YPF: cortina de humo con barniz patriotero
Por Luis Parodi, Presidente de Unión por Todos
La presidente de la Nación aplicó el goebeliano “miente, miente, que algo quedará” en el acto donde se anunció la expropiación/nacionalización del 51% de YPF.
El gobierno quiere tapar con humo patriotero los desmanes de su capitalismo de amigos y su desastrosa política energética, incluida la exploración y explotación de yacimientos de hidrocarburos y gas que han llevado en los últimos 9 años a tener que importar en combustibles en 2012 por USD 14,000 millones de dólares y a proyectar una balanza comercial energética negativa de USD 5,000 millones.
Los Kirchner apoyaron la privatización de YPF en los 90 y luego les vendieron a los amigos el 25% de la empresa sin que tuvieran que pagar un peso, es más, liberaron el pago de dividendos para que con los mismos los Eskenazi pudieran pagar los préstamos contraídos para pagar el precio de compra.
Ahora dice que “recupera” para la Argentina la YPF SA, pero esto es falso. La propuesta del gobierno pretende mantener el status de Sociedad Anónima, lo que hace que la empresa no pueda ser auditada por los organismos públicos correspondientes. Me pregunto: ¿A dónde está entonces el control de los argentinos hacia la empresa? La nueva YPF SA no deberá comprar por licitación y el mayor responsable del fracaso de la política energética argentina, Julio De Vido, será su interventor, mientras que el Viceministro de Economía, de nula experiencia en el rubro, será su segundo.
De la seguridad jurídica necesaria para que el país pueda recibir inversión nacional o extranjera directa que nos permita lograr el autoabastecimiento energético no se habló en el acto de ayer. Lo que se hizo es pulverizarla y demostrar que la Argentina no es confiable y que será muy difícil recuperar esa confianza que necesitamos indefectiblemente para poder desarrollar nuestros yacimientos.
No se ha dicho nada del desarrollo de un plan estratégico para lograr el autoabastecimiento energético, ni de la cantidad necesaria de inversiones, ni de plazos o de convocar a los capitales nacionales y extranjeros genuinos. Se improvisa de la peor manera.
Urge que el gobierno convoque a la oposición y a todos los expertos en energía disponibles en la Argentina, incluyendo a todos los ex funcionarios clave del área, para que sin demoras se elabore un Plan Estratégico Energético para la Argentina del futuro, ya que el mismo estará seriamente comprometido dado que el déficit energético limita las cuentas públicas y la viabilidad del presupuesto nacional.
El laberinto Eskenazi
Las acciones de YPF se desmoronaron ayer 28.7 por ciento en la Bolsa de Buenos Aires y 32.7 por ciento en la de Nueva York. Eskenazi tiene una elevada deuda por la compra de acciones.
Por Cristian Carrillo- Página12
Las acciones de YPF sufrieron ayer el peor derrumbe de precios desde 2009, al ubicarse en los mismos valores mínimos de ese año. Los papeles de la petrolera cedieron 28.7 por ciento en la Bolsa porteña, mientras que en Wall Street –tras un día y medio de estar suspendida su cotización– perdieron el 32.7 por ciento. Como resultado, la capitalización bursátil de la empresa, que ahora se ubica en torno de los 5,160 millones de dólares, se encuentra en una tercera parte de los 16,000 millones que representaba a principio de año.
Este derrumbe deja en una situación financiera cada vez más frágil al Grupo Petersen, que detenta el 25 por ciento del paquete accionario. La decisión oficial de hacerse cargo de la petrolera y de suspender la distribución de dividendos para comenzar obras de inversión complica la disponibilidad de flujos para que el grupo que conduce la familia Eskenazi pueda afrontar un pasivo de 2900 millones de dólares, que utilizó para la compra de su parte en YPF.
La operación de Eskenazi para hacerse del 25 por ciento de YPF se realizó en dos tramos. El primero, por 2,235 millones de dólares, para adquirir el 14.9 por ciento de la filial argentina. En este caso, el Grupo Petersen aportó sólo 100 millones de dólares. El resto correspondió a un préstamo de Repsol, por 1,015 millones, y de un pool de bancos, por 1,018 millones. Ese grupo de entidades estaba conformado por el Crédit Suisse, Goldman Sachs, BNP Paribas y Banco Itaú Europa. El segundo tramo fue el año pasado, por un 10 por ciento adicional del paquete, a partir de un crédito de 1,400 millones de dólares a cinco años, que aportaron nuevamente Repsol (730 millones de dólares) y los bancos Itaú, Standard Bank, Crédit Suisse, Santander y Citi (670 millones).
