Oro ilegal

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Empresas están vinculadas al London Bullion Market Association (LBMA), gremio que fija el precio del oro a nivel internacional y concentra a los principales comerciantes de este activo en el mundo. Ellos fijaron sus operaciones ilegales en Puno y financian la compra de oro de los mineros ilegales, que vienen causando el peor desastre ambiental en Sudamérica.
En los últimos 10 años, la extracción ilegal de oro, que es altamente contaminante, creció raudamente, al punto de instalarse campamentos mineros en diferentes zonas de la región Puno y Madre de Dios, pero nadie sabía quién o quiénes compraban el oro y a dónde iba a parar. Hoy el secreto quedó al descubierto.
Las corporaciones Metalor Technologies y MKS Finance (Suiza), Northern Texas Refinery (NTR Metals) y Republic Metals Corporation (RMC) de EE.UU., Italpreziosi (Italia) y el grupo Kaloti (Emiratos Árabes Unidos) son los que compran el oro ilegal de Puno y Sudamérica, mediante el contrabando.
Estas empresas, que envían millones de dólares para financiar la actividad ilegal, se asociaron con compañías mineras (exportadoras de oro) “fachadas” y montaron una red internacional de blanqueo de dinero, lavado de activos, crimen organizado y contrabando.
Según una investigación periodística del portal “Ojo Público”, en los últimos 4 años, el Ministerio de Energía y Minas del Perú reportó una exportación de oro por 180 toneladas, en tanto que la SUNAT mantiene una estadística de que del total de estas exportaciones, un 25% se realizaron por contrabando.
Sin embargo, Ojo Público tuvo acceso a documentos confidenciales del Departamento de Justicia de los EE.UU. (DEA) y de las autoridades judiciales del Perú, en materia de contrabando, donde se tiene registrado que el Perú no exportó solo 180 toneladas de oro, sino 330 toneladas.
Con estos datos, se supo que 150 toneladas de oro salieron del Perú mediante contrabando y, según las estadísticas mundiales, si se contara esta cantidad, el Perú sería el segundo productor mundial de oro y no el quinto, solo por detrás de China.
Las operaciones de extracción de oro ilegal en el Perú están centradas en La Pampa (Madre de Dios), el cual es el campamento minero ilegal más grande de Sudamérica, y en Ananea (Puno), donde se conformaron varias compañías mineras financiadas por las 4 grandes compañías mundiales agremiadas a la LBMA.
Sin importar la contaminación de las aguas de los ríos, sin tener el mínimo escrúpulo por la flora y fauna del lugar, y sin pagar impuestos al Estado Peruano, las compañías mineras trabajan día y noche para vender el oro a las compañías internacionales, que no tienen refinerías en EE.UU., Suiza, Italia o Emiratos Árabes Unidos.
Estas compañías son investigadas por operaciones sospechosas de lavar cientos de toneladas de oro de origen ilegal, que han sido enviadas por exportadoras sudamericanas dirigidas por operadores vinculados al blanqueo de dinero, el crimen organizado y el contrabando transfronterizo de metal.
El Poder Judicial del Perú tiene 25 expedientes penales por contrabando de oro y, según su contenido, el oro ilegal sale por el puerto del Callao y varias compañías mineras activaron sus oficinas en el interior de los locales de las empresas Hermes y Prosegur, para cuidar la mercancía.
Las compañías de la LBMA enviaron millones de dólares, como adelanto, por la compra de oro a las empresas Universal Metal Trading (UMT), AS Perú, E&M Company, y las de perfil bajo como Minera Tambopata, Sociedad Minera Rinconada, Minerales del Sur, Corporación Minera Ananea y Titán Contratistas Generales (estas 4 últimas son puneñas).
De estos adelantos, las autoridades peruanas incautaron algunos millones y detuvieron a los propietarios de las cuentas, quienes ahora se encuentran encarcelados y bajo proceso de investigación por lavado de activos por el contrabando de oro y malos manejos tributarios.
Del mismo modo sucede en los bosques amazónicos de Brasil y Colombia, donde la actividad de la minería ilegal viene desplazando al narcotráfico (sobre todo en Colombia), pero aún así, son protegidos por las FARC, mientras que en Brasil no lo necesitan, porque el territorio es libre.
En Bolivia y Ecuador, las exportaciones ilegales de oro también se incrementaron en los últimos 4 años, elevándose de 4 hasta 20 toneladas anuales. En estos países también se investigan las operaciones ilegales y las primeras informaciones dan como destino final las empresas agremiadas a LBMA.
La Procuraduría de Lavado de Activos y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del Perú iniciaron investigaciones en estricto secreto sobre las millonarias transferencias de los integrantes del London Bullion Market Association, que agrupa a los mayores bancos del mundo, refinerías y empresas comerciantes de oro y plata desde el año 2012.
Fuente: Diario Los Andes.

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