Por Jaime Vargas-Zúñiga
Es una película documental que aporta una visión rigurosa sobre el nacimiento y el desarrollo de la Monarquía Hispánica en América a través de los testimonios de numerosos historiadores y expertos de ambos lados del Atlántico, intercalados con el esplendor visual del patrimonio artístico de trescientos años de Historia compartida.
¿Por qué ver “Hispanoamérica: canto de vida y esperanza”?
Trascendiendo las distintas posiciones políticas e ideológicas, numerosos historiadores, intelectuales y artistas explican la Historia compartida de la Hispanidad, buscando la verdad que nos une y poniendo en valor ese legado común.
Se hace un recorrido visual por el patrimonio arquitectónico, pictórico y escultórico acompañado por una banda sonora excepcional en un ejercicio de ensalzamiento del Barroco y del alma.
Está dirigida por José Luis López-Linares, distinguido con la Medalla de Oro al mérito en las Bellas Artes 2023 y uno de los mayores exponentes del cine documental español. Su filmografía está galardonada con tres Premios Goya. Su última película, España: La Primera Globalización, fue la película documental más vista del 2021. Según el director: «Hispanoamérica es la película más bonita que he hecho en mi vida».
Porque se afianza en la esperanza y en la reconciliación, y eso ya merece la pena. Se podrá coincidir más o menos con la propuesta, pero conviene verla antes de opinar. Y en cualquier caso, siempre invita a la reflexión, algo que nunca está de más.
Para pensar
América no se entiende sin España y España no se entiende sin América. Los hispanoamericanos tenemos tanto en común: la lengua, la cultura, una misma fe, los valores y principios rectores de la vida… La Hispanidad –en su heterogeneidad barroca y compleja– nos une a todos, con sus luces y con sus sombras, con sus avances y con sus errores. Ojalá sigamos estrechando vínculos entre hispanoamericanos. ¿Hoy por hoy, nos fijamos más en los vínculos o en las diferencias?
Aunque sea un concepto que no se utiliza en todas las latitudes, la Hispanidad fue –y quizás sigue siendo– un proyecto de civilización global que trajo elementos aparejados: la riqueza de la diversidad, el encuentro y la unión entre distintos, la fusión y preservación de culturas, la evangelización y la transmisión de la religión cristiana. ¿Con qué parte de la Historia nos solemos quedar? ¿Cómo comprendemos lo global?
Destaca el papel de la Iglesia –y en especial, el de la Compañía de Jesús– al dar sentido y rumbo espiritual a esta realidad en América. Los jesuitas fueron portadores de la Buena Nueva y fundadores de iglesias, misiones, hospitales y universidades. ¿Cuál es el rol de la Iglesia hoy? ¿Cuál crees que debería ser?
Hispanoamérica es un canto de vida y esperanza. Ante nacionalismos exacerbados, presentismos o el líquido relativismo, la propuesta que subyace puede ser guía en el mundo de hoy: preservar los valores colectivos, actuar movidos por profundas convicciones de fe, vivir con una alegría e ilusión características, promover la igualdad y la unión en la multiplicidad y construir una sociedad universal más humana y fraternal. ¿Nuestro mundo aviva la esperanza o el resentimiento? ¿Y nosotros?