubicada a cuatro mil metros sobre el nivel del mar. Esa misma noche volará a Santa Cruz de la Sierra, donde seguirá su gira hasta el viernes 10.
La etapa papal boliviana ha estado rodeada de especulaciones. Según Beramendi, la presencia del líder católico corría el riesgo de ser “manipulada e instrumentalizada” por el presidente Morales, que “quiere ser considerado un líder espiritual para los pueblos originarios e indígenas” y por eso, no casualmente, llama a Francisco “hermano Papa”. A esto se suma el reclamo del gobierno a Chile por una salida al mar. Por eso los obispos han insistido, casi hasta el cansancio, en aclarar que la visita es estrictamente pastoral.
“Ojalá la visita del Papa sea una oportunidad de reconciliación, pero como dijo el cardenal (Julio) Terrazas (arzobispo emérito de Santa Cruz) en una reciente entrevista, el gobierno no acepta objeciones ni críticas. Pero la misión de la Iglesia es anunciar y denunciar, denunciar las injusticias, el narcotráfico y la corrupción. A este y a cualquier gobierno. Como este gobierno no acepta críticas, tampoco acepta oposición política, siempre hay roces. Una Iglesia que se quiera cuidar de los roces es una Iglesia tibia. Esperamos en una reconciliación, aunque eso no significa que se vayan a acabar los roces”, indicó el clérigo.
Sostuvo que la Iglesia y los cristianos deben ser “capaces de soñar”, de empeñarse en construir una patria mejor y de mayor tolerancia, porque actualmente se están viviendo “momentos de mucha intolerancia a nivel político y a nivel cultural”.
Desde su punto de vista Bolivia está viviendo bajo una “dominación cultural”, porque pese a ser un país multiétnico y pluricultural sólo se promueve una cultura, menospreciando a la Iglesia católica aunque es mayoritaria a nivel de número de fieles.
“Hay un entusiasmo general en la gran mayoría de las personas que están esperando al sucesor de Pedro, a un líder moral y espiritual. Es un latino, que habla el idioma de la gente y sabe calentar la tibieza de quienes tienen fe. Como cuando vino Juan Pablo II sembró justicia y esperanza, Francisco seguramente sembrará reconciliación, tolerancia y fraternidad, esos son valores que el Papa encarna bastante bien”, ponderó.
Una visión un poco más optimista, pero también reconociendo las dificultades, la aportó Erika Farfán, encargada de negocios de la embajada de Bolivia ante la Santa Sede. También en entrevista subrayó la gran expectativa de los bolivianos por la llegada del Papa y refrendó el involucramiento en la organización de la visita de Evo Morales, quien –insistió- “comparte muchos valores” con Francisco.
Abundó que el viaje apostólico se dará en un momento clave y permitirá “un poco más de unidad”, para “volver a recobrar la armonía que se había perdido” y servirá para unir al pueblo y a todos los bolivianos.
“Se puede dejar atrás ese aire de contraste que existía. Más allá de todo el Papa es una persona muy cercana al pueblo, muy cercana a nosotros y más por ser latinoamericanos. No lo vemos lejano, que está allá y no se acerca. Francisco está entre nosotros, en medio del pueblo y eso está demostrando en su viaje a Bolivia, donde visitará la cárcel y se reunirá con los movimientos populares. Todo ello es una muestra de que él quiere estar involucrado”, señaló.
Bergoglio aterrizó en el aeropuerto más alto del mundo. Y frente el presidente Evo Morales propone el rostro de una Iglesia lista para acompañar el “experimento” boliviano.
Por Gianni Valente- Vatican Insider
Es la preocupación apostólica lo que impulsó a Papa Francisco a subir hasta los 4000 y tantos metros de La Paz. Este es el motivo que lo llevó a ignorar con cortesía los más sinceros consejos sobre su salud y sobre tratar con delicadeza los pulmones (tanto el pulmón completo como el otro al que le falta un pedazo) con los que respira. Lo repitió el mismo sucesor de Pedro, que ahora tiene 78 años, en el discurso pronunciado al desembarcar en el  Aeropuerto Internacional El Alto, el primero de su etapa boliviana en este viaje latinoamericano. “Como huésped y peregrino”, dijo Papa Francisco, “vengo a confirmar la fe de los creyentes en Cristo resucitado”.
Estaba esperando a Bergoglio el indígena aymara Evo Morales, presidente del Estado plurinacional de Bolivia, artífice de esa “revolución indigenista” que quiso imprimir en el sistema institucional y en el mismo nombre de la nación las características plurales y multiformes del país andino, con su 53% de habitantes que pertenecen a 36 grupos indígenas diferentes, todos ellos indicados en la Constitución. La fiesta de bienvenida reservada al Obispo de Roma se llevó a cabo justamente como una suntuosa celebración de la diversidad boliviana. El mandatario boliviano entregó como regalo al Pontífice la hoja sagrada de coca en una bolsita tradicional que se lleva al cuello, según las usanzas tradicionales.
“Bienvenido, hermano Papa Francisco. Todos los bolivianos y bolivianas hoy estamos muy felices porque has venido a visitarnos a nuestra casa. Y nos traes tu mensaje de fe, esperanza y liberación. Hermano Papa Francisco, te recibimos con los brazos y el corazón: al Papa de los pobres. La lucha a favor de los pobres, al igual que nuestro proceso de cambio que trabaja por los más necesitados. En tiempo de cambio, quien traiciona a un pobre traiciona a Papa Francisco”. Fueron las palabras de bienvenida del presidente Evo Morales, quien aludió al problema del acceso al océano por parte de Bolivia y las contiendas con Chile. También recordó que en la historia la Iglesia había colaborado con la dominación en el continente, pero ahora, indicó Evo Morales, “el pueblo boliviano te recibe con alegría y te da la bienvenida porque vienes a Bolivia para apoyar la liberación”.
En su discurso, Papa Francisco agradeció a Morales por “la cálida acogida”, y después ofreció un homenaje a la identidad plural de una tierra que definió “bendecida en sus gentes, con su variada realidad cultural y étnica, que constituye una gran riqueza y un llamado permanente al respeto mutuo y al diálogo”. Evitando cualquier alusión a las controversias sobre el tiempo, ya lejano, de la Conquista española, Bergoglio se refirió más bien al presente y al futuro que comparten los bolivianos de la actualidad, esos que descienden de los “originarios milenarios” y los que provienen de las personas que llegaron a América a principios de la edad moderna: “cuánta alegría”, dijo el Papa, “nos da saber que el castellano traído a estas tierras hoy convive con 36 idiomas originarios, amalgamándose (como lo hacen en las flores nacionales de kantuta y patujú el rojo y el amarillo) para dar belleza y unidad en lo diverso. En esta tierra y en este pueblo, arraigó con fuerza el anuncio del Evangelio, que a lo largo de los años ha ido iluminando la convivencia, contribuyendo al desarrollo del pueblo y fomentando la cultura”.
En su discurso, el Papa también se refirió a la cuestión del medio ambiente, fatalmente relacionada con el camino presente de un país “de singular belleza”, que ha querido incluir incluso en el preámbulo constitucional un homenaje a la exuberante diversidad de su naturaleza, de sus montañas y sus ríos, recordando también “nuestra Amazonia, nuestro Chaco, nuestro altiplano y nuestros llanos y valles”. En Bolivia, subrayó Papa Francisco, citando la reciente encíclica ecológica «Laudato si’», es más fácil darse cuenta de que “el mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza”.
La naturaleza de la tierra boliviana también está enfrentando la prueba de un desarrollo económico tumultuoso y no exento de insidias. Los ritmos de crecimiento ponen en riesgo no solo el medio ambiente, con la tentación que siempre está presente de la explotación desproporcionada de sus recursos naturales, sino también los vínculos de solidaridad que surgen de la fe cristiana mezclada con las culturas milenarias de los Andes y de la Amazonia. En su discurso, Papa Francisco dirigió una mirada llena de simpatía al “experimento social boliviano”, y al intento (lleno de límites y contradicciones) de conjugar la mejoría de las condiciones económicas y la custodia de las tradiciones culturales y espirituales. “Bolivia”, reconoció en su discurso Papa Francisco, “está dando pasos importantes para incluir a amplios sectores en la vida económica, social y política del País; cuenta con una Constitución que reconoce los derechos de los individuos, de las minorías, del medio ambiente, y con unas instituciones sensibles a estas realidades. Todo ello requiere un espíritu de colaboración ciudadana, de diálogo y participación de los individuos y los actores sociales en las cuestiones que interesan a todos”, porque “si el crecimiento es solo material, siempre se corre el riesgo de volver a crear nuevas diferencias, de que la abundancia de unos se construya sobre la escasez de otros. Por eso, además de la transparencia institucional, la cohesión social requiere un esfuerzo en la educación de los ciudadanos”.
Frente a este “laboratorio boliviano” y al esfuerzo nacional para lograr que amplios sectores de la sociedad salgan de la miseria y del analfabetismo, Papa Francisco volvió a proponer el rostro de una Iglesia que acompaña con simpatía los procesos sociales, para ofrecer el propio aporte gratuito a todo lo que contribuya en la humanización de la vida común. Una Iglesia que saca del Evangelio también esa espontánea actitud de colaboración para la “construcción de una sociedad más justa y solidaria”. En su discurso no hubo ninguna alusión directa a las controversias que en el pasado provocaron choques entre Morales y los sectores y representantes del episcopados, que no soportaron sus políticas indigenistas. “En estos días”, dijo el Papa, “me gustaría alentar la vocación de los discípulos de Cristo a comunicar la alegría del Evangelio, a ser sal de la tierra y luz del mundo”.
Por otra parte, en su primer discurso boliviano, Papa Francisco no ofreció ningún punto de apoyo a los que tal vez intentan acallar a la Iglesia local y las consideraciones críticas de matriz eclesial con respecto a las contradicciones y a las patologías de la vida social y política, empezando por la sofocante corrupción: “La voz de los Pastores, que tiene que ser profética, habla a la sociedad en nombre de la Iglesia madre, desde su opción preferencial y evangélica por los últimos, por los descartados, por los excluidos, esa es la opción preferencial de la Iglesia”. Porque “no se puede creer en Dios Padre sin ver un hermano en cada persona, y no se puede seguir a Jesús sin entregar la vida por los que Él murió en la Cruz”. Y se despidió diciendo “Jallala Bolivia”, con esa palabra quechua-aymara, que conjuga los conceptos de esperanza, festejo y bienaventuranza.
Morales y el Papa

