De casa en casa

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Alan Garcia y Pedro Cateriano

La semana pasada, el premier Pedro Cateriano inició el ciclo de diálogos políticos con Luis Bedoya Reyes. Y el jueves 9 recurrió a una frase del Tucán durante su encuentro con la directiva de la Confiep.
“Les agradezco a los empresarios su buena disposición pero yo soy un político”, aclaró. “Y como Bedoya creo que los técnicos se alquilan”.
El desconcierto se asomó en los rostros de Alonso Segura (MEF), Piero Ghezzi (Producción) y José Gallardo (MTC); los tres ministros-técnicos que lo acompañaban.
Pero Cateriano hacía hincapié en su necesidad de transmitir un poderoso mensaje político que marcara la diferencia entre los agentes económicos.
Cuando los representantes gremiales le comenzaron a transmitir su larga lista de reclamos, les pidió no atiborrarlo.
El primer ministro podría superar una crisis política con el argumento de la economía.
Y casi nadie podría a estas alturas oponerse a su objetivo:
“Me gustaría que se me recuerde como un presidente del Consejo de Ministros que ayudó a destrabar las inversiones”, dijo.
Voceros oficialistas estiman que Cateriano y el gabinete asistirán a solicitar el voto de confianza al Pleno del Congreso durante la próxima semana, unos 15 días antes del límite establecido del próximo dos de mayo. Se encuentran seguros de superar la valla.
El panqueque se volteó rápidamente. Su predecesora Ana Jara fue censurada en una atmósfera artificial y para el presidente Ollanta Humala se abrió la facultad constitucional de cerrar el Congreso si le rechazan otro gabinete.
Pero, con buen tino, Pedro “Picapleitos” Cateriano le tendió la mano hasta a Alan García, con quien lleva casi treinta años de enemistad política.
El primer ministro se vio con Keiko Fujimori –heredera del otro némesis de su carrera política– y con las dirigencias de Perú Posible, Somos Perú, Acción Popular. También se vio con el alcalde de Lima, Luis Castañeda, y hasta con la dirigencia de la CGTP. La semana pasada había recibido el respaldo de Pedro Pablo Kuczynski.
Su otro desafío se encuentra lejos del salón y más cerca del socavón.
NO HAY TU TÍA
El martes 14 por la tarde llegó a Mollendo, Arequipa, con un grupo de ministros. Como para ir con el ambiente, esa mañana se habían instalado mesas de diálogo en el Club de Tiro de la ciudad. Entre ellas la Mesa de Desarrollo para la provincia de Islay, donde se concentra la oposición al proyecto cuprífero de Tía María.
“Los problemas deben solucionarse por la vía del diálogo y no en base a la violencia, la cual rechazamos de plano”, dijo. “Nuestra obligación como autoridades es tener una cercanía con el pueblo y si el pueblo quiere explicaciones, la autoridad debe darlas y no imponer por la fuerza proyectos”.
Tiene razón. Y el gobierno se la pasó mucho tiempo sin dar explicaciones. Al primer Estudio de Impacto Ambiental del proyecto (2009), observado hasta el cansancio por el mismo Estado (2011), sobre todo por no contar con un estudio hidrogeológico, en su pretensión de utilizar agua de un estero donde desemboca el río Tambo y por la posibilidad de no solo explotar cobre sino también oro.
ProtestasEntonces las protestas se cobraron dos muertos.
A pesar de que el segundo EIA se aprobó hace más de un año, recién en las últimas semanas se ha ventilado su contenido y el ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, asegura que todas las observaciones fueron subsanadas. La figura propuesta ahora es la de desalinizar agua.
“Eso sí”, enfatizó Cateriano, “es también obligación de la autoridad persuadir y hacer reflexionar a los ciudadanos que no nos podemos dar el lujo de rechazar un proyecto que traerá progreso a la región Arequipa. Hay una disposición del presidente Ollanta Humala de estar en la zona, fiscalizando el proyecto Tía Maria”.
Cateriano pondrá a prueba su capacidad de convencimiento para que Tía María no se convierta en otro Conga. La inversión anunciada es de US$ 1,300 millones e inevitablemente se trata de un termómetro para la minería.
Es otra nube negra y el premier se la juega. El año no arrancó todavía con proyectos como Antamina y Toromocho.
Los ministros Segura y Ghezzi han declarado en los últimos días sobre su confianza en la recuperación de los sectores primarios, aquellos que hacen subir y bajar la aguja por sí solos. El tibio repunte reciente de sectores como comercio y servicios no basta para compensar la caída de la minería y la pesca.
Esperan que la última crezca entre 30% y 40% en el 2015 gracias al incremento de la pesca de anchoveta, que se desplomó el año pasado.
LA SUPERTRABA
El discurso del gobierno destaca medidas como la reducción del Impuesto a la Renta, las políticas contracíclicas y el Plan Nacional de Diversificación Productiva.
