VIZCARRA Y SUS EFECTOS ESPECIALES
Por Alfonso Baella Herrera- Posición.pe
Vizcarra, da la impresión, ha puesto en jaque al Congreso. Lo ha hecho mediante el anuncio de un proyecto de ley que adelanta las elecciones generales en 1 año. En lugar de hacerlo como esperábamos en abril del 2021, votaremos, si se aprueba su cambio constitucional, en abril del próximo año.
¿Por qué el presidente hizo esto?
Los últimos días de Vizcarra hasta antes del mensaje de 28 de Julio dicen bastante del ambiente que lo rodeó y en el que concibió su mensaje presidencial. Hagamos un recuento y seguro entenderemos mejor lo que ha ocurrido, lo que está ocurriendo y lo que sucederá.
Antes, una pequeña digresión.
En principio, Vizcarra está rodeado no solo de asesores internacionales y nacionales, sino del mismo grupo de rodeó a PPK, y que lo llevó de la mano a confrontar y no a gobernar. Recordemos que cada vez que PPK intentaban construir puentes con el congreso, su camarilla -de blogueros, troles, periodistas, ONGs y medios- se encargaba de destruirlos. Con Vizcarra ocurrió lo mismo. Inicio su mandato tranquilo, centrado y respetuoso, y rápidamente cayó en manos de ese mismo grupo que lo tiene, como tuvo a PPK, capturado.
Pero vayamos al camino que transitó el presidente hasta antes del mensaje del último 28 de Julio. Los meses, semanas y, sobre todo, los días anteriores al mensaje han estado rodeados de una serie de reveses políticos.
En abril, luego de varios meses y de millonarias perdidas, se logró romper el bloqueo de vías en la mina Las Bambas. Pero el gobierno mostró su lado débil y evidenció la inexperiencia de su PCM que aceptó y firmó todas las actas que los dirigentes de las comunidades exigieron. El gobierno perdió autoridad y abandonó a la empresa a su suerte. Los comuneros demostraron quien manda y se lo hicieron saber a todo el país.
Entre mayo y junio se produjo la caída de la reforma de la Junta Nacional de Justicia, JNJ, que después de un año tuvo que abortar. El hecho de que solo tres abogados de 104 postulantes hayan aprobado el examen de conocimientos para integrar la JNJ, instancia que reemplazará al Consejo Nacional de la Magistratura, fue simplemente una vergüenza. Peor aún, el único magistrado en aprobar no pudo juramentar porque la comisión dispuso suspender la misma tras conocer que tenia un proceso penal en trámite.
A principios de julio se produjo otra frustración. Esta vez en el Consejo de Reforma de la Justicia, organismo que habia sido creado en mayo por el gobierno y en el que Vizcarra se había hecho elegir su presidente. A mediados de Julio, se fue Ernesto Blume del Tribunal Constitucional, y Walter Gutiérrez de la Defensoría del Pueblo y José Luis Lecaros, presidente del poder judicial, criticaron el nombramiento de Vizcarra. El Consejo se paralizó.
Tía María ha sido otro tema pésimamente abordado por el gobierno. A pesar de entregar la licencia de construcción, el presidente dio marcha atrás y sucumbió al ultimátum de 72 horas que, desde Arequipa, lanzó el gobernador regional, Elmer Cáceres Llica, y reculó diciéndole a la empresa: “si no se aclaran las dudas simplemente no hay proyecto Tia María”. En Arequipa, ante su derrota en la negociación, el presidente solo atinó a dar una conferencia cambiando el eje de atención, atacando al Congreso por haber desestimado la acusación constitucional contra el ex Fiscal de la Nación Pedro Chávarry. Al día siguiente el gobernador firmó la anulación del contrato de servidumbre de uso de 49 hectáreas de terrenos de propiedad del gobierno regional con la empresa Southern, propietaria de Tía María. El viaje de negociación de Vizcarra fue un fracaso. Los policías siguieron siendo atacados y las vías continuaron bloqueadas. Esa inversión, lamentablemente, está sumamente complicada.
