Normalmente, los santos no son lo primero que nos viene a la cabeza al pensar en Nueva York. En este librito, sin embargo, Alberto Royo Mejía relata la vida de nueve católicos ejemplares que nacieron en Nueva York o vivieron durante mucho tiempo en la Gran Manzana, dos de ellos ya canonizados.
Se trata de nueve historias muy diferentes: desde un esclavo negro que terminó manteniendo a la familia de sus antiguos amos, hasta Su Eminencia Reverendísima el Cardenal de Nueva York; una italiana que fundó una congregación misionera y fue enviada por el Papa a Nueva York y una conversa neoyorquina del anglicanismo que se encontró con la Iglesia Católica precisamente en Italia; una antigua atea feminista y pacifista, un capellán militar durante la guerra mundial que luego fue conocido como el apóstol de los negros de Brooklyn y una irlandesa cuya familia tuvo que emigrar de su país a causa de su pobreza. A ellos se unen, en esta segunda edición, el gran apóstol del Rosario y el obispo evangelizador que usó la televisión para hablar de Cristo. Tenían en común, sin embargo, un gran amor a Jesucristo que cambió sus vidas.
El libro incluye capítulos sobre el venerable Pierre Toussaint, Santa Elizabeth Ann Seton, Dorothy Day, el Cardenal Terence John Cooke, Santa Francisca Cabrini, Monseñor Bernard Quinn, la Madre Mary Angeline McCrory, el Padre Patrick Peyton, el venerable Fulton Sheen.
Sacerdotes que dejaron huella en el siglo XX
Este libro es una clara muestra de que la historia, para ser verdaderamente humana, no puede consistir en un mero conjunto de datos económicos y políticos. En efecto, por sus páginas desfilan cuarenta y seis sacerdotes que, a menudo con medios muy pobres, cambiaron el mundo a su alrededor como fundadores, teólogos, predicadores, simples curas de parroquia, mártires, misioneros, profesores o santos.
Los sacerdotes seleccionados se han dividido en siete grupos: maestros del espíritu, misioneros de pueblos lejanos, perseguidos a causa de la justicia, grandes teólogos, sacerdotes que se anticiparon a su tiempo, apóstoles de la caridad y los dedicados a diversos apostolados. Desfilan por sus páginas sacerdotes como San José María Rubio y Peralta SJ, Dom Columba Marmión, San Pío de Pietrelcina, San Carlos de Foucauld, el sacerdote carismático Emiliano Tardiff, Don José Ribera, Von Balthasar, De Lubac, Guardini, Rahner, San Josemaría Escrivá de Balaguer, San Pedro Poveda, Joseph Kentenich (fundador de Schönstatt), Alberione, Giussani (fundador de Comunión y Liberación), San Maximiliano Kolbe, Legaria, Pino Puglisi, Don Orione, el Padre Tocino, el Padre Flanagan, el cura Brochero, Manuel García Morente, el Padre Peyton o Don José María Arizmendiarrieta, entre otros.
No todos los sacerdotes descritos son santos (aunque muchos estén en camino de ser reconocidos como tales), pero todos dejaron sin duda una profunda huella en el siglo XX.
El prólogo del libro ha sido escrito por Don Joaquín María López de Andújar, obispo de Getafe.
Historias de la Historia de la Iglesia
Una forma apasionante de introducirse en la Historia de la Iglesia. Este amenísimo libro nos acerca a una gran desconocida: la Historia de la Iglesia. No es un tratado sistemático, sino un conjunto de pequeñas historias que nos introducen en el fascinante cuadro formado a lo largo de los siglos.
El libro nos lleva desde las herejías de los primeros tiempos de la Iglesia a la época posconciliar, deteniéndose de forma particular en la evangelización de Europa y de América. Hay que destacar también una época poco conocida pero especialmente importante para los españoles: la persecución religiosa durante la Segunda República. Estas Historias de la Historia de la Iglesia incluyen también diversos temas polémicos, como el mito de la tolerancia musulmana en España, el comportamiento de Pío XII con los judíos, la legendaria Papisa Juana o el asesinato de Ellacuría, entre otros.
A lo largo del libro, se muestran de forma clara las luces y las sombras de los temas tratados, ambas necesariamente presentes en la Iglesia, que lleva su tesoro en vasos de barro. El prólogo es de Don Joaquín López de Andújar, obispo de Getafe.
Sacerdote fundador de ONG francesa Puntos Corazón destituido del estado clerical
La Congregación del Vaticano para el Clero ha emitido una decisión ‘final’ que despide al fundador de Heart’s Home, el padre Thierry de Roucy, por ‘desobediencia’
Por Céline Hoyeau- La Croix Francia
Thierry de Roucy fue declarado culpable en 2011 de abuso del poder eclesiástico, abuso sexual y absolución de un cómplice.
En una rara decisión del Vaticano, el fundador de la asociación internacional Points Coeur (Hogar del corazón), que ha estado enviando jóvenes voluntarios en misión desde 1990, fue despedido del estado clerical, según supo La Croix.
La decisión del Vaticano puso fin a un proceso de diez años marcado por un proceso complejo entre el padre Thierry de Roucy, ahora de 61 años, la organización Heart’s Home, el obispo de la diócesis de Fréjus-Toulon y Roma.
En 2011, de Roucy fue declarado culpable de abuso del poder eclesiástico, abuso sexual y absolución de un cómplice en la persona de un joven ayudante de sacerdote.
