Jueces de la Corte de San José
Por Cecilia Rosales Ferreyros- Diario El Comercio.
Dos jueces de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte-IDH), con sede en San José de Costa Rica, emitieron una dura declaración en la que lamentan las afirmaciones que el ex candidato peruano a la secretaría general de la OEA, Diego García Sayán, ofreciera al diario El Comercio la semana pasada.
Los magistrados Manuel Ventura Robles y Eduardo Vio Grossi -dos de los siete que integran, junto a García Sayán, el más alto tribunal de la Organización de Estados Americanos (OEA)- habían emitido el 21 de agosto una “constancia de disentimiento” en la que discrepaban con la licencia que se le había otorgado a García Sayán para que realice su campaña a la secretaría general de la OEA. El Comercio llamó a García Sayán para consultarle por estos cuestionamientos, y el jurista aseguró que no tenían sustento y que ese documento no debió hacerse público.
“Lamentamos muy sinceramente las declaraciones públicas de García Sayán, reprochándonos por haber manifestado en nuestra constancia de disentimiento la disconformidad respecto a la excusa por él presentada para desempeñar el cargo de juez dela Corte-IDH mientras fuese candidato”, señalaron los jueces en la carta.
“Su afirmación de que somos una minoría recalcitrante en este y todos los demás aspectos sustantivos de la Corte no solo no corresponde a la realidad (…) sino que tampoco parecería estar acorde con la investidura inherente de quienes participan en la función jurisdiccional internacional”, agregan los magistrados.
Ventura y Vio añaden también que la constancia de disentimiento que se hizo pública “no divulga deliberaciones internas de la Corte, sino que expresa con transparencia y el debido respeto y consideración”, su discrepancia jurídica con la decisión de otorgarle la licencia. Revelan también que el documento fue publicado en el sitio web de la Corte.
Los magistrados reiteraron asimismo que consideran que García Sayán debió renunciar, tal como lo hizo el juez Carlos Roberto Reina para presentarse como candidato a la Presidencia deHonduras.
Además afirmaron que es incompatible el cargo de juez con el de candidato, porque son actividades que pudieran afectar su independencia o imparcialidad y hasta la “dignidad o prestigio” de la institución interamericana.
Insistieron en que la licencia que se le otorgó no debió decidirla solo el presidente de la Corte-IDH, sino tenía que ser evaluada por todos los integrantes de esta instancia.
DGS, lamentos innecesarios
Por Embajador Gabriel García Pike- Diario Correo
Qué papel más triste el de Diego García Sayán al salir a la prensa a acusar a la Cancillería del fracaso de su aventura para postular a la Secretaría General de la OEA. Él sabía que esta desaventurada acción no iba a tener muchas posibilidades. La candidatura fue organizada durante la presencia como canciller de su exesposa Eda Rivas, quien a su vez motivó el nombramiento como nuestro representante, ante dicho organismo, del expremier Juan Jiménez, para que en dicha representación promoviera la candidatura de García Sayán. Es decir, no fue una candidatura que naciera del propio interés del Gobierno, sino que más bien su egocentrismo lo hizo actuar en ese sentido sabiendo que sus posibilidades serían nulas si no contaba con un apoyo sustancial previo, incluso a la presentación de su nombre por parte del Perú.
Esto se produce por un desconocimiento del accionar en estos casos, pues una vez que el Gobierno tiene interés en determinado candidato, se organiza en la Cancillería un grupo de trabajo que se encarga de auscultar las posibilidades que tendría la misma. Si el resultado de dicha acción muestra características positivas, es cuando entonces se hace pública la postulación. No antes. Como el mismo García Sayán menciona en su lamento, si el presidente del Perú ni siquiera lo recibió, quiere decir que no era su candidato y que su propuesta habría sido manejada entre bambalinas.
La oposición política a la misma no ha sido solamente al interior del Perú, sino que por el contrario sus pares en la Corte Internacional de Justicia se opusieron a ella con argumentos válidos. Entonces ¿cómo pensaba este candidato que iría a ganar si no tenía un respaldo firme en el exterior? Con todo y ello, el actual canciller Gonzalo Gutiérrez se esforzó en contactar a sus pares en busca del apoyo requerido, pero si el personaje no cuenta con un sólido respaldo exterior porque no lo conocen, por más que haga Torre Tagle, era una acción perdida.
Rabieta de García
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