Mientras esto ocurría entidades financieras y analistas internacionales bajaban las proyecciones del crecimiento del PBI para este año de 3.9 a 2.9. La razón es que el clima de crispación. acional ya pasa factura. Por si fuera poco, nuevas encuestas mostraban la caída en la aprobación presidencial. 20 puntos en el Sur y 6 a nivel nacional eran los resultados más conservadores porque los servicios de inteligencia saben que la caída es estrepitosa. El terror: nada hace pensar en un cambio en la tendencia. Vizcarra se desploma y la siguiente medición, a principios de agosto, mostraría una caída catastrófica.
La última carta “salvadora” del presidente, y sus aliados mediáticos y oenegeros, pareció estar, irónicamente, en el Congreso. A pesar de no tener partido ni bancada, aunque sí interesados congresistas operadores que reciben puestos de trabajo y otros beneficios para familiares, Vizcarra jugó a través de su PCM, todas las cartas a Daniel Salaverry. Sin embargo, el sábado 27 se esfumó cualquier posibilidad de manejo del Congreso cuando Pedro Olaechea, 76 votos contra 47, ganó la presidencia de la mesa directiva.
Así las cosas, es decir, en un ambiente sin resultados políticos y sin gestión, necesitaba algo que, como tantas veces hemos visto en los últimos años, nos hiciera mirar a todos hacia un lugar distinto del que deberíamos. La idea era distraer y probar suerte con algún anuncio “a ver cómo nos va”.
Pero debe haber algo más. Rumores de todo tipo han venido circulando en Lima sobre la existencia de información que se revelaría pronto. Esta información es de tal gravedad, que lo llevaría a renunciar si no es vacado en el acto.
Ahora bien. Visto todo en perspectiva se concluye lo siguiente. Primero, que Vizcarra simplemente no puede y no sabe, gobernar. Tampoco sus ministros que bajo la inexperta conducción de Salvador del Solar no aciertan ni en la gestión ni en la política. Segundo, el grupo que lo tiene capturado, y que alienta el populismo y el odio, ve en Olaechea una real amenaza. Sabe que, desde la presidencia del congreso con un par de movimientos bien hechos, puede perder todos sus privilegios y su poder. Eso está a punto de ocurrir y ya se aprestan a enfilar sus baterías para difamar y atacar. Tercero, el presidente y algunos de su entorno, no quieren seguir, pero no quieren ir presos y por lo tanto saben que él único camino es huir hacia adelante.
La propuesta del presidente por 28 de Julio, está enmarcada en este contexto. Quiere escapar porque teme a Chavarry y ahora le aterra Olaechea. Vizcarra se sabe descubierto con rabo de paja, y por ello busca distraer. Porque ¿Si se siente tan incapaz de gobernar -y lo es- por qué no renuncia y punto?
Las piruetas del domingo 28 de Julio, en medio de la fiesta nacional y de la celebración por los Panamericanos, no tienen justificación. Como se pregunto Mario Ghibellini ayer, en canal N: ¿Se trata de la propuesta de un estadista o la de un especialista en efectos especiales?
Vizcarra, en realidad, está huyendo de su responsabilidad y en esa carrera pretende llevarnos de encuentro a todos los peruanos. ¿A qué le teme el presidente?
Jeffrey Epstein
Por SANDRO POZZI– Diario El País.
Jeffrey Epstein, acusado de haber explotado sexualmente a decenas de niñas, deberá esperar en prisión hasta la celebración del juicio. El magistrado neoyorquino Geoffrey Berman considera que es peligro para la comunidad. El financiero se enfrenta a 45 años de cárcel si es declarado culpable. Epstein ya pasó 13 meses en la cárcel hace una década tras admitir que prostituyó a una menor, pero el pacto al que llegó con los fiscales de Florida está en cuestión mientras crecen las evidencias día tras día.
Los abogados de Epstein argumentaron que su cliente necesitaba estar en libertad para preparar su defensa e insisten en que no cometió más abusos desde 2005. Así, propusieron al juez que se le permitiera permanecer bajo arresto domiciliario, con permiso solo para dejar la mansión por cuestiones médicas y cualquier visita debería ser autorizada previamente. También aceptó llevar un dispositivo con GPS, entregar su pasaporte y que se instalaran cámaras de vigilancia.
Para reducir el riesgo de fuga a otro país, la defensa planteó además que su avión quedará en tierra y se inmovilizarán sus coches. Epstein se comprometió además a facilitar la información sobre sus finanzas, aunque pactó que los detalles de su patrimonio no se hicieran públicos. La fiscalía, en otro documento, estimó su fortuna en 500 millones de dólares. La mansión que tiene en propiedad en Manhattan se utilizaría como colateral.