No sabía eso

Quienes manejan su agenda adelantaron que el Papa iba a tener tres gestos particulares: uno para cada país a visitar. Ecuador, Bolivia y Paraguay. Es la manera de dejar su sello personal. 
Por ejemplo, pidió no ser atendido por mozos durante su estadía en Paraguay. Los organizadores tuvieron que coordinar almuerzos con autoservicio. Este requerimiento sorprendió al mismísimo presidente Horacio Cartes.
Además, Francisco cortó con la costumbre histórica de llevar el papamóvil desde Roma. En cambio, optó porque cada país construya su propio vehículo papal. De esa forma, se deshizo de la cúpula de vidrio blindado y retomó la tradición de los inicios del pontificado de Juan Pablo II, antes del atentado que sufriera el polaco en 1981.
El cambio fue un acto de fe. Para poder estar más cerca de la gente, el Vaticano firmó cartas que exoneraron de toda responsabilidad por algún accidente a los encargados de la seguridad local. Encima, Francisco ha podido comunicarse libremente en su propio idioma, al que ha (y seguramente añadirá) palabras en quechua, aimara y guaraní.
Como en los viejos tiempos de Juan Pablo II, el Papa busca estar más cerca de la gente.
La tarde del domingo 5 de julio, Francisco fue recibido al pie de la escalerilla del avión por el presidente de Ecuador. Con él se fundió en un abrazo. Ambos fueron rodeados por un puñado de niños vestidos en trajes típicos. Fue allí que Francisco realizó lo que algunos ya consideran su primer milagro: cambiar el lugar de la multitudinaria misa en Guayaquil. Gracias a ello, la ceremonia pasó del Santuario de la Divina Misericordia al Parque de los Samanes. Solo así se pudo recibir a los 2.5 millones de fieles. Se dice que el pedido oficial del traslado –oraciones mediante– fue realizado por el propio presidente Rafael Correa.
Luego de citar la palabra de algunos santos, Francisco instó a sus oyentes a “afrontar los desafíos actuales, valorando las diferencias, fomentando el diálogo y la participación sin exclusiones para que los logros en progreso y desarrollo que se están consiguiendo garanticen un futuro mejor para todos”. Además, aplaudió que “el pueblo ecuatoriano se ha puesto de pie con dignidad”. Acto seguido, explicó que Ecuador es el lugar más cercano al Sol y a la Luna, símbolos de Jesucristo y la Iglesia para los cristianos. Luego de escuchar el discurso de Correa, Francisco exhortó a poner “una especial atención a nuestros hermanos frágiles y en las minorías más vulnerables”, quienes representan “la deuda de América Latina”. Fue el primero de sus ya célebres dardos políticos (el segundo fue su alusión al populismo, acaso en velado toque a Correa). “Desde aquí quiero abrazar el Ecuador entero”, finalizó. “Su país es un paraíso”, dijo en guiño a Correa, quien acotó que el Papa es argentino, Dios es brasileño y el paraíso es ecuatoriano.
Por su parte, Correa puso el punto sobre algunas íes. Dijo que “el gran pecado social de nuestra América es la injusticia” y la inequidad social. Luego, lanzó una inmensa pregunta celeste: ¿cómo podemos llamarnos el continente más cristiano si somos el más desigual? Luego, citando la encíclica ecológica, recordó que el Papa habla de la deuda con las naciones pobres.
Cruzando la frontera, la llegada del Papa a Bolivia se prepara desde el mismo avión. Un dossier será colocado en el vuelo que lo trasladará al país del sur. Los asientos de tejido andino recibirán el cuerpo del Sumo Pontífice. El invitado estelar será agasajado con lo mejor de la gastronomía y la cultura boliviana. Mientras tanto, la universidad estatal de Santa Cruz viene preparando un encuentro juvenil. La llave de la ciudad (20 cm de largo y 7.5 cm de ancho) que le entregarán a Francisco tiene cuatro íconos: el Illimani, la imagen de las laderas, el logo de Ciudad Maravilla y el Escudo de La Paz.
Al cierre de edición, el Papa ya calienta los corazones de los fieles bolivianos y paraguayos. Hay un pero en la ruta: no visitará Concepción.
Hasta el momento, el papa Francisco se viene revelando como un gran orador, un fenómeno político y un maestro del carisma.
Deja algunas frases para el recuerdo. “El Bicentenario de la Independencia de América fue un grito de libertad ante los poderosos de turno”. “La evangelización puede ser vehículo de unidad y de ciertas utopías”. “Necesidad de luchar por la inclusión a todos los niveles”. “Los más pobres no pierden su dignidad a pesar de que se la golpean todos los días”. “Nuestra fe siempre es revolucionaria”. Y siguen citas.
Fuente: Revista CARETAS.

Declaraciones del Papa Francisco

“Primero: yo no sabía nada; segundo: yo lo calificaré como arte de protesta que, en algunos casos, puede ser ofensivo.
Tercero: el padre Espinal fue asesinado en el año 80. Era un tiempo en el cual la Teología de la liberación tenía muchas ramas. Una de esas ramas proponía el análisis marxista de la realidad. Padre Espinal pertenecía a esto, eso lo sabía porque en esos años yo era rector en la facultad de teología y se hablaba mucho de esto; cuáles eran las diversas ramas y quienes.
En el mismo año, el general de la Compañía de Jesús mandó una carta a toda la compañía sobre el análisis marxista de la teología. Un poco frenando y diciendo: esto no va, son cosas diversas, no es justo, no van.
Y cuatro años después, en el 84, la Congregación para la Doctrina de la Fe publicó el primer documento pequeñito, una primer declaración sobre la Teología de la Liberación que critica esto; después vino el segundo que abrió las perspectivas más cristianas. Estoy simplificando, ¿no? O sea,hagamos la hermenéutica en aquella época, aquí no.
Espinal era un entusiasta de este análisis de la realidad marxista y también de la teología usando el marxismo. De esto vino esta obra que, también las poesías de Espinal eran de ese género, de protesta.
Pero era su vida, era su pensamiento, era un hombre especial, con tanta genialidad humana y que luchaba, él tenía buena fe. Haciendo una hermenéutica como esta, lo comprendo. Para mí no fue una ofensa, pero tuve que hacer esta hermenéutica y lo digo a ustedes para que no existan interpretaciones”.
 
¿Dónde quedó la cruz?
 
“La traigo conmigo. El presidente Morales quiso darme dos condecoraciones, la más importante de Bolivia y la otra es la Orden del padre Espinal, un nuevo orden.
Si yo me los llevo: bueno, primero, jamás recibí una condecoración, no me viene. Él lo hizo con buena voluntad y con el gusto de darme un gusto y pensé que esto viene del pueblo de Bolivia y recé para saber qué hacer con esto.
Si me lo llevo al Vaticano irán a parar al Museo, terminará ahí y ninguno jamás las verá; entonces pensé en dejárselo a la Virgen de Copacabana, la madre de Bolivia, y las dos condecoraciones que he recibido irán al santuario de Copacabana. En cambio el Cristo lo traigo conmigo. Gracias”.

