Sodalicio de Vida Cristiana

[Visto: 586 veces]

Sanciones a Figari

Tras las acusaciones de abuso sexual que pesan sobre el fundador del Sodalicio de Vida Cristiana (SCV), Luis Fernando Figari, la Santa Sede decidió que sea exclaustrado y que no regrese al país excepto por motivos “muy graves” y el permiso del Superior de la SCV.
Entre la lista de sanciones de nivel religioso que impondrá la Santa Sede, Luis Figari será retirado de la comunidad Sodálite y tampoco podrá declarar a los medios de comunicación. Estas son las conclusiones por el caso Sodalicio:
Que no regrese a Perú, excepto por motivos muy graves y siempre con permiso escrito del Superior del SCV.
Que sea destinado establemente a una residencia en la que no exista una comunidad del SCV.
Se le prohíbe contactar, de cualquier modo, con personas pertenecientes al SCV y en cualquier caso tener con ellas trato personal directo.
Que a un miembro del SCV le sea confiada la tarea de referente del Figari para cualquier eventualidad y exigencia.
Se le prohíbe conceder a los medios de comunicación, en público o en privado, cualquier declaración, además de participar a cualquier título o por cualquier motivo, en manifestaciones públicas y/o encuentros del SCV y de otra persona o institución, civil o eclesiástica.
Aquí puedes leer el pronunciamiento completo de la Santa Sede.
Por su parte, Alessandro Moroni, Superior General del Sodalicio de Vida Cristiana, reiteró su condena contra “graves y deplorables actos” de Luis Fernando Figari.
Fuente: Diario Perú21.