El acuerdo era que Eskenazi pagaría la deuda con los dividendos que fuese a obtener por su participación en YPF. Aprovechando la agresiva política de distribución de dividendos que llevó a cabo Repsol, Eskenazi logró saldar casi 600 millones de dólares con los bancos. No obstante, le restan 1,170 millones de dólares del crédito bancario, más los 1,745 millones que le facilitó Repsol.
Con la distribución de utilidades frenada, por lo menos, en los próximos dos años, según adelantó el viceministro de Economía Axel Kicillof, Eskenazi se queda sin su principal fuente de ingreso. Otra posibilidad es que venda la totalidad de sus acciones. Sin embargo, la pérdida que sufrió la capitalización de YPF no le resulta atractivo. A los valores actuales de unos 5,000 millones de dólares, el 25 por ciento (1,250 millones) no alcanzarían para cumplir con todos sus acreedores. En este caso, Repsol es la más perjudicada, porque los bancos tienen prioridad de cobro. El Grupo Petersen resaltó ayer que “los créditos (sus condiciones) aún están vigentes” y que la compañía se encuentra “analizando distintas alternativas financieras, junto con el pool de bancos que los respaldan”.
REPSOL-YPF
Por Veronica Smink- BBC Mundo
Los detractores acusaron a Fernández de haber abogado -hace años- por la privatización de YPF.
Cuando la presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner anunció el pasado lunes su decisión de expropiar la principal petrolera del país, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) -mayoritariamente en manos de la española Repsol- dedicó su anuncio a su fallecido esposo, Néstor Kirchner.
“Él siempre soñó con recuperar YPF para el país”, dijo la mandataria sobre quien fue su antecesor en la presidencia entre 2003 y 2007, y murió en 2010.
El discurso fue recibido con aplausos y cánticos por los simpatizantes del gobierno. Sin embargo, causó honda preocupación entre algunos sectores de la oposición y analistas que advierten que podría causar un serio problema con España, el principal inversor extranjero en Argentina.
Pero además de cuestionar la decisión, los detractores de la presidenta también acusaron a Fernández de hipocresía.
Y es que tanto la jefa de Estado como su marido abogaron por la privatización de YPF cuando ejercían cargos públicos en la provincia patagónica de Santa Cruz.
Documentos legislativos revelados por la prensa muestran que en 1992 la entonces diputada provincial en Santa Cruz presentó un proyecto que declaraba la necesidad de que la petrolera pasara a manos privadas.
También Kirchner, entonces gobernador de Santa Cruz, instó a los legisladores de su provincia a que respaldaran el proyecto privatizador impulsado por el presidente peronista Carlos Menem, y que eventualmente llevaría a que la petrolera pase a manos privadas.
En 1999, los Kirchner también avalaron la venta de las acciones del Estado y de Santa Cruz a Repsol.
Vaciamiento
A pesar del cambio de postura, muchos kirchneristas sostienen que no puede juzgarse a la mandataria por una decisión que tomó hace 20 años, ocupando otro cargo y en otro momento político del país.
Pero los críticos de la presidenta sostienen que esto no es lo más grave que se le puede achacar a Cristina Fernández. Según ellos, la contradicción mayor es que fue la política energética implementada en la última década por el kirchnerismo la que generó la crisis energética que ahora justifica la expropiación de la petrolera española.
El gobierno explicó su decisión de quedarse con el 51% de las acciones que posee Repsol con el argumento de que la empresa española “vació” la petrolera, al repartir la mayor parte de sus utilidades en vez de reinvertirlas.
Pero varios legisladores de la oposición acusaron al propio gobierno de haber avalado ese “vaciamento”.
La diputada y ex candidata presidencial de la Coalición Cívica (CC), Elisa Carrió, se presentó ante la Justicia para denunciar que el representante del Estado en el directorio de Repsol YPF, Roberto Baratta, aprobó los estados contables, memorias y plan de inversiones por unanimidad, hasta 2011.
Recordó, además, que el Estado podía objetar decisiones de la compañía por poseer la llamada “acción de oro”.
“El Estado argentino avaló un reparto de utilidades del 90% y que deje de liquidar en el país hasta el 70% de los obtenido por sus exportaciones, lo que produjo el vaciamiento de la empresa”, denunció Carrió ante un juez federal.
“Argentinización” de YPF
Durante una acalorada sesión en el Congreso, el martes, algunos legisladores también cuestionaron el papel que jugó en la empresa un aliado del kirchnerismo: el argentino Sebastián Eskenazi, gerente general de YPF y dueño junto con su familia del 25% del paquete accionario de la empresa.
