Sin política de desarrollo de fronteras, el Perú pierde soberanía
Por Fidel Quevedo Linares– Politicayestrategia.com
En buena parte de las fronteras selváticas del Perú (desde Tumbes hasta Madre de Dios), impera la minería y tala ilegal; la extracción del oro por parte de las propias mafias que regentan el tráfico de armas y de drogas; la trata de personas y, en medio de todo este contexto, problemas que afectan, en lo formal, los límites que demarcan nuestra soberanía (como el incidente del funcionario colombiano que reclamó para su país la isla Santa Rosa, en Iquitos), además de la acción de ONG’s que impiden el tendido de vías en “zonas protegidas” de la selva. Todo ello mantiene un denominador común: la falta de una política de desarrollo de fronteras, por parte del Estado Peruano.
A diferencia de nuestra nación, Brasil sostiene una envidiable política de desarrollo de sus límites (incluso circula en redes un video en portugués que reclama para este país el sector de Purús, en Ucayali, al que consideran brasileño, ante el uso constante de servicios cariocas por parte de dicha población peruana). Política y Estrategia dialogó con el experto analista de este tema, sociólogo y catedrático, Dr. Víctor Nomberto Bazán, quien demanda en forma urgente, el impulso de dicha política en nuestro país y la mejora de herramientas y capacidades para los sectores Defensa y Relaciones Exteriores, para que cumplan con dicho cometido.
Hace poco más de un mes, ocurrió un desencuentro entre Perú y Colombia, por el caso de la isla Santa Rosa. Sin embargo ¿considera que este asunto constituye una parte del problema principal, como es la falta de presencia del Estado en las zonas de frontera?
Efectivamente, lo acontecido recientemente, hay que ubicarlo en el contexto de lo que está sucediendo en la triple frontera, en donde hay grandes problemas en cuanto a su desarrollo económico y también en el aspecto político. De hecho, cada uno de los tres países presentes, desarrollan ciertas estrategias en sus relaciones cotidianas, o sea que la población de esa zona tiene ciertas actividades que ya están establecidas. En el aspecto geopolítico, hay unas líneas que desarrollan tanto el Perú como Brasil y Colombia.
¿A qué se refieren esos lineamientos?
En ese sentido tendríamos que remontarnos un siglo atrás, especialmente cuando se establecen los límites entre el Perú y Colombia, sobre todo cuando se firma el Tratado Salomón–Lozano, donde el Perú, a través del gobierno del presidente Leguía, cede toda la región de Leticia a dicho país. Como sabemos, éste no tenía salida al Amazonas; entonces, a través de este tratado, se va a conceder a Colombia esta salida. Obviamente, ese sector era muy importante para la población de esa época (que hoy es la región Loreto) y para sus representantes en el Parlamento, especialmente en la Cámara de Senadores, quienes protestaron. Pero dado que era un grupo minoritario, que era la “Patria Nueva”, queda en esta situación frente a la mayoría aplastante que, en ese momento, existía en nuestro Congreso: la idea era sanear las fronteras del país de una manera muy acelerada. Se consiguió “resolver” (lo digo entre comillas) este problema, pero quedaron pendientes muchos aspectos, como la divisoria de aguas.
En ese contexto, tampoco creo que exista mayor duda sobre la peruanidad de la isla…
Obviamente, la isla Santa Rosa está dentro del territorio del Perú y esto ha tenido que ser reconocido luego de la lamentable participación que tuvo este funcionario político del gobierno colombiano y se ha tenido que recibir, después de la protesta del Perú, las satisfacciones al respecto. Este es un episodio, quizá de coyuntura, pero necesitamos reafirmar la política de fronteras y poner el acento en este sentido, para cualquier problema que, dicho sea de paso, se está presentando en las fronteras.
Ya sea por asuntos limítrofes o por las mafias que operan en las zonas más extremas del país, el problema fundamental es la falta de una política de desarrollo de fronteras…
Ahora estamos haciendo referencia al aspecto cultural, pero tenemos problemas en la frontera con Ecuador debido a la minería informal o ilegal, porque se está extrayendo oro de la Cordillera del Cóndor y ahí falta la aplicación de esas políticas tanto de Relaciones Exteriores como también del Ministerio de Defensa: estos sectores deben tener mayores recursos para cumplir con su función, y también hacer que los tratados que tenemos en este aspecto, y las políticas entre Perú y Ecuador (que derivan de los acuerdos que hemos tenido en Río de Janeiro), se mantengan vigentes, pues permitirán establecer un desarrollo conjunto en las fronteras entre Perú y Ecuador. Esto tendría que implementarse para el beneficio de la población civil, que está ubicada en la provincia del Cóndor, en Amazonas, especialmente la población indígena, que está en los distritos fronterizos.