Pero el paquete no fue suficiente para convencer al magistrado. “El gobierno ha establecido el peligro que supone para los demás y para la comunidad con evidencia clara y convincente”, afirma Berman en su decisión, en la que también cita el riesgo de fuga. “Dudo que cualquier paquete de fianza pueda superar el peligro para la comunidad”, remacha.
El financiero ya se declaró no culpable tras su arresto. La defensa insiste en que su cliente “luchará” estas alegaciones y cuestionan la legalidad de la acción de la fiscalía neoyorquina, al considerar que las acusaciones “están fuera del margen de la ley”, porque en el acuerdo que firmó en 2008 se le prometió inmunidad y representa un pacto “global”.
Ese pacto que supervisó Alex Acosta cuando era fiscal federal en Florida está ahora en el centro de la controversia. El escándalo le forzó a dimitir el pasado viernes como secretario de Empleo en la Administración que presidente Donald Trump. El republicano era una de las figuras de élite que formada el círculo social de Jeffrey Epstein. También incluía al expresidente demócrata Bill Clinton.
Finanzas
El origen de la fortuna de Epstein es un misterio. La información sobre su patrimonio está siendo un punto de interés, más allá de que sirviera al juez para fijar el montante de la fianza. Sus abogados temen que pueda alimentar aún más en frenesí mediático, por eso batallan para que se mantenga en secreto. “En algún momento deberá someterse a juicio”, argumentaron. La mansión en Manhattan, epicentro de la trama pedófila, tiene un valor de 77 millones de dólares.
Epstein está retenido en una cárcel de máxima seguridad en Manhattan, el mismo centro penitenciario donde se encuentra el narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán. La fiscalía dijo que permitirle estar en su mansión habría sido como dejarlo en una “prisión privada”. Además, presentó nuevas alegaciones, entre ellas haber tratado de silenciar con efectivo a dos potenciales testigos. La defensa respondió que era un pago a un empleado y un amigo.
Tras el arresto de Epstein dieron el paso al frente otras jóvenes en varias jurisdicciones, que denuncian haber sido asaltadas cuando eran niñas. Dos intervinieron en la vista celebrada el lunes. Una fue abusada cuando tenía 16 años, tras volar al rancho en Nuevo México, y la otra en la mansión en Palm Beach con 14 años. Evitaron entrar en detalles pero pidieron al juez que no dejara al acusado en libertad porque temían por su seguridad. Berman dijo que el testimonio fue determinante al negar la fianza.
Hay también testigos que estarían hablando con los investigadores. Las evidencias que aporten podrían servir así para cimentar la investigación de su entorno de colaboradores. El caso renació después de que el Miami Herald publicase un extenso reportaje de investigación sobre el polémico pacto. La fiscalía quiere que la mansión en Nueva York sea confiscada es declarado culpable, para con el dinero compensar a las víctimas. Los activos de Epstein incluyen también una isla privada en el Caribe.
Ghislaine Maxwell: la mujer en el epicentro del escándalo Epstein
El caso Jeffrey Epstein sacude a la opinión pública. El millonario es acusado de haber abusado sexualmente de cientos de muchachas menores de edad y casi sale impune de lo ocurrido. Cuantos más detalles salen a la luz, más claro está que otros personajes destacados podrían estar involucrados en el escándalo. El príncipe Andrés, hijo de Isabel II, reina de Inglaterra, presuntamente pudo haber abusado sexualmente de jóvenes que Epstein le habría proporcionado. Alexander Acosta, exsecretario de de Trabajo estadounidense, tuvo que dimitir el pasado 12 de julio de 2019 al ser cuestionada su actuación como fiscal a principios de la década de 2000, tras alcanzar con acuerdo que permitió a Epstein eludir la prisión de por vida. Y se sabe que tanto Bill Clinton como Donald Trump tenían amistad con Epstein.