Pero el motor de la economía no ha vuelto a arrancar. Y Cateriano busca ir a la vena.
El Ejecutivo pretende que el Congreso apruebe rápidamente medidas excepcionales que permitan agilizar las expropiaciones en los proyectos de inversión más grandes.
A decir de Gonzalo Prialé de la Asociación para el Fomento de la Infraestructura (AFIN), las expropiaciones se volvieron la “supertraba” para la Economía.
El cuarto paquete de estímulo remitido por el Ejecutivo al Legislativo –del que salió la fallida ‘Ley Pulpín’– contiene el capítulo V, que se refiere a “medidas de simplificación de procedimientos para la obtención de bienes inmuebles para obras de infraestructura de gran envergadura”.
El mes pasado, Julio Velarde del Banco Central de Reserva (BCR) condicionó el repunte en la infraestructura privada y las concesiones a la aprobación pendiente.
“Desgraciadamente, en el Congreso todavía no sale la parte de expropiaciones que era importante para estos proyectos”, lamentó.
Prialé calcula que el monto en juego de Alianzas Público Privadas (APP) que no caminan como deberían por esta razón es de US$ 15 mil millones.
“Un ejemplo es la carretera de Chincha a Ica, que estuvo paralizada por mucho tiempo. Se supone que se acaba de arreglar pero habrá que ver. El asunto es que los proyectos continúen sin interrupciones”.
Cree que “ese es el reto que tiene por delante el ministro Cateriano. Hasta ahora lo ha hecho bien. Puede inspirar confianza. Pero todos los días debería estar peleando para que no se caiga cada décima del PBI. El país tiene recursos. No estamos en las crisis de hace décadas. La pelota está cerca del gol y el reto es común entre el Estado y los privados”.
Reto común aprovechado para acercarse a los enemigos de ayer. Los enemigos de hace una semana nomás.
EL MENSAJE DE GARCÍA
“Las vueltas que da la vida”, le expresó García a Cateriano al momento de recibirle en su oficina del Instituto de Gobierno de la Universidad San Martín, el viernes 17.
García es una especie de primer actor en el teatro de la política peruana. Su prolongado apretón de manos recordó el abrazo-llave de judo que le aplicó a Alejandro Toledo en el debate del 2001.
“El país oscila”, interpreta Jorge del Castillo, que coordinó la visita con Cateriano. “El Perú te quiere mandar al paredón y al día siguiente te exige concertación”.
En un principio se respiró cierta tensión, sobre todo del lado del visitante. Pero el mismo Cateriano comentó luego a amigos que, a diferencia de la distancia glacial en la que se desarrolló la reunión con Keiko, García se acompañó de tres exministros –Ismael Benavides, Enrique Cornejo y Miguel Hidalgo–, lo que hizo posible una reunión de casi tres horas con propuestas técnicas específicas. Y, lo más importante, les permitió no hablar del pasado ni tampoco del tono de Humala con la oposición.
García sí le mandó un mensaje al Presidente: él no le hará una “megacomisión” de llegar al poder. Una última rama de olivo en la búsqueda de una temporada electoral relativamente pacífica. Cateriano ha dicho que una de sus principales misiones será establecer una transición democrática sin sobresaltos.
Al expresidente lo vieron especialmente contento de poder gastar bromas con un viejo enemigo político. Pero expresó su gran preocupación por la creciente inestabilidad social.
“No le conviene al país”, le dijo. “Ni a este, ni al próximo gobierno”.
Fuente: Revista CARETAS.
Pepe Julio GutierrezClandestino
El presidente del Frente de Defensa del Valle de Tambo, Pepe Julio Gutiérrez, uno de los principales promotores del paro indefinido contra el proyecto minero Tía María, en la provincia de Islay, pasó a la clandestinidad. Su hermana Janet Gutiérrez dio la información en una entrevista radial.
“Por ahora no daremos a conocer dónde está. Es por su seguridad. Esto es una cacería de brujas ordenada por el Gobierno Central”, sostuvo.
Explicó que su hermano tomó la decisión después del arresto del presidente de la Junta de Usuarios del Valle de Tambo, Jesús Cornejo, otro de los impulsores de la protesta en la Panamericana Sur.
Por su parte, Jaime de la Cruz, alcalde del distrito de Deán Valdivia y también uno de los principales promotores de la paralización que ya lleva 26 días, dijo que no tiene miedo.
“Yo no me voy a esconder porque no he cometido ningún delito”, expresó.
La Policía y el Poder Judicial ya tenían en la mira a Pepe Julio Gutiérrez y a de la Cruz, porque en febrero de 2014 ambos recibieron una condena de cuatro años de cárcel, pero fue suspendida con la condición del cumplimiento de reglas de conducta.
Mañana en audiencia se sabrá si Jesús Cornejo (presidente de la Junta de Usuarios del Valle de Tambo) y Roger Ramos (dirigente de Construcción Civil) van nueve meses a prisión.
Fuente: Diario Perú21.

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