Posteriormente, este último fue relevado de su sacerdocio a petición propia después de que las autoridades de la iglesia concluyeran que había estado sujeto a una influencia indebida.
‘Decisión definitiva’
Desde entonces, los funcionarios diocesanos han seguido monitoreando a de Roucy y al grupo Heart’s Home, que ya no está bajo su responsabilidad.
Además de esto, hace casi dos años, el obispo Dominique Rey de Fréjus-Toulon impuso una serie de sanciones a de Roucy “por motivos de desobediencia”.
Estos incluían la suspensión a divinis, lo que significa que De Roucy ya no podía administrar los sacramentos, predicar, proporcionar dirección espiritual o ponerse en contacto con los miembros de Heart’s Home.
Las razones proporcionadas incluían la “negativa reiterada” de de Roucy, a pesar de varias advertencias, de establecer su hogar en la diócesis de Fréjus-Toulon, donde fue incardinado, como había exigido Roma después de su juicio.
Sin embargo, de Roucy, que se encuentra mal de salud, pidió una vivienda mejor que la ofrecida, dicen sus colaboradores, que lanzaron un blog en su defensa (“Compassion et vérité”).
Mientras tanto, el obispo Rey enfatizó que la decisión del Vaticano es “final”.
“A pesar de las solicitudes de aclaración y una serie de advertencias, su obstinación en la desobediencia provocó su destitución del estado clerical”, dijo el obispo Rey.
‘Gracias de antemano por sus oraciones’
En respuesta, los líderes de Heart’s Home se limitaron a una breve declaración publicada en el sitio web de la organización el 27 de junio.
“Por orden del obispo Rey, el padre de Roucy no ha estado involucrado con Heart’s Home desde 2014”, dice el comunicado. “Por nuestra parte, les agradecemos de antemano sus oraciones”.
“El propio Thierry de Roucy provocó esta medida legítima por su propia obstinación”, dijo el padre Pierre Vignon, quien actuó como abogado de la víctima principal.
“Todavía lo niega a pesar de la abrumadora evidencia en su juicio canónico, que logró prolongar durante varios años con su defensa”, dijo el padre Vignon.
El tribunal eclesiástico arquidiocesano de Montpellier emitió originalmente su sentencia canónica en 2011 y el padre de Roucy no apeló contra ella.
El tribunal también le ordenó pagar 60,000 euros por daños y perjuicios a sus víctimas. Sin embargo, no lo hizo y se declaró en bancarrota.
En respuesta, y siguiendo el consejo de la Santa Sede, el obispo Rey lanzó una serie de sanciones, amenazándolo con una excomunión suspensiva, lo que significa que la excomunión se levantaría una vez que pagara la suma requerida.
Sin embargo, esto todavía no está en vigor ya que de Roucy ha presentado un recurso en su contra ante Roma.
Vigilancia especial con respecto a Heart’s Home
La decisión fue un duro golpe para la organización Heart’s Home. La diócesis ha monitoreado de cerca al grupo y algunos miembros afirman que ha sido acosado.
También estableció dos investigaciones sobre las actividades y operaciones del grupo.
El padre dominico Loïc-Marie Le Bot llevó a cabo la primera investigación. El obispo auxiliar de Burdeos, Jean-Marie Le Vert, quien fue designado para “reconstruir una base saludable para el grupo”, implementó el segundo.
Cada uno llegó a la misma conclusión, a saber, que los jóvenes voluntarios de Heart’s Home están haciendo un buen trabajo, pero hay disfunciones dentro de la comunidad.
El informe final del obispo Le Vert, de casi 500 páginas, proponía una reestructuración del grupo.
Deplorando una “actitud cerrada” y una “falta de sentido eclesiástico por parte de varias personas” en una carta de 2016 a los miembros, el obispo Le Vert insistió en que “un profundo cambio de actitud por parte de cada uno” era “absolutamente necesario si el grupo iba a tener un futuro.
Los defensores del padre de Roucy no se dan por vencidos
En septiembre de 2016, el grupo de apoyo ” Compassion et Vérité ” (Compasión y Verdad) del Padre de Roucy también escribió a los obispos franceses defendiendo “el carisma específico” de Heart’s Home.
El grupo se basa en “la compasión simple experimentada en la realidad” y “llevar a Cristo a las áreas más desfavorecidas del mundo, incluidos los niños en los barrios marginales, así como llegar a lugares en los que menos se ha pensado, por ejemplo, la comunidad de artistas o el ONU”, afirmó.
Con respecto a De Roucy, el grupo denunció lo que caracterizó como “una serie de manipulaciones deshonestas”. En su carta, el grupo también cuestionó la confiabilidad de una víctima que supuestamente hizo acusaciones falsas contra el padre de Roucy para justificar el hecho de que había sido “expulsado”.
Golpeó la decisión del tribunal eclesiástico de 2011 después de ocho años de proceso “a pesar de una falta total de pruebas”.
El grupo también criticó el procedimiento seguido en el caso, acusando a los obispos involucrados de “linchamiento orquestado” y “destrucción organizada” de Heart’s Home.
Mientras tanto, incluso después de anunciar su decisión sobre de Roucy, la Santa Sede aún no ha hecho público el informe del obispo Le Vert sobre Heart’s Home.
Más de 1500 jóvenes han salido en misión con la organización y están trabajando en 28 países. Incluyen 30 religiosos y 60 laicos consagrados.