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Arzobispo Muller

¿La conversión de Gustavo Gutiérrez?

Por Andrés Beltramo Álvarez- Vatican Insider Diario La Stampa de Milán
Gustavo Gutiérrez Merino es considerado el “padre” de la teología de la liberación, una corriente de pensamiento que ha dividido al catolicismo latinoamericano en los últimos 40 años. El gesto del Papa de concelebrar con él una misa privada en el Vaticano ha despertado nuevamente la polémica. Pero nadie sabe realmente qué piensa Francisco sobre los escritos del religioso peruano.
El encuentro entre Bergoglio y Gutiérrez tuvo lugar el pasado 11 de septiembre. Pasó totalmente desapercibida. La sala de prensa de la Santa Sede sólo se limitó a confirmarlo, pero no ofreció mayores detalles. Además no existen testimonios gráficos ni visuales del mismo, entre otras cosas porque los miércoles las misas matutinas del Papa en la capilla de la residencia de Santa Marta no se registran.
La reunión fue gestionada por el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Gerhard Ludwig Müller, amigo personal del teólogo. A él se deben, entre otras cosas, la publicación en las últimas semanas de varios artículos sobre la teología de la liberación y una entrevista a Gustavo Gutiérrez en el diario del Vaticano, “L’Osservatore Romano”.
Aunque todo parece indicar que el Papa no estaba informado de esas publicaciones, que fueron inmediatamente consideradas como una “rehabilitación” de la teología liberacionista, las mismas no impidieron que la conversación haya tenido lugar. De todas maneras un encuentro así no debe sorprender. Ya Benedicto XVI había recibido al teólogo crítico Hans Kung y eso no cambió la postura de la Iglesia sobre él y sus propuestas.
Este acercamiento vaticano con Gutiérrez ha encendido las alarmas en varios países de América Latina. Diversos obispos han escrito a Roma para expresar su extrañeza y desconcierto. Síntoma de que el malestar con las propuestas de la liberación permanece.
Es cierto. En las décadas de los 80 y 90 muchos prelados utilizaron la diatriba en torno a esta teología para construir, artificialmente, prolíficas carreras eclesiásticas. En una época de fuerte polarización, bastaba a un sacerdote trabajar con los pobres para ser tachado de comunista. El caso de Marcial Maciel es un ejemplo emblemático. El inmoral fundador de los Legionarios de Cristo logró concentrar poder haciendo circular expedientes reservados y etiquetando obispos.
Pero, de la misma manera, la influencia de los teólogos liberacionistas provocó no pocas contraposiciones. Muchos de ellos incurrieron en graves errores doctrinales y abrieron la puerta a la penetración de grupos guerrilleros en la Iglesia.
Nadie puede olvidar cómo en 1979 grupos sandinistas montaron una operación secreta para modificar el documento conclusivo de la Conferencia del Episcopado Latinoamericano (Celam) realizado ese año en Puebla. Y cómo la maniobra se cebó cuando fue desenmascarada en la prensa.
Esta penetración marxista provocó que la Congregación para la Doctrina de la Fe editase dos notas aclaratorias, una en 1984 y la otra en 1986. Con ellas quedó en claro la existencia de errores doctrinales en una mala lectura de la teología de la liberación.
Errores que ya fueron reconocidos por el mismo Gustavo Gutiérrez, en una conferencia ante directivos del Consejo Episcopal Latinoamericano pronunciada en 1996, entre los cuales se encontraba Joseph Ratzinger.
Un buen número de análisis y de propuestas enunciadas en años recientes (por la teología de la liberación) han perdido vigencia, numerosas discusiones y precisiones de ese tiempo no responden plenamente a los retos actuales. Ignorar estos cambios significaría encerrarse en el pasado, vivir de nostalgias y condenarse a vivir de espaldas a las personas de hoy“, dijo entonces.
Esas palabras parecían estar más cerca de una “conversión” de Gutiérrez y fueron pronunciadas un año después que la Congregación para la Doctrina de la Fe había pedido al teólogo un artículo que corrigiese algunos de los pasajes de su pensamiento. Ese texto finalmente se publicó en 2004 bajo el título “La Koinonia eclesial”.
Otro pasaje sorprendente que incluyó al teólogo peruano lo reveló hace unos días Clelia Luro, compañera sentimental del obispo argentino Jerónimo Podestá. En una carta pública la mujer reclamó al teólogo peruano el haber impedido a Podestá asistir a una conferencia suya por ser un sacerdote casado. Y lamentó que haya también marginado, en otra ocasión, al liberacionista brasileño Leonardo Boff.
“Si Dios quiere hoy con Francisco que está rescatando la Iglesia Pueblo de Dios, las sanciones terminarán, pertenecen al pasado y a los espíritus clericales que irán desapareciendo para llegar a ser ¡Uno para que el mundo crea!”, concluyó Luro.
Por todas estas señales en Latinoamérica muchos se preguntan si se asiste a una verdadera “conversión” doctrinal de Gutiérrez o simplemente a un cambio de actitud, sin haber modificado realmente aquellos errores del pasado. El debate de hoy deja en claro que la polémica en torno a la teología de la liberación no es un capítulo cerrado.