El Papa dejó en Bolivia las condecoraciones con la hoz y el martillo

Francisco depositó a los pies de la Virgen de Copacabana los dos presentes que recibió de manos del presidente Evo Morales en La Paz. Una de ellas llevaba grabado en un medallón el Crucifijo con la hoz y el martillo.
Por Andrea Tornielli- Vatican Insider
Antes de despedirse de Bolivia, el papa dejó a los pies de una estatua de María las dos condecoraciones que recibió el pasado miércoles de las manos del presidente Evo Morales. Una de ellas, una cadena con un gran medallón, lleva grabada la figura de cristo crucificado sobre una hoz y un martillo, imagen que concibió el padre Luis Espinal, el jesuita asesinado en marzo de 1980 en Bolivia.
“Esta mañana -informa una nota del vocero vaticano, el padre Federico Lombardi- Papa Francisco celebró la misa en la capilla de la residencia privada del arzobispo emérito de Santa Cruz de la Sierra. Al final de la celebración eucarística, el Santo Padre entregó a la Virgen de Copacabana, patrona de Bolivia, las dos condecoraciones que le fueron conferidas por el presidente del Estado, Evo Morales, durante la visita de cortesía al Palacio presidencial de La Paz”.
Bergoglio acompañó su gesto con estas palabras: “El Señor Presidente de la Nación en un gesto de calidez ha tenido la delicadeza de ofrecerme dos condecoraciones en nombre del pueblo boliviano. Agradezco el cariño del pueblo boliviano y agradezco esta fineza, esta delicadeza del Señor Presidente y quisiera dejar estas dos condecoraciones a la Patrona de Bolivia, a la Madre de esta noble Nación para que Ella se acuerde siempre de su pueblo y también desde Bolivia, desde su Santuario, donde quisiera que estuvieran, se acuerde del Sucesor de Pedro y de toda la Iglesia, y desde Bolivia la cuide”.
“Madre del Salvador y Madre nuestra -concluyó Bergoglio rezando-, tú, Reina de Bolivia, desde la altura de tu Santuario en Copacabana atiendes a las súplicas y a las necesidades de tus hijos, especialmente de los más pobres y abandonados, y los proteges. Recibe como obsequio del corazón de Bolivia y de mi afecto filial los símbolos del cariño y de la cercanía que –en nombre del Pueblo boliviano– me ha entregado con afecto cordial y generoso el Señor Presidente Evo Morales Ayma, en ocasión de este Viaje Apostólico, que he confiado a tu solicita intercesión”. “Te ruego que estos reconocimientos -concluyó el Papa-, que dejo aquí en Bolivia a tus pies, y que recuerdan la nobleza del vuelo del Condor en los cielos de los Andes y el conmemorado sacrificio del Padre Luis Espinal SJ sean emblemas del amor perenne y de la perseverante gratitud del Pueblo boliviano a tu solicita y fuerte ternura. En este momento pongo en tu corazón mis oraciones por todas las peticiones de tus hijos, que he recibido en estos días, tantas Madre: te suplico que les escuches; concede a ellos tu aliento y tu protección, y manifiesta a toda Bolivia tu ternura de mujer y Madre de Dios”.

Concepción espera la visita del Papa Francisco

Por Justiniano Riveros- www.ultimahora.com
Mucha expectativa reina en Concepción en relación a la posibilidad de que el Papa Francisco visite la ciudad. Consideran que su presencia podría influir en la solución del grave problema de inseguridad que se vive.
La Diócesis de Concepción hará el pedido oficial a la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) para que Concepción sea incluida en el itinerario de visita del Papa Francisco, según explicó monseñor Pablo Cáceres, vicario de la diócesis.
El prelado indicó que en el año 1988 Concepción fue marginada de la presencia del pontífice por cuestiones políticas, dado que la feligresía católica tenía mucha ilusión de compartir con Juan Pablo II.
Dijo que la Iglesia considera que la presencia del Papa Francisco ayudaría a solucionar los graves problemas de pobreza, injusticia e inseguridad. Este último campante por la presencia de grupos armados en el departamento. “Yo creo que el Papa no se va a inmiscuir en cuestiones internas del país, como por ejemplo dialogar con grupos insurgentes, pero sí consideramos que su presencia puede influir en la solución de estos graves problemas, tal como había ocurrido en el 89”, destacó Cáceres.
El vicario indicó que en los próximos días se debe formalizar la solicitud con acompañamiento de las autoridades, puesto que la presencia del Pontífice implicará apoyo de todos los sectores y en especial del público.
PEDIDO PARTICULAR 
Que el mismo Pontífice solicite llegar a Concepción, que tiene sus problemas particulares como su vecino San Pedro.

Francisco y la encíclica

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La gira del Papa verde

No puede visitar todos los países”, advierte monseñor Pedro Barreto a propósito de la ausencia del Perú en la agenda papal que va del 5 al 12 de julio próximo. Esta vez, los planes geopolíticos del Vaticano no nos han tomado en cuenta. Sin embargo, es sabido que el avión de Francisco sobrevolará el Perú durante su viaje de Guayaquil hacia La Paz, durante la primera quincena de julio. “Le he pedido que nos envíe unas plegarias como bendición”, precisa Barreto. La pregunta de rigor se impone: ¿a Francisco le tocó ventana o pasillo?
Barreto se explaya. La visita de Francisco a Río de Janeiro, allá por el 2013, fue parte de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud, “un evento que estaba planificado desde antes”. Según el hombre de fe, el itinerario de la gira latinoamericana del Papa tiene que ver más con el tamaño y la pobreza de los países visitados (Ecuador, Bolivia y Paraguay) antes que con el factor ideológico. Léase, la continental correlación de fuerzas entre jesuitas y ultraconservadores. “El Papa está por encima de eso”, advierte Barreto.
Será difícil que el Papa visite el Perú en el 2016, a pesar de su anunciado periplo a Argentina, Chile y Uruguay del próximo año. “Ojalá que pueda venir el 2017”, precisa Barreto. Las esperanzas son grandes. Y deberían, considerando la apretada agenda de ayuda social del Papa, que incluye fungir de intermediario entre los mandamases de Estados Unidos-Cuba y Chile-Perú.
Fuente: Revista CARETAS.