La llegada del Grupo Petersen -controlado por los Eskenazi- fue orquestada en 2007 por el presidente Kirchner, como parte de una estrategia para “argentinizar” la petrolera.
“¿Por qué (el gobierno) no mencionó la responsabilidad de la familia Eskenazi? ¿Por qué se expropia solamente la parte española?”, objetó el senador de la Unión Cívica Radical (UCR), Gerardo Morales.
Por su parte la senadora de la CC María Eugenia Estenssoro, remarcó que el acuerdo que posibilitó el ingreso de los Eskenazi dio a Repsol vía libre para repartir utilidades.
Y denunció que “en 2009 y 2010 se aprobaron balances correspondientes a 2008 y 2009 en los que se decidió la remisión de utilidades del 255% y del 140%, respectivamente”, algo que se contradice con la política de reinversión supuestamente alentada desde el gobierno.
Los legisladores hicieron hincapié en un detalle aún más comprometedor: la forma de pago por la que se acordó el ingreso de los Eskenazi (ingreso que además fue criticado por la falta de experiencia de ese grupo en el sector petrolero).
El Grupo Petersen no pagó por las acciones que compró, sino que se acordó con Repsol que esa deuda fuera cancelada con los dividendos futuros, algo que -según los detractores- impulsó el reparto de utilidades.
Crisis energética
En una exposición ante el Senado, los dos funcionarios designados por la presidenta como interventores en YPF, el ministro de Planificación Federal Julio de Vido, y el viceministro de Economía Axel Kicillof, defendieron la decisión del gobierno.
Se prevé que el 25 de abril el Senado vote el proyecto de expropiación presentado por el Ejecutivo. Uno de los legisladores que deberá expresarse sobre el tema es Carlos Menem, el ex presidente peronista (1989-1999) que impulsó la privatización de YPF. Menem fue elegido senador en 2005 y es considerado un aliado del gobierno. Según los medios oficialistas, el senador podría pedir licencia por motivos de salud –como ha hecho en el pasado- para evitar tener que votar.
Los funcionarios destacaron que en la última década la producción de petróleo en Argentina se redujo a la mitad, algo que atribuyeron a la falta de inversión. Y señalaron que esa caída llevó a que Argentina perdiera su autoabastecimiento energético.
“El déficit energético de la Argentina se encuentra estrechamente asociado a la política desarrollada por Repsol”, aseguró De Vido.
Por su parte, Kicillof acusó al presidente de Repsol, Antonio Brufau, de exigir un precio para la venta del petróleo “a tono con el precio mundial” y de rehusarse a abastecer el mercado argentino a los precios que exigía el gobierno: entre la mitad y dos tercios de su valor internacional.
“(Repsol YPF) es una empresa que tiene que alinearse a un modelo de crecimiento y que no hemos logrado que lo haga”, dijo.
Según explicó el funcionario, el precio del barril no debe calcularse según su costo de mercado sino según “los costos de las empresas” en Argentina.
Sin embargo, expertos con los que habló BBC Mundo afirmaron que es justamente la política de precios bajos aplicada por el kirchnerismo desde 2003, lo que llevó a una falta de inversión y a la grave baja en la producción.
“La decisión del gobierno de mantener prácticamente congeladas las tarifas de gas y petróleo en los últimos diez años es una de las causas principales que explican por qué se redujo la explotación de hidrocarburos”, afirmó el consultor energético Daniel Gerold, de G & G Energy Consultants.
“Contradicción”
La senadora Estenssoro –cuyo abuelo fue uno de los fundadores de YPF en 1922, y su padre dirigió la petrolera- cuestionó la capacidad del gobierno para hacerse cargo de YPF.
En particular la legisladora consideró una “contradicción” que se designe como interventor al mismo funcionario que desde 2003 tiene a su cargo la política energética del país, Julio De Vido, a quien consideró responsable de la pérdida del autoabastecimiento energético.
“De exportar hidrocarburos pasamos a ser un importador neto. ¿Todo ese plantel va a liderar la recuperación de YPF? Es algo insólito”, afirmó.
Hablando en representación del gobierno, Kicillof desmereció las críticas sobre la política energética oficialista.
“Las políticas fueron exitosas, pero insuficientes. Por eso ahora se avanza en esta dirección”, argumentó.
También se defendió de quienes le reprocharon el manejo estatal de Aerolíneas Argentinas, otra empresa expropiada a una empresa española (en 2008), que actualmente reporta pérdidas de US$2 millones por día.