¿Hay temas pendientes que, en este caso, tendría que resolver el Estado a través de la Cancillería tanto con Colombia, como con Ecuador y Brasil?
Digamos es un tema que ya hemos tratado… pero lo que necesitamos reforzar en las relaciones con Brasil, son ciertos lugares críticos donde podemos observar que hay un mayor desarrollo por el lado de este país que, por el lado peruano, y voy a citar el caso de la provincia de Requena, que es la tercera provincia con mayor población después de Maynas y de Yurimaguas, que tienen acceso por vía terrestre, pero no en el caso de Requena. Tranquilamente, se pueden implementar carreteras (como también se puede hacer en la zona de la cordillera del Cóndor), y estaríamos en condiciones de mejorar la situación de vida de pobladores que están, justamente, en las zonas fronterizas. Bastaría con construir unos 40 kilómetros de carretera entre Requena y la frontera con Brasil, para poder integrar mejor a determinados distritos, especialmente la población de los matsés (mayorunas), en la provincia de Requena.
Los matsés son los más afectados…
Los matsés tienden a trasladarse a Brasil porque ahí hay un gran aeropuerto, una base militar… cuando tranquilamente para el lado peruano, podríamos también desarrollar algún tipo de aeropuerto o especialmente la carretera. Aunque hay oposición para que se construya una vía de asfalto, sería sumamente importante para el desarrollo de la provincia.
¿Quién se opone?
Hay ciertos lobbies, es un tema muy de ONG’s (esto ya lo mencionamos en la entrevista anterior) donde ellos dicen defender los territorios de las poblaciones que han decidido no tomar contacto, los llamados “No Contactados”. La aparente defensa de territorios indígenas, lo único que está haciendo, es que ciertas actividades ilícitas se vayan desarrollado y terminen empujando a esta población, justamente para la situación contraria. Entonces ahí, el Ministerio de Cultura, y en particular el Viceministerio de Interculturalidad, debe tener una política clara y debe generarse actividad agrícola o turística, de tal forma que haya un mayor desarrollo y posibilidades de superación, en general, de estas regiones que son bastante apartadas, y brindarles los recursos necesarios, como lo hace nuestro vecino Brasil, que sí tiene una política muy agresiva y significativa para el desarrollo de sus fronteras.
El tema de Brasil y su política de desarrollo de fronteras es bastante eficaz, a pesar de que tiene mucha más selva que nosotros…
Los estados amazónicos que son fronterizos con Perú, ellos, tienen determinados polos de desarrollo con aeropuertos militares de gran significación, para que eso sea un soporte a las poblaciones que están en esa región. Esto es muy visible, una zona fronteriza entre Brasil y Madre de Dios, justamente en el punto por donde atraviesa la Inter Oceánica, ahí se observan las diferencias significativas y las facilidades que ellos proporcionan, como tarifas más bajas para el transporte aéreo o terrestre para que la población de la zona se traslade hacia las grandes ciudades que están en el Atlántico. Esa es la misma política que deberíamos implementar en nuestra patria para el lado peruano.
Hay un video en portugués, que viene circulando en redes sociales, sobre la población en la zona del Purús, en Ucayali, donde se indica que, por diversas razones, dicho territorio debería pertenecer al Brasil y no al Perú y que, en la práctica, ya sería zona brasileña ¿tiene algún conocimiento sobre esa información?
Bueno, efectivamente, eso es parte de lo que tenemos que fortalecer. Yo creo que, a través de la acción cívica de nuestra Fuerza Aérea del Perú, estamos manteniendo un nexo, una conexión muy importante con esa visión de Purús. Recuerdo que había un párroco que trataba por todos los medios (se contactó con el Congreso y con el Ejecutivo), para que se pudiera construir una carretera, pues, en esa región, una bolsa de cemento tiene un precio exorbitante, por los costos de transporte: Podríamos generar pequeñas plantas en esa región, para abastecerlos con los productos más indispensables que se requieren para la construcción y otros aspectos así de estratégicos y prioritarios, como son la salud, la educación y la generación de actividades económicas rentables, lícitas, sobre todo.