Arzobispo Müller habla de la teología de la liberación

El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Monseñor Gerhard Müller, habló sobre la teología de la liberación y expresó sus opiniones sobre esta corriente teológica de la Iglesia Católica.
En diálogo con ACI Prensa tras la reunión sostenida a pedido suyo entre el Papa Francisco y el Padre Gustavo Gutiérrez, Monseñor Müller dijo que “el Padre Gutiérrez nunca fue criticado por la Congregación, porque él es el padre de la teología de la liberación, no tiene nada que ver con el marxismo”.
La teología del Padre Gutiérrez, dijo el Arzobispo, “no es una mezcla de teología con marxismo, tiene que ver con la salvación, la teología de la liberación es una teología católica, no es una ideología, sino una teología para hablar del amor de Dios a todos, si tanta gente está viviendo bajo el nivel de dignidad humana. Eso no puede ser, Dios nos ha dado a todas las personas la necesidad del pan diario. Esto es para todas las personas”.
No necesitamos el marxismo. No hace falta Karl Marx o estos así llamados filósofos de los años 1800, porque todos estos valores son dados en el Evangelio, en todo el Nuevo Testamento. Dios nos ha liberado y nos ha hecho libres”, dijo el Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Mons. Müller indicó que ha conversado con el Papa Francisco sobre Gustavo Gutiérrez, pues “no puedo hacer algunas iniciativas sin previa información al Santo Padre”.
“El Santo Padre sabe algunas discusiones entre diferentes a las que hay en la teología de la liberación, pero queremos superar algunas tensiones en la Iglesia, si es posible, sobre la base de la doctrina de la Iglesia, y queremos expulsar a algunas personas que tienen diferentes vínculos teológicos”.
El Prelado dijo que “es posible cierto pluralismo en la teología, pero todos estamos unidos por la misma base, la misma doctrina de la Iglesia. En el pasado hemos tenido diferentes corrientes, Scotto… Santo Tomás de Aquino fue un tipo diferente de teología, por ello tenemos cierta pluralidad de estilos religiosos, enlaces teológicos, pero todos están juntos en la orientación a la misma Revelación, a la misma idea, a la misma doctrina de la Iglesia”.
“Algunos teólogos de la liberación que fueron criticados por el Magisterio, muchos no fueron criticados por estos aspectos, sino algunos de ellos fueron criticados porque negaron o criticaron la existencia del sacerdocio y otros importantes puntos y elementos de la doctrina católica”.
Monseñor Müller aseguró que “en la persona de Gustavo Gutiérrez, esto debe ser clarificado, pero Gustavo Gutiérrez, puedo decir que en muchos de sus cartas y libros es un teólogo católico, porque acepta todas las condiciones y todos los contenidos de la doctrina católica”.
“No es solo eso sino que está comprometido también en el trabajo con la gente pobre en Lima, y en el desarrollo, no es solo trabajo social junto a la espiritualidad cristiana, sino que es un pensamiento teológico espiritual profundo sobre Dios, sobre este Dios que dio su vida por todos nosotros”.
De acuerdo al vaticanista Sandro Magister, durante el encuentro con los sacerdotes de la diócesis de Roma (Italia), el 16 de septiembre, el Papa Francisco tomó distancia del Arzobispo Müller en el tema de la teología de la liberación.
“En la formulación de una de las cinco preguntas planteadas al Papa y al hablar de la centralidad de los pobres en la pastoral, un sacerdote hizo referencia, en positivo, a la teología de la liberación y a la posición comprensiva ante esta teología, del Arzobispo Gerhard Müller”, relata Magister.
Pero, “al oír el nombre del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa Francisco no dejó que termine la pregunta y dijo: ‘esto lo piensa Müller, esto es lo que piensa él’”, escribió el vaticanista italiano.
Fuente: ACI Prensa.

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