Louis Billot SJ: el cardenal que renunció a la púrpura

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Por Filippo Rizzi- Diario Avvenire 15-12-2011.
“Habiéndose retirado a Galloro, el venerable Padre Billot vivió del todo apartado, ocupándose apenas de la oración y el estudio, dando a sus cofrades admirable ejemplo de humildad y obediencia religiosa”. Ese fue el lacónico y conciso comentario publicado en enero de 1932 en la revista La Civiltà Cattolica en ocasión de la muerte -ocurrida hace 80 años, el día 18 de diciembre de 1931- del Padre Louis Billot: jesuita, eminente teólogo neotomista, más conocido sobre todo por haber sido cardenal y después haber renunciado a la púrpura. El hecho -rarísimo en la historia de la Iglesia- tuvo lugar el 14 de septiembre de 1927 y causó escándalo. Una semana después el diario Il Popolo d’Italia lo describe con vivacidad simbólica: el cardenal que había puesto en San Pedro la tiara sobre la cabeza del neo-electo pontífice Pío XI el 12 de febrero de 1922 (era justamente Louis Billot el que lo hizo) ponía ahora en manos del mismo Pontífice la púrpura y el capello, volviendo al estado de simple religioso.
E hizo eso en vez de retractarse de su manifiesta simpatía por la Action Française de Charles Maurras, condenada en 1926 por el ahora reinante Pío XI. Pero Louis Billot no merece ser recordado sólo por este gesto: a 80 años de su desaparición, aún permanece viva la actualidad de un estudioso que fue considerado la estrella polar por el refinamiento de su investigación en el campo de la teología dogmática y en la escolástica hasta el Vaticano II. No por casualidad, sus famosos tratados De Verbo Incarnato, De gratia Christi y De Ecclesia Christi se convirtieron en clásicos.
Discípulos de su escuela son importantes teólogos del siglo XX como Pietro Parente, Carlo Figini o el memorable Jules Lebreton. Sus estudios sobre la disciplina de los sacramentos fueron un punto de referencia para grandes teólogos del post-concilio como Karl Rahner y Edward Schillebeeckx, como ha documentado el ensayo reciente de Giancarlo Vergano La forza dalla grazia: La teoria della causalità sacramentale di L. Billot (Cittadella).
Académico de raza que restauró en las cátedras de los ateneos pontificios romanos la actualidad del pensamiento de Santo Tomás de Aquino, por expreso deseo de León XIII, Billot fue convocado a la cátedra de Dogmática de la Gregoriana (1885). Pero la influencia teológica del jesuita francés, originario de Metz, se impondrá sobre todo durante el pontificado de Pío X: no es novedad que el hijo de San Ignacio será uno de los redactores de la encíclica Pascendi que condenaba el modernismo. Uno de los méritos por los cuales el Papa Sarto lo creará cardenal en 1911. ¿Cómo fue, por lo tanto, que un teólogo tan popular ante la Sede Apostólica hará un gesto tan desconcertante como la renuncia a la púrpura?
Para revelar hoy la verdadera dinámica del caso Billot existe una investigación conducida en 2009 por el prefecto del Archivo Secreto Vaticano, el obispo barnabita Sergio Pagano, ahora publicada en las “Collectanea Archivi Vaticani 68”, Il Papato Contemporaneo (Librería Editrice Vaticana). Investigación hecha posible gracias a la desclasificación de los documentos de dicho Archivo correspondientes al papado de Achille Ratti (1922-1939).
La investigación permite iluminar la situación embarazosa creada en el episcopado francés —particularmente el cardenal de Bordeaux, Paul Andrieu— por los testimonios de aprecio (incluyendo una nota dirigida al periodista Léon Daudet) enviados por el Cardenal Billot a algunos miembros de la Action Française, el movimiento político que buscaba el regreso de la monarquía a Francia.
En el origen del conflicto estuvo, sobre todo, la “baja tolerancia”, devenida posteriormente “irritación”, de Pío XI hacia un cardenal de la Curia que, con sus declaraciones, hacía de contrapunto con la posición oficial de la Santa Sede, contraria a una confrontación con la Francia republicana de ese tiempo. En torno al caso Billot, se desarrolló subterráneamente una verdadera tratativa diplomática, hecha de contactos y mediaciones, y conducida en “absoluto secreto”, y que tuvo como actores al Secretario de Estado cardenal Pietro Gasparri, al prepósito superior de la Compañía de Jesús, Wlodimir Ledóchowski, y al nuncio Francesco Borgoncini Duca. Pero no fue todo.
Como testimonio del clima de tensión que se estaba espesando en el Vaticano —como bien documenta la investigación de Pagano— quedan las palabras del Cardenal en el acto de su dimisión (“La passion est plus forte que moi”) y un último intento, para muchos ingenuo, de parte de Billot de retirarse a una casa jesuita en Francia para continuar así cerca de la Action.
“El prudente superior Ledóchowski -escribe Pagano-, sabiendo que el Papa nunca consentiría en esto, eligió enviarlo a la tranquila y aislada casa de Galloro”, cerca de Ariccia (Roma). Para alejar cualquier rumor y “poner coto a las leyendas” en torno a su salida del Sacro Colegio, el mismo Billot escribió de su puño y letra, el 2 de marzo de 1928, una carta clarificadora enviada al nuevo director de Études, Henri du Passage, en la que explicaba el sentido de su decisión de volver a ser un simple jesuita y así prepararse “para la buena muerte”.
Y la elección del “claustro” en nombre de la más rígida pobreza religiosa fue realmente sincera, y es también consistente con el carácter de Billot, como confirmaba Ledóchowski en una carta a Pío XI: “Su Santidad debe rezar por el pobre sacerdote que evidentemente, como pude de nuevo confirmar estos días, tiene ciertas ideas fijas, de las que no pudo liberarse”.
Más allá de las declaraciones oficiales, reportadas en ese tiempo por La Civiltà Cattolica y L’Osservatore Romano, en las que el Papa lamentaba como “pérdida no menor” la renuncia a la púrpura del jesuita de Metz, la prensa internacional de la época (salvo excepciones), interpretó la figura de Billot como una “víctima sacrificial” del sistema curial romano.
Pero la verdad histórica de aquellos hechos es mucho más compleja, según Monseñor Pagano: “Los eventos finales del singular movimiento de la Action Française, sin embargo, dieron la razón a la previsión de Pío XI que, en el caso Billot, considerando todo, hizo uso de ‘insigne benevolencia’, soportando con paciencia hasta lo tolerable que el irrefrenable purpurado francés, bajo sus ventanas, hiciese continuas declaraciones de apoyo del movimiento reaccionario, al que reivindicaba continuamente la libertad de acción en el ámbito político.
“Tomada la medida, por el decoro de la Santa Sede y la pacificación del clero francés, la única solución posible era su dimisión”. Un gesto romántico que ochenta años después aún sigue siendo emblemáticamente fuerte y, más allá del refinamiento y agudeza teológica del protagonista, es objeto de admiración y estima de partidarios “insospechables” como el cardenal Giacomo Biffi y el senador Francesco Cossiga, y también por el jesuita y cardenal Carlo Maria Martini, el que, precisamente en Galloro consultó documentaciones inéditas sobre la vida de su cofrade francés.

Arzobispo del Cusco recibe palio

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El Arzobispo Metropolitano del Cusco, Monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, en la Solemnidad de San Pedro y San Pablo, recibió de manos del Santo Padre Francisco el Palio Arzobispal; insignia exclusiva que se les concede a los arzobispos residenciales o metropolitanos.
Este año, el Papa Francisco impuso el Palio Arzobispal, a un total de 46 Arzobispos nombrados a nivel mundial durante el último año, quienes tuvieron la oportunidad de tener un encuentro directo con el Santo Padre, y dentro de los cuales se encontró nuestro Arzobispo del Cusco.
Monseñor Richard Daniel Alarcón Urrutia, dijo encontrarse sumamente contento y agradecido con Dios, por el encargo pastoral que se le concedió al ser Arzobispo de nuestra ciudad del Cusco; y también aprovechó su viaje a la ciudad de Roma, para tener un encuentro personal con los sacerdotes de nuestra Arquidiócesis, quienes se encuentran realizando estudios de especialización en la ciudad de Roma.
Asimismo, aprovecho la oportunidad para invitar a toda la feligresía de nuestra ciudad, a la ceremonia de la Imposición del Palio Arzobispal, que se realizará el sábado 11 de julio, a las 11:30 a.m., en la Basílica Catedral, ceremonia que estará a cargo del Nuncio Apostólico en el Perú y que contará con la presencia de diversos Obispos del Perú y de las delegaciones de las diócesis sufragáneas, como son: Abancay, Sicuani y Chuquibambilla.
Fuente: www.arzobispadodelcusco.org
Monseñor Alarcón es presidente de Cáritas del Perú y asistió como tal a la asamblea mundial de Caritas Internatonalis del último mayo, donde el Papa se dirigió a los presentes y les transmitió su deseo más profundo de llevar la caridad al mundo con un rostro humano.Según lo que dijo Francisco -reflexiona el también presidente de Caritas Cusco-, hay que entender que todo el trabajo que se realiza en este campo “debe ser la expresión de la caridad de la Iglesia, abierta y en servicio a los demás, como parte constitutiva de la evangelización y la misión propia de la Iglesia”.
De este modo -explica-, “el Papa nos invita a darle a la Iglesia un rostro más pobre y al servicio de los pobres”.
Otros temas en los que vienen trabajando las oficinas de Caritas a nivel mundial, son e hambre en el mundo, y cómo esto se ve reflejado de forma preocupante en la cantidad de alimentos que se necesitan frente a lo que se desperdicia y se desecha.
“El Papa Francisco quiere que la Iglesia haga despertar la conciencia de hacia dónde nos lleva el cambio climático también en relación a la alimentación, dado que ante más escasez de alimentos habrá más hambruna”, advierte el arzobispo Alarcón.