Reiteramos que esa debería ser una política de Estado, ¿usted piensa que, actualmente, existe una inquietud o un esfuerzo serio para implementar esa política de desarrollo de fronteras?
Bueno la voluntad política tiene que ponerse en marcha. Si no hay suficiente voluntad de parte del Ejecutivo y el Legislativo, deberíamos apoyar hasta dos instancias del poder para que haya una coordinación intersectorial y también con la población civil, con la sociedad civil; en ese sentido habría que priorizar la coordinación del Ministerio de Relaciones Exteriores a través de los acuerdos como el Tratado de Cooperación Amazónica. Recordemos que la presidenta comenzó bien yendo a esta reunión del Tratado de Cooperación Amazónica con el presidente Lula de Brasil, pero, al parecer, esto no ha tenido una continuidad. Relaciones Exteriores debe coordinar con Defensa y tiene que combinar con los sectores Educación y Salud, de tal manera que haya una sinergia y tengamos instancias de intervención rápida y además de intervención permanente, para que se fijen e implementen políticas de Estado que debemos mantener a lo largo del tiempo, como lo hace nuestro vecino país de Brasil.
Sobre el tema de las ONG’s, y la suerte de obstáculo que representan para el tendido de vías en la selva virgen, hace poco hubo un intento del Congreso de regular la acción de estas entidades ¿considera que es perentoria la regulación de estos organismos en nuestro país?
Lo que observamos es que estas ONG’s están muy concentradas en Lima y en las principales ciudades del país, especialmente en la costa. Pero tendría que normarse esta intervención de las ONG’s para que se trasladen a los lugares donde realmente se necesitan y una de las zonas que deberían atender son las de frontera, que son las más alejadas y abandonadas. Ese es el desarrollo que hay que promover… entonces sería bueno, que la APCI (Agencia Peruana de Cooperación Internacional) pudiera promover el traslado de estas ONG’s hacia la zona de frontera. Eso es lo que considero necesario.
Señaló que algunas ONG’s, so pretexto de salvaguardar la integridad de los “no contactados” impedían el tendido de vías, ¿qué hacer en esa situación?
Efectivamente, yo creo que una buena coordinación con los gobiernos regionales, especialmente los de Loreto, Ucayali y Madre de Dios, permitiría viabilizar estas carreteras hacia las fronteras que, a veces, son truncadas por procesos judiciales que paralizan la ejecución de estos presupuestos. Entonces yo considero que, si hubiera una mejor coordinación con los gobiernos regionales, eso facilitaría la ejecución de estas obras, también en el sector de Amazonas.
¿En dónde se ubican las principales vías paralizadas?
Por ejemplo, la Inter Oceánica Centro (se han construido la Inter Oceánica Sur y la Inter Oceánica Norte), pero se ha bloqueado la Inter Oceánica que va de Pucallpa hacia Brasil, que está paralizada. Eso es algo que se debería ejecutar de inmediato. Y junto con el tema de bloquear estos proyectos con la justificación de los pueblos indígenas y el tema de “Áreas Naturales Protegidas”, se impide el paso de la carretera cerca del área de amortiguamiento del “Parque Nacional Sierra del Divisor”. Entonces, con ese tipo de justificaciones (que ni siquiera es pasar por la misma el área protegida, no, sino por la zona de amortiguamiento), hay que superarlas. Hay que anteponer voluntad política.
¿Es usted optimista sobre la reacción del Estado ante estos problemas?
Considero que sí, van a haber acciones, soy optimista. Porque si bien lo de las reacciones con Colombia ha sido un episodio, mucho más importante es que atendamos a la población awajún de las provincias de Bagua y de Condorcanqui, sobre todo a los niños, para darles una buena educación, buenos profesores. Darles buenos lugares donde puedan permanecer. Digamos, residencias estudiantiles protegidas y que se cuide a nuestra niñez, y a nuestra juventud del contagio del VIH, pues se están presentando muchos casos, y esto sería, al parecer, una acción prioritaria que tendría que asumir de inmediato el gobierno peruano.