El funcionario pidió un voto de confianza en el Estado.
“Cuando hay una crisis lo peor que se puede hacer es pensar que el Estado es el problema. El Estado es la solución”, aseguró.
España y EEUU acordaron colaborar a nivel internacional para defender la legalidad y tratar de convencer al Gobierno argentino de que rectifique la expropiación de YPF a la petrolera española Repsol.
“Vamos a explorar todas las vías en las que podamos colaborar juntos para restablecer la legalidad internacional”, declaró el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, tras estudiar la situación con la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton.
El ministro añadió que los dos países van a analizar “en qué podemos trabajar en el Banco Mundial, en el Fondo Monetario Internacional, en el G20, en el Club de París, en cualquier otra institución en que se pueda ejercer una acción para intentar que el Gobierno de Argentina rectifique”.
García-Margallo recordó que están sobre la mesa “todas las medidas que se consideren oportunas y legalmente admisibles”.
El titular español de Exteriores, que se reunió con Clinton de forma paralela a una reunión ministerial de la OTAN en Bruselas, agradeció a la secretaria de Estado la clara posición en contra la expropiación manifestada ayer por un portavoz del Departamento de Estado en Washington.
Es “una declaración muy firme de respaldo inequívoco a España”, afirmó el ministro en unas declaraciones tras su reunión con la jefa de la diplomacia estadounidense.
Garcia-Margallo calificó la expropiación como una “huida hacia adelante” ante situación económica “muy difícil” causada por el actual Gobierno, por lo que la medida, dijo, supone “aislarles del contexto internacional y privarles del capital que el pueblo argentino necesita”.
También avanzó que el Consejo de Ministros va a analizar mañana las medidas que España podría tomar dentro de sus competencias y discutirá también “las peticiones que vamos a llevar” a la reunión de ministros de Exteriores de la Unión Europea que se celebrará el próximo lunes en Luxemburgo, en la que se tratará la expropiación.
Sin embargo, García-Margallo no quiso hablar de medidas concretas, como la posibilidad de que la UE suspenda las ventajas arancelarias a Argentina, ya que, señaló, “no tiene mucho sentido” discutir de medidas aisladas y es mejor elaborar “un plan conjunto” para transmitirlo a los socios y aliados de España en la UE.
El ministro de Exteriores avanzó que tras el Consejo de Ministros, tanto él como el titular de Industria y Energía, José Manuel Soria, hablarán en el Palacio de Santa Cruz, para explicar las medidas que el Gobierno adoptará dentro de sus competencias y las que piensa proponer a la Unión Europea.
Diez países de la Unión Europea han ofrecido su respaldo a España en el contencioso con Argentina por la expropiación de la petrolera YPF, filial de la española Repsol, según informaron a Efe fuentes diplomáticas.
El tema ha sido tratado en la nueva reunión del llamado “grupo de Berlín” celebrada hoy en Bruselas y en la que participaron los ministros de Asuntos Exteriores de once países comunitarios, entre ellos el español José Manuel García-Margallo.
Se trata de la segunda reunión de estas características, la primera se celebró en marzo pasado en Berlín a iniciativa del ministro alemán, Guido Westerwelle, quien convocó a sus colegas más “europeístas”, los de España, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Dinamarca, Austria, Portugal y Polonia.
Aunque la expropiación de YPF no estaba inicialmente en la agenda de este encuentro centrado en las reformas institucionales de la UE, García-Margallo expuso la situación a sus colegas comunitarios y les pidió una reflexión al respecto.
Los ministros de los otros diez países expresaron su apoyo a España en el contencioso, aunque sin precisiones sobre cómo se manifestará, según fuentes del ministerio español.
La expropiación se tratará formalmente en la reunión de ministros de Exteriores de la UE del próximo lunes que tendrá lugar en Luxemburgo.
García-Margallo anunció que el Consejo de Ministros español va a analizar las acciones que Madrid podría tomar dentro de sus competencias y discutirá también “las peticiones” que llevará a la reunión ministerial de la Unión Europea.
En la reunión del “grupo de Berlín”, celebrada a las afueras de Bruselas, los ministros europeos debatieron una serie de ideas sobre la construcción europea y las posibles reformas de las instituciones comunitarias.
Entre ellas destaca la propuesta de que el presidente de la Comisión Europea sea elegido por sufragio directo por los ciudadanos comunitarios.
El Ministerio español de Exteriores informará próximamente sobre los resultados del encuentro, que servirán de base para la reunión final del grupo, que se celebraría en Madrid en junio próximo.
Fuente: Agencia EFE.
Argentina en trompo
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