Un Papa que vino del fin del mundo

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Bergoglio

Por Esther-Marie Merz y Mathilde Schwabeneder.
«Podría suceder esta tarde», me susurró mi camarógrafo. El cónclave no dura ni veinticuatro horas, pero el evento histórico que aguardamos aviva la hoguera de los rumores. Una elección papal tras la dimisión de un papa: es algo que el mundo nunca antes había presenciado -como tampoco tantos periodistas juntos al mismo tiempo en Roma-. Ha transcurrido un mes desde la impactante decisión del papa Benedicto XVI. Desde entonces, la ciudad se encuentra sitiada por reporteros de los cinco continentes. Todos esperamos el humo blanco.
Reacomodo mi relación personal de favoritos. De mis originalmente veinte minibiografías, selecciono diez. El perfil del papa a ser elegido parece estar claramente delineado -sobre eso existe un consenso entre la mayoría de los colegas alrededor del globo: un hombre lo suficientemente fuerte como para lidiar con los vatileaks y otros escándalos, un padre espiritual, un buen organizador, no europeo y, lo que es muy importante, no mayor de setenta años-.
Una mirada a mi lista y un breve intercambio con un vaticanista romano ratifican un dato: podría ser el arzobispo de Buenos Aires, si su fecha de nacimiento no fuese el 17 de diciembre de 1936. No, el cardenal Jorge Mario Bergoglio pasa a los últimos lugares de nuestra columna. Unas horas más tarde, la historia se encarga de desmentir este cálculo.
No es la tarde, es la noche del 13 de marzo de 2013. El anochecer de un día frío y lluvioso. A más tardar a las 7:00 pm debería salir humo de la chimenea ardiente de la Capilla Sixtina en cualquier elección, asegura en sus comunicados de prensa a diarios el vocero del Vaticano, Federico Lombardi. Humo negro o blanco, dependiendo del resultado.
Me ubico en el lugar que me corresponde para la transmisión en vivo. La Plaza de San Pedro lleva horas abarrotada de gente y el suspenso es enorme. Las miradas de todos los presentes se dirigen bajo sus paraguas tercamente hacia arriba. A las siete y seis minutos sucede finalmente: un grito resuena por encima de la plaza y se introduce en los techos y terrazas desde los cuales los periodistas arrancamos con la transmisión en vivo. Una señal contundente, ya que el humo es blanco: habemus papam. Pero, ¿a quién han elegido los 115 cardenales en quinta ronda de votación para que sea el jefe supremo de la Iglesia?
El nombre del sucesor 265 de San Pedro que se da a conocer unos instantes después deja un tanto desorientada a mucha gente. Es un nombre muy poco conocido y acústicamente difícil de entender. Y, sin embargo, la decisión del nuevo hombre del Vaticano de llamarse Francisco, que anuncia el protodiácono, el cardenal Jean-Louis Tauran, desata una reacción de júbilo y entusiasmo en la Plaza de San Pedro. Los comentaristas se agolpan en el lugar.
Incluso en el Twitter, Francisco se convierte de inmediato en el tema dominante. Más de siete millones de tuits en total circulan al respecto el día del cónclave. Inmediatamente después de que el nuevo papa, Francisco, es presentado, la actividad de los tuiteros alcanza su punto más alto: 130 000 tuits por minuto.
Ningún papa se había atrevido a elegir el nombre del gran reformador de Asís hasta ahora, comenta el experto en el Vaticano de TV 2000, la emisora de la Conferencia Episcopal Italiana, totalmente sorprendido. Además, apenas unos meses antes, el gurú del Movimiento Cinco Estrellas italiano, Roberto Casaleggio, había escrito en el libro Il grillo canta sempre al tramonto: «No puede ser casualidad que hasta ahora no haya habido ningún papa que se llame Francisco. Nosotros creamos el Movimiento Cinco Estrellas de manera deliberada el día de San Francisco. La política no financiada con fondos públicos. El respeto por la naturaleza y el medio ambiente».
Pero de pronto ahora todo es diferente. Ahora, es el arzobispo de Buenos Aires -el primer jesuita en ocupar el trono de San Pedro- quien eleva los ideales del revolucionario cristiano a la categoría de máxima prioridad de la Iglesia Católica Romana. «Un nombre, un programa», escriben unos días después periodistas de todo el mundo.
El pobrecito, como solía ser llamado San Francisco de Asís, actualmente uno de los santos más queridos, fue un renovador en vida. El «loco de Dios» aplicó el Evangelio radicalmente. Hijo de un rico comerciante de telas, nacido en 1182, le puso un espejo al frente a un clero signado por la decadencia moral. Renunció a una vida de privilegio, fundó la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos y reformó con ello la Iglesia desde adentro, la misma que a la sazón -como ahora- enfrentaba una profunda crisis de credibilidad.
¿Y la Iglesia? Durante mucho tiempo le costó aceptar a quien hoy es el santo patrón de Italia, para muchos el santo más importante de la Iglesia Católica Romana.
En su audiencia con los cerca de 6000 periodistas que se encontraban en Roma para cubrir la renuncia del papa Benedicto y la elección del nuevo papa, Francisco se enfrasca unos días después en una conversación franca y abierta con ellos desde el cónclave. Cuando el conteo de los votos «se ponía peligroso» a su favor, el -en las palabras de Francisco- «gran amigo» que estaba sentado a su lado, el cardenal Claudio Hummes, arzobispo emérito de Sao Paulo, alumno de los jesuitas y franciscano, «me confortaba». Y, cuando salieron los dos tercios de los votos, los cardenales aplaudieron, como es habitual, porque ya había papa. «Hummes me abrazó y me dijo: ‘No te olvides de los pobres’. Y aquello se me grabó: los pobres, los pobres». De inmediato pensó en San Francisco de Asís, comenta. «Francisco, el hombre de la pobreza, de la paz, el hombre que ama todo lo creado», explicó el flamante papa su muy aplaudida decisión, para finalmente compartir con nosotros, los representantes de los medios, su principal objetivo: «¡Cómo me gustaría tener una Iglesia pobre y para los pobres!».
Ya desde su primera aparición pública se puede apreciar cuán en serio se toma Jorge Mario Bergoglio la humildad y la modestia: enfundado en una sotana blanca pero sin estola, se asoma al balcón de las bendiciones de la Basílica de San Pedro. Lleva en el pecho un sencillo crucifijo de hierro, que ya usaba como arzobispo de Buenos Aires. Con un «buonasera», Francisco saluda a los jubilosos creyentes en la Plaza de San Pedro y describe en términos sencillos el trabajo de los cardenales. «Sabéis que el deber de un cónclave es dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo». Ni una sola vez se escucha la palabra «papa» esa noche. Francisco habla más bien del camino de obispo y pueblo juntos, un camino «en hermandad, amor y confianza recíproca». Y les pide a los fieles «un favor». Antes de darles la bendición, «os pido que vosotros recéis al Señor para que me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la bendición para su obispo». Cuando al final les desea las buenas noches y que descansen, ha conquistado ya el corazón de las romanas y los romanos.
Las escenas que presenciamos por todas partes en la Plaza de San Pedro son increíbles. Mujeres y hombres ríen, resplandecientes, se abrazan y emprenden felices la vuelta al hogar. La mayoría de los presentes coincide en que es el inicio de una nueva era.
El punto fuerte de Francisco es su autenticidad. En cada palabra de Francisco afora la esencia de Jorge Mario Bergoglio. Ni su elección al papado habría de cambiar eso. Lo que en los días siguientes deja estupefacto al conjunto de la prensa internacional, para el exarzobispo de 76 años no es más que la continuación lógica de su vida hasta ahora. Así, para el trayecto a la cena la noche de la elección se niega a tomar una lujosa limusina papal y se sube como hasta ahora en una buseta junto con los demás prelados. 14 Francisco: de hijo de inmigrantes a papa Sentido del humor y dinamismo, refieren luego algunos, serían otras dos cualidades del argentino. Mientras que Joseph Ratzinger, debido a la carga de su mandato, hablaba de una «guillotina», su sucesor irradia una especie de levedad del ser muy propia del sur. Con un «¡Que Dios los perdone por lo que han hecho!» agradece a los cardenales un relajado Francisco durante la cena.
No acaba de instalarse Francisco en el cargo y ya se observa un cambio de estilo en el Vaticano. Benedicto XVI también era un hombre modesto, pero como papa proyectaba externamente la imagen de una Iglesia del siglo diecinueve. Vestía zapatos rojos, ropajes suntuosos e incluso el camauro -un gorro de terciopelo forrado en piel-. El armiño y las telas refinadas no son santos de la devoción de Francisco, sin embargo. Incluso rechazará los zapatos rojos. En un encuentro con seminaristas y novicias en ocasión del «año de la fe», describe una vez más lo que para él significa ser sacerdote. Los hombres de la Iglesia deben ser coherentes con la pobreza, afirma. «A mí me hace mal cuando veo un cura o una monja con un auto último modelo. ¡Eso no está bien!». No es que el papa quiera que se movilicen a pie. «Creo que el auto es necesario, pero tengan uno más humilde. Piensen cuántos niños mueren de hambre». El júbilo no nace de las cosas que se tienen, «del último modelo de los teléfonos inteligentes o del automóvil que se hace notar».
Francisco pone acentos, entonces, desde el principio. Cuando los cardenales presentan sus respetos al flamante papa en la Capilla Sixtina, Francisco no toma asiento en el trono papal, como suele ser la costumbre. Recibe las adhesiones de pie. «Ponerse en el centro a uno mismo, es el mayor peligro para la Iglesia». Esta frase la escucharemos de sus labios en adelante muchas veces.
Francisco mantiene los pies sobre la tierra. Entre tanto, es legendaria su partida de la residencia sacerdotal que habitara en Roma hasta el inicio del cónclave. Empaca sus pertenencias él mismo y cancela su cuenta en la recepción del hotel. Con ello pretendería dar un buen ejemplo a otros sacerdotes y obispos, revela el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi. Un huésped del hotel recuerda: «No te dabas cuenta de que era un cardenal. No pedía un auto nunca; tomaba el transporte público o se desplazaba a pie». Era un pasajero normal.
Tan normalmente como sea posible desea seguir viviendo detrás de los muros del Vaticano igualmente. El protocolo establece que debe mudarse a la residencia Domus Sanctae Marthae (también conocida como Casa Marta). Cuánto tiempo permanecerá en la habitación 201 depende de cuándo concluyan las obras de restauración de los aposentos pontificios. Estas están listas muy pronto, pero Francisco no hace ningún ademán de abandonar la residencia de Santa Marta. En ella se instalan nuevamente, después del cónclave, sus residentes originales: unos cincuenta prelados que trabajan en la curia de manera permanente. «El papa desea intentar una forma normal de convivencia con otros», reza un comunicado oficial del Vaticano a fines de marzo. A principios de junio, el propio papa Francisco se pronuncia al respecto en un encuentro con 9000 escolares en el Vaticano. A la pregunta de una alumna, «¿Por qué has renunciado a la riqueza, por ejemplo, a vivir en el apartamento apostólico más grande?», Francisco responde: «No es solamente una cuestión de pobreza; para mí es un problema de personalidad. Tengo necesidad de vivir entre la gente. Si viviese solo, estaría un poco aislado y no me haría bien. Esa pregunta me la hizo también un profesor y le dije: es por motivos psicológicos. No puedo vivir solo». Francisco vuelve luego sobre el tema de la pobreza y la riqueza: «La pobreza en el mundo es un escándalo. En el mundo, donde hay tanta riqueza, tantos recursos para dar de comer a todos, no se puede entender cómo hay tantos niños hambrientos, sin educación, ¡tan pobres! La pobreza hoy es un grito. Y debemos pensar si podemos volvernos un poco más pobres».