Por Karla Bardales Farroñay– Diario El Comercio.
Esta semana el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) presentó los resultados de una investigación en la que se reconoce que Luis Fernando Figari y otros tres ex miembros de su institución son responsables de abusos sexuales contra otros integrantes de la comunidad –19 de ellos menores– y que, además, otros fueron responsables de abusos físicos y psicológicos. Alessandro Moroni responde a El Comercio las dudas que se abrieron sobre el futuro del Sodalicio luego de esta publicación.
-El Vaticano aseguró que Luis Fernando Figari, fundador del Sodalicio, es responsable de “actos pecaminosos” pero que no abusó de menores. Su informe dice lo contrario. ¿Esperan algún tipo de sanción civil o insistirán por la vía eclesiástica?
En el documento del Vaticano sí se reconoce el mismo caso de abuso de menores, pero, de conformidad con el derecho canónico, no han determinado la expulsión sino un conjunto de medidas restrictivas. Los procedimientos del trabajo de los especialistas internacionales son diferentes, por eso los resultados no coinciden en todo. La vía eclesiástica, así como la judicial, tiene sus propios protocolos con un nivel probatorio muy alto. Nuestro criterio se basa en una valoración moral de más de 245 testimonios y la información que han podido recabar los expertos internacionales a lo largo de todo un año.
-El abogado de Figari asegura que nunca lo buscaron para que se defendiera de las acusaciones de abusos que pesan sobre él. ¿Esto es cierto?
Eso no es verdad. En medio del proceso de investigación, Luis Fernando Figari recibió a la doctora Kathleen Mc Chesney, quien viajó a Roma para entrevistarlo. Luego decidió no volver a reunirse con ella. Las autoridades vaticanas también le dieron un cuestionario, que él respondió.
-Tanto la defensa de Figari como la de un grupo de víctimas señalan que lo que toca ahora es demandar al Sodalicio y algunos hablan de cerrar la institución. ¿Cómo toman ustedes estas acusaciones?
Vamos a enfrentar las consecuencias de haber dicho la verdad con la firme convicción de que es el camino correcto. Entendemos la natural reacción de mucha gente al conocer hechos tan dolorosos. A nosotros mismos nos costó mucho creer y aceptar al principio que habían sucedido. Respetamos todo ese dolor e indignación y vamos a seguir demostrando todos los días que nuestro compromiso de dar a conocer la verdad y reparar a las víctimas es real e irreversible.
-En el informe se habla de sodálites que aún pertenecen a la institución. ¿Por qué no fueron expulsados?
Si hay gente que permanece en la institución es porque, según el informe, la naturaleza de los hechos no merece una separación y los expertos han recomendado medidas terapéuticas y de supervisión. El informe lo han realizado tres expertos internacionales que no solo tienen la más alta experiencia en estos casos, sino que lo hicieron con la conciencia de que esto iba a ser hecho público en su integridad. Su mayor preocupación han sido las víctimas y que exista la garantía de que estas cosas nunca más ocurran. Así se establecieron protocolos que permitan una adecuada prevención y la garantía de que todos aquellos que realizan una labor pastoral o de servicio en el Sodalicio reúnan las condiciones para ello. Cuando recomendaron otras medidas terapéuticas y de supervisión, y no la expulsión, es tomando todo esto en cuenta.
-Un grupo de víctimas asegura que aún hay miembros de su organización que no menciona el informe y que fueron cómplices de los abusos. 
No se puede condenar a nadie si no se verifica su responsabilidad de algún tipo. Hay algunas personas que señalan hechos muy particulares que no han podido ser verificados. El informe mismo señala que hubo deficiencias en la atención a los casos, pero no complicidad ni encubrimiento. Los casos de abusos más graves los he llevado personalmente al Ministerio Público.
-Se los acusa de encubrimiento o de falta de reacción en el mejor de los casos. Por ejemplo, a pesar de que Jeffrey Daniels fue expulsado de la institución, sus acciones no fueron denunciadas. 
Descubrir la verdad ha sido un proceso lento para nuestra comunidad. El caso de Daniels fue manejado de una manera muy reservada por Germán Doig y Luis Fernando Figari. Además, desgraciadamente, los estándares eclesiales y culturales en esa época (1998) para el manejo de tales casos eran muy diferentes. La investigación ha confirmado que la misma gente que vivía con él en San Bartolo no sabía por qué había sido castigado. Hoy, felizmente, esos estándares han cambiado. Hemos reportado a las autoridades del estado donde vive el señor Daniels que sobre él hay testimonios de abuso sexual de menores. Hemos consultado a nuestros abogados en EE.UU. y hemos hecho lo máximo que se podía hacer.
-¿Qué esperan del Ministerio Público si los delitos ya prescribieron?
Nuestro objetivo es poner la investigación en manos de las autoridades competentes y que estas determinen en el marco de la ley lo que es posible hacer para que estos hechos no queden impunes. Nosotros no tenemos ningún manejo sobre ese tipo de plazos de vencimiento, pero uno de los principios de nuestro trabajo es que la verdad nunca prescribe y por eso la hemos dado a conocer.
-Usted aseguró en una entrevista que la estructura jerárquica marcada de su institución ha sido caldo de cultivo para abusos. ¿Qué ha cambiado en el Sodalicio para garantizar que no surja otra vez una figura igual dentro de la organización?
La cultura, en particular respecto a la formación, la libertad y transparencia, y el ejercicio de la autoridad ya vienen cambiando desde el 2011. Los miembros de la comunidad y todos nuestros colaboradores son preparados para identificar y evitar cualquier tipo de riesgo. Desde hace varios años venimos mejorando aspectos centrales como la formación, el ejercicio de la autoridad, la participación de las familias en el proceso vocacional de sus hijos. Recientemente, así como hemos traído a los profesionales extranjeros con mayor experiencia en investigación y diálogo con las víctimas, también contamos con la doctora Mónica Applewhite, especialista en prevención de abusos y asesora de la Conferencia Episcopal estadounidense. Ella desarrolla desde hace más de un año nuevos protocolos y procedimientos para evitar que hechos tan lamentables vuelvan a ocurrir.
-¿Qué hubiera pasado si no se hubieran expuesto los abusos?
Tenemos que reconocer que la revelación pública de estos hechos aceleró un proceso que por complejo no venía avanzando como hubiéramos querido. También ayudó a que personas que habían sufrido abusos dieran su testimonio y pudieran ser asistidas.
-¿Cómo va el proceso de reparación de las víctimas? ¿Conoce si alguna de estas personas estaría dispuesta a declarar ante las autoridades?
El proceso de reparación sigue adelante. Hasta el momento ya se han aprobado reparaciones y apoyos económicos que superan los 3 millones de dólares. Con respecto a lo conversado con las víctimas dentro del proceso de diálogo llevado adelante por Ian Elliot, esa información es estrictamente reservada. Esto, sin embargo, no limita en nada para que puedan declarar ante las autoridades.
-¿Cómo afronta su organización el informe? ¿Cree que los colegios y los demás negocios relacionados con su institución pueden verse afectados?
La verdad y la reparación son nuestra meta. Estamos siguiendo este camino con mucho dolor y recogimiento, pero absolutamente convencidos de que era indispensable dar este paso para que cada uno asuma la responsabilidad que le corresponde. Lamentablemente existen algunas personas que están cayendo en ataques y generalizaciones muy injustas contra obras del Sodalicio que no tienen nada que ver con estos hechos.
-¿Cómo ve el futuro del Sodalicio si se probó que dos de sus fundadores abusaron de menores?
Los hechos relatados en el informe nos producen una profunda vergüenza y un dolor muy grande. El Sodalicio nunca fue una comunidad creada para hacer daño. Nuestra misión es servir a las personas y a la sociedad, y transmitir la palabra de Dios. Y hay grandes pruebas de ello. El objetivo que nos hemos propuesto es asumir nuestra responsabilidad, apoyar a las víctimas en todo lo posible.
-En el 2015 usted dijo que se sentía avergonzado por esta situación. ¿Cuál es su sentimiento ahora?
Estoy aún muy dolido con todo lo sucedido. Pero también tengo mucha esperanza en que podremos salir adelante.

Puntuación: 5 / Votos: 52

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *