131 muertos en megaincendio

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El Servicio Médico Legal (SML) entregó un nuevo balance, con respecto a las personas fallecidas a raíz de los incendios en la región de Valparaíso.
Se trata de la emergencia que fue considerada por las autoridades como la tragedia más grande registrada en el país desde el terremoto del 2010.
Mediante un comunicado, el SML informó que hasta las 12:00 horas de esta jornada “se mantienen el total de fallecidos en 131 y se han realizado 82 autopsias. En tanto, el número de identificados aumentó a 38“.
El equipo de la Dirección Regional, con apoyo de la red forense nacional, se encuentra abocado a la entrega de las personas fallecidas a sus familiares. Es así como, hasta el momento, y con la autorización de la fiscalía regional, ya han sido entregadas 20 personas“, agrega el comunicado.
En ese sentido, indican que “los equipos médicos y técnicos, junto a personal de laboratorio, se encuentran trabajando en la realización de toma de muestras y análisis de ellas para poder realizar comparaciones genéticas identificatorias“.
Fuente: Teletrece.cl

Lucy Oporto sobre megaincendio: “Es como la quema del Metro, en 2019, pero más letal

Por Marcelo Soto- Ex-Ante.cl
La filósofa de Valparaíso, Lucy Oporto, ha reflexionado sobre la violencia del estallido social y lo ha definido como expresión del “lumpenconsumismo”. Desde esa perspectiva analiza la destrucción del megaincendio en la Quinta Región: “Todo indica que fue intencional: un acto de maldad absoluta, difícil de definir”.  Reconoce, eso sí, que “en lo inmediato, el gobierno de Boric parece estar actuando con celeridad: decretó Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe el mismo día, y ha anunciado la entrega de ayudas a los damnificados. Pero la cantidad de desaparecidos en el incendio aún permanece indeterminada”.
-Desde tu posición de intelectual porteña, ¿cómo observas los incendios que han cobrado más 130 muertos?  ¿Qué vacío revelan del aparato del Estado?
–Estos incendios no me afectaron directamente, pero sí a personas cercanas que perdieron sus casas y herramientas de trabajo, o estuvieron a punto de quedar atrapadas en el fuego. Aun así, y a pesar de los incendios en Valparaíso, en 2014, y en el sur, en 2017, para mí este incendio es terrorífico, inenarrable, inconcebible, impensable, debido a su violencia, destructividad y rápida expansión; debido a la cantidad de fallecidos en poco tiempo, y a que ocurrió en una zona altamente poblada. Todo indica que fue intencional: un acto de maldad absoluta, difícil de definir, como si hubiese una oscura fuerza suprahumana actuando.
Al mismo tiempo, revela un vacío del aparato del Estado en cuanto a vivienda, planificación del espacio urbano, seguridad y prevención, por sólo mencionar algunos aspectos. Pero, además, desidia, negligencia, abandono, pereza y deficiencias cognitivas e intelectuales.
La base de cualquier actividad es el pensamiento, y si hay una destrucción en ese nivel, necesariamente habrá malos resultados, con consecuencias fatales.
-Los lugares más quemados son Villa Independencia, Manuel Bustos y Monte Sinaí.  ¿Hay un abandono de la sociedad?
–Son campamentos abandonados a su propia suerte y expuestos al peligro, debido a la precariedad en todo orden de cosas, situación que bien describió el consultor en gestión de emergencias Michel de L’Herbe: “Hay una angustiante ausencia de Estado”.
Obviamente, debiera existir una solución acorde a la complejidad de este problema tan difícil, a cargo de profesionales con conocimientos, una visión amplia y un compromiso, en la línea de propuestas como las del arquitecto Iván Poduje, por ejemplo, quien ha manifestado una gran preocupación por la región de Valparaíso.
-¿Hubo un fracaso de las alertas que decían “evacúe” pero no a dónde? Muchos murieron escapando en autos que no pudieron avanzar, producto de la congestión.
Ése es un ejemplo de la falta de prevención y destrucción del pensamiento, a las que me refería antes. Catástrofes y urgencias como éstas son abordadas con soluciones cortoplacistas, como esas alertas que no indicaban hacia dónde dirigirse. Es más que un vacío del pensamiento: parece ser una sostenida desconexión con la realidad y la materialidad de las cosas en su concreción irreductible, muchas veces horrorosa y terrible, en la línea de otras fórmulas surgidas en el pasado como: “No lo vimos venir”, o “Estas cosas no pasan en Chile”. La imagen de los automóviles atrapados y quemados, en que murieron personas, es impresionante.
-¿Cómo evalúas la gestión de la crisis? ¿Boric y el gobierno han reaccionado con celeridad? La alcaldesa de Viña ha entregado cifras alarmantes de desaparecidos.
–Como siempre, los Bomberos son quienes actúan con la mayor celeridad, compromiso y exposición al peligro. Hay imágenes que los muestran en una situación límite: atravesando el fuego en sus carros.
La prensa ha informado acerca de un Plan Municipal de Emergencias con el que la Municipalidad de Viña de Mar y la alcaldesa Ripamonti no habrían contado al momento de los incendios. Pero también de un retraso en la publicación de dicho plan, debido a un funcionario de planta que entregó un informe plagiado. Es una situación muy confusa. Sea cual sea, y a la luz de la evidencia de la catástrofe, va en la línea que ya señalaba antes: falta de prevención y de conciencia del peligro y sus secuelas.
En lo inmediato, el gobierno de Boric parece estar actuando con celeridad: decretó Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe el mismo día, y ha anunciado la entrega de ayudas a los damnificados. Pero la cantidad de desaparecidos en el incendio aún permanece indeterminada.
-¿Qué consecuencias a largo plazo tendrá este megaincendio?
-Está por verse que ocurrirá en el futuro, al momento de la reconstrucción, y qué secuelas provocará esta catástrofe en términos sociales, culturales y espirituales. La precariedad se profundizará, y es difícil saber de qué modo será procesado este trauma. Chile no aprende: ha habido catástrofes indescriptibles, pero la desidia y la desconexión con la realidad, en toda su traumatización, permanecen, en mayor o menor grado, transversalmente.
-Algunas autoridades hablan de un origen intencionado del incendio. Si es así, ¿son mentes criminales, terroristas?
–Estoy totalmente de acuerdo en que se trata de una acción intencional. Más o menos como la quema del Metro, en 2019, pero infinitamente peor y más letal. Y, al igual que en ese caso, probablemente sea difícil determinar quiénes sean los culpables.
Poduje y el analista en defensa Richard Kouyoumdjian sostienen que se trata de un problema de seguridad nacional, y descartan que el narcotráfico esté involucrado. Estoy de acuerdo con lo primero, pero no descartaría que también se trate del crimen organizado (que trasciende el narcotráfico). La ausencia de Estado favorece su expansión, y los soldados del narcotráfico son desechables. Además, sólo el crimen organizado ha permanecido desde 2019 a la fecha, y permanecerá, en la medida en que el Estado no actúe.
Como en todo, es imprescindible conocer la verdad, a fin de enfrentar el peligro.

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