Francisco permanece entonces en Casa Marta. Toma sus comidas como cualquier persona en el comedor grande, se sienta a la mesa con los otros huéspedes de la residencia, toma el ascensor junto con ellos, habla por teléfono cuando quiere y con quien quiere. Felicita a los viejos amigos por sus cumpleaños, llama a su dentista en Buenos Aires o a las entidades públicas en Roma. Él decide a quién ver o con quién hablar y no sus secretarios, confía a un amigo. Las prerrogativas de los secretarios papales con frecuencia reducían a los papas a la condición de rehenes. A los encargados de la seguridad les tomará mucho tiempo aún acostumbrarse a este estilo directo y poco curial.
Francisco ocupa las primeras planas casi a todas horas desde un inicio. La mañana siguiente de la elección, abandona el perímetro del Vaticano y se dirige a la Basílica de Santa María la Mayor (Santa Maria Maggiore), la iglesia marianista más grande de Roma. Una vez dentro, el obispo de Roma reza frente a la imagen de la Virgen María venerada por las romanas y los romanos, Salus Populi Romani (Protectora del Pueblo Romano), y deposita una sencilla ofrenda floral en señal de agradecimiento. Regresará a la Basílica, apodada también Nuestra Señora de las Nieves, muchas veces: en ella se prepara para su visita a la Jornada Mundial de la Juventud en lo que será su primer viaje al extranjero. A ella acude a su retorno para dar las gracias. El «papa de los pobres» es, como Juan Pablo II, un gran devoto de la Virgen María, lo cual saldrá a flote especialmente en Brasil.
La primera actividad oficial de Francisco tiene que ver, sin embargo, con la colectividad judía de Roma -la mayor comunidad de la diáspora en el mundo-, a la que le escribe una carta tras su elección. «Espero poder contribuir al progreso que las relaciones entre judíos y católicos conocieron a partir del Concilio Vaticano II, en un espíritu de renovada colaboración y al servicio de un mundo que pueda estar cada vez más en armonía con la voluntad del Creador», escribe en la carta personal que le hace llegar al rabino jefe, Riccardo Di Segni, y que es publicada en la página web de la comunidad judía. La carta contiene, además, una invitación a la inauguración de su pontificado. En una entrevista concedida al matutino Corriere della Sera, Di Segni se muestra optimista. Dice estar esperanzado y curioso. Señala que los nudos a deshacer en las relaciones entre católicos y judíos son difíciles, algunos quizás imposibles de desatar, pero que lo que cuenta es la buena voluntad del papa. «Están dadas todas las condiciones para un camino de diálogo común». El rabino jefe acepta la invitación, no sin antes agregar que también Benedicto XVI los había invitado. En aquella ocasión, sin embargo, en 2005, «celebrábamos el pesaj» -una de las festividades judías más importantes- y le fue imposible aceptar. Riccardo Di Segni se convierte con ello en el primer rabino jefe de Roma en asistir a la consagración del pontificado de un papa católico romano. Inmediatamente después de la elección papal, el presidente de Israel, Shimon Peres, invita a Francisco «a visitar Tierra Santa en la primera oportunidad que se presente». Según Peres, la relación entre el Vaticano y los judíos no habría sido muy auspiciosa «en los últimos 2000 años». Espera, sin embargo, que la relación se fortalezca. Peres realizará una visita a Francisco a fines de abril, la misma que genera una gran expectativa.
Ninguna otra persona recibe en estos días una atención mundial como la que concita Francisco. Noticias felices en todos los canales. Modesto, jovial, cercano al pueblo -así lo describen-. Su estilo hace mella incluso en el nuevo gobierno italiano. La presidenta de la cámara de diputados de Italia, la defensora de los derechos humanos Laura Boldrini, rechaza un auto oficial y se traslada a la juramentación a pie y sin protección policial. Su correligionario político, el presidente del senado electo Piero Grasso, una figura clave en la lucha contra la mafia, se aparece en jeans y zapatillas de deporte. El diario romano La Repubblica habla de una nueva sencillez, un nuevo «estilo franciscano» en los centros de poder romanos. Un estilo de la Santa Sede que ha calado en las instituciones romanas.
En medio del entusiasmo general, sin embargo, aparecen noticias sobre la conducta de Jorge Mario Bergoglio durante la dictadura militar argentina (1976-1983). Francisco cae en el fuego cruzado de la crítica. Es acusado de no haber asumido una posición claramente contraria al régimen brutal del general Jorge Rafael Videla en la década de los años setenta. Unas 30,000 personas desaparecieron o fueron asesinadas durante el gobierno del dictador, que se mantuvo en el poder entre 1976 y 1981. Más allá de ello, Bergoglio, a la sazón provincial de la Compañía de Jesús en Argentina, habría estado implicado en el secuestro de dos sacerdotes de su congregación, Franz Jalics y Orlando Yorio, que trabajaban en las villas miseria del sector porteño de Bajo Flores. Ambos fueron secuestrados por los militares en 1976 y liberados recién cinco meses después. El nóvel papa recibe el respaldo de figuras absolutamente prominentes. El Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que viaja a Roma en marzo, sale en defensa del pontífice. «Hubo obispos cómplices, pero no Bergoglio», subraya el activista de los derechos humanos, arrestado él mismo en 1977 y víctima de crueles torturas. En términos similares se pronuncia el teólogo de la liberación brasileño, Leonardo Boff. El religioso no encuentra asidero en las acusaciones de una supuesta cercanía del nuevo papa con la otrora dictadura militar argentina. «Al contrario: [él] salvó y escondió a muchos perseguidos por la dictadura militar», declara Boff a la agencia de prensa DPA en Río de Janeiro.
En defensa de Francisco sale también un ex enemigo del régimen dictatorial uruguayo. Gonzalo Mosca fue, según confesión propia, «miembro de un grupo de izquierda» que a menudo se enfrentaba a la dictadura, y su vida corría peligro. Su hermano, un cura jesuita, recurrió al padre Bergoglio en busca de ayuda. Según este recuento, Francisco le prometió ayuda a un Mosca en aquel entonces de veintiocho años y facilitó su huida a la Argentina, para escapar desde ahí a través de Brasil a Europa.
De los dos sacerdotes jesuitas secuestrados en Argentina en 1976, únicamente Franz Jalics estaba vivo cuando Bergoglio fue elegido al pontificado. Orlando Yorio falleció el 9 de agosto de 2000 en Montevideo. Dos días después de la elección, el padre Jalics escribe una carta en la que exculpa al papa.
Viví en Buenos Aires a partir de 1957. En 1974, movido por el íntimo deseo de vivir el Evangelio y de llamar la atención sobre la tragedia de los pobres, con el permiso del arzobispo y del entonces provincial Jorge Mario Bergoglio, y junto con otro hermano de mi congregación, fuimos a habitar en una favela, en un barrio marginal de la ciudad. Desde ahí, proseguimos con nuestra actividad docente en la universidad. En la situación de entonces, o sea, de guerra civil, fueron muertos por la junta militar, en el espacio de uno a dos años, cerca de 30 000 personas, guerrilleros de izquierda y civiles inocentes. Nosotros dos, en el asentamiento marginal, no teníamos ningún contacto ni con la junta ni con la guerrilla. A causa de la falta de información, y de informaciones falsas y tendenciosas, nuestra situación fue interpretada mal, aún dentro de la vertiente intereclesial. En aquel tiempo habíamos perdido contacto con uno de nuestros colaboradores laicos porque se había unido a la guerrilla. Nueve meses después, cuando fue arrestado ese señor, interrogado por los militares, tuvieron conocimiento de que estaba en contacto con nosotros. En la hipótesis de que nosotros también hubiésemos tenido algo que ver con la guerrilla, fuimos arrestados. Después de un interrogatorio de cinco días, el oficial que había dirigido el interrogatorio nos dijo que nos iba a liberar. En sus palabras, «Padres, ustedes de ninguna manera son culpables. Ya les buscaré el modo de que vuelvan a trabajar por los pobres». A pesar del apoyo de esa afirmación, de un modo para nosotros incomprensible nos retuvieron en la cárcel durante cinco meses, encadenados y con los ojos vendados. No puedo tomar ninguna posición con respecto al papel que el padre Bergoglio cumplió en esos acontecimientos. Después de ser liberados, abandoné Argentina. Recién al cabo de varios años tuvimos la oportunidad de hablar con el padre Bergoglio, quien entre tanto había sido nombrado arzobispo de Buenos Aires, sobre lo que había sucedido. Después de ello, celebramos una misa pública y nos dimos un abrazo fraterno. Estoy reconciliado en relación con los hechos y por mi parte lo considero un asunto cerrado. Le deseo al papa Francisco las bendiciones del Señor en el desempeño de su cargo.
Padre Franz Jalics (1)
15 de marzo de 2013  
El 19 de marzo de 2013, el día de la inauguración del pontificado de Francisco, las sombras del pasado se encuentran nuevamente muy lejos. Francisco ha pedido a sus compatriotas que no viajen a Roma, que donen a obras de caridad el dinero; sin embargo, muchos han viajado. Por todas partes se distinguen banderas argentinas entre la multitud.
Incluso en esta fecha, el día de San José, el santo patrono de la Iglesia universal, Francisco viste su sencilla sotana blanca. 132 delegaciones han llegado a Roma desde todos los rincones del mundo. Francisco pide un favor a los jefes de Estado y de gobierno reunidos, en memoria de «José, a quien Dios confió la misión de ser custodio de María y Jesús»:
Seamos «custodios» de la creación, del designio de Dios inscrito en la naturaleza, guardianes del otro, del medio ambiente; ¡no dejemos que los signos de destrucción y de muerte acompañen el camino de este mundo nuestro! Pero, para «custodiar», también tenemos que cuidar de nosotros mismos. Recordemos que el odio, la envidia, la soberbia ensucian la vida. Custodiar quiere decir entonces vigilar nuestros sentimientos, nuestro corazón, porque ahí es de donde salen las intenciones buenas y malas: las que construyen y las que destruyen. No debemos tener miedo de la bondad; más aún, ni siquiera de la ternura.
Y dirige su mensaje central a los cientos de miles de fieles que celebran con él: «Nunca olvidemos que el verdadero poder es el servicio». Se trata de servir «al hambriento, al sediento, al forastero, al desnudo, al enfermo, al encarcelado. ¡Solo el que sirve con amor sabe custodiar!».
A la inauguración del papado del obispo de Roma asisten también representantes de muchas iglesias y colectividades religiosas. Por primera vez en la historia -desde el Gran Cisma de 1054- participa en la ceremonia el patriarca ecuménico de Constantinopla. Bartolomeo I, quien detenta esta investidura desde 1991, hace hincapié en la mejora de las relaciones entre católicos y ortodoxos. El propio patriarca califica de «desarrollo histórico» su decisión de viajar a Roma para el evento. 22 Francisco: de hijo de inmigrantes a papa El cálido abrazo en que se estrechan es interpretado como una importante señal de unión entre las iglesias.
Con la misa empieza el pontificado oficialmente. El primer papa latinoamericano, el primer jesuita en ocupar este cargo en la historia, es a estas alturas poco menos que un desconocido en el Vaticano. El vocero de la Santa Sede, Federico Lombardi, jesuita como Francisco, admite en una conversación haber visto a Jorge Mario Bergoglio una sola vez antes del cónclave.
Ser un extraño en el Vaticano supone para Francisco a la vez un riesgo y una oportunidad.
Nota:
1 Carta extraída de www.jesuiten.org.