Pero hay una mujer, cuyo nombre es menos conocido, que jugó un papel muy distinto en el escándalo de abusos sexuales de Epstein. Se trata de la británica Ghislaine Maxwell, de 57 años, quien se desempeña como “socialité”. Tras una breve relación amorosa con Epstein en 1992, continuaron siendo amigos. Durante años, Maxwell se habría dedicado a seleccionar menores y entrenarlas para tener sexo con el millonario. Es el caso de Virginia Roberts. En 1998, la joven tenía 15 años y trabajaba en el spa del Club Mar-a lago de Trump, en Palm Beach, Florida. Allí conoció a Maxwell, quien se la presentó a Epstein. En principio, le propusieron convertirse en masajista del millonario, que le triplica en edad, pero pronto se desveló la mentira. En un video publicado por el diario Miami Herald, cuya periodista Julie K. Brown reveló el escándalo, Roberts relata cómo, después de aceptar la oferta de trabajo, comenzó una “formación laboral” en la que aprendió, entre otras cosas, a dar placer oral a un hombre. Aprendió también a comportarse de forma sumisa y servil y “cómo darle a Jeffrey lo que le gusta”. “La propia Ghislaine fue quien me instruyó. Sorprende que una mujer permita algo así. Y no solo es que lo permitiera, sino que me llevó a hacerlo”, dice Roberts.“Yo tenía miedo y esta gente tenía poder”
Roberts asegura que se convirtió en parte del séquito de Epstein y que fue obligada una y otra vez a acostarse con el millonario y sus poderosos amigos y socios hasta que tuvo 19 años. Según ella, sufrió abusos sexuales por parte del príncipe Andrés de Inglaterra. Hay una foto en la que se observa cómo el noble británico toma por la cintura a Virginia Roberts, que entonces tenía 17 años. La imagen fue tomada en la residencia londinense de Maxwell, que aparece sonriente al fondo de la foto. La británica niega tajantemente las acusaciones y asegura en un comunicado ser víctima de “mentiras y afirmaciones difamatorias”.
Roberts asegura que, en 2007, cinco años después de haber salido del círculo sexual de Epstein, Maxwell la llamó por teléfono para pedirle que nunca contara lo sucedido. Y ella lo ocultó durante mucho tiempo. “Era joven, tenía miedo y esta gente tenía poder”, explica. Años después, interpuso contra Maxwell un proceso civil, pero el caso quedó zanjado en 2017 con una compensación económica de monto desconocido que Maxwell abonó a Roberts.
Agente de menores y protectora de los mares
No se sabe demasiado de la vida privada de Maxwell. Es hija del magnate mediático británico Robert Maxwell, fallecido en extrañas circunstancias en su yate en 1991. Cuando murió estaba fuertemente endeudado y había tomado dinero del fondo de pensiones de sus empleados. Tras el fallecimiento de su progenitor, Maxwell emigró a Estados Unidos, entre otras cosas, para eludir a la prensa del corazón de su país. En 2012 fundó la organización de ayuda TerraMar Project, dedicada a la protección de los océanos.
Epstein dijo en una ocasión que Maxwell era su “mejor amiga”. En la revista Vanity Fair, llegó incluso a asegurar que la británica organizaba “gran parte de su vida”. Según Roberts y otras mujeres, ese aspecto también incluía conseguir muchachas jóvenes para el millonario.
En abril de 2018, Maria Farmer, una antigua empleada de Epstein, aseguró públicamente que ella y su hermana pequeña, que entonces tenía 15 años, fueron abusadas sexualmente en dos ocasiones por Maxwell y Epstein en la década de 1990. Farmer también dijo haber observado a menudo cómo jóvenes muchachas entraban en la vivienda de Epstein en Nueva York. “Cuando le pregunté a Maxwell por qué esas chicas venían tan a menudo, me respondió que se postulaban como modelos”.
Epstein y Maxwell también alcanzaron un acuerdo de compensación con Sarah Ransome, a quien habrían prometido pagarle sus estudios si satisfacía sexualmente a Epstein y sus amigos. Observadores suponen que el próximo procedimiento judicial contra Epstein podría conducir a nuevos procesos contra personas de su entorno. Posiblemente, Ghislaine Maxwell deba entonces responder también ante la Justicia.
Fuente: Deutsche Welle.