Cristianos en el Perú expresan su opinión

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Monseñor Bambarén expresó su rechazo a matrimonio gay en EE.UU.

Más del 88 por ciento de cristianos rechaza el aborto y más del 79 por ciento se opone al mal llamado “matrimonio” gay en Perú, un país en que la población que profesa esta religión bordea el 94 por ciento.
Así lo revela el Estudio de opinión sobre la Religión Católica en el Perú urbano y rural, realizado por la empresa Vox Populi por encargo de la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima.
La encuesta tiene una muestra de 1200 personas, con un nivel de confianza del 95 por ciento.De acuerdo al estudio, el 93.4 por ciento de los peruanos se manifiestan cristianos, de los cuales los católicos suman el 78 por ciento.
El 87.6 por ciento de los cristianos aseguró que no votaría por un candidato que esté a favor del aborto.
El estudio encontró además un rechazo del 92 por ciento a  la legalización de las drogas en el país.
Otro hallazgo importante de la encuesta es que el Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, cuenta con una aprobación del 61 por ciento de los católicos, con una desaprobación del 21 por ciento.
La Marcha por la Vida, organizada por el Arzobispado de Lima, que en su última edición supero el medio millón de asistentes, tiene un 90 por ciento de aprobación. 
Fuente: ACI/EWTN Noticias.

Rechazo al matrimonio “igualitario”

El obispo emérito de Chimbote- Áncash, Luis Bambarén Gastelumendi SJ, expresó su rechazo a la aprobación del matrimonio gay en Estados Unidos y dijo que luchará para que no se apruebe en Perú el proyecto de unión civil entre dos personas del mismo sexo.
“Una cosa es que vivan juntos, pero de ahí que ya sea un matrimonio civil entre dos hombres o dos mujeres, eso no. Eso es ir contra el plan de Dios. Respetamos a los nacen con otra tendencia, pero de ninguna manera podemos aceptar el matrimonio homosexual. Yo lucharé porque no sea así, pues le debo fidelidad a Dios por encima de todo”, sostuvo Bambaren.
En el marco de las celebraciones de la Fiesta Patronal de San Pedrito, monseñor Bambarén pidió respetar la vida y trabajar por la seguridad ciudadana. “No podemos tolerar un crimen y un asesinato más en Chimbote. Todos debemos trabajar por la paz y la vida”, enfatizó.
Con respecto a la promesa de entregar S/500 a cada familia de Áncash, hecha por el gobernador regional, Waldo Ríos, Bambarén dijo que ningún candidato debe engañar y lamentó que hasta el momento las autoridades no trabajen para sacar adelante a la región.
“Ningún candidato debe engañar, lo que se promete se cumple (…) me da pena que el gobierno regional esté tan cuestionado, han pasado seis meses y sigue igual parece que no hubiera autoridades”, manifestó el sacerdote tras la procesión del santo patrón por el mar chimbotano.
Fuente: Diario El Comercio.

Misa y pasacalle en Huancavelica

Luego de una misa celebrada en la Catedral de Huancavelica, cientos de niños, jóvenes, adultos y religiosos realizaron el pasacalle por el Día del Papa.
Portando carteles, globos, banderines amarillos y blancos y niños disfrazados de religiosos, salieron de la Plaza de Armas hasta Santa Ana, luego por O’Donovan llegaron a la Plaza Bolognesi y por Jr. Molloy volvieron a la Catedral.
Jóvenes y menores gritaban en todo momento loas como “¡Que viva el Papa!” o “¡Francisco, estamos contigo!” En el lugar estuvieron regidores, representantes policiales, de la Universidad Nacional de Huancavelica. Monseñor Barrio instó a los presentes a cumplir los mandamientos y rezar por las intenciones del Papa Francisco.
Fuente: Diario Correo.