De Belaunde, abusos sexuales y Orwell
Por Uri Ben Schmuel– www.cafeviena.pe
Parafraseando la línea más conocida de “Rebelión en la granja”, pareciera que todas las denuncias son iguales pero hay algunas que son más iguales que otras. Y esto viene a cuento de que está listo para su revisión y aprobación final el informe resultante del trabajo realizado por la “Comisión investigadora de abusos sexuales contra menores en instituciones públicas o privadas” que preside el congresista Alberto de Belaunde. El objetivo que el título de la comisión persigue es, de por sí, laudable. Todo peruano, en su sano juicio, quiere un país libre de la lacra de los abusos sexuales, cuánto más de aquellos en los que la víctima es un menor de edad.
Sin embargo, analizando el proceder del congresista, hay algunas observaciones que no solo es relevante hacer, sino que consideramos que merecen la atención de De Belaunde y una respuesta de su parte. Por claridad, las plantearemos en modo de pregunta. La primera es de orden formal: ¿Cuál es la razón, señor congresista, por la cual en la creación de la comisión se violó el Reglamento del Congreso? ¿No estaba usted al tanto de que dicho documento establece que quien propone la creación de una comisión no debe estar involucrado en su actividad? ¿Fue un error por desconocimiento? Si conocía la disposición, ¿por qué la transgredió?
La segunda atañe a la naturaleza de la comisión. El ciudadano que lee el título “Comisión investigadora de abusos sexuales contra menores en instituciones públicas o privadas” espera que el trabajo de investigación sea, efectivamente, lo más exhaustivo posible en relación con las instituciones públicas o privadas. El plan de trabajo de la Comisión señala que la grave situación de los abusos sexuales ha tenido tres casos emblemáticos y dada la limitación de tiempo -que luego se extendió- y de recursos, y la vastedad de denuncias de abuso sexual, se centraría únicamente en esos tres casos relevantes.
¿Bajo qué criterio se ha considerado que esos tres casos son los más “emblemáticos”? ¿Existe acaso algún tipo de medida objetiva que determine por qué una víctima es más o menos digna de ser considerada para una investigación de esta naturaleza? El congresista De Belaunde no debe ignorar que el año 2018 culminó con 1048 denuncias de violencia sexual contra estudiantes perpetradas en los colegios públicos y privados de todo el Perú, según el portal del MINEDU (www.siseve.pe). De los casos registrados 712 tuvieron como agresores a integrantes del personal educativo. ¿Ninguno de estos merece la atención de la comisión del Congreso?
Por otro lado, el portal utero.pe reporta 10 casos de abusos sexuales en la iglesia católica peruana que están pendientes de atención y que no se incluyeron en la investigación de la Comisión. (http://utero.pe/2018/01/18/modopapa-10-denuncias-de-abusos-sexuales-en-la-iglesia-catolica-peruana-que-no-veras-en-otro-lugar/). ¿Por qué, por ejemplo, esos casos no fueron atendidos y otros sí? ¿Por el número de víctimas? ¿Por la cobertura mediática?
Finalmente, la tercera observación se refiere directamente a usted, señor congresista. Antes de iniciar los trabajos de investigación, usted adelantó en varias ocasiones su opinión respecto de una de las instituciones que luego investigaría la comisión. Entre febrero de 2017 y febrero de 2019 se pronunció en medios de comunicación, al menos ocho veces, ventilando su opinión sobre los abusos en dicha institución, que luego sería considerada emblemática y sujeto de investigación por parte de la comisión.
No se pretende negar la existencia de los abusos ni la necesaria condena a los que sean encontrados culpables. Justamente en vistas a hacer frente al problema, que afecta a muchas instituciones a escala nacional, ¿no debería la comisión haber tenido una mirada más amplia desde su origen? Diera la impresión de que se tenía en la mira a un grupo específico y todo lo demás se armó en torno a eso para justificarlo. Se ha señalado en muchas ocasiones su amistad con los que expusieron algunos de los casos investigados. ¿Qué peso tuvo esa relación en su decisión? ¿No es eso conflicto de intereses?
La suma de estos tres puntos -violar el reglamento del Congreso, escoger casos “emblemáticos” dejando de lado otros igual de relevantes y adelantar opinión sistemáticamente sobre uno de los casos emblemáticos en particular- parecen llevar a una sola conclusión. Sin embargo, debe ser el mismo congresista De Belaunde quien dé una explicación. Aunque se le ha pedido reiteradamente y nunca se ha querido pronunciar. Parece que el silencio otorga…