Dimitido del estado clerical

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CEP

El fundador de la ONG Grufides y líder del movimiento político Tierra y Libertad, Marco Arana Zegarra, fue separado definitivamente del sacerdocio en la Iglesia Católica por “su actividad ideológica-partidaria, que es incompatible con la iglesia”, se informó.
A través de un comunicado, la Diócesis de Cajamarca puso en conocimiento de los fieles católicos que el señor Marco Arana Zegarra “ha sido dimitido del estado clerical, tras un suficiente proceso canónico en el que el derecho de defensa ha sido escrupulosamente respetado”, subraya.
La razón de la expulsión no se debe a un accionar político en el que, en mayor o menor medida, todos los componentes de la sociedad estamos llamados a desarrollar, sino a una actividad política–partidaria, refiere el documento firmado por el obispo de Cajamarca José Martínez Lázaro.
Si bien es cierto Marco Arana estaba suspendido del ejercicio del Orden recibido, su status canónico no era aún definitivo.
“A partir del 19 de mayo pasado, la Santa Sede decretó la expulsión inapelable del estado clerical de Arana Zegarra, y teniendo en cuenta la trascendencia de esta determinación, es necesario ponerla de conocimiento de los miembros de la iglesia católica de Cajamarca y de la sociedad en general”, indica el comunicado.
Por último, Marco Arana no podrá hacer uso de título clerical alguno ni podrá presentarse en modo alguno como miembro del presbiterio de esta Diócesis y de ninguna otra, concluye el documento.
Fuente: Agencia Andina de Noticias.

La Mula y Diario 16 contra Cipriani

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Por Federico Prieto Celi- www.lucidez.pe
El hecho de que el Arzobispado de Lima ganara el premio Effie Perú de Oro en la categoría Márketing Social por la campaña de la Marcha por la Vida en 2015, habiendo convocado a miles personas en diversas ciudades peruanas, especialmente en la capital, habría indignado a los partidarios de las ideologías de género, tan de moda, que habrían provocado una especie de revancha mediática: una campaña contra el cardenal Juan Luis Cipriani, que tiene características hilarantes, hasta el punto que “La Mula” se ha prestado al juego sucio.
“La Mula” se ha referido al hecho de que el Arzobispado de Lima tenga unas pocas acciones en la compañía minera Buenaventura, como si fueran propiedad del cardenal Cipriani y no de la Iglesia de Lima, repitiendo una infamia publicada en el desacreditado y casi clandestino Diario 16, que además parece que está en venta. ¿Cree acaso “La Mula” que los trabajadores en la curia, en las parroquias, en los tribunales eclesiásticos, en Cáritas, trabajan gratis? ¿Dónde quedaría la doctrina social cristiana? El Arzobispado tiene ingresos para pagar sueldos, luz, teléfono, agua y desagüe.
El lunes 22 de junio, el mencionado periódico dedicó sus cinco primeras páginas a intentar destruir el prestigio del arzobispo de Lima, cardenal Juan Luis Cipriani, con argumentos tan viejos como manidos, así como con unos cuantos datos actuales, tendenciosamente malinterpretados. Laura Grados enumera cinco ingresos del Arzobispado de Lima -no del cardenal- como si fueran un botín económico personal:
1) Un dinero donado en testamento por un ex Nuncio Apostólico en Lima, que fue destinado a la construcción de un santuario a San Martín de Porres, como informó a su tiempo la revista “Caretas”.
2) Unas acciones de Buenaventura que heredó el Arzobispado de la señora Amada Trujillo, y que pasan a formar parte de los recursos económicos de la Curia de Lima, como tantos legados que desde el Virreinato hasta hoy recibe la Iglesia.
3) El pago del alquiler del local de antiguo colegio Santo Toribio del Rímac, que tuvo que cerrarse por malos manejos de sus directivos, con pérdidas millonarias, que se tenían que cubrir.
4) Los pagos de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP, y de Reniec al Arzobispado, por uso de inmuebles o hechos similares, son presentados como si fuera un entramado sucio entre la Iglesia y el Estado.
Por otro lado, Alejandro Godoy y Julio Arbizú están desfasados en su agravio al cardenal. Prejuzgando torpemente que la encíclica Laudato Si no iba a gustar al cardenal Cipriani, despotrican contra él, sin haberlo escuchado dos días antes en “Diálogos de Fe”, dedicado enteramente a ese reciente documento, que alabó llamándolo “profético”.
El Cardenal Juan Luis Cipriani afirmó que la nueva encíclica del Papa Francisco Laudato Si, sobre el cuidado de la casa común, es un ejemplo de enseñanza para los tiempos actuales invadidos por la tecnología y la crisis de valores.
“Es una encíclica profética como en su tiempo fue Laborem Exercens [Juan Pablo II], Pacem in Terris [Juan XXIII] o Rerum Novarum [Leon XIII]. El Papa hoy nos dice que estamos en un mundo cambiante de revolución tecnológica y también de biotecnología que está modificando todo y nos pide una reflexión sobre cómo nos vamos a desarrollar frente a estos cambios”, refirió el cardenal.
El último intento de desprestigio de La Mula es relacionar al Cardenal con las acciones de la constructora Centenario. Estas acciones fueron heredadas del patrimonio de Rollin Thorne, abuelo del cardenal Juan Luis Cipriani, cuya descendencia es numerosa. Thorne Sologuren fue director del Banco Italiano, entidad que tenía acciones en distintos rubros, entre ellos el negocio de las constructoras. Cuando la familia Romero compró el Banco Italiano, estas acciones pasaron a ser parte del ahora Banco de Crédito del Perú (BCP).
Para sazonar las calumnias mencionan al padre Gastón Garatea, al empresario Dionisio Romero y a otras personas e instituciones, así como al Instituto de Estudios Peruanos, que ha publicado un infame panfleto contra el cardenal, por cierto, tergiversando no solamente escritos míos, sino desdibujando mi nombre. Para molestar al cardenal Cipriani, Diario 16 hace referencias al Fundador del Opus Dei, Josemaría Escrivá de Balaguer y a la Universidad de Piura, de la que Cipriani ha sido Vice Gran Canciller.
Diario 16 hace pública su ignorancia sobre temas eclesiásticos, también al hablar, en su primera página, del supuesto voto de pobreza del Arzobispo de Lima. Los sacerdotes seculares, obispos y cardenales seculares, señores de “Diario 16”, no hacen voto de pobreza, sino que viven voluntariamente la austeridad cristiana, de acuerdo al cargo y posición que ocupan, como predica el Papa Francisco. Voto de pobreza hacen los religiosos, personas que pertenecen a instituciones de vida consagrada y que ha hecho, por haber sido religioso, el actual Papa.
Como colaborador semanal de Lucidez, he creído conveniente precisar estos conceptos a la opinión pública. Agradezco a este diario el haber acogido estas líneas.
Fuente: www.periodistadigital.com

Cincuenta y nueve años

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Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia de Cristo Jesús. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.
2 Timoteo 2:1-4.

Soldado

Por Juan Luis Guerra
Soy soldado del Padre y del Hijo
soy soldado de su Santo Espíritu
soy soldado de voz y trompeta
aleluya, soldado de guerra
Hey, soy un soldado
(amén)
soldado de Cristo
muy bien armado
y protegido
traigo mi espada
de doble filo
pues su palabra
llevo conmigo
y soy un soldado
Soy soldado del Padre y del Hijo
soy soldado de su Santo Espíritu
soy soldado de voz y trompeta
aleluya, soldado de guerra
Hey, soy un soldado (amén)
lucho en ciudades
contra tinieblas
y potestades
soy un soldado
de testimonio
odio serpientes
y ato demonios
en el nombre de Cristo, soy…
Soy soldado del Padre y del Hijo
soy un soldado
soy soldado de su Santo Espíritu
y tú eres soldado
soy soldado de voz y trompeta
aleluya, soldado de guerra
Hey, soy un soldado (amén)
hombre de milicia
con la coraza
de su justicia
soy un soldado
soy un ungido
rompo ataduras
del enemigo
en el nombre de Cristo, soy…
Soy soldado del Padre y del Hijo
soy soldado
soy soldado de su Santo Espíritu
y tú eres soldado
soy soldado de voz y trompeta
eh, eh
aleluya, soldado de guerra
¡cómo!…
Soy soldado
soy un soldado
soy soldado
tú eres soldado
soy soldado del Padre y del Hijo
ya lo ves
soy soldado
muy bien armado
soy soldado
y protegido
soy soldado de su Santo Espíritu
Otra vez…
soy soldado
traigo mi espada
soy soldado
de doble filo
soy soldado del Padre y del Hijo
pero te digo que yo
soy soldado
su Palabra
soy soldado
traigo conmigo
soy soldado de su Santo Espíritu (Lucas 10:19 … Juan 3:16 … Efesios 6:12)
Coge bien tu espada (amén)
la victoria es nuestra
da un grito de guerra
un grito de guerra [bis]
Soy un soldado…
Soy soldado del Padre y del Hijo
muy bien armado
soy soldado de su Santo Espíritu
y protegido
soy soldado de voz y trompeta
aleluya, soldado de guerra
ya lo ves
Soy soldado del Padre y del Hijo
soy soldado
soy soldado de su Santo Espíritu
y tú eres soldado
soy soldado de voz y trompeta
eh, eh
aleluya, soldado de guerra
Fuente: musica.com